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José Martí
DEDICATORIA
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2.4.1 Método directo. --------------------------------------------------------------------------
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2.4.2 Método indirecto ------------------------------------------------------------------------
3.- MATERIALES Y METODOS ----------------------------------------------------------- 28
4.- RESULTADOS Y DISCUSIÓN --------------------------------------------------------- 31
5.- CONCLUSIONES ------------------------------------------------------------------------- 39
6.- RECOMENDACIONES ------------------------------------------------------------------ 40
7.- BIBLIOGRAFIA ----------------------------------------------------------------------------- 41
INTRODUCCIÓN:
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del medio en que vive; más particularmente del suelo que ha producido los
alimentos de este organismo” avala que la ausencia de determinados
minerales en los pastizales que alimentan nuestros rebaños manifiesten
carencias de estos, expresándose clínicamente entre otras problemas con la
disminución de determinados indicadores reproductivos.
Varios autores como (Arthur Rice Victor y col, 1988) consideran que los
minerales cuya deficiencia limita más el desarrollo, la reproducción y el buen
estado sanitario de los animales son el fósforo, el calcio y el yodo, siendo más
frecuente el fósforo, que cuando se asocia a otros cuadros como deficiencias
de proteínas y vitamina A se producen graves problemas con la reproducción.
Tunas por (Cutiño, 2003) avalan que los indicadores bioquímicos presente en
el sistema suelo-planta-animal se encontraban por debajo de los
requerimientos normales, destacándose el Calcio y el Fósforo.
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1925; Palmer, Fitch, Gullickson y Boyd, 1935). Friedman y Turner le aseveran
una mayor importancia en la cerda, la que provocaría no solo infertilidad sino
que sería responsable de la mortalidad embrionaria (Derivaux, 1985).
Los indicadores o índices reproductivos que más afectan la acción combinada
de los desbalances en la dieta de Calcio y Fósforo son: Índice de fertilidad,
Número de servicios por concepción y Porcentaje de preñez al primer servicio.
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Para contribuir a la solución del problema planteado se propone el siguiente:
Objetivo general:
Evaluar la influencia de los niveles de calcio y fósforo del suelo en los
indicadores reproductivos del ganado vacuno en la UBPC Antonio Maceo.
Objetivo especifico:
• Determinar los niveles de Calcio y fósforo en el suelo y en los animales.
• Determinar la influencia de los niveles de calcio y fósforo en la
reproducción.
• Establecer las medidas de corrección nutricional.
• Evaluar la repercusión económica del sistema analizado.
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DESARROLLO:
REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA.
2.1. Generalidades.
Los seres vivos necesitan, para que sus funciones se desenvuelvan
normalmente, el consumo de sustancias minerales muy diversas, además de
los principios inmediatos y las vitaminas. Las necesidades orgánicas de
minerales son, cuantitativamente consideradas ínfimas, en comparación con
las exigencias en elementos energéticos; pero esto no quiere decir que su
importancia sea menor; buena prueba de ello es que un animal puede ser
perfectamente alimentado en todos los aspectos, pero si la ración carece de los
principios minerales, veremos que no tardan en presentarse trastornos en su
salud, que irán progresando y multiplicándose hasta acarrear la muerte
(Revuelta, 1977)
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y Si) y siete considerados elementos trazas (Se, Co, As, Cr, Va, Sn y Ni), ya
que sus concentraciones están en el orden de alrededor de 1,0 ppm.
Los elementos minerales constituyen solamente el 2,3 % al 6,4 % del peso total
del cuerpo de los animales. La fracción más importante figura en el esqueleto,
alrededor del 83 %, en tanto que el 17 % sobrante se distribuye en el resto del
organismo (Revuelta, 1977).
2.2. Macroelementos:
Calcio
Absorción.
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La velocidad y magnitud de la absorción del calcio dependen de los
requerimientos totales del organismo y es máxima durante el crecimiento. Así,
durante los períodos de rápido crecimiento, las cantidades de calcio absorbidas
son altas (Stevensson, 1975)
Otro elemento que influye es el magnesio, debido a que los iones magnesio se
intercambian fácilmente con los iones calcio. Según Stevenson y Wilson
(1975), la deficiencia de magnesio en los terneros ocasiona no solo el
descenso de este elemento en el plasma, sino también el del calcio y se
restablece el valor normal de la calcemía al administrar magnesio a los
animales. Según estos autores el déficit de magnesio hace disminuir éste en el
plasma y como consecuencia, el Mg² del hueso intercambia con el Ca² del
plasma y la calcemía disminuye. Al administrar magnesio se invierte el proceso
y con el exceso de éste en dietas carentes de fósforo disminuye la absorción
del calcio.
