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VIGILA GENERAL DE CORPUS habita en ustedes, entonces el Padre, que resucito a Jesús de

entre los muertos, también les dará vida a sus cuerpos mortales,
Vigilia de la solemnidad por obra de su Espíritu, que habita en ustedes” (Rom 8, 11).
Del cuerpo y la sangre Con nosotros ora también la Virgen Santa María, Madre
De nuestro Señor Jesucristo de la Iglesia y Madre nuestra, su esposo San José, San pascual
Bailón, Santa Rosa de Lima, todos los ángeles y los adoradores
Oración de presentación de los adoradores que no han precedido y están contigo en el cielo. Por su
Todos se arrodillan: intercesión y la fe de la iglesia, nos dirigimos a ti, Jesucristo
Señor nuestro Jesucristo: Señor nuestro, que vive y reinas con el Padre de la unidad del
Creemos que en el sacramento del altar estas presente con tu Espíritu Santo y eres Dios, por los siglos de los siglos. Amen.
humanidad, que un día resucito de entre los muertos, como
prenda y garantía de nuestra futura resurrección. Camino de Oficio de lectura.
Emaús, has salido al encuentro de nuestra miseria y tristeza. Tus V. Dios mío, ven en mi auxilio.
palabras de vida eterna han traído a nuestro corazón el calor y la R. Señor, date prisa en socorrerme.
esperanza, mientras caminábamos en las tinieblas y las sombras Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el
de la muerte. Te has adelantado a nuestra invitación y te has principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amen.
quedado con nosotros. Y nosotros te hemos reconocido en la Aleluya.
fracción del pan, por esto, esta noche queremos estar contigo,
para agradecerte el banquete que nos das. Tu dijiste: “el que Himno
come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo A dos coros:
resucitare el ultimo día” (Jn 6, 55). Siembra, Señor en nosotros Aquella noche santa,
esta semilla de inmortalidad, que es tu cuerpo y tu sangre, Te nos quedaste nuestro,
resucitado de entre los muertos. Con angustia tu vida,
Y riégala siempre con el roció de tu Santo Espíritu, para Sin heridas tu cuerpo.
que se cumpla en nosotros la afirmación de tu apóstol: “si el
Espíritu, del Padre, que resucito a Jesús de entre los muertos, Te nos quedaste vivo,
Porque ibas a ser muerto; Trigo de pan hambriento,
Porque iban a romperte, Toda tu hambre cercana,
Te nos quedaste entero. Tú, blancura de fuego.

Gota a gota tu sangre, En este frio del hombre


Grano a grano tu cuerpo: Y en su labio reseco,
Un lagar y un molino Aquella noche santa,
En dos trazos de leño. Te nos quedaste nuestro.

Aquella noche santa, Te adoro, cristo oculto,


Te nos quedaste nuestro. Te adoro, trigo tierno. Amen.

Te nos quedaste todo: SALMODIA


Amor y sacramento,
Director:
Ternura prodigiosa,
Todo en ti, tierra y cielo.
Antífona 1
Digan a los invitados: “tengo ya preparado el banquete, vengan a
Te quedaste conciso,
las bodas”. Aleluya.
Te escondiste concreto,
Salmo 22
Nada para el sentido,
El buen pastor
Todo para el misterio.
El cordero los apacentara y los guiara
A los manantiales de las aguas
Aquella noche santa,
De la vida (Apoc 1, 17).
Te nos quedaste nuestro.
A dos coros:
El señor es mi pastor, nada me falta:
Vino de sed herida,
En verdes praderas me hace recostar;
Me conduce hacia fuentes tranquilas Salmo 41
Y repara mis fuerzas; Deseo del señor y ansias de contemplar el templo
Me guía por el sendero justo, El que tenga sed y quiera, venga a beber el agua de la vida
Por el honor de su nombre. (Apoc 22, 17).

