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Blanco
a las auroras boreales que había en ese mágico lugar podían obtener el
se vislumbraba como las estelas que formaban los aviones – justo así se
desplazaba junto con las chispas hacia cada ser; al instante la mezcla era
inhalada por sus fosas nasales y en cuanto éste entraba, la electricidad recorría
las casas de témpano son casi iguales a los iglúes, pero con cúpulas
grupo, Nohek), dicha vivienda tiene gran altura como un edificio, pero las
salas y esquinas son redondas y la mayor parte del tiempo está iluminado en su
totalidad, lo que la hace ver aún más majestuosa. Igualmente, en la planta baja
hay un vestíbulo enorme y ahí con frecuencia los pobladores se reúnen; afuera
está cercado de esculturas de hielo, asimismo un camino rodeado de rosas
Por cierto, este sitio recóndito es tan frío como lo es la Antártida, debido a que
la época de invierno siempre predomina, así que casi todo está hecho de hielo,
desde los muebles hasta los trineos.
Los Itzies son similares al hombre, pero con mayor estatura. Además tienen
debajo de los ojos les sirven para respirar y también para oír, por cierto, dichas
cavidades son muy finas o delgadas y están arriba de la boca. En cuanto a sus
tienen una curva en su parte media, por lo que ambos se aprecian como una
“v” invertida, y justo al centro se encuentra la pupila negra, el iris es de tono
amarillento.
cual se halla trenzada y luce como una joya de oro sobre la frente -, de esta
manera el velo va por detrás llegándoles hasta la parte baja de la espalda.
En cuanto a los pequeños, a partir de que aprenden a caminar, pueden jugar
con sus sombras; es algo muy divertido. A cierta hora del día - si los chicos
entonaban una canción - las kimus se liberaban por un tiempo, así las risas
iban y venían, a ellos les encantaba esto, pues las tomaban de la mano y
paseaban juntos por el territorio nevado, sin embargo, los adultos las
detestaban, ya que las sombras hacían muchas travesuras: escondían las cosas,
luna y las estrellas del firmamento, la construcción de sus casas les permite
el sueño.
Al día siguiente se asomaban los primeros rayos del sol cuando un ruido
estruendoso irrumpió la calma de Itz, se trataba de un sismo y no uno
insignificante, sino todo lo contrario… fue tan fuerte, que la tierra se partió en
(tanto al aire libre como dentro de los hogares), la multitud corría despavorida
otros a salir de sus viviendas, pero el pánico se apoderaba de ellos. Cuando los
aldeanos se dieron cuenta de la magnitud de la catástrofe corrieron a buscar al
líder.
Justo ahora iban caminando a toda prisa hacia el Kolbe, unos a través de los
laberintos y otros por afuera. A pesar de la destrucción, tanto las flores como
amplia y larga, este manto grueso color cobre les tapaba desde el cuello hasta
los tobillos; las mangas eran sueltas y cubrían sus brazos y muñecas.
respuesta; luego se hizo un silencio total para ver si de casualidad oían su voz,
tras la pausa regresó el alboroto y todos comenzaron a correr ahí dentro en
—¡Nohek, ha desaparecido!
Todos murmuraban entre sí después de que Rik informó aquello gritando,
pensativo.
emitió:
—¡Silencio!—al ver que nadie hizo caso reiteró gritando: —¡Guarden
silencio!
sin perder tiempo unos fueron en trineo y otros a pie, avanzaron cientos de
el nuevo guía propuso bajar y seguir con la búsqueda, así que en lugar de
tanto se organizaban para habitarlo, ya que la mayor parte de las casas habían
(después de haber ido a la montaña Siete), pero para su mala suerte una
sujeto muy obstinado, por lo que se empecinó en esperar otros días más, los
otros sujetos con reticencia aceptaron. Afortunadamente todos pudieron
resguardarse en una cueva durante algunas noches hasta que el clima mejoró,
cuando esto sucedió salieron de nuevo a explorar; ahora los pobladores eran
llevados en trineos para avanzar con mayor rapidez, las luciérnagas en grupos
maestro.
Tras un tiempo regresaron y en aquel instante los otros (los que se hallaban
Al paso de los días los aldeanos se sentían muy tristes, seguían aún
líder, pasaba por sus pensamientos que lo pudieron haber atrapado por el más
en manos del líder. Por otra parte, se cree que este tesoro se convierte en una
base redonda transparente y que el dirigente puede volar a través de éste,
yendo parado sobre él; también se asume que el “Yaax” permite leer la mente
de los adversarios y que puede emitir proyectiles, entre muchas otras cosas
más; si todo esto era cierto y algún enemigo había privado de su libertad a
Nohek, ¿por qué no pudo usar sus poderes?, ¿por qué no se trasportó a otro
mundo para salvarse?; o peor aún… ¿él, todavía seguiría vivo?, ¿los habitantes
de Itz estarían en peligro?
él.
acaeció, por lo que los habitantes de Itz se quedaron sin recibir su alimento,
aunque esperaron casi hasta al amanecer no sirvió de nada, por lo tanto todos
nuevo el fenómeno, sin embargo, esto no pasó, ni la siguiente vez ni los días
consecutivos. Poco a poco estos seres perdían sus fuerzas al no recibir su
que ni podía dormir; le destrozaba el corazón saber que los más vulnerables
(los mayores y más pequeños) quedarían desprotegidos; en realidad tanto el
joven como los demás desconocían la razón del por qué de repente su fuente
de vida se extinguió (esto jamás había sucedido antes en este reino); así que en
breve convocó a una reunión y dio un mensaje a sus compañeros:
—¡Pero eso es imposible!, ¿qué no ves que con el temblor no hay paso?—
alimento y sobre todo encontrar al maestro!, sé que está vivo en algún lugar,
en definitiva no creo que se haya ausentado por voluntad propia sin haber
informado.
presente.
