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BASES DEL APRENDIZAJE Y EDUCACIÓN

CAPÍTULO 1.

Mente, Cerebro y Educación (MBE).

1. El nacimiento de un nuevo campo de actividad científica: MBE.


Existen numerosas definiciónes del concepto de educación, no obstante todas ellas coinciden en
la idea de la conducción del desarrollo personal.

Este desarrollo se entiende hoy en día como el aprendizaje que el individuo va adquiriendo
mediante la interacción con el medio, y es observable a traves de los comportamientos
exhibidos.

Dichos aprendizajes están interconectados entre sí formando un conjunto organizado en un


único sistema; sin embargo, con fines educativos y dentro del terreno de la abstracción, se
puede dividir estos conocimientos en parcelas o subconjuntos de diversos tamaños.

Por otro lado cabe destacar que este sistema global de conocimientos no es estable, sino
dinámico y variable en función del ambiente. Es aquí donde reside la fuerza de la educación.

La función de la educación no es otra que conducir el aprendizaje (desarrollo) en dirección al


crecimiento conveniente al éxito adaptativo.

Esta ayuda que representa la educación al aprendizaje, ganará en eficacia cuanto mayor sea
nuestro conocimiento sobre el aprendizaje, y nuestra capacidad para transladarlo al ámbito
educativo. Este es por lo tanto, el objetivo de MBE.

Los conocimientos acumulados por el campo de la neurociencia -especialmente en las últimas


décadas- han crecido de forma espectacular gracias a las nuevas tecnologías de observación del
cerebro. Por ello se ha convertido en uno de los principales campos de estudio actuales, y es
objeto de grandes proyectos de investigación.

El aumento de este conocimiento en el campo de las bases del aprendizaje, germinó en la mente
de sus investigadores la idea de conducir esta producción a la creación de una ciencia educativa
al servicio de la educación.
Surgen por lo tanto de forma simultanea aunque independientes, los primeros proyecyos
dedicados a esta nueva ciencia (MBE) en París, Tokio o Cambridge. A su vez de impulsa la
creación de encuentros y conferencias a nivel internacional al respecto, que servirán para unir
dichos proyectos en lo que será el nacimiento de MBE.

Por lo tanto, MBE se presenta como puente entre la neurociencia y la educación práctica, de
forma que estos se retroalimenten compartiendo información, en pos del desarrollo de la ciencia
educativa.

2. Caracter transdisciplinar de MBE.


Como hemos visto en el capítulo anterior, MBE se nutre del trabajo conjunto de distintos grupos:
neurociencia, y educadores prácticos. Por ello es importante señalar el caracter transdisciplinar
de esta ciencia educativa. Hemos de diferenciar este caracter de la multidisciplinariedad, ya que
no se trata de la suma de conocimientos individuales de los distintos grupos y de la
intradisciplinariedad, puesto que tampoco es el campo intermedio creado tras la integración de
estos. La el caracter transdisciplinar requiere que dos grupos diferenciados trabajen de manera
conjunta en un nuevo campo con sus propias estructuras conceptuales.

Cualquier disciplina desarrollada debe posee 5 elementos que la definen : Fenómenos de


interes, epistemología, métodos, teorías y asunciones. Estos elementos están muy arraigados en
campos tan estables hoy en día como la neurociencia o la educación, que poseen métodos y
lenguajes propios. Esto supone un problema a la hora de trabajar un campo transdisciplinar.

Por un lado es necesaria la creación de un lenguaje común, evitando así tres tipos de conflicto :
Ambos campos poseen un mismo término para referirse a conceptos diferentes. Se utilizan
términos diferentes para referirse a un mismo concepto. En una misma disciplina, el mismo
fenómeno se puede conceptuar de diferentes maneras.

Por otro lado, también será necesaria la creación de una metodología compartida. El uso de las
distintas metodologías de la neurociencia y de la educación, puede otorgar la ventaja de visionar
y estudiar el aprendizaje desde distintos ángulos complementarios. No obstante MBE se
cimienta sobre fenómenos que corresponden a sistemas dinámicos y complejos, y por lo tanto
están basados en factores contextuales. Para adaptarse a ello, es necesario crear un nuevo
método que responda a estas variables sin reducir MBE a otra cosa, pudiendo responder a las
variables del sistema dinámico, y posibilitanto un estudio por niveles adecuado a cada campo.

En definitiva, MBE busca la unión de los expertos en distintas disciplinar trabajando en un


proyecto común en el que todos tienen la misma importancia.

3. Conexión entre investigación y práctica educativa.


Ya hemos visto que el objetivo de MBE es la obtención de conocimiento utilizable para la mejora
de las políticas y prácticas educativas, reconciliando la división entre investigación y práctica, y
rentabilizando los recursos.

Para ello es necesaria una estrecha unión entre investigación y educación que permita el analisis
de la práctica educativa, y la evaluación de los métodos de investigación, obteniendo como
resultado la mejora de la práctica educativa.