Aunque camine por cañadas oscuras, A dos coros:


Nada temo, porque tú vas conmigo: Como busca la cierva
Tu vara y tu cayado me sosiegan. Corrientes de agua,
Así mi alma te busca
Preparas una mesa ante mí A ti, Dios mío;
Enfrente de mis enemigos;
Me unges la cabeza con perfume, Tiene sed de Dios,
Y mi copa rebosa. Del Dios vivo:
“¿Cuándo entrare a ver el rostro de Dios?”
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
Todos los días de mi vida, Las lágrimas son mi pan
Y habitaré en la casa del señor Noche y día,
Por años sin término. Mientras todo el día me repiten:
Se dice Gloria al padre. “¿Dónde está tu dios?”.
Todos:
Digan a los invitados: “tengo ya preparado el banquete, vengan a Recuerdo otros tiempos,
las bodas”. Aleluya. Y mi alma desfallece de tristeza:
Director: Como marchaba a la cabeza del grupo,
Antífona 2 Hacia l casa de dios,
El que tenga sed que venga a mí y que beba en la fuente eterna. Entre cantos de júbilo y alabanza,
En el bullicio de la fiesta.
¿Por qué te acongojas, alma mía, Por las burlas del adversario;
Porque te me turbas? Todo el día me preguntan:
Espera en Dios, que volverás a alabarlo: “¿Dónde está tu Dios?”
“salud de mi rostro, Dios mío”.
¿Por qué te acongojas, alma mía,
Cuando mi alma se acongoja, Porque te me turbas?
Te recuerdo, Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
Desde el Jordán y el Hermón “salud de mi rostro, Dios mío”.
Y el monte menor.
Se dice gloria al padre.
Una sima grita a otra sima Todos
Con voz de cascadas: El que tenga sed que venga a mí y que beba en la fuente eterna.
Tus torrentes y tus olas Director.
Me han arrollado. Antífona 3
El señor nos alimentó con flor de harina, nos sacio con miel
De día el señor silvestre.
Me hará misericordia,
De noche cantare la alabanza Salmo 80
Del Dios de mi vida. Solemne renovación de la alianza
Miren que no tenga nadie un corazón malo e incrédulo
Diré a dios: “roca mía, (Heb 3, 12).
¿Por qué me olvidas?
Porque voy andando, sombrío, A dos coros:
Hostigado con mi enemigo?”.
Aclamen a dios, nuestra fuerza;
Se me rompen los huesos Den vítores al dios de Jacob:
Acompañen, toquen los panderos, Abre tu boca y yo la saciare.
Las citaras templadas y las arpas;
Toquen la trompeta por la luna nueva, Pero mi pueblo no escucho mi voz,
Por la luna llena, que es nuestra fiesta Israel no quiso obedecer:
Los entregue a su corazón obstinado,
Porque es una ley de Israel, Para que anduvieran según sus antojos.
Un precepto del dios de Jacob
Una norma establecida para José ¡Ojala me escuchara mi pueblo
Al Salir de Egipto. Y caminara Israel por mi camino!:
En un momento humillaría a sus enemigos
Oigo un lenguaje desconocido: Y volvería mi mano contra sus
“retire sus hombros de la carga Adversarios;
Y sus manos dejaron la espuerta.
Los que aborrecen al señor te adularían,
Clamaste en aflicción, y te libre, Y su suerte quedaría fijada;
Te respondí oculto entre los truenos, Te alimentaria con flor de harina,
Te puse aprueba junto a la fuente de Te saciaría con miel silvestre”.
Meribá. Se dice Gloria al Padre.
Escucha, pueblo mío, doy testimonio
Contra ti; Todos:
¡Ojala me escucharas, Israel! El Señor nos alimentó con flor de harina,
Nos sació con miel silvestre.
No tendrás un dios extraño, V. La sabiduría se ha construido su casa.
No adoraras un dios extranjero; Aleluya.
Yo soy el Señor Dios tuyo, R. Ha mezclado el vino y puesto la mesa.
Que te saque del país de Egipto; Aleluya.
Primera lectura Éx 24, 1-11 Luego Moisés roció al pueblo con la sangre, diciendo:
Del libro del Éxodo “ésta es la sangre de la alianza que el Señor ha hecho con
ustedes, conforme a las palabras que han oído”.
En aquellos días, dijo Dios a Moisés: Moisés, Aarón, Nadab, Abiú y los setenta ancianos de
“Sube al encuentro del Señor con Israel subieron y contemplaron al Dios de Israel. Bajo sus pies
Aarón, Nadab, Abiú y setenta ancianos había como un pavimento de zafiro, tan brillante como el
De Israel. Y cuando todavía estén lejos mismo cielo. Y aunque vieron a Dios el no hizo perecer a éstos
