federación de servicios y administraciones públicas

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Vitrubio, 8 · 28006 – Madrid · Tel.: 91 568 19 43 · Fax: 91 568 19 44 · E-mail: ccoo@csic.es · www.csic.es/asociaciones/ccoo

COORDINADORA SECCIONES SINDICALES DE CCOO-OPIS

Con las modificaciones introducidas por la Reforma Laboral se da un paso
más para crear un marco jurídico que excluya a los trabajadores y
trabajadoras de investigación de los derechos laborales reconocidos para el
conjunto de los trabajadores, la precariedad laboral se hace ley.
A lo largo de los últimos meses, el Gobierno ha iniciado una serie de reformas, culminadas con la
Ley de Reforma Laboral, orientadas a la resolución de la crisis; son medidas, todas ellas, que no
suponen sino el inicio del desmantelamiento del estado de bienestar y un ataque a los derechos
de los trabajadores, ninguna encaminada a exigir responsabilidades a los causantes y
beneficiarios de dicha crisis y mucho menos al propio Gobierno.
Errando en el diagnóstico y gravedad de la situación, el Gobierno intenta superarla, actuando, no
para cambiar el modelo productivo y financiero que la ha generado, sino insistiendo en una vía
que ya ha demostrado su fracaso: reducción de costes laborales y prestaciones sociales, recortes
en la negociación colectiva, en un intento de ofrecer al mercado unos mayores márgenes de
beneficios para recuperar la inversión, que supondrán una mayor precarización de las condiciones
laborales.
En el campo concreto de la investigación pública, la coyuntura, no puede ser más regresiva; los
sucesivos recortes presupuestarios, van a suponer caídas acumuladas cercanas al 50% en
inversión y gastos generales. La congelación de las plantillas, el endurecimiento de los procesos
de reducción de la precariedad, están minando la credibilidad de un cambio de modelo productivo,
basado en la ciencia y la innovación.
En el CSIC, la viabilidad del Plan Estratégico, tan trabajosamente elaborado, se ve anulada ante la
ausencia de recursos financieros y humanos para llevarlo adelante.
A los tres años de constituirse como Agencia Estatal, el Mº de Economía y Hacienda, y su política
de reducción del gasto, sigue bloqueando la aprobación del Contrato de Gestión, que debería
dotar de soporte financiero y recursos humanos al CSIC.
Habrá que recordar aquí las declaraciones públicas de los más altos responsables del Organismo,
de tener que afrontar el cierre temporal de instalaciones, si los presupuestos 2011 no veían
compensadas las caídas experimentadas durante el trienio 2008-2010, escenario que no está ni
en las declaraciones más optimistas de nuestra errática Ministra Cristina Garmendia.
A esta difícil situación en el CSIC, se unen la incapacidad gubernamental para afrontar la
aprobación de la nuevas Leyes de Ciencia y de Economía Sostenible, que se planteaban como un
apoyo estratégico para el cambio de modelo de desarrollo. A día de hoy los borradores siguen en
el limbo de su debate legislativo. La enésima crisis en el Ministerio de Ciencia e Innovación, no es
ajena a tan dificultosa tramitación.
Pero si el borrador de la Ley de Ciencia ya planteaba graves deficiencias en el tratamiento de los
derechos del personal, entre otros motivos, por no incluir la carrera profesional para el
conjunto del personal, el texto de la reforma laboral agrava los problemas de los derechos
laborales de los trabajadores de la investigación. El gobierno del PSOE y sus aliados están en
vías de conseguir lo que la oposición sindical había conseguido neutralizar en las
negociaciones sobre la ley de Ciencia, la exclusión de los trabajadores de la investigación
de los derechos laborales recogidos en el Estatuto de los Trabajadores.

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EL GOBIERNO UNA VEZ MÁS DA LA ESPALDA A LA INVESTIGACIÓN

Desde la Federación de Servicios a la Ciudadanía (FSC-CCOO) entendemos que todo el trabajo
que se había estado realizando en pro de una Ley de Ciencia que incluyese al conjunto del
personal de investigación, frenando la temporalidad y asegurando, a las y los investigadores, una
carrera continuada desde la fase predoctoral, combatiendo la precariedad injustificada y acortando
los plazos de los contratos hasta su fijeza, ha sido ninguneado. Ya que la Ley 35/2010 de
Reforma del Mercado de Trabajo ha repercutido y repercutirá muy negativamente en las personas
que en nuestro país realizan una labor de investigación, elemento que debería ser tenido en
cuenta por el Gobierno, en lugar de abaratar el despido.

Con la reforma laboral aprobada el pasado 9 de septiembre, lo que se ha introducido es que el

límite máximo para la contratación por obra o servicio determinado no va a ser de
aplicación a los contratos celebrados por las Administraciones Públicas, ni por sus
organismos públicos vinculados o dependientes, ni a las modalidades particulares de contrato
de trabajo contempladas en la Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades, como
tampoco va a ser de aplicación a los modelos de contrato reflejados en cualquier otra norma con
rango de ley 1 cuando estén vinculados a un proyecto especifico de investigación o de
inversión de duración superior a tres años.

