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CARÁTULA

ÍNDICE

LA LIBERTAD SINDICAL
INTRODUCCIÓN
1. DEFINICIÓN
2. FUENTES
2.1. Declaración Universal de Derechos Humanos
2.2. Pacto Interamericano de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales
2.3. Convenios de la OIT ratificados por el Perú
2.4. CONVENCIÓN AMÉRICANA SOBRE DERECHOS
HUMANOS
2.5. EL PROTOCOLO DE SAN SALVADOR
3. DIMENSIONES DE LA LIBERTAD SINDICAL
3.1. ASPECTO INDIVIDUAL
3.2. ASPECTO COLECTIVO
4. CONTENIDO DE LA LIBERTAD SIDICAL no está en el silabo y lo
puse pero lean y vean si lo dejamos o lo quitamos
5. OBLIGACIONES EMERGENTES DE LA LIBERTAD SINDICAL …
falta buscar
LA LIBERTAD SINDICAL
1. DEFINICIÓN

La libertad sindical constituye la columna vertebral del derecho sindical y consiste


en la independencia que tienen los trabajadores para constituir sindicatos, así
como para hacer que su funcionamiento esté libre de toda intervención externa.
Igualmente, es derecho que tienen los individuos de desafiliarse de
organizaciones sindicales en el momento que lo crean pertinente.

Para Gómez Valdez, representa la triple facultad que tiene toda persona de
adherirse al sindicato de su elección, sin importar la edad, la nacionalidad, ni el
sexo, sino solamente la disposición de agremiarse, y hacer tangible la libertad
de no adherirse a la organización o de retirarse de ella. De esta manera, la
libertad sindical la brindan dos presupuestos de hecho bien definidos: la
constitución de un sindicato y la adhesión al mismo cuando está ya constituido,
convirtiéndose por este hecho no tanto en una facultad sino en un verdadero
derecho sindical.

La libertad sindical se define, entonces, como el derecho que tiene todo


trabajador a constituir las organizaciones que estime convenientes, así como el
de afiliarse a estas organizaciones, con la sola condición de observar los
estatutos de las mismas. En palabras más simples, la libertad sindical es el
derecho de los trabajadores a asociarse libremente para poder ejercer sus
derechos frente al empleador, es la garantía por excelencia que tienen los
trabajadores para la tutela de sus derechos.

Y sirve para equilibrar un poco la relación, desigual por naturaleza, entre el


empleador y el trabajador. Pero este derecho tiene una especial relevancia en la
medida en que no solo es un derecho constitucional y fundamental de toda
persona sino que también, como bien ilustra, ERMIDA URIARTE: «la libertad
sindical no es posible sin el ejercicio de otros derechos humanos, y viceversa».

2. NATURALEZA JURIDICA:
 N. POSITIVA:

Significa la autodeterminación tenida por los trabajadores o empleadores de


constituir y de hacer funcionar el sindicato de su elección, que una vez puesto
en funcionamiento, hará posible echar andar su acción sindical, en lo inmediato,
contra el empleador, y en lo mediato o futuro, contra las políticas socio
económicas implementadas por el Estado.

 N. NEGATIVA:

Significa la protección de la libertad del trabajador de no querer formar parte en


la creación de ninguna organización sindical, tampoco afiliarse a aquella que este
en curso o desafiliarse de la organización a la que en algún momento
determinado se afilio, sin que cualquiera de estas determinaciones individuales
le acarre al servidor ningún tipo de discriminación dentro de su empresa, mejor
dicho a su contrato de trabajo, libertad que es permisible como la positiva, pese
a no hallarse normada de manera expresa

3. FINES:

o Asegurar la defensa de la profesión, objeto central del derecho de


sindicación. Si esta libertad no fuera transparente, sería posible la existencia
de sindicatos “amarillos”. Esta defensa de la profesión se tendrá que
conjugar con el proyecto del sindicato y con su acción sindical que se halla
debidamente normada en sus estatutos.

o Así mismo, se dirige a permitir que toda afiliación a un sindicato sea libre y
voluntaria.