Se postraran. Sólo Moisés se acercará al privilegiados de Israel. Luego comieron y bebieron.
Señor; los otros no se acercaran y tampoco Palabra de Dios.
El pueblo subirá con él”.
Moisés bajó del monte Sinaí Responsorio Jn 6, 48-52
Y se refirió al pueblo todo lo que el Señor R. Yo soy el pan de vida, sus padres comieron el maná en el
Le había dicho y los mandamientos que le había desierto y murieron; éste es el pan que baja del cielo para que
Dado. Y el pueblo contestó a una voz: quien lo coma no muera.
“haremos todo lo que dice el Señor. V. Yo soy el pan vivo bajado del cielo; todo el que coma de éste
Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Se pan vivirá eternamente.
levantó temprano, construyó un altar al pie del monte y puso al R. éste es el pan que baja del cielo para que quien lo coma no
lado del altar doce piedras conmemorativas, en representación muera.
de las doce tribus de Israel.
Después mandó a algunos jóvenes israelitas a ofrecer Segunda Lectura.
holocaustos e inmolar novillos, como sacrificios pacíficos en De las obras de Santo Tomás de Aquino, presbítero (opúsculo
honor del Señor. Tomó la mitad de la sangre, la puso en vasijas 57, en la fiesta del cuerpo de cristo, Lec. 1-4)
y derramó sobre el altar la otra mitad.
Entonces tomó el libro de alianza y lo leyó al pueblo, y el El hijo único de Dios, queriendo hacernos partícipes de su
pueblo respondió: “obedeceremos. Haremos lo que manda el divinidad, tomó nuestra naturaleza, a fin de que, hecho hombre
Señor”. divinizase a los hombres.
Además, entregó por nuestra salvación todo cuanto tomó Por eso para que la inmensidad de éste amor se
de nosotros. Porque, por nuestra reconciliación ofreció, sobre el imprimiese más profundamente en el corazón de los fieles, en la
altar de la cruz, su cuerpo como víctima a Dios, su padre, y última cena cuando después de celebrar la Pascua con sus
derramó su sangre como precio de nuestra libertad y como año discípulos iba a pasar de éste mundo al Padre, Cristo instituyó
sagrado que nos lava, para que fuésemos liberados de una éste sacramento como el memorial perenne de su pasión como
miserable esclavitud y purificados de todos nuestros pecados. el cumplimiento de las antiguas figuras y la más maravillosa de
Pero, a fin de que guardásemos por siempre jamás en sus obras; y lo dejó a los suyos como singular consuelo en las
nosotros la memoria de tan gran beneficio, dejó a los fieles, bajo tristezas de su ausencia.
la apariencia de pan y de vino, su cuerpo, para que fuese
nuestro alimento, y su sangre, para que fuese nuestra bebida. Responsorio
¡Banquete precioso y admirable, banquete saludable y R. Reconozcan en el pan al mismo que pendió en la cruz;
lleno de toda suavidad! reconozcan en el cáliz la sangre que brotó de su costado. Tomen,
¿Qué puede haber, en efecto, de más precioso que éste banquete pues, y coman el cuerpo de Cristo; tomen y beban su sangre.
en el cual no se nos ofrece, para comer, la carne de becerros o de * son ya miembros de Cristo.
machos cabríos como se hacía antiguamente, bajo la ley, sino al V. Coman el vínculo que los mantiene unidos, no sea que
mismo cristo, verdadero Dios? disgreguen; beban el precio de su redención no sea que se
No hay ningún sacramento más saludable que éste, pues desprecien.
por él se borran los pecados, se aumentan las virtudes y se nutre R. Son ya miembros de Cristo.
el alma con la abundancia de todos los dones espirituales.
Se ofrece, en a iglesia, por los vivos y por los difuntos, Himno final
para que a todos aproveche, ya que ha sido establecido para la Se dice el Himno de alabanza.
salvación de todos. Finalmente, nadie es capaz de expresar la
suavidad de éste sacramento, en el cual gustamos la suavidad TE DEUM
espiritual en su misma fuente y celebramos la memoria del Todos de pie.
inmenso y sublime amor que Cristo mostró en su pasión. Señor, Dios eterno, alegres te cantamos,
A ti nuestra alabanza,
A ti, Padre del cielo, te aclama la creación.
Postrados ante ti, los ángeles te adoran y cantan sin Tú destruiste la muerte
cesar: Y abriste a los creyentes las puertas de la gloria.