Es decir, en el Ámbito de las Administraciones Públicas, Universidades y respecto a

proyectos específicos de investigación o de inversión, el contrato de obra puede superar
los tres años sin ninguna consecuencia respecto a la adquisición de la condición de
trabajador fijo o indefinido, en tanto que se mantendrá el carácter temporal de la relación
laboral.

En referencia al encadenamiento de los contratos, también se ha producido un empeoramiento en

el trámite parlamentario de la reforma laboral, respecto a los trabajadores de las Administraciones
Publicas, al haberse establecido que para la aplicación del límite al encadenamiento del
contratos previsto en el artículo 15.5 del ET, sólo se tendrán en cuenta los contratos
celebrados en el ámbito de cada una de las Administraciones Publicas, sin que formen
parte de ellas, a estos efectos, los organismos públicos, agencias y demás entidades de
derecho público con personalidad jurídica propia vinculados o dependientes de las
mismas.

Lo que es aún más grave, se ha establecido que el límite al encadenamiento del contratos
previsto en el artículo 15.5 del ET, no se aplicará a las modalidades particulares de contrato
de trabajo contempladas en la Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades.
Como tampoco va a ser de aplicación en cualquier otra norma con rango de ley 2 . En
consecuencia, en estos ámbitos se podrán encadenar indefinidamente contratos de trabajo
temporales, sin que por ello se alcance la condición de trabajador fijo o indefinido.

1
Sin duda en esta referencia hay que considerar incluida la actual Ley de Ciencia y la futura Ley de reforma de la misma, actualmente
en trámite parlamentario.

2
Igualmente hay que considerar incluida la actual Ley de Ciencia y la futura Ley de reforma de la misma, actualmente en trámite
parlamentario

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Así pues, el único aspecto positivo de la reforma laboral introducido por el RDL 10/20010 (limites
al contrato de obra y al encadenamiento de contratos temporales), así como lo recogido en el
Proyecto de Ley de la Ciencia, se ha dejado sin efecto en el ámbito de las Administraciones
Publicas, Universidades y en el ámbito de la Ley de Ciencia, actual y futura.

Lo aprobado por el Congreso el 9 de septiembre, supone un gravísimo retroceso en las relaciones

laborales y una discriminación de estos trabajadores y trabajadoras, empeora la Ley de Ciencia y
es una clara opción por seguir precarizando el mercado de trabajo en el ámbito de la
investigación, de la universidad y del conjunto de las Administraciones Públicas.

¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE LA REFORMA LABORAL EN EL DESARROLLO DE LA

LABOR INVESTIGADORA Y EN SU PERSONAL?

• Legaliza la intermediación laboral como negocio privado, dando acceso a las agencias
privadas de colocación con ánimo de lucro a la gestión de la intermediación y, además, a
estas empresas se les da competencias sancionadoras sobre los trabajadores y
trabajadoras sin empleo que no acepten sus ofertas de empleo.

• Levanta el veto a la empresas de trabajo temporal, para que puedan trabajar en las
Administraciones Públicas, hasta ahora lo tenían prohibido; con lo cual las ETT podrán
sustituir a las actuales bolsas de empleo, pudiendo contratar sin someterse a las garantías
constitucionales de igualdad, mérito y publicidad.

• No elimina el problema de la temporalidad, con lo que el gobierno parece no haber

entendido que un tejido productivo de calidad pasa por tener personas al servicio de la
ciencia, el desarrollo tecnológico y la innovación.

• Se perpetúa la precariedad, no dando opción al personal del sector de investigación a

desarrollar una carrera de calidad, y dejando la puerta abierta para la fuga talentos y de
personal de una gran dilatada experiencia adquirida con fondos públicos.

• Junto a las medidas de reforma laboral que inciden negativamente en el sector de

investigación, vamos a asistir a una política de restricción de gasto, a través de los
PGE del 2011, en el conjunto de los Organismos Públicos, que pueden afectar a los
actuales programas, así como a los previstos, de investigación y desarrollo tecnológico,
con el correspondiente efecto en materia de personal (eliminación personal externo, y de
trabajadores asociados a programas y proyectos; restricciones presupuestarias en los
capítulos de gastos y de inversiones).

Todavía estamos a tiempo de parar esta maquinaria que atenta contra nuestros empleos.
Podemos hacer rectificar al gobierno porque, estas agresiones, configuran un futuro de
precariedad y desprecio, tanto hacia el servicio público como hacia las personas que trabajan en
este importantísimo sector, y añade aún más motivos para la HUELGA GENERAL DEL 29 DE
SEPTIEMBRE.

23 de septiembre de 2010
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