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En los siguientes ejercicios, encierre en un círculo la letra que corresponda a la respuesta correcta.
LECCION NRO. 1 b) Imparte vida eterna solamente a aquellos
1. ¿Quién era Juan, el seguidor de Jesús? que confían en El.
a) Juan el Bautista. c) Imparte tanto vida natural como vida
b) Un pescador que llegó a ser el amigo más eterna; creó el mundo y salva a los que
cercano de Jesús creen en Él
c) Un carpintero de Galilea 10. A Jesús se le llama “la Luz” porque
2. ¿Por cuánto tiempo estuvo Juan con Jesús a) traía una lámpara para enseñarnos dónde
escuchando sus enseñanzas. caminar por el sendero.
a) Tres semanas y media b) nos enseña cómo vivir y nos muestra el
b) Tres meses y medio camino al cielo.
c) Tres años y medio. 11. ¿Quiénes tienen derecho de ser llamados
3. ¿Qué quiere decir evangelio? hijos de Dios?
a) Las Buenas nuevas a) Solamente aquellos que reciben a Cristo
b) Mensaje acerca de Dios como su Salvador personal
c) La vida de Cristo. b) Todos los hombres, porque todos fueron
4. ¿Dónde aprendió Juan las buenas nuevas creados por Dios
que debía compartir con todos los demás? 12. ¿Cómo llegamos a ser hijos de Dios?
a) De Jesucristo a) Para que pudiera morir a fin de salvarnos
b) De los periódicos de nuestros pecados
c) De sus padres b) Al nacer en una nación Cristiana que
5. ¿Cuándo escribió Juan su libro acerca de la cuenta con muchas iglesias
vida de Jesús? c) Al nacer por la gracia de Dios cuando
a) Cuando era joven y viajaba con Jesús aceptamos a Jesucristo como nuestro
b) Cuando ya era anciano, después de haberle Salvador.
enseñado acerca de Jesús a mucha gente 13. ¿Por qué se hizo Jesús hombre?
c) Cuando era pescador, antes de conocer a a) Para que pudiera morir a fin de salvarnos
Jesús de nuestros pecados
6. ¿Cómo sabía Juan lo que debería escribir en b) Para que pudiera enseñarnos
sus cinco libros que tenemos en el Nuevo c) Para que pudiera conocernos
Testamento? 14. ¿Qué hizo Juan el Bautista?
a) El Espíritu Santo de Dios dictó a su mente a) Escribió las buenas nuevas.
lo que debería escribir. b) Le dijo al pueblo que el Mesías había
b) Fue inspirado al leer otros libros acerca de llegado.
Jesús. c) Dijo que él era el Mesías.
c) Un comité lo planeó. 15. ¿En qué sentido era Jesús el Cordero de
7. A Jesús se le llama el “Verbo” porque Dios?
a) “fuerte Dios nos habla por medio de Él. a) Era tan manso como un cordero.
b) Predicó el evangelio. b) El constituía un sacrificio por el pecado
c) Leemos acerca de Él en un libro. 16. Nombre a los primeros discípulos de Jesús.
8. ¿Cuándo comenzó la vida de Jesucristo? a) Mateo, Marcos, Lucas, Juan
a) Cuando nació en Belén de Judea b) María, José, Natanael
b) Su vida nunca tuvo principio; es eterno. c) Andrés, Pedro, y probablemente Juan
c) Dios lo creó cuando creó el mundo. 17. En el primer capítulo del Evangelio según
9. ¿Qué clase de vida imparte Cristo Jesús? San Juan se le dan varios nombres a Jesús.
a) Imparte vida únicamente a las cosas en el ¿Cuáles son?
mundo; todas las cosas fueron creadas por
El.
El Verbo, Jesús, Cordero de Dios, Mesías, 19. Dele gracias a Jesús por venir a morir por
Cristo, Maestro, Hijo de Dios, Rey de Israel sus pecados. Pídale que le hable y que le
e Hijo del Hombre. permita conocerle mejor.
18. Busque el versículo que más le guste de este hghghgh
capítulo y memorícelo. 20. Ore por todas las otras personas que están
“Porque en él fueron creadas todas las cosas, estudiando este curso para que lleguen a
las que hay en los cielos y las que hay en la conocer mejor a Jesús.
tierra” (Colosenses 1:16). Llñ.
LECION 2
b) Hizo un sacrificio.
1 ¿Cuáles fueron los resultados del primer
c) Derrumbó el templo y lo reconstruyó.
milagro de Jesús?
a) María se dio cuenta del importante lugar de 3 ¿Cuál lección enseñó Jesús mientras estaba
ella misma. en el templo?
b) El demostró su gloria y sus discípulos a) Que el templo era el lugar apropiado para
creyeron en El. los negocios
c) Jesús y los recién casados llegaron a ser b) Que destruiría ese mismo templo y en tres
buenos amigos. días lo edificaría
2 ¿Que hizo Jesús en el templo de Jerusalén? c) Que su cuerpo era un templo. El Moreira y
a) Echó fuera a los que vendían y compraban. resucitaría de la tuba después de tres días.
LECION 3
1 ¿Qué le dijo Jesús a Nicodemo? 5 Memorice Juan 3:30.
a) Que sus buenas obras realizadas lo llevarían
al cielo 6 Ore para que Jesús llegue a ser cada día más
b) Que nadie puede ver el reino de Dios si no importante en su vida.
nace de nuevo 7 ¿Qué sucede si no aceptamos la salvación que
2 El nuevo nacimiento consiste en Dios nos ofrece?
a) nacer por la gracia de Dios al creer en Jesús y a) Podemos salvarnos bautizándonos en agua.
recibirle como Salvador. b) Podemos quizá salvarnos después que
b) volver a nacer en este mundo como otra muramos.
persona, después de morir. c) No nos salvaremos.
c) ser bautizado en agua. 8 ¿Qué sucede si aceptamos la salvación que
3 Memorice San Juan 3:16. Este es el versículo Dios nos provee por medio de Cristo Jesús?
más amado de la Biblia. a) Nuestros cuerpos nunca morirán.
b) Nuestros cuerpos podrán morir, pero nosotros
4 ¿Cuál es la mayor prueba de que Dios nos iremos a vivir para siempre con Dios.
ama? c) Nuestros cuerpos nunca se levantarán de entre
a) Envió a su Hijo para salvarnos. los muertos.
b) Nos da vida. 9 Ore por sus amigos que no creen en Cristo
c) Contesta nuestra oración. Jesús.
LECCION NRO 4
3 Para ser aceptado por Dios, usted necesita
1 Memorice Juan 4:24.
a) creer personalmente en Jesús como su
Salvador.
b) nacer de padres cristianos.
2 ¿Qué dijo la gente del pueblo después que Jesús
c) escuchar acerca de Jesús por medio de un
les enseño?
pastor o de algún amigo.
a) Que era un buen hombre y daba agua al
sediento 4 ¿Cómo sanó Jesús al hijo del noble?
b) Que era el Salvador del mundo a) Envió algunas medicinas.
c) Que era un profeta y todo lo sabía acerca de b) Usó magia o encantamiento.
la gente c) Dijo que el muchacho sanaría, y el padre
creyó.
6 ¿Qué dijo la gente del pueblo después que Jesús les enseño?
d) Que era un buen hombre y daba agua al sediento
e) Que era el Salvador del mundo
f) Que era un profeta y todo lo sabía acerca de la gente
7 Para ser aceptado por Dios, usted necesita
d) creer personalmente en Jesús como su Salvador.
e) nacer de padres cristianos.
f) escuchar acerca de Jesús por medio de un pastor o de algún amigo.