Santo, santo, santo es el Señor, Tú vives ahora,


Dios del universo; Inmortal y glorioso en el reino del Padre.
Llenos están el cielo y la tierra de tu Gloria. Tú vendrás algún día como juez universal.
A ti, Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles,
La multitud de los profetas te enaltece y el ejército Todos se arrodillan al siguiente verso y se rinde la
glorioso de los mártires te aclama. bandera en el Te Deum solemne.

A ti la Iglesia santa, Muéstrate, pues, amigo y defensor de los hombres que salvaste.
Por todos los confines extendida,
Con júbilo te adora y canta tu grandeza: Aquí se levantan.

Padre, infinitamente Santo, Y recíbelos por siempre allá en tu reino, con tus santos y
Hijo eterno, unigénito de Dios, elegidos.
Santo Espíritu de amor y de consuelo.

Oh Cristo, tú eres el Rey de la gloria, La parte que sigue puede omitirse, si se cree oportuna.
Tú el Hijo y Palabra del Padre,
Tú el Rey de toda la creación. Salva a tu pueblo, Señor,
Y bendice a tu heredad.
Tú, para salvar al hombre, Sé su pastor,
Tomaste la condición de esclavo en el seno de una Y guíalos por siempre.
virgen. Día tras día te bendeciremos
Y alabaremos tu nombre por siempre jamás. PROCESIÓN CON EL SANTÍSIMO
Dígnate, Señor,
Guardamos de pecado en éste día. Monición:
Ten piedad de nosotros, Señor,
Ten piedad de nosotros. La iglesia a la que todos hemos sido llamados en Cristo Jesús se
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, define a sí misma con las palabras de San Agustín como una
como lo esperamos de ti. “Iglesia que va peregrinando entre las persecuciones del mundo
y los consuelos de Dios. Imagen de éste peregrinar fue el paso de
A ti, Señor, me acojo, los Israelitas a través del desierto, durante cuarenta años, desde
No quede yo nunca defraudado. Egipto a la tierra de Promisión. Ahora como entonces,
incomparablemente mejor que entonces, Dios, Padre
Oración. proveniente, nos acompaña en el viaje con su presencia, nos
dirige, con su palabra, nos alimenta y conforta con el Pan
enviado del cielo.
Se hace un breve silencio y después dice la oración. Al recordar ésta noche aquel viaje de nuestros precursores en la
fe, actualizaremos en nosotros la consoladora realidad de la
Señor nuestro Jesucristo que en éste sacramento admirable nos presencia de Jesús, peregrino con los hombres; sentiremos el
dejaste el memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal calor de su palabra; y experimentaremos la fuerza que para
modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y se tu Sangre que caminar y luchar nos proporcionan su Cuerpo y su Sangre
experimentemos constantemente en nosotros el futuro de tu recibidos en alimento de nuestras almas.
redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén. PRIMERA ESTACIÓN

Conclusión. La procesión se dirige hacia la primera estación.


V. Bendigamos al Señor. Los adoradores cantan.
R. Demos gracias a Dios.
Cantemos al Amor de los Amores, quítame la vida, pues yo no valgo más que mis padres”. Después
Cantemos al Señor. se recostó y se quedó dormido.
¡Dios está aquí! Venid, adoradores, adoremos a Cristo Pero un ángel del Señor llegó a despertarlo y le dijo:
Redentor. “levántate y come”. Elías abrió los ojos y vio a la cabecera un pan
cocido en las brasas y un jarro de agua. Después de comer y
Gloria a Cristo Jesús; beber, se volvió a recostar y se durmió.
Cielos y tierra, bendecid al Señor; Por segunda vez, el ángel del Señor lo despertó, y le dijo:
Honor y gloria a ti, rey de la gloria, “levántate y come”. Se levantó Elías. Comió y bebió. Y con la
Amor por siempre a ti, fuerza de aquel alimento, caminó cuarenta días y cuarenta
Dios del amor (bis). noches hasta el Horeb, el Monte de Dios.
Palabra de Dios.
Llegados al lugar de la primera estación, el lector lee la primera
lectura. Sentados. Todos:
Te alabamos, Señor.
Lectura 1 Re 19,1-8
Pausa en silencio. A una señal del monitor, de pie.
Del primer libro de los Reyes

