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RESUMEN
La ética se considera una rama de la filosofía relacionada con la teoría que trata
sobre lo práctico, es decir, los hechos. Esta teoría es un marco de reflexión para
que todo ser humano tome decisiones de acuerdo al criterio de aquello que
considere es correcto. El objeto de estudio de esta rama es la moral y la conducta
humana. La sociedad en la actualidad en el ámbito económico y financiero, se ha
visto envuelto en penosos hechos por parte de quienes practican estas áreas, por
tal motivo es necesario que los profesionales contables ejerzan su trabajo de
manera veraz, honestad basados en principios fiables. Por eso es elemental la
educación que se imparte en las instituciones de educación superior y la formación
que reciben los estudiantes. La ética profesional puede definirse como el conjunto
de principios éticos asumidos voluntariamente por quienes ejercen una
determinada actividad, lo que implica un compromiso con el rol que cumplen.
Existen varios aportes por parte de escritores en el área contable, acerca del
proceso de formación de la ética en los estudiantes de contaduría pública. Esto
conlleva al análisis sobre la ética de los contadores públicos en la actualidad para
establecer precisiones que permitan proporcionar una reflexión y busca entender
si la enseñanza y formación que reciben los estudiantes se ve reflejada en el
ámbito social y laboral.
INTRODUCCION
Cuando se menciona el término ética, resulta común relacionarlo con las acciones
humanas y aquellos aspectos de la conducta que se relacionan con el bien, la
virtud, el deber, la felicidad y la vida realizada. Por lo general se designa con la
palabra "Ética" el comportamiento, la conducta y el actuar de las personas. La
ética es considerada una de las ramas de la filosofía más importantes; es una
rama de la filosofía porque se ocupa de pensar de manera filosófica sobre la
moral, los problemas y juicios morales. Está ligada estrechamente con conceptos
como la moral la cual es considerada como su sinónimo, los valores y la cultura
principalmente, y se destaca al momento de tomar decisiones porque “tiene que
ver con el proceder de los hombres en relación a su conciencia y responsabilidad”,
además de su comportamiento (Gurria, 1995).
Por tal motivo las reflexiones sobre la educación de la ética contable han
rescatado un importante señalamiento de considerar el sentido de lo que se hace
en los procesos de enseñanza a los estudiantes de Contaduría Pública. Es
necesario observar críticamente el papel de la educación y formación contable,
orientada a la ética de los profesionales contables, además del rol de los docentes
en la orientación y educación de la ética a los estudiantes de esta disciplina. En el
modelo educativo contable actual se encuentra que la enseñanza de la ética tiene
poca relevancia como si este aspecto fuera de poca importancia en la práctica del
ejercicio contable.
ETICA Y MORAL
(Follari, 2003) Considera que “…la ética es siempre el efecto de un ser con
otros…” propone que el ethos es imprescindible debido a que es el constituyente
de la cultura, el lenguaje y la convivencia. De acuerdo a (Escobar Valenzuela,
2000) “…el objetivo de la ética radica en el estudio y comprensión del territorio
cultural llamado moral”.
Una vez que se tiene claro el concepto de ética, es indispensable aclarar ¿qué es
la moral?, ya estos dos términos van conjuntamente ligados. La moral está
constituida sencillamente por todas aquellas acciones ejecutadas por el hombre
cuando se relaciona con otros; es decir, la moral es la acción, la práctica, mientras
que la ética es el estudio de tales acciones y prácticas. De igual modo, se concibe
como un conjunto de normas, costumbres y formas de vida que se presentan
como obligatorias, valiosas y orientadoras de la actividad humana (Escobar,
2003)1. “El hombre no es absoluto pero su fin es absoluto porque ser hombre
significa ser moral. Se trata, pues, para el hombre, de vivir moralmente, porque el
secreto más profundo del hombre es ser moral” (Sartre, 1982).
El hombre es un ser eminentemente ético: desde que adquirió conciencia del bien
y del mal todos sus actos racionales y libres están encaminados a la consecución
del bien. Y como la moral es la ciencia del bien y del mal y la ética es la teoría de
la moral, el hombre que conoce el bien y el mal y amolda su conducta al bien, será
un ente ético. Todas las cosas tienden al bien, decían los idealistas griegos; y los
hedonistas afirmaban que el sumo bien es la felicidad. De ahí que el hombre que
distingue el bien del mal, esto es, el ente racional, prefiere el bien al mal: es decir,
que practica la virtud; y como la virtud por excelencia es la justicia, la práctica de la
justicia se confunde con la práctica de la moral.
1
http://200.35.84.131/portal/bases/marc/texto/9217-09-03077.pdf
Lo moral es diferente de lo ético (o no moral) principalmente porque lo
primero no implica un interés particular, mientras que lo segundo, sí.