4. MANIFESTACIÓN:
La razón de ser del sindicato es la defensa del interés profesional que es dado
por ejercer una actividad profesional que identifica a sus miembros. Desde esa
perspectiva, es fácilmente reconocida la vocación que deberá tener la
organización sindical, manifestación que se verá reflejada de diferentes formas,
básicamente, cuando el gremio hace andar su acción sindical.

La manifestación del sindicato se dirige a obtener nuevos derechos, defender los


adquiridos, defender a sus adherentes, mantener una postura abierta para
cohesionar el grupo, respetando en todo momento al individuo en tanto
participante del grupo.

5. FUENTES

La libertad sindical se encuentra reconocida expresamente como un derecho


humano por todos los instrumentos internacionales genéricos sobre esta última
materia, tanto por los existentes a nivel mundial (Organización de Naciones
Unidas) como por los existentes a nivel regional americano (Organización de
Estados Americanos). El primero es el caso de la Declaración Universal de
Derechos Humanos (artículo 23.4°), del Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos (artículo 22°) y del Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales (artículo 8°). El segundo es el caso la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (artículo 16°). El grado de concreción con
que los instrumentos de Naciones Unidas regulan el derecho es mayor en los
pactos internacionales, sobre todo en el de los de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, que en la Declaración Universal.

a. DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS

La libertad sindical se encuentra reconocida expresamente como un derecho


humano por todos los instrumentos internacionales genéricos sobre esta última
materia. Tanto por los existentes a nivel mundial (Organización de Naciones
Unidas) como por los existentes a nivel regional americano (Organización de
Estados Americanos). En el caso de la Declaración de los Derechos Humanos
se contempla en el artículo 23, inciso 4: “Toda persona tiene derecho a fundar
sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses”.
b. PACTO INTERAMERICANO DE DERECHOS ECONÓMICOS,
SOCIALES Y CULTURALES

Artículo 8

1. Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar: a) El


derecho de toda persona a fundar sindicatos y a afiliarse al de su elección, con
sujeción únicamente a los estatutos de la organización correspondiente, para
promover y proteger sus intereses económicos y sociales. No podrán imponerse
otras restricciones al ejercicio de este derecho que las que prescriba la ley y que
sean necesarias en una sociedad democrática en interés de la seguridad
nacional o del orden público, o para la protección de los derechos y libertades
ajenos; b) El derecho de los sindicatos a formar federaciones o confederaciones
nacionales y el de éstas a fundar organizaciones sindicales internacionales o a
afiliarse a las mismas; c) El derecho de los sindicatos a funcionar sin obstáculos
y sin otras limitaciones que las que prescriba la ley y que sean necesarias en
una sociedad democrática en interés de la seguridad nacional o del orden
público, o para la protección de los derechos y libertades ajenos.

2. El presente artículo no impedirá someter a restricciones legales el ejercicio de


tales derechos por los miembros de las fuerzas armadas, de la policía o de la
administración del Estado.

3. Nada de lo dispuesto en este artículo autorizará a los Estados Partes en el


Convenio de la Organización Internacional del Trabajo de 1948 relativo a la
libertad sindical y a la protección del derecho de sindicación a adoptar medidas
legislativas que menoscaben las garantías previstas en dicho Convenio o a
aplicar la ley en forma que menoscabe dichas garantías.

c. CONVENIOS DE LA OIT RATIFICADOS POR EL PERÚ

Varios convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se refieren


a la libertad sindical. Entre ellos, los principales son el N° 87 (sobre protección
sindical y la protección del derecho de sindicación), el N° 98 (sobre el derecho
de sindicación y negociación colectiva), el N° 135 (sobre los representantes de
los trabajadores) y el N° 151 (sobre las relaciones de trabajo en la administración
pública). Todos salvo el N° 135 se encuentran aprobados y ratificados por el
Perú.

Los convenios de la OIT referidos a la libertad sindical son instrumentos


internacionales de derechos humanos, por cuanto tienen esta condición todos
los tratados que desarrollan derechos reconocidos por dichos instrumentos.

d. CONVENCIÓN AMÉRICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS

Más conocida como Pacto de San José de Costa Rica fue suscrita en la ciudad
de San José, el 22 de noviembre de 1969, en la Conferencia Especializada
Interamericana de Derechos Humanos; entró en vigor el 18 de julio de 1978.

