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El valor de las reservas halladas asciende, con precios actuales, a USD 900.000 millones. Por
ser de variedad no convencional, será extraído con técnicas de fracking
El yacimiento, con precios actuales, tiene un valor de casi USD 900 mil millones (Reuters)
El Servicio Geológico Nacional (USGS) descubrió un vasto yacimiento de petróleo en el
oeste de Texas, el mayor hasta la fecha en territorio estadounidense. Estiman que
contiene unos 20.000 millones de barriles d petróleo y 16 billones de pies cúbicos de gas
natural.Según cálculos de Bloomberg, el valor del yacimiento con los precios actuales del
petróleo es de USD 900.000 millones. El petróleo hallado es del tipo esquisto, una variedad
no convencional comúnmente extraída con técnicas de fracking.El UGSG señaló en un
comunicado que esta reserva situada en la cuenca de Midland Wolfcamp es cerca de tres
veces mayor que la evaluación de recursos hecha en 2013 en la cuenca Bakken-Three Forks
en Montana y Dakota del Norte, lo que la convierte en la mayor acumulación de petróleo
estimada que esta institución ha evaluado en los Estados Unidos hasta la fecha. El
coordinador del Programa de Recursos Energéticos del USGS, Walter Guidroz, aseguró que
este descubrimiento "tan sólo demuestra que, incluso en áreas que han producido miles de
millones de barriles de petróleo, todavía existe potencial de encontrar miles de millones
más
Por otro lado, el UGSG explicó que desde la década de 1980, la cuenca de Midland Wofcamp
ha sido explotada utilizando la tecnología tradicional de pozos verticales.
Sin embargo, más recientemente, las compañías de petróleo y gas han estado utilizando
perforaciones horizontales y la fracturación hidráulica (fracking, que inyecta a alta
presión grandes cantidades de agua y aditivos químicos), y más de tres mil pozos horizontales
han sido perforados y terminados en la sección de Wolfcamp de la Cuenca Midland.
El coordinador del Programa de Recursos Energéticos del USGS, Walter Guidroz, aseguró
que el descubrimiento, situado en la cuenca de Midland Wolfcamp (Texas), “tan sólo
demuestra que, incluso en áreas que han producido miles de millones de barriles de petróleo,
todavía existe potencial de encontrar miles de millones más”.
El UGSG señaló en un comunicado que esta reserva, es cerca de tres veces mayor que la más
grande registrada hasta el momento, la de 2013 en la cuenca Bakken-Three Forks en Montana
y Dakota del Norte.
Lejos de caer la demanda por el oro negro, la Agencia Internacional de la Energía (AIE)
prevé, en base a su último informe de perspectivas energéticas presentado este miércoles, que
la demanda mundial de petróleo continúe incrementándose hasta 2040, por lo que considera
que la era de los combustibles fósiles está “lejos de acabar”, a pesar de los Acuerdos de París.
OLEODUCTOS - ESTADOS UNIDOS
Tuberías con más de seis décadas de antigüedad, una distribución irregular y las presiones
políticas y sociales están evitando que la producción de crudo en Estados Unidos sea aún
mayor de lo que viene siendo en los últimos meses. Algo que no sólo perjudica a productoras
y consumidores, sino también al objetivo de alcanzar la independencia energética que tiene
el país desde los años 70.
Los actuales oleoductos en funcionamiento son muy antiguos. Por poner un ejemplo, la línea
Pony Express se construyó como oleoducto en 1954, se reconvirtió a gasoducto en 1997 y
volvió a ser oleoducto en 2014.
Por otra parte, las tuberías recorren el país de una forma muy irregular: el Medio Oeste está
más que cubierto, mientras que los conductos no llegan a las costas, donde vive la mayor
parte de la población de Estados Unidos. La mitad del consumo de crudo en el país se ubica
en las costas, mientras que la zona central del país produce el 93% del total de petróleo de
esquisto.