—Calma, calma. Puedo jurarles que el maestro no nos abandonó, ¡es
nuestro líder!
Estoy seguro de que si salimos hasta los límites de Itz algo encontraremos,
no podemos quedarnos aquí sin hacer nada.
Bueno, bueno, mañana a primera hora salimos, quien quiera venir, adelante—
pronunció en voz alta y acto continuo se apartó del bullicio.
El individuo Kurt sugirió que fueran los varones los que salieran a la
travesía y que las zuris se quedaran en el palacio para no arriesgar sus vidas,
por supuesto que también se quedarían otros sujetos para continuar con la
construcción de las casas.
—Querido, ¿estás seguro de hacer esto? ¡Es una locura! Creo que hay que
índice en la boca, la miró con ternura y tras brindarle un fuerte abrazo, replicó:
—Todo va a salir bien. Yaya ocultaba sus lágrimas, no quería que Rik se
regresaran con bien. Ambos en estos momentos se miraban sin decir una
palabra, al poco tiempo se retiraron.
pudiera dar una pista de su paradero. El joven hablaba en voz alta y observaba
el lugar con detenimiento, caminaba de lado a lado y revisaba todo el espacio;
al no hallar nada se sentó en un sillón - se sentía fatal -, agachó la cabeza
y con los dedos quiso levantarla, en sí, era diminuta, lucía como una pequeña
bolita del tamaño de la punta de un alfiler; al tratarla de sujetar ésta se clavó en
su dedo índice, Rik se quejó al sentir el pinchazo (era un pequeño dolor, pero
Yaax, el medallón del líder; por lo que esa partícula tendría algo de poder que
más adelante descubriría él mismo.
Días atrás fue cuando Nohek desapareció, a causa de los repugnantes Imox
más preciado tesoro, ¡el Yaax!, lógicamente para tener sus respectivos
poderes.
que le fue imposible pedir auxilio, sabía bien que venían por él y sobre todo,
inmovilizarlo.
Más tarde los malignos lo acorralaron y sujetaron para tratar de quitarle el
tesoro, entre el forcejeo y el barullo fue cuando una chispa mágica cayó al
sucedía, el sitio al que llegaría era desconocido, por lo que no sabía con
certeza en dónde se encontraría); en esta ocasión, arribó a un desierto con todo
Imox estaban enfurecidos con el líder por lo que hizo y al poco tiempo se
que ahora juntos caminaban entre las dunas con mucho trabajo.
La enérgica luz que había en este territorio incomodaba a los malignos, por
lo que trataban de tapar el sol con sus brazos para proteger sus ojos. Al
principio por supuesto que los adversarios amenazaron al maestro para que los
regresaran a Itz, le gritaban que hiciera uso del Yaax, pero él comentó que le
condiciones extremas.
Al maestro le preocupaba que salieran los “Galupsillos”, una especie de
cangrejos que viven en este hábitat y son muy peligrosos, pues aniquilan a
todo el que invade este espacio; por ello miraba los granos de arena con
frecuencia.
derretirse, cuestión que le era de suma preocupación, pues eso significaba que
Un gran grupo de Itzies hacía tiempo que se abrían paso entre la nieve en
Mundo Blanco, hasta que consiguieron llegar a la división de la tierra (la que
provocó el temblor), todos reafirmaban que era inverosímil pasar al otro lado,
pequeña llamada Keyla descubrió en los alrededores del palacio una pared
oculta mientras jugaba con las flores de invierno; justamente corría por ahí
cuando pasó esto, al sujetar una rosa blanca, un tramo de nieve se abrió de
improviso de derecha a izquierda, esta compuerta estaba a tan sólo unos pasos
de donde ella estaba, entonces la chiquilla con gran curiosidad se acercó
rápido y se dio cuenta de que habían unas escaleras, así que decidió
dejar de tantear las paredes, al poco tiempo llegó hasta un cuarto amplio que
tenía indumentaria y unas mascarillas raras, luego al dar otros pasos más
se topó con Rik, que estaba a punto de salir con los demás a buscar al líder.
disposición de averiguar de qué se trataba, así que ambos salieron donde las
flores y la compuerta seguía todavía abierta, por lo tanto bajaron las escaleras
y al hacerlo, esta vez una luz ubicada en el techo se prendió al instante para
vislumbrar mejor el lugar, esto sucedió gracias a la chispa que traía Rik, él al
ver lo que había guardado allí se quedó perplejo: había unas reservas del elixir
junto con ropa suficiente para utilizarla justo ahora que salieran.
Ambos fueron por los demás para darles la buena noticia, entre todos
ayudaron a sacar las mascarillas y el ropaje, en seguida los aldeanos se lo
Rik decidió dejar una ración del elixir para los que se quedaban en el Kolbe
y de esta manera llevarse otra parte para los que saldrían, no obstante, no sabía
cuánto tiempo duraría el elixir. Este sujeto en el viaje había indicado que
desechaba la idea de regresar al Kolbe sin haber hallado al maestro, seguía con
la esperanza con encontrarlo, pero la ruptura por el sismo hacía una gestión
inverosímil de cumplir, era casi seguro que no podrían continuar.
“del nuevo guía” (Rik), justo él se sintió derrotado, se hincó muy cerca del
después cerró los ojos con fuerza y en silencio hizo una plegaria, del mismo
modo pensó para sí, «Por favor, quiero cruzar al otro lado»; acto continuo
soltó un gritó con todas sus fuerzas que se replicó como eco en todo el reino
de Itz. Al segundo sintió que una rabia profunda invadía su ser, su respiración
era agitada y las venas del cuerpo se le saltaban; el joven lucía fuera de sus
cabales, se puso de pie y repitió gritando lo que había pedido antes para sí,
luciérnagas se confirmó que el otro lado estuviera seguro. Ahora era un hecho
que podían cruzar.
