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Todos habéis observado cada vez que encendéis una vela como su llama en
ocasiones se agita rápidamente, chisporrotea, otras veces permanece totalmente
quieta, algunas veces es muy larga, otras parece que la vela se va a apagar y
alguna vez se apaga. ¿Y la cera? A veces parece que la vela “llora”. Otras veces
se quema limpiamente y otras se forman dibujos en el plato. ¿Obedece todo esto a
la casualidad o es algo más?
Hoy hablaremos del misterioso lenguaje de las velas y es que, mucha gente ha
subestimado su poder pero os aseguro que es uno de los métodos de adivinación
más completos e increíbles que existen. Empezaremos por las llamas y en otra
ocasión hablaremos de la cera, que también tiene una gran importancia en la
adivinación.
Aquí os dejo los links a los posts que publiqué sobre los colores de las velas:
Llama fuerte: el poder que invocas está moviendo tu deseo hacia su pronta
manifestación. Una llama fuerte nos dice que hay mucha energía involucrada.
Mucha fuerza y mucho poder.
Llama nerviosa: es una llama que “salta” mucho, que no para quieta. Este tipo de
llama indica que hay muchos tipos de energías en juego que pueden influir el
resultado final. Requerirá de un trabajo aún más fuerte para canalizar las energías
por el camino deseado.
Llama alta: es una señal de muy buen augurio, un éxito rotundo. Las cosas van a
salir muy bien y además tienes energías externas ayudándote.
Llama uniforme: una llama que no se agita para ningún lado sino que permanece
estable y quieta durante las horas que dura la vela, significa que todo va bien y que
todo está tranquilo. Es un signo positivo.
Llama oscilante: si la llama oscila a ratos indica cambios. Puede ser una
mudanza, un viaje… en todo caso, llega movimiento a tu vida.
Llama corta: nos indica que hay una falta de energía en el proceso y que las
cosas no están yendo bien. Es un resultado negativo pero que se puede cambiar si
enfocas tus energías adecuadamente.
Llama que chisporrotea: te indica que algo no va mal. Si estás poniéndole la vela
a una persona, te indicará que esa persona tiene algún problema. Si es una
situación, esta no tendrá el resultado deseado. No es buena señal pero no es
irreversible.
Llama que se apaga: en ocasiones una vela puede apagarse. Es una señal que
indica que las cosas saldrán mal. Lo que estamos pidiendo no resultará. Incluso
podría avisarnos de algún peligro.
Los egipcios, caldeos y persas, en ocasiones, confundían a los espíritus del fuego
con dioses debido a su radiante esplendor e inmenso poder. Los griegos,
siguiendo el ejemplo de culturas anteriores, deificaron a las salamandras
encendiendo fuegos perpetuos en su honor.
Conectar con los elementales del fuego es fundamental para conectar con este
poderoso elemento y aprender a interpretar su sabio, certero y mágico lenguaje.
Cada llama contiene el espíritu de un elemental del fuego. Siempre que haya fuego
o calor, hay salamandras. Os invito a que contactéis con ellas y observéis qué
tienen que deciros. Ellas son fuego y el fuego siempre nos indica un cambio. La
magia siempre busca transmutar una situación en otra. Su brillo es el brillo de tu
mente.
En otro post que escribí hace tiempo, El lenguaje de las llamas, dedicamos una
introducción al lenguaje oculto de las velas. Os invito a su lectura. Allí hablábamos
de la fascinante magia de las velas. Una magia sencilla, a nuestro alcance y,
precisamente debido a su sencillez, muy eficaz y poderosa.
Llama normal: una vela que se quema de forma regular, con una llama normal
tirando a alta y que no llora nos indica que todo el proceso va a salir bien, tal como
lo hemos previsto y trabajado.
Llama con aura: si la llama de la vela tiene a su alrededor un aura especialmente
dorada, nos puede indicar un gran éxito pero además una presencia espiritual muy
fuerte, bien sea de seres espirituales afines o de algún difunto que nos protege u
otro ser luminoso y protector que nos guía desde el otro lado. Es muy buena señal,
buena fortuna, éxito y protección.
Vela a la que le cuesta prender. Puede indicar que el espacio espiritual en el que
estás trabajando está sucio o cargado de mala energía. O también indicar que no
estás muy concentrado.
Vela que se quema despacio: es un mal augurio. Una llama débil o pequeña nos
indica varias cosas que apuntan a que lo que estamos trabajando va a encontrar
fuertes resistencias, obstáculos y dificultades y existe mucha probabilidad de que
no salga bien. Puede indicar que quizá no sea el momento adecuado para hacer el
hechizo. Siempre podemos intentarlo en otro momento y, desde luego plantearnos
que sería mejor elaborar otro ritual diferente y más potente o hacer una profunda
limpieza de las energías relacionadas con el asunto que trabajamos.
Vela que llora mucho. Hay dificultades para tener el éxito deseado así como
mucha carga emocional mal canalizada. Aquí hemos de tener en cuenta la forma
de las lágrimas y sugiero que nos dejemos llevar por la intuición. Observar la vela y
sentir qué nos quieren decir sus formas. Una pequeña pista para empezar es que
si la cera que cae tiene formas regulares es algo más positivo y si la vela deja
formas variadas e irregulares, sobre todo en forma de punta, debemos tener
precaución. Es una advertencia. En ocasiones, forman figuras totalmente
reconocibles que nos ayudan a mucho a interpretar la información que nos dan.
Llama pequeña y que chisporrotea: cuando nos encontramos con una vela que
tiene una llama pequeña y poco potente pero además chisporrotea y llora mucho,
tenemos una prueba de que hay alguien trabajando contra nosotros. Prueba de
que están haciéndonos brujería.
La vela se quema rápido: es muy buen augurio. Una señal clara de que lo que
hemos pedido se va a dar sin demasiados obstáculos, de forma fluida. Si la vela la
hemos encendido para magia defensiva, nos está diciendo simple y llanamente
que la persona que nos ha hecho mal está recibiendo de vuelta lo que es suyo.
Si la llama se apaga es una mala señal. Significa que algo no saldrá e incluso
puede indicar mala suerte. Yo en este caso recomiendo lo mismo que cuando la
vela se quema despacio. Que diseñemos otro ritual, que elijamos otro momento y
desde luego, que desechemos la vela y usemos una nueva. No es bueno usar la
misma vela de nuevo aunque esté entera.
Humo. Nos indica que se están quemando las malas energías y que se está
entrando en un periodo de limpieza y purificación.