Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Instituto Colombiano de
Responsabifldad (ivil
y del Estado
• Á RespOllsabUldad
y del Estado
CIvil
Respon~abii¡dad
Civil y del Estado
N. 30 - FEBRERO 2012
Director: Andrés Orión Álvarez P.
planteamientos causales tradicionales traducida eh una complicación dumbre. La teoría de la oportunidad perdida. 2. Sobre la caracteriza-
110 de los sistemas de imputación causal; junto al "t do o nada" basado ción de la teoría de la oportunidad perdida como norma presuntiva.
en la afirmación o negación, vínculo etiológico pera el "ni todo ni 2.1. Permite conjurar la objeción contraepistemológica. 2.2. Permite 111
nada ", basado en la afirmación de causalidades s lamente posibles. mostrar a la TOP como una doctrina legítima sin necesidad de res-
paldo legal. 2.3. Coadyuva a evitar un uso espurio de la misma. 3.
. Palabras dave: responsabilidad civil; respo lsabilidad pillrimo- tReinterpretar la causalidad?
nía! de. las Administraciones Públicas; responsab Iidad proporcional;
teoría de la pérdida de oportunidad; causalidad; rueba; incertidum-
bre; causalidad probabilística. 1. PLANTEAMIENTO: CAUSALIJ)AD,.PROBABILIDAD lE
INCERTIDUMBRE. LA T1EORÍA DE LA OPORTUNIDAD
PERDIDA
Key words: Law 01 tarts; liability;State liabi!¡'¡Y;proportionallia-
bili¡Y;loss-ol-a-chance approach; causation; evi ence; uncertéiinty; . Hasta hace poco tiempo era relativamente frecuente que los estu.
probabilistic causation. ..
dios sobre la prueba comenzaran lamentando la escasa atención que
los juristas prestaban a este aspecto central de la maquinaria judicial.
,
El lamento no era infundado, pues el interés de la dogmática jurídica i experiencia pasada, quel ~'sisucede a, entonces es probable (en un
por la prueba -al menos en la cultura jurídica!continental- raramen-: cierto grado) que también suceda b". Conviene destacar además que
te ha ido más allá de la simple exégesis legal'y jurisprudencial, y la esto no es así'sólo para un reducido grupo de pruebas de débil funda-
teoría de la argumentación jurídica, que desde mediados del pasado mento epistemológico. Al contrario, este es el rasgo central, o el más
siglo ha experimentado un desarrollo especta;cular, se había-centra-. definitorio, del razonamiento que tiene lugar en la prueba judicial. De
do prevalentemente ~n los problemas de int~rpretación normativa, hecho, incluso la,mayorl parte 'de las leyes que dan soporte a las lla-
dando así por sentado que el juicio de hecho no plantea especiales madas pruebas científicas oldªductivas son, en sentido estricto, leyes
problemas o que, plahteándolos, está irremisiblemente abocado a la de naturaleza estadístid, d~ manera que también los resultados de
subjetividad extrema) cuando no a la pura ~. simple arbitrariedad.' estas pruebas, como los!del!resto de pruebas, deberían ser leídos en
Pero hoy las cosas yf han cambiado mucho. Los estudios sobre el términos de simple probabilidad, por más alta que esta pueda serS.
razonamiento jurídico han comenzado a declicar una atención eso' . , '1"[ ! . .'
pecial al juicio de hecho y han destacado sobre todo un aspecto del Lamentablemente la:<toncepción probabilística de la prueba no
mismo que, pese a ser obvio, había quedado bscurecido: su carácter ha calado aún plenamente 'enl el aire que respiran los juristas. Ni en
meramente probabÜí?tico.Este es seguramente el rasgo más sobre-: consecuencia en la jutisprudentia, que aún maneja, o bien una visión
saliente del juicio de hecho ysu constatación:resulta crucial, pues la extremadam,mte ingenua del juicio de hecho anclada en una con-
concepción del juicio!valorativo en términos ae simple probabilidad cepción del mismo deriaturaleza deductiva o demostrativa, o bien,
obliga a revisar num~;osas instituciones jurídi1casligadas al universo alternativamiznte, una visióh extremadamente subjetivista del mismo
I . II I- ~
112
de la prueba.. I: l. donde no queda espacio para: su control racional6 Pero también es
cierto que en esta cuestión' se va avanzando poco a poco, y segu-
113
,Elrazonamiento ~ue caracteriza la prueba judicial sobre un hecho ramente uno de lOsespacios donde cabe apreciar este progreso de
litigiosoconsiste -muy resumidamente- en so~tener que existen leyes manera más.notable sea ,elde la prueba de la relación de causalidad,
causales que conectah las pruebas con ese hebho (p-7h), de manera que constituge el intríngJlis'prbbatorio en la mayoría de los procesos
,
I que si se acreditaran las pruebas (p) entoncesiquedaría acreditado el .de responsabilidad por dañOs. .
l.
! hecho (h)4.Por eso decir que el juicio de hedho (o la valoración de .
l la prueba, que constilliye su núcleo esencial) pene estructura proba-, . La prueba del nexo causal entre un hecho ilícitoy el daño produ-
\ bilística equivale a afirmar que esas leyes o ¡regularidades causales' cido reviste un particular interés. Y ell8 porque, incluso para quienes
,
i
L. de las que debemos! echar mano para probar un hecho soh leyes
'
,1 0,1' l.
i' 11
"
probabilísticas; es debr, leyes que indican, dk acuerdo con nuestra
!
¡. , I I 5 Incluso la prueba del ADN, sin duda una de las pruebas científicas más presti-
! . giosas y de mayor rendimiento judicial, se funda en rigor en leyes de naturaleza
.4 Por simplicidad IinJi;tica me permito aquí la IiJenda de hablar de "prue.: estadística. ' .
bas" y de "hechos litigiosos': en lugar de hablar ¡como sería lo riguroso-- de 6 Es obvio que la posición más reprobable es la última, pues no obedece fun-
'''enunciados probatorios" y de "enunciados (o hipótesis) sobre hechos litigio- damentalmente a una errónea concepción de las cosas sino al acusado interés
:sos". Queda, pues, sobreentendido .que lo que se ~rueban no son hechos sino' de servirse de. las consecuen~ias de la misma: la concepCión del jui<;iode he-
II enunciados sobre hechos y que lo que constituyen las pruebas tampoco' son' cho como juicio íntimo, inlransferible e incontrolable convi€rte el poder de .los
i, hechos sino (de nuevo) enunciados sobre hechos;lo aún más concretamente l órganos d"Cisores en un poder sin frenos y -al eximirlos de la obligación de
enunciados probatorios. . I rendir cuenta~ les íacilita enonnemente ellrabajo.
I
.. LA OPORTUNlDAD,PERDIDA. ReSPONSABILIDAD, CAUSALIDAD, PR08ABILlDA .
MARINA GASCÓN ABELLÁN'
tienden a caracterizar irreflexivamente el juicio de hecho como un ra" declarar que no hay responsabilidad y con ello a denegar toda in-
zonamiento de naturaleza demostrativa y a conce ir sus resultados en demnización. En algunos casos, sin embargo, en concreto cuando se
términos de verdad o falsedad absoluta, en relaci 'n con la prueba del ha acreditado una probabilidad significativade la existencia del nexo
nexo causal resulta ciertamente difícil mantener na concepción del causal aunque no la suficiente para darlo por verdadero, esta dene-
juicio de hecho tan ingenua. Repárese sólo en la siguiente cuestión. gación total de indemnización produce sensación de injusticia. Esto
Inclusosi se da por descontado, al calor de las tea 'as de la equivalen- sucede particularmente en los procesos de depuración de responsabi-
cia de condiciones o de la conditio sine qua non, que existe relación lidad patrimonial de la Administración por los daños producidos por
de causalidad entre un hecho ilícitoy un daño si aquél es condición uno de sus agentes, donde ese resultado insatisfactoriopara el dam.
necesaria de éste (o sea sipodem06 dar por cierta la hipótesis de que nificado proviene no sólo de la especial dificultad para probar el nexo
en ausencia de aquél éste hO se hubiera producid ), la comprobación causal sino también de la desigualdad de armas en que se encuentran
de este punto no es algo 'que resulte precisament fácil. Al contrario. víctima y Administración en el momento de esclarecer los hechos8
En' numerosísimos supuestos el daño puede de erse a causas dis-
'e. tintas o incluso a una concurrencia de causas y por consiguiente, Precisamente con el fin de corregir este eventual resultado injusto
:¡¡.; pretender en estas circunstancias que el nexo c usal deba resultar ligado a la incertidumbre sobre la existencia del nexo causal, por vía
~ siempre fehacientemente acreditado no es más q e una vana e irreal doctrinal y jurisprudencial se ha construido una doctrina, la de la
. pretensión. Probar los hechos es (prácticamente si mpre) cuestión de pérdida de .oportunidad, que sirve a este propósito de dos modos:
... ' ,probabilidad. Más aún si lo que se trata de proba es la existencia de primero como instrumento de facilitación probatoria de la prueba del
114"", - una relación de causalidad que -como acaba de d cirse- es en sí mis- nexo causal entre la actuación del agente y el daño producido; des- . 115
e; ma una hipótesis sobre "lo que habría ocurrido de no haber mediado pués como criterio para cuantificar la indemnización que correspon-
.,. el hecho ilícito". Naturalmente habrá casos en lo que la probabili- de. La trama de la doctrina es la siguiente: aunque no puede darse
:'" dad será muy alta y en consecuEmciapodrá equi ararse a la certeza por probado el nexo causal porque la probabilidad no alcanza los
absoluta. Pero también habrá casos en los que n lo será, casos de estándares exigidos, sí puede probarse que había una oportunidad
incertidumbre, o dudosos, o con un importante argen de error, en significativade evitar el daño y que esa oportunidad se perdió a cau.
los que por consiguiente -y de acuerdo con los est' ndares de prueba sa del comportamiento (activo u omisivo) del agente, en atención
aceptados7- no podrá afirmarse si el hecho enjui iado ha sido o no a.lo cual puede imputarse responsabilidad y obtenerse por ello una
(condician necesaria y parlo tanto) la causa del año. La existencia indemnización proporcional a las expectativas de éxito de la oportu-
del nexo causal, en suma, no siempre' puede resu tar evidentemente nidad que se perdió.
acreditada o no acreditada. '.
i
El libro de LUIsMEDlNA ALCOZ, La teoría d~ la pérdida de opor- .sino tan sólo que fuda causa de que se perdiera una oportunidad
tunidad (Thomson-Civitas, Madrid, 2007), constituye un magnífico significativa de evitarlo.,Ahora bien, conviene puntualizar esta última
estudio de esta doctrina y desde luego llama lalatención de cualquier afirmación, El hecho de que la doctrina de la pérdida de oportunidad
. teórico o científico dellderecho interesado enl0sproblemas que pre- sea una tánica de facilitación probatoria no significa -como parece
senta la prueba, Primero, porque versa sobre Id prueba de la relación . encambio,colegirse d~l,planteamientode LU1sMwlNA9-queallí don-
de causalidad, que constituye sin duda uno dellos mejores laborato- de funciona se esté dando por acreditada o probada sin fundamento
rios para ensayar cualquier modelo teórico sobre la prueba. Segun-' ' empírico alguno la existencia¡del nexo causal,entre el comportamiento
,
!
do, porque no ,sólo pretende resolver un impprtantísimo problema' del agente y el daño producido. "Facilitación probatoria" no significa
~.
práctico del derecho dé daños (el ya comentado de la "injusticia", "ausencia de prueba" "Y,que esto es así me parece que resulta visible
j que en muchos casos 'supone la denegación dk toda indemnización si se opta por la que consiciero la reconstrucción más apropiada de la
¡
por "insuficiente" prueba del nexo causa!), sinÓque lo hace además' doctrina dE!la pérdida de ¡oportunidad: la que la concibe como una
desde un ambicioso programa teórico. Si en ocasiones los teóricos' presunción,iuris tantum;¡
1
del derecho rompen la1séparación teoría/prác!icb ocupándose de pro- , i '.
1 blemas prácticds, taml:li€nlos dogmáticos la rorhpen a veces ocupán- Una presunción iuris tantum es una norma jurídica que, con el
dose de problemas telDncos,y LUISMWINAes un excelente ejemplo fin de proteger determinados valores (en nuestro caso con el fin de
de esto último.' y tercho, y lo que resulta quizás más estimulante, evitar que, 'por la extrema dificultad de probar. el nexo causal, queden
\. 116
, porque la reconstruccion teórica de la prueba de la causalidad y de la . sin indemnizc¡.ciónalg¡;n~s supuestos de daños), establece que debe
presumirse(es decir deb~ octuarse "como si" estuviera acreditado) un
f' doctrina de la oportunIdad perdida se realiza desde una concepción 117
i,. probabilística deljuicid de hecho, superando asllosnumerosos déficit hecho si se acreditan ~trq~ hechos y no existe prueba en contrario de
~ aún existentes en una judsprudencia y una dodina que sólo costosa- aquéllO.Y "ste
-
es justamente
!
ei modo en que puede reconstruirse la
l' .'
mente se abren a ella. Merece la pena comentar y discutir brevemente TOpu: "si babía una.oportunidad real y seria ge evitar el daño que se
con el autor algunos aspectos del libro. perdió a causa de la actuaciÓn
l' .'
incorrecta del agente;
.
y no está proba- .
I .
• • I
9 . "Parece colegirse'~.porqu~':siel autor, e~tendiera -como creo que hay que en-
L, LUISMEDINA configura la teoría de lapérlJiM';1J~oportunidad .'
'tender,y sobre ello entraré en el punto 2.1- que cuando la TOP se aplica hay
'. , " . - ' f r
un buen quantum'de prueba (lel nexo causal aunque claro está que no el su-
como un remedio resarcítorio que se articula a través de una técnica ficiente para cumplir el estándar, creo que no sostendría -como veremos en el
de facilitación probatoria. Y ciertamente p,?cas ~bjeciones cabe poner' . epígrafe 3- que con la TOP no se suaviza el estándar de prueba sino que lo que
a esta caracterización,; porque así es: es verdatl que el objetivo de sucede es que cambia el objeto mismo de.la prueba, que ya no es "la relación
esta doctrina 'es procutar algún resarcimiento én ciertas situaciones . de causqlidad" sino sólo l"laprobabilidad de obtener una ventaja",
10. He argumentado a favor de esta reconstrucción de las presunciones en Los
de incertidumbre y es I verdad también que allí donde es aplicable' hechos en el derechO. Bases argumenlales de 'laprueba, Madrid, MarcialPons,
la prueba de la causal,idad resulta aliviada, pues lo que la víctima 2' edición, 2005, pp. 138 ss.
debe probar no ,es que el comportamiento del agente causó el daño 11 En adelante, y por razones de simplicidad, usaré este acrónimo para referirme
. I a la Teoría de 10 Oportunidad Perdido.
..
LA OPORTUNIDAD PERDIDA. RESPONSABILIDAD, CAUSALIDAD, PROBABIUOA .. MARINA GASCÓN ABElLÁN
que (o sea, debe actuarse "como si" estuviese pr~badOqUe) el daño nas ventajas. En primer lugar, porque permite conjurar los recelos que
fue causado por la actuación incorrecta del agenf(. despierta entre quienes ven en ella una técnica probatoria contraria a
las exigencias de la teoría racional de la prueba. En segundo término
dic~lHechos base, No-no-ilexo callsal) -7 Cj:bllseClleilciilljllrí- ¡Jorqu~se presenta como una técnica probatoria legítima aunque no
goce de respaldo legal explícito. Por último, porque permite visualizar
mejor los requisitos para su válida aplicación y contribuye así a evitar
~echos base: 1) había una oportunidad r al y seria de evitar
un uso espurio de la misma.
el dano; y 2) esa oportunidad se perdió a causa 1el comportamiento
del agente. . I .
