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Congreso Nacional del Agua (CNA)

19 – 21 de marzo de 2009

PONENCIA
DEGLACIACIÓN EN NÚMEROS,
UNA APROXIMACIÓN
CASO DE LA CORDILLERA BLANCA
DE LOS ANDES PERUANOS
ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO

WALTER OBANDO LICERA

Ponencia: Deglaciación en números, una Aproximación. Caso de la Cordillera Blanca de los Andes Peruanos. 1
Adaptación al cambio climático. wol. 20 / marzo / 2009.
Congreso Nacional del Agua (CNA)
19 – 21 de marzo de 2009

“…mientras más conocimientos se tienen, se necesita más sabiduría…la


apreciación de la ignorancia es el principio de la sabiduría. El enunciado de
un problema es el primer paso hacia su solución, y constituye un deber el
descubrir hechos con un espíritu verdaderamente científico, imparcial y
exento de egoísmo…”

“…todas las cosas cambian rápidamente y son de corta duración,


incluyendo los vientos y las lluvias, y nuestras memorias lo son igualmente.
Cuando llueve nos olvidamos de las regiones polvorientas, y en tiempos de
sequía nos olvidamos de las inundaciones”.

“Agua, su aprovechamiento en la agricultura”


ALFRED STEFFERUD
Editor, 1955.

Ponencia: Deglaciación en números, una Aproximación. Caso de la Cordillera Blanca de los Andes Peruanos. 2
Adaptación al cambio climático. wol. 20 / marzo / 2009.
Congreso Nacional del Agua (CNA)
19 – 21 de marzo de 2009

1.- INTRODUCCIÓN

Particularmente, la progresiva deglaciación en la Cordillera Blanca de los Andes peruanos, como


proceso natural y/o antropogénico es una realidad innegable, la prácticamente desaparición del
Nevado Pastoruri, así lo atestigua.

En tal sentido, es necesario – como una primera aproximación, materia del presente trabajo –
cuantificar la reducción del caudal base en el río Santa por la pérdida de nevados, y su impacto en
el aprovechamiento multisectorial de sus aguas, especialmente en el estiaje, principalmente en los
proyectos CHINECAS y CHAVIMOCHIC, con el objeto de orientar – como una adaptación al
cambio - la respectiva toma de decisiones en la ingeniería y gestión de los recursos hídricos.

2.- REVISIÓN DE LITERATURA

2.1.- DEFINICIÓN DE GLACIAR

Los glaciares (del fr. glacier), son enormes masas de hielo compacto que se forman
fundamentalmente por la lenta y progresiva acumulación de nieve y la posterior generación de
hielo (por la compactación y recristalización de la nieve). Esto sucede en las regiones de nieves
perpetuas, es decir que tienen una capa permanente de nieve.

Cuando una masa de hielo llega a una altura aproximada de 18 m. y la pendiente es favorable,
supera su propia resistencia interna y se inicia un movimiento impulsado por efecto del peso y la
gravedad. La velocidad de avance del glaciar está determinada por el grosor del hielo, la pendiente
y la temperatura. En otras palabras, la enorme presión sobre los cristales de hielo hace que éstos
tengan una deformación plástica, cuyo comportamiento hace que los glaciares se muevan
lentamente bajo la fuerza de la gravedad como si se tratase de un enorme flujo de tierra.

2.2.- FORMACIÓN DE LOS GLACIARES

Los glaciares se forman cuando las nevadas anuales en una región (en el invierno) exceden
sobremanera al porcentaje de nieve y hielo que se derrite durante el verano; de esta forma,
cantidades masivas de material se acumulan en un período geológico relativamente corto.

Cuando las temperaturas se mantienen por debajo del punto


de congelación, la nieve caída cambia su estructura ya que la
evaporación y recondensación del agua causa la
recristalización para formar granos de hielo más pequeños,
espesos y de forma esférica.

A este tipo de nieve recristalizada se la conoce como neviza.


A medida que la nieve se va depositando y se convierte en
neviza, las capas inferiores son sometidas a presiones cada
vez más intensas. Cuando las capas de hielo y nieve tienen
espesores que alcanzan varias decenas de metros, el peso es
tal que la neviza empieza a desarrollar cristales de hielo más grandes.
En los glaciares, donde la fusión se da en la zona de acumulación de nieve, la nieve puede
convertirse en hielo a través de la fusión y el recongelamiento (en períodos de varios años). En la
Antártida, donde la fusión es muy lenta o no existe (incluso en verano), la compactación que
convierte la nieve en hielo puede tardar miles de años.

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2.3.- BALANCE GLACIAR

El balance entre la diferencia de lo que se acumula en la parte superior con respecto a lo que se
derrite en la parte inferior recibe el nombre de balance glaciar.

En los glaciares de montaña, el hielo se va compactando en los circos, que vendrían a ser la zona
de acumulación equivalente a lo que sería la cuenca de recepción de los torrentes.

En el caso de los glaciares continentales, la acumulación sucede también en la parte superior del
glaciar pero es un resultado más de la formación de escarcha, es decir, del paso directo del vapor
de agua del aire al estado sólido por las bajas temperaturas de los glaciares, que por las
precipitaciones de nieve.