El Perú aprobó dicho instrumento internacional por Decreto Ley N° 2231 del 11
de julio de 1978. Este Pacto es un instrumento relativo a los derechos humanos,
pero de carácter regional. En materia de trabajo lo trata de forma específica en
el artículo 6, bajo el título “prohibición de la esclavitud y servidumbre”

e. EL PROTOCOLO DE SAN SALVADOR

Es un convenio internacional complementario a la Convención Interamericana


de Derechos Humanos, el cual ha sido ratificado por el Perú es 1995. Este
instrumento internacional tiene como finalidad consolidar los derechos de los
ciudadanos en los aspectos de trabajo, seguridad social, medio ambiente,
alimentación, cultura, etc.

En lo que respecta a materia laboral, establece lo siguiente:

Artículo 8:

1. Los Estados partes garantizan: a) El derecho a los trabajadores a organizar


sindicatos y a afiliarse al de su elección, para la protección y promoción de sus
intereses. Como proyección de este derecho, los Estados permitirán a los
sindicatos a formar federaciones y confederaciones nacionales y asociarse a las
ya existentes, así como a formar sindicales internacionales y asociarse al de su
elección. Los Estados partes también permitirán que los sindicatos, federaciones
y confederaciones funcionen libremente.
b. Derecho a la huelga: 2. El ejercicio de los derechos enunciados
precedentemente sólo puede estar sujeto a las limitaciones y restricciones
previstas por la ley, siempre que éstos sean propios a una sociedad democrática,
necesarios para salvaguardar el orden público, para proteger la salud o la moral
públicas, así como los derechos y las libertades de los demás. Los miembros de
las fuerzas armadas y de la policía, al igual que los de otros servicios públicos
esenciales, estarán sujetos a las limitaciones y restricciones que impongan la
ley. 3. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a un sindicato”. Es importante
resaltar que en la segunda parte del Artículo 7° literal d), dice; “En casos de
despido injustificado, el trabajador tendrá derecho a una indemnización o a la
readmisión en el empleo o a cualesquiera otra prestación prevista por la
legislación nacional’’ es decir, garantiza tanto la estabilidad absoluta como la
relativa.

f. PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL DE LA LIBERTAD SINDICAL

La constitución de 1993 se ocupa de la libertad sindical en dos de sus secciones:


al tratar sobre los derechos fundamentales de la persona (art 2.13°) y sobre los
derechos sociales y económicos (art 28°).

Asimismo, aunque en negativo, vuelve a ella para determinar las exclusiones al


derecho (art 42° y 153°)

Al regular la libertad sindical entre los derechos fundamentales de la persona, la


Constitución considera a la sindicación como una especie de género asociación.
En este contexto, la Constitución menciona dos importantes elementos de su
contenido: la Constitución sin autorización previa y la no disolución por vía
administrativa.

Por otro lado, la legislación constitucional, en especial la ley 23503, en su artículo


24 incisos 9 y 11 relativos a las “acciones de garantía”, establece que se puede
utilizar la acción de amparo cuando los derechos fundamentales del trabajo,
establecidos en la Constitución, se encuentren en peligro.

g. PROTECCIÓN LEGAL
El TUO de la Ley de Fomento de Empleo, Ley de Productividad y Competitividad
Laboral-LPCL, Decreto Supremo N° 003-97-TR, en su artículo 29, liberales a, b
y c, protege el fuero sindical cuando prohíbe los despidos que tengan por
motivos:

 La afiliación a un sindicato o la participación en actividades sindicales;


 Ser candidato a representante de los trabajadores o actuar o haber
actuado en esa calidad y
 Presentar una queja o participar en un proceso contra el empleador ante
las autoridades competentes, salvo que configure la falta grave
contemplada en el inciso f del art 25-

6. DIMENSIONES DE LA LIBERTAD SINDICAL

Este es uno de los aspectos medulares del concepto de libertad sindical, y es su


capacidad de desplegarse de manera individual y colectiva. Esto es sumamente
importante ya que este derecho no se agota únicamente en su ejercicio titular
como trabajador, ni en su ejercicio colectivo por un grupo de trabajadores.