2.1. Permite conjurar la objeción cdntraepistemológica:
NO-ilo-Inexo causal: no está probado que n6 existe nexo causal
(o sea, no está probado que el daño se debiera al10trascausas distin- la TOP 110 es una ficción probatoria
tas al comportamiento del agente). . La TOP --{:omobien pone de manifiesto LUISMEDINA- no es acep-
tada con generalizado entusiasmo sino que es más bien objeto de
COlllseiClumda jmidñca: debe presumirsel que (o sea debe
críticas. La más importante de ellas se vincula a su carácter de instru-
a~tuarse "co;n0 si" estuviera probado que) el cpmportamie~to del mento que facilita la prueba y puede reconstruirse así: si la relación de I
agente causo el daño; es decir, debe imputarse, responsabilidad al
agente y reconocerse una indemnización.
causalidad entre el comportamiento del agente y el daño producido b
118,,;- . no está probada (porque la probabilidad de su existencia no alcanza 119
. Puede decirse, pues, que la doctrina de la o~ortunidad perdida los estándares exigidos) entonces no debería imputarse responsabi-
Instaur~ un remedio normativo que permite imp tar responsabilidad lidad ni reconocerse indemnización alguna. Lo que se sostiene -en
por danos y reconocer una indemnización en 1 s casos en que no otras palabras- es que al aplicar la TOP se está actuando contraepis-
eXIstesuficIente certeza ni de la existencia ili de la inexistencia de la temológicamente, pues se está dando por probado algo que en abso-
relación de causalidad, p~ro está acreditado que ~abía una oportuni- luto lo está y por ende se está eludiendo el requisito del nexo causal
dad de eVItarel daño que se perdió a causa del cpmportamiento del necesario para la imputación de responsabilidad.
agente; y ese remedio normativo se articula técnicamente como una
La reconstrucción de la TOP q¡.¡emejor encarna esta crítica es la
presunción iuris tantum12 I .
que la concibe como una ficción probatoria, una mentira técnica, un
, La caracterización de la TOP c0l1;0 presunción ¡uris tantum no instrumento normativo que impone considerar verdadero algo que
solo resulta apropIada SinOque ademaspresental-me parece- algu- es falso y se sabe que es falso. Más exactamente, la que entiende que
la TOP es una doctrina que finge que el daño producido es, no el
I que ha dado origen al conflicto, sino el consistente en la pérdida de
12 Sobre la articulación de la TOP como norma presuntiv de facilitación proba- la oportunidad de que aquél no se produjera, y que en consecuencia
tona he argumentado, con más detenimiento, en "La rueba del nexo causal asimila la (prueba del nexo causal entre el comportamiento del agen-
en la responsabilidad patrimonial sanitaria", en S. Ji énez, V.'Martínez y E. te y la) pérdida de la oportunidad de eÜitár un daño con (la prueba
Belda coords., Problemos aduales de la responsobillda patrimonial sanitaria .
Madrid, Thomson-Civitas, 2008. . ,
del nexo causal entre el comportamiento del agente y) el daño mis-
LA OPORTUNIDAD PERDIDA. RESPONSABILIDAD, CAUSALIDAD, PROBASk!OAO. ,: ' MARINA GA5CÓN MElLÁN
mo. Asípues, quienes sostienen que la TOP e$ una ficción probatoria .razones para sostener (o ,eslprobable) que de no haberse perdido esa
hacen la siguiente ledtura de la misma: si se prueba que el comporta- oportunidad el daño1se habría evitado"13.Es precisamente este fun-
miento del agente fue la causa de que se perdiera una oportunidad damento empírico el' que pone de relieve que lio estamos ante una
de 'evitar el daño, entonces está probado que le!comportamiento del ficdón'sino ante una'plesunción. Y es también ese fundamento em-
agente fue la causa d~l daño, lo cual es claraniJentefalso. '. pírico el que pone de relieve que allí donde esta presunción funciona
í ;. . no se actúa contraepistemológicamente.
Me parece, sin embargo, que esta lectura es 1
equivocada. Primero
:[ porque -insistamos en ello- la TOP no afirma que esté probado el I
¡ nexo causal sino sólo'que si se dan ciertas circunstancias debe ac- 2..2.. Permite presentar la TOP como una doctrina legíti-
tua'rse "como si" estu~iera probado; es decir, debe imputarse respon- ma aún sin respaldo legal
l' sabilidad. Segundo, y más importante, porque esa imputación no es
, .' :, '1 .
I arbitraria o ficticia: la asimilación entre la prueba de la pérdida de Pero que laTOPpueda reconstruirse como una presunción iuris
ji
oportunidad de evit~r'el daño y la prueba del nexo causal sobre la tantum que goza de un fundamento empírico serio significaalgo más:
~.1 . que esa imputación~e basa no es c1aramen\e falsa o contraepiste-
mológica. Laexistedda de una oportunidad real y seria de evitar
significatambién que la cuestión de su anclaje en el derecho positivo,
que es algo .que lógicamente preocupa a LUISMEDINA14, tal vez deba
JI
el daño es, al menos! 'un indicio de que con &na actuación correcta ser relativizada.
1 \ 120
(o sea, si no se hubiéra perdido esa oportuni~ad) el daño se habría
evitado, pues lo que ~ignificauna oportunidad real y seria es que "no 13 Por lo demás, cuando la rop se aplica a otros ámbitos donde el daño produ- 12'
hay razones para pensar que la oportunidad !no se hubiera aprove- cido es propiamente la pérdida de una oportunidad de conseguir una ventaja,
chado" y que "de haperse aprovechado es pfobable que el daño se no sqlq ~9instau~~na,ficciÓfjsino tampoco una presunción probatoria, Así
hubiera evitado". Indicio que además se refJerza con otro indicio: . Sucede, por ejemplo, cuand9 se solicita la declaración de responsabilidad del
,abogado que, por no haber interpuesto en tiempo un recurso mediante el que
no 'se ha probado qtle el daño se debiera a lotras causas. La TOp'
se preténdia una indemnización, ha hecho perdér.a su cliente la oportunidad
.por consiguiente, tierlEiun fundamento empírito: presupone -podría de haber ganado el recurso y con ello la indemnización pretendida. No parece
decirse- que el grado!de probabilidad de que 61 comportamiento del. forzado soSlener que .en ,estos casos el daño real producido es justamente la
agente haya sido la sausa del daño es direct9mente proporcional al pérdida de la oportu~idaq d~ interponer el recurso para obtener una resolución
grado de probabilidad :de haber evitado el da70 e inversamente pro- satishictotia¡ y no la indemnización _q~e hubiera obtenido con una resolución
oatisfadoria, que ni exisle ni es seguro que llegara a existir. De modo que, en
pO~ClOnalal grado de!probabilidad de que el daño se haya debido a
este caso, acreditar que había una oportunidad real y seria de obtener una
otras causas. I !
. ! I . ". . ventaja' es exactamente probar (directamente Y. no mediante una presunción)
el nexo causal del que deriva la responsabilidad del abogado .
.En suma, la equiv~lencia entre la prueba dé la pérdida de la opor- 14 De ahí el esfuerzo teórico que el autor realiza ¡lara, por medio de la analogía,
tunidad y la prueba del nexo causal sobre la que se erige la imputa- extender el único supuesto de reconocimiento legal expreso de la rop en el
ción de responsabilidád que lleva a cabo la TOP tiene imfundamento derecho español (la Ley 31/2007, de 30 de octubre, sobre procedimientos de
empírico s~ri6 que sel~x~resa en el siguiente r.lzonamiento: "si había contratación en los. sedares del agua, la energía, los transportes y los seruicios
. postales, .artfculo 112) a otros ámbitos; en particular al de la responsabilidad
una pOSibilIdadreal y r~na de haber,evitado el ~año y no hay razones . patrimonial médico-sanitaria, que es donde de manera más desenvuelta se
para pensar que el dano fuera debido a otras causas, entonces hay. aplica la doctrina que comentamos. .
LA OPORTUNIDAD PERDIDA. RESPONSABILIDAD, CAUSALIDAD, PROBABILIDAD. MARINA GASCÓN A8ELLÁN
En efecto, aun cuando la razón de ser de esta p lesunción -al iguai doctrinal,'y'no iegalL5, y por consiguiente no resulta descabellado que
que la del resto de las presunciones- es por así.drcir "ideológica o también por vía jurisprudencial, y siempre que no se actúe contrae-
política" o en todo caso no epistemológica, pues-no importa insistir pistemológicamente, pueda "rebajarse el estándar" y paralelamente
en ello una vez más- reside directamente en la nJcesidad de evitar "modularse la indemnización".
que por la especial dificultad para probar el nexo tausal queden sin
.indemnización determinados supuestos de daños'l el hecho de que Creo, en definitiva, que mediante la TOP no se están afirmando
la presunción tenga un muy serio fundamento emPírico -como por responsabilidades sin causa demostrada sino que tan sólo se está re-
cierto lo tienen la mayoría de (aunque no todas) las presunciones- bajando:el estándar de prueba. Por eso, y en la medida en que éste
hace que se conecte tan fuertemente a la teoría' del la prueba que no no suele venir fijado legal sino jurisprudencialmente, no parece que
precise respaldo legislativo para poder entenders~ justificada. Y es precise un respaldo legal expreso. Los únicos requisitos para su váli-
que la TOp' en realidad, no es sino un modo de "rebajar" el estándar da aplicación son, según creo, requisitos de orden epistemológico, es
'de prueba del nexo casual, y no de prescindir de é!ta. Por eso, en la decir ligados a la teoría de la prueba, Pero esto conecta con el punto
t medida en que allí donde esta presunción funciona ha habido prueba siguiente.
" significativa del nexo causal (puesto que se ha ac editado éste con
.; un grado significativo de probabilidad y al propio iempo se ha des- 2.3. Permite visualizar mejor los requisitos de la TOP
'."cartado -también con un grado significativode pr5babilidad- que el
dano se debiera a otras causas) aunque no la suficiente para superar para evitar un uso espurio de la misma
122 ...el estándar ordinario establecido, no resulta descafuellado ni carente 123
j
Por último, la reconstrucción de la TOP como una presunción
~;;;.detodo fundamento que los jueces la apliquen aunlsin respaldo legal iuris tantum también resulta útil para establecer sus presupuestos y
¡¡expreso. evitar un uso espurio de la misma.
,. Obviamente. lo anterior no supone desconocer I importante ejer- Uno de los peligros de la TOP tnás clara y atinadamente desta-
cicio de poder que la "creación" jurisprudencial d esta presunción cados por LUIS MEDINA es el asociado a su "desmesurada potenciali-
supone: si, de acuerdo con la "regla legal", para i~utar responsabi- dad aplicativa", pues casi cualquielsupuesto de responsabilidad por
lidad y reconocer indemnización es necesario pro ar el nexo causal danos puede en principio ser reconstruido conforme a esta doctrina.
(o sea, SUperarel estándar de prueba establecido p ra ello), entonces Esta potencialidad aplicativa de la TOP y la facilitación de la prueba
toda decisión jüdicial consistente en imputar respohsabilidad y reco- que supone hacen que este remedio probatorio comporte riesgos que
nocer indemnización cuando el estándar de prueba no se ha alcanza- pueden resumirse de manera muy simple: la TOP puede terminar
do, es una decisión "creativa" o "al margen de la re la" mencionada, aplicándose con razón o sin ella, Y en particular puede terminar insti-
y en este sentido cabría objetar en línea d~ principi que es arbitraria tuyendo una inaceptable sustitución sistemática del estándar de prue-
o injustificada. Ahora bien, ':en línea de principio" pues también es
. verdad que en la mayoría de los sistemas la constru ción del estándar
de prueba, es decir la determinación de las condic ones para enten- 15 Y ello eS.asl pese a que las leyes que prevén los .institutos res",citorios utilicen
der cumplida la mencionada reglasegúnla cual "n hay responsabi- a veces, en referencia al requisito de la causalidad, expresiones del tipo "feha-
lidad sin prueba del lJexo causal", es de origen j risprudencial y/o cientemente probado". .
LA OPORruNIOAO PEROIO( ReSp'ONSABIUDAO, CAUSALIDAD, PROBAB1~IOAD.
; . MARINA GASCÓN ABElLÁN
, , ,
I:
,, " " '. '1
ba del nexo causal. Para conjurar estos riesgo$ conviene tener claro
'
Requí~itos " ,1 I
i cuál,esson los presup$estos o requisitos para Ir válida aplicación de . 1 ! !: "1 !
1,
1:
la TOp' es decir, los q~e justifican el :ecurso p~ntual a esta técnica, y , . i' ' ' ,','
I una de las virtudes fundamentales del estudio de LUIS MEOINA reside, a 1. Incertidumbre Causal:el
. ., proceso de pfl!eba se ha cerrado,
'
1 mijuicio, en la certera identificación de estos pr~supuestos y por tanto sin éxito" "
1
:¡ de los posibles usos indebidos de la doctrina eje la oportunidad per-
dida. Es obvio, pues, COmalo demuestra elli~ro que comentamos,
- N6,-está probado
-;1.:.
que sí '
- Tampoco está prolJado que no '.
q
1"
que ,todosestos requisitos pueden ser perfecta~ente identificados sin ' 2. Posil,ilidadreal: ~en~ que haberalguna.probabilidad sig-
que la configura como el "umbral mfnimo de serieda~" por debajo del cual no
.
19, Eri el mismo senlido L. M~dina, La teoría de fas pérdida de oportunidad, cit.,
' :. ' . pp. 90 ss. " 1, ¡
,
LA OPORTUNIDAD PERDIDA. RESPONSABILIDAD, CAUSALIDAD, PROBABILIDAD.
(( "1
Pero, en segundo lugar, también se hace un. so espurio de la 3. ¿RElNTERPRETAR LA CAUSALIDAD.
TOP cuando no se acredita que existía una posiJilidad real y seria •
Una de las aportaciones más relevantes del libro de LUISMEDI-
de evitar un resultado dañoso; o si se quiere, cuan o la probabilidad
NA,aparte naturalmente del pormenorizado análisis de la doctrina de
atribuida a las oportunidades perdidas en la evita ión del daño sea
la oporlunidad perdida, seguramente sea la de. haber contrlbUldo a
muy reducida. A este respecto conviene tener e cuenta que, por
poner en solfa la acrítica concepción demostrativa del razonamIento
ejemplo, en un ámbito como el médico-sanitario, ue es donde pre-
probatorio en una de las áreas (la de la prueba del ne~o cRusal) en
valentemerite (y casi exclusivamente) se aplica la IOP como técnica
las que dicha concepción puede tener consecuenc,las,mas Injustas. Y
probatoria, y donde por definición cualquier error médico implica
es que, en efecto. cuando se maneja una concepClon demostrativa de
pérdida de oportunidades de curación o de supe/vivencia para los
la prueba se asume al propio tiempo que para imputlr responsabIli-
pacientes, si no se exige que esas oportunidades s~an reales y serias
dad, la relación de causalidad ha de estar completamente acredItada,
(y no meramente abstractas y débiles) se estará abíiendO la puerta a
pero las enormes dificultadesque mucha~,veces e~isten para alcanzar
......
la indemnizaciÓn sistemática (es decir, siempre y e todo: los casos), este resultado (equivalente a afirmar su verdad , Sin matices) pue-
, '10 cual es obVIamente un desproposlto. Pero es que demas, al actuar
den conducir a una denegació0 de justicia. La TOp"en cambio, en
..~así, es decir al indemnizar oportunidades muy red cidas o no reales cuanto técnica de "rebaja" del estándar de prueba del nexo causal,
;;y. serias, puede decirse que el requisito del nexo ca~sal se diluye y se justamente con el objetivo de evitar ese resultado injusto, descansa
.i.
.. estará condenando por el mero incremento del rie$go, por pequeño
. que éste sea20. sobre el carácter meramente gradual o probabilístico ;de esta prueba
I 126 ;''J' . y exige en consecuencia abandonar aquella maniquea concepción de
Uso espurio de la TOP la misma. En otras palabras, la TOP exige la apertura de los JUristas
y de los tribunales a una epistemología más racional y crítica de la
~ prueba; y de hecho la aplicación de esta doctrina ha corndo paralela
1. Si se usa cuando está probado que sí (para re ajar inde-
bidamente la indemnización). a la apertura comentada.
