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Centro Universitario

“Vladimir Ilich Lenin”

Facultad De Ciencias Agrícolas


Sede Universitaria Municipal. Amancio
“Haydee Santamaría Cuadrado”

Tema: INFLUENCIA DE LOS NIVELES DE CALCIO Y


FOSFORO DEL SUELO EN LOS INDICADORES
REPRODUCTIVOS DEL GANADO VACUNO EN LA UBPC
ANTONIO MACEO DEL MUNICIPIO AMANCIO.

Autor: Joaquin Medrano Guerra.

Tutor: Dr. Orlando Rodríguez Avila

Las Tunas, Junio del 2009


“Año del 50 Aniversario del Triunfo de la Revolución”
PENSAMIENTO:

“La única riqueza inacabable de un país, consiste en igualar su


producción agrícola a su consumo. Lo permanente bastará lo
permanente........ la tierra continuará abriéndose en frutos”

José Martí
DEDICATORIA

Dedico el presente trabajo a mis padres quienes con su


amor y dedicación me brindaron siempre apoyo.
AGRADECIMIENTOS:

A la Revolución por haberme dado la oportunidad de formarme


como profesional para servir a ella.

A mis profesores que durante estos años han dedicado tiempo y


amor a mi formación.

A mi tutor por sus orientaciones y apoyo.

A todos los compañeros de UBPC “Antonio Maceo” y otros que,


de una forma u otra, colaboraron en la realización de este trabajo.

A todos sinceramente, ¡GRACIAS!


RESUMEN:

El trabajo consistió en un estudio realizado en la UBPC “Antonio Maceo”,


perteneciente a la Empresa Agropecuaria “Amancio Rodríguez” en el periodo
comprendido desde Abril del 2007 a Septiembre del 2008, donde se evaluó la
influencia de los niveles de calcio y fósforo del suelo en los indicadores
reproductivos del ganado vacuno de esta UBPC. Esto permitió establecer medidas
de corrección nutricional y evaluar la repercusión económica del sistema
analizado. Se determinaron los contenidos de Calcio y Fósforo en el suelo y su
influencia en la composición bioquímica de los animales, detectándose que en
ambos estaban por debajo de los niveles permisibles, incidiendo negativamente
en los indicadores reproductivos. Se comprobó que el mejoramiento del contenido
mineral en la dieta como tratamiento corrector, reflejaban un incremento en los
indicadores reproductivos, así como que los resultados económicos se
comportaron de forma favorable en el sistema analizado.

Palabras claves: Indicadores Reproductivos, Calcio, Fósforo, Suelo.


SUMMARY

The work consisted in a study accomplished in the UBPC Antonio Maceo,


perteneciente to the Agricultural Company Amancio Rodríguez in the period once
Septiembre was understood from Abril of the 2007 of the 2008, where the
influence of the levels of calcium and match of the ground in the reproductive
indicators of the bovine cattle of this UBPC were evaluated. This allowed
establishing measures of correction nutricional and evaluating the cost-reducing
repercussion of the examined system. They determined Calcio's contentses and
Match in the ground and his influence in the animals' biochemical composition,
detectándose than they ranked below the permissible levels in both, affecting
negatively in the reproductive indicators. It was checked than the improvement of
the mineral contents in the diet like correcting treatment, they reflected an
increment in the reproductive indicators, as well as that they entailed the economic
performance of favorable form in the examined system.

Key words: Reproductive Indicators, Calcium, Match, Ground.


INDICE

1.- INTRODUCCIÓN -------------------------------------------------------------------------- 1


2.- DESARROLLO -------------------------------------------------------------------------- 5
2.1. Generalidades. -------------------------------------------------------------------------- 5
2.2. Macroelementos ------------------------------------------------------------------------ 6

2.2.1 Requerimientos minerales. --------------------------------------------------------- 13

2.2.2 Diagnóstico de las deficiencias de Calcio y Fósforo. ---------------------- 14

2.3. Indicadores Reproductivos --------------------------------------------------------- 15


2.3.1 Factores que determinan a los indicadores reproductivos ------------- 17
2.4. Métodos correctores ------------------------------------------------------------------ 20

20
2.4.1 Método directo. --------------------------------------------------------------------------
23
2.4.2 Método indirecto ------------------------------------------------------------------------
3.- MATERIALES Y METODOS ----------------------------------------------------------- 28
4.- RESULTADOS Y DISCUSIÓN --------------------------------------------------------- 31
5.- CONCLUSIONES ------------------------------------------------------------------------- 39
6.- RECOMENDACIONES ------------------------------------------------------------------ 40
7.- BIBLIOGRAFIA ----------------------------------------------------------------------------- 41
INTRODUCCIÓN:

En la época actual no hay duda de que el ganado vacuno es el pilar principal


de la producción pecuaria y la fuente fundamental de proteínas de origen
animal (leche y carne) para la alimentación del pueblo. El desarrollo de esta
especie animal, la mejora de sus características productivas, las instalaciones,
la nutrición y el aseguramiento de su salud, son algunas de las tareas más
importantes de la ganadería cubana y la medicina veterinaria.
La reproducción óptima es la base de la producción y la economía pecuaria. La
fertilidad óptima, como condición fundamental de la productividad del animal,
es la seña principal de una eficiente explotación reproductiva de nuestros
rebaños bovinos (Holy ,1987).
El desarrollo de la ganadería en Cuba, que progresa con éxitos gracias a la
introducción de técnicas como la Inseminación Artificial y tecnologías de
avanzadas, necesita entre otras cosas el mejoramiento de la base alimentara
de los rebaños en explotación, para que estos puedan desarrollar sus
potencialidades productivas y reproductivas.
El uso en el país de suelos pobres y sobreexplotados para el desarrollo de la
ganadería vacuna ha constituido una estrategia generalizada, esto ha implicado
que los pastos y forrajes también sean de mala calidad, lo que obliga el uso
permanente de suplementos nutricionales y sales minerales con el objetivo de
balancear y suplir los requerimientos de los animales.

Son muchas las enfermedades carenciales causadas por las deficiencias de


algún o algunos elementos esenciales para el normal desarrollo de los
animales, que provoca alteraciones metabólicas y desequilibrios en el animal.
Los trastornos fisiológicos relacionados con la reproducción, el crecimiento, el
desarrollo y con la susceptibilidad al deterioro de la salud animal, han sido
asociados frecuentemente con la presencia de minerales en el cuerpo de los
animales en niveles insuficientes (Tomassi, 2002) y entre los que más
comprometen la producción animal, se encuentran los relacionados con los
desbalances minerales (Mc Dowell, 1988).

La expresión que sustenta la teoría sobre la relación suelo animal de Andrés


Voisin (1961) cita: “El organismo (animal o humano) es la fotografía bioquímica

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del medio en que vive; más particularmente del suelo que ha producido los
alimentos de este organismo” avala que la ausencia de determinados
minerales en los pastizales que alimentan nuestros rebaños manifiesten
carencias de estos, expresándose clínicamente entre otras problemas con la
disminución de determinados indicadores reproductivos.

Varios autores como (Arthur Rice Victor y col, 1988) consideran que los
minerales cuya deficiencia limita más el desarrollo, la reproducción y el buen
estado sanitario de los animales son el fósforo, el calcio y el yodo, siendo más
frecuente el fósforo, que cuando se asocia a otros cuadros como deficiencias
de proteínas y vitamina A se producen graves problemas con la reproducción.

Algunos autores nacionales han desarrollado investigaciones relacionadas con


el diagnóstico y corrección de trastornos metabólicos y carenciales en novillos,
ha sido realizado en diferentes regiones del país, atendiendo a determinadas
características territoriales (Pedroso et al., 1986). El objetivo por que esto se
realiza incluye el mejoramiento de indicadores reproductivos, de salud, o de
producción animal, en sentido general (Millán et al., 1990).

Los estudios realizados en varios sistemas agro productivos de la provincia Las

Tunas por (Cutiño, 2003) avalan que los indicadores bioquímicos presente en
el sistema suelo-planta-animal se encontraban por debajo de los
requerimientos normales, destacándose el Calcio y el Fósforo.

De los efectos negativos en la reproducción el fósforo es al que se le atribuyen


los más significativos: la madurez sexual se retrasa, los intervalos entre los
partos se distancian, la ausencia de calores es frecuente y el crecimiento ovular
se encuentra comprometido (Eckles, Palmer y col., 1985). La falta de fósforo
parece afectar más a la secreción de F.S.H y de estrógenos que a la
gonadotropina luteinizante, prolactina y progesterona. (Derivaux, 1985)

La incidencia en la reproducción de dietas pobres en calcio, están circunscritas


fundamentalmente al balance de este con el fósforo
ya que están tan íntimamente unidos que se deben considerar formando un
complejo de acción unitaria (Revuelta, 1977).

Algunos autores le atribuyen al calcio escasa influencia sobre los fenómenos


reproductores de las vacas (Thelir-Redd y Hufmann, 1930; Linsey y Archibald,

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1925; Palmer, Fitch, Gullickson y Boyd, 1935). Friedman y Turner le aseveran
una mayor importancia en la cerda, la que provocaría no solo infertilidad sino
que sería responsable de la mortalidad embrionaria (Derivaux, 1985).
Los indicadores o índices reproductivos que más afectan la acción combinada
de los desbalances en la dieta de Calcio y Fósforo son: Índice de fertilidad,
Número de servicios por concepción y Porcentaje de preñez al primer servicio.

La utilización de suelos pobres y de muy baja fertilidad en la explotación y


desarrollo de la ganadería vacuna en nuestro municipio, y las condiciones
climáticas desfavorables, como las altas temperaturas, la disminución de los
regimenes fluviales que determinan largos periodos de sequías, son factores
que limitan la capacidad de producción de pastos y forrajes en cantidad y
calidad, sobre todo en cuanto a su composición mineral, implicando la
posibilidad de aparición de enfermedades carenciales en nuestros hatos
lecheros y sus nefastas consecuencias para la producción y la economía
agropecuaria, al incidir estos desequilibrios del metabolismo mineral en los
índices reproductivos de los rebaños locales.