8 ¿Cómo sanó Jesús al hijo del noble?
d) Envió algunas medicinas.
e) Usó magia o encantamiento.
f) Dijo que el muchacho sanaría, y el padre creyó.
LECCION NRO.5
1 ¿Por qué el paralítico estaba esperando en el estanque de Betesda?
a) Porque quería un vaso de agua
b) Porque quería ser sanado
c) Porque quería bañarse
2 ¿Por qué se enojaron los líderes religiosos?
a) Porque no se les pagó por la sanidad.
b) Porque la sanidad no fue realizada por un doctor.
c) Porque Jesús sanó a un hombre en sábado.
3 ¿Cómo contestó Jesús a los líderes religiosos?
a) Les dijo que estaba trabajando como su Padre también trabajaba.
b) Les dijo que la sanidad no se había efectuado.
c) Les dijo que El había recibido permiso de Juan el Bautista.
4 Memorice Juan 5:24.
5 ¿A quiénes no juzgará Jesús por sus pecados?
a) A aquellos que han sido miembros de una iglesia
b) A aquellos que nunca han hecho algo malo
c) A aquellos que han escuchado las palabras de Jesús y han creído en El y en Dios
LECCION NRO. 6
¿Da usted gracias a Dios por sus alimentos antes de comerlos? .................................................
¿Lo hará de ahora en adelante? ....................................................................................................
2 ¿Cuál milagro realizó Jesús con los cinco panes y los dos pececillos de un muchacho?
a) Hizo bastante comida para que los 12 discípulos comieran.
b) Hizo 12 cestas llenas de comida.
c) Hizo suficiente comida para alimentar a 5,000 hombres.
3 ¿Qué quería hacer la gente después que
Jesús los alimentó?
a) Arrepentirse de sus pecados y ser salvos
b) Coronarlo rey de su país
c) Aceptar a Jesús como su guía espiritual
4 ¿Le ha quitado el Señor sus temores, le ha dado paz, y lo ha librado de las luchas?
Déle gracias por ello. ....................................................................................................................
AUTOEXAMEN CAPÍTULO 2
1. Según Lucas, el último mandamiento del Señor a sus 6. En Hechos, Lucas traza el crecimiento de la Iglesia
discípulos fue, desde Jerusalén hacia
a) amaos unos a otros. a) Antioquía.
b) id y haced discípulos a todas las naciones. b) Filipos.
c) que esperasen la promesa del Padre. c) Atenas.
d) id a todo el mundo y predicad. d) Roma.
2. Lucas se refiere más frecuentemente al bautismo en el 7. Dios quiere que los creyentes enfoquen en
Espíritu Santo como a) los eventos relacionados con el final de los
a) un don. tiempos.
b) un fruto. b) la relación entre Israel y las otras naciones.
c) una experiencia. c) el regreso de los judíos a Palestina.
d) lenguas. d) preparar a la gente para presentarse ante Dios.
3. El único que bautiza a los creyentes en el Espíritu 8. Una clave para recibir la bendición de Pentecostés es
Santo es a) el sacrificio.
a) el Padre. b) la obediencia.
b) el Hijo. c) las buenas obras.
c) el Espíritu. d) el lugar.
d) el pastor local. 9. De la siguiente lista, ¿quién NO estuvo en el aposento
4. Lucas enseña que la obra principal de la iglesia es alto en Pentecostés?
a) mostrar amor y bondad a la gente. a) Los primeros doce apóstoles
b) hablar contra el pecado y las prácticas malignas. b) María, la madre de Jesús
c) orar para que el Señor envíe cosechadores. c) Los hermanos de Jesús
d) contar a la gente la verdad acerca de Jesucristo. d) Algunas mujeres creyentes
5. La relación de Jerusalén con Judea es de 10. Los creyentes deben buscar la llenura del Espíritu
a) una ciudad a otra. Santo porque
b) un distrito a otro. a) los líderes de la iglesia los animan a hacerlo.
c) una ciudad a un distrito. b) las Escrituras lo indican así.
d) un distrito a una nación. c) otros creyentes han sido llenos.
d) Satanás no quiere esto para nosotros.
AUTOEXAMEN CAPÍTULO 3
P 5 ¿De qué manera sirve Hechos como puente entre los Evangelios y las *Epístolas?
P 6 ¿Cuáles son las 4 clases de crecimiento que la iglesia describe?
P 7 ¿Ha crecido su iglesia en las 4 maneras que el libro de hechos menciona? Explique.
P 8 ¿A cuáles preguntas relacionadas con el gobierno responde Hechos?
P 9 ¿El libro de Hechos se podría usar como base doctrinal? Explique.
P 10 ¿Cuáles son algunos de los ministros laicos favoritos para usted en Hechos?
P 11 ¿Cuál es el propósito más grande de Lucas?
P 12 ¿Qué faltaría en su vida y en su iglesia sin el ministerio del Espíritu?
P 13 ¿Cuáles son las 3 partes mencionadas en Hechos 1:8? (Exponga los capítulos para cada parte.)
P 14 ¿En cuántas partes se divide Hechos al comparar el ministerio de Pedro con el de Pablo?
P 15 ¿Quiénes fueron, por lo menos 6 personas quienes hablaron en Hechos?
Estudiando Juan
Capítulos 1- 12
Lea esta sección capitulo por capitulo y con mucho detenimiento, fijándose en lo que el autor ha incluido
para lograr su propósito.
Al leer estos capítulos, marque las siguientes palabras clave y sus sinónimos: creer, vida, señal (es), juzgar
(juicio), condenar (condenación), testimonio (testificar), verdad (verdadero, veraz, verdaderamente), rey y
reino.
Le convendrá anotar esas palabras en una tarjeta, y usarla como marcador de libro. Marque las palabras en
la tarjeta de la misma manera como quiere marcarlas en la Biblia. (Símbolos, colores, colores y símbolos)
Marque también cualquier palabra clave que se repita y que sea pertinente al mensaje del capítulo.
Al leer cada uno de estos doce capítulos, hágase las seis preguntas típicas en cuanto al texto: ¿quién?
¿qué? ¿cuándo? ¿cómo? Y ¿por qué? Busque específicamente lo que a continuación, y anote en el margen
(o hoja) todos los datos que encuentre en cada capítulo. Al pasar los datos, use como títulos las siguientes
palabras:
Sucesos: ¿Qué está sucediendo? Anote, por ejemplo: “Nicodemo visita a Jesús de noche.”
Lugares geográficos: ¿Dónde tiene lugar este suceso? Juan, por ejemplo, estaba bautizando en Betábara, al
otro lado del Jordán.
Tiempo en que ocurren los hechos: ¿Cuándo tuvo lugar tal suceso? Pudiera ser “al tercer día” o “antes de
la fiesta de la Pascua”. Señale en el margen junto al testo esas referencias al tiempo mediante algún
símbolo adecuado.
Descripciones de Cristo: ¿Cómo se describe a Jesús? Metafóricamente como “el Verbo”, “el Cordero de
Dios”. Etc.
Señales milagrosas: Las señales que narra Juan tenían como propósito hacer que la gente creyera que
Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Esté atento a esas señales en el texto. Por ejemplo, cuando Jesús
convierte el agua en vino, el texto termina con estas palabras: “Este fue el principio de sus señales”.
Citas que demuestran la deidad de Jesús (que Jesús es Dios): Busque las citas que demuestran que Jesús es
Dios. Por ejemplo, Juan 10:33 dice: “Por buena obra no te apedreamos, sino por blasfemia; porque tú,
siendo hombre, te haces Dios.”