Rik estaba boquiabierto al ver que la línea había sido creada de la nada de
forma mágica, se dio cuenta que todo sucedió gracias a la chispa que prendía
de él en su dedo; inmediatamente sintió gran alivio y tenía lágrimas en los
parecía una cuerda como la que usaban los equilibristas, asimismo tenía unos
aproximados 4 centímetros de diámetro, por lo que ahora desafiarían a la
Nadie de los presentes jamás había hecho algo parecido y ahora les tocaba
contaban con arnés de seguridad y una caída a esa altura implicaba una muerte
segura.
Los minutos se hacían eternos, Rik avanzaba con una zozobra espantosa y
se imaginaba que del otro punto lo esperaba su amada Yaya, eso lo ayudaba en
el trayecto.
señal de victoria.
Después fue el turno de Grant, otro individuo de la comunidad, que era de
mediana edad; con gran aplomo dirigió sus pasos hasta la vara, ahí puso el pie
tocó la boca y abrió los ojos en gran medida, quería que los nervios se alejaran
de él de una buena vez. En breve colocó de nuevo el pie y luego el otro, así
palacio para informales a todos que fue posible pasar gracias a la mágica
aparición de la vara.
mismo, igualmente varios más, aunque el riesgo aumentó después, ya que las
yacían ahí junto con las mascarillas del elixir, los que sí cruzaron tomaron la
decisión de hacerlo sin ellas para no tapar su visión.
Pronto comenzó a nevar, aunque ya sólo faltaban tres aldeanos en atravesar.
Al penúltimo individuo comenzó a darle vértigo, rápido cerró los ojos y sin
poder evitarlo comenzó sentir desconfianza - estaba a medio camino -. Tras
unos segundos se puso de pie hasta que se sintió seguro y así volvió a avanzar.
éste se notaba realmente serio cuando observaba la gran brecha que tenía que
dirigió a la orilla e inició con mucho cuidado, por instantes bajaba la mirada y
pidió que guardaran silencio, de esta manera sólo se oía el soplido del viento.
Más tarde el muchacho titubeó, así que se detuvo. Rik comenzó a gritarle
diciéndole que ya por poco lo lograba, entonces Timo volvió a extender los
brazos y trató de acomodar los pies en la vara, en breve daba otros pasos más,
—¡Ya falta poco!—gritaba Rik con gran fuerza y movía las dos manos
hacia él.
—Esto va mal, se está derritiendo—vociferó el equilibrista e hizo alto total,
había pasado, entonces se dio cuenta de que tenía mucha agua; no cabía duda,
la vara se disolvía.
—¿Qué?—prorrumpió Rik.
—¡Esto se está diluyendo!
En aquel momento Timo se quedó en blanco, las palabras del nuevo líder
esforzaba por sujetarse, sus pies se movían en el aire de un lado a otro por su
intento desesperado de trepar la viga; el nuevo guía al darse cuenta de que no
podía, dijo en voz alta a los demás que iría por el joven.
—Tranquilo ahí voy—le gritó enérgicamente.
—Rápido—vociferaba Timo. Trataba de agarrarse con fuerza y aún no
En breve el joven pudo sostenerse con ambas manos y cerró los ojos por el
susto, rogaba poder subir de nuevo; tenía los diez dedos afianzados a la vara,
Cuando se preparaba Rik para acercarse más a la viga y subir, Timo cayó al
vacío…
Con tal desventura se hizo un silencio total, nadie se atrevía a hablar. Unos
por lo que varios compañeros tuvieron que tomarlo por los brazos, asimismo
le decían que nada podía hacer…
—¡Cómo voy a explicárselo a su madre!—pronunciaba en sollozos Rik
dijeron que volteara; tras varias negativas así lo hizo, al instante se dio cuenta
algarabía.
Entre tanto griterío el muchacho aterrizaba entre las capas de nieve, los
camaradas.
jugaron por un rato haciendo guerritas de nieve. Más tarde continuarían con su
cometido.
por una serpiente en el tobillo, el dolor era intenso, pero era lo de menos, ya
que sabía bien que el veneno era ponzoñoso (podía decirse que mortal). Él
aguantaba lo más posible en ese inhóspito lugar, justo ahora yacía en el suelo y
se retorcía por tanto malestar, de hecho sentía que todo su cuerpo se colapsaba,
consigo. Al no poder caminar Nohek uno de los malignos lo alzó sobre sus
habían dado un baño en años, olían terrible y con el clima caliente su hedor se
porquería y la mugre.
Los imox eran creaturas grandes y de complexión gruesa (tenían dos brazos
y dos piernas); la cara de estos seres era igual a los mamíferos conocidos como
cayeran varios paracaidistas desde un avión, pero estos seres aterrizaron sin
ayuda de nada; en ese momento los bichos de luz fueron adormecidos por un
aquí todo el tiempo es gélido…”, mientras tanto los demás observaban con
asombro el territorio blanco.
Por otra parte, una zuri de edad avanzada, encontró dentro del Kolbe varios
trozos de hielo, eran de gran tamaño y diversas formas; ella con sumo interés
Al poco rato, los seres que estaban en el desierto, hicieron una pausa para
aumentaba, ya que estaba al tanto de que el daño del veneno era brutal.
Igualmente al ver que el clima de ese lugar acabaría por derretir el medallón, y
los ojos y ya se encontraba en otra parte, aunque con las apestosas creaturas a
sus espaldas.
Estando en este otro sitio, el dirigente se dio cuenta de que las cosas
precisión.
El territorio donde se localizaban actualmente se llamaba Codvi. Este sitio
cada embarcación y están amarrados por cuerdas -; éstas van a toda velocidad
por el río, el canal es largo y alrededor hay formidables árboles color verde.