3.1. LIBERTAD SINDICAL INDIVIDUAL

La libertad sindical a nivel individual se encuentra normado en el art 2° del


Convenio 87 de la OIT, cuando menciona que los trabajadores sin ninguna
distinción tienen el derecho de constituir las organizaciones que estimen
convenientes, sin autorización previa.

En otras palabras, el aspecto individual de la libertad sindical está constituido por


todos aquellos derechos de los trabajadores a constituir y afiliarse a las
organizaciones que estimen conveniente, sin autorización previa y en total
libertad, así como a desarrollar actividad sindical (libertad sindical individual
positiva); y, a no incorporarse o retirarse libremente de tales organizaciones
(libertad sindical negativa), sin que todo ello pueda ser fuente de ningún perjuicio.

La utilización del adjetivo «positiva» expresa el hecho de que se está hablando


de actos explícitos de los trabajadores de participación en la constitución de una
organización o de adhesión a la misma o de proselitismo o activismo sindical.
Por el contrario, la referencia a la libertad sindical «negativa» tiene que ver con
la tutela del derecho de los trabajadores de mantenerse «indiferentes» (no
incorporándose o desligándose) frente al hecho sindical, sin que ello les pueda
afectar negativamente en cualquier terreno.

Los requisitos que debe poseer el trabajador para constituir organizaciones


sindicales son los de pertenecer a la empresa, actividad u oficio en el caso del
sector privado, o a la carrera administrativa en el caso del sector público; no
formar parte del personal de dirección y de confianza y no estar afiliado a otro
sindicato (en ambos regímenes). Los menores de edad que sean adolescentes
(entre 12 y 18 años) están expresamente autorizados para sindicarse (artículo
70° del Código de los Niños y Adolescentes, aprobado por el Decreto Ley 26102)

3.2. LIBERTAD SINDICAL COLECTIVA

Así como los trabajadores en forma individual pueden constituir, afiliarse o


desafiliarse de los sindicatos de base, éstos pueden hacer lo mismo respecto de
otro de grado superior. Así, las organizaciones sindicales de primer grado
pueden integrar las de segundo, y éstas las de tercero ya sea en el ámbito
nacional o en el internacional. A las primeras nuestro ordenamiento las denomina
sindicatos, a las segundas federaciones y a las terceras confederaciones.

La base normativa internacional de este derecho se encuentra en el artículo 5


del Convenio 87 de la OlT. A las organizaciones sindicales de cualquier grado,
el artículo 6° del mismo convenio les reconoce los derechos colectivos de
disolución y autonomía interna.

Nuestra legislación sobre el sector privado reconoce el derecho de federación


exigiendo la unión de no menos de dos sindicatos de la misma actividad o clase
para formar una federación y la de no menos de dos federaciones para formar
una confederación. En el sector público, se requiere de 20 sindicatos para
constituir unan federación, y de 5 federaciones o 2 federaciones y 30 sindicatos
debidamente reconocidos para formar una confederación.

De igual manera, el derecho positivo peruano reconoce la pluralidad sindical al


permitir la existencia de dos o más sindicatos en determinadas empresas con la
sola condición del cumplimiento de los requisitos de constitución. Aparentemente
ello atentaría contra el otro principio de unidad sindical. Al respecto VÁZQUEZ
VIALARD señala que: frecuentemente se pone como requisito de la libertad
sindical la existencia de una pluralidad sindical de asociaciones profesionales
para la misma actividad, oficio o profesión y con el mismo ámbito territorial, con
igualdad de derechos.

Por lo tanto, se reprocha al sistema de reconocimiento de la “personería gremial”


el incumplimiento de este requisito, puesto que las asociaciones con esta
personería son titulares de privilegios o derechos exclusivos los que no gozan
quienes no la tienen.

3.2.1. AUTONOMÍA DEL MOVIMIENTO SINDICAL:

Para que la defensa de los intereses profesionales que dice defender una
organización gremial sean nítidas, deberá mantener una autonomía absoluta
frente a los demás entes que en su conjunto conforman la sociedad laboral, esto
es, del empleador, del Estado y de las otras organizaciones gremiales. De otro
lado, nuestra legislación positiva prohíbe la creación de sindicatos “amarillos”, no
está permitido entre nosotros conformar un sindicato bajo los auspicios o
dirección del empleador.