Testigos: En todo su Evangelio Juan se refiere a los que dan testimonio de Jesús. ¿Quiénes son estos
testigos, y cuál es su testimonio? Por ejemplo, Juan dijo: “Yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el
Hijo de Dios” (Jn 1:34)
Determine el tema de cada capítulo, y déle un título.
Capítulos 13-17
Esta sección presenta un cambio de dirección en el ministerio de Jesús, cuando Él opta por apartarse con
sus discípulos a fin de prepararlos para lo que viene. Anote en una tarjeta esta nueva lista de palabras
clave: creer, amar (amor), obras, mandamientos, fruto, permanecer, pedir (rogar), preguntar, verdad
(verdadero), verdaderamente), de cierto, diablo, Satanás y príncipe de este mundo. (Vuelva al capítulo 12
y marque los casos en que menciona el príncipe de este mundo.)
Marque de manera distintiva en el texto todos los casos en que se menciona a Dios, Jesús, y el Espíritu
Santo (incluyendo sus formas pronominales). Anote luego en el margen todo lo que aprenda acerca del
Espíritu Santo. Esto es muy importante, especialmente en los capítulos 14 al 16.
Anote en el margen de cada capítulo cualquier mandamiento o instrucción de Jesús a sus discípulos.
Anote el tema principal de cada capítulo, como lo ha hecho con anterioridad.
Capítulos 18- 21
Los capítulos finales de Juan narran los acontecimientos en torno al arresto, al juicio, a la crucifixión, a la
resurrección y a las apariciones de Jesucristo posteriores a la resurrección.
Marque estas palabras clave y sus sinónimos: testimonio (testificar), creer, amar, verdad, verdadero, vida,
rey y reino.
Tenga presente al mismo tiempo que es Lucas quien narra los acontecimientos en orden cronológico.
Una vez más determine los temas de los capítulos y anótelos como en los casos anteriores.
resuma en una hoja lo que Juan enseña acerca del Reino de Dios. Las únicas menciones del reino se
encuentran en el capítulo 3 (dos veces) y en el versículo 18:36 (tres veces). Los otros casos en que se hace
mención de Jesús como Rey se encuentran en la primera y en la última sección de este evangelio.
Estructura de Juan
Título: “Jesucristo el hijo de Dios”
Versículo Clave: 20:31 “Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo,
el hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”
9:5 “Yo soy la luz del 9:1 La luz del mundo soy
mundo”
10:7 “Yo soy la puerta” la
“El discípulo a quien [Jesús] amaba” (Jn. 13:23; 19:26) era natural de Betsaida. Hijo de
•Zebedeo (Mt. 4:21), un empresario de la pesca en el mar de Galilea. Su madre se llamaba •Salomé (Mt.
27:55–56). Junto con su hermano •Jacobo y otros obreros trabajaba en el negocio de su padre (Mr. 1:19–
20). Pertenecía a una clase acomodada, pues su madre era una de las que, cuando el Señor Jesús “estaba
en Galilea, le seguían y le servían” (Mr. 15:40–41), junto con “otras muchas que le servían de sus
bienes” (Lc. 8:3). El hecho de que fuera un “conocido del sumo sacerdote” y que pudiera entrar en el
patio de su casa y hacer pasar a Pedro la noche del juicio del Señor, parece confirmar esa idea (Jn. 18:15).
Antes de conocer al Señor Jesús, J. fue discípulo de •Juan el Bautista. El Señor le encontró, junto con
Jacobo, en la barca de su padre, mientras “remendaban las redes” y les llamó (Mr. 1:19–20). De todos los
discípulos de Cristo, tres eran los que formaban el círculo íntimo: Pedro, Jacobo y J. A estos tres permitió
el Señor que presenciaran la resurrección de la hija de Jairo (Mr. 5:37–43). De igual manera, fueron ellos
quienes le acompañaron en el monte de la transfiguración (Mr. 9:2–9) y en el huerto de Getsemaní (Mr.
14:33–40). Estos privilegios quizás llevaron a Salomé, la madre de J. y Jacobo, a quienes el Señor
llamaba “Boanerges, esto es, hijos del trueno” (Mr. 3:17), a pedir al Señor que en su reino sus dos hijos
se sentaran en lugares de honor (“... uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda”). El Señor respondió que
eso no lo podía dar él, pues era decisión del Padre. Al oír las pretensiones de la familia de Zebedeo, los
otros discípulos “se enojaron contra los dos hermanos” ( Mt. 20:20–24). El Señor encomendó a Pedro y a
J. que prepararan el cordero de lo que sería la última pascua (Lc. 22:8) y en la cena, J. “estaba recostado
cerca del pecho de Jesús”, por lo cual Pedro le hizo señas para que preguntara al Maestro quién era el que
le iba a entregar. El Señor le dijo: “A quien yo diere el pan mojado, aquél es”, y así señaló a •Judas (Jn.
13:23–26).
En la hora de la crucifixión, el único discípulo que se menciona como cerca de la cruz fue J., a quien
Cristo encomendó que cuidara de su madre (“He ahí tu madre” [Jn. 19:26–27]). Pedro y J., tras oír el
testimonio de María Magdalena, que había encontrado vacío el sepulcro, se dirigieron allí corriendo. J.
“corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro” (Jn. 20:1–8). También estuvo cuando el
Señor se manifestó en el mar de Galilea con una pesca milagrosa (Jn. 21:1–25). Nuevamente aparecen
juntos Pedro y J. en Hch. 3:1–11 cuando, subiendo al templo a orar, curaron a un cojo de nacimiento.
“Jacobo, Cefas y J.... eran considerados como columnas” de la iglesia de Jerusalén, según dice Pablo en
Gá. 2:9.
Juan vivió una larga vida, y terminó sus días en la ciudad de Éfeso. Ireneo, que fue obispo de Lyon en el
año 177 d.C., da testimonio de que escribió o hizo escribir su Evangelio durante su estancia en la
mencionada ciudad asiática. En tiempos de Domiciano, fue deportado a la isla de Patmos, donde escribió
el Apocalipsis. En la tradición cristiana se llama a J. “el divino”, o “el teólogo”.
El llamado de Jesús en Juan 7:37 fue mucho más espectacular de lo que se dan cuenta los lectores
modernos. Eligió un tiempo en que Jerusalén estaba repleta de visitantes y un momento crucial en las
festividades en que podía atraer la mayor atención. Sería como si alguien interrumpiera un programa
radial de un llamado presidencial para anunciar: “Interrumpimos este programa para presentarles un
informe especial”.
La Fiesta de los Tabernáculos llenaba Jerusalén con un exceso de multitudes festivas. Cada familia judía
que viviera a unos treinta Km. de la ciudad tenía que salir de su hogar y vivir en un tienda como
recordatorio de la vez que Israel había vagado por el desierto. Muchos elegían estar dentro de la ciudad
por una semana. Las reuniones y fiestas se alternaban con procesiones solemnes del templo hacia el
estanque se Siloé (9:7). Abriéndose camino a empujones por las calles repletas, la multitud cantaba los
Salmos 113 - 118 en anticipación del justo reinado de Dios sobre Jerusalén.
Jesús trató de pasar inadvertido en la fiesta de ese año (7:2-10). Enseño en el Templo (7:14), pero esperó
el momento justo para anunciarse públicamente. Lo hizo el último día de la fiesta (7:37), probablemente el
punto culminante de la procesión diaria.
