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AULA: Grupo 2
2017
1. ¿Cuál es la función de la Transferrina?
La transferrina, también llamada siderofilina, es una proteína de la sangre que tiene
como función principal transportar el hierro a nivel del organismo. Ejerce un papel
regulador y reajusta la cantidad de hierro circulante en función de las necesidades del
organismo. Habitualmente, sólo un tercio de la transferrina sanguínea circula acoplada
a una molécula de hierro.
Si esta tasa está reducida se sospecha una carencia de hierro en el organismo y si está
aumentada se discuten otras patologías como la hemocromatosis, una sobrecarga de
hierro muy importante en el organismo, secundaria a una anomalía genética.
Esta proteína también se encuentra en las mitocondrias de las células del cuerpo, uno
de los orgánulos celulares. Aquí, desempeña el papel correspondiente a la función
molecular, además, participa en la actividad ferroxidasa, oxidorreductasa, en la unión
de los iones de hierro, la fijación del hierro férrico, la transición, así como las
actividades de unión de los iones metálicos.
Dado que, la ferritina participa en una serie de procesos biológicos vitales para la vida,
resulta extremadamente importante que se encuentre presente en una concentración
óptima en su cuerpo, y cualquier aumento o disminución en su nivel, puede dar lugar a
numerosos problemas.
Cuando sus niveles sanguíneos son muy altos, es indicador de patología. Su depósito
patológico se denomina hemosiderosis, ya sea en órganos donde normalmente hay
hemosiderina o en los que no (por ejemplo, los pulmones). Puede ser, a su vez,
localizada o generalizada; cuando hay exceso local o general de hierro la ferritina
forma gránulos de hemosiderina. Así pues, la hemosiderina corresponde a
conglomerados de micelas de constitución amorfa de ferritina. En muchos estados
patológicos, el exceso de hierro hace que se acumule hemosiderina en las células.
Esta anemia está normalmente causada por una dieta no equilibrada, en la que faltan
adecuadas cantidades de ácido fólico. El ácido fólico está presente en alimentos como
los vegetales verdes, el hígado y la levadura. También se produce sintéticamente y se
añade a muchos alimentos. El alcohol interfiere con la absorción del folato, así que las
personas que beben excesivamente corren el riesgo de anemia por deficiencia de
folato. La deficiencia de folato también puede verse en determinadas enfermedades
del tracto digestivo inferior como la enfermedad celíaca, o en personas que tienen
cáncer.