2. Si se usa cuando está probado que no (para da indebida-
mente alguna indemnización) Pero LUISMEDINA va más allá y -aparte del cambio producido en
3. Si se usa cuando no hay más que una vaga abstracta la manera de concebir la prueba de la causalidad- sugiere incluso un
posibilidad deevitar el daño (para otoruar inde idamente cambio en el propio concepto de cé)¡Jsalidad,un autéhtico cambio de
alguna indemnización) paradigma. Más concretamente, rebate el concepto mecanIClstade
•
causalidad para sostener otro basado en la probablltdad.
. i
,¡~.
i
I
LA O~ORTUNIDAO PERDIDA.
.
RESPONSABILIDAD,
I
CAUSALIDAD, PROBABILIDAD.
MARINA GASCÓN ASELlÁN
.' i
tal yque para explicar esta doctrina (o sea, par~ explicar por qué se rriodifica(rebaja) el estÓndar de prueba, la teoría probabilística de la
indemniza cuando -según el estándar de pruebh aceptada-: no está causalidad¡\ermite preseritar la TOP como una doctrina que en situa-
ciones de incertidumbre causal lo que modifica es el objeto mismo de 129
128 probado que el hecho ilícitosea la causa del ddño) no es necesário
recurrir a una nueva tedrla de la causalidad prollabilística alternativa la prueba, que de ser que" el hecho ilícitoha causado el daño", pasa
a la teoría tradicional. Tan sólo es necesario supJrar la acrítica episte- .a ser entonces "la probabilidad misma de evitar el daño u obtener
. mología aún imperantelén el ámbito jurídico qu'e, no tomando nota una ventaj~!:,Pues bie~', ,aparte de que no se comprende por qué es
de la falibilidad e impe;fección de nuestro conotimiento del mundo mejor o mei10~problen\'áikomodificar el propio objeto de la prueba
ni en consecuencia del carácter meramente probabilístico de nuestras que modificiarlel ?stándar,)o:cierto es que en'mi opinión entre am-
afirmaciones sobre el mismo,'actúa como si la certeza se alcanzara to- bas COSáSno existe una diferencia radical. Repárese tan sólo en que
talmente o no se alcanzara en absoluto. Superad6 esa epistemología probar o acreditar que "había unél_probabilidad x de evitar el daño
dar respuesta al problerhh de la incertidumbre del nexo causal no e~ u obtener ~na ventaja':.(quese perdió a causa del hecho ilícito), no
mas-
que una cuestión de'I
policy: de decidir si queremos mantener en es muy dif~rentedé Probar o acreditar, con esa misma probabilidad
.todos los casos los eslá~dares (probabilísticos) de prueba fijados con X,J:¡ue-"ef hecho ilícito,ha causado el daño", pues -recordemos lo
carácter general, o si por el contrario estamos dispuestos a rebajarlos ;t'. 'ya dicho en el epígrafe 2.1- la existencia de una probabilidad x de
en ciertos supuestos mqdulando al propio'tiempo las consecuencias/'----- ,.l evitar un daño u obtener una ventaja es un indicio de que con una
jurídicas anudables a esa rebaja; en concreto, modulando la indepmi'---- !U actuación correcta (o sea, si no se hubiera perdido esa oportunidad)
,ación en proporción al igradode ,erteza con el quese. ~máéínexo . .),'",
causal. En suma, la incertidumbre causal es en r:W""pinión,un pro- .í':
blemaepistemo/ógico, 1e conocimiento ~~;'dñclo, y no (ano nece- li "21 Vid. capitule; VI aparilido'v:
cri1is, \ : ¡, , ~i
La proliferación de ficciones como síntoma de
.
sariamente) un proble"1a que deb~..s¡;.résuelto alterando el concepto ~i 1
//" r'l .
.• ;1,"
,
i
LA OPORTUNIDAD PEROIDA. RESPONSABILIDAD, CAUSALlDAO, PROBABILIDAD,I
, MARINA GASCÓN AeElLÁN
,
I
,
i
. l. .
es probable en grado x que .el daño se hubiera eyitadci. Resulta, en in law, por usar terminología al uso, o sea la de determinar, dentro
suma, difícilsostener que con la TOP se ha modifidado el objeto mis- de un contexto de causas o de condiciones de un efecto, aquella en
mo de la prueba, porque resulta difícilsostener qJe .la prueba 'de la , la que se va a hacer descansar la responsabilidad, o la de determinar
oportunidad de evitar un daño u obtener una ventrja es algo desvin- cuándo y conforme a qué crilerios est~ justificado, a efectos de im-
culado o independiente de la prueba del nexo caúsal.. '. putación de responsabilidad, ampliar o restringir el ámbito de sujetos
I
comprendidos en la causalidad física probada; la de determmar, en
De todos modos, aunque se aceptara lo que h9 sostenido aquí (a
suma en qué supuestos cabe alterar la regia general que establece
saber, que la TOP seguramente no exige un cambio en la manera de
una ~quivalencia entre relación de 0ausalidad e imputación de res-
concebir la causalidad), ello no resta un ápice de ¡ri.terésa la cuestión
ponsabilidad.
suscitada: la de cuál es el concepto de causalidali apropiado para
, 1
la imputación de responsabilidad. Este es un asu~to de la máxima . Son, pues, muchos los retos teóricos vinculados al problema de la
importancia al menos por dos razones. Primero, por la,obvia razón relación causal en eldérecho y todos ellos penden de la teoría de la
.1 ~ de que existe una intrínseca relación entre la teoría de la causalidad causalidad que se maneje. La esplér¡dida monografía de LUIS MEDlNA
1
:Jt y la teoría de la prueba, o si se quiere, entre el corycepto de causali- Alcoz tiene esto claro, y de hecho -'como hemos visto- adopta una
I 1. dad que se maneje y la cuestión de cómo ha de probarse la relación posición muy firme en este punto: .la de sostener que .la TOP .exige
t, ." causal (por ejemplo, según la tesis tradicional, la relación causal ha
,
de probarse acreditando que el hecho ilícito es cohdición necesaria
130 -,' del daño). y segundo, porque tal vez no baste con un único concepto
una teoría probabilística de la causalidad alternativa a la tradICional.
Tengo dudas de que esta sea la solución más correcta o convemen- 1
" I I
te. Pero eso es lo de menos. Lo que hace relevante esta obra no es 131
.de causalidad. Es posible por ejemplo -quizás tenga razón LUIS ME- sólo -me parece- el'riguroso análisis de la TOP que realiza, ni sólo la
;¡; DINA- que el concepto de causalidad tradicional si~a siendo el más comentada apuesta por una teoría alternativa de la causalidad para
':' adecuado o conveniente para cimentar la responsa~i1ida¡:ljurídica en explicarla. El incuestionable valor de este trabajo reside también, y
general, pero en cambio no sea el que mejor se acpmode a algunas muy especialmente, en que no huye de ningún problema teórico, por
fórmulas resarcitorias hoy vigentes que establecen; indemnizaciones complejo que este sea. Es precisamente esta actitud de rigor en la
proporcionales, como la de la responsabilidad col~ctiva, la respon- . fundamentación y de. curiosidad intelectual lo que hace que el Itbro
sabilidad por cuota de mercado u otras semejantes: Por lo demás, la constituya también un completo estudio de los problemas y doctrinas
fijación del concepto de causa es también un prius bara dar respues- de la causalidad, y desde luego un acicate para seguir escudriñando
ta' a otros problemas relacionados con la causalid~d. A partir de él, en ese universo de cuestiones.
por ejemplo, y una vez establecido cómo ha de pr~barse la relación
causal, puede ser conveniente saber qué quantum ~e prueba puede
razonablemente alcanzarse, es decir cuálés son losil~mit~sepistémi-
cas que afectan a la prueba del nexo causal. Conocer este punto es
importante a efectos de establecer estándares dé prue~a empírica-
mente alcanzables. Por último, y también una vez fliado ¡elconcepto'
de causa, tendrá pleno sentido abordar la óifa grah cuestiÓn ya no
fácticasino jurídica implicada en la responsabilidád: ¡lade la causation
-- ..
"
11
:' I
22 UniversidadCompluten¡ede Madrid.
. ,
I
. .I
LA RESPONSABILIDAD PROPORCIONAL COMO RESPUESTA A LA INCERTIOUMBRfí CAUSAL: ¿PROBLEMA DE
LUIS MEDINA ALGOZ
DAÑO, DE CAUSA O DE PRUEBA? I
,
I
.J .
ción total del daño padecido; o sobre la víctima, ¡cuando el órgano ., k,. de responsabilidad proporcionaL La profesora Marina Gascón se ha
judicialmantiene ese estándar ordinario y libera de toda responsabi- .\~~.1,: centrado eG la primera cuestión sirl rehuir enteramente la segunda
lidad al agente (posiblemente) daiioso. Frente aefte planteamiento, "!¡;'j' ~c1'; . en el excelénte comentario crítico que realiza a mi libro La teoría de
la teoría de la chance distribuye el peso de esa i~certidumbre entre ';: . t.:'.' fa pérdida de oportunidad, Thomson/Civitas, Cizur Menor, 2007. Su
las dos partes implicadas: el agente responde sólo/m proporción a la
probabilidad de que fuera autor elelmenoscabo; y Ilavíctima obtiene ;~~I!t :e~:d~rsu:~;u~~;i~~~:~:~~:n~%~~~~O;~,y:nr~~r~oa:~ed~~ Vt::~a~
sólo una indemnización parcial acomodada a la prpbabilidad de que ':;~l'~~, formuladas para justificar la doctrin~ de la pérdida de oportunidad.
i...
hubiera dejado de padecer el daño de no haber mediado el hecho le-
sivo. De este modo, se brinda una solución equilibJada que pretende
acomodarse a una sensibilidad justicial a la que re~ugm; que se exo-
nere al age~te (posiblemente) dañoso por lasdificG\ladesprobatorias,
._f.~..~...•..
~¡
,~':.'.,¡.!.:.. de E~~~~~)~~~:~~~~~md:n~~;~:~:~n~:
'lf'~. se apoya siempre en la teoría de la!responsabilidad civil,aunque fi-
~:~~~~~~:sd
pero tamblen que se le oblIgue a reparar la totalIdaa de un daño que .....•.i::,ri.:r.í.... jándose en diferentes segmentos. U~subgrupo se mueve en la teoría
;, pudo no haber causado. Frente a la regla clásica a~1todo o nadó, se , del daño (teorías ontológicas) y el ¿tro en la teoría de la causalidad
,';:~:~tF¡;:;
afirma así una pauta de ni todo ni nada, es decir, pn criterio de res- .;jJ¡; (teorías de la causalidad probabilística). La tesis de Gascón Abellán
, ponsabilidad proporcional en cuya virtud la indem~ización resultante ;H~': representa una explicación alternatiya que pretende conseguir el mis-
. refleja de manera aproximada las dudas en torno a la verdaa del ;11Jli'¡ mo resultado Uustificarlateoría de :Iapérdida de oportunidad) apo-
nexo causal derivadas de un juicio de valoración ~robatoria que no ~Y'i¡; yándose, no tanto en la dogmática de la responsabilidad, como en la
134 J arroja resultados concluyentes ni a favor ni en co~tra. Es el sistema :jf:tl teoría de la prueba y, muy en particLlar, en el modelo "cognoscitivis- 135
"',. I
"~oque, por ejemplo, ante la incógnita del resultado <;leun tratamiento
I
I parl!culares, y 139 de la Ley 30/1992, para la jesponsabilidad de las ¡i pretende innbvar, sin que lb parezca, esto es, "rectificar el Derecho
I
I
Administraciones públicas. Estoslpreceptos pre~uponen la prueba del '.
nexo etiológico; que sin ella no puede surgir lalobligación de indem- ..•.
nizar, y, por tal razón, la responsabilidad (parci~lo proporcional) por
existente, pero sin decirlo, haciendo creer y haciendo como SI lo cre-
yera uno mÚ;mo que se aplican las normas que de antiguo vienen
. dadas"23, todo ello ado¡%:indo como verdadero algo' que es entera-
1 una 'causalidad sólo p\lsible parece incompati~le con ellos. Tanto en mente falso: que, cuand6 rracasa la prueba del nexo causal, pero el
~
[,
España como en los ordenamientos de nuestro entorno, doctrina y juicio valorativoarroja una probabilidad no desdeñable, la víctima
J jurisprudencia han camuflado este dato a través de variopintos expe- sufre la pérdida de un bien &isbnto,esto es, la pérdida (segura) de la
dientes: para justificar!elotorgamiento de indemnizaciones parciales posibilidad de evitar el da~? final (incierto)24,Se trata de ,una ficción
en supuestos' de falta lie prueba patente del nexo causal, acuden a que no puede aceptarse 1écnicamente, pero hay que admitIr que gra-
I
artificioscon que afirTriarsu compatibilidad coi! la concepción tradi- ¿ias a ella la responsabilidad parci¡¡1por causalidades sólo posibles
.1 cional de la causa. Afiiman que, en los casos eh que la .probabilidad constituye una realidad e'n lél riJayoría de los ordenamientos jurídicos
1¡ causal no es alta, sino Isimplemente seria, la ví4tima pierde una pro- de nuestro e'ntomo. El conflido entre la dogmática tradicional (que
!I i piedad anterior-(teoría!ontológica del perjuicio ¡patrimonial, desarro-
llada en Italia y en los EStados Unidos) o sufre lIn daño moral (teoría
impone el todo o nadafy la sensibilidad justicia! (a la que repugna
esta solución en alguno's s~puestos de incertidumbre causal) se ha
!'I
1 ontológica del perjuici6,personal, aplicada en !Franciay,sobre todo,
en España). Bajo esta perspectiva, el daño in:demnizado es, no el
resuelto a favor de' ésta úliirna a través de las teorías ontológicas.
II 136
daño final incierto, sinoila posibilidad de evitarlo, configurado como
un daño a se stante de carácter económico o pelsona!. De este modo,
¡l.
23 Emilio GÓMEZ ORBANEJA¡ "Ficciones y conceptos formales en el Derechd',
1
Moneda y Crédito, núm. l~B, 1 74,editado como libro porThomson/Civitas,
137
la teoría del daño proporciona cobertura para jla indemnización en Cizur Menor, 200B, p. 25. . .
supuestos de incertidumbre causal insalvable. i 21 . Las teorías ontológicas construyen una ficción en sentido estricto porque in-
,,;¡
':.i i ventan un bien que no existe y,icon ello, inventan una causalidad Igualmente
Se trata de construcciones doctrinales que ~o resisten un análisis .. imposible: da que vincula el ,hecho i1kito con la (pretendida). pérdida de ese
1 criticoy cuyo único sentido es proporcionar!a protección que se esti- . bien. Pero, frente a la ide~,que parece derivarse de, algunos pasajes del comen.
l
, tario de la profes~ra Marina Gascón, no creo que estas teorías realicen una
1 .ma debida, pero sin cuestionar el concepto tradi~ional de causa. Tales
ficdón probatoria en el s~ntido de que obliguen a ten~r por demostrada la cau.
construcciones hacen depender la.existencia dé un daño emergente salidad entre el hecho ilícito y el daño real o final (lapérdida de la ventaja de
(económico o persona!)' de las posibilidades cq.gnoscitivas del juez, que se mite) incluso cu~ndd tal afirmaci8n carezca de fundamento empírico.
esto es, de las informaciones de que dispone para formarse un juicio No creo, en definitiva, que laS teorías ontológicas conduzcan a actuar contrae-
en tomo a las circunstancias fácticas del caso, Si tales informaciones pistemológicamente. La mayor parte de sus exposiciones mantiene inalterado
. el.esquema operativo básico,de, la doctrina de la chance: afirman responsabi-
arrojan una prol;>abilid9dcausal seria y no desdJñable, se afirma que
lidades pr¿porcionadas a pr9babilidades causales. serias, que no sobrepasan
la víctima ha perdido un bien de naturalezá' patrilnonial o moral, pero ~I estándar máximo de certidumbre. La condena resarcitoria se apoya, conse-
si, en el mismo caso, nuevos datos determinan ¡que tal probabilidad cuentemente,' en un juici¿caus~ que no arroja resultados concluyentes, pero
sea, en realidad, muy álta o muy baja, ese bie~ desaparece "miste- que propoídona un fundamentd empírico serio entorno a la verdad del hecho
riosamente" para afirmarse o negarse laexistenc1a del nexo causal (y, causal. Lo que ocurre es¡que,las teorías ontológicas, a la hora de justificar esta
solución, en lugar de reconocer que el objeto de la ,reparación (parcial) es el
por tanto, conceder o denegar la reparación tota)). Por eso las teorías
. daño final incierto (sólo poSible), afirman que el bien resarcido es la pérdida en
ontológicas constituyen' ficciones en sentido estticto: A su través, se . •
sí de la oportunidad.
l"" , .