El hielo acumulado se comprime y ejerce una presión considerable sobre el hielo más profundo. A
su vez, el peso del glaciar ejerce una presión centrífuga que provoca el empuje del hielo hacia el
borde exterior del mismo donde se derrite; a esta parte se la conoce como zona de ablación.

En los glaciares de valle, la línea que separa estas dos zonas (la de acumulación y la de ablación)
se llama límite de las nieves perpetuas. La elevación de esta línea varía de acuerdo con las
temperaturas y la cantidad de nieve caída y es mucho mayor en las vertientes o laderas de solana
que en las de umbría.

Paisaje de un glaciar activo y la modelación del terreno

2.4.- AVANCE Y RETROCESO GLACIAR

El avance o retroceso de un glaciar está determinado por el aumento de la acumulación o de la


ablación respectivamente.

Los motivos de este avance o retroceso de los glaciares pueden ser, obviamente de tipo natural o
antropogénico como se ha indicado, siendo estos últimos los más evidentes desde 1850, por el
desarrollo de la industrialización ya que el efecto más notorio de la misma es la enorme
producción de anhídrido carbónico o dióxido de carbono (CO²) el cual absorbe grandes cantidades
de agua (directamente de los glaciares cercanos) para formar el ácido carbónico, con lo que los
glaciares de valle van retrocediendo. Es el caso de los glaciares alpinos europeos, en cuyas
proximidades se asientan grandes factorías en las que se consumen ingentes cantidades de
combustibles que generan ese dióxido de carbono.

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Los glaciares de Groenlandia y de la Antártida resultan mucho más difíciles de medir, ya que los
avances y retrocesos del frente pueden estar compensados por una mayor o menor acumulación de
hielo en la parte superior, presentándose una especie de ciclos de avance y retroceso que se
retroalimentan mutuamente dando origen a una compensación dinámica en las dimensiones del
glaciar.

En otras palabras: un descenso de la altura del glaciar de la Antártida, por ejemplo, podría generar
un mayor empuje hacia afuera, y al mismo tiempo, un mayor margen para que se acumule de
nuevo una cantidad de hielo similar a la que existía previamente: recordemos que esta altura (unos
3 km) está determinada por el balance glaciar, que tiene una especie de techo determinado sobre el
cual no se puede acumular más hielo por la escasa cantidad de vapor de agua que tiene el aire a
más de 3,000 m.

En este contexto, el objetivo del Protocolo de Kyoto es reducir un 5.2% de las emisiones de gases
de efecto invernadero globales. Su misión es lograr que los países industrializados reduzcan las
emisiones de los 6 gases que producen el efecto invernadero de origen humano como dióxido de
carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), además de tres gases industriales fluorados:
hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6). Pese a no
estar obligado, el Perú ratificó este tratado para beneficiarse con los otros compromisos, como la
transferencia de tecnología, que permite a las naciones desarrolladas realizar proyectos sobre la
reducción de emisiones en países como el nuestro.

2.4.1.- Deglaciación natural

La deglaciación natural se da en un proceso de glaciación y deglaciación que se mide en tiempos


geológicos (avance y retroceso del glaciar).

2.4.2.- Deglaciación antropogénica

La deglaciación antropogénica, ocurre por intervención del hombre, básicamente por la emisión de
anhídrido carbónico o dióxido de carbono (CO2), proveniente de la industria.
2.4.3.- Causas de las glaciaciones

A pesar del conocimiento adquirido durante los últimos años, poco se sabe acerca de las causas de
las glaciaciones. Las glaciaciones generalizadas han sido raras en la historia de la Tierra. Sin
embargo, la Edad de Hielo en el pleistoceno no fue el único evento de glaciación ya que se han
identificado depósitos denominados tilitas, una roca sedimentaria formada cuando se litifica el till
glacial.

Estos depósitos encontrados en estratos de edades diferentes presentan características similares


como fragmentos de roca estriada, algunas superpuestas a superficies de lecho de roca pulida y
acanalada o asociadas con areniscas y conglomerados que muestran rasgos de depósitos de llanura
aluvial.

Se han identificado dos episodios glaciares Precámbricos, el primero hace aproximadamente 2.000
millones de años y el segundo hace unos 600 millones de años. Además, en rocas del Paleozoico
tardío, de una antigüedad de unos 250 millones de años se encontró un registro bien documentado
de una época glacial anterior.

Aunque existen diferentes ideas científicas acerca de los factores determinantes de las glaciaciones
las hipótesis más importantes son dos: la tectónica de placas y las variaciones de la órbita terrestre.

