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UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS


ESCUELA ACADEMICO PROFESIONAL DE DERECHO

DERECHO PROCESAL CIVIL II

Dr. Jesús Gino Garay Vera


o Nuevas convocatorias al remate
o Nulidad del remate
o Liquidación del remate
o Pago al ejecutante del remate
o Concurrencia al remate

Integrantes:
 De La Cruz Parco Cintia Yanet
 Jiménez Cárdenas Heidy Michelle

AYACUCHO – PERU
2017
DEDICATORIA:
Este trabajo se lo dedicamos a Dios
y a nuestros padres por el deseo de
superación y amor que nos brindan
cada día en que han sabido
guiarnos por la vida.
AGRADECIMIENTO:
Este trabajo agradecemos a Dios
por ser nuestro guía y de igual
manera a nuestro docente por su
gran apoyo y dedicación al
inculcarnos a la investigación.
INTRODUCCION

Desde los orígenes de la humanidad, los bienes inmuebles han jugado un rol
preponderante en el desarrollo de su historia. Para validar esta afirmación, solo
basta recordar la información que nos brindan los historiadores universales,
quiénes refieren que las grandes guerras suscitadas ya sea en la antigüedad o
en nuestros tiempos, siempre han sido por ganar un suelo, un territorio, un
inmueble, un predio. Así mismo, son innegables los conflictos entre hermanos,
entre padres e hijos, entre cónyuges, todo por “un espacio físico”.
La seguridad jurídica vinculada al derecho de propiedad, se convierte en
requisito indispensable para el desarrollo de los pueblos, en tanto permite crear
la certidumbre institucional que dota a los individuos de la iniciativa suficiente
para, a partir del derecho de propiedad, dar lugar a la generación de riqueza.
En nuestra sociedad contemporánea peruana ha surgido una gran
preocupación por encaminarse en un sistema de adquisición que resulte el más
adecuado para la obtención de una propiedad inmobiliaria, que sea no
solamente rentable y asequible al nivel económico del vapuleado estándar de
vida del poblador peruano, sino que garantice la consolidación de su propiedad
en el futuro, sin cuestionamiento, ni transgresión alguna que signifique el
trastrocamiento de su ulterior dominio directo y útil, cuyo derecho real se
encuentra amparado por nuestro Ordenamiento Legal Vigente con ciertos
vacíos legales en la actualidad.
La obtención de una vivienda a través del Sistema del Remate Judicial
involucra un costo que está muy por debajo del mercado inmobiliario comercial,
lo que constituye una alternativa de solución para resolver este problema
álgido, cuya preocupación sobrepasa las expectativas del Estado por mejorar
las condiciones mínimas de habitabilidad del poblador peruano en su conjunto.
Por ello, es importante analizar los factores sobre los que se desenvuelve el
Remate en sede judicial, con el fin de reconocer los requisitos para ser
considerado postor hábil, información relevante e imprescindible que debe
tener en cuenta toda persona que intervenga en un remate judicial; asimismo,
información acerca del trámite a seguir en el proceso judicial, materia del
remate a partir de la obtención de la buena pro a su favor hacia la adjudicación
del inmueble, que culmina con el cursamiento de partes judiciales al Registro
de la Propiedad Inmueble de la Zona Registral donde se encuentra ubicado el
inmueble.
Como afirma Pizarro (1991: 45), el derecho de propiedad y su transmisión, no
obstante tener vigencia desde la época del imperio romano, no han sido
difundidas para su aplicación por los operadores del derecho, en donde se
ilustre a la población sobre las bondades o ventajas de adquisición de bienes
inmuebles por medio del Remate Judicial, encontrando serias deficiencias en
su tratamiento, llegando inclusive a violar el derecho de propiedad o proceso de
transferencia de la propiedad del Adjudicatario una vez obtenida inclusive la
buena pro, dando origen a la desconfianza y falta de credibilidad en la
población para la obtención de la propiedad por medio de este sistema de
enajenación.
Castillo (2007: 67) considera que la falta de adecuado cumplimiento por parte
de los operadores de justicia de los artículos 731 y siguientes del Código
Procesal Civil que norman el procedimiento de Remate Judicial, así como los
dispositivos conexos que la rigen, la Ley No. 27728 (Ley del Martillero Público)
y el D.S. No. 008-2005-JUS (Reglamento de la Ley del Martillero Público) y
normas modificatorias y ampliatorias, Ley 28371 y Decreto Legislativo No.
1069, han determinado la afluencia del descrédito y falta de confianza para
participar como postor y posteriormente en calidad de Adjudicatario en los
Remates por mandato jurisdiccional de bienes que se ordenen llevar a cabo en
el Distrito Judicial de La Libertad.
Estos planteamientos, si bien son ciertos, también encuentran un marcado
intervencionismo del Martillero Público tipificado según la Ley procesal como el
“Funcionario encargado de efectuar el remate”, que en su condición de Órgano
de Auxilio Judicial, hace propicia en muchas ocasiones que se transgreda la
garantía de la propiedad en un Remate Judicial, por su escasa preparación
formal legal de lo que significa la concepción de una diligencia de Remate con
todos sus presupuestos fácticos y legales a ejecutar en este tipo de diligencias,
como son omisiones formales de especificación en el Acta de Remate,
consignar datos fundamentales en forma errónea, dar cuenta de su gestión
fuera de los plazos establecidos por ley.
Fue por tales motivos que realizamos+ la presente investigación en el campo
específico del Remate Judicial de bienes inmuebles, como alternativa de
desarrollo y despegue económico de nuestro país, pues gran parte de nuestra
población carece de las condiciones mínimas económicas de obtención de una
vivienda que cubra esta necesidad básica para su desarrollo social, humano,
educativo y cultural.
INDICE
CAPITULO I
Antecedentes
1. ANTECEDENTES