Esta conexión hace que la investigación, además de estr bien fundamentada, necesite estar en
contacto con la educación práctica y entornos educativos reales. Este acercamiento permite
redefinir los procedimientos y generar hipóteis y métodos guiados directamente hacia la política
y la práctica educativa.

Consecuencia de esta unión cabe destacar la importancia que tienen algunos organismos como
pueden ser escuelas laboratorio de investigación ligadas a facultades de educación que trabajen
conjuntamente y sirvan como punto de unión. De esta forma se crea un modo de actuación
cíclico : desarrollo de cuestiones, desarrollo de técnicas innovadoras de ecaluación de campo,
utilización de los resultados de aula para refinar las direcciones de la investigación, ajuste local
de la práctica e introducción de los resutados en una gran base de datos de MBE.

Otra infraestructura básica para el funcionamiento de MBE serán grandes bases de datos de
acceso general donde ordenar en un lenguaje (y terminología) universal las evidencias aportadas
por la investigación. Esto permitiría la colaboración en estudios multicontextuales y
longitudinales con aplias muestras de alto interés.

CAPÍTULO 4.

Aprendizaje y ciclo vital.

1. Aprendizaje en la infancia.
Estructuras y procedimientos del aprendizaje en la infancia.

Como hemos podido ver en capítulos anteriores las neuronas comienzan a formarse en la fase
embrionaria, especialmente durante las semanas 10 y 24. De esta forma al nacer, aunque aun se
puedan observar zonas en las que ocurre la neurogénesis, el cerebro tendrá más o menos la
misma cantidad de neuronas que en la fase adulta.

Sin embargo el cerebro sufrirá un crecimiento notable. Esto se debe principalmente al desarrollo
de fibras nerviosas conectoras y al engrosamiento neuronal producido por la mielinización. Este
proceso ocurrirá hasta avanzada la adolescencia, sin embargo a la edad de 6 años el cerebro ya
tiene el 90% de su tamaño total.

Es importante tener en cuenta que este proceso de mielinización y sinapsis no ocurre de manera
simultánea en todo el cerebro, sino por secuencias temporales:

La primera fase engloba las áreas encargadas de la elaboración primaria de la información


sensorial, el desarrollo motor elemental, y funciones vitales para la supervivencia como la
respiración, los ciclos de sueño... Esto conlleva el desarrollo del cerebelo, el tálamo, las
conexiones de la corteza cerebral y los ganglios basales con la médula espinal o los nervios
periféricos.

Posteriormente durante la infancia se desarrollan áreas secundarias, encargadas de elaborar la


información sensorial y motora, y mejorar la actividad interactiva con el medio ambiente.

Por último en la adolescencia y entrada la etapa adulta, termina el proceso de desarrollo


cerebral con los lóbulos frontales, donde se produce el máximo nivel de procesamiento de
información.

Mencionabamos que al nacer el bebé tiene prácticamente el mismo número de neuronas que en
la etapa adulta, sin embargo sabemos que durante la neurogénesis se produce una cantidad
mucho mayor. Esto se debe a que durante la etapa intrauterina solo sobrevivirán aquellas
neuronas que han conseguido establecer conexiones con otras, y tener cierta relevancia para el
individuo. Dichas conexiones dependen del factor genético pero también son dependientes del
medio ambiente intrauterino pues como sabemos, el feto es capaz de captar estímulos y
reaccionar ante ellos mediante aprendizajes adquiridos.

El factor variable que representa el medio ambiente es de vital importancia, ya que determina
las conexiones neuronales que se establecen y estas, forman una red que conformará la base
para la adquisición de nuevos aprendizajes tras el nacimiento.

Tras el nacimiento y gracias a la plasticidad del cerebro humano tiene lugar una espectacular
creación de conexiones neuronales, pudiendo doblar en número a las de un adulto. Por motivos
de optimización (especialización de lo útil y eliminación de lo que no se usa) ocurre una "poda"
sináptica basada tanto en el factor genético como en el ambiental (las experiencias vividas que
fortalecen ciertas conexiones).

En definitiva, una rica red de conexiones puede ser promovida por el acceso a una variada y
abundante información asociada a un entorno apropiado.

Periodos sensibles.

El término periodo sensible, define momentos que son especialmente óptimos para la
producción de determinados aprendizajes. Es importante recalcar que esto no quiere decir que
ciertos aprendizajes puedan ocurrir únicamente en estos periodos, sino que fuera de ellos, el
aprendizaje será más costoso dado que conllevará la implicación de distintas y mas extensas
áreas cerebrales, y por lo tanto necesitará más tiempo y recursos.

Estos periodos ocurren gracias a la elevada plasticidad de determinadas zonas del cerebro que
permiten la creación de conexiones neuronales a gran escala y con facilidad.

Su importancia radica en que la facilitación de experiencias oportunas en cada uno de ellos,


permite que se creen circuitos neuronales especializados que desembocan en el desarrollo
cerebral. Dicho desarrollo dota al individuo de mayores posibilidades de aprendizajes futuros
que a su vez otorgan un mayor desarrollo, produciendose una continua retroalimentación.

