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entre los muertos, también les dará vida a sus cuerpos mortales,
Vigilia de la solemnidad por obra de su Espíritu, que habita en ustedes” (Rom 8, 11).
Del cuerpo y la sangre Con nosotros ora también la Virgen Santa María, Madre
De nuestro Señor Jesucristo de la Iglesia y Madre nuestra, su esposo San José, San pascual
Bailón, Santa Rosa de Lima, todos los ángeles y los adoradores
Oración de presentación de los adoradores que no han precedido y están contigo en el cielo. Por su
Todos se arrodillan: intercesión y la fe de la iglesia, nos dirigimos a ti, Jesucristo
Señor nuestro Jesucristo: Señor nuestro, que vive y reinas con el Padre de la unidad del
Creemos que en el sacramento del altar estas presente con tu Espíritu Santo y eres Dios, por los siglos de los siglos. Amen.
humanidad, que un día resucito de entre los muertos, como
prenda y garantía de nuestra futura resurrección. Camino de Oficio de lectura.
Emaús, has salido al encuentro de nuestra miseria y tristeza. Tus V. Dios mío, ven en mi auxilio.
palabras de vida eterna han traído a nuestro corazón el calor y la R. Señor, date prisa en socorrerme.
esperanza, mientras caminábamos en las tinieblas y las sombras Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el
de la muerte. Te has adelantado a nuestra invitación y te has principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amen.
quedado con nosotros. Y nosotros te hemos reconocido en la Aleluya.
fracción del pan, por esto, esta noche queremos estar contigo,
para agradecerte el banquete que nos das. Tu dijiste: “el que Himno
come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo A dos coros:
resucitare el ultimo día” (Jn 6, 55). Siembra, Señor en nosotros Aquella noche santa,
esta semilla de inmortalidad, que es tu cuerpo y tu sangre, Te nos quedaste nuestro,
resucitado de entre los muertos. Con angustia tu vida,
Y riégala siempre con el roció de tu Santo Espíritu, para Sin heridas tu cuerpo.
que se cumpla en nosotros la afirmación de tu apóstol: “si el
Espíritu, del Padre, que resucito a Jesús de entre los muertos, Te nos quedaste vivo,
Porque ibas a ser muerto; Trigo de pan hambriento,
Porque iban a romperte, Toda tu hambre cercana,
Te nos quedaste entero. Tú, blancura de fuego.
A ti la Iglesia santa, Muéstrate, pues, amigo y defensor de los hombres que salvaste.
Por todos los confines extendida,
Con júbilo te adora y canta tu grandeza: Aquí se levantan.
Padre, infinitamente Santo, Y recíbelos por siempre allá en tu reino, con tus santos y
Hijo eterno, unigénito de Dios, elegidos.
Santo Espíritu de amor y de consuelo.
Oh Cristo, tú eres el Rey de la gloria, La parte que sigue puede omitirse, si se cree oportuna.
Tú el Hijo y Palabra del Padre,
Tú el Rey de toda la creación. Salva a tu pueblo, Señor,
Y bendice a tu heredad.
Tú, para salvar al hombre, Sé su pastor,
Tomaste la condición de esclavo en el seno de una Y guíalos por siempre.
virgen. Día tras día te bendeciremos
Y alabaremos tu nombre por siempre jamás. PROCESIÓN CON EL SANTÍSIMO
Dígnate, Señor,
Guardamos de pecado en éste día. Monición:
Ten piedad de nosotros, Señor,
Ten piedad de nosotros. La iglesia a la que todos hemos sido llamados en Cristo Jesús se
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, define a sí misma con las palabras de San Agustín como una
como lo esperamos de ti. “Iglesia que va peregrinando entre las persecuciones del mundo
y los consuelos de Dios. Imagen de éste peregrinar fue el paso de
A ti, Señor, me acojo, los Israelitas a través del desierto, durante cuarenta años, desde
No quede yo nunca defraudado. Egipto a la tierra de Promisión. Ahora como entonces,
incomparablemente mejor que entonces, Dios, Padre
Oración. proveniente, nos acompaña en el viaje con su presencia, nos
dirige, con su palabra, nos alimenta y conforta con el Pan
enviado del cielo.