4. CONTENIDO DE LA LIBERTAD SINDICAL

Delimitado el espacio de aplicación de la Ley, es posible pasar a analizar la


regulación que en ella se hace del ejercicio de la libertad sindical. En su
formulación comúnmente aceptada, la libertad sindical es un derecho de
contenido complejo, dentro del cual se enmarca un amplio entramado de
derechos, facultades y posibilidades de actuación, que se atribuyen para el
desarrollo de la autotutela colectiva de sus intereses, bien a los trabajadores
individualmente considerados (libertad sindical individual), o bien a los sindicatos
fundados por éstos (libertad sindical colectiva).

Aunque la Ley no proporciona, y ésta es una primera limitación, una descripción


del contenido del derecho, es posible entender, en base al texto del artículo 51º
de la Constitución, así como de los Convenios Internacionales del Trabajo
(especialmente, los Convenios 87º y 98º), que la libertad sindical se compone,
como mínimo, de los siguientes elementos:

1. En el plano individual, los derechos de los trabajadores:

a. A fundar las organizaciones que estimen convenientes, sin necesidad de


autorización previa. b. A afiliarse a dichas organizaciones libremente, con la sola
condición de respetar sus estatutos.
c. Al ejercicio de la actividad sindical.

2. En el plano colectivo, los derechos de los sindicatos:

d. A su libre organización y funcionamiento.


e. A constituir y afiliarse libremente a federaciones y confederaciones, así como
organizaciones sindicales internacionales.
f. A decidir libremente su propia suspensión o disolución, sin que estas medidas
puedan ser adoptadas por la vía administrativa.
g. Al ejercicio de la actividad sindical.

Naturalmente, la vigencia práctica de estos derechos precisa, como requisito


adicional, que se ofrezca a sus titulares una adecuada protección frente a
cualquier acto que tienda a entorpecer o menoscabar su libre ejercicio ("conducta
antisindical"). Por ello, la existencia de un sistema de tutela frente a esta clase
de comportamientos se convierte en un elemento "de cierre" indispensable
dentro de cualquier sistema de libertad sindical.
a. Derecho de los trabajadores a fundar las organizaciones que crean
convenientes
Este derecho, que constituye, la manifestación más rotunda de la libertad
sindical, faculta a los trabajadores para constituir las organizaciones sindicales
de la estructura y composición que estimen más convenientes para la defensa
de sus intereses, sin que para ello sea necesario recabar ninguna clase de
autorización, aprobación o permiso previos por parte de la autoridad pública.
En principio, la Ley se muestra abierta y flexible en cuanto a la regulación de este
derecho. Así, el artículo 2º, que abre el Título II, se inicia con una declaración, a
través de la cual "el Estado reconoce a los trabajadores el derecho a la
sindicalización sin autorización previa, para el estudio, protección y defensa de
sus derechos e intereses y el mejoramiento social, económico y moral de sus
miembros".

Siguiendo los artículos 5º y 7º permiten a los trabajadores la constitución de


diversas clases de sindicatos, según el ámbito territorial y funcional que éstos
elijan. En este sentido, los sindicatos pueden ser:
a) de empresa, "formados por trabajadores de diversas profesiones, oficios o
especialidades, que presten servicios para un mismo empleador"
b) de actividad, "formados por trabajadores de profesiones, especialidades u
oficios diversos de dos o más empresas de la misma rama de actividad"
c) de gremio, "formados por trabajadores de diversas empresas que
desempeñan un mismo oficio, profesión o especialidad.
d) de oficios varios formados por trabajadores de diversas profesiones, oficios o
especialidades que trabajen en empresas diversas o de distinta actividad.

b. Constitución y registro del sindicato


Siguiendo el sistema tradicionalmente vigente en nuestro medio, la LRCT acoge,
como modalidad organizativa que deben adoptar las agrupaciones de
trabajadores, el del sindicato-asociación (unión permanente y estable de
trabajadores, de constitución y afiliación voluntarias, conformada de acuerdo con
los esquemas del derecho de asociación).