La identificación de suelos infértiles y pobres en minerales (Ca y P), el


diagnóstico y suplementación de estos en los rebaños lecheros, pueden
disminuir el efecto negativo de estos desbalances y mejorar la salud y los
indicadores productivos y reproductivos en general.
Por todo lo antes expuesto y por considerarse la situación existente de los
indicadores reproductivos como deficiente en esta UBPC del municipio
Amancio, nos planteamos el siguiente problema Déficit de minerales en el
sistema suelo animal que afectan los indicadores reproductivos del ganado
bovino.
Todo ello conlleva a evidenciar la siguiente hipótesis. “Si se determina la
influencia de los niveles de Ca y P del sistema suelo animal de una unidad
ganadera de la UBPC “Antonio Maceo” y su relación con la reproducción, será
posible establecer medidas de corrección e incrementar los índices
reproductivos”.

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Para contribuir a la solución del problema planteado se propone el siguiente:
Objetivo general:
Evaluar la influencia de los niveles de calcio y fósforo del suelo en los
indicadores reproductivos del ganado vacuno en la UBPC Antonio Maceo.

Objetivo especifico:
• Determinar los niveles de Calcio y fósforo en el suelo y en los animales.
• Determinar la influencia de los niveles de calcio y fósforo en la
reproducción.
• Establecer las medidas de corrección nutricional.
• Evaluar la repercusión económica del sistema analizado.

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DESARROLLO:

REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA.
2.1. Generalidades.
Los seres vivos necesitan, para que sus funciones se desenvuelvan
normalmente, el consumo de sustancias minerales muy diversas, además de
los principios inmediatos y las vitaminas. Las necesidades orgánicas de
minerales son, cuantitativamente consideradas ínfimas, en comparación con
las exigencias en elementos energéticos; pero esto no quiere decir que su
importancia sea menor; buena prueba de ello es que un animal puede ser
perfectamente alimentado en todos los aspectos, pero si la ración carece de los
principios minerales, veremos que no tardan en presentarse trastornos en su
salud, que irán progresando y multiplicándose hasta acarrear la muerte
(Revuelta, 1977)

Los minerales se encuentran distribuidos en todo el organismo animal, donde


actúan de forma combinada para garantizar la integridad estructural y funcional
del animal, de modo tal, que un adecuado balance mineral garantizará un buen
funcionamiento del organismo, ya que cada elemento tiene su función
específica y esta no puede ser sustituida por otra. Así, en mayor o menor
medida, casi todos los minerales son esenciales para el organismo animal.
Algunos forman parte de las estructuras orgánicas, otros participan en
complejos enzimáticos y la mayoría están presentes en las células vivas, para
desempeñar funciones en el metabolismo celular. Según Cutiño, 2003, esto
justifica la importancia para el mantenimiento de la salud, el crecimiento, la
reproducción y la producción de leche, funcionen estas que definen el éxito de
cualquier sistema de explotación.

Para Álvarez, J. , (1999) en los animales superiores han sido encontrados de


manera constante unos 25 minerales, de ellos 22 son considerados como
elementos bioesenciales para la vida; siete se catalogan como macro
elementos, ya que sus cuantías en los tejidos varían en un rango de 0,09 al
9,0% del peso vivo de los animales (Ca, P, Na, K, Cl, S y Mg), ocho como
Micro elementos (de 100 a 1000 ppm ) y se incluyen al Fe, Zn, Cu, Mo, F, I, Mn

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y Si) y siete considerados elementos trazas (Se, Co, As, Cr, Va, Sn y Ni), ya
que sus concentraciones están en el orden de alrededor de 1,0 ppm.

Los elementos minerales constituyen solamente el 2,3 % al 6,4 % del peso total
del cuerpo de los animales. La fracción más importante figura en el esqueleto,
alrededor del 83 %, en tanto que el 17 % sobrante se distribuye en el resto del
organismo (Revuelta, 1977).

A continuación, se relacionan aquellos elementos cuyas funciones están


vinculadas directamente con la reproducción animal.

2.2. Macroelementos:

Calcio

Según Stevenson y col, 1975 es el mineral más abundante dentro del


organismo animal, principalmente en los huesos, donde se acumula el 99% del
total de este elemento presente en el organismo y representando el 9,0% del
peso húmedo. El resto está distribuido en tejidos blandos del cuerpo.

Algunos autores como Stevenson, 1975 y Rusoff, 1987 atribuyen que la


función fundamental del calcio en los animales es de orden estructural en los
huesos, participando en la formación de la matriz ósea. Interviene además en
la estabilización de las membranas musculares y nerviosas, así como facilita la
liberación de la acetil colina a nivel de la unión neuromuscular. Además, actúa
en la coagulación sanguínea, en la producción de leche, excitabilidad muscular
y es un cofactor enzimático en el aporte energético, el transporte mineral.

Absorción.

El calcio se absorbe en el intestino delgado (Stevenson, 1975), y algunos


autores como Jubb y Kennedy, (1973) consideran que la absorción ocurre
específicamente en la porción proximal de este órgano y favoreciendo el
proceso el medio ácido, mientras que el medio alcalino lo inhibe, estos autores
aseguran que la acidez promueve y la alcalinidad inhibe la ionización de los
complejos del calcio. Se ha establecido que el mecanismo, a merced de la cual
se mueve el calcio, está influenciado por la vitamina D (Shacter y col., 1960),
la que se sintetiza en la piel bajo el efecto de la luz ultravioleta.

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La velocidad y magnitud de la absorción del calcio dependen de los
requerimientos totales del organismo y es máxima durante el crecimiento. Así,
durante los períodos de rápido crecimiento, las cantidades de calcio absorbidas
son altas (Stevensson, 1975)

Otro factor a tener en cuenta es la dieta. Según Malavolta, (2000), algunas


dietas pueden tener altas cantidades de calcio. Además, Stevenson y Wilson
(1975), el porcentaje de absorción será mayor después de un período de dieta
deficiente en este elemento. La eficiencia de la absorción es mayor según
crece la oferta; si esta aumenta, la absorción también lo hará hasta límites
tolerables, a partir de los cuales el calcio oxidante se pierde.

En la absorción del calcio ejercen influencia otros minerales. Como es el


fósforo que influye de manera notable. Se ha demostrado en animales de
laboratorio que la absorción cálcica es máxima en aquellas partes del intestino
en que la secreción de fósforo es más intensa. Barton y col. (1987), señalan
que el alto contenido fósforo dietético influye en la homeostasis del calcio en
rumiantes, por lo que las dietas dificultan su absorción.

Otro elemento que influye es el magnesio, debido a que los iones magnesio se
intercambian fácilmente con los iones calcio. Según Stevenson y Wilson
(1975), la deficiencia de magnesio en los terneros ocasiona no solo el
descenso de este elemento en el plasma, sino también el del calcio y se
restablece el valor normal de la calcemía al administrar magnesio a los
animales. Según estos autores el déficit de magnesio hace disminuir éste en el
plasma y como consecuencia, el Mg² del hueso intercambia con el Ca² del
plasma y la calcemía disminuye. Al administrar magnesio se invierte el proceso
y con el exceso de éste en dietas carentes de fósforo disminuye la absorción
del calcio.

También el aluminio ha sido relacionado con la absorción del calcio, el que


ejerce un efecto depresivo en este proceso.

Calcio en sangre

Los niveles de calcio en la sangre están relacionados con la disponibilidad del


elemento en la dieta. Está influenciado, además, por la edad del animal. Según
Álvarez, (1999), el contenido de calcio en sangre disminuye con la edad. Otro

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aspecto que se ha relacionado con los niveles de calcio en sangre es la
lactancia. En la actualidad es admitido que alrededor del parto el nivel de calcio
decrece como consecuencia de que la vaca deprime el consumo de alimento
por efecto hormonal, unido esto a las pérdidas calostrales. También se ha
observado variaciones de calcio en sangre de acuerdo con la raza.

Excreción

Se excreta calcio con las heces fecales y con la orina; el calcio fecal en general
es el de la dieta que no ha sido absorbido, pero también se elimina calcio en la
leche, pues un galón de leche contiene cantidades de calcio y fósforo
equivalentes al del líquido extracelular (LEC). Si la producción láctea de un
animal sometido a una dieta pobre de calcio y fósforo es muy elevada,
aparecerán cambios patológicos debido a la pérdida de estos elementos que se
sustraen junto con la leche (Stevenson y Wilson, 1975).

Deficiencia

En cuanto a las deficiencias de Calcio algunos autores como Jubb y Kennedy,


1973 consideran las manifestaciones clínicas muy estrechamente
relacionadas con desordenes de origen metabólico en sus tres principales
funciones en el organismo, la coagulación de la sangre, el control iónico de la
excitabilidad neuromuscular y la composición de la estructura inorgánica del
esqueleto. Estos autores plantean que el calcio para el organismo se obtiene
con los alimentos, y aun cuando diversos componentes de la dieta varían
considerablemente en el contenido de este elemento, puede admitirse que en
la práctica no se da una carencia simple o primaria de calcio, sino que va
acompañada o condicionada por un exceso relativo de Fósforo.

El trastorno metabólico de mayor importancia provocado por la deficiencia de


calcio es el conocido por fiebre de la leche (Álvarez, 1999). La fiebre láctea se
presenta horas antes o después del parto y se caracteriza por la debilidad
muscular generalizada, una caída de la calcemia y variaciones en la fosforemia
y la magnesemia. Su ocurrencia está asociada a grandes cambios bioquímicos
de la sangre, pues los bajos niveles de calcio van acompañados de déficit de
fósforo y en menor medida de la concentración de magnesio, (Hernández y
col., 1989).

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El déficit de calcio también puede provocar cambios esqueléticos en animales
adultos y jóvenes, conocidos como osteomalacia en los primeros y raquitismo
en los segundos según Álvarez, 1999. Además, Alvarenga y col., (1991)
citados por Fajardo (2000), han informado una dolencia periodontal en
animales jóvenes, conocida como “cara hinchada“, relacionada con deficiencia
o alteraciones en el metabolismo del calcio y el fósforo.