Se hace un breve silencio y después dice la oración. Al recordar ésta noche aquel viaje de nuestros precursores en la
fe, actualizaremos en nosotros la consoladora realidad de la
Señor nuestro Jesucristo que en éste sacramento admirable nos presencia de Jesús, peregrino con los hombres; sentiremos el
dejaste el memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal calor de su palabra; y experimentaremos la fuerza que para
modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y se tu Sangre que caminar y luchar nos proporcionan su Cuerpo y su Sangre
experimentemos constantemente en nosotros el futuro de tu recibidos en alimento de nuestras almas.
redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén. PRIMERA ESTACIÓN
En aquellos tiempos, Ajab contó a Jezabel lo que había hecho Resucitado a dos coros:
Elías: cómo había pasado a cuchillo a los profetas. Entonces
Jezabel mandó a Elías éste recado: “que los dioses me castiguen “Me da lástima ésta gente: ya llevan tres días conmigo y no
si mañana a éstas horas no hago contigo lo mismo que has hecho tienen que comer. Si los mandó a sus casas en ayunas, se van a
tú con cualquiera de ellos”. desmayar en el camino. Además, algunos han venido de lejos”
Elías tuvo miedo y huyó para salvar su vida. Caminó Elías (Mc 8, 2-3)
por el desierto un día entero y finalmente se sentó bajo un árbol
de retama, sintió deseos de morir y dijo: “basta ya, Señor,
“… Tomó pan en sus manos, y pronunciando la acción de Preparas una mesa ante mí enfrente
gracias, lo partió y dijo: ‘Esto es mi cuerpo que se entrega por de mis enemigos; Me unges la cabeza con perfume, y mi
ustedes. Hagan esto en memoria mía’” (1 Cor 11,24). copa rebosa.
Jesús dijo a la multitud: “Yo soy el Pan de la Vida. El que viene a Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los
mí no tendrá hambre, el que cree en mí nunca tendrá sed” (Jn días de mi vida,
6,35). Y habitaré en la casa del señor por años sin término.
Se dice Gloria al Padre.
“Tomen y coman, este es mi Cuerpo… Tomen y beban, esta es mi
Sangre… Hagan esto en memoria mía” (Mt 26, 26-29; Mc 14, Llegados al lugar de la segunda estación, el lector lee la
28-24; Lc 22, 19-20; 1 Cor 11, 23-25) monición y la lectura. Sentados.
“El que bebe de esta agua vuelve a tener sed. Pero el que beba Si en el jueves santo se pone de relieve la estrecha relación que
del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed; el agua que yo le existe entre la ultima cena y el misterio de la muerte de Jesús en
daré se convertirá dentro de el en un manantial capaz de dar la la cruz, hoy, solemnidad del cuerpo y la sangre de cristo, con la
vida eterna” (Jn 4, 13-14). procesión y la adoración común de la eucaristía se llama la
“señor dame de esa agua para que no vuelva a tener sed” (Jn atención hacia el hecho de que cristo se inmolo por la
4,15). humanidad entera. “quédate con nosotros, Jesús; entrégate a
“El que tenga sed, que venga a mí; y beba, aquel que cree en mí. nosotros, y danos el pan que nos alimenta para la vida eterna.
Como dice la escritura: del corazón de4l que cree en mi Libra a este mundo del veneno del mal, de la violencia y del odio
brotaran ríos de agua viva”. (Jn 7, 37-38). que contamina las conciencias; purifícalo con el poder de tu
“señor dame de esa agua para que no vuelva a tener sed” amor misericordioso”.
