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ELABORACION DEL PRONOSTICO DE CAMBIO

Pronosticar el tipo de cambio es muy importante para las personas y las empresas, en especial
para aquellas que importan o exportan algún bien o servicio, y por tanto tienen cuentas por
pagar y por cobrar en moneda extranjera, las que fijan sus precios en una moneda distinta de
la nacional, tienen financiamiento en dólares u otra divisa, las que realizan inversiones a nivel
internacional, o las que tienen manejos de efectivo con su matriz o filiales en el exterior.

Bajo el sistema de minidevaluaciones pronosticar el tipo de cambio es un ejercicio sencillo,


pero si el Banco Central efectivamente establece un sistema más flexible, el pronóstico del tipo
de cambio resultará un poco más complejo.

Existen básicamente dos corrientes metodológicas para predecir el tipo de cambio, el análisis
fundamental y el análisis técnico. Con relación al análisis fundamental existen dos escuelas
principales, el método de la balanza de pagos y el método del mercado de activos.

El método de la balanza de pagos se concentra en establecer las fuerzas que operan detrás de
la oferta y la demanda de divisas, las cuales determinan el tipo de cambio de equilibrio. Desde
esta perspectiva es fundamental conocer el comportamiento de variables como el déficit
comercial, el déficit de la cuenta corriente, los flujos de capital extranjero y la evolución de las
reservas monetarias internacionales, y como el Banco Central emplea estas reservas para
intervenir el mercado. Además, es necesario seguir indicadores como la tasa de crecimiento de
la economía, el gasto público y el déficit fiscal, las tasas de inflación tanto a nivel nacional
como internacional y los agregados monetarios. A su vez, son importantes distintos factores
políticos que puedan tener incidencia sobre el mercado de divisas y la economía en general.

El método del mercado de activos se enfoca en las tasas de interés relativas. Así, aunque un
país tenga un importante déficit en su cuenta corriente, si posee altas tasas de interés podría
mantener estable su tasa de cambio. Este método considera que no influyen tanto los
acontecimientos que están ocurriendo o ya han ocurrido (como en el caso del método de la
balanza de pagos), sino que es lo que se espera que vaya a ocurrir lo que afecta los tipos de
cambio.

Por otro lado, el análisis técnico se dedica a estudiar las tendencias pasadas, bajo la suposición
de que la “historia se repite”. El análisis técnico no establece relaciones de causalidad, sino que
su preocupación está en las tendencias que siguen los tipos de cambio, y se considera que el
mercado descuenta todos los demás elementos económicos y políticos. Este análisis de series
de tiempo emplea diversas herramientas matemáticas y estadísticas, como medias móviles y
secuencias de Fibonacci, y gráficas de distintos tipos. Gran parte de estas metodologías se
emplean frecuentemente en los mercados bursátiles.

En los mercados internacionales de divisas todos estos métodos mencionados son empleados
ampliamente. No existe acuerdo acerca de cuál de todos es el más apropiado, aunque a plazos
más cortos los fundamentos del mercado tienden a ser menos importantes que en los
pronósticos de plazos más largos.

El tipo de cambio ha mostrado una alta volatilidad las últimas semanas producto de las
expectativas cambiantes en relación a la política monetaria de la Reserva Federal de
Estados Unidos.
La volatilidad no beneficia ni a importadores ni a exportadores, ya que a los primeros
les afecta un tipo de cambio alto al representar un mayor costo que a veces no pueden
trasladar al consumidor final, mientras que a los exportadores un tipo de cambio alto los
beneficia debido a que reciben más pesos por los mismos dólares ganados.

No obstante, para los exportadores la incertidumbre de la trayectoria del tipo de cambio


a futuro se traduce en aplazamiento de proyectos o en cotizaciones en dólares con
mucho riesgo.

Ante este sentido nos queda preguntarnos si existe un método para pronosticar el tipo de
cambio. La respuesta es sí. Existen tres métodos de determinación del tipo de cambio.

El enfoque de flujos asume que las operaciones cambiarias se realizan como


consecuencia de las exportaciones e importaciones de un país.

Así, mayores exportaciones se traducen en una mayor oferta de dólares, disminuyendo


el tipo de cambio, mientras que incrementos en la demanda debido a una mayor
importación se traducen en depreciaciones de la divisa local.

Este método tuvo su auge en los 70s pero al aplicarlo a la realidad resulta que explica
muy poco el comportamiento del tipo de cambio, probablemente porque las divisas
también son utilizadas para realizar inversiones dentro y fuera de la economía local.

Por su parte el enfoque de activos asume que la divisa está determinada por la compra y
venta de activos, reales y financieros. De este enfoque se desprenden dos modelos: el
monetarista que destaca la importancia de la oferta monetaria y el de balance de
portafolio, en donde se agregan más variables y se asume que las personas pueden tener
preferencia para invertir en determinada economía.

Aunque este enfoque se acerca más a la realidad tampoco tiene mucha ventaja a la hora
de pronosticar el tipo de cambio, ya que los datos que utiliza son de periodicidad
mínima mensual y el tipo de cambio se mueve intradía.

El último modelo, es el de microestructura, en donde se analizan las características del


proceso de intermediación en el mercado de divisas (trading), con el objetivo de
entender la naturaleza de las fluctuaciones cambiarias en el corto plazo.

En algunos estudios con las posiciones semanales del mercado de futuros de Chicago,
se trata de explicar el comportamiento que seguirá la divisa. Existen varios artículos de
investigación que hablan de este método utilizándolo para México.
Uno de ellos, de la Reserva Regional de Nueva York realizado en el 2003, predice con
78% de exactitud los movimientos del tipo de cambio como consecuencia de los
movimientos en las posiciones netas de especuladores en el mercado de futuros.

Artículos más recientes, realizados por investigadores mexicanos, han encontrado que el
incremento en el volumen del mercado de futuros ha reducido la sensibilidad del tipo de
cambio ante cambios en las posiciones netas de especuladores, en algunos casos
inclusive las pruebas de causalidad indican un patrón al revés, es decir que las
posiciones netas del mercado de futuros es pronosticado por el comportamiento del tipo
de cambio spot.

Es evidente que falta mucho por investigar sobre el comportamiento del tipo de cambio,
sobre todo cuando tiene tantos determinantes, que al contrario de otros indicadores
económicos que tienen un determinante principal, existen muchas variables y eventos
que lo mueven y que van cambiando su importancia dependiendo del tiempo y contexto,
provocando que el tipo de cambio sea la variable más difícil de pronosticar.

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