Esta vez, el dirigente de Itz está solo en una barcaza (cuestión que le brindó
algo de alivio) y los enemigos en otras, por cierto, están muy cerca de él y las
acercársele.
También puede apreciarse cómo unos cuantos Imox se distraen con algunos
arrebatárselo.
Nohek se encuentra desesperado, voltea a su alrededor para tratar de hallar
una gran cascada. Así que pronto el maestro tendría que volver a
teletransportarse a otro territorio, sólo que rogaba que esta vez no hubiera
ninguna equivocación.
Uno de los seres malignos al fin logró saltar a la barcaza de Nohek, aunque
el apestoso resbaló de inmediato y quedó con gran parte con el cuerpo
sumergido en el agua, todavía así pudo tomar el pie del maestro, él con toda su
energía trataba de deshacerse de su agarre, pero su extremidad seguía con la
enemigo saltó a su lado junto con otros, el líder se movía todo lo posible para
que no le arrebataran el Yaax, éste seguía en parte derretido, entonces él de
inmediato activó el tesoro para curarse, de esta forma ahora ya estaba libre de
la lesión y podría moverse mejor, gracias a eso reaccionó rápido y le dio una
patada fuerte en la cabeza al Imox que se hallaba en el agua, así pudo liberarse
y éste fue golpeado por una gran roca que lo dejó inconsciente al instante.
balsa, de esta forma él iba siendo acorralado por varias criaturas; al mismo
tiempo la embarcación se aproximaba cada vez más a la caída del agua, ésta se
deslizaba sin parar e iba formando la gran cascada blanca, el sonido de ésta se
oía cada vez más fuerte debido a la cercanía. Al pie del salto del agua se
creaba una alberca con agua color azul turquesa.
Los enemigos gruñían como perros sin cesar y se acercaban al maestro cada
vez más. Justo cuando la balsa estaba a punto de caer a la cascada, el maestro
sujetó el medallón para teletransportarse, en segundos desapareció al igual que
la mayoría de los malignos, su balsa junto con las de ellos quedaron ahí sobre
el agua; y las creaturas que se encontraban más lejos del maestro quedaron
atrapados en ese mundo, de esta manera algunos cayeron a más de 100 metros
de altura junto con el agua y las barcazas.
extrañaban demasiado las auroras boreales, caminaban todavía por las noches
Rik, seguía andando con sus compañeros por el territorio helado, aunque al
poco tiempo dejó de avanzar, ya que se dio cuenta de unas huellas extrañas en
expedición caminó otro poco más, pero sólo un trayecto corto, ya que la
mayoría se encontraban sumamente debilitados, al parecer el suministro del
elixir se acababa.
A poca distancia se encontraba la gran montaña Kea, la cual debían trepar,
eran los límites del reino y nadie había llegado hasta ahí, todos estaban al tanto
que existía el Valle de las amapolas porque sus ancestros habían contando
sería muy difícil, podría decirse que sólo expertos conseguían lograrlo, sin
esta situación y en realidad sí les costó mucho trabajo subir, el oxígeno les
hacía falta y andaban aletargados, incluso con dolor de cabeza debido a que a
medio camino ya no tenían reserva del elixir; sus cuerpos estaban totalmente
debilitados y sentían que ya no podían más, en definitiva su estado de salud
espacio era incomparable, los aldeanos por primera ocasión veían con sus
propios ojos las hermosas amapolas color rojo de las que tanto habían oído
hablar, estas flores destacaban entre todo el ambiente blanco de nieve que
había, eran muchas hectáreas repletas de ellas y parecía que las flores eran
infinitas.
El aroma en esta zona era muy agradable, ¡una verdadera delicia!, por lo
que los pobladores se tomaron un tiempo para disfrutar de las flores (por cierto
nunca se marchitan). Asimismo al estar ahí se dieron cuenta de que había más
huellas y que tales eran como las anteriores, entonces caminaron otro tramo y
al girar a la derecha, hallaron a miles de luciérnagas en el piso, para su
sorpresa estaban sin vida, pues habían sido aniquiladas. Esta situación era
mascarillas.
mundo blanco con sus pisadas, andaban cada vez más cerca de estos
excursionistas, con antorcha en mano se abrían paso entre la oscuridad y se
con sus vidas trataron de comer estos bichos de luz, pero su sabor les fue
insoportable (gracias a que su sangre contiene una sustancia dulce, les fue
un poco a los habitantes, ya que sólo lograron atontar a esos apestosos con el
emitían.
La pelea duró hasta el alba, los lugareños habían podido defenderse hasta
ese momento, pero para su mala suerte justo ahora los adversarios decidieron
usar sus poderes, de esta manera unieron sus energías e hicieron un remolino
junto con la nieve, entonces se formó un gigantesco embudo de aire que iba
girando a modo de torbellino, así lograron crear una creatura gigante: un oso
siniestra nieve que los aplastaba o mataba al instante, muchos de ellos eran
arrojados como muñecos de trapo y al segundo perecían.
controlarlo un poco, pues hizo uso de la chispa del Yaax para pedir que este se
derritiera (a veces esta mágica chispa hacía lo que este joven pedía, en esta
ocasión se cumplió su petición y si tocaba al oso por alguna parte ésta se
regresara a Itz.
Nohek por su parte ya había activado el medallón, le preocupaba que de
por fortuna pudo regresar al Mundo Blanco; tuvo que tomar esa decisión de
teletransportarse, al darse cuenta de que más de una cuarta parte del medallón
además esa fue la única forma de evitar caer a la cascada estando en Codvi.
llegado a un área más cercana del Kolbe y con los enemigos que había
regresado, ahora lo sostenían por los brazos y se dirigían al palacio (el Yaax
Rik y su equipo también ya habían sido capturados por los Imox, el oso
había lanzado nieve y con ella había formado cadenas que los inmovilizaron
de manos y pies, de hecho el monstruo los controlaba con una larga cadena
unida a la de ellos y los llevaba como perros, de esta manera todos caminaban
para retornar al palacio.