I
I
1
LA RESPONSABILIDAD PROPORCIONAL COMO RESPUESTA A LA INCERTlDUMBRE CAUSAL: ¿PROBLEMA DE LUIS MEDINA AlCOl
DAÑO; DE CAUSA O DE PRUEBA? . . i
,
Es tal el arraigo de estas últimas, que la denomi~ación misma del serio el debate en torno al campo operativo que debe corresponder a
expediente examinado (teoría de la pérdida de opbrtunidad) sugiere cada uno de los elossubsistemas. I
la existencia de chances u oportunidades como b,i~nes.dela realidad
cuya pérdida reclama una reparación. Tan es asíq~e, en los últimos La profesora GASCÓN ABEWÍN se. muestra crítica con las teorías
años, asistimos en Esp<lñaa un fenómeno de aplic~ción creciente de ontológicas cuando rechaza la const¡!ucciónque "finge que el daño
la teoría de la pérdida de opor1unidad que sigue enteramente basado producido es, no el que ha dado origen al conflicto,sino el consisten-
en la ide~ de que el objeto de la reparación es, n~el daño incierto,. te en la pérdida de la oportunidad de que aquél se produjera". Sin
SinOla perdIda de la pQsibilidadd(~evitarlo'5, El pr9blema es que este embargo, algunos ele los pasajes ele 'su excelente comentario crítico
modo de proceder, al ocultar el problema de fondo, impide la discu. pueden interpretarse como concesiones a las teorías ontológicas. El
sión abierta en torno al alcance que puede reputars~ como adecuado más evidente es, quizá, el incluido e'n la nota 10: "Cuando la TOP
o idóneo para la responsabilidad sin causa (sufide~ternente) acredi. . se aplica a otros ámbitos elonde el daño producido es propiamente
. i
tada dentro del Derecho español de daños. Por eso creo que es hora la pérdiela de una oportunidad de conseguir
I
una ventaja, no sólo no
f ya de llamar las cosas por su nombre y situar la tebría de la pérdida instaura una ficción sino tampoco un? presunción probatoria. Asísu-
.r de opor1unidad donde le corresponde: en la teoría!de la causalidad, cede, por ejemplo, cuando se solicita la declaración de responsabili-
,;;como subsistema de imputación probabilístico qu~ funciona aliado dad del abogado que, por no haber interpuesto en tiempo un recurso
del clásico y general de todo o nada'6. Sólo así pu~de plantearse en mediante el que se pretendía una indemnización, ha hecho perder
: a su cliente la oportunidad de haber: ganado el recurso y con ello la
138 indemnización pretendida. No parece forzado sostener que en estos 139
oj,25L' as pnmeras SSTSSI3
.~ !
,a a ',que aplican sin tapujos la tepría de [a pérdida de casos el daño real producido es justamente la pérdida de la oportuni-
7i: oportunidad se atienen a esta concepción ontológica (de 7 de julio de 2008 dad ele interponer el recurso para obtener una resolución satisfacto-
•. y 26 de junio de 2008 resumidas y comentadas más ah~jo). Por su parte, los ria, y no la indemnización que hubiera obtenido con una resolución
Consejos Consultivos de algunas Comunidades Autónomas han empezado a
satisfactoria, que ni existe ni es seguro que. llegara a existir.De modo
apltcar en tiempos recientes la teoría de la pérdida de opbrtunidad en supues.
tos de responsabiJjda~ pa~imonjal de la Adm~ni~ación ¡sanitaria. y, aunque,
que, en este caso, acreditar que había una oportunidad real y seria
por [o general, sus apltcaClones son mucho mas ngurosas que [as del Tribuna[ de obtener una ventaja es exactamente probar (directamente y no
Supremo, se acogen decididamente a la teoría ontológica!. Así, ~n particular, el mediante una presunción) el nexo ,causal del que deriva la responsa-
Consejo Consultivo de Castilia-La Mancha afirma que [a doctrina de la pérdida bilidad del abogado" . ,1
de .oportunidad "sustituye la reparación de un daño no probado por la de un
dano que no consiste en otra cosa que en la pérdida 'd~ una posibilidad de Estoy de acuerdo en que un abogado, siempre que olvida recurrir
curación" (Dictámenes 173/2007, 91/200S y 199/200Sj. !:sta idea se presenia
a veces de manera más precisa: "10 que debe ,ser objeto ~e reparación" es no
la sentencia desfavorable para los intereses de su cliente, produce
el daño real padecido, sino "la pérdida de la oportunidad! o de [a probabilidad . un .daño moral, por. frustración de aspiraciones de .defensa, Pero la
d~ que con un diagnóstico efectuado de conformidad cJn ias pruebas y aná- reparación de este daño no debe encauzarse a través de la doctrina
[¡SlS que una adecuada lex arti, imponfan, se hubiera pr9ducido un resullado de la pérdida de oportunidad: ,Constituye la lesión de un bien de la
fmal distinto y más favorable a [a salud del paciente" (¡jic,táme~es 173/2007 y
91/2008) '.', I c.j . - ",' ---..
26 Porsu a~p[io arraigo, es difícilprescin?ir de [? denominacion "pérdida de opor- nada (responsabilidad proporcional por causalidades sólo posibles), Pero, quizá,
tunidad asignada a la,teoría que esla canalrzando el sub¡istelna de ni todo ni su superación podrla contribuir a aclarar [os términos de ese debate.
,.
,
. i ..
~ RESPONSABIUDAD PROPORCIONAl COMO RESPUESTA A lA tNCERTIO,UM8RE CAUSAL: ¿PROBLEMA DE LUIS MEOINA AJ...coi
DAÑO, DI:: CAUSA O DE PRUEBA? ¡ . !.
personalidad que debe indemnizime con indeJjlendencia de la mayor' . ventaja a la que,tal oportunidad se orienta teleológicamente. En defi-
o menor probabilidad de victoria en el procesb que no fue. Por eso,.' nitiva, parece;admitir, en consonancia con las teorías ontológicas, que
junto a la compensaoión de este daño moral,!puede acumularse lá •. una cosa es la pérdida de una ,posibilidad de curación que sacrifica
indemnización de losldaños derivados de la falta de satisfacción de el médico negligente que Idiagnostica erróneamente la enfermedad, y
la pretensión; indemnización que habrá desJr tOtal si la probabili- . otra el menoscabo fisiológico que, quizá, habría podido evitarse con
dad causal (id'est: el ~gradode prosperabilidaq del recurso) alcanza' un tratamien\o adecuado,Y tempestivo; que una cosa es la pérdida
1, .
el umbral (máximo) de certeza (doctrina causal clásica: todo o nada); de una posibilidad de victmia que sacrifica el abogado negligente que .
¡ I
o parci~1s.isupera s~lo un umbral (mínimo) ¡de seriedad (.~octrina . . no interpone el recurso; y otra la pérdida del beneficio (normalmente
de la perdida de oportumdad: ni todo ni nado). ,Es la solUClonque, • patrimonial) que habría podido conseguirse con' una sentencia favo-
a mi modo de ver, debería aplicarse en otros casos, como los de au- . rable. En efecto, GASCÓNiABELLÁN distingue dos causalidades, la que
. '.sencia de consentimiento informado. La falta Ide información sobre" liga el hecho ¡ilícitocon ádaño final incierto (consecuencia jurfdica)
los riesgos aparejados a una intervención o lj'atamiento genera un : . y la que vincula el hecho. ilícito con la pérdida de la posibilidad de
,
;
daño moral sustanciado en la lesión del deredho del paciente a au- evitarlo (hecho base). Conforme a su planteamiento, la afirmación de
,,
,! todeterminarse; y si rJsulta, además, que es pbsible que el paciente la segunda pasa por apreciar la existencia de la primera. Pero, según
hubiera rechazado el tratamiento en que esos iriesgos se desencade- .
!I¡, naron efectivamente, procedería reparar también (total o parcialmen- •
hemos razanadó ya, no puede ,admitirselógicamente la existencia de
la pérdida de¡una oportunidad'como un daño autónomo, La chance
¡l.
¡:' te, según se' supere e'l¡umbral máximo de certeza o el mínimo de como bien (personal o patrimonial) no existe; es sólo el artificio al
r 140 seriedad) las lesiones físicas producidas. Así laS cosas, la reparación que acuden las teorías ontológicas para ocultar la quiebra del dogma 141
':'. del atentado al'derechb de defensa del particul$r o a su capacidad de causal que supone la reparación parcial de un daño incierto (pero de
<:1i~ autodeterminación no' se encauza a través de la teorfa de la pérdida causalidad posible). De este modo, la formulación de GASCÓN ABELLÁN
¡: de oportunidad ni implica
. la validez parcial de lbs
.
teorías ontológicas. constituye una concesiók difícilmente aceptable a las teorías onto-
.,1
1 . Discrepo, consécuente'mente, en este punto. I lógicas oun~ iautologlai: Porque, si admitiéramos que la profesora
lO.
j' I I castellano-manchega pa~e ~e 'que la única causalidad posible es la
La profesora de lalUniversidad de Castilla-lb Mancha realiza una referida al daño real, resultaría que el hecho base del que la norma
11 segtmda concesión a !las teorías {lntológicas quando afirma que la éxtraería la conclusión probatoria serí~ el mismo que el hecho resul-
l'.1
'1 doctrina de la pérdida de oportunidad puede iryterpretarsecomo una tante incluido en la consecuencia jurídica, Se trataría de una presun-
li presunción legal iuris tantum de causalidad enlla que el hecho base ' ción de, causalidad que exigiría .Ia prueba de la causalidad, lo que
es: "1) había una oportunidad real y seria de eyitar el daño; y 2) esa : constituye,una posición Ipgi~amente inconsistente, Hay, no obstante,
II oportunidad se perdió! a causa del comportami'ento del agente"; y la una lectura alternativa dela"posición defendida,por GASCÓN ABELLÁN
consecuencia jurídica gerivada es que "debe PTesumirse que (o,sea, que deja de sustantivar el concepto de oportunidad sin incurrir en ar-
debe actuarse 'como si' estuviera probado que) el comportamiento gumentos ,tadtológicos. Conlorme a ella, el hecho base del esquema
. del agente causó el daño; es'decir, debe imputarse responsabilidad al presuntjvo pro~ueSto serla, ~implemente, la prueba de que había una
agente y reconocerse ~na indemnización". Es1eIplanteamiento presu- probabilidad no desdeñable de causalidad, que supera el estándar
pone, a mijuiCi<;l,
una ~oción sustantivada de olfortunidad como bien mínimo desE!rietlad sin alcanzar el nivel máximo de certeza. Según
en sí mismo, cuya pérdida puede distinguirse clmceptualmente de la , .: ~ .I I :, i '
I
LA RESPONSABILIDAD PROPORCIONAL COMO RESPUESTA A LA INCERTlDUM.J, CAUSAL: ¿PROBlEMA DE
DAÑO, DE CAUSA .0' DE PRUEBA? . l. . LUIS MEDINA ALCOl
• I •
esta relecturF' el Derecho asociaría a esta prueba la consecuencia de los servicios postales28, que reitera el contenido del artículo 63 de la
que debe attuarse como si la causalidad estuvie~a demostrada (es derogada Ley 48/1998; art.213 de ~LeyForal 6/2006, de 9 de junio,
decir, como si la probabilidad causal hubiera sUP1radó:el umbral de de Contratos Públicos29; también d~terminados textos 50ft [aw: art.
cerlidumbre). Pero tampoco acaba de convencerr¡¡e esta explicación 7.4.3 Principios UNIDROIT30;arto163, Parte General del Código Eu.
de la doctrina de la pérdida de oportunidad, segÚt razono después.
3. RlESPONSABILIDAD
CAUSALIDAD
PROPORCIONAl. tI TI,ORÍA DIE LA
28 "(... ).2. Para que proceda la indemn~ación se exigirá que se haya probado
que ha habido iníracción de lo dispuesto en la presenle Ley y que el reclaman-
te hubiera tenido una posibilidad real ae obtener el contrato si no se hubiera
, cometido tal infracción. (... ).4. La indemnización deberá cubrir cuando me-
i nos los gastos ocasionados por la preparación de la oferta o la participación en
3.1: La teoría de la causalidadProba.biUYiW . el procedimiento de contratación". Si 5:e compara el tenor de este artículo con
ei del mencionado artículo 2 de [a Directiva 92/13 que transpone, se constata
A mi JUICIO,al menos en el Derecho espanol, Rueden evitarse las una diferencia destacable. El precepto comunitario no afirma expresamente
~. ficciones que, en la actualidad, sostiene la mayor p~rte de los autores que, en presencia una posibilidad real de adjudicación, deben indemnizarse
- y juzgadores para encubrir que la teoría de la ch9nce se enfrenta a parcialmente l()s ganancias dejadas d~ obtener. Se limita a concretar que en
(c: la teoría general de la causalidad. Basta fijarse en \asnormas en que estos supuestos han de abonarse los gastos de preparación de la oferta y par-
ticipación en el procedimiento. La regla ha sido significativamente matizada
__está cons~grada y con;tatar que allí no se dice queiprocede indemni.
en la Ley española, que estahlece que', cuando el perjudicado. tuviera posibi-
142 ~._zar a la vIClimaque solo acredita una causalidad ?Implemente POSI- [idades reales de obtener el contrato, la compensación deberá cubrir cuando
";'ble porque sufre un daño moral o porque pierde ~na cosa integrada menos los gastos ocasionados por la prkparación de la oferta o la participación
143
.~previamente en su patrimonio jurídico (art. 2.7 Dirrctiva 92/13/CE"; en el procedimiento de contratadón, Ese cuando menos encierra la idea de
",'art. 112 Ley 31/2007, de 30 de octubre, sobre ¡:jrocedimientos de que la reparación que se conceda a qujen pierda una posibilidad real de v¡ct~-
ria puede incluir porte del beneficio mito que la ejecución del contrato habna
, contratación en los sectores del agua, la energía'i los t:ansportes y
reportado. Ese más que puede abarcar ,la reparación puede corresponderse, en
definitiva, con un porcentaje del lucro i"obtenido (el denominado beneficio in-
¡
dustrial, que la jurisprudencia española suele idenlificar con el 6% del Importe
del contrato previsto).
27 "Cuando una persona interponga una demanda P?r dañps y peljuicios por los
29 "1... ). 3. En los casos en que la reclaníadón fuera estimada, se haya iniciado
!.
gastos habidos en la prepar~ción de una oferta. o I~ parl;j~ipación en un proce- [a ejecución del contrato y mediaren razones técnicas o de equidad que hagan
d¡rnlento de formahzaClon, umcamente se le eXIglra que pruebe~queha habido
d€saconsejable dejar sin efecto I,a adjtl~icación, la entidad cont~~tante
podrá,
violación del Derecho comunitario en materia de formali?ación de contratos o
con carácter excepcional y de forma motivada, sustituir la ejecuClon de la reso-
de las nOrmas nacionales que transponen este Derecho, ~ que hubiera tenido
lución adoptada por la Junta de Contratación Pública por la concesión de una
una posibilidad real de obtener el contrato, posibilidad que se ha visto com-
indemnización de. daños y perjuicios. 0a indemnización deberá tener en cuen-
prometida debido a esa violación". El mand~ío cohone~ta con lo establecido té la posibilidad real de que el reclama~le hubiera obtenido la adjudicación de
en el undécimo Considerando, que señala: "Cuando una persona presente
no haber mediado la infracción y deberá cubrir, al menos, los gastos ocasiona-
una demanda de daños y pe~liicios por lós gastos realizaclos con ocasión de [a .
dos por la preparación de la oferta o la participación en el procedimiento de
. preparación de una alerta o de la paliicipación en un.pro~edimi~nto de lorma-
licitación".
liiación de un contrato, no se le exigirá, para obtener el ¡eembú/so de dichos
30, "Ceftéiá aél í:Iilñó..Só[o es reparable eI:pe~uicio'qúéséestablece con un grado
gastos, que pruebe que en ausencia de esta violación se '1ehabría adjudicado
razonable de. certeza, aunque sea futur~. La pérdida de una oportunidad pue-
I el canrratd'. . I .