En aquellos tiempos, Ajab contó a Jezabel lo que había hecho Resucitado a dos coros:
Elías: cómo había pasado a cuchillo a los profetas. Entonces
Jezabel mandó a Elías éste recado: “que los dioses me castiguen “Me da lástima ésta gente: ya llevan tres días conmigo y no
si mañana a éstas horas no hago contigo lo mismo que has hecho tienen que comer. Si los mandó a sus casas en ayunas, se van a
tú con cualquiera de ellos”. desmayar en el camino. Además, algunos han venido de lejos”
Elías tuvo miedo y huyó para salvar su vida. Caminó Elías (Mc 8, 2-3)
por el desierto un día entero y finalmente se sentó bajo un árbol
de retama, sintió deseos de morir y dijo: “basta ya, Señor,
“… Tomó pan en sus manos, y pronunciando la acción de Preparas una mesa ante mí enfrente
gracias, lo partió y dijo: ‘Esto es mi cuerpo que se entrega por de mis enemigos; Me unges la cabeza con perfume, y mi
ustedes. Hagan esto en memoria mía’” (1 Cor 11,24). copa rebosa.

Jesús dijo a la multitud: “Yo soy el Pan de la Vida. El que viene a Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los
mí no tendrá hambre, el que cree en mí nunca tendrá sed” (Jn días de mi vida,
6,35). Y habitaré en la casa del señor por años sin término.
Se dice Gloria al Padre.
“Tomen y coman, este es mi Cuerpo… Tomen y beban, esta es mi
Sangre… Hagan esto en memoria mía” (Mt 26, 26-29; Mc 14, Llegados al lugar de la segunda estación, el lector lee la
28-24; Lc 22, 19-20; 1 Cor 11, 23-25) monición y la lectura. Sentados.

SEGUNDA ESTACIÓN Lectura Éx 12, 21-27


Monición:
La procesión se dirige hacia la segunda estación. La noche antes de salir los israelitas de Egipto, Dios exterminó a
Los adoradores cantan. los primogénitos de los egipcios, respetando la casa de los
israelitas cuyas puertas habían sido señaladas con la sangre del
El señor es mi pastor, nada me falta: cordero, que cada familia había sacrificado por orden expresa
En verdes praderas me hace recostar; del mismo Dios. Ése cordero era imagen de Cristo, cuya Sangre
Me conduce hacia fuentes tranquilas derramada en la Cruz nos libra del pecado y de la muerte.
Y repara mis fuerzas; Me guía por el sendero justo.
Del libro del Éxodo
Aunque camine por cañadas oscuras,
Nada temo, porque tú vas conmigo: En aquellos días, Moisés llamó a todos los ancianos de Israel y
Tu vara y tu cayado me sosiegan. les dijo: “Que cada familia tome un cordero o un cabrito y lo
sacrifique para celebrar la Pascua. Que tome un manojo de
hisopo, que lo moje en la sangre de la víctima y que unte de
sangre el manto de la puerta. Que ninguno salga de casa hasta la “Andábamos todos errantes como ovejas, cada uno por su
mañana siguiente. camino, y el Señor cargó sobre él todas nuestras culpas. Cuando
Pues el Señor va a pasar para castigar a los egipcios, pero era maltratado, él se sometía, y no habría su boca; como cordero
cuando vea la sangre en el marco de la puerta, pasará de largo y llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y
no permitirá que el ángel exterminador entre en las casas de no habría su boca” (Is 53, 6-7).
ustedes y los mate. “Cristo, nuestro Cordero Pascual, ha sido inmolado”.
Cumplan este mandato del Señor: es una ley perpetua “Éste es mi Cuerpo que será entregado por ustedes… Ésta es mi
para ustedes y sus hijos. Y cuando entren en la tierra que el Sangre, que por ustedes será derramada”.
Señor les va a dar, según se lo ha prometido, celebrarán también “Cristo, nuestro Cordero Pascual, ha sido inmolado”.
éste rito.
Y cuando sus hijos les pregunten qué significa ese rito, les TERCERA ESTACIÓN
responderán: ‘Es el sacrifico de la Pascua en honor del Señor,
que pasó de largo en las casas de los israelitas, cuando mató a La procesión se dirige hacia la tercera estación.
los egipcios’”.
Entonces todo el pueblo se postro para adorar al Señor. Los adoradores cantan.
Palabra de Dios. Altísimo Señor, que supiste juntar a un tiempo en el altar,
ser Cordero y Pastor, confieso con dolor que hice mal en
Pausa en silencio. De pie. huir de quien por mí quiso morir.