Los dos primeros años es un periodo especialmente sensible para el control motor, la
modulación de las emociones, los procesos de atencón y percepción, el desarrollo social... Para
explicarlo nosotros nos centraremos en el desarrollo del lenguaje.

Durante el desarrollo del lenguaje se ha observado que el primer año de vida extrauterina es un
periodo enormemente sensible para el aprendizaje de los sonidos del habla. Al nacer el cerebro
del bebé está preparado para aprender cualquier idioma, y por lo tanto es capaz de diferencial
los sonidos, ritmos y entonaciones de cada uno de ellos. Sin embargo, tras el primer año esta
capacidad va desapareciendo especializandose en la lengua adquirida como materna, y dejando
de poder discriminar aquellos a los que no ha sido expuesto. Esto no significa que
posteriormente no se pueda lograr el aprendizaje, pero este ocurrirá con una mayor dificultad, y
dado que el nuevo aprendizaje ahora se basará en la experiencia con otra lengua, será casi
imposible que no aparezca un acento extraño.

Otro aspecto similar en el aprendizaje del lenguaje, es la adquisición del a gramática. Existe hasta
los 3 años un periodo sensible para esta, en el que será especialmente facil su aprendizaje,
situado en la parte frontal del hemisferio izquierdo. Posteriormente este se dificulta ya que se
verán implicadas tambien partes correspondientes del hemisferio derecho.

A diferencia, la parte del lenguaje correspondiente al vocabulario y la semántica no posee


periodo sensible, por lo que su capacidad de aprendizaje no varía con el tiempo.

Otro ejemplo similar al del aprendizaje del lenguaje puede ser el de la capacidad de
reconocimiento facial. Desde su nacimiento los bebés poseen los mecanismos necesarios para la
diferenciación de todo tipo de caras independientemente de la raza o incluso de monos. Este
periodo dura hasta los 6-9 meses, momento en el que el cerebro afinará la percepción entre los
rostros más comunes, y perderá la capacidad de distinción en los menos comunes. Esto nos lleva
a concluir que la experiencia con estímulos de un tipo determinado, promueve la producción de
aprendizajes en esa linea, mientras que merma los aprendizajes no relacionados. Esto supone
una clara ventaja adaptativa ya que nuestro cerebro es sensible a los estímulos más corrientes
en nuestro entorno, y se especializa en ellos.
Finalmente y para concluir este apartado hemos de mencionar que los periodos sensibles
dependen de la madurez cerebral, y no de la madurez de los órganos implicados en dicho
aprendizaje (ejemplo de los bebés con cataratas de nacimiento).

Promoción del aprendizaje en la infancia.

El desarrollo cerebral durante la infancia es especialmente alto dada la tasa metabólica y la alta
capacidad de conexión sináptica. No obstante esto depende siempre del factor genético y del
factor ambiental, al que hay que prestarle especial cuidado y atención. Se debe intentar
conseguir un ambiente con ricas y numerosas experiencias multisensoriales que propicien la
formación y el fortalecimiento de nuevas sinapsis.

Por otro lado existen elementos perjuiciosos para el desarrollo como pueden ser la ausencia de
una estimulación ambiental apropiada, una mala alimentación, la falta de una adecuada relación
afectiva o un cuidado personal individualizado, o la ausencia de unas relaciones sociales
adaptadas a la etapa. Todos estos elementos pueden alterar el crecimiento y funcionamiento
cerebral produciendo retrasos en el desarrollo. El nivel de estos depende del tiempo de
exposición a los elementos que lo causan, pero a priori es posible la recuperación en gran
medida mediante tratamientos rehabilitadores.

Para un correcto desarrollo, deben existir unas condiciones adecuadas desde la etapa fetal. Por
ello es imprescindible la formación de las futuras madres para su autocuidado. Una alimentación
rica, higiene adecuada, protección contra enfermedades o evitar el consumo de neurotoximas o
contaminantes es fundamental en este proceso.

La promoción del aprendizaje tras el nacimiento se basa en facilitar un entorno rico en múltiples
y variadas experiencias, garantizando como se explicaba anteriormente el desarrollo de
conexiones neuronales. Han de existir situaciones de interacción social con iguales, promoviendo
la escucha, el habla, la expresión o la satisfacción de la curiosidad.

Finalmente en el contexto escolar, ha de llevarse una educación mixta basada en el aprendizazje


formal el aprendizaje informal característico y propio de estas edades: ir de lo simple a lo
complejo, proporcionar instrucciónes específicas, emplear estrategias de recuerdo y repetición
para el fortalecimiento de las sinapsis...

En definitiva, el cerebro finalmente es siempre esculpido por la experiencia.

2. Aprendizaje en la adolescencia.
Estructuras y procedimientos del aprendizaje en la adolescencia.
Durante la adolescencia el cerebro sigue en desarrollo, aunque este destaca especialmente en
algunas zonas: el cerebelo, la glándula pineal, el núcleo estriado ventral y el cortex prefrontal.