Calcio en sangre
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aspecto que se ha relacionado con los niveles de calcio en sangre es la
lactancia. En la actualidad es admitido que alrededor del parto el nivel de calcio
decrece como consecuencia de que la vaca deprime el consumo de alimento
por efecto hormonal, unido esto a las pérdidas calostrales. También se ha
observado variaciones de calcio en sangre de acuerdo con la raza.
Excreción
Se excreta calcio con las heces fecales y con la orina; el calcio fecal en general
es el de la dieta que no ha sido absorbido, pero también se elimina calcio en la
leche, pues un galón de leche contiene cantidades de calcio y fósforo
equivalentes al del líquido extracelular (LEC). Si la producción láctea de un
animal sometido a una dieta pobre de calcio y fósforo es muy elevada,
aparecerán cambios patológicos debido a la pérdida de estos elementos que se
sustraen junto con la leche (Stevenson y Wilson, 1975).
Deficiencia
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El déficit de calcio también puede provocar cambios esqueléticos en animales
adultos y jóvenes, conocidos como osteomalacia en los primeros y raquitismo
en los segundos según Álvarez, 1999. Además, Alvarenga y col., (1991)
citados por Fajardo (2000), han informado una dolencia periodontal en
animales jóvenes, conocida como “cara hinchada“, relacionada con deficiencia
o alteraciones en el metabolismo del calcio y el fósforo.
Fósforo
Para Álvarez, 1999 este mineral está ampliamente distribuido en los tejidos
vegetales y animales, y es el elemento más dinámico por las múltiples
funciones que realiza. De un 75-80% del fósforo orgánico total se encuentra en
el esqueleto y los dientes. También participa en las combinaciones orgánicas
en los fosfolípidos, lisitinas y cafeína, en los nucleótidos y las fosfoproteínas.
Funciones del fósforo en el organismo:
El fósforo tiene una serie de funciones en los animales. Los compuestos
fosfatados dan rigidez al hueso, lo que asegura la función del sistema músculo-
esquelético. Semejante al Ca, el P es importante para la formación y la
conservación de los huesos. Los cambios en la estructura y composición de los
huesos que resultan de la privación de P son semejantes a los causados por la
deficiencia de Ca. Sin embargo, el P se requiere para la formación de la matriz
orgánica del hueso así como de la mineralización de la matriz. Además del
tejido esquelético, el P está distribuido ampliamente en los líquidos del cuerpo y
tejido blando, donde está íntimamente ligado con una gran variedad de
reacciones bioquímicas ( Ternouth, J. H.,1990). Soares, (1995) señala que el
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fósforo es un componente del ácido desoxirribonucleico (ADN) y ácido
ribonucleico (ARN), que son esenciales para el crecimiento y diferenciación de
las células. Como componente de los fosfolípidos, contribuye a la fluidez e
integridad de la membrana celular. Como fosfato, ayuda a mantener el
equilibrio osmótico y el balance ácido-base. En investigaciones realizadas por
McDonald y col, (1995) el fósforo juega un papel esencial en las funciones
metabólicas del organismo, incluyendo la utilización y transferencia de energía
AMP, ADP y ATP. El fósforo es importante en la glucogénesis, en el transporte
de ácidos grasos, en la síntesis de aminoácidos y proteína y en la actividad de
la bomba Na+/K+. Otros autores como McDowell y Condron, (2001) consideran
que la limitación en el suministro de P se reflejará en un deterioro generalizado
de las funciones del cuerpo.
Varios autores como Witt y Owens,1989, Ternouth, J. H. 1990. y Spiekers y col,
1993, consideran que la disponibilidad de P para los microorganismos del
rumen es también importante y la síntesis de proteína microbiana en el rumen
se puede ver afectada cuando los animales se alimentan con dietas deficientes
en P. Otros como Bass, J. M y col,. 1981, señalan que una deficiencia de
fósforo dietético se puede manifestar en una reducción en el consumo de
alimento y en la digestibilidad de la materia seca.
Fósforo en sangre.
El plasma sanguíneo de animales en crecimiento contiene normalmente entre 4
a 6 mg de P/dl. Aproximadamente de 1 a 2 g de P circula como P inorgánico en
el plasma sanguíneo de un animal de 600 Kg. Debido a que los eritrocitos
presentan una mayor concentración de P, la sangre íntegra contiene de 6 a 8
veces mayor concentración que el plasma. Cerca de 5 a 8 g están presentes en
el reservorio extracelular de una vaca de 600 kg. La concentración intracelular
de P es cerca de 78 mg/dl y el P intracelular total es cerca de 155 g en una
vaca de 600 Kg (McDowell, 1992)
Homeostasis del fósforo
El fósforo se encuentra en diferentes formas y en diferentes compartimentos
del cuerpo. Kebread y col. (2004) desarrolló un modelo para describir el
metabolismo del P en rumiantes. El modelo consiste de 10 componentes,
representando los reservorios de P en el rumen, intestino delgado, intestino
grueso, sangre y saliva.