Más tarde, como los Itzies ya no tenían fuerzas para andar dejaron caer sus
cuerpos, entonces se acostaron boca arriba, en estos lapsos respiraban de
forma agitada y suplicaban descansar - estaban a punto de cruzar el lago
congelado -. Los enemigos aceptaron hacer una pausa para luego continuar, el
oso se sentó y al hacerlo, la superficie se movió ligeramente; cuando volvieron
varios cayeron sin poder salvarse, entre ellos, el oso. Esta bestia sin poder
evitarlo era tragada por el agua helada, asimismo los eslabones eran
arrastrados con él, afortunadamente uno de los Imox había dejado sobre el
hielo una de sus armas, por lo que el joven Timo reaccionó y tomó una de ellas
que estaba a su alcance al ver que las cadenas se hundirían junto con el
monstruo, y con ayuda de otros, pudieron liberase de las pesadas ataduras que
tenían en el cuerpo.
ver que el hielo seguía fracturándose trataron de ponerse de pie, otros más con
del lago congelado, aunque también otros Imox, por cierto, ellos estaban con
un humor de la fregada, porque tenían hambre y no habían probado bocado
por estos enemigos, por lo que haría lo necesario para escapar y encontrarlo,
abominables seres.
Su dirigente seguía avecinándose al Kolbe, por lo que sugirió otro camino
para llegar lo más tarde posible, las apestosas creaturas le hicieron caso.
mando de los itzies, debido a que habían sido amenazados con las pocas que
El joven que había creado la vara de hielo trató de usar su chispa de Yaax
Esa noche Timo trató de darle ánimos a Rik y él se lo agradeció, pero se fue
a dormir con un mal sabor de boca; más que derrotado se sentía frustrado,
ahora más que nunca tenía que pensar en algo para poder huir.
Mi vida hace tan solo unos días era tranquila, agradable ¡y nada
perturbaba nuestra tranquilidad aquí!, ahora todo era tan diferente…
Las estrellas en un instante comenzaron a desplomarse, algunos meteoritos
caían del cielo y así el mundo blanco era destruido; yo trataba de correr y
hacer algo por mi hogar, pero todo era un caos, ¡era terrible!
Los Imox se sentían perdidos al igual que nosotros, los palacios explotaban
asquerosos adversarios o quizás fue algún meteorito; sin remedio caí al suelo,
profecía era cierta. El cono de sombra oscurecía cada vez más la luna. ¡Se
agotaba el tiempo de vida y quería correr a los brazos de Yaya!, ahora ya no
la veía.
Después Timo se acercó, gesticulaba en gran medida, estaba justo frente a
mí, sin embargo, yo no oía su voz, luego leí en su boca mi nombre: “¡Rik!”, en
seguida cayó abatido por el fuego. Las lágrimas que había contenido se
derramaban sin cesar, además gritaba de forma estrepitosa; era el peor
momento de mi existencia.
Tras unos minutos se oyó un estallido y mi visión se fue a negros…”.
mismo para ver si estaba vivo, entonces dio un gran suspiro al verse a salvo…
luego miró a su alrededor, seguía en la fogata con los adversarios y sus
Al salir el sol, Rik vio a Kurt hablando con mucha familiaridad con el
dirigente de los Imox llamado Oko, eso se le hizo algo extraño, entonces
rápido se puso de pie; primero pensó que a lo mejor seguía soñando por lo que
imox.
—¿Hablas en serio? ¿Por qué hiciste eso? ¡Oh vamos, eres de los nuestros!
—Por favor, tú eres el loco Rik, siempre quieres controlar a los demás,
—Tenemos que encontrar al maestro y él, ¡sólo él puede estar a cargo del
reino de Itz!
—Digas lo que digas Rik, no voy a cambiar de parecer.
escuchar la discusión.
—Ey somos familia, ¡hermanos! ¡No puedes estar del lado de ellos!
Imox.
Kurt volteó a ver a sus compañeros así como a Rik y con coraje les dijo:
de estos asquerosos intrusos! ¿Qué no ves?, luego te darán una patada, por
—¡Ya me dijeron los Imox que hay muchos medallones y el maestro nunca
nos lo informó!, sólo es cuestión de saber dónde están, por eso voy a ayudarlos
facilidad para que los ayudara a averiguar dónde estaban los demás tesoros;
estas creaturas malignas no sólo venían por el Yaax de Nohek, sino que
además querían encontrar los otros tesoros, pero para ello, primero debían
sino auténticos, cabe hacer hincapié en que los pobladores no tenían idea de
esto, aunque el maestro desde luego estaba al tanto de todo, pero desconocía
su ubicación; lo único que sabía era que los Yaax se hallaban ocultos en un
cofre debajo del mar en otro orbe, asimismo los tesoros eran de diversos
materiales o metales por lo que en su mayoría tenían tonalidades amarillentas
encontraban.
Los otros adversarios que andaban junto con Nohek, arribaron pronto al
palacio.