Como en los seis días previos, el sumo sacerdote llenó una copa de agua del estanque de Siloé y la llevó
de vuelta al Templo, donde la derramó a vista de todo el pueblo. Cada día en ese punto, las muchedumbres
cantaban: “Alabad a Jehová” (Sal 118:1) y “Oh Jehová, sálvanos ahora, te ruego; te ruego, oh Jehová, que
nos hagas prosperar ahora” (Sal 118:25), y de nuevo: “Alabad a Jehová”. Después agitaban ramas de
mirto, sauce y palmera hacía el altar, como si recordaran a Dios sus promesas. Más tarde, después de una
pausa, se ofrecían sacrificios.
Sin en embargo, el último día, justo después que las muchedumbres no sólo habían ondeado sus ramas,
sino también, como era costumbre, literalmente las sacudieron hasta romperlas en un frenesí de
entusiasmo, de pronto se oyó una voz: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba” (Jn 7:37). El tiempo de
Jesús no pudo ser más perfecto a su llamado más explícito. Estaba anunciando que no era otro que el
Mesías esperado por tanto tiempo que derramaría el Espíritu Santo, como lo reconocieron muchos de la
muchedumbre inmediatamente (7:39-43).
Juan 7:37 actúa como un punto central para este relato de muchas maneras. Desde ese punto en adelante,
aumentó la hostilidad de los enemigos de Jesús hasta que finalmente lo arrestaron (18:12) con vanas
esperanzas de tomar “el agua viva”.
8. LAS PARÁBOLAS: ¿ENTIENDE USTED SU SENTIDO?
Contenidos
1. 1 LAS PARÁBOLAS EN LA HISTORIA
2. 2 CARACTERÍSTICAS DE LAS PARÁBOLAS
1. 2.1 Clases
2. 2.2 Función de las parábolas
3. 3 LA EXÉGESIS DE LAS PARÁBOLAS
1. 3.1 Búsqueda de los puntos de referencia
2. 3.2 Identificación de los oyentes
3. 3.3 Las parábolas sin contexto
4. 3.4 Las parábolas del Reino
4. 4 LA CUESTIÓN HERMENÉUTICA
Se debe anotar al principio que todo lo que se dijo en el capitulo 7 acerca de las enseñanzas de Jesús
en los evangelios se aplica también a las parábolas. ¿Por qué entonces necesitan las parábolas su
propio capitulo en un libro como éste? ¿Cómo podrían presentar problemas estas historietas directas y
sencillas que Jesús contó para el lector o el intérprete? Parece que habría que ser muy tonto para no
entender el significado del buen samaritano o del hijo pródigo. La lectura misma de esas historias punza el
corazón o lo consuela.
Sin embargo, se necesita un capitulo especial porque, aunque sean atractivas y sencillas, la mala
interpretación de las parábolas en la Iglesia es superada solamente por el Apocalipsis.
Por novedoso y atractivo que pueda ser todo esto, uno puede estar seguro de que no es lo que Jesús
quiso decir. Al fin y al cabo, el contexto se refiere claramente a la comprensión de las relaciones humanas
(¿quién es mi prójimo?), no las de Dios con el hombre. No hay razón para pensar que Jesús fuera a
predicar a la Iglesia y a Pablo de este modo tan difícil de comprender.
En verdad es dudoso en extremo que la mayoría de las parábolas fueran para un círculo reducido de
personas. En tres casos por lo menos, Lucas dice específicamente que Jesús enseñaba en parábolas a la
gente (15:3; 18:9; 19:11), con lo que indica claramente que entendían las parábolas. Además, el intérprete
de la ley a quien Jesús le dijo la parábola del Buen Samaritano (Lucas 10:25-37) entendió la parábola, y
también los jefes de los sacerdotes y los fariseos entendieron la parábola de los mayordomos en Mateo
21:45.
Si a veces tenemos problemas para entender las parábolas, no es porque sean alegorías para las cuales
necesitemos claves de interpretación especiales, sino por algunas cosas que ya sugerimos en el capítulo
previo sobre los evangelios. Una de las claves para entenderlas está en el descubrimiento de los oyentes
originales a los cuales fueron dichas; como anotamos, muchas veces llegaron a los evangelistas sin un
contexto.
Si las parábolas, entonces, no son misterios alegóricos para la Iglesia, ¿qué quiso decir Jesús en Marcos
4:10-12 al hablar del misterio del reino y su relación con las parábolas? Es posible que la Las parábolas:
¿entiende usted su sentido? 121 clave para este dicho esté en un juego de palabras en arameo, el idioma
materno de Jesús. La palabra mezal, que se tradujo parabalé
en griego, se usaba para todo un conjunto de figuras de dicción en la categoría de las adivinanzas, los
rompecabezas, los enigmas y las parábolas, y no solamente para la variedad de historias
llamada "parábolas" en castellano. Probablemente el versículo 11 quisiera decir que el significado del
ministerio de Jesús (el secreto del reino) no podía ser percibido por los de afuera; era como un mezal,
una adivinanza, para ellos. De donde su discurso en mazelin (parábolas) era parte del mezal (adivinanza)
de todo su ministerio para ellos. Ellos veían, pero no podían ver; oían - y aun entendían - las parábolas,
pero no sabían apreciar todo el empuje del ministerio de Jesús.
Nuestra exégesis de las parábolas, por lo tanto, debe comenzar con las mismas suposiciones que hemos
hecho con respecto a los otros géneros hasta ahora. Jesús no estaba tratando de ser oscuro; El quería que
10 entendieran. Nuestra tarea es ante todo tratar de oír lo que ellos oyeron. Ahora bien, antes de poder
hacer eso adecuadamente, debemos comenzar a considerar esta pregunta: ¿Qué es una parábola?
CARACTERÍSTICAS DE LAS PARÁBOLAS
Clases
La primera cosa que debemos notar es que no todos los textos que llamamos parábolas son del mismo
tipo. Hay una diferencia fundamental, por ejemplo, entre el buen samaritano (verdadera parábola), por una
parte, y la levadura en la masa (símil), por otra, y ambas difieren de los dichos: "Vosotros sois la sal de la
tierra" (metáfora), o "¿Recoge la gente uvas de los espinos, o higos de los cardos?" (epigrama). No
obstante, todos ellos se hallan de vez en cuando al estudiar las parábolas.
El buen samaritano es un ejemplo de parábola verdadera. Es una historia, pura y sencilla, con principio
y fin; tiene una especie de "trauma". Otras parábolas semejantes son la oveja pérdida, el hijo pródigo, la
gran cena, los obreros de la viña, el hombre rico y Lázaro, y las diez vírgenes.
La levadura y la masa, en cambio, es un símil. Lo que se dice de la levadura, o del sembrador, o de la
semilla de mostaza, siempre fue cierto con respecto a la levadura, la siembra o las semillas de mostaza.
Tales "parábolas" son más bien ilustraciones de la vida cotidiana que Jesús tomó para hacer entender el
significado de algo.
Dichos como "vosotros sois la sal de la tierra", difieren de los anteriores. Estos se llaman algunas veces
dichos parabólicos, pero en realidad son metáforas y símiles. A veces se parecen a una semejanza, pero su
propósito - su razón de ser - es muy diferente.
Debe notarse además que en algunos casos, especialmente el de los labradores malvados (Marcos 12:1-
11; Mateo 21:33-44; Lucas 20:918) una parábola puede acercarse mucho a la alegoría, cuando muchos
detalles de una historia tienen el propósito de representar alguna otra cosa (así como en la mala
interpretación que hizo Agustín del buen samaritano). Ahora bien. las parábolas no son alegorías, aunque
a veces tengan lo que nos parece que son rasgos
alegóricos. La razón de que podamos estar seguros de eso está en sus funciones diferenciantes. Como
todas las parábolas no son del mismo tipo, no se pueden trazar reglas que las cubran todas. Lo
que decimos aquí se aplica a las parábolas propiamente dichas, pero mucho de lo que se dice, también
abarca a los otros tipos.