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2.5.- DEGLACIACIÓN EN EL PERÚ

2.5.1.- Deglaciación por el INRENA


Según el ex Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), en un informe sobre
“Deglaciación”, en los últimos 30 años los glaciares no sólo de nuestro país, sino de todo el
mundo, vienen experimentando un acelerado y dramático proceso de retroceso y pérdida de masa
a consecuencia de los efectos del cambio climático global.
Según los datos de las temperaturas de la superficie (OMM), confirman, que durante el transcurso
del siglo XX se ha registrado un aumento de 0.6 ºC. La variación observada desde 1976 es
aproximadamente tres veces superior a la de los últimos 100 años. De continuar la acentuación
del efecto invernadero, el pronóstico para fines del presente siglo XXI, la temperatura ambiental
puede incrementarse en el orden de 1,5 a 5.8 °C.
En Sudamérica, los glaciares tropicales están emplazados entre Bolivia y Venezuela, cubriendo
una superficie aproximada de 2,758 km2 (Jordán 1991), Perú 71%, Bolivia 20%, Ecuador 4%,
Colombia 4% y Venezuela 0.1% y constituyen verdaderos ecosistemas.
El territorio Peruano, pese a encontrarse dentro de la región del trópico del sur, debido a las
grandes elevaciones que presenta la Cordillera de los Andes, con altitudes superiores a los 6,000
m.s.n.m., existen en ésta aún áreas glaciares significativas, las cuales vienen experimentando un
acelerado proceso de ablación y retroceso debido a los efectos del cambio climático a escala
regional y mundial.
En 1970 en nuestro país existían 18 grandes áreas glaciares o cordilleras nevadas que cubrían una
extensión de 2,041 km2 (UGRH); en 1997 se tenían 1,595 km2 (INAGGA), es decir en el
transcurso de sólo 27 años la reducción es del orden del 21.8%, lo cual representa una
considerable pérdida de las masas de hielo; tanto así que glaciares pequeños con escasa o ninguna
zona de acumulación están desapareciendo en su totalidad.

ÁREA GLACIAR EN EL PERÚ A 1970


NUMERO DE NUMERO DE
CORDILLERA AREA KM2
CUENCAS GLACIARES
1. BLANCA 3 722 723.37
2. HUALLANCA 2 56 20.91
3. HUAYHUASH 2 117 84.97
4. RAURA 3 92 55.2
5. HUAGORUNCHO 3 80 23.4
6. LA VIUDA 4 129 28.6
7. CENTRAL 5 236 116.65
8. HUAYTAPALLANA 2 152 59.08
9. CHONTA 2 95 17.85
10. HUANZO 3 115 36.93
11. URUBAMBA 1 90 41.48
12. VILCABAMBA 2 98 37.34
13. AMPATO 3 93 146.73
14. CHILA 2 87 33.89
15. VILCANOTA 3 469 418.43
16. CARABAYA 2 256 104.23
17. LA RAYA 2 48 11.27
18. APOLOBAMBA 2 109 81.12
19. VOLCANICA
20. BARROSO

TOTAL 3044 2041.5


FUENTE: Zapata, 2006.

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En la Cordillera Blanca, según el cuadro anterior, en 1970 se tenía un área glaciar de 723.37 km2
(UGRH), en 1997 se determinaron 611.48 km2 (INAGGA), teniéndose una perdida de área glaciar
de 111.89 km2 que representa el 15.46%.

Por otra parte en nuestro país existen aproximadamente 12,201 lagunas (ONERN 1980), la gran
mayoría de origen glaciar, muchas son aprovechadas como embalses reguladores. En el
departamento de Ancash contamos con casi 1,000 lagunas (8% del total del país).

Desde el punto de vista de vulnerabilidad, las avalanchas glaciares, aluviones y ruptura/desbordes


de lagunas han producido innumerables catástrofes con ingente pérdida de vidas humanas,
destrucción de pueblos, infraestructura e incalculables pérdidas económicas.

En efecto nuestro país, se encuentra permanentemente expuesto a los impactos físicos de una
variada gama de fenómenos naturales, experimentando a lo largo de su historia, innumerables
desastres, siendo la mayoría de estos de origen glaciar, y es el departamento de Ancash el que
registra el índice más alto de catástrofes.

Las experiencias más resaltantes registradas en la Cordillera Blanca son: El desborde de la Laguna
Palcacocha en el año 1941, que provocó el aluvión que destruyó una tercera parte de la ciudad de
Huaraz y la pérdida de aproximadamente 5000 vidas humanas; las avalanchas - aluviones del pico
norte del nevado Huascarán en los años 1962 y 1970, sepultaron a las ciudades de Ranrahirca y
Yungay respectivamente, donde murieron cerca de 22,000 personas.

El proceso de deglaciación, se ha convertido en una amenaza para las poblaciones, por cuanto se
vienen formando glaciares colgantes y nuevas lagunas en lugares poco estables, que almacenan
importantes volúmenes de agua, constituyéndose en nuevos focos potenciales de riesgo.

El INRENA, a través de la Unidad de Glaciología y Recursos Hídricos, viene realizando trabajos


de evaluación y monitoreo del comportamiento de glaciares y lagunas alto andinas con la finalidad
de prevenir y mitigar los riesgos y desastres naturales, por efecto de avalanchas, aluviones y
desbordes de lagunas de origen glaciar, así como, prevenir el futuro déficit del recurso hídrico,
promoviendo su aprovechamiento de manera sostenible con fines múltiples en el ámbito
geográfico de la Cordillera Blanca. Asimismo este tipo de estudios en los glaciares y zonas de alta
montaña están íntimamente relacionados al aspecto del Cambio Climático Global.

El INRENA, desde el 2001, suscribió sendos convenios de cooperación técnica mutua con el
Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) de Francia y el Instituto de Geografía de la
Universidad de Innsbruck – Austria, gracias a los cuales, además de los trabajos e investigaciones
que en materia de glaciología, hidrología glaciar y cambio climático que se desarrollan en la
Cordillera Blanca, se vienen efectuando también monitoreos en el glaciar Shullcón (Cordillera
Central, Lima - Junín).