Gracias a que estos repugnantes seres (los que andaban con Rik) y unieron
sus poderes, también pudieron llegar rápido al Kolbe, ya que anteriormente
crearon unas bolas gigantes con la nieve, éstas parecían de plástico y adentro
iban los habitantes de Itz, así, rodando con rapidez avanzaban; de vez en
cuando los malignos las empujaban o lanzaban con gran fuerza, los pobres
lugareños parecía que se encontraban dentro de una lavadora (sus cuerpos se
golpeaban de una lado al otro sin control).
adaptados para avanzar en la nieve, el principal era llevado por dos perros
momentos pegaba con todas sus fuerzas el interior de la bola, quería salir de
ahí y ayudar a sus compañeros, pues veía que desgraciadamente unas esferas
suceso (ellos pudieron atravesar la brecha sin problema gracias a que sus
Al entrar en el Kolbe - los imox que iban con Nohek - aterrorizaron a los
habitantes con su llegada, los aldeanos corrían pidiendo auxilio y un grupo
secreto donde hallaron las mascarillas del elixir y las vestimentas, en seguida
se encerraron ahí, entre ellos, se hallaba la pequeña Keyla.
varios imox, pretendían revisar todo el espacio para encontrar algo que los
llevara a localizar los otros medallones y por órdenes de él hicieron un
desastre, ahora todo era un tiradero, las cosas estaban fuera de su lugar y a
pesar de que este aldeano les avisó de los lugares ocultos y revisaron ahí, no
encontraron nada; en breve regresaron al salón con las manos vacías.
encontrar una solución; de inmediato los aldeanos le rogaban que por favor
salvara al pequeñín, así que tras unos segundos activó el medallón en modo
visible con un solo soplido, entonces dio una palabra desconocida y transportó
salvo con los otros lugareños). Los abominables imox se enfurecieron al ver
que el líder hizo desaparecerlo, así que unos en venganza golpearon a varios
itzies.
—¡No!—enunció el dirigente sin dejar de ver a sus coterráneos y amigos
pues había recibido ayuda de uno de los aldeanos para quitarle las ataduras
que lo paralizaban, por lo que pudo arrojar el tesoro a una esquina en el mismo
salón, de esta manera lo congeló en un bloque de hielo imposible de romper.
Con sumo coraje uno de los malignos lanzó varias veces al maestro de lado
a lado y cuando se desplomó quedó lesionado, también se lastimó el brazo con
uno de los picos; los otros imox usaban sus poderes para liberar el tesoro, pero
gruñido al unísono que retumbó las paredes del salón, a la par, lo rodearon y
montaña “Siete” y para llegar a donde estaba él, ahora había que cruzar varios
metros cubiertos de fango, lo peor de todo era que ahí se hallaban cientos de
fue obra de los propios imox que crearon todo eso estando a distancia en aquel
momento.
Rik en estos instantes estaba por ingresar al palacio central junto con sus
compañeros y demás imox, entonces las luciérnagas se aparecieron y en
conjunto los atacaban; ante aquella distracción el joven guía al igual que Timo,
lograron escaparse.
La pequeña Keyla estaba escondida y de hecho atestiguó todo lo sucedido
escapar y alcanzó a avisarle dónde estaba ahora Nohek, también le dio una
daga con la cual pudo liberarse de las mordazas al igual que a su compañero;
bien que se agotaba el tiempo de vida, ya que tampoco contaban con el agua
de la gran fuente que les ayudaba a subsistir (esta dejó de fluir en cuanto se
congeló el Yaax).
toparon con algunos bichos que caminaban por el territorio blanco, incluso a
dormían de día y por la noche estaban alerta por si alguien quería traspasar
este territorio.
Cuando el astro rey salió fue el momento que aprovecharon ellos para
entrar a esta área, caminaban con dificultad entre el lodo y se hundían un poco,
en sí, les era muy cansado moverse, además trataban de no hacer ruido para no
despertar a estas singulares especies de plantas.
trayecto.
Al poco tiempo, inesperadamente comenzó a oscurecerse de nuevo y sólo
la luna llena les brindaba algo de iluminación, todos se extrañaron al verse en
las tinieblas tan pronto, en definitiva no contaban con que los imox acortaran
el día (lo hicieron usando su poder para que las plantas carnívoras estuvieran
más alerta y para ello las noches durarían más tiempo). Al instante se
seguían adormecidas.
Posteriormente Timo pisó sin darse cuenta una de las ramas de estos seres,
a las demás, todas movían rápido sus mandíbulas en defensa y los aldeanos
comenzaron a correr. Cori tenía una de ellas muy cerca de él, entonces
plantas como podían, ahora los aldeanos eran su presa y querían atraparlos;
Rik pudo ir al auxilio de Leroy cuando gritó que no tenía visión, así los dos
ahora avanzaban esquivando los organismos vivos que los querían devorar.
Este grupo andaba entre la penumbra y todavía les faltaba mucho por
recorrer. El estar en este espacio se había vuelto una verdadera pesadilla para
todos, ya que estaban realmente agotados.
Por otra parte los adversarios en un parpadeo habían creado una torre
precisamente al lado del Kolbe y así con ayuda de telescopios podían vigilar al
mando en el Mundo Blanco -, en eso Kurt estando en lo alto hizo una revisión
avisó a los imox y unos fueron tras él en el vehículo que parecía tanque con
los perros rabiosos.
Rik.
Timo todavía no encontraba a sus compañeros, asimismo ellos se abrían
paso en el fango. Cuando el más joven trató de matar una cucaracha que
recorría su brazo izquierdo, de reojo logró ver a Cori, entonces le gritó para
que lo esperara, él volteo y sus labios pronunciaron: —¡Timo!, al instante una
después trató de abrir la planta, le pegaba con fuerza, aunque era inútil;
además otras creaturas se acercaban a él, por lo que salió despavorido; cuando
Tras un período este joven sintió que algo lo tomaba por el hombro,
despacio se despabilaba y por la cerrazón no podía ver bien, con mucho miedo
miradas se abrazaron, Leroy iba también. Rik estaba muy contento por
cerró los ojos en señal de que lo habían perdido; Rik lamentó lo sucedido y en
seguida se limpió las lágrimas, asimismo todos juntaron sus puños haciendo
carnívoras chillaban sin control; los enemigos de los aldeanos atacaron a sus
que aprovecharon lo más posible para andar libremente, ahora debían hallar a
Timo a como diera lugar, por cierto él se había acostado para pasar
desapercibido ante los malignos, ahora uno de ellos con su olfato rastreaba su
presencia, estaba a centímetros del muchacho, tanto que hasta podía percibir
estalagmitas, además le avisó que irían por uno de los túneles secretos para
llegar a él, porque el palacio estaba rodeado de los malignos. Ambos estaban a
punto de salir de esta zona cuando se detuvieron a platicar todo esto, Leroy
estaba con ellos, pero andaba totalmente desorientado, aún no recobrara del
todo la vista, veía borroso por lo que dio unos pasos en otra dirección y los
demás no se dieron cuenta, acto continuo fue atrapado por uno de los
depredadores de insectos, que en segundos se lo tragó. Sus compañeros
voltearon a su alrededor, estaban apesadumbrados al escuchar semejante ruido,
sabían bien que alguna planta que no había sido exterminada por los imox
había atrapado a su camarada, sin embargo, tuvieron que seguir en la búsqueda
de Timo.