El cerebelo es una de las zonas a desarrollar más significativas (dura toda la adolescencia 13-20
años). Una de las funciones principales del cerebelo es la coordinación de los movimientos, la
postura y el equilibrio corporal. Estas funciones junto con la precisión motora están relacionadas
con el desarrollo del lenguaje, especialmente en la producción del habla. Hemos de tener en
cuenta la fuerte conexión que tiene el cerebelo con el resto del cerebro, por lo que está
relacionado con prácticamente todas las funciones: comunicación, conducta social, la percepción
sensorial y aprendizaje. Estas funciones junto con las motoras, sufren un gran desarrollo durante
la adolescencia, pero a su vez, una anomalía en el cerebelo o sus interconexiones, podría causar
deficiencias en ellas.

La glándula pineal. Organo endocrino localizado en el cerebro medio y desarrollado


especialmente durante los 10-13 años. Se especializa en la secreción de melatonina, hormona
que regula los procesos psicológicos en función del ciclo de luz. Por lo tanto, la glándula pineal
sirve como reloj biológico.

El núcleo estriado ventral. Desarrollado entre los 10-13 años, forma parte de los gánglios
basales, situados en el cerebro anterior, e incluye el núcleo accumbens, el putamen, el núcleo
caudado y el núcleo olfativo ventral. Su función es la regulación de la motivación mediante los
procesos cerebrales relacionados con la recompensa, el placer y la adicción.

El cortex prefrontal. Desarrollado entre los 13 y los 20 años, es la porción más delantera de la
corteza frontal. Se trata de la zona del cerebro cuyo desarrollo tarda más en completarse. El
cortex prefrontal es el responsable de funciones y procesos cognitivos de alto nivel como la
memoria de trabajo, la distribución de la atención, la inhibición de la respuesta, la regulación de
las emociones, el razonamiento hipotético etc...

A todos estos cambios producidos en las zonas cerebrales, hemos de sumar el hecho de que
durante la pubertad temprana ocurre una segunda oleada de creación sináptica, que precede la
poda de las sinapsis superfluas y la mielinización de las restantes, quedando reforzadas. Este
proceso da lugar a redes especializadas eficientes que provocan una mayor operatividad entre
las conexiónes de distinzas zonas del cerebro. Este proceso es especialmente tardío en el lóbulo
frontal (procesos cognitivos superiores) y el lóbulo temporal izquierdo (conocimiento
semántico).

Esta proliferación sináptica causa por otro lado una menor eficiencia de los procesos cerebrales y
un mayor gasto energético, dado que aumenta el número de áreas implicadas. Es también
característica de esta edad la conducta inestable, la pobre autorregulación emocional, la
inmadurez en la toma de decisiones o la búsqueda de novedades y sensaciones.

Es importante mencionar que todas estas novedades son tambien acentuadas por la explosión
de las hormonas sexuales.
Según va entrando la adultez, la maduración del córtex prefrontal está cerca, y se facilita la
regulación de emociónes, la inhibición de respuesta, la previsión de consecuencias a las
acciónes... Además los procesos neuronales serán cada vez más eficientes, pues hay un menor
número de áreas cerebrales implicadas, siendo el coste energético también menor.

Promoción del aprendizaje en la adolescencia.

De forma coherente con el desarrollo que ocurre en el cerebro adolescente, los principales
objetivos respecto a la educación en esta etapa serán : el desarrollo de las funciones cognitivas
de alto nivel, el autocontros, la autonomía, la previsión y organización de conductas dirigidas a
metas concretas, y la formación de una identidad individual.

Todo esto ocurre en un contexto social fuertemente influido por el medio que nos rodea. Así por
ejemplo, la identidad personal se contruirá en torno a una serie de aprendizajes adquiridos
mediante las interacciónes sociales con el medio. Por ello es fundamental que en esta etapa
exista una rica y variada red de contactos e interacciónes, que permitan desarrollar el sentido
personal.

Por otro lado, y también conectado con el aspecto social, se desarrollan la autonomía y la
independencia. Estas influyen en el control que tiene el adolescente sobre su propio proceso de
aprendizaje (es la característica que más distingue el aprendizaje infantil y el adulto).

Por lo tanto, conforme se desarrolla la identidad personal, aumenta el control sobre uno mismo
y por lo tanto también el de su aprendizaje, seleccionando las experiencias congruentes para sí.

Todo esto está estrechamente ligado con la promoción del aprendizaje en entornos escolares. El
desarrollo personal y el consiguiente control sobre el aprendizaje hace que muchas veces, los
curricula disten de las metas e intereses de cada individuo. De hecho, el compromiso del
estudiante hacia el aprendizaje depende de la relación que la materia tenga con la identidad
personal. Por lo tanto, una tarea fundamental del educador en esta estapa será la de acercar el
aprendizaje al adolescente y hacerle entender por qué es importante para su desarrollo. En
relación con esto, es importante también que exista una conexión entre el aprendizaje curricular
y el extracurricular.

Hemos de tener en cuenta también el reconocimiento de las diferecias individuales creadas


tanto por la diferencia de maduración cerebral como por la individualidad de cada persona.