LA CUESTIÓN HERMENÉUTICA
La tarea hermenéutica propuesta por las parábolas es muy singular. Tiene que ver con el hecho de que
cuando fueron expresadas en su origen, rara vez necesitaban interpretación. Representaban una necesidad
inmediata para los oyentes, y parte del efecto de muchas de las parábolas era su poder de "cautivar" al que
las escuchaba. En cambio, llegan hasta nosotros en forma escrita y con necesidad de interpretación.
precisamente porque nos falta la comprensión inmediata de los puntos de referencia, que tenían los
oyentes originales.
¿Qué hacemos, entonces? Sugerimos dos cosas:
1. Como siempre. nuestro interés fundamental está en las parábolas, en su contexto bíblico actual. Las
parábolas están en un contexto escrito, y mediante el proceso exegético que se acaba de
describir, podemos descubrir su significado y su mensaje. con un alto grado de precisión. Lo que
necesitamos hacer entonces es lo que hizo Mateo (18:10-14; 20:1-16j: Traducir ese mismo mensaje a
nuestro propio contexto.
Aun se las puede tratar de relatar de nuevo, de modo que con nuevos puntos de referencia. nuestros
oyentes puedan sentir el enojo o el gozo que experimentaron los oyentes originales. La versión siguiente
del buen samaritano no es inspirada, pero esperamos que ilustre una posibilidad hermenéutica. Se supone
que los oyentes forman una congregación evangélica hispana.
Una señora se encontraba en una esquina de una calle muy concurrida, en una gran ciudad. La rodeaban
cuatro niños harapientos y sucios. Quería pedir limosna, pero se moría de la vergüenza, pues nunca antes
se había visto en tal necesidad. Pero ahora, con su esposo muerto después de una larga enfermedad, y el
terrenito familiar perdido a manos de los acreedores, habían tenido que huir a la ciudad, donde quizá
encontrarían la seguridad que habían
perdido.
Un sacerdote que pasaba se detuvo para darle ánimo: "No se preocupe, señora. La pobreza es una
virtud. Rece tres Padrenuestros, y Dios proveerá." Y siguió adelante. Poco después pasó un misionero
protestante que le entregó unos trataditos con mensajes evangélicos, oró con ella y la invitó a ir al culto en
una iglesia cristiana.
Por último, se detuvo allí una señora que jamás iba a iglesia alguna y era mal vista por los cristianos.
Después de saludar amablemente a la pobre señora y de acariciar a los niños, le insistió en que
la acompañara a su casa, y allí les sirvió una sopa caliente, bañó a los niños y les consiguió ropa limpia. Al
día siguiente, llevó a la señora a trabajar con una familia de buenos recursos que ella conocía. En poco
tiempo, la señora y los niños pudieron reorganizarse y vivir
independientes.
Como se ve en la historia anterior, la semejanza con la parábola del buen samaritano salta a la vista.
Dejamos la reacción al lector, aunque debemos anotar que no fueron los que suponíamos que la debían
ayudar quienes resolvieron la gran necesidad de la señora y sus niños, sino aquella persona a quien nos
sentimos más inclinados a criticar.
Esta adaptación de la parábola a nuestro contexto social puede parecer muy dura, pero insistimos en que
hay que estar seguro de haber hecho la exégesis con mucho cuidado antes de buscar una nueva forma de
llevar el mismo mensaje de la parábola a una audiencia contemporánea. Sin embargo, nuestra experiencia
nos ha enseñado que la mayoría tenemos un concepto demasiado elevado de nosotros mismos, y nos
aprovechamos de la adaptación de algunas parábolas de Jesús para manifestar nuestra propia carencia de
perdón en el corazón (Mateo 18:23-35), o nuestro enojo por las "injusticias" de Dios (Mateo 20:1-16), o
nuestro orgullo por nuestra propia posición en Cristo, en comparación con los "malos" (Lucas 18:9-14).
No sabíamos si reír o llorar cuando nos hablaron de un maestro de escuela dominical que, después de una
hora de instrucción sobre la parábola del fariseo y el publicano, en la que explicó los abusos del
fariseísmo, concluyó en oración y con absoluta seriedad "¡Gracias. Señor, porque no somos como el
fariseo de esta historia!" No nos reímos porque tampoco queríamos que nuestra risa dijera: "¡Gracias,
Señor, porque no somos como ese maestro de escuela dominical!"
2. La otra sugerencia hermenéutica es que todas las parábolas de Jesús son, en cierto modo, vehículos
para la proclamación del Reino. Por lo tanto, es necesario entender bien el significado del Reino dentro
del ministerio de Jesús.
El mensaje urgente del Reino, como presente y a consumarse pronto a la vez, todavía es necesario en
nuestro tiempo. Los que tratan de asegurar su vida con posesiones, necesitan urgentemente oír el mensaje
del juicio inminente, y los perdidos necesitan oír las Buenas Nuevas. Esto dijo con elocuencia [Joachím
Jeremías (Hediscovering the Parables. Nueva York: Scribner's, 1966, p. 181):
La hora del cumplimiento ha llegado; esa es la nota sobresaliente de todas ellas. El hombre fuerte está
desarmado. Ias fuerzas del mal tienen que ceder, el médico ha venido
a ver al enfermo, los leprosos son limpiados, la pesada carga de culpabilidad es quitada, la oveja perdida
es traída a casa, la puerta de la casa del Padre está abierta, los pobres y los mendigos son llamados al
banquete, un amo cuya bondad es inmerecida paga salarios completos, y un gran gozo llena todos los
corazones. El año aceptable de Dios ha llegado, pues ha aparecido Aquel cuya majestad velada
resplandece a través de cada palabra y cada parábola: el Salvador.
2. Este discípulo: 5
Juan 13:24 “A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquel de
quien hablaba.”
Juan 18:16 “mas Pedro estaba afuera, a la puerta. Salió, pues, el discípulo que era conocido
del sumo sacerdote, y habló a la portera, e hizo entrar a Pedro.”
Juan 21:23 “Por este motivo corrió entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no
moriría. Pero Jesús no dijo que no moriría, sino solamente: Si quiero que él permanezca
vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti que?”
Juan 21:24 “Éste es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y las escribió. Y estamos
convencidos de que su testimonio es verídico”
3. El otro discípulo: 5
Juan 18:15 “Y seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Y este discípulo era
conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote”
Juan 20:8 “En ese momento entró también el otro discípulo, el que había llegado primero
al sepulcro; y vio y creyó”
4. Los Doce Discipulos
Nombre Ocupación Característica Hechos Lo que Lección de Referencia
s importantes Jesús dijo su vida s seltas
FELIPE Pescador Actitud crítica Le habló a Le preguntó Dios usa Moteo 10:3
Natanael si no se nuestras Juan 1:43-
acerca de daba preguntas 46
Jesús; se cuenta que para Juan 6:2-7
maravillo de conocerlo y enseñarnos. Juan 12:20-
que Jesús verlo a ÉL 22
pudo alimentar era ver y Juan 14:8-
a cinco mil; conocer al 11
pidió a Jesús Padre.
que mostrará a
Dios el Padre a
sus
seguidores;
Andrés y él
dijeron a Jesús
que los griegos
querían verlo
BARTOL Desconocid Honesto e En un principio Lo llamó un Marcos
O MÉ a intrego rechazó a “verdadero 3:18
(Natanael Jesús por ser israelita” y Juan 1:45-
) de Nazaret, uno “en 51
pero cuando se quien no Juan 21:1-
encontraron lo hay 13
reconoció engaño”.
como el “Hijo
de Dios” y “Rey
de Israel”.