lodoso debido a que las plantas al haber expirado esparcieron un gas que nubló
su vista, incluso después los adormeció por un olor espantoso que se generó,
el líder se llevó un gran susto, pero cuando lo vio se puso contento; al fin
estaban juntos y regresarían al palacio por el Yaax, esta vez irían por un túnel
confiaran en él (había un tubo que parecía un tobogán, éste los arrojaría debajo
de la tierra).
Ahora mismo caminaban por ahí y estaban a salvo, era como andar en un
tubo de drenaje, este era suficientemente grande para que el maestro y los
jóvenes pudiesen andar a pie; asimismo ahí había mucha luz, pues todo
alrededor se apreciaba limpio.
Los enemigos jamás darían con este sitio, en estos momentos apenas se
despertaban, al llegar donde habían dejado a Nohek se irritaron al darse cuenta
Los imox regresaban al Kolbe y a su paso usaban sus poderes para hacer
una réplica de su Ciudad Dormida en el territorio de hielo, parecía ahora un
mundo negro en lugar de mundo blanco; había fango por doquier, así como
orbe. Ella y los demás pequeños estaban resguardados en una bóveda oculta.
llegar al Kolbe, pero por otra compuerta secreta que daba al salón de
estalagmitas. El maestro para abrir una enorme roca que obstruía el paso
formarse unas piezas que encaban entre sí, similar a un engranaje, entonces el
tubo o pasadizo que pisaban giró para un lado y la roca para el otro (al pasar
esto ellos flotaban como lo hacen los astronautas cuando experimentan la falta
medallón.
En breve Rik, el maestro y Timo estaban a un metro del Yaax.
los malignos se quedaron en silencio y uno de ellos hizo señas a los demás
cuantos picos del suelo que estaban alrededor, éstos simultáneamente hacían
sus súbditos.
Timo y Rik giraron, ahora veían de frente a los imox.
subalternos.
—¡Miren el medallón está libre!—formulaba el jefe de los imox mostrando
—¡Ni se te ocurra hacerle daño Kurt!—Rik dio unos pasos hacia ella, pero
están en mis manos, más bien, en tus manos, así que no intentes nada—decía
Kurt.
Rik estaba totalmente desconcertado, miró a Yaya y ella afirmó lo que dijo
Kurt con un movimiento de su cara.
éste extendió las manos hacia arriba en señal de paz. Timo avanzaba despacio
unos cuantos pasos hacia atrás.
—Mira Oko…—pronunciaba Nohek.
Rik veía a Yaya que lloraba a mares y los imox le avisaron a él que no
intentara nada si quería ver algún día a su hijo.
—Pues depende de ti y sobre todo del maestro. Tienen que cooperar o…—
afirmaba Kurt.
Uno de los Imox se aproximó a la amada de Rik y con un arma apuntaló su
—No por favor, ¡déjenla ir!—expresó en voz baja Rik y a la vez derramaba
Kurt.
Oko sacó una de sus armas, seguía amenazando con matar a Yaya, pero no
sólo eso, sino también en aniquilar a todos los habitantes si no les decía la
verdad sobre los demás tesoros. Asimismo, este cabecilla se acercaba para
tomar el Yaax que flotaba sobre el bloque de hielo, lo quería tener ya entre sus
asquerosas manos.
Nohek al ver que Oko daba pasos hacia el tesoro de Itz, le aseguraba que no
enseñaba sus filosos colmillos, sus ojos se veían como en trance al visualizar
el ansiado medallón.
—Maestro ¡haga algo!, ¿está seguro de que no hay otros Yaax, cierto?—
forma amenazante.
—Ey Rik, tranquilo—expresaba Timo temiendo que le hiciera daño al
dirigente.
obtenerlo, el Yaax se esfumó por completo, debido a que el maestro pudo decir
a tiempo un vocablo que hizo que el tesoro se trasladara directo a su cuello, así
Nohek se había desplazado unos metros en el aire y en cuanto alcanzó el Yaax,
—¡A ellos!—ordenó Kurt a los seres malignos para que capturaran a los
por todos lados eran lanzados como proyectiles a sus cuerpos y ellos trataban
de esquivarlos.
Timo salió corriendo y entre la confusión del momento logró salir a la zona
de las esculturas de hielo, ahí se quedó escondido. Rik agachó la mirada hacia
a otro lado.
—Yaya, Yaya—clamaba Rik a todo volumen, sin embargo, al darse cuenta
de que no podía alcanzarla decidió ir por el laberinto que lo llevaría al cuarto
secreto.
—¡Inútiles! ¡Son una bola de ineptos!—vociferaba Oko al ver que no
estaban los aldeanos, pero sobre todo debido a que el medallón se había
Rik entró al cuarto secreto y al ver que había itzies con premura les contó el
plan a seguir, primero les pidió que guardaran silencio, entonces todos
subieron las escaleras y salieron por la compuerta que daba a las flores de
invierno, así logró liberarlos. Timo al ver al grupo de inmediato se unió a ellos
—Lo sé, pero primero hay que hacer lo que el líder nos pide y luego
Detrás de que salieron los aldeanos las esculturas cobraron vida, Nohek
activó la magia del Yaax para ello y ahora atacaban a los imox, los combatían
el paso, le preocupaba que los enemigos los alcanzaran; al poco tiempo los
pobladores de Ciudad Dormida siguieron sus huellas en la nieve e iban tras
ellos.