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Breves y Schroder, 1991 atribuyen al control hormonal de la homeostasis del P
como secundario al de Ca.
Esta afirmación esta avalada por Scout, (1988) donde en sus estudios
corroboro, que varias de las hormonas implicadas en el control del metabolismo
de Ca afectan la absorción y secreción de P en el tracto digestivo y la excreción
de P en la orina. La concentración de Ca en la sangre se controla de manera
precisa para regular la actividad neuro-muscular, mientras que la concentración
de P plasmático puede variar considerablemente sin afectar gravemente la
actividad metabólica o neuro-muscular en el corto plazo (McDowell, 1992).
Para Vitti y col, (2000) el hueso representa el mayor reservorio de P en el
cuerpo, considerando este no como un depósito estático de minerales que
sirven sólo a una función estructural, sino que es un sistema dinámico. Los
huesos sirven como un depósito de Ca y P, y ambos se pueden movilizar
cuándo el suministro dietético no es suficiente para satisfacer los
requerimientos. Así, el metabolismo mineral de hueso implica no sólo la
acreción de Ca y P durante el crecimiento, sino también su intercambio
continuo entre el hueso y la sangre. (Liesegang y col., 2003).
Absorción.
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Martz y col. (1999) reportaron también que la absorción verdadera de P en
ensilaje de maíz varió entre 84 a 94% en vacas lecheras, preñadas no
lactantes y que incrementar el contenido de P en la dieta resultó en un aumento
en el P absorbido lo mismo que en el P excretado. Ternouth y Coates (1997)
reportaron niveles de absorción de P de 73,7, 76,6 y 83,9% para novillas de
carne en preñez tardía, lactancia temprana y lactancia tardía, respectivamente.
La eficiencia de absorción del P debe ser máxima en animales con demandas
altas y que consumen dietas con niveles de P bajos o moderados (Vitti et al.,
2000).
Disponibilidad de fósforo en los alimentos
Es importante comprender que el contenido total de un mineral en un
ingrediente particular o en una ración completa tiene poco significado a menos
que se determine su disponibilidad biológica. Ningún elemento se absorbe o se
utiliza en su totalidad y alguna cantidad siempre se pierde en los procesos
digestivos y metabólicos. Antes de que un nutriente esencial puede tener valor
nutricional, debe estar en una forma tal que pueda ser digerido, absorbido y
transportado a la parte del cuerpo donde se le pueda utilizar (Peeler, 1972). El
NRC (1989) utilizó un solo valor de la disponibilidad de P para todos los
alimentos. La edición del NRC 2001 propone valores separados para diferentes
tipos de alimentos, incluyendo 64% para forrajes, 70% para granos y 90% para
el fosfato monosódico.
Fuentes de fósforo:
El fósforo está presente en todos los ingredientes o alimentos comúnes. Sin
embargo, hay una variación considerable en el contenido verdadero de P
dentro de los diferentes tipos de forrajes y concentrados ofrecidos a los
animales. Kertz (1998) informó que el coeficiente la variación en el contenido P
en forrajes puede oscilar entre un 20 y 30%.
La leche, granos, productos de harina de pescado y carne que contienen
hueso, son buenas fuentes de P y generalmente el contenido de P en henos y
pajas es bajo. Algunos estudios sugieren que una proporción uniformemente
alta (64 a 86%) del P presente en forrajes secos o frescos es absorbible (Martz
y col., 1990; Ternouth, 1990). Los cereales contienen cantidades relativamente
uniformes de P y oscila entre 0,27 a 0,43%. Las fuentes vegetales de proteína
contienen aún más P, pudiendo variar entre 0,5 a 1,2%. Sin embargo, la mayor
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parte del P (50 a 80%) en granos se encuentra como ácido fítico (Chase,
1998).
Deficiencia
1. La edad.
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3. Las interacciones que se establecen entre los propios minerales y con
otros compuestos orgánicos.
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2.3. Indicadores Reproductivos:
Para Anta y col, 1987 los índices reproductivos son indicadores del desempeño
reproductivo de los rebaños (días de vacía, intervalo entre partos, etc.). Los
índices se pueden calcular cuando los eventos reproductivos del hato han sido
registrados en forma adecuada. Los índices reproductivos nos permiten
identificar las áreas de mejoramiento, establecer metas reproductivas realistas,
monitorear los progresos e identificar los problemas en estadios tempranos.
Además, los índices reproductivos pueden ser utilizados para investigar la
historia de los problemas (infertilidad y otros). La mayoría de los índices para un
hato son calculados como el promedio del desempeño individual de las vacas.