Reproductivamente argumenta Perkins, (1994) que las alteraciones


metabólicas relacionadas con el déficit del calcio son: retrasos en la involución
uterina, descargas vaginales anormales de 7 y 10 días después del parto,
partos distócicos, retención de placentas y aumento del número de servicios.

La hipocalcemia se ha asociado a la ocurrencia de hipomagnesemia, la que


interfiere en la capacidad del animal para utilizar calcio. Como respuesta al
déficit de calcio, alguno autores como Barton y col, 1987 sugieren que el
requerimiento diario debe de ser 10 g para animales normales y aumentar en
20 a 40 g para las vacas en producción.

Fósforo

Para Álvarez, 1999 este mineral está ampliamente distribuido en los tejidos
vegetales y animales, y es el elemento más dinámico por las múltiples
funciones que realiza. De un 75-80% del fósforo orgánico total se encuentra en
el esqueleto y los dientes. También participa en las combinaciones orgánicas
en los fosfolípidos, lisitinas y cafeína, en los nucleótidos y las fosfoproteínas.
Funciones del fósforo en el organismo:
El fósforo tiene una serie de funciones en los animales. Los compuestos
fosfatados dan rigidez al hueso, lo que asegura la función del sistema músculo-
esquelético. Semejante al Ca, el P es importante para la formación y la
conservación de los huesos. Los cambios en la estructura y composición de los
huesos que resultan de la privación de P son semejantes a los causados por la
deficiencia de Ca. Sin embargo, el P se requiere para la formación de la matriz
orgánica del hueso así como de la mineralización de la matriz. Además del
tejido esquelético, el P está distribuido ampliamente en los líquidos del cuerpo y
tejido blando, donde está íntimamente ligado con una gran variedad de
reacciones bioquímicas ( Ternouth, J. H.,1990). Soares, (1995) señala que el

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fósforo es un componente del ácido desoxirribonucleico (ADN) y ácido
ribonucleico (ARN), que son esenciales para el crecimiento y diferenciación de
las células. Como componente de los fosfolípidos, contribuye a la fluidez e
integridad de la membrana celular. Como fosfato, ayuda a mantener el
equilibrio osmótico y el balance ácido-base. En investigaciones realizadas por
McDonald y col, (1995) el fósforo juega un papel esencial en las funciones
metabólicas del organismo, incluyendo la utilización y transferencia de energía
AMP, ADP y ATP. El fósforo es importante en la glucogénesis, en el transporte
de ácidos grasos, en la síntesis de aminoácidos y proteína y en la actividad de
la bomba Na+/K+. Otros autores como McDowell y Condron, (2001) consideran
que la limitación en el suministro de P se reflejará en un deterioro generalizado
de las funciones del cuerpo.
Varios autores como Witt y Owens,1989, Ternouth, J. H. 1990. y Spiekers y col,
1993, consideran que la disponibilidad de P para los microorganismos del
rumen es también importante y la síntesis de proteína microbiana en el rumen
se puede ver afectada cuando los animales se alimentan con dietas deficientes
en P. Otros como Bass, J. M y col,. 1981, señalan que una deficiencia de
fósforo dietético se puede manifestar en una reducción en el consumo de
alimento y en la digestibilidad de la materia seca.
Fósforo en sangre.
El plasma sanguíneo de animales en crecimiento contiene normalmente entre 4
a 6 mg de P/dl. Aproximadamente de 1 a 2 g de P circula como P inorgánico en
el plasma sanguíneo de un animal de 600 Kg. Debido a que los eritrocitos
presentan una mayor concentración de P, la sangre íntegra contiene de 6 a 8
veces mayor concentración que el plasma. Cerca de 5 a 8 g están presentes en
el reservorio extracelular de una vaca de 600 kg. La concentración intracelular
de P es cerca de 78 mg/dl y el P intracelular total es cerca de 155 g en una
vaca de 600 Kg (McDowell, 1992)
Homeostasis del fósforo
El fósforo se encuentra en diferentes formas y en diferentes compartimentos
del cuerpo. Kebread y col. (2004) desarrolló un modelo para describir el
metabolismo del P en rumiantes. El modelo consiste de 10 componentes,
representando los reservorios de P en el rumen, intestino delgado, intestino
grueso, sangre y saliva.

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Breves y Schroder, 1991 atribuyen al control hormonal de la homeostasis del P
como secundario al de Ca.
Esta afirmación esta avalada por Scout, (1988) donde en sus estudios
corroboro, que varias de las hormonas implicadas en el control del metabolismo
de Ca afectan la absorción y secreción de P en el tracto digestivo y la excreción
de P en la orina. La concentración de Ca en la sangre se controla de manera
precisa para regular la actividad neuro-muscular, mientras que la concentración
de P plasmático puede variar considerablemente sin afectar gravemente la
actividad metabólica o neuro-muscular en el corto plazo (McDowell, 1992).
Para Vitti y col, (2000) el hueso representa el mayor reservorio de P en el
cuerpo, considerando este no como un depósito estático de minerales que
sirven sólo a una función estructural, sino que es un sistema dinámico. Los
huesos sirven como un depósito de Ca y P, y ambos se pueden movilizar
cuándo el suministro dietético no es suficiente para satisfacer los
requerimientos. Así, el metabolismo mineral de hueso implica no sólo la
acreción de Ca y P durante el crecimiento, sino también su intercambio
continuo entre el hueso y la sangre. (Liesegang y col., 2003).

Absorción.

La absorción del fósforo ocurre principalmente en el duodeno por un


mecanismo de transporte activo, influenciado por la vitamina D.
La absorción de P en la vaca lechera se ve afectado por varios factores, entre
ellos están el tipo de ración, la forma química del elemento, la proporción Ca:P
en la dieta, el pH intestinal, el tipo de alimento, la edad y el sexo del animal.
Factores tales como el ambiente, niveles hormonales, enfermedades,
parásitos, procesamiento del alimento y el contenido dietético de grasa,
energía, hierro, aluminio, manganeso, magnesio y potasio, pueden tener
también algún efecto (Peeler, 1972; McDowell, 1992; Soares, 1995; Chase,
1998). Dayrell y Ivan (1989) informaron coeficientes de absorción verdadera de
75,1, 67,3 y 48,1% de P en ovejas que se alimentaron con ensilaje de maíz
sólo, ensilaje de maíz suplementado con fosfato dicálcico, o con ensilaje de
maíz suplementado con roca fosfórica, respectivamente. Martz y col. (1990)
reportaron valores de absorción verdadera en vacas lactantes de 74,6 y 64,4%
para el ensilaje de alfalfa más ensilaje de maíz, y alfalfa sola, respectivamente.

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Martz y col. (1999) reportaron también que la absorción verdadera de P en
ensilaje de maíz varió entre 84 a 94% en vacas lecheras, preñadas no
lactantes y que incrementar el contenido de P en la dieta resultó en un aumento
en el P absorbido lo mismo que en el P excretado. Ternouth y Coates (1997)
reportaron niveles de absorción de P de 73,7, 76,6 y 83,9% para novillas de
carne en preñez tardía, lactancia temprana y lactancia tardía, respectivamente.
La eficiencia de absorción del P debe ser máxima en animales con demandas
altas y que consumen dietas con niveles de P bajos o moderados (Vitti et al.,
2000).
Disponibilidad de fósforo en los alimentos
Es importante comprender que el contenido total de un mineral en un
ingrediente particular o en una ración completa tiene poco significado a menos
que se determine su disponibilidad biológica. Ningún elemento se absorbe o se
utiliza en su totalidad y alguna cantidad siempre se pierde en los procesos
digestivos y metabólicos. Antes de que un nutriente esencial puede tener valor
nutricional, debe estar en una forma tal que pueda ser digerido, absorbido y
transportado a la parte del cuerpo donde se le pueda utilizar (Peeler, 1972). El
NRC (1989) utilizó un solo valor de la disponibilidad de P para todos los
alimentos. La edición del NRC 2001 propone valores separados para diferentes
tipos de alimentos, incluyendo 64% para forrajes, 70% para granos y 90% para
el fosfato monosódico.
Fuentes de fósforo:
El fósforo está presente en todos los ingredientes o alimentos comúnes. Sin
embargo, hay una variación considerable en el contenido verdadero de P
dentro de los diferentes tipos de forrajes y concentrados ofrecidos a los
animales. Kertz (1998) informó que el coeficiente la variación en el contenido P
en forrajes puede oscilar entre un 20 y 30%.
La leche, granos, productos de harina de pescado y carne que contienen
hueso, son buenas fuentes de P y generalmente el contenido de P en henos y
pajas es bajo. Algunos estudios sugieren que una proporción uniformemente
alta (64 a 86%) del P presente en forrajes secos o frescos es absorbible (Martz
y col., 1990; Ternouth, 1990). Los cereales contienen cantidades relativamente
uniformes de P y oscila entre 0,27 a 0,43%. Las fuentes vegetales de proteína
contienen aún más P, pudiendo variar entre 0,5 a 1,2%. Sin embargo, la mayor

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parte del P (50 a 80%) en granos se encuentra como ácido fítico (Chase,
1998).

Deficiencia

La carencia de fósforo en los animales está directamente relacionada con los


bajos niveles de este elemento en los pastos, y éstos, a su vez, tendrán una
relación con el bajo contenido de fósforos en el suelo. El contenido de fósforo
en el suelo dependerá mucho de los materiales que lo originaron, pero puede
modificarse mediante las filtraciones, siembras repetidas y pastoreo continuo.
El fósforo total del suelo no indica el volumen disponible para las plantas, ya
que parte de él forma complejos insolubles. El fósforo de los pastos es
proporcional al que contienen los suelos, pero las cantidades se modifican
considerablemente tanto por la composición de los forrajes como por la etapa
de desarrollo de las plantas. Algunas plantas concentran el fósforo con mayor
facilidad que otras. Las hojas jóvenes son ricas en este elemento,
comparativamente con las demás etapas del desarrollo. Cuando la planta
madura, el nivel de fósforo del tallo desciende rápidamente, mientras que el
elemento se concentra progresivamente en las semillas (Jubb y Kennedy,
1973)

La falta de fósforo o hipofosforemia provoca los celos silentes irregulares,


anestro, repeticiones de celos, inactividad ovárica, quistes foliculares, retardo
en la aparición de la pubertad en las novillas y crías débiles (Laredo, 1996). El
déficit de P también provoca deformaciones óseas (McDowel, 1979) aumenta
los intervalos de partos (Ortiz, 1983). Un sistema de su carencia en los
animales es el mordisqueo de objetos extraños (Fonseca, 2000) en busca de
satisfacer sus necesidades.