Por último, insistir en la importancia de construir el aprendizaje de forma progresiva, desde lo


simple hasta lo abstracto. Evitar grandes saltos y rupturas entre distintos ciclos curriculares
ayudará a encontrar una continuidad natural en la adquisición del aprendizaje.
3. Aprendizaje en la adultez.
Estructuras y procedimientos del aprendizaje en la adultez.

el comiezo de la etapa adulta, teniendo en cuenta siempre diferencias entre los individuos se
situa generalmente en los 20 años. Durante el principio de este periodo, el cerebro continúa su
desarrollo hasta que sobre los 25 años este se completa. En este momento se alcanza la máxima
velocidad de procesamiento, memoria de trabajo y eficiencia.

Este periodo de máximo rendimiento cerebral durará hasta aproximadamente los 40 años ya que
el cortez frontal es la estructura que más tarda en madurar, pero también la primera en
comenzar a deteriorarse. Con el paso de los años la velocidad de procesamiento disminuye, lo
que conlleva una menor eficiencia, menor potencial de aprendizaje, menor memoria de trabajo
etc... A su vez con el envejecimiento, el cerebro disminuye en peso y volumen tanto en la
materia blanca como en la materia gris. Esto se debe no a la desaparición de las neuronas, sino a
su encogimiento, y la sustitución de las neuronas por otras menores con menor capacidad de
sinapsis.

Sin embargo no todas las funciones cognitivas declinan igual con la edad. El vocabulario, la
semántica, la resolución creativa o el conocimiento general se mantienen en el tiempo, e incluso
siguen aumentando, contrarrestando el deterioro del resto de funciones.

La maduración cerebral que se lleva a cabo, tiene como consecuencia la variación de las
estrategias de funcionamiento neuronal. Las áreas cerebrales implicadas en acciónes concretas
disminuyen, siguiendo el principio de economía ( se consiguen altos niveles de eficiencia con
niveles de actividad cada vez más reducidos). Por otro lado se produce una menor especifidad
de las áreas en tareas concretas, compensando así el funcionamiento deficitario de ciertas áreas.

Todo esto nos lleva a la conclusión de que la plasticidad cerebral persiste durante toda la vida,
adaptándo el cerebro a la situación actual. Así, cierto tipo de información seguirá desarrollando
mayormente las áreas del cerebro relacionadas con ella, mientras que el resto de áreas que no
tienen un uso similar, disminuirán. Este proceso sin embargo no es permanente, sino temporal.
La plasticidad hace que con la misma facilidad que ha sido desarrollada, cierto área cerebral
pierda tamaño volviendo a sus valores originales una vez dejan de practicarse esas tareas.

Por último, cabe destacar el protagonismo que adquieren en la adultez los procesos arriba-abajo,
mediante los cuales se analiza y se trata la nueva información en función de los conocimientos
ya existentes. Esto puede ser ventajoso por un lado, ya que la nueva información se procesa
desde el rico bagaje de conocimientos previos, por lo que se asimila más facilmente. No obstante
por otro lado, si estos referentes previos no son adecuados, pueden conducir a una
interpretación erronea de la nueva información, y por lo tanto dificultar su aprendizaje o incluso
generar rechazo. Podemos decir por lo tanto que la plasticidad es una consecuencia del
aprendizaje, pues se basa en él.
Promoción del aprendizaje en la adultez.

Como hemos visto, la primera fase de la adultez se caracteriza por presentar la mayor eficiencia
cognitiva. Basándonos en esto, el aprendizaje se debe enfocar en la facilitación de experiencias
vitales específicas que permitan desarrollar un campo determinado asumiendo problemas
complejos, ya no solo dentro de un ámbito académico, sino general.

Estas experiencias proporcionarán el desarrollo de la apertura a la novedad, la innovación, la


creatividad, y la actitud de preferencia por compraración.

Por último, es importante que estas experiencias promuevan la atribución interna de los éxitos y
el sentimiento de autoeficacia.

Durante las siguientes fases, marcadas por el progresivo deterioro cerebral, debemos centrarnos
en el mantenimiento de la edicacia cognitiva, y el mejor método para ello es continuar
aprendiendo. La participación en programas de educación para adultos aporta numerosos
beneficios tanto a nivel cognitivo como en bienestar personal.

Esta forma de educación, que en cierto modo no tiene otro fin que prevenir la dependencia,
debe estar también basada en la promoción de la salud física, asociada con la vitalidad cognitiva.

Por último, la educación en la etapa adulta deberá estar adecuada a su destinatario, para lo que
es importante que haya un cambio en el entendimiento de los roles profesor-alumno. Se deberá
tener una responsabilidad compartida siendo el adulto quien proporcione la responsabilidad y la
autoriección del aprendizaje, dejando al profesor un papel de apoyo y asesoramiento.

Durante este aprendizaje se ha de contar con los aprendizajes adquiridos en etapas anteriores,
no solo en el ámbito formal sino en general, pues sirven como herramienta de apoyo como
hemos visto mediante la plasticidad cerebral.

Este nuevo tipo de aprendizaje se debe potenciar con la ayuda de problemas prácticos y
actividades que sean significativas para los participantes.