La perspectiva moral es imparcial y es indiferente a los deseos y propósitos
de seres individuales.
Lo moral en cuanto tal se abstrae de circunstancias y características
particulares en función de su carácter universal capaz de establecer normas
válidas para cualquier situación moralmente similar
El agente moral parte necesariamente de la aplicación racional de un
principio imparcial por lo tanto sus motivaciones son totalmente distintas de
las motivaciones privadas (éticas) de los individuos para actuar pues estas
últimas se guían por inclinaciones sumamente variables que, en todo caso,
escapan al análisis sistemático de la filosofía.
Las diferencias tan marcadas entre ética y moral que se sugieren desde esta
perspectiva son debidamente justificadas por cada autor pero dejan el problema
de justificar la relación que puede subsistir entre entidades tan distintas así como
el conflicto práctico de otorgar un papel menor a la dimensión ética, plural e
individual de la existencia dentro de los análisis filosóficos. “El carácter
profundamente diferente de la motivación moral y la no moral, junto con la
dignidad y supremacía que adscribe a la moral, dificulta en gran medida que se le
asigne a esas otras relaciones y motivaciones relevancia o importancia estructural
en la vida que algunas de ellas pueden llegar a poseer” (Williams, 2005).
Hay que tener en cuenta que la función del contador público no es solo elaborar
estados financieros, es más que ello, se basa en la Responsabilidad Social y
control societario que hace que sus actos generen un apoyo como profesional a
las organizaciones y a la comunidad en general. No solo es el manejo de la
información contable sino también analizar las diferentes situaciones que se
generan ante la variedad escenarios tanto internos como externos.
Los principios de ética expuestos son ajustables a todo Contador Público por el
solo hecho de concernir en dicha profesión, sin importar la naturaleza de su
actividad o la especialidad, ya sea de manera independiente o si se desempeña
como funcionario público, pero si son compatibles con sus actividades.
Cuando se crean los pensum académicos estos son basados en esquemas de tipo
instrumental, y al parecer en la impresión del estudiante tienen varios elementos
que hacen que la función que plantea la modernidad para la universidad no se
cumpla, entre estos se identifican la desconexión de las áreas de conocimiento,
hacen que en la medida que avanza el estudiante se observen materias de
manera aislada, que al final se vuelve en la suma de créditos y no en la
conformación integral del conocimiento académico; la baja valoración por parte de
los estudiantes hacia las humanidades, estos cursos de alguna manera generan
interrogantes que ponen a tambalear las bases epistemológicas de las carreras
técnico-instrumentales.
La ética y los valores son intrínsecos de cada persona y pueden ser usados por
los docentes para ayudar y orientar a los estudiantes a aprender a tomar
decisiones y desarrollar una conciencia ética, en todas las áreas de su diario vivir,
especialmente en el ámbito profesional, de acuerdo a todas las situaciones que se
presenten. La ética profesional aplica en todas las profesiones o quehaceres y se
puede definir como el compendio de valores y principios a realizar en el ejercicio
de la profesión, teniendo en cuenta las normas dentro del ejercicio profesional o
en su efecto realizando una labor determinada.
Para fortalecer valores éticos y morales no sólo basta con que constantemente se
les informe a los estudiantes la necesidad de actuar correctamente y mantener
una conducta adecuada ante las demás personas, es necesario además orientar
la motivación de los estudiantes por el estudio, prepararlos para la vida, para el
trabajo, para el cambio y la transformación, para lo cual es necesario reflexionar,
argumentar, demostrar, influir, persuadir y amar, desde la clase. Educar de esta
manera permite desarrollar y robustecer la confianza del estudiante en sí mismo,
así como darle seguridad, elementos importantes en el fortalecimiento de valores
éticos y morales auténticos y estables.
Pero bien es cierto que gran cantidad de estudiantes poseen un poco o nulo
conocimiento acerca de la ética del contador público, también existe una minoría
que maneja conocimientos esenciales acerca del tema de este tema; no obstante
el lugar donde recibieron tales conocimientos resulta impresionante porque fueron
obtenidos en su hogar y no en las instituciones de educación superior.
Una gran parte de estudiante de contaduría no conocen los valores que debe
practicar un Contador Público según lo que plantea el plan curricular que rige el
programa de contaduría pública. En cuanto a los supuestos presentes en el código
de ética del Contador Público son muy pocos conocidos entre los estudiantes; la
gran mayoría conoce la existencia de tal código; sin embargo, son muy pocos lo
que conocen su contenido.
Actualmente los procesos educativos son vitales ya que a nivel mundial, dichos
procesos están planteados por los IES (estándares internacionales de educación),
y nacen de la necesidad de formar profesionales competentes, hábiles, y
experimentados, capaces de actuar de forma ética.