Por lo tanto, en pequeños hatos, la evaluación del desempeño reproductivo
puede pasar del promedio del hato al desempeño individual de la vaca.
La eficiencia reproductiva es el parámetro de producción alcanzado por el
animal considerado como optimo para su especie, en el caso de los bovinos, es
la producción de una cría al año (Anta, 1987).
La eficiencia reproductiva de un animal a lo largo de su vida está determinada
por la edad a la cual tiene su primer cría y por el intervalo entre cada parto
subsecuente. Para lograr una óptima eficiencia se debe lograr que las novillas
lleguen a una edad de 15 a 21 meses a la pubertad, para que queden
gestantes lo más rápido posible y que tengan su primer parto de los 2 a 2,5
años de edad, además, que las vacas tengan un intervalo entre partos de 365
días o menos, considerando que la gestación tiene una duración de 275 a 290
días; las vacas deben quedar gestantes entre los 75 y 90 días posparto para
conservar un intervalo entre partos de 12 meses (Galina y col.,1986).
Para evaluar la eficiencia reproductiva de un animal o de un rebaño se han
desarrollado una serie de parámetros que permiten conocer mediante cálculos
aritméticos sencillos, el nivel alcanzado en los diferentes eventos reproductivos
en la vida del animal comparándolos con los parámetros considerados como
óptimo para su especie (Anta y col., 1989). Estos autores citan varios de estos
indicadores, donde se destacan los siguientes:
Intervalo entre partos (IEP): Es el periodo transcurrido entre un parto y otro
en la misma vaca. Se calcula contando los días a partir de la fecha del ultimo
parto a la fecha del parto inmediato anterior, lo óptimo es tener un periodo
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interpartal de 365 días este indicador influye en el número de partos en la vida
productiva. La duración es muy variable dependiendo de actores como
prácticas de manejo, raza, edad, duración del anestro posparto y método de
detección de calores entre otros (Kruif, 1978). En condiciones de trópico, por lo
común comprende más de un año.
Porcentaje de concepción (PC): Se calcula dividiendo el número de
gestaciones entre el número total de servicios que se han realizado, es una
medida importante para evaluar la fertilidad del hato; se considera que del 55 al
60% de concepción es adecuado (Kruif, 1978).
Porcentaje de concepción a primer servicio (PCPS): La mayoría de los
autores lo citan como fertilidad a primer servicio, debido a que la fertilidad de
las vacas se va reduciendo conforme han recibido varios servicios sin quedar
gestantes. Se puede calcular el porcentaje de concepción a primer servicio
para evaluar la fertilidad de los animales en condiciones más homogéneas, lo
cual se lleva a cabo, dividiendo el número de vacas que quedaron gestantes
entre las que recibieron dicho servicio, ya sea por monta natural o por
inseminación artificial, generalmente el PCPS es más elevado que el
porcentaje de concepción del hato. El PCPS en el trópico húmedo mexicano es
del 52% en promedio (Kruif, 1978).
Servicio por concepción (SPC): Es el número de inseminaciones necesarias
para que una vaca quede gestante, este parámetro se calcula al dividir el
número de vacas gestantes entre el número de inseminaciones necesarias
para que quedaran gestantes. Se considera como aceptable de 1,5 a 1,8
servicios por concepción, depende entre otros factores de la eficiencia en la
detección de estros, calidad del semen, técnica de inseminación, manejo del
semen, así como reabsorciones embrionarias, etc. (Kruif, 1978).
Porcentaje de fertilidad total (PFT): Es el número de vacas que quedan
gestantes durante un periodo determinado dividido entre el total de vacas en el
hato elegibles para ser servidas, depende del porcentaje que son inseminadas
y del porcentaje de concepción en dichas inseminaciones. Está influenciado
por el método de detección de calores, tipo de empadre, técnica de
inseminación, calidad del semen, tamaño del hato, raza, edad, enfermedades
infecciosas, reabsorciones embrionarias y muerte fetal. El PFT es de 60 en
promedio (Anta, 1987; Segura y col., 1989; Lozano y col., 1992).
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Días del parto al primer servicio (DPPS): Es el tiempo transcurrido desde el
parto hasta que se da el primer servicio, lo ideal es que este indicador no sea
mayor de 85 días. Las causas más comunes por las que se alarga, son las
infecciones uterinas que ocasionan retraso en la involución uterina y por la
mala detección del estro (Anta, 1987).