1.1. La venta en pública subasta en el Derecho Romano

La figura de la venta en pública subasta no es una creación del


Derecho moderno; antes bien, como nos enseña PIETRO
CASTRO1:
“El término subasta es una curiosa
supervivencia del Derecho romano antiguo,
según el cual la venta de bienes propiedad del
Estado, adquiridos por cualquier causa era
llamada subhastatio, por estar presente la
lanza (hasta) que era el símbolo de la
propiedad quiritaria.”

Siendo así, para adentrarnos en los antecedentes de la figura


objeto de estudio, necesariamente debemos hacer un ejercicio de
historia del propio proceso de ejecución en el Derecho romano,
para lo cual distinguiremos entre los grandes períodos que
pueden distinguirse en tal Derecho, a saber: el Derecho romano
antiguo (desde la fundación de Roma, 754 a. C., hasta
aproximadamente el S. I a. C.), el Derecho romano clásico (desde
el S. I a. C. hasta el S. III d. C.), el Derecho romano postclásico
(desde el S. III d. C. hasta Justiniano) y el Derecho justinianeo o
bizantino.2

a. La venta en pública subasta en Derecho romano antiguo:


el procedimiento de las legis actiones
El proceso civil romano se rige en la época primitiva por las XII
Tablas, siendo el denominado «procedimiento de las legis
actiones» (acciones de la Ley), la primera forma en que se
ordena la justicia privada bajo la dirección y control de la
autoridad estatal.