2.5.2.- Retroceso de glaciares en el Perú

El INRENA reporta una reducción de área en 18 glaciares peruanos en la Cordillera de los Andes en el
periodo 1970 – 1997 (27 años), es de 21.85%, según se explica esquemáticamente de la siguiente manera:

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REDUCCION DE AREA EN 18 GLACIARES DE LOS ANDES DEL PERU


1970 -1997

2,041.85 km2
1,595.6 km2
- 446,248 km2

FUENTE: (4) Zapata, 2006.

La Universidad Nacional de San Marcos (UNMSM), en un informe sobre “Cambio Climático,


deglaciación y escasez de agua”, refiere que en el Perú tenemos el 77% de los glaciares tropicales
del mundo, son “gigantes” que alimentan gran parte de nuestros ríos costeros, cuyas aguas son
utilizadas por el 60% de la población peruana. Precisamente por esta razón seríamos uno de los
países más afectados con el cambio climático y el incremento de la temperatura, causantes de la
deglaciación que se inició en los años 80.
Según el Consejo Nacional del Ambiente (CONAM), la superficie total de glaciares en el Perú se
redujo en un 22% en los últimos 35 años. Como consecuencia de esta merma, hemos perdido
alrededor del 12% en volumen de agua. Se estima que para los años 2015 ó 2020, todos los
glaciales debajo de los 5 mil metros van a desaparecer derretidos.
"Es un impacto enorme y la disponibilidad de agua en la costa se va a reducir. Nosotros
dependemos de los regímenes de los ríos que vienen de los glaciales. Tendremos consecuencias
negativas en la agricultura, en el agua que se va a utilizar para generar energía y para el uso
doméstico", advierte María Paz, directora del PROCLIM.
Uno de los ríos más afectados sería el Mantaro, que deriva del nevado Huaytapallana y de la
laguna Junín, origen del glacial. Este río alimenta a la Central Hidroeléctrica Mantaro, que
representa aproximadamente el 40% de la energía del país y alimenta al 70% de la industria
nacional que está concentrada en Lima.
Por la importancia de los glaciares para el adecuado ciclo hidrológico peruano, en 1998 el
CONAM encargó su estudio al glaciólogo Julio Arnao. En esa oportunidad, se observó una
deglaciación alarmante en los nevados de Yanamaré, Grosbi, Santa Rosa y Huaytapallana.

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Del mismo modo, estudios recientes realizados por la Universidad de Massachussets, en


Quelcaya, Cusco, están indicando que la temperatura de congelamiento ha ascendido a 100
metros, es decir se está congelando más arriba y ya no se encuentra nieve en las partes bajas.

Otra de las evidencias de la deglaciación en nuestro país es la disminución de nieve en el nevado


de Ticlio. El geólogo sanmarquino, Honorio Campoblanco, recuerda que hace 30 años, cuando se
viajaba al centro del país, no se podía pasar temprano por la carretera porque había una gran
precipitación de nieve de 60 a 80 cm.

"Los carros no podían transitar, teníamos que esperar a que lo limpiara el caterpillar, pero
actualmente los copos de nieve que habían en las partes altas de esos cerros han desaparecido por
completo debido al calentamiento global", subraya.

El especialista señala que una de las zonas de gran riqueza glaciar en el Perú es la Cordillera
Blanca en Ancash; también tenemos en la Cordillera Central y en la Oriental, cuyas capas de
hielo se están adelgazando y en algunos casos desapareciendo debido a la acumulación de CO2,
metano, cloroflurocarbonados, óxidos nitrógenos, principales elementos que causan el efecto
invernadero.

2.5.3.- Riesgo de estrés hídrico en el Perú

Según los datos de la Organización Internacional del Agua, en el 2025 el Perú sería el único país
en Latinoamérica que sufriría estrés hídrico permanente. Hoy los estándares mundiales indican
que para cada habitante se necesita 1700 litros de agua por año, es decir 5 litros diarios. Nosotros
estamos debajo de esos índices. Afrontaremos este problema, más que por la falta de recursos
hídricos, por el mal planteamiento de los sistemas de ocupación territorial y por los modelos de
desarrollo que tenemos en el país.

"No es porque no dispongamos de agua, el problema es que el 60% de nuestra población está
abastecida sólo por el 1% del agua que está en la costa y el resto se encuentra en la selva", señala
Julio García Vargas, coordinador en Vulnerabilidad y Adaptación del PROCLIM.

Por ejemplo, la vertiente del Atlántico, que es el Amazonas, tiene dos billones de metros cúbicos
de agua, mientras que la del Pacífico, en la costa, tiene sólo 35 mil millones de metros cúbicos.
"Entonces cualquier sistema va a tener que decidir entre irnos para la selva, donde está la mayor
cantidad de agua, o traerlo a la costa, esto ya se está haciendo en Lima con el proyecto Marca II",
explica García.