2.2.1 Requerimientos minerales.

Los requerimientos de minerales en los rumiantes pueden estar afectados por


varios factores, dentro de estos los que más pueden incidir en las necesidades
de Calcio y Fósforo son:

1. La edad.

2. Contenido del mineral en el suelo, y en la dieta.

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3. Las interacciones que se establecen entre los propios minerales y con
otros compuestos orgánicos.

Varios autores como McDowell, (1998), Álvarez, (1999) y Tomassi, (2002),


coinciden que para poder satisfacer los requerimientos de Calcio y Fósforo, la
dieta debe aportar diariamente las siguientes cantidades:

Tabla 1. Requerimientos de Minerales para el ganado Vacuno (McDowell,


1998, Álvarez, 1999, y Tomassi, 2002).

Necesidades del total Lactancia


Mantenimiento Crecimiento
Elemento dietético para el (10 kg
(300-400 Kg PV) (300-400 Kg)
organismo Leche)

Ca 0.18- 0.60% 14- 15 g 18- 20 g 24g

P 0.18- 0.43% 11- 13 g 16- 18 g 20g

2.2.2 Diagnóstico de las deficiencias de Calcio y Fósforo.

Según Álvarez, 1999 las alteraciones metabólicas producidas por deficiencias


minerales van desde cuadros clínicos agudos hasta una condición corporal
deficiente o disminución en la producción, estas últimas de gran importancia,
pues sus síntomas pueden confundirse con una deficiencia proteica, energética
y el poliparasitismo.

El criterio diagnósticos sobre las deficiencias de minerales específicamente del


Calcio y el Fósforo pueden realizarse por a través del análisis de minerales en
los forrajes, el pasto y el suelo. Pero la determinación en sangre y órganos de
reserva nos dan una mayor certeza en el diagnóstico. En la siguiente Tabla se
muestra los niveles de Calcio y Fósforo a partir de las cuales se producen
alteraciones metabólicas en los Bóvidos, según el criterio de Mc Dowell, (1979).

Tabla 2. Alteraciones Metabólicas en los Bóvidos según criterio de


McDowel (1979, 1984,1993).

Elemento Tejidos y Nivel critico indicador de


compuestos deficiencias
Calcio Plasma 8 mg/ 100ml
Fósforo Plasma 4,5 mg/ 100ml

14
2.3. Indicadores Reproductivos:
Para Anta y col, 1987 los índices reproductivos son indicadores del desempeño
reproductivo de los rebaños (días de vacía, intervalo entre partos, etc.). Los
índices se pueden calcular cuando los eventos reproductivos del hato han sido
registrados en forma adecuada. Los índices reproductivos nos permiten
identificar las áreas de mejoramiento, establecer metas reproductivas realistas,
monitorear los progresos e identificar los problemas en estadios tempranos.
Además, los índices reproductivos pueden ser utilizados para investigar la
historia de los problemas (infertilidad y otros). La mayoría de los índices para un
hato son calculados como el promedio del desempeño individual de las vacas.
Por lo tanto, en pequeños hatos, la evaluación del desempeño reproductivo
puede pasar del promedio del hato al desempeño individual de la vaca.
La eficiencia reproductiva es el parámetro de producción alcanzado por el
animal considerado como optimo para su especie, en el caso de los bovinos, es
la producción de una cría al año (Anta, 1987).
La eficiencia reproductiva de un animal a lo largo de su vida está determinada
por la edad a la cual tiene su primer cría y por el intervalo entre cada parto
subsecuente. Para lograr una óptima eficiencia se debe lograr que las novillas
lleguen a una edad de 15 a 21 meses a la pubertad, para que queden
gestantes lo más rápido posible y que tengan su primer parto de los 2 a 2,5
años de edad, además, que las vacas tengan un intervalo entre partos de 365
días o menos, considerando que la gestación tiene una duración de 275 a 290
días; las vacas deben quedar gestantes entre los 75 y 90 días posparto para
conservar un intervalo entre partos de 12 meses (Galina y col.,1986).
Para evaluar la eficiencia reproductiva de un animal o de un rebaño se han
desarrollado una serie de parámetros que permiten conocer mediante cálculos
aritméticos sencillos, el nivel alcanzado en los diferentes eventos reproductivos
en la vida del animal comparándolos con los parámetros considerados como
óptimo para su especie (Anta y col., 1989). Estos autores citan varios de estos
indicadores, donde se destacan los siguientes:
Intervalo entre partos (IEP): Es el periodo transcurrido entre un parto y otro
en la misma vaca. Se calcula contando los días a partir de la fecha del ultimo
parto a la fecha del parto inmediato anterior, lo óptimo es tener un periodo

15
interpartal de 365 días este indicador influye en el número de partos en la vida
productiva. La duración es muy variable dependiendo de actores como
prácticas de manejo, raza, edad, duración del anestro posparto y método de
detección de calores entre otros (Kruif, 1978). En condiciones de trópico, por lo
común comprende más de un año.
Porcentaje de concepción (PC): Se calcula dividiendo el número de
gestaciones entre el número total de servicios que se han realizado, es una
medida importante para evaluar la fertilidad del hato; se considera que del 55 al
60% de concepción es adecuado (Kruif, 1978).
Porcentaje de concepción a primer servicio (PCPS): La mayoría de los
autores lo citan como fertilidad a primer servicio, debido a que la fertilidad de
las vacas se va reduciendo conforme han recibido varios servicios sin quedar
gestantes. Se puede calcular el porcentaje de concepción a primer servicio
para evaluar la fertilidad de los animales en condiciones más homogéneas, lo
cual se lleva a cabo, dividiendo el número de vacas que quedaron gestantes
entre las que recibieron dicho servicio, ya sea por monta natural o por
inseminación artificial, generalmente el PCPS es más elevado que el
porcentaje de concepción del hato. El PCPS en el trópico húmedo mexicano es
del 52% en promedio (Kruif, 1978).
Servicio por concepción (SPC): Es el número de inseminaciones necesarias
para que una vaca quede gestante, este parámetro se calcula al dividir el
número de vacas gestantes entre el número de inseminaciones necesarias
para que quedaran gestantes. Se considera como aceptable de 1,5 a 1,8
servicios por concepción, depende entre otros factores de la eficiencia en la
detección de estros, calidad del semen, técnica de inseminación, manejo del
semen, así como reabsorciones embrionarias, etc. (Kruif, 1978).
Porcentaje de fertilidad total (PFT): Es el número de vacas que quedan
gestantes durante un periodo determinado dividido entre el total de vacas en el
hato elegibles para ser servidas, depende del porcentaje que son inseminadas
y del porcentaje de concepción en dichas inseminaciones. Está influenciado
por el método de detección de calores, tipo de empadre, técnica de
inseminación, calidad del semen, tamaño del hato, raza, edad, enfermedades
infecciosas, reabsorciones embrionarias y muerte fetal. El PFT es de 60 en
promedio (Anta, 1987; Segura y col., 1989; Lozano y col., 1992).

16
Días del parto al primer servicio (DPPS): Es el tiempo transcurrido desde el
parto hasta que se da el primer servicio, lo ideal es que este indicador no sea
mayor de 85 días. Las causas más comunes por las que se alarga, son las
infecciones uterinas que ocasionan retraso en la involución uterina y por la
mala detección del estro (Anta, 1987).
2.3.1 Factores que determinan a los indicadores reproductivos:
Entre los factores que influyen en la eficiencia reproductiva de un hato, se
encuentran los siguientes:
• Genéticos: Los disturbios de la reproducción de origen genético pueden
deberse a:
a. Malformaciones hereditarias de los órganos reproductivos como
la fusión incompleta de los conductos de Muller pueden
originarse cierres vaginales así como constitución doble del
cérvix. La hipoplasia ovárica causa fecundidad reducida o
esterilidad, se presenta con mayor frecuencia del lado izquierdo y
en caso de hipoplasia unilateral puede existir capacidad
reproductora (Anta, 1987).
b. Disturbios funcionales hereditarios, pueden ser alteraciones del
ciclo estral, estros poco manifiestos, ausencia de concepción y
disturbio de la preñez o del parto, la ninfomanía puede tener su
origen en disfunciones ováricas de tipo hereditario recesivo.
Cuando las alteraciones de la reproducción son manifiestas, es
recomendable desechar a los animales portadores de estos
signos, en algunos casos es difícil detectarse por su
manifestación incompleta (Anta, 1987; Galina y col., 1986).