1 PIETRO-CASTRO Y FERRÁNDIZ, L., Derecho Procesal Civil, Parte Segunda, Madrid, 1966, p. 306. En este
mismo sentido, también, LUQUE TORRES, G., Las subastas judiciales. Aspectos civiles, procesales e
hipotecarios, Granada, 1999, p. 1.
2 ÁLVAREZ SUÁREZ, U., Curso de Derecho Romano, Tomo I (Introducción, Cuestiones Preliminares,
Derecho Procesal Civil Romano), Madrid, 1955, p. 4. Este autor, afirma que «el contenido de la Historia
del Derecho romano suele ordenarse en un cierto paralelismo con la propia Historia de Roma. Las cuatro
formas políticas características de ésta, a saber, Monarquía, República, Principado e Imperio, trajeron
naturalmente consigo cambios fundamentales en la organización social y económica del pueblo, en la
competencia y atribuciones de los órganos creadores de las normas jurídicas, y hasta, en muchos casos,
en la vida cultural y religiosa, con sus comprensibles repercusiones en el campo jurídico.
Una de las características fundamentales de este
procedimiento de las legis actiones, es la división del proceso
en dos etapas diferenciadas que se ventilan, la primera ante el
magistrado (etapa in iure) y la segunda ante un juez privado
(iudex unus) designado por las partes (etapa apud iudicem.

b. La venta en pública subasta en Derecho romano clásico:


el procedimiento formulario
En sus orígenes, se concibió para dar respuesta a los litigios
entablados entre ciudadanos romanos y peregrinos o de éstos
entre sí, aunque con el tiempo llegó a utilizarse para las
controversias surgidas entre dos ciudadanos romanos,
inicialmente con un carácter meramente consuetudinario,
aunque reconocido legalmente con posterioridad, a través de
las Leyes Aebutia (hacia el 130 a. C.) y Julia Iudiciorum
Provatorum (de tiempos, probablemente, de Augusto).

El procedimiento formulario se distingue por la sustitución de


tales solemnidades orales con las que se realiza la litis
contestatio, por la redacción de un documento escrito
(formula, iudicium), en el que se recoge una descripción de la
controversia y se designa al juez privado, dándole breves
instrucciones sobre cómo debe emitir su fallo en atención a la
certeza o falsedad de las alegaciones del demandante.

c. La venta en pública subasta en el Derecho romano


postclásico y justinianeo
La ordenación del sistema procesal que se va configurando en
el período postclásico y se consolida en la etapa justinianea
del Derecho romano, como indican Fernández Barreiro Y
Paricio3:
“Constituye la base del proceso romano-
canónico del período del Derecho
europeo continental intermedio, que
influye, a su vez, en la formalización
legislativa del procedimiento civil en el
momento en que se produce la
unificación del ordenamiento jurídico y
procesal en los diferentes Estados
nacionales”.

De ahí precisamente su importancia, en la medida en que el


Derecho que ahora estudiamos va a sentar las bases de toda
la evolución posterior que llega hasta nuestros días.

3 FERNÁNDEZ BARREIRO, A., y PARICIO, J., Fundamentos de Derecho Privado Romano, cit., p. 127
Y ¿cómo se llega a esta nueva fase de la historia del proceso
civil romano? Ya en el período de vigencia del procedimiento
formulario existen casos en los que el litigio no se ventila por
los cauces ordinarios, sino que en ellos el magistrado asume
todo el protagonismo, conociendo de la cuestión controvertida,
de la prueba de los hechos alegados, así como de la
resolución del litigio mediante un decreto emitido por él mismo
(sin sujeción a la legalidad procesal propia del procedimiento
formulario).
CAPITULO II
El Remate
EL REMATE
1. Concepto

El remate judicial es la forma más común de realizar la ejecución


forzada. El mismo que comprende una serie de actos sucesivos que se
inician con la tasación de los bienes afectados y culminan con la
transferencia de los bienes a quien se los haya adjudicado. Por ello, de
ninguna manera debe pensarse que el remate judicial solo está
constituido por el remate propiamente dicho (es decir, la venta judicial de
los bienes afectados del deudor), sino que comprende a su vez diversos
actos, tanto anteriores como posteriores al acto de remate, que buscan
preparar y concluir el procedimiento de remate judicial.