2.5.4.- Calentamiento global y sus consecuencias en los glaciares del Perú y la vida
humana

(Somos, 1047), las múltiples evidencias del calentamiento global y las catástrofes con que nos
amenaza, constituyen un factor que debería hacer confluir los esfuerzos más dispares. Un grado
más de temperatura y los pequeños glaciares de los Andes desaparecerán, reduciendo el recurso de
agua de 50 millones de personas. Dos grados y el agua disponible en el Mediterráneo y el sur de
África disminuirá en un 30%.
Tres grados y Europa del Sur se verá gravemente afectada (París tendrá el clima de Sevilla y
Andalucía será un desierto). La mitad de la humanidad sufrirá por la falta de agua y, la otra, por
las inundaciones.

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Estos datos provienen del informe que el experto Nicholas Stern (ex economista del Banco
Europeo para la Reconstrucción y Desarrollo y del Banco Mundial, es decir nada antiglobalización
ni altermundista) presentó a Tony Blair, quien lo considera el documento más importante sobre el
futuro que ha recibido en su vida de Primer Ministro inglés. Stern ha calculado, como buen
banquero, el costo probable de no hacer nada en los próximos veinte años: unos 5500 miles de
millones de Euros, correspondientes a una recesión mundial del 20%.

Centenares de millones de seres humanos deberán huir de las regiones de sequía y hambruna, las
guerras aumentarán, desaparecerán especies y paisajes: todos eso horrores que se ciernen en el
horizonte de este siglo, han hecho que la ecología haya dejado de ser una ocupación reservada
para aventureros ávidos de emociones fuertes y causas románticas, como a menudo se
descalificaba a los militantes de Greenpeace, la más célebre organización del ramo.

En la última década, millones de personas han aprendido lo que significa el efecto invernadero (en
1997, la mayoría lo confundía con los huecos en la capa de ozono) y han tomado conciencia de lo
que significa enviar tal cantidad de gas carbónico a la atmósfera. El éxito de la película de Al
Gore se explica en parte porque ha sintonizado con esta angustia que recorre el planeta, en
particular en los países más ricos.

Es sugestivo, decíamos preguntarse por las causas de esa devastación que nos acecha si no somos
capaces de poner freno … ¿a qué? Como siempre, tras las causas técnicas y los efectos
económicos, hay efectos y actitudes que han determinado el curso de los acontecimientos. Un
consumismo desenfrenado, una búsqueda desmedida de acumulación de riquezas, una incapacidad
de establecer y sostener lazos de solidaridad entre nosotros, nos han llevado a esta situación que
pone en riesgo la idea de vida en el planeta. Nicolas Hulot, ecologista francés, plantea combatir el
calentamiento global en estos términos: “Salir de la civilización del desperdicio, del materialismo
en que nos hemos empantanado, para construir un mundo en el que el Ser no sea sacrificado al
Tener”.

El problema no está en el CO2 de origen fósil sino en nuestra ilimitada codicia. Se requiere un
cambio de paradigma y de contrato social. Si no nos hacemos más humanos, sencillamente
desapareceremos de la faz de la tierra (pero ésta seguirá girando, imperturbable, alrededor del sol).

2.6.- CICLO HIDROLÓGICO Y LA ECUACIÓN DE BALANCE HIDROLÓGICO

El ciclo hidrológico es un concepto académico útil, desde el cual se inicia el estudio de la


hidrología. El ciclo hidrológico se muestra objetivamente en la Figura 1, y en forma esquemática
en la Figura 2, respectivamente.

En resumen, el ciclo hidrológico, es un término descriptivo aplicable a la circulación general del


agua en la tierra, el cual se define como:

“sucesión de etapas que atraviesa el agua al pasar de la atmósfera a la tierra y volver a la


atmósfera: evaporación desde el suelo, mar o aguas continentales, condensación de nubes,
precipitación, acumulación en el suelo o masas de agua y reevaporación”.

El ciclo hidrológico involucra un proceso de transporte recirculatorio e indefinido o permanente,


este movimiento permanente del ciclo se debe fundamentalmente a dos causas: la primera, el sol
que proporciona la energía para elevar el agua (evaporación); la segunda, la gravedad terrestre,
que hace que el agua condensada descienda (precipitación y escurrimiento).

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FIGURA 2
FIGURA 1 REPRESENTACIÓN DESCRIPTIVA DEL CICLO HIDROLÓGICO
REPRESENTACIÓN OBJETIVA DEL CICLO HIDROLÓGICO (W. C. Ackermann, E.A. Coleman y H.O. Ogrosky, 1955)

Fuente: Figura 1.2, D.F. Campos


Fuente: Figura 1.2, D.F. Campos.

En todo sistema o subsistema del ciclo hidrológico, el principio que indica que el agua ni se crea
ni se destruye se refleja en la denominada ECUACIÓN DE BALANCE HIDROLÓGICO, la cual
permite relacionar las cantidades de agua que circulan por el ciclo, ésta es:

Entradas – Salidas = Cambio de Almacenamiento (1)


La simplicidad de la ecuación anterior es frecuentemente engañosa, ya que en la mayoría de los
casos los términos de ella no pueden ser cuantificados adecuada y fácilmente.

Una ecuación de balance hidrológico generalizada puede ser desarrollada en base a los conceptos
ilustrados en la Figura 2 y a la descripción cualitativa del ciclo hidrológico del inciso anterior;
entonces, s y g denotarán vectores o componentes de la ecuación originados en la superficie del
terreno o en su interior, siendo las variables hidrológicas las siguientes:

Precipitación (P),

Evaporación (E),

Transpiración (T),

Escurrimiento Superficial (R),

Infiltración (I),

Escurrimiento subterráneo (G),

Almacenamiento (S).