• Ambientales:
a. Clima. Afecta directamente la capacidad reproductiva de la vaca,
ya sea por estrés calórico o por bajas temperaturas e
indirectamente por la cantidad y calidad del forraje disponible. La
elevada temperatura, especialmente si es acompañada de alta
humedad relativa, provoca alteraciones de las constantes
fisiológicas de la vaca que provoca una menor manifestación de
los signos del estro y disminución de la fertilidad. El estrés

17
calórico inhibe la ciclicidad, con lo que afecta la presentación de
la pubertad y el reinicio de la actividad ovárica postparto (Kruiff,
1978; Lozano y col., 1992).
b. Época del año. En el trópico la mayor fertilidad se ha observado
en épocas de lluvias, a diferencia de las vacas de las regiones
templadas, que la fertilidad es mayor en primavera, la época del
año influye sobre el reinicio de la actividad ovárica posparto, el
porcentaje de concepción a la primera inseminación, el número
de servicios por concepción y el intervalo parto-concepción, el
efecto de la época del año está determinado principalmente por
una interacción de temperatura, foto periodo, precipitación pluvial
y disponibilidad de forrajes (Kruiff, 1978; Lozano y col., 1992 ) .
c. Precipitación pluvial. En el trópico clasificado principalmente como
húmedo, aunque sea abundante está mal distribuida por
temporada, causando épocas de escasez o exceso de agua, la
disponibilidad del pasto está en relación directa con la mayor
precipitación pluvial, por tal motivo se le considera como un factor
determinante en el comportamiento reproductivo de los bovinos,
existe una correlación positiva entre concepción y precipitación
pluvial (Anta, 1987; Lozano y col., 1992).
d. Duración del día, es más difícil lograr la concepción en vacas y
vaquillas a fines de invierno y a principio de la primavera que en
el verano, sugiriendo que la duración horas luz pueda influir en la
fertilidad (Kruif, 1978).
• Manejo:
a. Método de detección de estros. La falta en la detección de vacas
en estro en los periodos preservicio, servicio y postservicio, afecta
directamente la edad a primer servicio, intervalo parto primer
servicio, intervalo parto concepción e intervalo entre partos. Un
problema especial es que tanto los primeros estros de la vida del
animal, como los que ocurren en los primeros 75 días postparto
son menos intensos y más cortos que los ocurren posteriormente,
lo que complica la detección de calores, otras causas que
provocan una mala detección del estro es el desconocimiento de

18
los signos del estro y el no dedicar el tiempo suficiente para su
detección (Kruif, 1978; Basurto y col., 1997).
b. Tipo de empadre. Una época de monta restringida es más
favorable que la presencia permanente de los toros con las vacas,
ya que de esta manera se puede controlar el periodo de pariciones
y lograr que este vaya de acuerdo con un periodo de abundancia
de forrajes (Anta, 1987).
c. Tipo de destete. En hatos de vacas productoras de carne se
alarga el intervalo entre partos al prolongarse el periodo del
destete. El amamantamiento alarga el anestro postparto, debido al
bloqueo lactacional que sufren los animales, el efecto del
amamantamiento ha sido señalado como factor importante en el
retraso de la presentación del primer calor después del parto. Se
ha demostrado que vacas que se les ha destetado los becerros de
forma precoz presentan periodos más cortos entre el parto y el
primer estro, se obtiene un mayor porcentaje de vacas gestantes y
se acorta el intervalo entre partos (Kruif, 1978; Magaña y col.,
1996).
• Nutricionales:
a. Nivel de energía. La cantidad de energía que consuma el animal
en el periodo prepuber, influye directamente sobre la presentación
de la pubertad, así mismo la disponibilidad de energía antes y
después del parto, influye sobre reinicio de la actividad ovárica
postparto y la consiguiente presentación del primer estro. Las
vacas que pierden peso antes y después del parto entran en
anestro prolongado, lo cual representa una mayor dificultad para
quedar gestantes, ocasionando perdidas económicas por
reducción del número de crías durante su vida útil, este efecto se
agudiza en vacas primerizas sobre todo bajo condiciones de
alimentación deficiente. Existe una notable mejoría en la
eficiencia reproductiva cuando los animales aumentan de peso
después del parto (Anta, 1987; Segura, 1989; Baca y col., 1998).
b. Suplementación. En épocas de escasez de forraje, se presenta
un bajo nivel nutricional, que causa anestro y reducción en el

19
porcentaje de concepción. La función reproductiva mejora al
proporcionar suplementación alimenticia antes y después del
parto. En el trópico la suplementación más empleada es la
combinación de melaza con urea al 2% y en menor proporción
forrajes de corte y ensilado, así como suplementación con sales
minerales (Galina y col., 1986; Rivera y col., 1989.).
• Otros:
a. Edad promedio del hato. Se han reportado bajos porcentajes de
concepción en vacas primerizas y en vacas de más de siete años
de edad, las vacas primerizas tienen un intervalo mas largo en el
periodo parto concepción, esto se atribuye a que tienen una
incidencia mayor de problemas durante el parto, además de que
aun se encuentra creciendo durante la lactancia, lo que impone
un estado de estrés sobre el organismo del animal, influyendo en
la rapidez para volver a quedar gestantes (Basurto y col., 1997).
b. Tipo de parto. La distocia no sólo aumenta la mortalidad de las
crías, sino también la eficiencia reproductiva de la vaca, al influir
negativamente en el reinicio de la actividad ovárica postparto
(Anta, 1987).
2.4. Métodos correctores.

Varios autores como López y Marques, (1981); Allen et al., 1984; Citados por
Fajardo, 2000 coinciden en que las correcciones de los trastornos metabólicos
en rumiantes han sido intentadas por diversas vías, procedimientos
mejoradores de la fertilidad del suelo o de la utilización de preparados
minerales inyectables o suministrables a través de la dieta. Estos métodos
correctores pueden ser:

• Método directo

• Método indirecto.

2.4.1 Método directo.

Ruiz (1996) y Bernal (2000), definen el método directo como la suplementación


de los minerales deficitarios directamente a los animales, ya sea a través de la
dieta o por la vía medicamentosa. Para ello se emplean las sales minerales

20
como fuentes portadoras y la corrección medicamentosa, siendo esta la más
costosa.

La forma más común de suplir a los animales es la utilización de sales en


mezclas que pueden ser ofrecidas a los animales por dos métodos:

• Libre elección: Este método tiene como inconveniente el hecho de que


el nivel de consumo de la mezcla depende de la aceptación del animal.
Es bien señalado en la literatura que los mamíferos tienen poco instinto
nutricional, ya que estos prefieren una dieta de buen sabor, aunque sea
poco nutritiva (Ellis, (1991) y Ríos, 1994).

• Consumo obligatorio: Se puede realizar a través de las mezclas de las


sales con los forrajes o piensos. En la práctica, los piensos son poco
usados en las unidades de producción por ser más costosos y se
sustituyen por derivados de la agricultura, fundamentalmente de la
industria azucarera, los cuales aportan de por sí grandes cantidades de
minerales y mejoran la aceptación de la mezcla.

La aceptación de las mezclas minerales y la cantidad consumida por los


animales según varios autores están condicionadas por varios factores entre
los que se pueden citar:

• Fertilidad del suelo:

Según Roque y col., 1995 citados por Truyenque y Trujillo, (1999) el ganado
consume calcio, fósforo y magnesio de las mezclas en relación con el
contenido de estos en el suelo. Debido a que de forma casi general en nuestras
unidades de producción el pasto es la fuente total de alimento y que hay
relación directa entre el contenido de minerales del pasto y del suelo, mientras
más alto es el nivel de fertilidad del suelo, más bajo será el consumo de las
mezclas por alcanzarse un mayor nivel de satisfacción de las necesidades.

Álvarez, (1999) refiere que en las condiciones de Cuba, la principal fuente de


minerales para el ganado son los pastos pero la variabilidad del contenido
mineral depende de factores como, la edad y tipo de planta, época del año y el
nivel de fertilización.

21
• Necesidades individuales:

Se ha demostrado que existen carencias mayores debido a la gestación y


lactación, las que aumentan la necesidad de consumo de minerales (Álvarez,
1999) y que no todos los animales en sus distintas etapas tienen los mismos
requerimientos. Aunque no se ha determinado con exactitud cuales son estos
por especies, razas y categorías.

• Calidad del agua.

Cuanto mayor contenido de sales tenga el agua que beben los animales,
menor será el consumo que harán de las mezclas, ya que suplirán parte de sus
requerimientos minerales por esta vía. No obstante, un contenido excesivo de
ellas puede causar trastornos y desequilibrio similares a los ofrecidos
directamente o en la dieta.

• Forma de presentación de la mezcla.

Pueden presentarse en forma de bloque o como mezclas simples. Cuando


estos de presentan se presentan en forma de bloques hay que tener cuidado
con el grado de dureza con que se elaboran, pues si quedan muy duros los
animales presentan problemas para consumirlo y si quedan muy blandos se
pueden deteriorar con facilidad. El factor dureza de los bloques regula el
consumo, lo que es útil sobre todo cuando la dieta contiene urea u otro
componente cuya ingestión excesiva pueda resultar toxica.

• Forma de suministro.

La forma en que se suministran las mezclas en ocasiones en comederos a la


intemperie, son elementos que pueden dañar la composición de estas mezclas,
trayendo consigo la descomposición y rechazo por los animales, causando
pérdidas económicas.

• Calidad de la mezcla.

Según Chamorro (2000), la sal mineralizada de elevada calidad contiene no


solo una cantidad garantizada de minerales (10) sino que además debe
contener minerales de calidad reconocida, por lo que ella debe cumplir unas
series de requisitos.

22
Ruiz, (1996) relacionó los siguientes requisitos que debe cumplir una sal
mineralizada:

• Una relación Ca:P que no exceda sustancialmente la proporción 2:1


observando además la composición, forma química en que se oferta y
las concentraciones de vitamina D.

• Brindar un porcentaje significativo (hasta 50%) del requerimiento de los


micro elementos y elementos trazas (Cobalto, cobre, iodo, manganeso y
zinc). La suplementación puede abarcar los requerimientos totales
(100%) cuando la deficiencia de minerales trazas en la región es
absoluta.

• Contar como mínimo con un 6,0-8,0% de fósforo. Estos porcentajes


pueden incrementarse entre un 8,0-10%, cuando los forrajes que
consumen los animales presentan concentraciones por debajo de
0,20%.

• Propiciar sales de alta calidad, libres de elementos tóxicos, provenientes


de fuentes de buena disponibilidad biológica.

• Tener buena palatabilidad, que permita un consumo adecuado con


relación a los requerimientos.

• Un tamaño de partícula adecuado que permita conferir buenas


propiedades a la mezcla.

• Estar avalado por un laboratorio que certifique su calidad.

Un elemento más ha tener en cuenta para garantizar el éxito en la


suplementación es partir del conocimiento de las deficiencias minerales que
presentan los animales y a partir de estos elaborar las mezclas teniendo en
cuenta la calidad de las sales empleadas y su contenido de minerales.

2.4.2 Método indirecto

Según Bernal, (2000) para corregir deficiencias minerales de forma indirecta


hay dos vías:

• Enmiendas al suelo

• Aplicaciones foliares de fertilizantes.