El sindicato se configura, así, como un ente asociativo de especialísimas


características, que se crea y subsiste por voluntad de sus miembros. En relación
a la constitución del sindicato, el artículo 16º dispone que se realice en asamblea,
en la que se procederá a aprobar el estatuto de la organización y elegir a la junta
directiva. La norma añade que estos hechos deberán constar en un acta
elaborada al efecto, la cual deberá ser necesariamente "refrendada por Notario
Público o, a falta de éste, por el Juez de Paz de la localidad, con indicación del
lugar, fecha y nómina de asistentes".
c. Derecho de los trabajadores a afiliarse libremente al sindicato de su
elección
En su formulación más amplia, este derecho comprende, tanto la facultad del
trabajador de afiliarse al sindicato de su elección con la sola condición de
respetar sus estatutos, como la de separarse del que estuviese afiliado.
Asimismo, de él se desprende, como lógica consecuencia, el amparo de la
denominada "libertad sindical negativa" (el derecho del trabajador a no afiliarse
a ningún sindicato, si así lo desea).

En primer lugar, se exige "ser trabajador de la empresa, actividad, profesión u


oficio que corresponda, según el tipo de sindicato".
El segundo requisito consiste en "no formar parte del personal de dirección o
desempeñar cargo de confianza del empleador, salvo que el estatuto
expresamente lo permita". Esta es una típica disposición de contenido
paternalista, mediante la cual se busca evitar injerencias del empleador en los
sindicatos.

El tercer requisito consiste en "no encontrarse en período de prueba". Aunque


esta norma cuenta con antecedentes en nuestro medio, entiendo que se trata de
una restricción carente de justificación. El período de prueba es un lapso
destinado a evaluar las aptitudes profesionales y personales de trabajador, que
no guarda relación alguna con el ejercicio de la libertad sindical. Pudiera
argumentarse que lo que se busca con esta prohibición es proteger al trabajador
en período de prueba, que vería extinguido automáticamente su contrato de
afiliarse a un sindicato.

d. Derecho de los sindicatos a su libre organización y funcionamiento


La formulación más completa de este derecho se halla en el artículo 3º del
Convenio 87º de la OIT, donde se señala que los sindicatos "tienen el derecho
de redactar sus estatutos y reglamentos administrativos, el de elegir libremente
sus representantes, el de organizar su administración y sus actividades y el de
formular su programa de acción (apartado 1º); añadiéndose que las autoridades
públicas deberán abstenerse de toda intervención que tienda a limitar este
derecho o a entorpecer su ejercicio legal".

e. Derecho de federación nacional e internacional de los sindicatos


Este derecho viene reconocido expresamente por el artículo 35º de la Ley, que
señala que "los sindicatos de base podrán constituir o integrar organismos de
grado superior" (nacionales o internacionales, debe entenderse), "sin que pueda
impedirse u obstaculizarse tal derecho".

A continuación, el artículo 36º, siguiendo una tradición muy arraigada en nuestro


medio, pasa a fijar el "número mínimo" sindicatos necesarios para formar una
federación, y de federaciones que se precisan para crear una confederación.

f. Derecho de los sindicatos a decidir libremente su propia suspensión o


disolución
Del mismo modo que la voluntad de sus integrantes es decisiva para la formación
del sindicato, corresponde a los órganos de éste decidir, libre y
democráticamente, su suspensión o disolución, acomodándose a lo dispuesto
sobre el particular en sus estatutos. La preservación de este espacio de
autonomía requiere, como indica el artículo 4º del Convenio 87º de la OIT, la
prohibición de toda suspensión o disolución de sindicatos "por vía
administrativa", y exige que la facultad de dictar tales medidas sea atribuida con
exclusividad a los jueces, y sólo en los casos en que existan motivos que lo
justifiquen plenamente.

De allí que el artículo 51º de la Constitución señale, con carácter taxativo, que
"las organizaciones sindicales se disuelven por acuerdo de sus miembros o por
resolución en última instancia de la Corte Suprema".