CAPÍTULO 5

APRENDIZAJES ESPECÍFICOS.

1. El aprendizaje de la lengua.
1. Componentes del lenguaje.

La definición de lenguaje ha ido variando con el tiempo. En un principio la definición se centraba


en los aspectos estructurales del lenguaje. Posteriormente la atención pasó a los mecanismos de
explicación, y la fragmentación del estudio del lenguaje con énfasis en los componentes
dominantes específicos. No obstante recientemente la corriente vuelve a retomar el análisis
estructural.

Actualmente y dentro de un ambiente interdisciplinar, se define el lenguaje como código para


comunicar (transmitir y recibir) información.

El lenguaje forma parte del complejo sistema cognitivo general, por lo que guarda una estrecha
relación con otros aspectos responsables del procesamiento de la información como puede ser
el pensamiento. Por ello podemos establecer un isomorfismo parcial desde el punto de vista
estructural entre pensamiento y lenguaje, y una retroalimentación entre ambos en el aspecto
funcional. El pensamiento determina la actividad lingüística en diversas tareas como la
comprensión y producción de la información. No obstante a su vez, la actividad lingüística
condiciona el proceso de pensamiento representando, categorizando y conceptuando el
conocimiento y la información.

Por lo tanto podemos concluir que la actividad lingüística, aun teniendo unas características
específicas y nacer de forma diacrónica al resto de procesos, no puede basarse únicamente en
los procesos lingüísticos específicos, y necesita por lo tanto situarse en un marco de
interdependencia que le permita utilizar todos los recursos cognitivos.

Ahora que hemos definido el lengüaje, podemos describir cada una de las cinco dimensiones en
las que se puede estructurar:

Fonología.

La fonología hace referencia a los sonidos del habla. Estos se articulan en fonemas, integrados
conjuntos de diferentes frecuencias acústicas (formantes). Los fonemas se unen formando
sílabas que a su vez forman las palabras, unidad básica de significado en el lenguaje.

Los fonemas se pueden clasificar en vocálicos o consonánticos dependiendo del recorrido del
aire al producirlos. A su vez, los consonánticos se clasifican según su lugar y modo de articulación
y por la posición de las cuerdas vocales.

Como acabamos de ver, los fonemas se componen por distintas frecuencias sonoras
denominadas formantes. Sin embargo se debe tener en cuenta que no existe una señal
estrictamente definida para cada uno de ellos. Un formante puede variar dependiendo de
múltiples factores como su relación con el resto de formantes, la velocidad de habla, la
pronunciación de la persona, la variación de la voz... Por lo tanto cada formante y cada fonema
responde más bien a una franja de señales, no a una definida. Por ello podemos concluir que en
el reconocimiento de los fonemas, las sílabas y las palabras no solo actuan procesos abajo-
arriba, sino que se presentan también procesos arriba-abajo.

Semántica.

La semántica hace referencia al significado de las palabras, que como hemos visto, son la unidad
básica de significado en el lenguaje. Dentro de la actividad lingüística relacionada con las
palabras, hemos de tener en cuenta dos conceptos:

Léxico mental. Se refiere a los aprendizajes correspondientes a las palabras y su organización en


nuestra mente (conjunto fonemático, significado, reglas morfosintácticas...)

Acceso léxico. Se refiere a los procesos de actualización de la información del léxico mental
mediante la activación e inhibición neuronal correspondiente a los aprendizajes. Mediante el
acceso léxico sabemos por ejemplo que las palabras más frecuentes para nosotros tendrán
tiempos de acceso más cortos. En caso de frecuencia constante, tendrán un menor tiempo de
acceso las palabras con menor longitud. Igualmente se observa que el acceso léxico será más agil
si la palabra ha sido utilizada recientemente o pertenece a un contexto familiar. Por lo tanto
hemos de tener en cuenta no solo estos factores, sino el contexto, que juega un papel decisivo a
la hora de resolver ambigüedades léxicas.

Morfología y Sintaxis (Gramática).

La morfología hace referencia a la forma estructural de las palabras mediante el uso de afijos,
utilizados para precisar su significado y conectarlas con otras.

Por otra parte la sintaxis hace referencia al conjunto de reglas que regulan las combinaciones de
palabras a la hora de formar oraciones. Ambos aspectos están estrechamente relacionados, por
lo que tradicionalmente se juntan bajo el termino Gramática.

Aplicando las reglas gramaticales a las palabras de un idioma, se pueden crear un número
ilimitado de oraciones. Estas oraciones transmiten una información no solo basada en la
semántica particular de cada palabra, sino en la semántica general de la frase, establecida por el
rol que toma cada palabra dentro de ella.

La estructura sintáctica también afecta, pues su mayor o menor complejidad influye a la hora de
comprender el significado de una oración.

Por último hemos de tener en cuenta que la información no depende unicamente del aspecto
gramatical, sino también de los aspectos pragmáticos.

Pragmática.