23
Por estudios realizados por diferentes autores refieren el método ideal parece
ser la aplicación de fertilizantes al suelo ya que las aplicaciones foliares a pesar
que su efecto es más rápido, tiene un periodo de residualidad de minerales
más cortos.

Según Voisin, (1962) no es lo mismo suplir al animal que al suelo, pues al


enmendar el suelo, la planta toma los minerales presentes en este y los elabora
de forma más eficiente para los animales. Por su parte, Calero y col., (1995)
señalan que la calidad del alimento en cuanto al contenido de nutrientes
minerales es muy dependiente de la presencia de ellos en el suelo en
cantidades suficientes y por encima de determinados niveles críticos, que
reducen las posibilidades de aparición de enfermedades carenciales. Una
posible ventaja adicional desde las enmiendas al suelo, es la mejoría en las
condiciones de crecimiento de los pastizales, lo que favorece un mayor
rendimiento y calidad nutricional.

Clavero y col., (1998) plantean que uno de los factores limitantes para la
producción animal en los trópicos es la poca disponibilidad y la pobre calidad
de los pastos. Según ellos, este nivel insuficiente de nutrientes es la razón de la
baja productividad de la ganadería tropical, sobre todo en áreas con suelos de
baja fertilidad y con sequías estaciónales. Cuando se siembran pastos que se
adapten a las condiciones ambientales sobre suelos fértiles, estos aprovechan
mejor los minerales del suelo, pero cuando se siembran en un suelo pobre se
degradan fácilmente (Posada, 2000).

Las enmiendas al suelo como vía para combatir carencias no dejan de


presentar problemas. Según Yagodín, (1986) debido a la complejidad de la
interrelación entre el trinomio suelo, planta y animal y las dificultades causadas
por las condiciones ambientales, pueden influir de tal forma que debido a
condiciones adversas del clima, se pueden presentar en determinado momento
carencias minerales en animales pastando en suelos fértiles.

Según FAO, (1996) citada por Acosta y Rivero, (1998) el clima es uno de los
elementos de mayor importancia que influye sobre la calidad de los pastos, ya
que está compuesto por un conjunto de variables que en muchos casos
determinan el comportamiento y las especies de pastos presentes.

24
Cuando las condiciones ambientales son favorables, las enmiendas al suelo
parecen ser el método más eficaz de mejorar la composición de minerales, en
la dieta aumenta la calidad del pasto, permite, además, un uso más uniforme
de los minerales y mejorar la aceptabilidad de estos por el ganado (Bernal,
2000).

Son muchos los trabajos sobre fertilización que se han realizado en nuestro
país con el objetivo de mejorar la cantidad y calidad de los pastos. Es así que
en trabajos realizados por Mendoza y col., (1989); Ocampo y col., (1989);
Brunet, (1990) sobre fertilización nitrogenada en pastos, obtuvieron un mayor
rendimiento, así como una mayor extracción de macro nutrientes (NPK).

El trabajo realizado por Flores col., (1990) demostró que con la fertilización
fosfórica aumenta no solo el contenido de este mineral en el pasto, sino
también el rendimiento.

En nuestro caso las aplicaciones de fertilizantes se hacen necesarias si


tomamos en cuenta que según Ruiz col., (1995) los suelos ganaderos de
nuestro país se caracterizan por tener baja fertilidad, abundando suelos
deficientes en fósforo y en algunos casos otros elementos. Por su parte,
Burbano, (1989) plantea que la deficiencia de fósforo puede ser uno de los
factores más limitantes en muchos suelos del trópico americano, donde
aproximadamente el 82% de su extensión presenta deficiencias de este
elemento en su estado natural, situación similar ocurre en otras regiones como
Australia.

Al realizar las aplicaciones de fertilizantes hay que conocer previamente el


contenido de minerales en el suelo, ya que en ocasiones se presentan
carencias por la influencia de otros factores externos o por estar inmovilizado el
mineral de forma no asimilable por la planta (Rojas, y col., 2001). Partiendo del
nivel del mineral en el suelo las aplicaciones pueden realizarse con dos tipos
de fertilizantes: químicos u orgánicos.

2.4.2.1 Fertilización química.

Los fertilizantes químicos propician una mejora más rápida del contenido de
minerales; pero, por lo general, las fórmulas empleadas solo aportan NPK, que
aunque son los elementos que se emplean en mayores cantidades por las

25
plantas y animales, no son los únicos esenciales para el buen funcionamiento
de esas especies.

La forma de aplicación de los fertilizantes químicos puede variar en


dependencia de los fines que se busquen y el cultivo que se emplee. Se han
aplicado estos fertilizantes localizados o a voleo, pero existen discrepancias de
criterios sobre la superioridad de un método sobre el otro. (Hernández, 1989,
Fonseca, 2000 y Rojas y Pupo 2001) .

Los pastos sin fertilización solo son capaces de aportar nutrientes para un
animal/ha en la época lluviosa y prácticamente ninguno en la seca.

Según Posada, (2000) los pastos constituyen una importante fuente de


alimentación para los animales por lo económico que resulta su producción,
pero la baja disponibilidad y la pobre calidad de estos en nutrientes es la razón
de la baja productividad de la ganadería tropical, sobre todo en áreas con
suelos de baja fertilidad y con sequías estaciónales, por su parte Vargas,
(1988) destaca que entre los principales problemas que ha motivado las bajas
producciones así como el deterioro de los pastos utilizados en los sistemas
ganaderos, se pueden citar los siguientes: frecuentes violaciones de disciplina
tecnológica y sobre todo la falta de análisis integral al establecer un sistema de
producción de leche o carne a base de pastos y forrajes, provocando un
desequilibrio entre el suelo-pasto-anima-hombre.

2.4.2.2 Fertilización orgánica.

Los fertilizantes orgánicos están muy de moda en la actualidad, pues reportan


ciertos beneficios con respecto a la fertilización química y aportan una serie de
minerales, superiores a los químicos tanto en cantidad como en calidad, ya que
se incorporan al suelo como compuesto orgánico fácilmente asimilable por las
plantas. Además de los químicos suministran también microelementos, son de
gran importancia para los animales pues de acuerdo con lo señalado por
Durand y Kawashima, (1980); Lamand, (1987); Enmanuele y Stoples, (1990) y
Ward y Spears, (1993).

La composición de minerales presentes en los fertilizantes orgánicos depende


del material que se use para su elaboración y del tipo de fertilizante orgánico
que se utilice.

26
Peña, (1991) señala que el hombre, en su lucha por mejorar y conservar la
fertilidad del suelo ha empleado diferentes fuentes de materia orgánica, entre
los que se encuentran el estiércol, abonos verdes, residuos vegetales e
industriales, humus, compost. Estas fuentes han ido ganando adeptos entre los
productores, como alternativa viable y eficaz en el mejoramiento de los suelos y
a través de él, de los pastos y el comportamiento animal.

Los abonos orgánicos pueden ser un elemento importante en la recuperación


de los suelos degradados y convertirse en un componente decisivo de los
sistemas agrícolas ecológicamente equilibrados, pero siempre trabajar por
restaurar el suelo que es el que más cuesta en formarse ( García, 2000). Por
otro lado, el deterioro de los suelos a causa del empleo irracional de los
fertilizantes químicos, ha preocupado a los científicos y líderes mundiales,
razones, entre otras, que han originado la corriente actual y creciente de la
agricultura sostenible.

27
MATERIALES Y MÉTODOS:
La investigación se desarrolló en la Unidad “Pelabobo I” de la UBPC “Antonio
Maceo”, perteneciente a la Empresa Agropecuaria “Amancio Rodríguez” en la
provincia las Tunas con el objetivo de evaluar los niveles de Calcio y Fósforo
del suelo y los animales y determina su influencia en los índices reproductivos y
establecer medidas de corrección nutricional.

La investigación se realizó en dos etapa, una primera etapa que se extendió


desde Abril /07 hasta Septiembre /07 y que se caracterizó por diagnosticar el
comportamiento de los minerales Calcio y Fósforo en el sistema suelo animal y
medir los resultados de los indicadores reproductivos de las tres unidades
escogidas para el experimento.

En la segunda etapa que comprende el período desde Octubre/07 hasta


Septiembre/08 se comienza aplicar la corrección con sales minerales a la
Unidad Pelabobo I, y se realizan dos mediciones al comportamiento de los
indicadores reproductivos escogidos.

En ambas etapas se evaluaron los resultados de los indicadores reproductivos


seleccionados para el estudio:
• Intervalo entre partos (IEP)
• Porcentaje de concepción (PC)
• Porcentaje de concepción a primer servicio (PCPS)
• Servicio por concepción (SPC)
• Porcentaje de fertilidad total (PFT)
• Días del parto al primer servicio (DPPS)
Las unidades escogidas como testigo Josefina I y Josefina II, están sometidas
a las mismas condiciones de manejo, alimentación, calidad de los pastos,
controles de la reproducción, etc.

Se realizó en la etapa de diagnóstico un estudio bioquímico a 10 vacas


seleccionadas por presentar insuficiencias en sus indicadores reproductivos y
se muestrearon los suelos de la Unidad para determinar el comportamiento de
los minerales en estudio en el sistema agroecológico.

28
Las características químicas del suelo de la unidad aparecen reflejada en la
Tabla No.3, presentan un pH ligeramente ácido a neutro con predominio del
calcio y magnesio en el complejo de intercambio de fósforo y potasio asimilable
respectivamente. La capacidad de cambio de bases es baja lo que indica que
son suelos de baja fertilidad.

Tabla No.3. Características químicas de suelo de la unidad investigada.

Unidades pH P2O5 K2O Ca 2+ Mg2+


(KCL) Mg/100g Cmol(+)Kg1
Pelabobo I 5.9 1.24 10.00 10.64 3.50

En la segunda etapa se estudiaron los siguientes tratamientos:

• Se suplemento con minerales los animales de la unidad Pelabobo I


utilizando la mezcla de sales minerales comerciales tipo A-2 (manual
para la formulación y fabricación de los piensos criollos en las empresas
pecuarias, 1988) con un balance (%) de calcio 14,4 y fósforo de 10,8
utilizada para el suplemento de estas en la ganadería vacuna, según las
normas cubanas. Se empleo el método de corrección a libre elección en
las naves de sombreo y por consumo obligatorio mezclada con el pienso
a razón del 3 % de la ración total de suplemento alimentario de las vacas
en producción de leche.