Los términos anteriores se ilustran en la Figura 3 siguiente:

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FIGURA 3
REPRESENTACIÓN DEL BALANCE HIDROLÓGICO DE UNA REGIÓN

Fuente: Figura 1.8, D.F. Campos.

De acuerdo a la Figura 3 anterior, la ecuación de balance hidrológico sobre el terreno será:

P + R1 – R2 + Rg – Es – Ts – I = ΔSs (2)

La ecuación del balance hidrológico bajo el terreno será:

I + G1 – G2 – Rg – Eg – Tg = ΔSg (3)

Y por ultimo, la ecuación del balance hidrológico para todo el sistema (cuenca, valle, etc.) será
igual a la suma de las ecuaciones (2) y (3), esto es:

P – (R2 – R1) – (Es + Eg) – (Ts + Tg) – (G2 – G1) = Δ(Ss + Sg) (4)

La cual en forma simplificada se puede escribir como:

P - R – E – T – G = ΔSs (5)

La ecuación de balance hidrológico es una herramienta útil para obtener estimaciones de la


magnitud y distribución en el tiempo de las variables hidrológicas que en ella intervienen.

2.7.- MODELO DE LUTZ SCHULTZ

2.7.1.- Marco conceptual

En el año de 1980, el Plan Meris (Plan de Mejoramiento de Riego en la Zona Andina), en


convenio con la Cooperación Técnica de la República Federal de Alemania, desarrollaron el
Modelo de Lutz – Schultz “Generación de Caudales Mensuales en la Sierra”, basado en la
combinación del balance hídrico con un proceso markoviano.

Se hace un breve resumen de este modelo, destacándose en especial el aporte de nevados.

El modelo de Lutz tiene como variables más importantes las siguientes: Precipitación efectiva,
déficit de escurrimiento, retención de la cuenca y coeficiente de agotamiento.

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La ecuación fundamental del balance hídrico mensual, expresada en mm/mes es la siguiente,


propuesta por Fisher:
CMi = Pi – Di + Gi – Ai (6)
Donde:
CMi = Caudal mensual (mm/mes)
Pi = Precipitación total mensual sobre la cuenca (mm/mes)
Di = Déficit de escurrimiento (mm/mes)
Gi = Gasto de la retención en la cuenca (mm/mes)
Ai = Abastecimiento de la retención (mm/mes)

2.7.2.- Relación entre descargas y retención

Durante la estación seca, el gasto de la retención alimenta los ríos y mantiene la descarga
básica; la reserva de la cuenca se agota al final de la estación seca

Al principio de la estación lluviosa el proceso de agotamiento de la reserva termina y parte de las


lluvias más abundantes entra en los almacenes hídricos. El proceso de abastecimiento se muestra
por un déficit entre la precipitación efectiva y el caudal real.

Analizando los hidrogramas de la contribución de la retención a los caudales, se constata que el


abastecimiento es más fuerte al principio de la estación lluviosa y cuando los almacenes naturales
– lagunas, pantanos, nevados y los acuíferos ya están recargados parcialmente, la restitución acaba
poco a poco.

2.7.3.- Almacenamiento hídrico

Entre los almacenes naturales que producen el efecto de la retención en la cuenca – es decir, como
se indica en el ítem 2.5.2 anterior, “el gasto de la retención que alimenta los ríos y mantiene la
descarga básica”, se puede distinguir tres tipos con mayor importancia: (1) Acuíferos, (2)
Lagunas y pantanos, y (3) Nevados.

Sobre la base de las observaciones disponibles, se puede indicar la lámina de agua “L” que cada
tipo almacena durante el año promedio:

.- Acuíferos en función de la pendiente del desagüe:


LA = -750 * I + 315 (mm/año)
Donde:
LA = Lámina específica de acuíferos,
I = Pendiente del desague; I ≤ 15%
.- Lagunas y pantanos
LL = 500 mm/año

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.- Nevados

LN = 500 mm/año

2.7.4.- Retención de la cuenca

Para obtener la dimensión total de la retención de la cuenca, se mide, la extensión de los


almacenes naturales – acuíferos potenciales, lagunas, pantanos y nevados - con precisión
suficiente en mapas de escala 1:100,000, tomando además como referencia, aerofotos, en caso que
estén disponibles; estas áreas se multiplican por la lámina respectiva referidas en el ítem 2.5.2.

La suma de los volúmenes particulares se transforma a una lámina de agua sobre toda la cuenca;
el resultado indica la retención R total de la cuenca para el año promedio (en mm/año), que por
definición es igual al gasto total G durante la estación seca y además igual al abastecimiento A
durante la estación lluviosa.