Recitado a dos coros: Cordero celestial, pan nacido en Belén, si no te como


bien, me sucederá mal. Sois todo piedra imán que atrae el
“Cristo, nuestro Cordero Pascual, ha sido inmolado”. corazón de quien os rinde adoración.
“Éste es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo”
(Jn 1, 29). Llegados al lugar de la tercera estación, el lector lee la monición
“Cristo, nuestro Cordero Pascual, ha sido inmolado”. y la lectura. Sentados.
Lectura Éx 16, 1-3. 11-16 es esto?”, pues no sabían lo que era. Moisés les dijo: “Éste es el
Monición: pan que el Señor les da por alimento”. Esto es lo que el Señor les
ordena: “Que cada uno recoja lo que necesite para comer, una
A lo largo de su peregrinar por el desierto, los israelitas fueron ración por cada una de las personas que viven con él”.
alimentados prodigiosamente con el maná, que prefiguraba el Palabra de Dios.
alimento eucarístico infinitamente superior.
Pausa en silencio.
Del libro del Éxodo
Recitado a dos coros:
El día 15 del segundo mes, después de salir de Egipto, toda la “no fue Moisés quien les di pan del cielo; es mi padre quien les
comunidad de Israel partió de Elim y llego al desierto de Sin, da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que
entre Elim y el Sinaí. baja del cielo y da la vida al mundo” (Jn 6, 32-33).
Toda la comunidad de los hijos de Israel murmuró contra
Moisés y Aarón en el desierto: “Ojalá hubiéramos muerto a “este es el pan que ha bajado del cielo; no es como el mana que
manos del Señor en Egipto, cuando nos sentábamos junto a las comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan
ollas de carne y comíamos pan hasta saciarnos. Ustedes nos han vivirá para siempre” (Jn 6, 58).
traído a éste desierto para matar de hambre a toda esta
multitud”. “yo soy el pan de la vida. Sus padre comieron el mana en el
El Señor le dijo a Moisés: “he oído las murmuraciones de desierto y sin embargo, murieron. Este es el pan que ha bajado
los hijos de Israel. Diles de parte mía: ‘Por la tarde comerán del cielo para que, quien lo coma, no muera. Yo soy el pan vivo
carne y por la mañana se hartarán de pan, para que sepan que que ha bajado del cielo, el que coma de este pan vivirá para
yo soy el Señor, su Dios’”. Aquella misma tarde, una bandada de siempre, y el pan que yo les voy a dar es i carne para que el
codornices cubrió el campamento. A la mañana siguiente había mundo tenga vida” (Jn 6, 48-51).
entorno a él una capa de rocío que, al evaporarse, dejó el suelo
cubierto con una especie de polvo blanco, semejante a la
escarcha. Al ver eso los israelitas se dijeron unos a otros: “¿qué
CUARTA ESTACIÓN Monición:
Cuando el sol abrasador de la península del Sinaí, y el aire
La procesión se dirige hacia el lugar de la cuarta estación. Los reseco del arenal estaban a punto de hacer morir de sed a los