I I de ser reparada en la medida de la probabilidad de su realización. El perjuiciO
,
!
I
I
I
I
LA RESPONSABILIDAD PROPORCIONAL COMO RESPUESTA A LA INCERTlOYMBRE CAUSAL: ¿PROBLEMA DE LUIS MEDINA ALCOl
DAÑO, DE CAUSA O DE PRUEBA? !
,,
¡
!
ropeo de Contratosl1; y las Leyes reguladoras de responsabilidad por' recho español, la dificultad es concretar hasta qué punto el recurso
daño causado por mie,n:broindeterminado de ~Up032),Talesnormas. a la analogí~ permite aumentar el inicialmente estrecho campo apli-
, , ,_ I
quieren, sencillament~,!que en los supuestos ~e hecho tomados en cativo de la doctrina de la cipdrtunidad perdida y la concepción cau-
consideración su~a la;responsabilidad, aunqu~ no pueda reputarse sal probabilística que lleva incorporada. El problema consiste, pues,
alta la probabilidad de que, sin la acción ilícita (o con la conducta en de!erminarsi (y hasta qué punto) cabe proyectar el principio de
debida omitida), el daño dejara de producirse, De este modo, esas causalidad probabilística que la ley ha sancionado para un caso a
reglas establecen un $istema alternativo de imputación causal que supuestos imprevistos en que resulta igualmente imposible conseguir
deja de basarse en lalidea de que la causalid~d 'es o no es (todo o el grado de certeza quede ordinario es preciso' para tener por cierto
nada), según,se super~ ,ono un umbral de certJza radicado en la alta el hecho causal y ordenar ia reparación total de pe~uicio ocasionado.
probabilidad. Se trata de un régimen especial d~ imputación probabi-
. listieaque da entrada 'a la virtualidad de una c1ausalidadmeramente Desde luego, facilitaría,'la'labor del intérprete una reforma legal
posible y que permite; la reparación parcial del,un daño. ~ventual sin que estableciera con carácter general los supuestos en que procede
negarle fIcliClamenteesta calidad, Planteada aSila cuestlon en el De- brindar indemnizaciones pa,rcialesante causalidades sólo posibles. A
I I
tal efecto, deberían po~derarse los resultados que arroja el análisis
económico del Derecho, tanto a favor como en contra de un sistema
cuyo importe ro pued~, '!determinarse con un grado s;uficientede
i
certeza, ha de
de responsabilid"d proporéional o probabilística33.Pero lasreformas
ser valorado según la ?iscreción del tribunal.", I
31 "Daño patrimonial resarcible. L El daño patrimonial resarcible comprende: al
que se proyectende ninguna manera pueden basarse exclusivamente
144 , ,
Tanto la pérdida sufrida, bl como el lucro cesanle, qpe el acreedor podla razo- en parámetros de eficienci~,económica y prevención. La proliferación 145
nablemente esperar, s~gúnel curso ordinario de lasjcosas teniendo en cuenta y consolidación de mecanismos de facilitación probatoria y técnicas
las circunstancias parti,cularesy las medidas que ha¥a adoptado. Forma parte de reparación proporci9,nal en ausencia de prueba del nexo causal
del lucro cesante la ~r?ida de oportunidad de ganpncia que puede conside- tienen que ver fundamentalrJente, en realidad, con "Igo tan relevante
rarse -<:on certeza razonable- ocasionada y que debe evaluarse en función del
momento delincumpli,,:,iento o de la mora, (... r, ; . ' . como evanescente y difícilmente mensurable: la transformación de
32 La singularidad de eSI~¡tipode casos estriba en qui se sabe que sólo uno de la sensibilidad justlcial, que ya no tolera que sólo la causalidad cum-
los miembros del grupo causó el daño, pero se des~onoce exactamente cuál, plidamente acreditada encienda la,mecánica de la responsabilidad.
por lo que, en rigor, np,hay concurrencia causal. 4 solución jurisprudencial, y es que, tal sensibilidad, encauzada a través de pronunciamientos
con reflejo en varios t\"'tos legislativos ILeyde Ordlen~ción de la Edificación jurisprudenciales, estudjos i:loctrinale¿y medidas legislativas, obliga
(art. 17.31 y Leyes de Icaza nacional (art. 33.51, aragonesa (art. 71.4), canaria
' ,
(art 32,4 párr, 2°), cá~tabra (art. 63.41 y riojana (artl 18.2 párr. 1)] consiste en a admitir que, de la misma manera que la causalidad perfectamente
imputar a cadi) uno deil9s partícipes la totalidad del rpenGscabo, debiendo, por
tanto, responder solid~~amente frente a la ví¡;jjma; y admitiendo que, dentro
de la relacián1intema ;que vincula a los distintos d~ud.orfls, la indemnización 33 Cfr, D, liAYE, "Thelimits Óf !he Preponderance"of !he 'Evidence Standard:
se distribuya ~nlre ell9s en función de las probabilidades de que fueran los Justifiably Naked Slatistical Évidence and Multiple Causation ", Am. B. Found,
causantes, Como, Porllo general, no hay elementgs de 'juicio que permitan Res. Jouma/, 2/1982, pp, 487-516; S. SHAIlELL,Economié ana/ysis of ac-
calibrar la entidad de la probabilidad causal de cada miembro, lo normal es . cldenl faw, Cambridge, Harvarcl Univ. press, 1987, pp. 115-117; J. MAKDISI,
que se repartan la ind~rpnización a partes iguales, ~e impone, pues, también "Proportiqnalliability ...,'cii.,'pp: 1063-1101; S. LEVMORE, "Probabilistic Re-
, en este caso, una regla oe indemnización proporcioral para afrontaron caso coveries,'Hestitution, anO Recurring Wrongs", JouriJo/ Legal Stud" núm. 19,
de incertidumbrecausi)1. . . I
1991l, pp. 705-707.
1:.'
, I
i
LA RESPONSABILIDAD PROPORCIONAL COMO RESPUESTA A LA INCERTIOUMfRE CAUSAL; ¿PROBLEMA DE
LUIS MEOINA Alcoi
OAt'lO, DE CAUSA O DE PRUEBA? l' ' .
demostrada genera una responsabilidad "total",~or d!daño causado,' direet~mente propo~cional al grado de probabilidad de haber evitado
la Simplemente posible puede ¡m algunos casos ~eneiar una respon- el daño e inversamente proporcional al grado de probabilidad de que
sabilidad "parcial" por la posibilidad del daño caiJsad<;>34,
En lugar de el daño se haya debido a otras causas'"
acudir a ficciones o estratagemas jurídicas, debJ recdnocerse que la
teoría de la chance ilumina,una regla de resporifabilidad proporcio- El primer argumento expresa, sintéticamente, el núcleo del pen-
nal en virtud de la cual el agente dañoso indemriza, no por el daño samiento de la profesora castellano-manchega en relación con la
que ha causado, sino, simplemente, por el dañp que posiblemente doctrina de la pérdida de oportunidad, y a él nie referiré con, más
causó3S Se trata, en definitiva, de una redefinici<óndel concepto clá- detenimiento después. En todo caso, desde ya admito parcialmente
¡, sico de causalidad que prohíja las ideas de "caushlidad
, sospechada" , la excepción. La expresión de mi planteamiento puede conducir a la
"causalidad probabilística", "porcentajes de caus~lidad", "causalidad tesis completamente equivocada de que hay un nuevo sistema causal
L
í de proporciones" o "causación probable", ligad~s a las de "repara- que sustituye por completo al viejo; que el sistema de imputación pro:
1: ción proporcional" o "responsabilidad parcial", , I
Por eso no parece
I babilística arrumba con el modelo 'causal tradicional de todo o nada.
exagerado afirmar que esta severa transformació~ expresa un cambio y no es así en absoluto. Hay un cambio de paradigma porque hay la
de paradigma en sentido técnico, I alteración radical de nuestras convicciones tradicionales en materia
I
de causalidad. Pero el efecto no es la sustitución de un sistema por
GASCÓN
Este planteamiento no acaba de convencer alla prpfesora MARINA
A8ELLÁN, Señala, en primer lugar, que el problema de la doc-
airo, sino la complicación y el enriquecimiento de nuestros mode- 1
los de imputación causal. El todó o nada (la responsabilidad total
146 r trina de la pérdida de oportunidad es más un pro~lema:de prueba que ante probabilidades causales que superan un determinado estándar '147
:<; de causalidad, En definitiva, que d cambio de paradigma va referido, máximo de certidumbre) sigue siendo una regla elemental aplicable
!t. no tanto a las concepciones cau,sales.particulanislcom? a las concep- en la generalidad de los supuestos. Pero, en la actualidad, rige tam-
cIones probatonas generales. 't esgrIme, en segundo, lugar, que mi bién otro sistema de ni todo ni nada (responsabilidad parcial ante
tesis no alcanza a explicar la manera en que funtiona: la teoría de la probabilidades causales que sólo superan un determinado estándar
pérdida de, oportunidad: de mi planteamiento darece colegirse que mínimo de seriedad) para algunos casos de incertidumbre causal. Es
puede darse por acreditada sin fundamentoem~írico alguno la exis- más, aunque ambos sistemas son evidentemente diferentes, no pue-
tencia dd nexo causal entre el comportamiento del agente y el daño de desconocerse su sustrato común: en ambos casos la afirmación de
producido, es decir, que puede actuar contraepisremológicamente; y la responsabilidad (total o parcial) s~ basa en una indagación racional
esto no es verdaderamente así: "La TOP ... tidne un fundamento acerca de la verdad del hecho causal. Por eso estoy completamente
empírico: presupone -podría decirse- que el gra1dode probabilidad
I
i de que el comportamiento de! agente haya sido I~causa dd daño es
de acuerdo con la profesora GASCÓN en que la responsabilidad pro-
porcional a que conduce la teoría de la pérdida de oportunidad tiene
I
!I
I
siempre un riguroso fundamento causal empírico. Lo que ocurre es
que no creo que una teoría de la causalidad probabilística como la
34J. MAKDISI,"Proporcional liability.. ,; ciL, pp. 1083-1b84. Con paretidos tér-
minos,J BORÉ, "Undemnisation pour les chancos pdrdues: une forme d'ap. que sostengo conduzca a actuar contraepistemológicamente. Al con-
I pretiation quantitative de la causalité d'un faitedommJgeabJe", Juris.Classeur trario, expresa a las claras.lanecesidad de"que el juicio"de valorqción
pér" Semaine jur., 1974, Doclr., marg.,ap. 16. I racional en torno a la existencia del nexo causal se realice efectiva-
35 J. MAKDISI,"Proporcional liabili~I... , ciL, p. 1073,' I
I
I :
,
!
I LUIS MEDlNA ALCOZ
LA RESPONSABIUOAO PROPORCIONAL COMO RESPUESTA A LA INCERTiDUMBRE CAUSAL: ¿PROBLEMA DE
, I . ,
DAÑO, DE CAUSA O DE PRUEBA? '1 ' ' . .
,. . I .
seriedad sin llegar a alcanzar el estándar (máximo) de' certidumbre' gación seria y racional en torno a la verdad del hecho causal.
,
lidad, Por eso, cuando la teoría de la oportunidfld perdida resulta , Así pues, tanto la culpa como la causalidad han sufrido o están
aplicable, la decisión final es, simplemente, el resultado' de proyectar sufriendo relevantes transformaciones catalogables como auténticos
el porcentaje calculado de probabilidad sobre el valor total del daño cambios de paradigma, Pero la dimensión del cambio no llega al pun-
que proporciona la medida exacta de la causalida~ parcial que liga el to de prescindir en absoluto de, cada uno de los elementos del viejo
hecho ilícitocon el daño y el preciso alcance tantiJ de la indemniza- sistema. Hay un buen número de constantes. Por eso, tan en contra
ción a que tiene derecho el pe~udicado como delcl responsabilidad a estoy de los planteamientos panobjetivistas favorables a un entendi-
que queda sujeto el agente (posiblemente) dañosd. miento de que la responsabilidad civil se basa exclusivamente en la
j' i existenciade un daño y de un vínculo causal, sin que cobre relevancia
En este orden de ideas, la evolución del elemento causal recuer- alguna la culpa ni cualquier otro título de imputación (planteamien_
da a la padecida por el elemento subjetivo, El patadigma clásico de to todavía dominante, en el Derecho español de la responsabilidad
¡ la responsabilidad civil era un modelo monocént~ico, que no admi- patrimonial de las Administraciones públicas); como de las doctrinas
¡,tía otro factor de imputación que la culpa, La alt~ración radical del que separan por completo el concepto de causa de la idea de verdad
'~ modelo, fruto de la evolución desde un sistema d€ raigambre penal (efltendida como grado de correspondencia), para transformarlo en
(preventivo-punitivo) hacia otro basado en la exclusiva función resar- una técnica al exclusivoservicio de lajusticia preventiva o distributiva
citoria de la indemnización, ha obligado a mconoc~r eljuego de otros (construcciones norteamericanas que afirman la existencia del nexo ¡,
'150- títulos de imputación distintos de la culpa (riesgo creado, sacrificioes- causal, no tanto porque haya uncíprobabilidad-mayor o menOf- de 151
:'pecial, incumplimiento), Pero esta evolución no ha :supuesto 1) la pre- que el sujeto agente produjera efectivamente la lesión, sino, simple-
~terición de la culpa_como criterio de imputación,q'ue sigue empleán- mente, porque se estima que de este modo se previenen más acci-
Wdose en la inmensa mayoría de los supuestos de re~pons:obilidadcivil; dentes o se distribuyen mejor los recursos disponibles).
2) ni, por supuesto, la erradicación de la exigenGiade un título de
imputación, esto es, de una buena razón que, sum~da la eXistencia a 3.2. La responsabilidad proporcional como expresión de
, del dano y del vínculo causal, justifique el surgimiento ¡~el crédito
resarcitorio. Pues bien, el modelo causal tradicionql es, asimismo, un - una metodología renovada de elaboración de teo-
sistema monocéntrico que sólo admite un sistem~ (de afirmación o rías causales •
negación delnexo causal, con afirmación o negaciÓn consecuente de
la reparación total), Pero el surgimiento de la teorí~ de la pérdida de La circunstancia de que, en la actualidad, goce de particular pre-
oportunidad (y de otros expedientes asimilables) está complicando y di~amento la doctrina de la pérdida de oportunidad (y otras que,
enriqueciendo ese modelo de imputación-causal, transformándolo en cOma la responsabilidad por cuota de mercado o por dano causado
un sistema policéntrico. Pero, también en este cas~, 1) la afirmación por miembro indeterminado de grupo, persiguen idénticos fines: pro-
de un sistema de causalidad probabilística no im~lica lá preterición porcionar tutela en casos en que no es patente la presencia del víncu-
radical del viejo sistema, que sigue valiendo para :¡amayor parte de lo.causal, reconociendo el derecho a una indemnización acomodada
los casos; 2)"ni,por supuesto, elimina la elementa)"exigencia de que a -la probabilidad de que-el sujeto agente fuera responsable) revela
las condenas de responsabilidad civildescansen sidnpreen una inda- un cambio de actitud o percepción del problema de la causalidad.
I
. I LUIS MEDINA ALcol
LA RESPONSABILIDAD PROPORCIONAL COMO RESPUESTA A LA INCERTIDUM8RE CAUSAL: ¿PROBLEMA De
, DAÑO, DE CAUSA o DE PRUE8A? i
i
, I
i, , .
I El debate causallradicional ha estado (y sigJe aún en gran parte) i , se constata, primero, que,. en determinados casos, la exigencia de la
dominado por teorías como la de la imputació¿ objetiva ysus prede- 1 prueba de la causalidaql, lejos de incrementar,exageradamente el CÍr-
\ cesaras (de la causa ptóxima, eficiente y adecJada), formuladas con culo de responsables, lo suprime totalmente; y se proponen,después,
,
i
.
la intención de 'recorülr las potencialidades aptlcativasde un sistema doctrinas y teorías que!tratan de proporcionar tutela aunque falte la
~ue, de basarse .enlaéstricta realidad causal, s, creía carentede todo ,. prueba (o la alta probabilidad) del nexo causal.