2.3.1 Factores que determinan a los indicadores reproductivos:
Entre los factores que influyen en la eficiencia reproductiva de un hato, se
encuentran los siguientes:
• Genéticos: Los disturbios de la reproducción de origen genético pueden
deberse a:
a. Malformaciones hereditarias de los órganos reproductivos como
la fusión incompleta de los conductos de Muller pueden
originarse cierres vaginales así como constitución doble del
cérvix. La hipoplasia ovárica causa fecundidad reducida o
esterilidad, se presenta con mayor frecuencia del lado izquierdo y
en caso de hipoplasia unilateral puede existir capacidad
reproductora (Anta, 1987).
b. Disturbios funcionales hereditarios, pueden ser alteraciones del
ciclo estral, estros poco manifiestos, ausencia de concepción y
disturbio de la preñez o del parto, la ninfomanía puede tener su
origen en disfunciones ováricas de tipo hereditario recesivo.
Cuando las alteraciones de la reproducción son manifiestas, es
recomendable desechar a los animales portadores de estos
signos, en algunos casos es difícil detectarse por su
manifestación incompleta (Anta, 1987; Galina y col., 1986).
• Ambientales:
a. Clima. Afecta directamente la capacidad reproductiva de la vaca,
ya sea por estrés calórico o por bajas temperaturas e
indirectamente por la cantidad y calidad del forraje disponible. La
elevada temperatura, especialmente si es acompañada de alta
humedad relativa, provoca alteraciones de las constantes
fisiológicas de la vaca que provoca una menor manifestación de
los signos del estro y disminución de la fertilidad. El estrés
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calórico inhibe la ciclicidad, con lo que afecta la presentación de
la pubertad y el reinicio de la actividad ovárica postparto (Kruiff,
1978; Lozano y col., 1992).
b. Época del año. En el trópico la mayor fertilidad se ha observado
en épocas de lluvias, a diferencia de las vacas de las regiones
templadas, que la fertilidad es mayor en primavera, la época del
año influye sobre el reinicio de la actividad ovárica posparto, el
porcentaje de concepción a la primera inseminación, el número
de servicios por concepción y el intervalo parto-concepción, el
efecto de la época del año está determinado principalmente por
una interacción de temperatura, foto periodo, precipitación pluvial
y disponibilidad de forrajes (Kruiff, 1978; Lozano y col., 1992 ) .
c. Precipitación pluvial. En el trópico clasificado principalmente como
húmedo, aunque sea abundante está mal distribuida por
temporada, causando épocas de escasez o exceso de agua, la
disponibilidad del pasto está en relación directa con la mayor
precipitación pluvial, por tal motivo se le considera como un factor
determinante en el comportamiento reproductivo de los bovinos,
existe una correlación positiva entre concepción y precipitación
pluvial (Anta, 1987; Lozano y col., 1992).
d. Duración del día, es más difícil lograr la concepción en vacas y
vaquillas a fines de invierno y a principio de la primavera que en
el verano, sugiriendo que la duración horas luz pueda influir en la
fertilidad (Kruif, 1978).
• Manejo:
a. Método de detección de estros. La falta en la detección de vacas
en estro en los periodos preservicio, servicio y postservicio, afecta
directamente la edad a primer servicio, intervalo parto primer
servicio, intervalo parto concepción e intervalo entre partos. Un
problema especial es que tanto los primeros estros de la vida del
animal, como los que ocurren en los primeros 75 días postparto
son menos intensos y más cortos que los ocurren posteriormente,
lo que complica la detección de calores, otras causas que
provocan una mala detección del estro es el desconocimiento de
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los signos del estro y el no dedicar el tiempo suficiente para su
detección (Kruif, 1978; Basurto y col., 1997).
b. Tipo de empadre. Una época de monta restringida es más
favorable que la presencia permanente de los toros con las vacas,
ya que de esta manera se puede controlar el periodo de pariciones
y lograr que este vaya de acuerdo con un periodo de abundancia
de forrajes (Anta, 1987).
c. Tipo de destete. En hatos de vacas productoras de carne se
alarga el intervalo entre partos al prolongarse el periodo del
destete. El amamantamiento alarga el anestro postparto, debido al
bloqueo lactacional que sufren los animales, el efecto del
amamantamiento ha sido señalado como factor importante en el
retraso de la presentación del primer calor después del parto. Se
ha demostrado que vacas que se les ha destetado los becerros de
forma precoz presentan periodos más cortos entre el parto y el
primer estro, se obtiene un mayor porcentaje de vacas gestantes y
se acorta el intervalo entre partos (Kruif, 1978; Magaña y col.,
1996).