En la procesión del cuerpo y la sangre del cristo,
La procesión se dirige finalmente al altar mayor, mientras los acompañamos al resucitado en su camino por el mundo entero.
asistentes cantan:
Precisamente al hacer esto respondemos también a su mandato: que sufre, que vaga insegura entre tantos interrogantes. Mira el
“tomen, coman… beban de ella todos” (Mt 26, 26-28). No se hambre física y psíquica que la atormenta. Da a los hombres el
puede “comer” al resucitado, presente en la figura del pan, como pan para el cuerpo y para el alma. Dales trabajo. Dales luz. Dales
un simple pedazo de pan,. Comer este pan es comulgar, es entrar a ti mismo. Purifícanos y santifícanos a todos. Haznos
en comunión con la persona del señor vivo. Esta comunión, este comprender que nuestra vida solo puede madurar y alcanzar su
acto de “comer”, es realmente un encuentro entre dos personas, auténtica realización mediante la participación en tu pasión,
es dejarse penetrar por la vida de aquel que es el señor de aquel mediante el “si” a la cruz, a la renuncia, a las purificaciones que
que es mi creador y redentor. tú nos impones.
La finalidad de esta comunión, de este comer, es la
asimilación de mi vida a la suya, mi trasformación y Reúnenos desde todos los confines de la tierra. Une a tu iglesia;
configuración con aquel que es amor vivo. Por eso, esta une a la humanidad herida. Danos tu salación.
comunión implica la adoración, implica la voluntad de seguir a
cristo, de seguir a aquel que va delante de nosotros. Por lo tanto, Lector:
adoración y procesión forman parte de un único gesto de
comunión; responden a su mandato: tomen y coman. “buen pastor, verdadero pan, señor Jesús, ten piedad de
En la solemnidad del cuerpo y la sangre de cristo nosotros. Tu que todo lo sabes y lo puedes, que nos alimentas en
contemplamos sobre todo el signo del pan. Nos recuerda la tierra, lleva a tus hermanos a la mesa del cielo, en la gloria de
también la peregrinación de Israel durante los 40 años en el tus santos”.
desierto. La hostia es nuestro mana; con el señor nos alimenta;
es verdaderamente el pan del cielo, con el que se entrega a sí Lector.
mismo. En la procesión, seguimos este signo y así lo seguiremos
el mismo. Y le pedimos: Concédenos, señor, que cada uno de nosotros, alimentado de ti,
afronte con una confiada esperanza todas las pruebas de la vida,
Todos: hasta el día en que seas viatico para el último viaje, hacia la cena
Guíanos por los caminos de nuestra historia. Sigue mostrando a del padre.
la iglesia y a sus pastores el camino recto. Mira a la humanidad
“¡dulce Jesús! ¡Piadoso Jesús! ¡Jesús, hijo de María!”. Al juzgar de ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto, pero basta
Amen. el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el hijo
de Dios: nada es más verdadero que esta palabra de verdad.
Lector:
En la cruz se escondía solo la divinidad, pero aquí se esconde
María dio su carne, su sangre a Jesús y se convirtió en tienda también la humanidad; sin embargo, creo y confieso ambas
viva del verbo, dejándose penetrar en el cuerpo y en el espíritu cosas, y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido.
por su presencia. Pidámosle a ella, nuestra santa madre, que nos
ayude a abrís cada vez mas todo nuestro ser a la presencia de No veo las llagas como las vio Tomas pero confieso que eres mi
cristo; que nos ayude a seguirlo fielmente, día a día, por los Dios: haz que yo crea más y más en ti, que en ti espere y que te
caminos de nuestra vida. amé.
Todos: ¡Memorial de la muerte del señor! Pan vivo que das vida al
hombre: concede a mi alma que de ti viva y que siempre saboree
Y tú, María, que fuiste mujer “eucarística” durante toda tu vida, tu dulzura.
ayúdanos a caminar unidos hacia la meta celestial, alimentados
por el cuerpo y la sangre de cristo, pan de vida eterna y medicina Señor Jesús, pelicano bueno, límpiame a mí, inmundo, con tu
de la inmortalidad divina. Amen. sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los
crímenes al mundo entero.
Himno adoro te devote
Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego, que se cumpla lo que
A dos coros: tanto ansió: que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo
tu gloria. Amen.
Te adoro con devoción, dios escondido, oculto verdaderamente
bajo estas apariencias. A ti se somete mi corazón por completo, y
se rinde totalmente al contemplarte.