. . .. , ¡. .
hmlte. En cambio, la d\lctrina de la oportunidad perdida se formulll
para ampliar esas potéricialidades aplicativas dorq'tlese advierte que Ves que ,eldeb¡'lt~l.caus~ tradicional -en el que se insertan aún
hay casos en que resulta injusto condicionar el [surgimientodel crédi-' . las modernas , reflexiones
1-'
en torno a la doctrina de la imputación obje-
"-1 '. •
to resarcitorio a la pru~ba fehaciente (suficiente) del lazo causal. tiva- ha giradoeritorno ~uria serie de problemas que no se plantean
• .' .,,', • I '.
cómo los teóricos delberecho de daños y la bropia jurisprudencia negar relevancia jurídica ,a una causa físicaprobada. Son mucho más
han empezado a dirigit sus esfuerzos en otro sentido, movidos por un .frecuentes las sentencias,que encaran la dificultad de valorar el dato
espíritu de ampliaciónrnás que de restricción; y ello obedece, quizá, fáctico de la causalidadj'debiendo íealizar un juicio en torno a qué
al convencimiento de Rue demostrar la causalidad no es sencillo en habría ocurrido sin la intervención del hecho :ilícitoen situaciones de
absoluto. Se está tom6do conciencia de que JI juzgador no accede . precariedad informati<;la,i ..
directamente a los hedl1os;de que llega a elloJ a través de una per- . --~'
cepdón ~ue, inevitablJmente contaminadá porita subjetividad, la im-
;,.-
,~.
-"'~; Parece así que la ¡jra;)sformación ,que expresa la doctrina de la
.':'~~~~j."
perf~cclon del conociJhiento empírico, las limitaciones inherentes al pérdida de oportunidij.d e:sf)luy profunda: alcanza al método mismo
proceso y las'dificlJlta4esdef caso enjtJiciado, s~10puede expresarse
en términos de probabilidad: Se está abandoharido en definitiva
,
acerca de los','
hech6s
i
• 1
'consistente en dar
l
,
!
ft
:")¡,~.
:;~~ (
con que, hasta ahora,¡ h(lflido elaborándose los planteamientOs cau-
. i! .
. ,
sales. De manera sintética y muy simplificada pJede afirmarse que dóctrinas causales .c1ásicasse han construido desde la dogmática y
,;1:':~\ i~li~
.
~;:1
las viejas teorías causales (causalidad próxima,a~ecuada, eficiente; • "I~,
".'.'t ~~f.. si~ntan criterios con que resolver una serie de casos que a menudo
imputación objetiva) son fruto de un "pensamienlo dogmático" que ;,ij¡~I\,
;:.:~:¿
,,- ..•,
~tl~':, carecen de trascendencia jurisprudenciaL Las nuevas se están elabq-
pone el acento en la construcción de un sistemb y que, al efecto, ,-~'.
rahdo a partir de problemas reales, presentes en la actividad diaria
se fija en casos (muchas veces de laboratori03B) que ponen a prue. de los tribunales, proporcionando criterios para resolverlos. Parece,
ba las teorías esbozadas. Y, en cambio, los nuevps planteamientos en definitiva, que, en la actualidad, el método dogmático (de arriba
de la causalidad fáctica (la pérdida de oportunidad y otros, como la abajo) está siendo progresivamente desplazado por el método tópico
responsabilidad por causa anónima o la respons~bilidad por cuota (de abajo a arriba) a la hora de estructurar la reflexión teórica sobre
de mercado) son expresión de un "pensamienkl problemático" que larelación de causalidad39
! - I
:ir~i
4. RESPONSABILIDAD PROPORCIONAlL y TIEOIRÍA DE !LA
fin perseguido con los viejos planteamientos es, prevalentemente, la
PRUEBA
t construcción de una buena teoría, y, al efecto, opera una selección
'1'1 "TI,.~
i' de problemas. Sin embargo, para los nuevos, el 0bjetivo es la so[u-
,r.ción de problemas y, al efecto, opera una selecciÓn, de teorías. Las'
. ;',:.~~l~
'~.:!i:~.,
,j!tpl
4.1. El modelo cognoscitivista de fijación judicial de los 1
154 .;. 38
Ejemplos de esta naturaleza, incluidos habitualmente, (con escasas variantesl
:I~¡
~ "jj~
hechos
Según he apuntado ya, la originalidad del planteamiento de GAS- 155
'¡i ~." eÓN ABELlÁN radica, básicamente, en que trata de fundar la teoría
en los estudios sobre el nexo causal en la responsabilid~d civil. son: 1) A gas- ~ i-/¡,'.
ta una broma a B, encerrándole ,m su. habitación; B tenía previsto volar a de la pérdida de oportunidad directamente en la dogmática de la
una determinada hora, pero, como consecuencia del encierro pierde el avión
viéndose abocado a tomar el siguiente; este segundo avión "
sufre un accidente,
cae al océano y B fallece; 2) A golpea a B, que acude aí hospital para tratarse
. .-;~I . prueba, sin descender al instituto de la responsabilidad civil ni, por
tanto, a su teoría causaL La clave de la fundamentación técnica de la
i .Itf' teoría de la pérdida de oportunidad radica, a su juicio, en el rechazo
1:[ las heridas; la planta en que estaba ingresado sufre un incendio sin que B logre
.úB.'..
~! escapar de las llamas, falleciendo. btos dos ejemplos se' traen a colación para .:~t. de la concepción demostrativa de la prueba según la cual sólo hay
I demostrar la importancia d~ que una teorí~ de la causalióad jurídica encuenlre ¿ rii:, responsabilidad si la relación causal está completamente acreditada.
,I tú!: .
1~,t~ Es justamente. la revisión de este modelo y la afirmación consecuente
un criterio jurídico conque evilar que A ffisponda civilmente de la muerte de
j B, pese a que su conducta'constituye sin,lugar a dudas ~na cqndicio sine qua ':!i de un juicio al hecho basado en la probabilidad, lo que permite en-
non de ese resultado lesivo. Hay prueba de la causalidad material, pero se ',~~~: tender y fundar la doctrina de la pérdida de oportunidad. De ahí que,
afirma que el Derecho establece un criterio de reslricci~n (adecuación de la .' ~v.
¡
!
I
LA RESPONSABILIDAD PROPORCIONAL COMO RESPUESTA A LA INCERTIOLMBRE CAUSAL: ¿PROBLEMA DE LUIS MED1NA ALCOZ
DAÑO, DE CAUS:A O DE PRUEBA? : '
prueba; y de hecho la aplicación de esta doctrinb ha corrido paralela a : el grado de: verdad' del'héch'o causal es sólo 'intermedio, ni bajo ni
la apertura comentada". Por eso ,la autora critidamis planteamientos, , alto Entiendo, incluso, qu~ el problema apremiante no es extender la
orientados a larevisióh, no sólo de aquella coTi\cepcióndemostrativa i' aplicación de la teoría de la pérdida deoportLinidad, sino consolidar
1I de la prueba, sino también de la teoría de la calJIsalidaden materia de. una cultura probatoria :de argumentación racional que dé cuenta en
responsabilidad civil.lEnsu opinión, la incomp~tibilidadentre la teo- las sentencias de las razones lógicas (contrastables) por las que se
ría causal tradicional y la doctrina de la pérdida de oportunidad no estima verosímil o probable (y,por tanto, cierta) la existencia o inexis-
es tal: "No es necesario recurrir 11 una nueva teoría de la causalidad. tencia del nexo causal. Por encima de la injusticia a que a veces con-
probabilísticaalternativa a la teoría tradicionaLiTan sólo es necesario duce el todo o nada estála'de que se hurte a los ciudadanos un juicio
superar la acrítica epistemología aún imperante en el ámbito jurídico : razonado de probabilidad en torno a los elementos conducentes a las
que, no tomando nota de la falibilidad e imperfección de nuestro I conclusiones probatorias41• En este sentido, se'vislumbra en la juris-
.'
conocimiento del mundo ni en consecuencia ddI carácter meramente: .
! . .
',' .1 1 . ,,- : :
probabilístico de nuestras afirmaciones sobre el mismo, actúa como .. 41 Un ejemplo clarísimo en este sentido es la opinión que a veces merece la de-
si la certeza se alcanza'ratotalmente o no se aldanzara
I
en absoluto". : nominadi, doctrina del "juicio dentro del juicio". l.,a locución "juicio dentro del
juicio'. (triai withinthe trió!;'. proces-dans-le-procés) :no es más que una forma
Comparto las razones de fondo, de la autora, pues me adscribo plástica d" expresar la exigencia fundamental de que se aprecie el nexo causai
al modelo cognoscitivista de fijación judicial ~e los hechos que ella a través un juicio probabilístico en una concreta serie de casos de responsabili-
¡. dad civil: los que plantean las actividades forenses y, en particular, los de culpa
. ¡' ha desarrollado magníficamente en múltiples ¿ontribuciones y, entre :
.. I de abogados y prócuradores, por falta de interposición de un recurso. Cuando
ji, 156 ellas, fundamentalmente, Los heehos en el Derecho. Bases argumen- el c1iente-pe~udicado de.tanda al profesional legal negligente -reclamándole
"
.,jl" tales de la prueba, Marcial Pons, Madrid, 1999i(hay segunda edición la cantidad que habría conseguido de haber obtenido un pronunciamiento
r: ", de 2004). Tantoes asíique, buena parte de mi Ipensamiento sobre la ..' favorable" para apreCia; si hubo o no nexo causal entre el hecho ilícito (la falta
teoría de la pérdida de oportunidad está inflJido' por sus trabajos, de presenlación del recursó) y el daño producido (la inobtención de las ganan-
cias esperadas), hay que determinar la probabilidad de que. las pretensiones
I pues proporcionan urJa más amplia perspecti~a con que abordar el frustrada; hubieran sidd estimadas en el pioceso que no"tuvo iugar. En estas
, 11 I
~ problema de la prueba del nexo causal. Por eso estoy por completo hipótesis, para valorar ir ha9 o no causalidad y, en' su caso, aplicar la teoría de
I
de acuerdo en que un!imtendimi~nto cabal de Ila pérdida de oportu- .' la pérdida de oportunid~d, el órgano decisor está obligado a realizar un "juicio
nidad sólo es posible ~.través de unmoclelo p¡robiltorioque supere dentro del juicio", esto ~s; una. representación ideal de lo que habría ocurrido
tanto el subjetivismo radical como la pretensiiDnde que los hechos en el proceso que arroj<!cuáles'son las p10babilidades de que fueran atendidas
¡ . . .
las pretensiones del cliente. DiCho en otros términos, el curso de los aconte-
fija~os en el proceso sean sólo los acreditados I con absoluta certeza.
. Sólo al tomar concienba de que "en la Tierra la verdad es una cues-
cimientos que es preciso imaginar para averiguar si hubo conexión causal es
aquí el cursa de ese procedimiento jurisdiccional que na Uegó a comenzar; y.
l. I tión de grado"40puedJ entenderse una do~trina como la de la pérdi- el grado de probabilidad de' que el agente dañoso iuera causante del daño es
da de oportunidad, qJe establece una réSpuesta resarcitoriacuando el grado de prosperabilidadidel recurso que no Uegó siquiera a planteerse. Es
: I . . importanfe, pues, retener que el "juicio dentro del juicio" no es más que la apli-
I
I
40 Jerome FRANK,Derecho e Incertidumbre, 2' ed., Vad. original inglés "Short
óf sickness and death:1 a study 01 moral Responsibility in Legal Criticism", NY
Uniu. L. Reu., oel. 1951, núm. 4, C. M. Bidegain; ~ról. J. Cueto Rúa, Fonta-
mara, MexicoD. F., 1993, p 40. . I .'.
cación particular a unámbifo concreto de la realidad de la regla general de que
la certidumbre del nexo 'caliSa':se comprueba a través de un juicio pronóstico
de probabilidades en torno á si'el hecho ilícitofue cendicio sine qua non. 'Pues
bien, en el Derecho espMol.'hay una'jurisprudencia'que niega la viabilidad del
"juicio dentro del juicio':; tina jurisprudencia que no ha lomado conciencia de
LA RESPONSABILIDAD PROPORCION.AL COMO RESPUESTA A LA INCERTIDUM~R,E CAUSAL: ¿PROBLEMA DE LUIS MEDINA ALCOZ
DAÑO, DE CAUSA O DE PRUEBA 7 .
~
i
LA RESPONSA8IUOAO PROPOACIONAl",COMO RESPUESTA A LA INCERTlPUMBRE CAUSAL: ¿PROBLEMA DE ; LUIS MEOINA ALCOZ
1I
I1 DAÑO, DE CAUSA O DE PRUEBA? '
i¡
t .Abellán por proyectar sus estupendas construcciones en materia de
i prueba sobre el terreno de la responsabilidad civil.Alponer el énfasis
óptica bilateral con disminución de agudeza visuailEh ambos casos el Tribunal en la teoría de la pruepa,:más que en la de la causalidad, acierta a
afirma que la actuación de la Administración sanitaria no se ajustó al estándar introducir una serie de.,elementos de racionalidad que son funda-
,exigible de calidad: en el primero, por la ausenci~ de cámara hiperbáiica en mentales en un contexto ,como el actual en el que la mayor parte de
una zona de costa cpmo es Valencia, la no "tilización de helicóptero para el las sentencias incluye relatos fácticos inmotivados, aplicando a veces
traslado y eiretraso p~la salida de la ambulancia I En el'segundo, por la falta'
la teoría de, la pérdlda~e oPQrtunidad en supuestos en que hay sufi-
de pruebas encaminadas a verificar el diagnÓstic1 de tuberculosis y, en todo ,
caso, por la no indicaCiónde las vitaminas que hubieran podido contrarresta;' ciente prueba del nexo c1lUsa'I'U
,. '1 ••
,los efectos de las meaicinas antituberculosas, A su ~ez, en los dos supuestos se; . ': ' I
,descarta que exista I~prueba del nexo causal entrelel hecho ilícitoy el daño (la Ahora bien, ,una c~s~ es que la doctrina de la pérdida de oportu-
paraplejia y la neurit\S)porque es,posible que éste ~ubiera seguido producién'; nidad sea (deba ser) consecuente con una teoría (cognoscitivista) de
I dose, aunque la Administración hubiera achJado 40rreclamente (lransportan-'
do rápidamente al búceador a Barcelona; y diagno~licando adecuadamente la: , ;
I¡ dolencia o, al menos, aconsejando la toma de me8icinas que contrarrestaran:
! los efectos de las antituberculosas), Por eso condenhn a abonar'en concepto de indemnizaciones de manera global y a ojo. También que abuse por defecto de
I pérdida deoportunidád unas cantidades (90.000€ y 30,OOO€)notablemente la doctrina de la pérdida de,oportunidad para rebajar indemnizaciones que, en
i 'inferiores 'a las pretehdidas por los recurrentes (123,604€ y 7). En el primer rigor, deberían ser totales por haber suficientes elementos de i4icio para tener
r
¡
.r 160
caso se afirma: "Aquel principio [de reparación i~tegralJ no demanda el re-
conocimiento a favot del actor de una indemniza~iónque le satisfaga por las
por demostrado el nexo causal. De hecho, este uso abusivo se ha producido,
posiblemmte, en las dos. sentencias referidas, En' la primera el tribunal hace
suyo un informe según el cual se recupera globalmente el 71,5% de los acci-
161
secuelas que no sop6rta entre otras razones porqthe la curación nunca se en~
l
¡; dentados disbáricos sometidos a tratamiento durante las primeras seis horas, Y
cuentra médicamente 'garantizada, En otras palablas, no debe pagársele por,
I! siesta es así, pudo perfectamente afirmarse la prueba de la causalidad, pues el
¡ las dolencias' reales phdecidas a consecuencia del Jccidente disbárico sino tan
sólo por la mera posibilidad de que, de no haberselsufrido la repetida'dilación, umbral.dl~ certeza se sitúa en cifras cercanas a ese porcentaje; o pudo, en todo
i hubiera podido obte~er un resultado distinto, másl propicio y benigno", En la' caso, concederse el 71,5% del valor de los perjuicios padecidos, Nóteseque la
segunda senlencia, el Tribunal Supremo declara eh esia misma línea: "No se cantidad reconocida es eI72,B,de lo solicitado, Parece, pues, que el tribunal ha
cuantific~do la indemriización atendiendo a ese alto porcentaje de probabili-
I indemniza por la neuritis óptica que se le ocasiohó al recurrente en ambos
ojos, sino,'como hembs dicho, por la pérdida de oP9rtunidad, pues del informe dad causal. El problema es que el tribunal,debió proyectar tal probabilidad, no
'pericial practicado cabe sostener que, de habérseleladministrado vitamina B6 sobre la cantidad reclamada, sino sobre una valoración del daño padecido rea-
105resultados hubieulri podido ser otros", Hay que "alorar positivamente esta; lizada con sujeción a criterios de racionaiidad. En el segundo pronunciamiento
:sentencias, pues hacen suyo un expediente que, aLnque difícilmente compa- parece que no hay duda de que la medicina tuberculosa generó la neuritis
tible con la teoría c1~sica de la causalidad, pued~ servir para proporcionar óptica, pudiéndose afirman.el nexo causal. Lo dudoso es, probablemente, que
soluciones equilibrad~sen supuestos en que no párece justo que se condene la Administración infririgier,ala "lex artis" al aplicar un protocolo establecido y
'a la Administración d reparar totalmente un_.daño ¡que plldo no haber causa- no indicar las vitaminas que contrarrestan 105efectos adversos de la medicina
do; ni que se oblIgue a la vícllma a pechar totaimente cbn un perjuicio que antituberculosa en el escasísimo número de pacientes en que tales pueden
pudo no haber pade~ido, Y resulta comprensible ~ue a tal efecto el Tribunal: manifestarse, De hecho, la sentencia a qua no tuvo problema en afirmar el
'se acoja al artificio de' afirmar que el concepto inIJemriizado es un daño en nexo éausal, pero liberó a la Administración por entender que había actuado
'sí mismo, 'distinto del perjuicio,real, comó si la p~ibilidad de curación fuera correctamente. I
'un bien integrado en; el patrimonio personal de lalvíctima. Pero es altamente. 43 Un análi"is fino y completo de estas tendencias en supuestos de responsabi-
cntieable que, cuando el tribunal recobra la instanciá y valora el daño, deje de ' lidad hospitalaria, ClARAISABEL AsÚAGoNZÁLEZ, pérdida de oportunidad en la
acogerse a critenos !le racionalidad con que cuahtificarlo, estableciendo las responsabilidad sanitarta,l'homson/Aranzadi, Cizur Menor, 200B,
LA RESPONSABllIDI'D PROPORCIONAL COMO RESPUESTA A LA INCERTIDUMB~lE CAUSAL: ¿r'IWBLEMA DE
LUIS MEOINA ALCOZ
DA¡'i¡O, DE CAUSA O DE PRUEBA?