TOMÁS Desconocid Valiente e Sugirió que los Le dijo que Aun cuando Mateo 10:3
(el a incrédulo discípulos creía los cristianos Juan 14:5
mellizo) fueran con porque lo experimente Juan 20:24-
Jesús a había visto n serias 29
Betania, después de dudas, Juan 21:1-
aunque les su Jesús está 13
costara la resurrecció dispuesto a
muerte; n. restaurarlos
preguntó a en su fe.
Jesús dónde
iba; dijo que no
creería en la
resurrección de
Jesús mientras
no lo viera
personalmente
y tocará sus
heridas.
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personalmente
y tocará sus
heridas.
Ocasión de Juan
Juan deja claramente definidos la ocasión y el propósito de su evangelio: “Jesús hizo muchas otras
señales milagrosas delante de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han
escrito para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo en él tengan
vida” (20:30-31). Esta declaración indica que Juan se dirige a un grupo de iglesias cristianas con la
intención de profundizar su fe en Jesús como el Mesías e Hijo se de Dios.
Por los primeros tres capítulos del Apocalipsis sabemos que hubo diversos problemas en las
iglesias de Asia Menor. El Evangelio de Juan por su parte da a entender que los conflictos que afectaban a
estas iglesias eran tanto interiores como exteriores. Uno de esos conflictos evidentes lo ocasionó el medio
ambiente de los judíos incrédulos, pues Juan describe la situación con términos más enérgicos aunque
Mateo. En el Evangelio de Juan, “judío” equivale a judío descreído”. Los judíos niegan que Jesús es el
Hijo de Dios y tienen deseos de matarlo (5:18). Se comportan como hijos del diablo (8:39-44) y ratifican
lo que Jesús vaticinó respecto de la oposición permanente que les harían a los cristianos (16:2).
Sin embargo, Juan no es anti-semita. Sus palabras duras son al mismo tiempo un llamado al
arrepentimiento. Juan recuerda a sus lectores que “la salvación viene de los judíos” (4:22). El sumo
sacerdote de los judíos – así nos informa Juan – reconoce que Jesús muere también por el pueblo judío
(11:49-51). En el Evangelio de Juan se lo llama a Jesús “el Rey de Israel” (1:49) y “Rey de los Judíos”
(19:19). Esto indujo a algunos a ver en el Evangelio de Juan ante todo una apelación de contenido
misionero dirigida al pueblo judío.
Otro conflicto que inquieta a las iglesias en Asia Menor se supone que tuvo como protagonista a
los discípulos de Juan el Bautista, que aparentemente seguían existiendo como una secta separada, y se
habían extendido a Efeso entre los años 50 y 60 d.C. (Hch 19:1-7), lugar donde Juan probablemente
escribió su evangelio. Es sabido que una secta de características similares existe aún hoy día a lo largo del
río Eúfrates, gente que sostiene ser seguidores de Juan el Bautista. No cabe duda de que en Efeso
subsistían las evidencias de tal fidelidad a Juan el Bautista incluso hasta fines del siglo primero. Esta
situación explica por qué Juan declara tan categóricamente que Juan el Bautista está subordinado a Cristo:
“Juan no era la luz, sino uno enviado a dar testimonio de la luz” (1:8). No era el Cristo sino meramente
una voz que grita en el desierto (1:19-23). Juan el Bautista mismo afirma: “El (Cristo) ha de ir
aumentando en importancia y yo disminuyendo” (3:28-30) y dice, señalando a Jesús que se viene
acercando a Él: “¡Miren, éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!” (1:29-36).
Un tercer conflicto en la iglesia de Efeso y alrededores lo provocó la actividad herética de un tal
Cerinto. La herejía de Cerinto, conocida con el nombre de “gnosticismo”, se basaba en la supuesta
existencia de un dualismo radical de elementos materiales y espirituales, irreductibles entre sí. Esa falsa
enseñanza sostenía que todo cuanto está formado por materia – los objetos físicos – es esencialmente
malo, y que todo lo espiritual inmaterial es bueno. El problema para los gnósticos era, por lo tanto: ¿Cómo
se explica que un Dios bueno pudo crear un universo físico o material? La solución que encontraron fue
negar lo que el Génesis dice en cuanto a la creación del mundo, y responsabilizar a cierta deidad inferior
de la existencia del universo material. En el comienzo mismo de su Evangelio, Juan sale al cruce de esta
herejía con términos inequívocos, afirmando que en el principio Jesús, llamado la Palabra, estaba con Dios
y era Dios y tomó parte activa en la creación: en efecto, nada de lo que existe fue hecho sin él (1:1-3).
Otro problema para los gnósticos lo constituía la persona de Jesucristo. No podían comprender
conforme a su dualismo básico, cómo una deidad (espiritual) puede hacerse carne y sangre (material). En
este caso, la solución fue negar rotundamente que jamás haya ocurrido tal encarnación. A este efecto
hicieron una distinción entre Jesús y Cristo. Jesús, decían, nació como ser humano con un cuerpo físico.
En su bautismo, el Cristo celestial tomó posesión de Jesús y le confirió el poder de hacer milagros. Pero
poco antes de la muerte de Jesús en la cruz, el Cristo celestial se separó de él. Solamente murió el Jesús
humano, así como había nacido sólo el Jesús humano. Las palabras de Jesús: “Dios mío, Dios mío, ¿por
qué me has abandonado? (Mt 27:46; Mr 15:34) fueron interpretadas por los gnósticos como: “Poder mío,
Poder mío, ¿por qué me has abandonado? o sea, como que en ese momento, el Cristo celestial se apartó de
Jesús humano, de modo que quien murió en la cruz fue un ser humano nada más.
Es digno de notar cómo el Evangelio de Juan da por tierra con esta falsa enseñanza de los
gnósticos. Juan afirma con toda claridad: “La Palabra se hizo carne” (griego: sarx) (1:14). Relata que Juan
el Bautista llamó a Jesús “el Cordero de Dios”, es decir, el Cristo sacrificado por los pecados del mundo y
muerto en la cruz /1:29). Y al final del evangelio, el discípulo Tomás exclama ante el Jesús resucitado:
“¡Señor mío, y Dios mío!” (20:27-28). Asimismo, Juan cuenta que del costado de Jesús fluyó sangre y
agua (19:34) – agua en que Jesús un día fue bautizado, y sangre causada por su crucifixión – lo que
implica que el mismo Jesucristo que estuvo presente en su bautismo, murió también en la cruz (Esta
implicancia se destaca con claridad aún mayor en 1 Juan 5:6).
La Literatura Juanina
La tradición eclesiástica atribuye al apóstol Juan la paternidad literaria del Evangelio de Juan, de 1, 2 y 3
Juan y de Apocalipsis.Sólo el último da el nombre de su autor (aunque no lo identifica como apóstol), y
esta anonimia ha dado lugar en los últimos ciento sesenta años a muchas conjeturas respecto a los
verdaderos autores o redactores de estos cinco escritos. Sin embargo, las pruebas internas apoyan la teoría
tradicional. Sobre todo, si Juan confió a diferentes secretarios o discípulos la redacción final, es probable
que haya sido el autor de todos. Si es así, bien merece la designación de «Juan el teólogo» que le otorgó la
iglesia de los primeros siglos. Puesto que no era versado en la erudición rabínica en el año ca. 31 ( Hch
4.13 ), el merecer semejante reputación a fines del siglo era algo extraordinario.