• Nutricionales:
a. Nivel de energía. La cantidad de energía que consuma el animal
en el periodo prepuber, influye directamente sobre la presentación
de la pubertad, así mismo la disponibilidad de energía antes y
después del parto, influye sobre reinicio de la actividad ovárica
postparto y la consiguiente presentación del primer estro. Las
vacas que pierden peso antes y después del parto entran en
anestro prolongado, lo cual representa una mayor dificultad para
quedar gestantes, ocasionando perdidas económicas por
reducción del número de crías durante su vida útil, este efecto se
agudiza en vacas primerizas sobre todo bajo condiciones de
alimentación deficiente. Existe una notable mejoría en la
eficiencia reproductiva cuando los animales aumentan de peso
después del parto (Anta, 1987; Segura, 1989; Baca y col., 1998).
b. Suplementación. En épocas de escasez de forraje, se presenta
un bajo nivel nutricional, que causa anestro y reducción en el
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porcentaje de concepción. La función reproductiva mejora al
proporcionar suplementación alimenticia antes y después del
parto. En el trópico la suplementación más empleada es la
combinación de melaza con urea al 2% y en menor proporción
forrajes de corte y ensilado, así como suplementación con sales
minerales (Galina y col., 1986; Rivera y col., 1989.).
• Otros:
a. Edad promedio del hato. Se han reportado bajos porcentajes de
concepción en vacas primerizas y en vacas de más de siete años
de edad, las vacas primerizas tienen un intervalo mas largo en el
periodo parto concepción, esto se atribuye a que tienen una
incidencia mayor de problemas durante el parto, además de que
aun se encuentra creciendo durante la lactancia, lo que impone
un estado de estrés sobre el organismo del animal, influyendo en
la rapidez para volver a quedar gestantes (Basurto y col., 1997).
b. Tipo de parto. La distocia no sólo aumenta la mortalidad de las
crías, sino también la eficiencia reproductiva de la vaca, al influir
negativamente en el reinicio de la actividad ovárica postparto
(Anta, 1987).
2.4. Métodos correctores.
Varios autores como López y Marques, (1981); Allen et al., 1984; Citados por
Fajardo, 2000 coinciden en que las correcciones de los trastornos metabólicos
en rumiantes han sido intentadas por diversas vías, procedimientos
mejoradores de la fertilidad del suelo o de la utilización de preparados
minerales inyectables o suministrables a través de la dieta. Estos métodos
correctores pueden ser:
• Método directo
• Método indirecto.
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como fuentes portadoras y la corrección medicamentosa, siendo esta la más
costosa.
Según Roque y col., 1995 citados por Truyenque y Trujillo, (1999) el ganado
consume calcio, fósforo y magnesio de las mezclas en relación con el
contenido de estos en el suelo. Debido a que de forma casi general en nuestras
unidades de producción el pasto es la fuente total de alimento y que hay
relación directa entre el contenido de minerales del pasto y del suelo, mientras
más alto es el nivel de fertilidad del suelo, más bajo será el consumo de las
mezclas por alcanzarse un mayor nivel de satisfacción de las necesidades.
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• Necesidades individuales:
Cuanto mayor contenido de sales tenga el agua que beben los animales,
menor será el consumo que harán de las mezclas, ya que suplirán parte de sus
requerimientos minerales por esta vía. No obstante, un contenido excesivo de
ellas puede causar trastornos y desequilibrio similares a los ofrecidos
directamente o en la dieta.
• Forma de suministro.
• Calidad de la mezcla.
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Ruiz, (1996) relacionó los siguientes requisitos que debe cumplir una sal
mineralizada:
• Enmiendas al suelo
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Por estudios realizados por diferentes autores refieren el método ideal parece
ser la aplicación de fertilizantes al suelo ya que las aplicaciones foliares a pesar
que su efecto es más rápido, tiene un periodo de residualidad de minerales
más cortos.
Clavero y col., (1998) plantean que uno de los factores limitantes para la
producción animal en los trópicos es la poca disponibilidad y la pobre calidad
de los pastos. Según ellos, este nivel insuficiente de nutrientes es la razón de la
baja productividad de la ganadería tropical, sobre todo en áreas con suelos de
baja fertilidad y con sequías estaciónales. Cuando se siembran pastos que se
adapten a las condiciones ambientales sobre suelos fértiles, estos aprovechan
mejor los minerales del suelo, pero cuando se siembran en un suelo pobre se
degradan fácilmente (Posada, 2000).
Según FAO, (1996) citada por Acosta y Rivero, (1998) el clima es uno de los
elementos de mayor importancia que influye sobre la calidad de los pastos, ya
que está compuesto por un conjunto de variables que en muchos casos
determinan el comportamiento y las especies de pastos presentes.
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Cuando las condiciones ambientales son favorables, las enmiendas al suelo
parecen ser el método más eficaz de mejorar la composición de minerales, en
la dieta aumenta la calidad del pasto, permite, además, un uso más uniforme
de los minerales y mejorar la aceptabilidad de estos por el ganado (Bernal,
2000).