la prueba (como sostengo); y otra bien distinta que sea derivación de al libramiento de indemnizaciones proporcionales de las que se des-
una teoría (cognoscitivista)de la prueba (como efltiende MARINA GAS-! cu'enta~i cupo de causalidad correspondiente a lE)fuerza mayor in-
eÓN). Sin la teoría de la prueba no puede entenderse cabalmente la! terviniente. As!, en particular, cuando tal fuerza mayor tiene origen
doctrina de la pérdida de oportunidad, pero la primera no puede pori hJmano porq~e la proporciona la propia víctima (la denominada
sí fundamentar la segunda. Un juzgador adscrito al modelo cognosci-¡ "culpa de la v[~tima") o un tercero (la denominada "intervención de
tivista de fijación judicial de los hechos es capaz de afirmar la certeza: tercero)44.En el primer caso, la moderna teoría causal, con múltiples.
del nexo cau~al aunque no tenga la absoluta cerieza; puede incluso: apoyos en el Derecho positivo, establece una regla de responsabili-
razonar una rebaja del estándar ordinario de pru'eba para tener pori dad proporcional en cuya virtud el agente dalioso queda obligado
cierto el nexo causal. Pero, basándose exclusivamente
. .
en la teoría de'I al pago de un~ indemnización de la que se descuenta la cuóta de
la prueba, no puede ordenar la reparación parcial de un daño incier-¡ contribución cá,\lsalaportada por la víctima. En el segundo, rige el
to, cuando la probabilidad causal sólo supera un estándar mínimo de ¡
criterio generaíí de la solidaridad; todos los co-causantes quedan
seriedad. Para ello necesita acudIr al Derecho de: la responsabilidad I oBligados frente a la víctima a la reparación total del daño padeci- .
civile indagar si existe una norma que lo autoric~. Por eso creo que: do, pero en su relación interna funciona la regla de responsabilidad
• I
la teoría general de la prueba no puede por sr dar cuenta del funda-! . proporcional determinante de que quien abona la indemnización
mento de la doctrina de la pérdida de oportunidad, por más que ésta i pueda reclamar de los demás la parte correspondiente a su cuota
- sólo pueda entenderse en el marco de aquélla. A tal efecto, es preciso I . d~ aportación causal. Todo esto es, a mi juicio, expresión de un
acudir a la teoría general de la causalidad.. : n~evo planteamiento causal, opuesto al tradicional con su corolario
162
ddl todo o nada. Por eso, el entendimiento de las reglas de respon- 163
" y es que no puede dejar de tomarse en considetaciónque el
sabilidad proporcional establecidas para casos de culpa concursal
t; todo o nada (basado en la existencia o inexistencia de una causa-'
£: Iidad natural, real e indivisible) constituye un demento basilar de d~ la víctima e intervenciÓn concurrente de tercero es sólo posible
>" la teoría clásica de la. causalidad. Por eso su co~rección exige una
en el marco de una dogmática revisada ele la causalidad, sin que
la'teoría de la prueba tenga nada que decir. Pues bien, la regla de
revisión de esa teoría, sin que sea suficiente la alteración de nues-
tras tradicionales convicciones probatorias, Prue~ade ello es que el.
todo o nada constituye un corolario de la dogmática causal tradi- 44 Sin embargo, cuando el hecho irresistible o imprevisible concurrente no es
cional aplicado a problemas que no son probatorios; una dogmá- humano (fuerza mayor en sentido estricro, como fuel13 de la naturaleza!, sigue
tica que ha sido igualmente objeto de revisión en estos casos para imperando, al parecer, el viejo criterio del todo o nada. La doctrina jurispru-
proporcionar soluciones indemnizatorias equilibradiJs. Me refiero, denciaJ no ha previsto para estos casos una minoración de la indemnización
en particular, a los casos de concurrencia de CiJusas.La teoría triJdi- en proporción a la enodad causal de la fuerza mayor: El agente dalioso queda
obligado a abonar una compensación total, despreciándose la incidencia de la
cional obligaba a afirmar o negar enterámente I~ causalidad y, por fuerza mayor; o queda completamente liberadod. toda responsabilidad, exa-
ende, la responsabilidad, en supuestos en que una fuerza mayor (un cerbándose la importancia de la flierza mayor. Pero en estos supuestos, sería,
hecho externo a la esfera de control del agente dañoso) concurre en quizó, más razonable reducir el aleancede la responsabilidad, cama acontece
I
la producción del daño. Sin embargo, la evolución legal, jurispru- cuando las fuerzas mayores intervinientes proceden de conductas humanas
dencialy doctrinal del Derecho de daños ha matizado este planteác . (culpa de la-víctima ointervencián de tercerol ...Sobre. todas esfas cue,tiones,
MarIa MEDINAALCOZ, La culpa de la u(ctima en la producción del daño ex,
miento, introduciendo una regla de causalidad p¡¡rcial que conduce trocantmctual, Dyi<inson,Madrid, 2003. .
I . LUIS MEDINA AlCOl
LA RESPONSABILIDAD PROPORCIONAl COMO RESPUESTA A LA INCERTIDUMBRE CAUSAL: ¿PROBLEMA DE
DAÑO, DE CAUSA O DE' PRUEBA? . . .
ii
; .. responsabilidad prop0icional q~e impone lá droctrinade la pérdida' . A mi juii:ió, el punto más'fable de la tesis de Marina.Gas:ón se
.1
de oportunidad es una' expresión más de estelnuevo planteamiento., halla en la fl,mdamentadóri técnica de la regla de cuantiÍlcaClon, Me
I y su enorme relación Icon la teoría de la prueba no debería ocultar ¡
que su instauraCIónsólo es posible mediante la reVISiónde la teoría
parece evidente que el Derecho de daños, no el Derec~o probatono,
es el único que puede establecerla. Por eso, la pretenslon de la a,uto-
cau~a¡ clásica. ' :' i ra de fundar la teoría de laipérdida de oportunidad en la dogmatica
probatoria encuentra. aquÍ':una importante falla:,Me parece, que la
regla deindemnización'pri:lporcional o probabillstica constituye el
,4.2. La supues~apresunción "iuris ttin~um"de núcleo cardinal dé la teoría de la pérdida de oportumdad (su conte-
. , " . !..
. .causalidad i nido); y quesóio una teoría causal revisada puede dar cuenta de ella.
Únicamente la moderna: teoría causal puede explicar el descuento de
La posición de M~rina Gascón se concret~ en que p~ede enten- "cuotas de' incertidúmore":'en casos de pérdida de oportunidad, del
derse la doctrina de la¡pérdida de oportunidad Ipartiendo de la teoría' mismorJÍodo que fundamenta las indemnizaciones minoradas en
de la prueba, como una doble regla, de presunqiónlegal, por un lado, supuestos de culpa de Ila:víctima e intervención de tercero ..: sería
ydecuantificación, P!Jr otro. La regla de pr~sunción dispone: "Si un error reputar el cáltulo indemnizatorio como una cuesÍlon me-
había una oportunidad real y seria de evitar elldaño que. se perdió a nor. Es la actitud clásica de la jurisprudencia y de la academia que,
, causa de la actuación incorrecta del agente, y np está probado que el . centradas e'TIproblemas de culpa y de imputación subjetiva, han
'. daño se debiera a otra" causas, entonces debe presumirse que (o sea . reputado la cuestión itidermiizatoria como un problema de orden
!
"
debe aduarse "como si" estuviese probado qu~) el daño fue causado 165
164 .' ., I ! exclusivamente fáctico ,cuya solución queda al arbltno del Juzgador.
por laactúación inCorrecta del agente", Esta regla se complementa Pero tan jur.ídico es cÚanilficar una ihdemnización como apreci~r
con otra de cuantificasión, en cuya virtud debeldescontarse del valor : la existencia de culpa ..Por eso no me parece aceptable una teona
total del daño padecido
. i I
una parte proporcionalI a la probabilidad de esforzada en fundame~tar' los presupuestos de aplicación (mediante
que; en verdad, el agente no fuera autor del menoscabo padecido. la reglap~~suntilia) d~ ¡'la doctrina de la pérdida d~ oportunidad,
La autora presta mucha más atención a la regl~ de presunción que a dejando htiérfanode apoyatura a su elemento crucial (la regla de
la de cuantificación. En todo caso, a juicio de lalautora, su considera-
responsabilidad propo\cio~al). ..
ción,conjunta permite:, 1) conjurar la objeción ~ontraepistemológica;
2) aliviar, cuando no evitar, el esfuerzo por bu~car un respaldo legal . Pero es que, en mi 'opinión, no r~sultatampoco fácilmente acep-
a la doctrina de'la pérdida de oportunidad; 3) ~isualizar mejor los re- table la justificación de:la regla presuntiva. Hay que tener en cuenta,
quisitos de su' aplicación, contribuyendo de estk modo a combatir la en primer lugar, que sJiformulación se atiene a un concepto sustan-
utilizaciónabus¡'vade Ih:figura.Pero la construc~iónpropuesta puede tivado (00toI09ico) de ojJorhinidad perdida que, según hemos VistO,
ser objeto de varios reparos, y, a mi modóde yer: 1) no es la única debe rechazarse, Por eso entiendo que su formulación más acabada
que conjura la objeció" contraepistemológica; ~) no mitiga la necesi- sería: slresúltiJ acreditada una probabilidad causal que supera un es-
dad de bustar un respaldo normativo dentro del Derecho daños; y 3) tándar mÍnimb de seriedad sin superar el máximo de certidumbre;
no ayuda a visualizar m~jor que la teoiía de la dausalidad probabilís-
tica los requisitos de su:~plicación.
.
II y no está probadoque'fdaño se debiera, a otras,caus~, entonce~
debe presumirse qVe (9 sea debe actuarse como SI estuviese proba
do que) el i:lañojiJ.e causado por la actuación. incorrecta del agente.
,
LUIS MEDINA ALCOl
LA .RESPONSABllIDAD PROPORCIONAL COMO RESPUESTA A LA INCERTIDUJ8R~ CAUSAL: . PROBLEMA DE
¡,
, I
DANO, DE CAUSA O DE PRUEBA? • ¿
,-~
~~
I
Pero esta presunción legal no está formulada como tal en.las normas cl~existencia de causalidad para encender la mecánica resarcitoria;
que acogen la doctrina de la pérdida de oport~nidad, cuya estruc- ~dmite casos en que basta una causalidad posible, aunque no alcan-
turaes mucho más sencilla: el supuesto de hecho es la apreciación ce!el umbral de certeza; no exige ya, para afirmar la responsabilidad,
de la incertidumbre causal (probabilidad causal ,intermedia que sólo . i:¡~ese diga que el médico causó la muerte del enfermo al diagnosti-
supera el estándar mínimo indicado); y la conse~uen~ia jurídica es el .c~rle tardíamente la patología, si la probabilidad de que lo hiciera no
IIbramlente de una indemnización proporcionada (al grado de pro- es:alta; el sistema afirma a las claras la existencia de una causalidad
babilIdad causal), sin que en ningún momento se obligue al juzgador d(ldosa y que esas dudas justifican la compartición del peso (econó-
a afirmar la existencia de causa, sino sólo la posibilidad de su existen- mico) del daño entre las dos partes implicadas. Pero se trata de una
cia. Y es que, a mi modo de ver, la explicación:de la doctrina de la transformación que los juristas que llevan trabajando durante largo
chance en términos de presunción legal resulta un tanto forzada. Se ti~mpo con las herramientas del viejo modelo no pueden soportar
trataría, por lo demás, de una presunción legal ~iertamente extraña. fácilmente. Por eso, su esfuerzo por entrever causalidades jurídica-
Las presunciones legales cumplen la función de evitar un juicio de va- niente afirmadas en estos casos puede ser, me parece, tanto como el
loración probabilística sobre la verdad de un concreto hecho (cuando intento de la civilísticaclá~ica por afirmar de algún modo culpas en
se tiene la prueba del hecho base); pero, en este caso, ese juicio de sÚpuestos de responsabilidad objetiva. Pero creo que este modo de
valoración probabilística debería realizarse en todo caso. En primer proceder, aunque conduce a la postre al mismo resultado resarcitorio,
.lugar, porqu~ la entrada en jue~rode la presunción de causalidad pre- debe superarse. Porque, para un padre diligente que resulta conde-
supone el fracaso de la prueba del nexo de causalidad (la inexistencia nado civilmente por las travesuras cometidas por su hijo, no es lo
167
de una probabilidad suficiente porque la efectivamente hallada no mismo que la sentencia diga que responde porque ha educado mal a
~ supera el estándar máximo de certeza); y, en segundo lugar, porque, su hijo o porque no lo ha vigilado adecuadamente (por más que tales
~. para presumir el nexo etiológico, se precisa una 'probabilidad causal n~gligencias se presuman legalmente), a que declare que responde
seria, no desdeñable, que sobrepase el umbralrriínimo de seriedad. objetivamente por el riesgo que implica tener y educar a niños, que
. l'
son de suyo difícilesde controlar. Porque, para el médico que resulta
Llegados a este punto, resulta inevitable la: comparación entre condenado, no es lo mismo que la sentencia diga que responde por- .
la co~strucció~ de presuncio~es clilpabilísticas como artilugio al que que ha causado un daño (por más que tal afirmación se apoye en
.acudlan los c1aslCospara explIcar el surgimiento de responsabilidades una presunción legal), a que declare que responde porque hay una
objetivas, sin,por ello contradecir el paradigma monista tradicional, y incertidumbre causal cuyos efectos ~atrirnoniales debe compartir con
la construcClonde presunciones causales, que pa~ece un nuevo expe- la víctima. Me parece, en definitiva, que no es preciso "insultar" a los
d:ente para explIcarel surgimiento de responsabilidades por etiologías progenitores ni a los profesionales sanitarios afirmando la existencia
solo,pOSibles,Sin por ello contradecir el paradigma clásico de impu- de culpa cuando el criterio del riesgo puede fundar por sí la responsa-
taClon causaL La transformación de la sensibilidad justicial requería bilidad , o la existencia
. de causalidad cuando la apreciación mera de
el reconocimiento de responsabilidades sin culp~ (basadas en airas . ~na probabilidad causal intermedia puede justificar el libramiento de
razones o criterios), y la respuesta inicial fue acudir a la presunción una indemnización parcial4s
, de culpa.Algo,parecido puede estar ocurriendo ¡cuando se invocan'
presunciones causales: el nuevo sistema de resppnsabilidad civil no
encuentra la necesidad de que siempre haya una declaración formal 45 Esta idea, en relación con la responsabilidad de los padres por los daños cau-
I, ;
t
LUIS MeolNA ALCOZ .