La regulación legal de este derecho se inicia con el artículo 33º de la LRCT, que
contiene una novedosa enumeración de las causales de disolución del sindicato.
En este sentido, la norma señala que ésta se produce por cualquiera de las
siguientes causas:

a. Fusión o absorción.
b. Acuerdo de la mayoría absoluta de sus miembros, "adoptado en asamblea
general o fuera de ella", y "acreditado con las correspondientes firmas".
c. Cumplimiento de cualquiera de los eventos previstos en el estatuto para este
efecto.
d. Resolución en última instancia de la Corte Suprema, de acuerdo con las
causales señaladas para las asociaciones (en concreto, cuando los "fines o
actividades" del ente sindical "sean contrarios al orden público o a las buenas
costumbres") y siguiendo el procedimiento previsto por el artículo 96º del Código
Civil.
e. Liquidación de la empresa, tratándose de un sindicato de este ámbito. En este
caso, señala la norma, la disolución opera de pleno derecho. Naturalmente, para
que tenga lugar la disolución del sindicato por esta causal no bastará con que la
empresa se encuentre en liquidación, sino que será necesario que ésta haya
concluido.

g. Derecho de los trabajadores y sindicatos a la actividad sindical

A través del derecho a la actividad sindical se concede, tanto a los trabajadores


como a los sindicatos, la facultad de desarrollar todas las acciones que, sin
contravenir el resto del ordenamiento jurídico o lesionar injustificadamente los
intereses de terceros, resulten necesarias el alcance de los fines de defensa y
promoción de los intereses de la clase trabajadora que animan al movimiento
sindical.

Como tal, se trata de un derecho de contenido polivalente, difícilmente


concretable en un elenco cerrado de prerrogativas, ya que asume las diversas
formas que su ejercicio va adoptando a lo largo de la dinámica reivindicativa.

Simultáneamente, el artículo 8º atribuye a los sindicatos la función de "celebrar


convenciones colectivas de trabajo, exigir su cumplimiento y ejercer los derechos
y acciones que de tales convenciones se originen" (literal b). Sobre la base del
amplio enunciado de este precepto, debe entenderse que la LRCT reconoce, a
todas las organizaciones sindicales, el derecho a participar de los procesos de
negociación colectiva, así como capacidad para celebrar los consiguientes
convenios colectivos.
5. OBLIGACIONES EMERGENTES DE LA LIBERTAD SINDICAL

El ejercicio de la libertad sindical comporta el cumplimiento de ciertas


obligaciones fundamentales por el Estado, los empleadores y los trabajadores.

Las obligaciones del Estado son dos:

1. Está impedido de imponer la “autorización previa” para la constitución de


cualquier organización sindical y la afiliación a ella; en tal virtud no podría,
por una norma legal o por un acto administrativo, señalar quienes pueden
sindicalizarse o constituir organizaciones sindicales y quienes no pueden
hacerlo; así como tampoco podría, por una norma legal o por un acto
administrativo, señalar quienes pueden sindicalizarse o constituir
organizaciones sindicales y quienes no pueden hacerlo; así como
tampoco podría dejar de registrar a una organización sindical que reuniera
los requisitos mínimos para existir como tal, ni cancelar su registro.
2. “Las autoridades públicas deben abstenerse de toda intervención que
tienda a limitar la libertad sindical o a entorpecer su ejercicio legal”
(Convenio 98 de la OIT, art. 3°.2).

A los empleadores se les ha prohibido llevar a cabo cualquier injerencia sobre


la voluntad de los trabajadores o sobre la vida de la organización sindical o
practicar represalias, despedidas y discriminación en el empleo (Convenio 98
de la OIT, art. 2°).

Finalmente, se ha establecido que los trabajadores y los empleadores, y sus


organizaciones sindicales se encuentran obligados “a respetar la legalidad”
(Convenio 87 de la OIT art. 8°,1.), condición política que, sin embargo, no
podría ser invocada para desconocer o recortar su ideario y actividad
destinados a establecer un orden social compatible con el bienestar, el pleno
empleo y una distribución más racional de la riqueza social, siempre que se
atengan a las vías legalmente permitidas.
BIBLIOGRAFÍA
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TRABAJO. BARCELONA.
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 VAZQUES VIALARD CITADO POR VILLAVICENCIO RIOS,
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