La pragmática hace referencia a los aspectos relacionados con la adaptación del individuo al
entorno durante el uso del lenguaje. Por ello se toma en cuenta por ejemplo la intención
comunicativa, el contexto, la relación entre interlocutores, los conocimientos previos... De esta
forma se define qué es lo que se comunica, para qué, y de que forma se hace. La pragmatica es
por lo tanto la clave última para la comprensión del lenguaje.

Respecto a la pragmática es importante distinguir entre microestructuras, es decir, la relación


directa entre las distintas oraciones de un texto, y las macroestructuras, referentes al significado
general del mismo, para lo cual es necesaria la integración de toda la información pragmática.

2. Periodos sensibles en el aprendizaje de la lengua.

En capítulos anteriores hemos estudiado la existencia de periodos de aprendizaje sensible,


durante los cuales la eficacia a la hora de afrontar un aprendizaje es óptima. En el aprendizaje
específico de la lengua, existen periodos sensibles respecto a la fonética y la gramática.

En el aspecto fonético, el periodo sensible se da desde el nacimiento hasta el primer año de vida.
Durante este periodo el cerebro está preparado para adquirir la fonética de cualquier idioma de
forma eficaz, no obstante la experiencia con un idioma particular conlleva la especialización en
él, y la pérdida de los demás. Cabe recordar que pasado el periodo sensible, no será imposible el
aprendizaje, sino más dificultoso y de menor eficiencia, por lo que es posible que no se produzca
de manera completa. Existe también un perioso sensible para la adquisición del acento
característico de cada idioma, que se extiende aproximadamente hasta los 12 años de edad.

Respecto a la gramática, el periodo sensible abarca desde el nacimiento hasta los tres años de
edad. Durante ese periodo el aprendizaje se realiza casi de forma exclusiva en el hemisferio
izquierdo y de una forma rápida y económica. Según se avanza en edad, en los procesos de
aprendizaje gramatical intervienen otras zonas cerebrales y el uso de estrategias neuronales
distintas, por lo que a partir de los 13 años de edad, el aprendizaje gramatical será mucho más
complicado.

En conclusión, proporcionar un número y una calidad de estímulos adecuado durante los


periodos sensibles proporcionará una gran ayuda en el aprendizaje tanto del idioma materno
como de otras lenguas.

A diferencia de la gramática y la fonología, los componentes pragmáticos y semánticos del


lenguaje se pueden adquirir con la misma efectividad a los largo de toda la vida. De hecho, estos
irán aumentando con la edad gracias a la experiencia vital y los aprendizajes previos.

3. Procesos de la lectura.

El proceso de lectura consiste en la comprensión de una información mediante el desciframiento


de símbolos que la contienen. Esto supone tanto de procesos de representación integrada del
contenido, como a la construcción de un modelo mental con el que poder contrastar la
información.
Mediante la representación integrada se procesan los símbolos gráficos y mediante ellos se
reconocen palabras. Una vez reconocida la palabra ocurren procesos de procesamiento léxico,
sintáctico, semántico y textual.

Por otro lado, mediante el modelo mental de referencia se analiza la información obtenida y se
crea un modelo integrado de la situación, que es contrastable.

Los procesamiento de la información que requiere la lectura ocurren de forma paralela en el


cerebro, y aunque estos puedan producirse de manera asíncrona, en absoluto se puede decir
que los procesos funcionen como módulos independientes o que tengan un orden secuencial
definido. Al contrario, estos procesos se sobreponen y se realimentan entre ellos intercambiando
información mezclandose los procesos a abajo-arriba con los arriba-abajo.

Procesamiento de los símblos gráficos.

Se trata del procesamiento perceptivo de un patron visual y su identificación como una palabra
del léxico. Respecto al procesamiento léxico perceptivo hemos de puntualizar dos cosas:

Por un lado, el procesamiento de la información no ocurre de forma homogenea y lineal, sino


que mediante los movimientos sacádicos oculares, se captan segmentos de información que nos
proporcionan una visión general.

Por otra parte, las posibles confusiones ocurridas al inicio del aprendizaje de la lectura, como
confundir las letras por su orientación, no indican alteración lectora posterior si no van
acompañadas de otro tipo de trastornos. Este tipo de errores desaparecerán con el tiempo
conforme el lector avance en edad y entrenamiento.

El reconocimiento léxico de las palabras funciona mediante la identificación de sus estructuras


grafémicas y las respectivas conexiones con el acceso léxico que se producen. Estas activaciones
se integran entre ellas activandose la palabra en cuestión.

A la hora del reconocimiento de las palabras, la activación producida por las diferentes letras
debe ser simultanea, y no de forma individual, siguiendo el efecto de superioridad de la palabra.
Según este efecto una letra será más facilmente reconocible en el contexto de una palabra que
de forma suelta. Para que la palabra sea reconocida en el acceso léxico se deben reconocer sus
estímulos de forma simultanea.

Procesamiento léxico.