Pero además cobra relevancia la cuestión política. Construir nuevos oleoductos es altamente
impopular, con los grupos ecologistas manifestándose y boicoteando los nuevos proyectos y
apostando por la inversión en energías renovables, por lo que a los responsables políticos les
cuesta dar su aprobación. Como ejemplo destaca el de la productora TransCanada, que pidió
permisos para el Keyline XL en 2008, Obama vetó el proyecto en 2015 y finalmente Trump
dio luz verde a las pocas semanas de asumir la presidencia.
Al margen de ello, tampoco los productores tienen demasiados incentivos para proponer
nuevas líneas de distribución, que requieren grandes inversiones y tardan años en construirse.
La duplicidad de oleoductos en algunos tramos hace que las tuberías no operen a plena
capacidad, dificultando la detección automática de fugas. Además, la fuerte caída del precio
del crudo en los últimos años no les reportaría tantas ganancias como cuando el coste del
barril superaba los 130 dólares.
Precisamente la caída de los precios hace que a muchos compradores no les salga a cuenta
comprometerse en un contrato a largo plazo para recibir barriles de crudo que importar los
barriles desde Canadá por tren, aunque tengan que pagar entre 2 y 8 dólares más por cada
barril.
TransCanada ha pasado una odisea para conseguir los permisos para construir la ampliación
de su oleoducto Keystone, el Keystone XL. Casi una década y 3,000 millones de dólares
invertidos después, cuando prácticamente tiene estos permisos - aún falta el visto bueno de
Nebraska -, a la empresa le interesa cada vez menos construir el proyecto.
Aunque la compañía considera que será rentable a largo plazo, pueden pasar años hasta que
recuperen los 8,000 millones de dólares en los que está presupuestado el proyecto final, 1,000
millones más que lo estimado inicialmente, para instalar las tuberías a lo largo de 2,700
kilómetros. Eso sí, prácticamente duplicaría el número de barriles que distribuye en la
actualidad, ya que el Keystone XL transportaría el equivalente a 830,000 barriles diarios.
Por ello, TransCanada quiere asegurarse que tendrá cubierta la venta de al menos el 90% de
la capacidad del Keystone XL. En este caso, la construcción podría comenzar en 2018 y
concluir hacia 2020 o 2021. Los accionistas están convencidos de su puesta en marcha a
medio plazo, puesto que las acciones de la compañía se cotizan un 50% más caras
actualmente que cuando Obama bloqueó el proyecto en noviembre de 2015.
Sin embargo, la empresa tiene otra idea en mente que puede tener más sentido de cara al
futuro: abastecer de forma directa a la Costa del Golfo, la costa atlántica sur estadounidense,
donde crecerá la demanda de crudo por el menor número de importaciones de Venezuela y
México, según apunta el Wall Street Journal citando a fuentes conocedoras de la cuestión.
El oleoducto Keystone XL, de la canadiense TransCanada, fue vetado por Obama en 2015 y
tenía como objetivo transportar unos 830.000 barriles diarios de petróleo de crudo sintético
y bituminoso diluido desde la provincia canadiense de Alberta a distintos lugares de EEUU,
incluidas refinerías de Texas en el Golfo de México. El Dakota Access, un proyecto de 3.800
millones de dólares, llevaría medio millón de barriles de petróleo desde los yacimientos
bituminosos de Dakota del Norte a una infraestructura ya existente en Illinois.
DUCTOS DE GAS – EEUU
El gasoducto partirá desde el nodo del condado Webb, al sur de Texas, hasta
Nuevo León, donde se conectará con el Sistema Nacional de Gasoductos en
México, para atender la demanda mexicana, dijo HEP, con sede en San
Antonio (Texas).
ExxonMobil
Anadarko Petroleum
British Petroleum
Encana
ConocoPhillips
Chevron
Con 1.314 millones de pies cúbicos (37.208.538 metros cúbicos) de gas natural
producido hacia finales de 2010, Chevron ocupa el octavo lugar por NGSA.
Chevron inició sus operaciones en 1879, cuando se descubrió petróleo en Pico
Canyon, al norte de Los Ángeles. La empresa se llamaba originalmente Costa
del Pacífico Oil Co., más tarde se convirtió Standard Oil Co. de California y,
posteriormente, Chevron.