• Se tomaron como testigo dos unidades de la UBPC que no consumieron


por ninguna de las vía las sales minerales y que están sometidas a las
mismas condiciones de manejo, alimentación, calidad de los pastos,
controles de la reproducción, etc.

Mediciones realizadas durante el estudio:


• Primera etapa

Se realizaron muestreos bioquímicos a 10 vacas seleccionadas por presentar


deteriorados sus principales indicadores reproductivos, determinándose:

• El calcio y magnesio por el método de Oplistil (NRAG 1982).

29
• El fósforo por el método de Homolka (NRAG 1982) y las proteínas
séricas (albúmina, globulina y proteína total en sangre, se
determinaron por el método de Biuret (NRAG1982)

Las muestras de sangre se tomaron por punción en la yugular.

Se analizó la composición química del suelo de la unidad estudiada en la fase


de diagnóstico.

Para analizar la composición química de los suelos se tomaron 7 sub-muestras


por cuartón (0.33ha) cada 20 metros a una profundidad de 15 cm. y se
procesaron de acuerdo a la norma establecida por las técnicas vigentes en el
Laboratorio Provincial de suelos del MINAG (NRAG 837 de 1986, la 894 de
1987).
Se evaluaron los indicadores reproductivos de las tres unidades
comparándolos con los parámetros considerados como óptimo para la especie.
• Segunda Etapa.
Se evaluaron los indicadores reproductivos de la unidad después de aplicada la
corrección nutricional con mezclas minerales comparándolos con los existentes
antes de la aplicación.
Se compararon los resultados de la unidad en estudio con los indicadores
reproductivos de las unidades testigos (Josefina I y Josefina II).
Para evaluar estadísticamente los resultados se utilizó el software Statistica
versión 6.0, que permitió analizar los indicadores reproductivos antes y
después del estudio en la unidad investigada así como con las unidades
testigos no sometidas a corrección nutricional.
Se utilizó un diseño factorial completamente aleatorizado utilizando el método
de análisis de varianza doble y prueba de Tukey a un nivel de significación del
5%.

30
RESULTADO Y DISCUSIÓN:
En la primera etapa de la investigación comprendida de Abril a Septiembre del
2007 se realizó un estudio preliminar del sistema suelo animal de la Unidad
Pelabobo I para determinar los niveles de Calcio y Fósforo y como era el
comportamiento de los indicadores reproductivos en esta etapa y relacionarlos
con los niveles diagnosticados de los minerales en el experimento.

En el estudio se determinó los valores promedios de los indicadores


bioquímicos de 10 animales seleccionados (Tabla No.4), observándose que
en la mayoría de ellos los indicadores de Calcio y Fósforo están por debajo de
los requerimientos para la especie, coincidiendo con los resultados obtenidos
por otros investigadores en la provincia de Las Tunas como Rojas y Pupo
(2001) y Cutiño, (2003).

Tabla No.4. Indicadores Bioquímicos de los animales investigados.

No. Identificación Fósforo Calcio Magnesio P.Totales Albúmina Globulina


Mg % Mg % Mg % g/100 ml g/100 ml g/100 ml
1 Ocasional 5.86 8.94 2.06 8.45 2.85 5.60
2 Ceniza 6.41 9.71 2.33 8.26 3.23 5.03
3 Pepilla 4.62 8.85 2.01 7.22 2.66 4.56
4 Doble 4.95 8.60 1.96 7.98 3.04 4.94
5 Caoba 6.52 9.11 2.12 8.50 4.94 4.56
6 Plantillera 6.19 8.54 2.27 8.74 4.65 4.09
7 Raiza 4.15 7.20 2.17 8.26 4.37 3.89
8 Pitongue 7.82 9.54 2.22 8.54 4.65 3.99
9 Mamey 4.30 7.28 2.38 8.26 4.56 3.70
10 Amarado 4.26 6.63 2.22 8.50 4.75 4.75

El calcio en el 70 % de las muestras esta por debajo de los valores


establecidos por la (NRAG, 1982) que es de 9-12 mg/100ml para el bovino.
Sólo los animales 2, 5 y 8 están dentro de los valores permisibles para la
especie.

Según NRAG, (1982) el fósforo en sangre debe oscilar de 5 a 9 mg /100ml, en


el muestreo realizado el 50 % de los animales presentan valores por debajo de

31
los requerimientos, y el resto de los animales muestran cifras muy próximas a
estos.

En cuanto al contenido de magnesio en sangre la mayoría de los animales


muestreados están cerca del mínimo permisible 1.9mg/100ml y ninguno llegan
al máximo de lo que establece la NRAG, (1982) que es de 2.6mg/100ml.

El resto de los indicadores bioquímicos analizados como las albúminas,


globulinas y proteínas totales, se observan dentro del los valores según
NRAG, 1982 que es de 6.5-8.5 g/100g. En este caso es muy importante hacer
un análisis de los valores por encima de 8.5, ya que estos evidencian estados
patológicos relacionados con desnutrición, raquitismo, deshidratación e
infecciones crónicas entre otras causas.

El muestro del suelo de los cuartones donde se alimentan las vacas en estudio
demostró como aparece en la Tabla No.5, que son suelos de muy baja
fertilidad, aspecto este a tener en cuenta para el desarrollo ganadero de esta
unidad y las medidas adecuadas a emplear en el uso y manejo para obtener
pastos de calidad aceptable.

Tabla No.5. Características químicas de suelo de la unidad investigada.

Muestra No. pH P2O5 K2O Ca 2+ Mg2+


No. Laborat. (KCL) Mg/100g Cmol(+)Kg1
1 347 5.9 2.93 11.66 14.32 2.91

2 348 5.8 2.94 10.83 19.20 3.84

3 349 5.6 1.65 10.45 11.32 3.39

4 350 5.6 1.78 10.32 12.35 1.20

5 351 5.9 1.45 11.66 9.35 3.50

6 352 6 1.24 10.00 9.36 2.80

7 353 5.8 2.29 11.66 9.65 4.21

Se pude apreciar por los datos analíticos que los niveles de Fósforo en el suelo
son bajos para las muestras 3, 4, 5 y 6 y medios para la 1, la 2 y la 7, con
predominio del Calcio y el Magnesio. Los niveles de Potasio son muy bajos y el
PH ligeramente ácido a neutro. Estos resultados coinciden con los obtenidos

32
por Rojas y Pupo, (2001) y Cutiño, (2003), en investigaciones realizadas a
varios sistemas agroecológicos de la provincia de Las Tunas. Otros autores
que han retomado la temática como Ocampo y col. (1989) y Vargas, (1998),
han obtenido resultados similares.

En un sistema de pastoreo la relación suelo-planta-bovino es el complejo de


interacciones que se establecen entre los tres factores esenciales. Pezo y col.,
(1992), señalan que el suelo suministra las sustancias necesarias para el
crecimiento de la planta y el oxígeno para su raíz, el suelo en esta relación no
se puede ver como un elemento abiótico, pues sus componentes más
importantes son los millones de organismos que en él viven, que posibilitan la
trasformación de gran parte de los nutrientes en sustancias asimilables por las
plantas y contribuyen a mantener una estructura y estabilidad del suelo.

Para Andrés Voisin (1961) el organismo (animal o humano) es la fotografía


bioquímica del medio en que vive; más particularmente del suelo que ha
producido los alimentos de este organismo, de hay que suelos pobres en
minerales como demuestra los resultados obtenidos en la Tabla No.5,
proporcionaran pastos deficitarios en estos macroelelmentos. Los elementos
minerales en los pastos tienen una gran variación y dependen mucho de su
concentración en el suelo, pero influye también la especie.

Todos los indicadores reproductivos obtenidos en la etapa de diagnóstico de


las tres unidades están deteriorados (Tabla No.6), comparándolos con los
valores que Kruif, (1978) considera óptimos para lograr resultados de
eficiencia en la reproducción que son, para el intervalo entre parto de 365 días,
el porcentaje de concepciones debe estar entre el 55 y el 60% y el porcentaje
de concepción al primer servicio al 52 %. El porcentaje de fertilidad total para
un hato con eficiencia debe ser del 60 % y los días del parto al primer servicio
debe estar entre los 85 y 90 días, considerándose un valor destacado los
animales que presentan celos después del parto antes de los 85 días y el
número de servicio por concepción es de 1,5 – 1,8.
En la segunda etapa de la investigación que se extendió desde Octubre 2007
hasta Septiembre 2008, se introduce en el estudio las medidas de corrección
nutricional, y se evalúa el comportamiento de los indicadores reproductivos
comparándolos con los resultados antes de la corrección y con dos unidades

33
de la UBPC tomadas como testigo y que están sometidas a las mismas
condiciones de manejo, alimentación, calidad de los pastos, controles de la
reproducción, etc.

Tabla No.6. Valores promedios de las Unidades del experimento en el


periodo de Diagnóstico y su comparación con los valores óptimos citados
por Kruif, (1978).
Indicadores Unidades Valores
óptimos
Reproductivos Pelabobo I Josefina I Josefina II Según
Kruif,(1978)
Porcentaje de 47.5 44.5 47.8 55 – 60 %
concepciones (%)
Porcentaje de
concepciones al 39.5 42 42.6 52 %
primer Servicio (%)
Porcentaje de 50.1 48.8 49.5 60 %
Fertilidad Total (%)
Servicios por 2.35 2.03 2.15 1,5 – 1,8
concepción (Unidad)
Días del parto al 92.5 90.6 113.6 85 días
primer servicio (Días)
Intervalo entre parto
394.8 399.5 407.6 365 días
(días)

El análisis estadístico para el efecto del periodo de medición antes y después


de la aplicación de las sales minerales en el comportamiento de los indicadores
reproductivos en vacas lecheras pertenecientes a las vaquerías Pelabobo 1,
Josefina I y Josefina II (Tabla No.7), refiere como muestra la tabla que para el
porciento de concepción no se observó diferencias significativas entre las
etapas investigativas o sea que el comportamiento en las tres etapas
enfatizadas fue similar con valores medios 51.38, 47.53 y 44.50
respectivamente aunque se observa que después de la aplicación de las sales
minerales el porciento de concepción disminuye. Se infiere que otros factores
que afectan los indicadores reproductivos se manifestaron con mayor
intensidad en el periodo de medición.
Para el porcentaje de concepciones al primer servicio, servicio por concepción
e intervalo entre partos no se observó diferencias significativas entre las etapas

34
propuestas de la investigación ya que las medias arrojaron comportamientos
similares. Es de interés señalar como el intervalo entre partos se acorta
después de la aplicación de las sales minerales.