El maestro recorrió ese mismo tramo al igual que Rik, pero minutos antes
volando sobre el Yaax, por eso llegó en un santiamén a donde se encontraba el
teleférico; antes de entrar y movilizarse hizo uso del tesoro, este colgaba ya de
dirigentes que algo grave estaba pasando, pero sobre todo, para pedir ayuda
su reino y por eso se comunicó con otros líderes, en realidad no esperaba que
llegaran otros seres a su auxilio, sino que a través del medallón se acumularan
los poderes de otros reinos para potencializar su poder; los imox a lo lejos
medallón hacia arriba y ahora otros destellos provenían de arriba, así los
demás aldeanos, poco a poco subían para cruzar a otro gran espacio de Itz,
aunque esa ruta no llegaba a los límites del reino. Nohek quería desterrar lo
más pronto posible a los adversarios, aunque esperaba que la mayoría de los
otro paraje donde se hallaba un hermoso carrusel, a los kovis (pequeños) les
gustaba mucho esta atracción, era una gran plataforma giratoria con figurillas
de hielo que se elevaba a gran altura, así daba varias vueltas y al paso de un
aldeanos beben de ésta con frecuencia, el sabor es dulce y les ayuda a estar
El muchacho hizo alto total, volteó a ver tanto al líder como a Timo.
—¡Está bien!
Rik regresó y corrió como loco hasta que vio a Yaya que se hallaba en el
transporte aéreo sola, los malignos hacían todo lo posible para destruirlo, unos
sin cesar, Yaya pedía auxilio y por momentos se asomaba por la ventana.
—¡Mi amor, tranquila!—profería Rik.
Kurt del otro lado reía, ahora tenía el altavoz.
A estas alturas del partido era imposible que Rik llegara hasta donde estaba
ella. La cabina se movía mucho, ya que los adversarios habían cortado uno de
los cables.
—¡Déjenla en paz!—gritaba Rik. —¿Dónde rayos está el maestro? ¡Nohek!
¡Ayuda!
—¡Eres un ruin!
activó el medallón y con su poder hizo que los imox se dirigieran en el aire
hacia la zona del socavón, es decir, los seres abominables iban siendo
arrastrados por el Yaax, era como si un imán gigante desde arriba los atrajera,
al igual que sus armas. El tesoro era manipulado por el líder que yacía parado
formación especial, se ubicaron abajo del teleférico, parecían una red; de esta
manera él podía atravesar para llegar a la cabina, ésta seguía inclinándose cada
vez más.
—Detente miserable—gritaba Rik a Kurt con todas sus fuerzas al ver que
se acercaba a Yaya estando del otro lado (su adversario había logrado trabar
una de las correas largas al transporte y en seguida la usó para treparse en
ella).
—¡Te aborrezco Rik y no vas a lograrlo!—el enemigo de Rik hizo uso de
una de las armas que quedaban a su disposición, ésta lanzaba llamas y la
llegaría rápido.
—Por mi cuenta corre que no sales de esta—Kurt vociferaba.
escucharme? ¡Yaya!
engrandecieron.
—Sí mi amor, soy yo; vine por ti. Tenemos que irnos.
—No lo haré.
Yaya en estos momentos soltó la mano de Rik, además tenía sólo un pie en
la cabina, se afianzaba con todas sus fuerzas a la puerta, pero Kurt no la dejaba
en paz; Yaya tenía los nervios hechos trizas y se tocaba el vientre.
amenazadora.
—Ella no se irá contigo, ¡me oyes! Es más, despídete porque ya nunca la
vas a volver a ver—decía Kurt hecho un energúmeno, de pronto dio un jalón
definitivo y así logró halar a Yaya; ella soltó un gran alarido al salir de la
cabina y ahora permanecía hincada y sujetada a la mano de Kurt, ambos
trozó.
El traidor cayó al vacío y Yaya pudo ser sujetada por Rik que aún
permanecía parado sobre la red, los dos con gran esfuerzo intentaban entrar a
La pareja se abrazaba cuando los interrumpió los ruidos que hacía la cabina
formaron.
eran ubicados bajo éste; al poco tiempo los adversarios parecían una enorme
colmena de abejas suspendida en el aire y cuando el líder juntó a todos, los
instantes él hacía todo lo posible por sostenerse de la nieve con unos picos que
clavó ahí, además gracias a que varias armas quedaron colgando en el
territorio de nieve, éste pudo resistirse y no cayó como los demás; en cuanto
pudo estar de pie comenzó a usar sus poderes, empezó atraer armas desde el
fondo hasta que juntó varias y logró hacer una licuadora gigantesca, este
artefacto se hallaba suspendido en el aire y se ubicaba a pocos metros del
Oko al ver que el maestro estaba a punto de tocar con su pie las aspas reía
como loco. El líder al no poder luchar más y al verse dentro del artefacto juntó
sus manos y formó una bola con las chispas de los otros poderes (otorgados
por los líderes de otros mundos), cuando la luz era segadora la lanzó al fondo
¡Los aldeanos ya estaban a salvo!, fueron liberados y una vez que salieron
se reunieron afuera del Kolbe, en seguida Nohek se dirigió a reunirse con
mugre, el lodo y los bichos que habían producido los malignos. Las casas -
con ayuda del Yaax - estaban reconstruidas en un soplo al igual que las
para realizar adornos, las zuris hacían collares o pulseras con ellas y si las
momento a otro.
Asimismo, los aldeanos estaban llenos de alegría y preparaban una gran fiesta
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