2.8.- RENDIMIENTO DE NEVADOS

2.7.1.- De Lutz – Shultz

Expresando el gasto de la retención de los nevados (500 mm/año) como rendimiento hídrico (RHn,
en l/s/km2):

El volumen, V, del gasto de la retención de nevados en 1 km2 en un año:

V = 1’000,000 m2 x 0.5 m = 500,000 m3/año

Como rendimiento hídrico de nevados, RHn, y que se sumaría a la escorrentía:

RH = (500,000 m3*1,000)/(365 * 86,400 s)

RHn ≈ 16 l/s/km2 (7)

2.7.2.- De la Universidades Nacional de Colombia y de Caldas, Colombia

En la revisión bibliográfica sobre el rendimiento hídrico de nevados, se encontró disponible en


Internet, una tesis denominada: “Evaluación de la oferta hídrica en los glaciares tropicales andinos
del parque nacional de los nevados,, en el marco de los cambios climáticos globales. Fase 2.
Agosto 2004 (Mejía Fernández F. y Londoño Linares J. P.), refiriéndose que:

Se estimó por observación directa que al menos un 60% del caudal efluente en la quebrada
Nereidas en los 86 días, cuyo promedio fue de 96.4 l/s, es producto de la ablación del
glaciar Nereidas. El rendimiento hídrico en los 86 días, 17.3 l/s/km2, resultó alto para un
área de gran altitud.

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3.- MATERIALES Y MÉTODOS

3.1.- DESCRIPCIÓN DE LA CUENCA

La cuenca del río Santa posee una superficie total de 11,190 km2 hasta la estación hidrométrica
Puente Carretera, ubicada en la parte más baja de la cuenca, y es la más extensa de la Vertiente
Occidental o del Pacífico.

FUENTE: (4) Zapata, 2006.

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Los recursos hídricos del río Santa tienen una importancia estratégica para el abastecimiento –
entre otros – de los proyectos hidráulicos CHINECAS y CHAVIMOCHIC y poblacional de las
ciudades de Chimbote y Trujillo.

3.2.- INFORMACIÓN RECOPILADA

Se dispuso de información hidrométrica registrada en la estación Condorcerro, correspondiente al


periodo 1956 – 2004, correspondiéndole una media plurianual de Qx = 137.90 m3/s (Vx ≈
4,382.74 MMC/año), con la siguiente distribución mensual (Cuadro Nº 1):

CUADRO Nº 1
RÍO SANTA: CAUDALES MEDIOS MENSUALES (m3/s)
ESTACIÓN HIDROMÉTRICA CONDORCERRO; PERIODO: 1956 - 2004
PARÁMETRO UNIDAD ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SET OCT NOV DIC MEDIA
CAUDAL, Qx m3/s 189.01 254.95 332.82 255.05 100.00 61.54 48.20 45.16 50.70 77.27 109.18 152.49 139.70
MMC 506.24 616.78 891.43 661.09 267.84 159.51 129.10 120.96 131.41 206.96 282.99 408.43 4,382.74
VOLUMEN, Vx
% 11.6 14.1 20.3 15.1 6.1 3.6 2.9 2.8 3.0 4.7 6.5 9.3 100.0

Gráficamente:

RÍO SANTA: CAUDALES MENSUALES PROMEDIO (m3/s)


ESTACIÓN CONDORCERRO, PERIODO 1956 - 2004
Caudal medio plurianual: Qx = 139.70 m3/s
350.00

300.00
Caudal promedio mensual (m3/s)

250.00

200.00

150.00 Qx

100.00

50.00

0.00
ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
Meses

3.2.- METODOLOGÍA

El desarrollo del presente trabajo ha consistido en cuantificar – como una primera aproximación a
partir del balance hidrológico - la reducción del caudal base en el río Santa, y su impacto en el
aprovechamiento multisectorial, en especial en los proyectos CHINECAS y CHAVIMOCHIC.

3.2.1.- Revisión de la ecuación de balance hidrológico en la cuenca del río Santa

La ecuación de balance hidrológico en el río Santa sería, en base a la ecuación (5):

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P - R – E – T – G = ΔSs (5)

A efectos de simplificar el procedimiento, se asume que en el largo plazo, la precipitación no


varía, la evaporación y la transpiración son función de la superficie evaporante, el escurrimiento
superficial R tendría – en el Santa – 3 componentes: (1) Escorrentía superficial directa (Rs); (2)
Flujo base (Rb); y (3) Escurrimiento por aporte de nevados (Rn); reemplazando en (5):

P – Rs + Rb + Rn – E – T – G = ΔSs (8)

Al disminuir el área de glaciares por la deglaciación progresiva, Rn tiende a disminuir, pero como
un efecto amortiguador de esta disminución de la escorrentía total, una porción adicional de la
precipitación en la temporada lluviosa, tendrá oportunidad de infiltrarse – en el área de cuenca
“liberada” de nevados – y en consecuencia, incrementar el flujo base Rb.

La comprensión de este fenómeno, en términos de replantear o revisar el balance hidrológico en el


río Santa, será importante para la toma de decisiones para prever una mayor o menor
requerimiento de regulación en la cuenca alta.

3.2.2.- Deglaciación en números en la Cordillera de los Andes peruanos

3.2.2.1.- Supuestos

1.- En el mes de agosto se tiene (Cuadro Nº 1) el caudal plurianual promedio más bajo
registrado (Qxago = 45.16 m3/s).

2.- Del ítem 2.4, para los años 1970 y 1997, se asumen dos áreas de nevados: (1)
A11970 = 723.37 km2; y (1) A21997 = 611.48 km2, respectivamente.