No así para el caso del porciento de fertilidad total y días al parto del primer
servicio que observó diferencias significativas a un nivel de significación del
5%. Donde se percibe que existe un mejor comportamiento después de la
aplicación de las sales minerales con respecto a la etapa de diagnóstico con
valores medios 53.47 y 52.89 para el porciento de fertilidad total y para días al
parto al primer servicio 96.86 y 92.42 respectivamente. Estos resultados
indican que el efecto de la corrección con sales minerales mejoro los
indicadores mencionados, lo que coinciden con lo expuesto por Algunos
autores (Thelir-Redd y Hufmann, 1930; Linsey y Archibald, 1925; Palmer, Fitch,
Gullickson y Boyd, 1935). Friedman y Turner, (Derivaux, 1985), donde afirman
que los indicadores o índices reproductivos que más afectan la acción
combinada de los desbalances en la dieta de Calcio y Fósforo son: Índice de
fertilidad, Número de servicios por concepción y Porcentaje de preñez al
primer servicio.
Tabla No.7. Efecto del período de medición sobre el comportamiento de
indicadores reproductivos en bovino.

Período de Medición PC % PCPS % PFT % SPC DPPS IEP


Diagnóstico (Antes de
51.38a 41.38a 49.50b 2.16a 104.17a 400.67a
la aplicación)
Primer Semestre
47.53a 42.76a 53.47a 2.00a 96.86b 392.25a
(Después de aplicación)
Segundo semestre
44.50a 44.30a 52.89a 2.02a 92.42b 386.03a
(Después de aplicación)
Error Standar 0.61 0.62 0.60 0.04 1.53 1.22
Significación P<0.05
Letras diferentes indican diferencias significativas

En la Tabla No.8, efecto de la Unidad en el comportamiento de los indicadores


reproductivos de las vacas lecheras, se presentan resultados similares para el
caso del porciento de concepción, porciento de concepción al primer servicio,
servicio por concepción e intervalos entre partos antes y después del
suministro de las sales minerales, coincidiendo para los resultados obtenidos
en el efecto de medición. No así para el porciento de fertilidad total y días al

35
parto al primer servicio que se perciben diferencias significativas y mejor
comportamiento en la unidad Pelabobo I con respecto a las demás unidades
testigos con valores medios de 53.60 y 85.87, estos resultados hablan a favor
de lo expuesto anteriormente en relación a la acción de los minerales calcio y
fósforo en estos indicadores de reproductivos.
Tabla No.8. Efecto de la Unidad en el comportamiento de los indicadores
reproductivos en bovino.

Vaquería PC % PCPS % PFT % SPC DPPS IEP


Pelabobo I 51.37a 44.97a 53.60b 2.06a 85.87a 384.44a
Josefina I 47.52a 41.40a 50.86 a
2.07 a
102.54b 396.01a
Josefina II 48.60a 42.07a 51.39a 2.05a 105.02b 398.50a
Error Standar 0.61 0.62 0.60 0.04 1.53 1.22
Significación P<0.05
Letras diferentes indican diferencias significativas

El análisis que presenta el efecto de la vaquería y el período de medición


sobre el comportamiento de los indicadores reproductivos, suelen ser los
mejores para la vaquería en la que se suministró las sales minerales con
respecto a las unidades testigos Josefina I y II. (Tabla No.9). Con valores
medios 56.40 para el período de concepción; 51.62 porciento de concepción al
primer servicio; 55.28 para el porciento de fertilidad total; 1.73 servicio por
concepción; 78.93 días al parto primer servicio y 372.90 intervalo entre parto en
la última etapa de investigación. Al hacer un análisis de los resultados
expuestos en el segundo semestre de la segunda etapa de la investigación de
la unidad donde se suministro las sales minerales, se pudo corroborar como los
indicadores reproductivos de está se corresponden o se acercan a los óptimos
expuestos por Kruif, (1978), Anta,(1987), Lozano y col., (1992) y Segura y col.,
(1989).
Estos resultados avalan que los niveles de Calcio y Fósforo en el sistema suelo
– animal estaban incidiendo desfavorablemente en la eficiencia reproductiva
del rebaño en estudio, coincidiendo con varios autores como Thelir-Redd y
Hufmann, 1930; Linsey y Archibald, 1925; Palmer, Fitch, Gullickson y Boyd,
1935). Friedman y Turner, (Derivaux, 1985 donde señalan la importancia de
estos minerales en la reproducción de los Bovinos.

36
Tabla No.9. Efecto del Período de medición y Vaquería en el
comportamiento de los indicadores reproductivos del bovino
Período PCPS PFT
Vaquería PC % SPC DPPS IEP
Medición % %
Pelabobo
47.50ab 39.50a 50.16a 2.35c 92.50a 394.83bcd
I
Josefina
Diagnóstico 44.50a 42.00a 48.83a 2.00ab 106.3a 399.50cde
I
Josefina
49.50b 42.66a 49.50a 2.15bc 113.6a 407.66e
II
Pelabobo
50.23b 43.82a 55.36a 2.10bc 86.18a 385.60b
I
2da etapa
Josefina
primer 49.56b 42.62a 52.13a 2.00ab 98.68a 389.85bc
I
semestre
Josefina
49.35ab 41.85a 52.91a 1.90ab 105.7a 401.31de
II
Pelabobo
56.40c 51.62b 55.28a 1.73a 78.93a 372.90a
I
2da etapa
Josefina
segundo 48.51ab 39.58a 51.62a 2.23bc 102.6a 398.66cde
I
semestre
Josefina
46.95ab 41.70a 51.76a 2.10bc 95.71a 386.53b
II
Error
1.05 1.08 1.05 0.07 2.65 2.11
Standard
Significación P<0.05
Letras diferentes indican diferencias significativas

En la tabla No.10 se puede apreciar que a pesar de no existir diferencias


significativas desde el punto de vista estadístico en algunos de los indicadores,
los valores medios obtenidos en los seis indicadores escogidos para el estudio
mejoraron después de aplicada la corrección de sales minerales en la Unidad
Pelabobo I y con respecto a las unidades testigos.

Tabla No.10. Comparación de los resultados antes y después de la


corrección y la comparación con los índices de las unidades testigos.

Indicadores Pelabobo I Con respecto a las unidades testigos

Reproductivos Antes Después 1er Semestre 2do Semestre


1er S. 2do S. Josef. I Josef. II Josef. I Josef. II
Porcentaje de 47.5 50.2 56.4 49.5 49.3 48.5 46.9
concepciones
(%)
Porcentaje de 39.5 43.8 51.6 42.6 41.8 39.5 41.7
concepciones
al primer
Servicio (%)

37
Porcentaje de 50.1 55.3 60.2 52.1 52.9 51.6 51.7
Fertilidad Total
(%)
Servicios por 2.35 2.1 1.7 2.0 1.9 2.2 2.1
concepción
(Unidad)
Días del parto al 92.5 86.1 78.9 98.5 105.7 102.6 95.7
primer servicio
(Días)
Intervalo entre 394.8 385.6 372.9 389.8 401.3 398.6 386.5
parto(días)

Valoración económica.
En este experimento se realizó una corrección nutricional a base de mezclas de
sales minerales comerciales tipo A, con un valor de $9.06 50 Kg., en el mismo
se utilizaron 300 Kg., con un valor total de $ 54.36.
Los resultados demostraron que el mejor comportamiento lo obtuvo la Unidad
donde se aplicó la corrección nutricional incrementándose el porcentaje de
concepciones, el porcentaje de concepciones al primer servicio y el porcentaje
de fertilidad total, así como disminuyeron el número de servicios por
gestaciones, los días del parto al primer servicio y el intervalo entre partos. Al
mejorar los indicadores reproductivos en general se incrementa el número de
nacimientos y por ende la producción de leche.
Se disminuyeron los costos de Inseminación al disminuir la cantidad de servicio
por gestación, que al inicio del experimento era de 2.35 y después de aplicada
la corrección se comporto al 1.7, el monto total de un servicio es de $ 2.26
pesos, se necesitaba $ 5.31 pesos para gestar una vaca y después de la
intervención solo se emplean $ 3.99.
Se incrementó el número de nacimiento con 25 terneros más que en igual
fecha del año anterior, con un valor total de $ 3000.00, valorado el Kg a $ 2.00
pesos y el promedio de peso al nacer de 60 Kg.
Se incremento la producción de leche 110 litros en comparación con igual
periodo, con valores de $ 264.00 de ganancia diaria.

38
CONCLUSIONES:
• Los niveles de calcio y fósforo en suelos y animales obtenidos están
por de bajo de lo permisible.
• Los niveles de calcio y fósforo en suelo y animal inciden en los
indicadores reproductivos del ganado vacuno estudiado.
• El mejoramiento del contenido mineral en la dieta como tratamiento
corrector, reflejan un incremento en los indicadores reproductivos.
• Los resultados económicos se comportaron de forma favorable en el
sistema analizado.

39
RECOMENDACIONES:
Después del estudio de la influencia del Calcio y el Fósforo en los
indicadores reproductivos recomendamos.

• Suplementar con sales minerales todas las unidades de la UBPC


“Antonio Maceo”.
• Seguir estudiando los suelos dedicados a la ganadería vacuna en
nuestro municipio, para determinar sus niveles de minerales y poder
establecer medidas de corrección nutricional.

40
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