~ . . '. 1
.RESPONSABllIDAD PROPORCIONAL COMO RESPUESTA A LA INCERTIDUMBRE CAUSAl; ¿PROBLEMA DE '
.¡
DANO, DE CAUSA O DE PRUEBA? ¡
I
. i .
exactamente asÍ. La p,\esunci?n legal se distingue justamente de la
, La prime\a de I~stres ventajas que, se~n MARINA GASCÓN, pro' presunción simple, entre, otras cosas, por el dato de que está legal-
,
i
. porc1ona la conflgur~~iónde la doctrina de Ila chance en clave de
ment~ estal)l~cida,No ,SQY' pa~dario de un Iiteralismoincapaz de en-
!,,
" presunción legal es I,aconjura de la objeció~ contraepistemológica. trever soluciones norm~iivas'distintas de las expresamente previstas.
Esto porque, según dice, la teoría de la pérditlade oportunidad "no Pero m~pille'ce que es,m\jchd decir que la catalogación de la doctri-
I afirma que esté probaao el nexo causal sino s610que si se dan ciertas na de la chance como' :presu~bón legal libera de una indagación de
1, CIrcunstanciasdebe aCtuarse "como si" estu~iera probado; es decir
D~re'chbp~sitivo. Porque '~n~lcosa es que la realidad del Derecho de
!.
de~e Imputarse :esPp,nsabilidad"; y porque f' esa imputación no e~
,
i
arb,trana o fictiCia:.Ir, asimilación entre la p~eba de la pérdida de
los daños y de los est~nd?re¡slprobatorios sea la de un Derecho que
j suele hacerse primero:en las sentencias y en los libros antes que en
I, op?rtunldad de eVitarel daño y la prueba del nexo causal sobre la
las leyes,,yotramuy distinta due tal circunstancia exima de investigar
1 ~u~ esa.imputación s~'basa no es claramente talsa ocon!raepistemo~ . . -. " ", ' ','~ I
hastaquépqnt6' el ordenamiento positivo vigente expresa de algún
.
! loglca,La eXistencia?e una oportunidad real ~ seria de evitar el daño . " " . I . ".
modo nuestras convi~ciones doctrinales. En todo caso, la profesora
¡ es, al men0 , un in~icio de que con una acfuación correcta (o sea,
7 Gascón aporta en est~ pun,to un interesante argUmento que, aun-
I SIna se hubiera perdld() esa oportunidad) el ~año se habría evitado,
quena llégaa convencerme;enteramente de que puede ser superflua
I
!
pues lo que slgnlf!cq,una oportunidad real y seria es que 'no hay o innecesaria la búsqueda de apoyatura legal para una presunción
¡, razone; para pensar ~ue la oportunidad no s~ hubiera aprovechado' 1: . I
paración total-)46 Pero si la pérdida de oportunidad es una doctrina' cJusalidad probabilística visualiza por lo menos con igual claridad
con "desmesurada potencialidad aplicativa" es, justamente, porque tales requisitos, tal como he razonado ya. Al configurar la incerti-
puede proyectarse virtualmente sobre todo supue,sto de incertidum- d¿mbteéausal eStricta como el supuesto de hecho de la norma que
bre causal estricta (y no sólo a los grupos ele casos en cuyo seno se prevé la consecuencia jurídica de la reparación proporcional, se cap-
ha elaborado la teoría: actividades forenses, sanitarias, deportivas y tah fácilmente los perfiles aplicativos de la doctrina. Se aplica si hay
concursos públicos, fundamentalmente)47. Pues bi~n, me parece que in~ertidumbre (probabilidad ni alta ni baja: reparación proporciona!),
el planteamiento que sostengo, al enfatizar la importancia del ancla- y no, consecuentemente, cuando hay la seguridad (relativa) de que
je legal de su respuesta resarcitoria, proporciOl)a'ciertas bases con eliagente causó el da lío (prob~bilidadalta: repamción total) o,de que
que poner coto a la doctrina de la pérdida de oportunidad. Creo, en nQpudo ocasionarlo (probabilidad baja: ausencia de reparaclon). Por
definitiva, que la extensión analógica de la ratio de las normas que 101 demás, al configurar la incertidumbre causal como el supuesto de
establecen responsabilidades sin causa (suficientemente) acreditada, hecho de la norma que establece la consecuencia jurídica de la res-
, aunque imperfecta e insuficiente, constituye, al meros, un punto de p¿nsabilidad proporcional pueden obtenerse ulteriores requisitos de
,;. partida. Sin duda, lo deseable es que el legislador introduzca mayo- . lo~que, quizá, no puede dar fácilmente cuenta el diseño de la teoría
;, res dosis de claridad en este punto (aunque sólo después de tomar d¿ la chanceen clave de presunción48
" en consideración un debate más intenso que el desarrollado hasta el
. I
momento en España; su intervención inmadura puede ser peligrosa,
i I
i 5. CONSIDERACIONES FINALES
~
por exceso o por defecto). Pero, por el morriento/los concretos pre- i
170 '.'ceptos que la establecen y su extensión analógica a otros supuestos ! Es muy probable que las diferencias de planteamiento que man- 171
,
~cauce para una definición justa y racional del ámbito operativo de la 48 La incertidumbre causal que conforma el supueslo de hecho de la norma de
'. teoría de la pérdida de oportunidad. I responsabilidad proporcional es una. incertidumbre irreversible, y ésta no se da
: cuando hay, razonablemente, la posibilidad de que después de la ",stimatio lle-
La tercera supuesta ventaja E:S que el diseño. de la doctrina de la gue a conseguirse la certeza de que el agente no causó un daño, bien porque,
chance como presunción legal permiÍe visualizar mejor sus requisi- producido éste, puede obtenerse después la reparación (u. gr" licitador que
tos y, con ello, puede atajar másefec!ivamenie su utilización abusiva I • pudo ser adjudicatario en el concurso del que fue ilegalmente excluido, pero
que puede obtener el cantrato en razó~ de la condena judicial a la repetición
por exceso (afirmando responsabilidades ante probabilidades cau-
del procedimiento), bien porque, no habiéndose producido aún al tiempo de
sales bajas y despreciables) o por defecto (rebajando responsabili- la liquidación de los dalios, puede no materializarse nunca Iv. gr., médico que,
dades ante probabilidades altas que, en rigor, deberían dar lugar a al exponer a radiación a su paciente, no causa daño alguno, pero aume~ta
reparaciones totales). Me parece, sin embargo, que la doctrina de la las posibilidades de que acontezca despuésl. Esa incertidumbre es, ademas,
intrínseca, en el sentido de que quien la propicia no puede ser la propia vícti-
ma. Consecuentemente, la responsabilidad proporcional no resulta aplicable
46 La incertidumbre causal, en ¿uanto supuesto de hecho de la norma que esta- a 1) supuestos en que él dalÍo cuya conexión causal es sólo posible aún no
blece la consecuencia de la responsabilidad proporcionai, proporciona algún se ha materializado ni a los casos en que acontecimientos ve.nideros pueden
otro criterio delimitador. 'A ellos'me refiero despUés, '. "". , razonablemente-propiciar su.reparacián,.2} supuestos en que el pe~udicado ha
47 Cfr, David A FISCHER, "Tor! recoveryfor 1055 aCá chance", WolreForest L. dejado de emplear los medios probatorios que, estando a su alcance, habrían
Reu, , núm, 36, 2001, .pp, 605,655. . .podido articular un juicio (más)' seguro en lomo a la exislencia del lazo causal.
I
,
LA RESPONSABILIDAD PROPORCION'AL COMO RESPUESTA A LA ¡NCERTIDIJ~BRE.CAUSAl: ¿PROBLeMA DE LUIS MEDINA ALCOl.
del daño (con apoyo, en su caso, en las norma~ del sistema legal de '1
valoración del perjuicio corporal previsto para accidentes de circula- 49 Los hay;,sin embargo,..,en .la doctrina legal' del Consejo Consultivo de Castilla-
ción, pero extensible a tnuchosotros supuestos)! y de una valoración , La Mancha. El entendimiento y aplicación de la teoría de la pérdida de opor-
tunidad en los dictámenes de este órgano presenta varios aspectos criticables.
racional de la probabili1dadcausal para la adecllada aplicación de la
Pero; siestas críticas pueden realizarse, es por la ciertamente encomiable vo-
doctr,inade la pérdida ~e op~rtunidad.Este últlmo.aspecto es, ami! luntad del Consejo de,~er!ebrar sus propuestas indemnizatorias aplicando cri-
juicio, fund~mental: la doctrina de ~achance se ¡realizaa través de la " lerios legales de valoráci~n d~1daño y ""presande? en porcentajes el grado de .
mulltpltcacIondel valor:total del dano por el pOFcentajede probabili- probabqid~d causal. \fr. QiCtámenes 242/2007, d~ 19 de diciembre; 91/2008,
dad causal, y todo el debate teórico en torno a klla queda completa- de 29 de. abril; y 199/2008, de 1 de octubre. . . .
. I
,
LA _RESPONSABILIDAD PROPORCIONAL COMO RESPUESTA A LA INCERTIDUMBRE CAUSAl" "PROBLE I LUIS MEDINA ALCOl
. DANO, DE CAUSA O DE PRUEBA? . ¿ MA DE
mediado el hecho ilícito,es, en walidad, un juicio normativo que mide. kmbargo no me resisto.a apuntar dos o tres cuestiones que segura-
el ~ado de correspondencia de la hipótesis de que el agente causó el m~nte están en la trastienda de nuestro disenso.
dano con la realidad objetiva. El juicio casUal es un examen sujeto a
cntenos de raCIonalidad destinado a determinar si hubo causalid d L La TOP es un asunto de prueba. El propio LUISMEDINA en-
. '1 a tiende que esta doctrina adquiere sentido como respuesta a
para a fIrmClra como cierta, si la probabilidad de que el hecho ilícito
fuera condicio sine qua non es alta o suficiente; o para descartarla por la injusta situación que se produce por la dificultad de probar
mClerta, S! tal probabilidad es baja o insuficiente. La exigencia de un el nexo causal. Otra cosa es que además pueda sostenerse -
JUICIO o calculo de probabilidad que calibre el grado de verosimilitud como él hace- que tal doclrina exige un concepto alternativo
del hecho causal es, pues, una cuestión imbuida de normatividad de casualidad. Es en este punto donde nuestros planteamien-
que: no obstante, pertenece a la teoría de la causalidad física y a la tos parecen divergir más acusadamente, pues en mi opinión
teona del conocimIento judicial de los hechos, que aportan las (va- _y esto es lo que he sostenido- la TOP es compatible con el
nables) pautas con q~e apreciar el grado de (correspondencia con la) concepto clásico de causalidad. Ahora bien, creo que la di-
verdad del lazo etIoIogIco. Es, pues, preciso relativizar la distinción vergencia es más aparente que real, pues refleja -como tantas
• en~e qUiEstio Jacti y qUiEstio iuris, porque también la del primer tipo veces sucede- un desacuerdo lingüístico. Más exactamente,
'. esta sUjeta a reglas y crilerios normativos. Es necesario, por tanto cuando yo sostengo que la TOP es compatible con el concep,
atnbulr también dignidad jurídica a la teoría de la causalidad física: to clásico de causalidad estoy aludiendo a la causalidad física,
174
encammada a avenguar SIel agente causó materialmente el daño. En
~ eS,tesentIdo, uno de los más relevantes méritos de la doctrina de la
que hace referencia a una relación de eventos acaecidos en
el mundo y que debe ser acreditada (o sea, probada) cuando "
175
:: perdida de oportunidad, en cuanto regulación jurídica de la incerti- el derecho así lo exija para que surja la responsabilidad. En
.~ dumbre, es, justamente, mostrar a las claras el carácter normativo del cambio cuando LuISMEDINA afirma que con la TOP cambia el
'" JUICIO al hech~. En este sentido, la doctrina de la chance constituye un concepto de causaiidad se refiere en realidad a la causalidad
argumento mas que, sumado a los niúltiples que proporciona la obra jurídica, o sea al concepto jurídico de causalidad que está en
de GASCÓN ABEUÁN,demuestra que los hechos son también Derecho. la base de la imputación de responsabilidad. En definitiva, la
teoría de la causalidad probabilística a la que hace referencia
el profesor MEDlNA ALcozes una doctrina sobre la imputación
de responsabilidad y no l!ina nueva teoría de la causalidad,
BREVÍSIMAS OBSERVACIONES entendida como relación física enlre dos fenómenos.
Marina Gascón Abellán
2. Sigo creyendo además que la reconstrucción de la TOP como
Los comentarios del profesor LUISMEDINA a mis observaciones una presunción iuris tantum resulta adecuada porque explica
sobre la teoría de la pérdida de oportunidad han captado admirable- bastante bien su funcionamiento y por las ventajas que ya
mente los puntos que compartimos (los más) y los puntos de disenso. seIÍalé. Y frente a ello no cabe decir que tal reconstrucción
Se ha centrado, obviamente, en estos últimos. Sus observaciones son no resulta aceptable porque dicha regla presuntiva "no está.
extensas y bien articuladas e invitan a reflexionar con calma sobre ¡orro-uladacomo talen las normas que acogen la -doctrina de
ellas. No es cosa, pues, de realizar ahora una dúplica apresurada. Sin . la pérdida de oportunidad, cuya estructura es mucho más
. I i
LUIS MEDINA ALeoz
LA RESPONSABILIDAD PROPORCIONAL COMO RESPUESTA A LA. INCERTIDUMBRE CAUSAl: -¿PROBLEMA DE
OAAO! DE CAUSA O DE PRUEBA?
,
, . . '.
. sencill~:elsupubsto de hecho es la apre:ciació~de laincerti- . cierta precisión los casos de incertidumbre causal en que pro-
" .
dumbre caúsaJ.l. y la consecuencia jurídica ,es el libramiento , cede aplicarla. Y, ,el¡criterio para cuantificar la indemnización
de una indemnización proporciC\l1al(al ¡¡(ado de probabilidad: ' . . correspondiente. ".'
causal)". Comoles obvio, la "reconstrucfión teórica" de una .
'.4, Creo que, en el:fo~do, lo que menos gusta a LUIS MEDINA de
doctrina no puede ser una simple descripción de su práctica'
l' la re~opstrucCiÓ~de 17 TOP como una nonma presuntiva es
. forense ode la I nonmati~a que la cobij~, sino que pretende
que de este ¡modo se, declara una responsabilidad con base.
avanzar un esqflema teonco que penmita dar cuenta de la
-aur¡que sea P ,tTa~ésde una presunción- en la causalidad.
misma y, alpropio tiempo, analizar mejqr sus presupuestos y
Más exactament~, lo que rechaza es que, a través de esta re-
límites,Yla rec?~strucciótide'la TOP cbmo' regla presuntiva l. ,. , '