adoradores cantan. israelitas, Dios mando que Moisés hiciera brotar de la roca
aguas abundantes. Esta agua era imagen de la abundancia de
Todos: gracias que Jesús habría de derramar sobre nosotros a través de
los sacramentos.
R. Tú eres, señor, el pan de vida.
De la peña saldrá agua para que beba el pueblo.
Mi padre es quien les da verdadero pan del cielo. R.
Quien come de este pan, vivirá eternamente. R. Del libro del éxodo
Aquel que venga a mí, no padecerá más hambre. R.
Mi carne es el manjar, y mi sangre la bebida. R. En aquellos días, toda la comunidad de israelitas partió del
El pan que yo daré, ha de ser mi propia carne. R. desierto de Sin, siguiendo las órdenes que el señor les iba dando
Quien come de mi carne, mora en mí y yo en él. R. de etapa en etapa, y acamparon en Redfidim, donde el pueblo no
Beban todos de el: es el cáliz de mi sangre. R. encontró agua para beber.
Yo soy el pan de vida, que ha bajado del cielo. R. El pueblo fue a reclamarle a Moisés, diciendo: “danos
Si no comen mi carne, no tendrán vida en ustedes. R. agua para beber”. Moisés les replico: “¿Por qué me reclaman?,
Si no beben mi sangre, no tendrán vida en ustedes. R. ¿Por qué tientan al señor?” pero el pueblo, torturado por la sed,
Quien bebe de mi sangre, tiene ya la vida eterna. R. siguió protestando contra Moisés, diciéndole: “¿nos has hecho
Reciban mi cuerpo, entregado por ustedes. R. salir de Egipto para hacernos morir de sed a nosotros a nuestros
hijos y a nuestro ganado?”
Llegados al lugar de la cuarta y última estación, el lector lee la Moisés clamo el señor y le dijo: “¿Qué puedo hacer con
monición y la lectura. Sentados este pueblo? Solo falta que me apedreen”. Respondió el señor a
Moisés. “preséntate al pueblo, llevando contigo a algunos de los
Lectura Ex 14, 1-7 ancianos de Israel, toma en tu mano el cayado con que golpeaste
el Nilo y vete. Yo estaré ante ti, sobre la peña, en Horeb. Golpea De rodillas, señor, ante el sagrario, que guarda cuanto queda de
la peña y saldrá de ella agua para que beba el pueblo”. amor y de unidad, venimos con las flores de un deseo para que
Así lo hizo Moisés a la vista de todos los ancianos de nos las cambies en frutos de verdad.
Israel y puso por nombre a aquel lugar Masá y Meribá, por la
rebelión de los hijos de Israel y porque habían tentado al señor, Cristo en todas las almas, y en el mundo la paz (bis).
diciendo: “¿Está o no está el señor en medio de nosotros?”. Como estas mi Señor en la custodia igual que la palmera que
Palabra de Dios. alegra el arenal, queremos que en el centro de la vida reine sobre
todas las cosas tu ardiente caridad.
Todos: Cristo en todas las almas, y en el mundo la paz (bis).
Te alabamos, señor. ALTAR MAYOR
Pausa en silencio. De pie
Llegada la procesión al altar mayor el monitor hace la
Recitado a dos coros: exhortación final. Sentados.