Son muchos los trabajos sobre fertilización que se han realizado en nuestro
país con el objetivo de mejorar la cantidad y calidad de los pastos. Es así que
en trabajos realizados por Mendoza y col., (1989); Ocampo y col., (1989);
Brunet, (1990) sobre fertilización nitrogenada en pastos, obtuvieron un mayor
rendimiento, así como una mayor extracción de macro nutrientes (NPK).
El trabajo realizado por Flores col., (1990) demostró que con la fertilización
fosfórica aumenta no solo el contenido de este mineral en el pasto, sino
también el rendimiento.
Los fertilizantes químicos propician una mejora más rápida del contenido de
minerales; pero, por lo general, las fórmulas empleadas solo aportan NPK, que
aunque son los elementos que se emplean en mayores cantidades por las
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plantas y animales, no son los únicos esenciales para el buen funcionamiento
de esas especies.
Los pastos sin fertilización solo son capaces de aportar nutrientes para un
animal/ha en la época lluviosa y prácticamente ninguno en la seca.
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Peña, (1991) señala que el hombre, en su lucha por mejorar y conservar la
fertilidad del suelo ha empleado diferentes fuentes de materia orgánica, entre
los que se encuentran el estiércol, abonos verdes, residuos vegetales e
industriales, humus, compost. Estas fuentes han ido ganando adeptos entre los
productores, como alternativa viable y eficaz en el mejoramiento de los suelos y
a través de él, de los pastos y el comportamiento animal.
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MATERIALES Y MÉTODOS:
La investigación se desarrolló en la Unidad “Pelabobo I” de la UBPC “Antonio
Maceo”, perteneciente a la Empresa Agropecuaria “Amancio Rodríguez” en la
provincia las Tunas con el objetivo de evaluar los niveles de Calcio y Fósforo
del suelo y los animales y determina su influencia en los índices reproductivos y
establecer medidas de corrección nutricional.
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Las características químicas del suelo de la unidad aparecen reflejada en la
Tabla No.3, presentan un pH ligeramente ácido a neutro con predominio del
calcio y magnesio en el complejo de intercambio de fósforo y potasio asimilable
respectivamente. La capacidad de cambio de bases es baja lo que indica que
son suelos de baja fertilidad.
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• El fósforo por el método de Homolka (NRAG 1982) y las proteínas
séricas (albúmina, globulina y proteína total en sangre, se
determinaron por el método de Biuret (NRAG1982)
30
RESULTADO Y DISCUSIÓN:
En la primera etapa de la investigación comprendida de Abril a Septiembre del
2007 se realizó un estudio preliminar del sistema suelo animal de la Unidad
Pelabobo I para determinar los niveles de Calcio y Fósforo y como era el
comportamiento de los indicadores reproductivos en esta etapa y relacionarlos
con los niveles diagnosticados de los minerales en el experimento.
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los requerimientos, y el resto de los animales muestran cifras muy próximas a
estos.
El muestro del suelo de los cuartones donde se alimentan las vacas en estudio
demostró como aparece en la Tabla No.5, que son suelos de muy baja
fertilidad, aspecto este a tener en cuenta para el desarrollo ganadero de esta
unidad y las medidas adecuadas a emplear en el uso y manejo para obtener
pastos de calidad aceptable.
Se pude apreciar por los datos analíticos que los niveles de Fósforo en el suelo
son bajos para las muestras 3, 4, 5 y 6 y medios para la 1, la 2 y la 7, con
predominio del Calcio y el Magnesio. Los niveles de Potasio son muy bajos y el
PH ligeramente ácido a neutro. Estos resultados coinciden con los obtenidos
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por Rojas y Pupo, (2001) y Cutiño, (2003), en investigaciones realizadas a
varios sistemas agroecológicos de la provincia de Las Tunas. Otros autores
que han retomado la temática como Ocampo y col. (1989) y Vargas, (1998),
han obtenido resultados similares.
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de la UBPC tomadas como testigo y que están sometidas a las mismas
condiciones de manejo, alimentación, calidad de los pastos, controles de la
reproducción, etc.
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propuestas de la investigación ya que las medias arrojaron comportamientos
similares. Es de interés señalar como el intervalo entre partos se acorta
después de la aplicación de las sales minerales.
No así para el caso del porciento de fertilidad total y días al parto del primer
servicio que observó diferencias significativas a un nivel de significación del
5%. Donde se percibe que existe un mejor comportamiento después de la
aplicación de las sales minerales con respecto a la etapa de diagnóstico con
valores medios 53.47 y 52.89 para el porciento de fertilidad total y para días al
parto al primer servicio 96.86 y 92.42 respectivamente. Estos resultados
indican que el efecto de la corrección con sales minerales mejoro los
indicadores mencionados, lo que coinciden con lo expuesto por Algunos
autores (Thelir-Redd y Hufmann, 1930; Linsey y Archibald, 1925; Palmer, Fitch,
Gullickson y Boyd, 1935). Friedman y Turner, (Derivaux, 1985), donde afirman
que los indicadores o índices reproductivos que más afectan la acción
combinada de los desbalances en la dieta de Calcio y Fósforo son: Índice de
fertilidad, Número de servicios por concepción y Porcentaje de preñez al
primer servicio.