3.- En el supuesto negado de que todo el caudal plurianual de agosto (Qxago = 45.16
m3/s), es en su totalidad aporte de nevados, pues en realidad se distribuye durante
todo el estiaje, se tendría los siguientes rendimientos hídricos RH1 y RH2 para las
áreas A1 y A2:

R = Qxago / A

R1 = (45.16 m3/s) / 723.37 km2

R1 = 62.42 l/s/km2 (9)

R2 = (45.16 m3/s) / 611.48 km2

R2 = 73.9 l/s/km2 (10)

Se plantea entonces como pregunta: Es posible obtener este entre 62.42 a 73.9 l/s/km2 como
rendimiento para nevados?.

La respuesta sería no, según la revisión bibliográfica (item 2.8).

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4.- RESULTADOS Y DISCUSIÓN

.- Del supuesto 3 del item 3.2.2.1, se tiene los siguientes rendimientos para agosto si todo
fuera aporte de los nevados con las dos áreas asumidas: A1 = 723.27 km2 y A2 = 611.48
km2:

R1 = 62.4 l/s/km2

R2 = 73.9 l/s/km2

.- Pero en realidad, los nevados rendirían alrededor de 16 l/s/km2.

.- Expresando en porcentaje el aporte de nevados con los rendimientos de agosto, R1 y R2, se


tiene:

%1 = 16 / 62.4

%1 = 26

%2 = 16 / 73.9

%2 = 22

En el supuesto negado, si concentráramos el aporte en el mes más crítico agosto promedio,


los nevados estarían aportando porcentualmente un 25%, es decir, la cuarta parte de la
escorrentía como volumen:

RÍO SANTA: CAUDALES MEDIOS MENSUALES Y APORTE DE NEVADOS (m3/s)


ESTACIÓN CONDORCERRO, PERIODO 1956 - 2004
ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SET OCT NOV DIC MEDIA
189.01 254.95 32.82 255.05 100.00 61.54 48.20 45.16 100% 50.70 77.27 109.18 152.49 139.70
11.29 25%
33.87 75%

.- El aporte total de área de nevados transformado en caudal:

Q = Área * Rendimiento de nevados

Reemplazando:

Q = 723 km2 * 16 l/s/km2

Q = 11,568 l//s ≈ 12 m3/s

En volumen, considerando tres meses de aportaciones como flujo base de los nevados (junio, julio
y agosto):

V = 93 MMC / año

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Como realmente ocurren en la realidad, distribuyendo el aporte nevado durante los meses de flujo
base asumidos de junio, julio y agosto:

RÍO SANTA: CAUDALES MEDIOS MENSUALES Y APORTE DE NEVADOS (m3/s)


ESTACIÓN CONDORCERRO, PERIODO 1956 - 2004

ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SET OCT NOV DIC MEDIA

189.01 254.95 32.82 255.05 100.00 61.54 100% 48.20 100% 45.16 100% 50.70 77.27 109.18 152.49 139.70

Aporte de Nevados 4.00 7% 4.00 8% 4.00 9%

57.54 93% 44.20 92% 41.16 91%

5.- CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

5.1.- CONCLUSIONES

.- Si se concentrara el aporte de los nevados de la Cordillera Blanca al caudal base del río
Santa en el mes de agosto (estiaje extremo), al desaparecer estos nevados, habría una
reducción del orden del 25% del flujo base en agosto.

.- Distribuyendo el aporte de nevados (9 m3/s en los meses de junio, julio y agosto, la merma
del flujo base sería del orden del 10% promedio.

Conclusiones válidas para un rendimiento hídrico de nevados, según lo establecido por el Plan
Meris (1980) de RHn = 16 l/s/km2, a partir de una lámina de 500 mm/año).

.- Una alternativa a esta reducción de caudales es la regulación en la cuenca alta del río Santa
y una mayor eficiencia de uso.

5.2.- RECOMENDACIONES

.- Validar el rendimiento hídrico, RHn de los nevados con nuevas investigaciones, para así
aproximar con mejores elementos de juicio la reducción del flujo base por la pérdida de
nevados y orientar la toma de decisiones para el afianzamiento hídrico del estiaje.

.- Revisar la ecuación de balance hidrológico en la cuenca del río Santa, a partir de la


precisión que se haga de la reducción del flujo base por pérdida de nevados y del
incremento del área de infiltración.

.- Como adaptación al cambio climático, desarrollar un proyecto de regulaciones (volumen


aproximado requerido: 100 MMC), aprovechando las lagunas existentes en la cuenca alta
del río Santa, en función de una cuantificación con mayor detalle de la reducción del flujo
base.

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REFERERENCIAS

1.- Guía EIA N° 1, Curso Evaluación de Impactos Ambientales, 2007.

2.- Sillabus, Curso Evaluación de Impactos Ambientales, 2007.

3.- Guía EIA N° 2, Curso Evaluación de Impactos Ambientales, 2007.

4.- Zapata L. Marco, Instituto Nacional de Recursos Naturales, INRENA. Intendencia de


Recursos Hídricos, IRH, Unidad de Glaciología y Recursos Hídricos, UGRH, Ponencia
“Deglaciación y Cambio Climático en la Cordillera Blanca, diciembre 2006.

5.- Información disponible en Internet sobre nevados y su rendimiento hídrico.

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