“El que bebe de esta agua vuelve a tener sed. Pero el que beba Si en el jueves santo se pone de relieve la estrecha relación que
del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed; el agua que yo le existe entre la ultima cena y el misterio de la muerte de Jesús en
daré se convertirá dentro de el en un manantial capaz de dar la la cruz, hoy, solemnidad del cuerpo y la sangre de cristo, con la
vida eterna” (Jn 4, 13-14). procesión y la adoración común de la eucaristía se llama la
“señor dame de esa agua para que no vuelva a tener sed” (Jn atención hacia el hecho de que cristo se inmolo por la
4,15). humanidad entera. “quédate con nosotros, Jesús; entrégate a
“El que tenga sed, que venga a mí; y beba, aquel que cree en mí. nosotros, y danos el pan que nos alimenta para la vida eterna.
Como dice la escritura: del corazón de4l que cree en mi Libra a este mundo del veneno del mal, de la violencia y del odio
brotaran ríos de agua viva”. (Jn 7, 37-38). que contamina las conciencias; purifícalo con el poder de tu
“señor dame de esa agua para que no vuelva a tener sed” amor misericordioso”.
En la procesión del cuerpo y la sangre del cristo,
La procesión se dirige finalmente al altar mayor, mientras los acompañamos al resucitado en su camino por el mundo entero.
asistentes cantan:
Precisamente al hacer esto respondemos también a su mandato: que sufre, que vaga insegura entre tantos interrogantes. Mira el
“tomen, coman… beban de ella todos” (Mt 26, 26-28). No se hambre física y psíquica que la atormenta. Da a los hombres el
puede “comer” al resucitado, presente en la figura del pan, como pan para el cuerpo y para el alma. Dales trabajo. Dales luz. Dales
un simple pedazo de pan,. Comer este pan es comulgar, es entrar a ti mismo. Purifícanos y santifícanos a todos. Haznos
en comunión con la persona del señor vivo. Esta comunión, este comprender que nuestra vida solo puede madurar y alcanzar su
acto de “comer”, es realmente un encuentro entre dos personas, auténtica realización mediante la participación en tu pasión,
es dejarse penetrar por la vida de aquel que es el señor de aquel mediante el “si” a la cruz, a la renuncia, a las purificaciones que
que es mi creador y redentor. tú nos impones.
La finalidad de esta comunión, de este comer, es la
asimilación de mi vida a la suya, mi trasformación y Reúnenos desde todos los confines de la tierra. Une a tu iglesia;
configuración con aquel que es amor vivo. Por eso, esta une a la humanidad herida. Danos tu salación.
comunión implica la adoración, implica la voluntad de seguir a
cristo, de seguir a aquel que va delante de nosotros. Por lo tanto, Lector:
adoración y procesión forman parte de un único gesto de
comunión; responden a su mandato: tomen y coman. “buen pastor, verdadero pan, señor Jesús, ten piedad de
En la solemnidad del cuerpo y la sangre de cristo nosotros. Tu que todo lo sabes y lo puedes, que nos alimentas en
contemplamos sobre todo el signo del pan. Nos recuerda la tierra, lleva a tus hermanos a la mesa del cielo, en la gloria de
también la peregrinación de Israel durante los 40 años en el tus santos”.
desierto. La hostia es nuestro mana; con el señor nos alimenta;
es verdaderamente el pan del cielo, con el que se entrega a sí Lector.
mismo. En la procesión, seguimos este signo y así lo seguiremos
el mismo. Y le pedimos: Concédenos, señor, que cada uno de nosotros, alimentado de ti,
afronte con una confiada esperanza todas las pruebas de la vida,
Todos: hasta el día en que seas viatico para el último viaje, hacia la cena
Guíanos por los caminos de nuestra historia. Sigue mostrando a del padre.
la iglesia y a sus pastores el camino recto. Mira a la humanidad
“¡dulce Jesús! ¡Piadoso Jesús! ¡Jesús, hijo de María!”. Al juzgar de ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto, pero basta
Amen. el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el hijo
de Dios: nada es más verdadero que esta palabra de verdad.
Lector:
En la cruz se escondía solo la divinidad, pero aquí se esconde
María dio su carne, su sangre a Jesús y se convirtió en tienda también la humanidad; sin embargo, creo y confieso ambas
viva del verbo, dejándose penetrar en el cuerpo y en el espíritu cosas, y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido.
por su presencia. Pidámosle a ella, nuestra santa madre, que nos
ayude a abrís cada vez mas todo nuestro ser a la presencia de No veo las llagas como las vio Tomas pero confieso que eres mi
cristo; que nos ayude a seguirlo fielmente, día a día, por los Dios: haz que yo crea más y más en ti, que en ti espere y que te
caminos de nuestra vida. amé.

Todos: ¡Memorial de la muerte del señor! Pan vivo que das vida al
hombre: concede a mi alma que de ti viva y que siempre saboree
Y tú, María, que fuiste mujer “eucarística” durante toda tu vida, tu dulzura.
ayúdanos a caminar unidos hacia la meta celestial, alimentados
por el cuerpo y la sangre de cristo, pan de vida eterna y medicina Señor Jesús, pelicano bueno, límpiame a mí, inmundo, con tu
de la inmortalidad divina. Amen. sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los
crímenes al mundo entero.
Himno adoro te devote
Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego, que se cumpla lo que
A dos coros: tanto ansió: que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo
tu gloria. Amen.
Te adoro con devoción, dios escondido, oculto verdaderamente
bajo estas apariencias. A ti se somete mi corazón por completo, y
se rinde totalmente al contemplarte.

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