El único Juan mencionado en el cuarto Evangelio es el Bautista, pero es probable que «el discípulo a
quien Jesús amaba» sea el apóstol. De ahí, pues, tenemos nuevos datos sobre Juan, en este caso
autobiográficos. (Los «hijos de Zebedeo» figuran en 21.2 , pero en este capítulo se emplea un vocabulario
un poco distinto del usado en el resto del Evangelio de Juan, lo cual le resta valor como prueba.)El
discípulo amado solo aparece a partir de la última cena. «Estaba reclinado en el seno de Jesús» y le
preguntó, a petición de Pedro, quién era el traidor ( Jn 13.23–26 ). Al pie de la cruz, el discípulo amado
oyó las palabras con las que Jesús le encargó el cuidado de María su madre. En seguida Juan la recibió en
su casa ( 19.26s ).
En la carrera hacia la tumba vacía, Juan llegó antes que Pedro, y al ver las pruebas fue el primero en
comprenderlas ( 20.2–10 ). También fue el primero en reconocer al Señor resucitado al verlo en la playa (
21.7 ). De él hablaba Jesús cuando dijo a Pedro: «Si quiero que él quede hasta que yo venga ¿qué a ti?»,
dicho que causó perplejidad en la iglesia cuando el discípulo amado murió (o estaba para morir) sin que el
Señor hubiese venido ( 21.20–23 ). En 21.24 se atribuye a este discípulo tanto el testimonio que
fundamentaba este Evangelio como su composición literaria.
De 1 Juan no se desprenden datos precisos respecto a su autor, pero las otras dos epístolas hablan de un
«anciano» o «presbítero» ( 2 Jn 1 ; 3 Jn 1 ) muy activo en el gobierno y supervisión de iglesias
(evidentemente en Asia Menor), pero cuya autoridad era discutida. Apocalipsis también revela un autor
interesado en las congregaciones de Asia Menor. Este Juan, que se identifica como «siervo» ( 1.1 ) y
«profeta» ( 1.3 ; 10.11 ; 22.7 , 10 , 18s ), desterrado en la isla de Patmos por su testimonio cristiano ( 1.9 ).
Arqueología Juan
AUDITORIO
El evangelio de Juan se escribió para los creyentes no judíos y para no creyentes inquisitivos que luchaban
con filosofías griegas populares que alegaban que Jesús era divino, pero no verdaderamente humano (Los
gnóstico). Juan expresó su propósito principal para escribir en 20:31: «para que ustedes crean que Jesús es
el Cristo, el Hijo de Dios».
TEMAS
El evangelio de Juan incluye los siguientes temas:
Jesús es Dios. Juan identificó a Jesús como la Palabra quien estaba con Dios en el principio (1:1-2), el
«unigénito del Padre» (1:14) que «nos lo ha dado a conocer» (1:18). Jesús es «igual a Dios» (5:18) y se
identificaba a sí mismo como Dios (8:58; 9:35-37; 10:36; 14:9).
Jesús es el Mesías. Los milagros documentados en Juan funcionan principalmente como «señales» que
apuntan a la identidad mesiánica de Jesús, señales de la presencia de Dios en las obras y las palabras de
Jesús, cada una pidiendo un compromiso: ¿Quién es realmente este Jesús?
Elija entre creer o no creer. Los milagros de Jesús fomentaron la creencia en algunos (2:11; 9:1-39;11:1-
44), pero solo endurecieron la oposición de otros (11:46-57). Comúnmente afirmamos que «ver es creer»,
pero en Juan «creer es ver».
NOTAS CULTURALES E HISTÓRICAS
La teología de Juan del Verbo (griego logos) está arraigada en el Antiguo Testamento, pero también trata
con preocupaciones filosóficas en el mundo griego. La frase «En el principio ya existía el Verbo» (Jn 1:1)
obviamente hace eco de Génesis 1, el cual hace constar que Dios creó plemente hablando (p.ej., «Que
exista la luz!” en v. 3). Es decir, Dios creó por medio de su palabra. Existe poca duda de que este es el
origen principal del uso de logos en Juan 1: La palabra de Dios trajo al universo a la existencia ordenada.
Los Targumes judíos hacen eco de este entendimiento de la Palabra divina. Frecuentemente utilizan el
término memra (derivado de la palabra aramea para «hablar») para describir la actividad creativa de Dios,
y esto pudo haber contribuido al lenguaje que encontramos en Juan 1.
La palabra logos, sin embargo, también tenía una tradición rica en el pensamiento griego. Mientras que
logos puede ser un término muy general, significando simplemente «palabra, relato, explicación o cosa»,
el filósofo Heráclito (aprox. 535-475 a.C.) hizo uso de él en el sentido de un principio ordenador para el
universo. Por lo tanto, el logos es la lógica divina que le da orden al universo. Heráclito parece haberlo
asociado con el fuego y haberlo vinculado con la razón dentro de los seres humanos. Este sentido de logos
fue desarrollado por completo por los estoicos, quienes enseñaban que el universo estaba impregnado por
el logos que daba orden y racionalidad a todas las cosas. En el estoicismo tardío este logos podía ser
igualado con pneuma, «espíritu», un compuesto de fuego y aire, impregnado por la razón. Existía un logos
dentro de cada persona individual (i.e., la razón humana) y un logos que dominaba al universo (i.e., la
racionalidad que gobierna al mundo). En consecuencia, el dentro de los seres humanos les permitía
moverse en armonía con el logos del universo. Se pensaba que aquellos que eran gobernados por pasiones
y emociones, sin embargo, se habían alejado del logos del universo y se comportaban como bestias. Este
concepto proveyó la base para el sistema ético de los estoicos.
¿Qué quería decir Juan cuando describió a Jesús como el logos? Como se mencionó arriba, el vínculo con
Génesis 1 es primordial., el logos es a través del cual «todas las cosas fueron creadas» (v. 3), es decir,
Cristo. Pero allí puede haber una segunda aplicación del término dirigido al lector griego educado. Cristo
en su persona es el Logos. La verdad, el principio guiador del universo y el alma de cada persona, no es
solo una simple abstracción de «racionalidad» teórica, sino una persona. A través de esta persona, el
Logos, el individuo puede obtener armonía con Dios y su creación.
SITIOS ARQUEOLÓGICOS
Juan 2. “Caná de Galilea”
Juan es el único escritor del Nuevo Testamento que menciona a Caná de Galilea, y el solo alude a su
ubicación. El hecho de que la familia de Jesús tenía amigos o familiares ahí y fueron capaces de asistir un
matrimonio ahí, sugiere que Caná no estaba muy lejos de Nazaret. Además, Juan 4:46-54 implica que el
viaje de Cana a Capernaúm requería un poco más de medio día de viaje.
Durante mucho tiempo, los peregrinos cristianos han asociado a Caná con el pueblo de Kefar Kana,
ubicado 6,5 km al noreste de Nazaret. Esto es probablemente incorrecto, a pesar de la presencia ahí de
iglesias que alegan preservar la tradición del milagro de la boda. Hoy día, la mayoría de los eruditos están
de acuerdo en que Khirbet Qana, ubicado 14,5 km al norte de Nazaret y justo al
norte del Valle de Bet Netofa, es el candidato más probable (aunque ambos Kefar Kana y Khirbet Qana
cumplen con los requisitos del evangelio de Juan).
La excavación en Khirbet Qana comenzó en 1998. Se han encontrado restos del periodo neolítico hasta el
periodo moderno, pero la mayoría de la evidencia física (cerámica, monedas y restos de hogares) se
remonta desde el periodo romano hasta el bizantino. También se han encontrado restos de lo que pudo
haber sido una sinagoga del primer siglo (aunque esto aún no se ha establecido firmemente), junto con una
miqveh (una piscina para la limpieza ritual judía). Las cisternas contenían agua para el pueblo ya que
parece que no había ningún acueducto. Juan 2:6 menciona que se almacenaba agua en tinajas de piedra.