Todos los programas de educación contable deben formar personas con valores
profesionales y éticos para ejercer su profesión de la mejor manera, lo cual
requiere cumplir con el código de ética, de igual manera estos programas deben
tener compromisos de interés público, responsabilidad social, crecimiento continuo
de los estudiantes, infundir confianza, compromiso y puntualidad (Seltzer, 2008)
Es por ello que, además de proveer formación acerca de los servicios que pueden
prestar lo profesionales contables, se debe además formar de manera que tales
servicios sean prestados con una conciencia ética y una conducta moral,
fundamentados en el código de ética del contador público. Por lo tanto, un
contador público debe recibir una educación integral dirigida a formar un individuo
con habilidades no solo técnicas sino también humanas, sociales; es decir, se
requiere de profesionales contables que más allá de preparar y analizar informes
financieros tengan la aptitud de practicar valores como la honestidad, la justicia, el
respeto, integridad, entre otras; características indispensables para lograr una
dirección empresarial impecable actividades profesionales de un contador.
El punto a reflexionar es ¿cómo aporta la educación institucional el desarrollo el
concepto ética? ¿Cómo lo desarrollan los estudiantes? Desde el punto de vista
institucional se debería por integrar desde los primeros ciclos de educación la ética
en el proceso de los estudiantes, a través de cursos introductorios y otros más
avanzados, hasta los últimos ciclos de la carrera, la idea, es que los estudiantes
conozcan y se familiaricen este término hasta los últimos ciclos de la carrera para
que durante su proceso de aprendizaje no pierda los conocimientos que ha
obtenido acerca de esta campo, e igualmente que esta área sea vista por
estudiantes, docentes, y directivos de la facultad de gran importancia sin restarle
merito por otras asignaturas de metodología técnica.
Hay dos maneras de introducir la ética en el aprendizaje que llevan a cabo los
profesionales contables: estableciendo materias especiales donde se aborde
monográficamente o bien considerándola en cualquiera de las materias que tratan
sobre registro y presentación de la información financiera. Cualquiera de las dos
formas puede llevar a lograr el mismo objetivo, pero probablemente la segunda
sea muy útil para ayudar a comprender a los estudiantes, una parte importante del
espíritu por el que se emitió una norma particular, con la ventaja de que pueden
tomar conciencia de la finalidad por la que se emitió la norma, al mismo tiempo
que la solución técnica o informativa que ofrece.
CONCLUSIONES
De este artículo se puede concluir que la contaduría pública es una profesión que
se basa en la información que proporciona para la toma de decisiones tributarias y
económicas de una empresa, sin embargo esta información puede ser modificada
de acuerdo al interesado, por esto la formación de un contador público se debe
fundamentar en un aspecto muy importante como lo es la ética y la moral.
Un código ético no tiene validez alguna si el profesional al cual está dirigido carece
de integridad que haga palpable la acción ética; en la consolidación de dicha
integridad no sólo incide la formación académica, sino también la sociedad, las
instituciones estatales y hasta la familia misma; la falla en uno de estos elementos
da lugar a responsabilidades comerciales, civiles, penales y administrativas que no
sólo recaen sobre el profesional, sino también sobre terceros que procuran tales
comportamientos o que ocultan el cometimiento de los mismos.
Por consiguiente, es necesario que la formación ética no sea una materia más del
plan de estudio, sino que pase a formar el eje transversal de la educación
universitaria. Es importante que a los estudiantes se les dé a conocer lo que la
institución requiere y espera de ellos; por ejemplo, es inaudito que a menos de un
mes para recibirse como Contadores Públicos los alumnos no conozcan los
valores que se supone deben impartírsele y desarrollar según lo planteado en el
plan curricular de su escuela.
Evidentemente, tal como lo indica (Salas de Molina, 1998) no es tarea fácil impartir
esta clase de educación y existen pocas probabilidades de garantizar que el
graduado haya desarrollado hábitos de conducta ética, pero si las universidades
juegan el papel que les corresponde puede asegurarse que el alumno no tendrá la
excusa de la ignorancia o de la inconciencia acerca de la naturaleza de sus actos,
y aumentaremos las posibilidades de contribuir realmente a formar al individuo que
la sociedad actual demanda.
12. Horta, Edwin y Rodríguez, Víctor (2004). Ética General. ECOE Ediciones,
Universidad Católica de Colombia. Bogota, Colombia.
13. Kelsen, Hans (1981). Teoría pura del Derecho. Editorial Universitaria de
Buenos Ai- res. Buenos Aires, Argentina.
31. http://200.35.84.131/portal/bases/marc/texto/9217-09-03077.pdf