Tabla No.7. Efecto del período de medición sobre el comportamiento de
indicadores reproductivos en bovino.
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parto al primer servicio que se perciben diferencias significativas y mejor
comportamiento en la unidad Pelabobo I con respecto a las demás unidades
testigos con valores medios de 53.60 y 85.87, estos resultados hablan a favor
de lo expuesto anteriormente en relación a la acción de los minerales calcio y
fósforo en estos indicadores de reproductivos.
Tabla No.8. Efecto de la Unidad en el comportamiento de los indicadores
reproductivos en bovino.
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Tabla No.9. Efecto del Período de medición y Vaquería en el
comportamiento de los indicadores reproductivos del bovino
Período PCPS PFT
Vaquería PC % SPC DPPS IEP
Medición % %
Pelabobo
47.50ab 39.50a 50.16a 2.35c 92.50a 394.83bcd
I
Josefina
Diagnóstico 44.50a 42.00a 48.83a 2.00ab 106.3a 399.50cde
I
Josefina
49.50b 42.66a 49.50a 2.15bc 113.6a 407.66e
II
Pelabobo
50.23b 43.82a 55.36a 2.10bc 86.18a 385.60b
I
2da etapa
Josefina
primer 49.56b 42.62a 52.13a 2.00ab 98.68a 389.85bc
I
semestre
Josefina
49.35ab 41.85a 52.91a 1.90ab 105.7a 401.31de
II
Pelabobo
56.40c 51.62b 55.28a 1.73a 78.93a 372.90a
I
2da etapa
Josefina
segundo 48.51ab 39.58a 51.62a 2.23bc 102.6a 398.66cde
I
semestre
Josefina
46.95ab 41.70a 51.76a 2.10bc 95.71a 386.53b
II
Error
1.05 1.08 1.05 0.07 2.65 2.11
Standard
Significación P<0.05
Letras diferentes indican diferencias significativas
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Porcentaje de 50.1 55.3 60.2 52.1 52.9 51.6 51.7
Fertilidad Total
(%)
Servicios por 2.35 2.1 1.7 2.0 1.9 2.2 2.1
concepción
(Unidad)
Días del parto al 92.5 86.1 78.9 98.5 105.7 102.6 95.7
primer servicio
(Días)
Intervalo entre 394.8 385.6 372.9 389.8 401.3 398.6 386.5
parto(días)
Valoración económica.
En este experimento se realizó una corrección nutricional a base de mezclas de
sales minerales comerciales tipo A, con un valor de $9.06 50 Kg., en el mismo
se utilizaron 300 Kg., con un valor total de $ 54.36.
Los resultados demostraron que el mejor comportamiento lo obtuvo la Unidad
donde se aplicó la corrección nutricional incrementándose el porcentaje de
concepciones, el porcentaje de concepciones al primer servicio y el porcentaje
de fertilidad total, así como disminuyeron el número de servicios por
gestaciones, los días del parto al primer servicio y el intervalo entre partos. Al
mejorar los indicadores reproductivos en general se incrementa el número de
nacimientos y por ende la producción de leche.
Se disminuyeron los costos de Inseminación al disminuir la cantidad de servicio
por gestación, que al inicio del experimento era de 2.35 y después de aplicada
la corrección se comporto al 1.7, el monto total de un servicio es de $ 2.26
pesos, se necesitaba $ 5.31 pesos para gestar una vaca y después de la
intervención solo se emplean $ 3.99.
Se incrementó el número de nacimiento con 25 terneros más que en igual
fecha del año anterior, con un valor total de $ 3000.00, valorado el Kg a $ 2.00
pesos y el promedio de peso al nacer de 60 Kg.
Se incremento la producción de leche 110 litros en comparación con igual
periodo, con valores de $ 264.00 de ganancia diaria.
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CONCLUSIONES:
• Los niveles de calcio y fósforo en suelos y animales obtenidos están
por de bajo de lo permisible.
• Los niveles de calcio y fósforo en suelo y animal inciden en los
indicadores reproductivos del ganado vacuno estudiado.
• El mejoramiento del contenido mineral en la dieta como tratamiento
corrector, reflejan un incremento en los indicadores reproductivos.
• Los resultados económicos se comportaron de forma favorable en el
sistema analizado.
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RECOMENDACIONES:
Después del estudio de la influencia del Calcio y el Fósforo en los
indicadores reproductivos recomendamos.
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