Tras el reconocimiento de la palabra, mediante el procesamiento léxico conseguimos acceder al


significado concreto que esta puede tener en un contexto determinado. Dicho significado
depende en parte de la relación que esta palabra tenga con el resto. Hay dos tipos de proceso
que nos ayudan a descubrir su significado:

Descomposición léxica-fonológica-ortográfica. Se trata del análisis estructural de la palabra en


monemas léxicos y funcionales. Las palabras se componen por lexemas a los que se pueden
añadir distintos morfemas. Estos morfemas pueden ser de varios tipos. Los morfemas
funcionales e inflexionales nos proporcionan información sobre el papel de la palabra en la
oración, o la clase de palabra que es (verno, nombre..). Por su lado, los morfemas derivacionales
(afijos) nos informan sobre el tipo o clase de palabra, permitiendo crear otras a partir de su
lexema o raiz.

Descomposición interpretativa. Se trata de la interpretación del lexema y los morfemas según el


contexto al que pertenecen. De esta forma se produce una desambiguación léxica,
adjudicandole un significado concreto a la palabra entre todos los posibles, o la inferencia léxica,
que nos permite llegar al significado de una palabra que no conocemos a traves del contexto que
la rodea.

Procesamiento sintáctico.

El procesamiento sintáctico consiste en la segmentación de una expresión lingüística en sus


componentes gramaticales, para así poder crear una descripción sintáctica de ella. Para ello será
necesario analizar los indicios proporcionados por las distintas palabras. Estos pueden ser de
cuatro tipos:

Indicios léxicos. Estudian la estructura morfológica de la palabra clasificandolas en: palabras de


contenido ( nomb, verb, adj, adv) y palabras de función (conjun, prep, cuantif, det).

Indicios léxicos suprasegmentales. Responden a los rasgos prosódicos del lenguaje oral, que en
lenguaje escrito se expresan mediante signos de puntuación. Su función es dar forma a la
oración segmentandola sus distintos constituyentes.

Indicios sintácticos. Se refiere al orden que las palabras toman en la oración, revelando su papel
sintáctico.

Indicios semánticos. Tiene que ver con la interpretación semántica de las palabras y su contexto.

La suma de estos indicios activa las reglas sintácticas de producción de oraciones.

En todo este proceso la memoria jugará un papel fundamental, aportando los conocimientos
previos necesarios, las estrategias de segmentación, la actualización de la información y el
decaimiento de esta a medida que se procesa. Tal es su importancia, que la actualización de la
información se considera in índice significativo del rendimiento en la lectura.
Procesamiento semántico.

Mediante este procesamiento se produce la interpretación semántica de una oración. Dicho


interpretación depende tanto de su contenido proposicional, como del contenido conceptual de
cada uno de los elementos que forman la oración.

Existen dos teorías distintas sobre la interpretación semántica:

Por un lado la corriente interpretativa defiende que el significado de una oración depende
únicamente de la forma gramatical que tienen sus componentes.

Por otro lado la corriente semántico-constructivas, defienden que la semántica de la oración va


mas allá del significado de su contenido proposicional, y se ha de tener en cuenta las inferencias
que el sistema cognitivo crea en base a la relación de la oración con los conocimientos previos, y
la comparación con el contexto de referencia.

El establecimiento del contenido proposicional, requiere el analisis del contenido de las


expresiones que lo conforman, identificando y direfenciando así : participantes o sujeto
(términos o conjunciones nominales), estados y acciones descritas o predicado (conjunciones
verbales) y las circustancias en que se desarrollan los hechos (conjuntos preposicionales).

El análisis de estos grupos y su relación no siempre es sencillo, pues pueden expresar lazos muy
diversos. No obstante, una vez analizada la parte conceptual, el contenido proposicional queda
definido y plasmado en una representación mental.

Procesamiento textual.

El procesamiento textual integra las proposiciones de las distintas oraciones creando del texto
un todo sintácticamente y semánticamente coherente. Este proceso mediante el cual se integran
las proposiciones del texto, y se infieren aquellas implicitas surge por el estudio de diversos
indicios: Léxicos, Sintácticos, Semánticos y Textuales.

Los indicios léxicos responden a la conexión que tienen entre sí las distintas oraciónes.

Los indicios sintácticos dictan la estructura en que se ordenan las oraciones relacionadas entre
si.

Los indicios semánticos tratan sobre la repetición y enlace de argumentos entre las distintas
oraciones.

Por último los indicios textuales, denomina el tipo de texto, la introducción del tópico, y la
segmentación del texto en parrafos estructurados.

Este último grupo de indicios tiene una gran importancia, pues permite no solo organizar la
información, sino proporcionar una descripción general del tema a partir de la cual poder sacar
las expresiones aisladas.

Por último aclarar que, el tópico de un esquema, no surge solo del texto, sino de su interacción
con los conocimientos previos del lector.

Procesamiento referencial.

Este último proceso permite la construcción de un modelo mental de referencia de la


información adquirida, para poder contrastarla. Este modelo mental surge a traves de las
referencias al mundo real que se producen en el texto, la relación entre dicho esquema mental y
la representación integral, y el contexto en el que ocurre.

El modelo mental final tiene una gran importancia pues tiene un papel fundamental en la
comprensión lectora.

4. Procesos de la escritura.

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