No es probable que la arqueología provea evidencia decisiva de que Khirbet Qana era Caná de Galilea, no
obstante la sola posibilidad de descubrir allí artefactos que existieron cuando Jesús hizo su primer milagro
es profundamente emocionante.
SITIOS ARQUEOLÓGICOS
El distanciamiento entre los samaritanos y el pueblo de Judea se remonta a un periodo antiguo. Según 2
Reyes 17, los samaritanos eran los descendientes de los pueblos mesopotámicos quienes habían sido
establecidos a la fuerza en las tierras del norte de Israel por el rey de Asiria debido al exilio de 722 a.C.
Ellos combinaron la adoración a Yahveh con prácticas idólatras. La construcción de un templo samaritano
para Yahveh en el monte Guerizín y el establecimiento de un sacerdocio hereditario rival data del siglo IV
a.C. Josefo reportó que el sumo sacerdote, Manasés, fue amenazado con la expulsión de Jerusalén debido
a su esposa extranjera, Nikaso, la hija del samaritano Sanbalat. Sanbalat por su parte prometió preservar el
sacerdocio para Manasés, nombrarlo gobernador sobre sus tierras y construir un templo similar al de
Jerusalén en el monte Guerizín siempre que Manasés se quedará con su hija (Josefo, Antigüedades,
11.8.2).
Los samaritanos, sin embargo, se consideraban a sí mismos como los fieles descendientes de Israel y veían
al pueblo de Judea como apóstata. Ellos solamente aceptaban al Pentateuco como la Escritura; en su
versión, el monte Guerizín se describe como el lugar elegido para el santuario (Dt 11:29-30; cf. Jn 4:20).
La historia del sitio del templo en el monte Guerizín está llena de confusión:
Desde la época de la construcción del templo samaritano (frecuentemente fechado a 388 a.C.), Samaria
funcionó como un estado-templo bajo el liderazgo de su propia aristocracia sacerdotal. .
Durante un periodo de dominio griego, el templo samaritano fue renombrado como el templo a Zeus
Hospitalario (2Mc 6:2).
Después del éxito macabeo, el templo samaritano fue atacado y destruido por el sacerdote rey hasmoneo
Juan Hircano en 128 a.C. (Antigüedades. 13). Este hecho selló una ruptura permanente entre las dos
comunidades y en clan parte subyace la hostilidad entre los judíos y los samaritanos reflejada en el Nuevo
Testamento (4. 9).
El emperador Adriana construyó ct,o templo para Zeus ahí (siglo II d.C.).
El emperador cristiano Justiniano construyó una iglesia en este sitio (siglo VI), la cual fue destruida
después por los árabes (siglo VII).
Los arqueólogos han descubierto restos de la iglesia de Justiniano, del templo de Adriano y del templo que
destruyó Juan Hircano. Las palabras de la mujer en el pozo reflejan la devoción samaritana a este sitio.
Los samaritanos, como los judíos, esperaban que llegara un Mesías. Ellos reverenciaban a Moisés como el
verdadero profeta y, basándose en Deuteronomio 18, conservaban esperanzas de que un profeta como
Moisés algún día los restauraría a ellos y a su santuario. Describieron esta figura mesiánica como el
Restaurador. Un documento samaritano llamado Memar Marqah, aunque escrito en el siglo IV d.C.,
contiene tradiciones samaritanas antiguas. Declara, «Que llegue salvo el Restaurador y sacrifique una
ofrenda verdadera. El Restaurador vendrá en paz y revelará la verdad y purificará al mundo y establecerá
las cabezas de las personas como lo estaban antes» (Memar Marqah, 2:33,70,180). La mujer samaritana
reflejó esta expectativa cuando declaró, «Sé que viene el Mesías...Cuando él venga nos explicará todas las
cosas» (v. 25). La respuesta de Jesús fue, como era su costumbre, modesta: «Ése soy yo, el que habla
contigo» (v. 26).
¿Por qué leer Juan?
El dijo y las galaxias rotaron en su lugar, las estrellas resplandecieron en los cielos y los planetas
comenzaron a girar en las órbitas alrededor de sus soles: palabras imponentes, sin limites, poder sin
ataduras. Habló otra vez y las aguas y continentes se llenaron de plantas y criaturas que corrían, nadaban,
crecían y se multiplicaban: palabras que dan vida, inspiración, que hacen vibrar la vida. Volvió a hablar y
se formaron el hombre y la mujer, pesaban, hablaban y amaban: palabras de gloria personal y creativas.
Eterno, infinito e ilimitado. Él fue, es y siempre será el Hacedor y Señor de todo lo que existe.
Y luego vino en la carne a un punto del universo llamado planeta tierra. El Creador poderoso vino a
formar parte de la creación. ilimitado por tiempo y espacio, susceptible a la edad, a las enfermedades y a
la muerte. Pero el amor lo impulsó y por eso vino a salvar y rescatar a los que estaban perdidos y darles el
don de la eternidad. Él es el Verbo; Él es Jesús, el Cristo.
Esta es la verdad que el apóstol Juan nos revela en su libro. El Evangelio de Juan no es la narración de la
vida de Jesús, es un argumento poderoso en cuanto a la encarnación, una demostración concluyente de que
Jesús fue y es el Hijo de Dios enviado del cielo y la única fuente de vida eterna.
Juan expone la identidad de Cristo desde sus primeras palabras: “En el principio era el Verbo, y el Verbo
era con Dios, y el Verbo era Dios” (1:1,2) y en el resto del libro continúa el tema. Juan, el testigo, escogió
ocho de los milagros de Cristo (o señales, como Él las llamó), que revelan la naturaleza divina / humana
de Cristo y su misión en la que da su vida. Estas señales son: (1) cambiar el agua en vino (2:1-11), (2)
sanar al hijo de un oficial del rey (4:46-54), (3) sanar al paralítico de Betesda (5:1-9), (4) alimentar a más
de cinco mil con unos cuantos panes y peces (6:1-14), (5) caminar sobre el mar (6:15-21), 6) sanar la vista
a un ciego (9:1-41), (7) resucitar a Lázaro (11:1-44) y, más tarde, la resurrección de Él, (8) dar a los
discípulos una abrumadora pesca de peces (21:1-14).
En cada capítulo la divinidad de Cristo se revela. Y Juan subraya la verdadera identidad de Jesús mediante
los títulos que utiliza: Verbo, Hijo unigénito, Cordero de Dios, Hijo de Dios, Pan de vida, resurrección y
vida, vid. Y la fórmula es: “Yo soy”. Cuando Jesús usa esta frase, afirma su preexistencia y su deidad
eterna. Jesús dice: “ Yo soy el pan de vida” (6:35), “Yo soy la luz del mundo” (8:12; 9:5); “Yo soy la
puerta” (10:7); “Yo soy el buen pastor” (10:11, 14); “Yo soy la resurrección y la vida” (11:25); “Yo soy el
camino, y la verdad, y la vida” (14:6) y “Yo soy la vid verdadera” (15:1).
Sin dudas, la señal más sobresaliente es la resurrección y Juan no brinda un conmovedor testimonio del
hallazgo de la tumba vacía. Luego narra varias apariciones posteriores a este hecho.
Juan, el fiel seguidor de Cristo, nos ha dado una visión personal y poderosa de Jesús, el Hijo eterno de
Dios. A medida que usted lea su historia propóngase creer y seguirle.