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convención y marco de las naciones unidas sobre el cambio

La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático


(CMNUCC) fue adoptada en Nueva York el 9 de mayo de 1992y entró en vigor el
21 de marzo de 1994. Permite, entre otras cosas, reforzar la conciencia pública, a
escala mundial, de los problemas relacionados con el cambio climático.
En 1997, los gobiernos acordaron incorporar una adición al tratado, conocida con el
nombre de Protocolo de Kioto, que cuenta con medidas más enérgicas (y
jurídicamente vinculantes).
En 2006 se enmendó en Nairobi este Protocolo a la Convención Marco de Naciones
Unidas sobre Cambio Climático y se tenía previsto adoptar un nuevo protocolo en
el año 2009 en Copenhague, el cual se tuvo que retrasar y mover a México en el
2010.

Objetivo
Lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en
la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el
sistema climático y en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se
adapten naturalmente al cambio climático, asegurando que la producción de
alimentos no se vea amenazada y permitiendo que el desarrollo económico prosiga
de manera sostenible.
En la definición de este objetivo es importante destacar dos aspectos:
(1) No se determinan los niveles de concentración de los GEI que se consideran
interferencia antropógena peligrosa en el sistema climático, reconociéndose así que
en aquel momento no existía certeza científica sobre qué se debía entender por
niveles no peligrosos.
(2) Se sugiere el hecho de que el cambio del clima es algo ya inevitable por lo cual,
no sólo deben abordarse acciones preventivas (para frenar el cambio climático),
sino también de adaptación a las nuevas condiciones climáticas.

Estados Partes[editar]
A partir de 2014, la CMNUCC tiene 196 partes, incluidos todos los estados
miembros de las Naciones Unidas, así como Niue, las Islas Cook y la Unión
Europea. Además, la Santa Sede y el Palestina son estados observadores.
Clasificación de las Partes y sus compromisos[editar]

 Anexo I: Hay 43 Partes que figuran en el Anexo I de la Convención, incluida la


Unión Europea. Estas Partes se clasifican como países desarrollados y
"economías en transición". Las 14 economías en transición son las antiguas
economías de planificación centralizada (soviéticas) de Rusia y Europa del
Este.
 Anexo II: Hay 23 Partes que figuran en el Anexo II de la Convención, incluida la
Unión Europea. Estas Partes están formados por miembros de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Las Partes incluidas
en el Anexo II son necesarias para proveer apoyo financiero y técnico a las
economías en transición y los países en desarrollo, para ayudarles a reducir sus
emisiones de gases de efecto invernadero (mitigación del cambio climático) y
gestionar los impactos del cambio climático (adaptación al calentamiento
global).

 Anexo B: Las Partes que figuran en el Anexo B del Protocolo de Kioto, son las
Partes del Anexo I con los objetivos de emisiones de gases de efecto
invernadero de Kyoto del primer o segundo periodo. Los objetivos del primer
periodo se aplicaron durante los años 2007-2012. Como parte de la Conferencia
sobre el Cambio Climático Doha 2012, se acordó una enmienda al Anexo B que
contiene una lista de las Partes del Anexo I que tienen objetivos del segundo
periodo, que se aplican de 2013 a 2020. Las modificaciones aún no han entrado
en vigor.

 No Anexadas: Las Partes que no figuran en el Anexo I de la Convención, son


en su mayoría los países en desarrollo con bajos ingresos. Estos países en
desarrollo pueden ser voluntarios para convertirse en países del Anexo II cuando
estén suficientemente desarrollados.

 Países con menor desarrollo: 49 Partes son países menos desarrollados, y se


les da un estatus especial en virtud del tratado, en vista de su limitada capacidad
para adaptarse a los efectos del cambio climático.

La Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, adoptada en


1992 y que entró en vigor en 1994, ha sido ratificada por 195 países (Partes de la
Convención). La Convención reconoce la existencia del problema del cambio
climático, y establece un objetivo último: lograr la estabilización de las
concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera con el fin de
impedir interferencias antropogénicas (causadas por el ser humano) peligrosas en
el sistema climático. Además, indica que ese nivel debe lograrse en un plazo
suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio
climático, asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada y permitir
que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible.
Para que la aplicación de la Convención sea efectiva, se elaboran decisiones que
han de ser aprobadas por todas las Partes por consenso y que desarrollan los
diferentes artículos de dicha Convención. Estas decisiones se discuten y aprueban
en las Conferencias de las Partes.
 Texto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
cambio climático (CMNUCC)
 Web oficial de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
cambio climático (CMNUCC)
ESTRUCTURA DE LA CMNUCC
o Conferencia de las Partes de la CMNUCC (COP, por sus siglas en
inglés)
La Conferencia de las Partes es el órgano supremo en el que se reúnen las Partes
de la Convención para adoptar decisiones. La COP se reúne una vez al año desde
1995 (un año después de la entrada en vigor de la CMNUCC), tiene el mandato de
revisar la implementación de la Convención y puede negociar nuevos compromisos.
o Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes en el
Protocolo de Kioto (COP-MOP, por sus siglas en inglés)
Este órgano actúa en calidad de reunión de las Partes en el Protocolo de Kioto y
está integrado por todas las Partes que han ratificado el Protocolo. Las sesiones de
la COP y COP-MOP se celebran simultáneamente para reducir costes y mejorar la
coordinación entre la Convención y el Protocolo. La COP-MOP se reunió por
primera vez en Montreal en 2005, coincidiendo con la entrada en vigor del Protocolo
de Kioto.
o Órganos Subsidiarios permanentes de la Convención y del Protocolo
de Kioto
El Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico (SBSTA, por sus
siglas en inglés): asesora a las Conferencias de las Partes de la Convención y el
Protocolo sobre las cuestiones científicas y tecnológicas relativas al clima, el medio
ambiente, la tecnología y las metodologías. Además, el SBSTA contribuye a
establecer un vínculo entre la información científica facilitada por fuentes
especializadas como el IPCC, por un lado, y las necesidades normativas de la COP
y la COP-MOP por el otro.
El Órgano Subsidiario de Ejecución (SBI, por sus siglas en inglés): ayuda a
supervisar cómo se aplican la Convención y el Protocolo. Una labor especialmente
importante a este respecto es examinar la información contenida en los inventarios
de gases de efecto invernadero y otras obligaciones de información presentadas
por las Partes, con el fin de evaluar la eficacia global de la Convención y del
Protocolo, incluyendo la revisión de la asistencia financiera otorgada a las Partes no
incluidas en el Anexo I para ayudarles a aplicar los compromisos contraídos en el
marco de la Convención.
Estos órganos subsidiarios tienen un mandato específico y se reúnen dos veces al
año durante dos semanas, en la sede de la Secretaría de la Convención ubicada en
Bonn (Alemania), y en paralelo a las reuniones de la COP y COP-MOP a finales de
cada año. Ambos están abiertos a la participación de todas las Partes y de
observadores acreditados.
El siguiente diagrama representa las principales instituciones que forman parte de
la CMNUCC. Cada institución u organismo incluye su denominación seguida de las
siglas en inglés, con el objeto de facilitar su identificación.

Financiamiento Climático
Se suele denominar financiamiento climático al conjunto de los recursos financieros
que se deben movilizar para facilitar la ejecución de acciones de mitigación por los
países en desarrollo, así como para que éstos puedan fortalecer su capacidad para
adaptarse a los impactos del cambio climático, si bien no hay aún una clara
definición del concepto acordada a nivel internacional, ni una interpretación unívoca
de sus alcances.
La noción también se extiende al establecimiento de mecanismos de financiamiento
que permitan canalizar estos recursos de manera eficiente, equitativa y
transparente, a la vez que aseguren que las corrientes de financiamiento estén en
línea con las elevadas necesidades de inversión para dar una respuesta adecuada
al cambio climático.
El financiamiento climático es pues fundamental para hacer posible la transición
hacia economías bajas en emisiones y sociedades resilientes al clima en los países
en desarrollo.
Estimar el volumen total de los recursos que se canalizan mediante el
financiamiento climático es complejo debido a la diversidad de fuentes, de
intermediarios y los variados mecanismos financieros utilizados. Por ejemplo, sólo
en América Latina operan no menos de 20 fondos multilaterales involucrados en el
financiamiento climático. Se han incrementado, asimismo, los fondos receptores
regionales.
Contabilizando todos las fuentes de fondos, el flujo anual del financiamiento
climático podría haber alcanzado, en promedio, a unos 100.000 millones de dólares,
según las estimaciones disponibles. Pese al crecimiento observado, la oferta de
recursos del financiamiento climático está todavía por debajo de las necesidades de
financiamiento adicional en los países en desarrollo.
La financiación debe ser “adicional” a la ayuda al desarrollo, y cubrir los “costos
incrementales” de la respuesta al cambio climático en relación con los costos de
desarrollo tipo business as usual. En este sentido, los países deben realizar una
transición hacia un nuevo paradigma que permita ir hacia bajas emisiones,
desarrollo resiliente al clima, procesos de producción y consumo que emitan menos
gases de efecto invernadero y un desarrollo sostenible. Un nuevo paradigma de
desarrollo requiere un aumento dramático en el financiamiento para enfrentar el
cambio climático.
Reconociendo esto, los gobiernos de países desarrollados reunidos en la
Conferencia de las Partes en Cancún ofrecieron 30 mil millones de dólares en
fondos denominados “de arranque temprano o de pronto inicio” – fondos climáticos
comprometidos entre 2010 y 2012 – y hasta 100 mil millones anuales de dólares
para el 2020 destinados a la mitigación.
Se espera que haya además un aumento significativo de fondos públicos y privados
por fuera del proceso de la UNFCCC, ofreciendo a los países nuevos recursos para
llevar a cabo medidas de mitigación y adaptación al cambio climático.

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