Así, dentro de los actos antes mencionados debemos considerar el acto


por el cual se tasan los bienes, los actos por los que se convoca a dicho
remate, la publicidad del mismo; y en general todo aquello que tienda a
la efectiva realización de la ejecución forzada, la cual solo culminará una
vez que se haya depositado la suma obtenida por el remate de dichos
bienes y la consiguiente transferencia de los mismos al adjudicatario.

Por ello, siguiendo a Eugenia Ariano Deho 4, podría definirse el remate


judicial como:
“El acto procesal de ejecución por el cual el
órgano jurisdiccional, en uso de sus
facultades de imperio, transfiere al mejor
postor el bien objeto de la ejecución, previo
pago del precio ofrecido, ello con la finalidad
de satisfacer al acreedor ejecutante y a los
acreedores concurrentes sus derechos al
crédito dinerario.”

4 ARIANO DEHO, Eugenia. “El proceso de ejecución. La tutela ejecutiva en el Código Civil Peruano”.
Editorial Rhodas. Reimpresión Mayo. Lima, 1998. Pág. 466.
El procesalista Chiovenda5 considera que:
” Cuando los bienes del deudor deben ser
convertidos en dinero para la satisfacción de
los acreedores tiene lugar la expropiación de
la facultad de disposición. El derecho de
vender, corresponde al Estado como medio
ejecutivo esto es como medio de actuación de
la ley, en síntesis para este procesalista el
remate no es un contrato de compraventa
celebrado entre el ejecutado y el adjudicatario
(el que compra) porque la compraventa es un
contrato consensual y bilateral y el ejecutado
no solo ha dado su consentimiento si no que
lo niega , se le priva de sus bienes a la fuerza,
de igual manera no puede decirse que es un
contrato entre el órgano jurisdiccional del
Estado y del adjudicatario porque aquel no es
dueño de la cosa rematada solo tiene el
derecho de disponer del derecho de propiedad
y tampoco es una compra venta entre el
acreedor y adjudicatario porque el acreedor
no es el dueño de la cosa.”

Carnelutti6 nos menciona a Guasp quien sostiene lo siguiente:


“La enajenación forzada que implica la
ejecución es por naturaleza un acto procesal,
un acto e instrucción del proceso de
ejecución, puesto que es un acto de
realización forzada”.

Eduardo Couture7 nos menciona al procesalista Calamandrei, el cual sostiene


que:
“En el caso del remate el Estado se introduce
como autoridad en la esfera jurídica del

5 CHIOVENDA, Giuseppe. “Instituciones de Derecho Procesal Civil". Vol. I. Conceptos Fundamentales – La


doctrina de las acciones. Trad. E. Gómez Orbaneja. Cárdenas Editor y Distribuidor. México, 1989. Pág.
333.
6 CARNELUTTI, Francesco. “Instituciones del Proceso Civil”. Volumen III. Trad. De la 5ª ed. Italiana de
Santiago Sentis Melendo. Ediciones Jurídicas Europa - América. Buenos Aires, 1973. Pág. 137.
7 COUTURE, Eduardo. “Fundamentos del Derecho Procesal Civil”. Reimpresión inalterada. Ediciones De
Palma. Buenos Aires, 1981. Pág. 459.
deudor para realizar actos periódicos de su
nombre”.

Para el venezolano Francisco Brice el sostiene que:


“El remate es sin duda una venta en el sentido
económico porque envuelve el traspaso de la
propiedad de un bien a cambio de un precio
pero le falta el consentimiento elemento
indispensable para su existencia, en cambio,
es un acto procesal que tiene su origen en la
propia función judicial, si el poder
jurisdiccional esta constitucionalmente
facultado para declarar, asegurar y realizar el
derecho, es claro que esta facultad debe
extenderse a todo lo que sea necesario para el
exacto cumplimiento de su función siempre
que sea concedido expresamente por la ley de
manera concreta o genérica dado el carácter
formalista del derecho y del proceso.”
Como el remate judicial constituye un procedimiento compuesto por
diversos actos concatenados, pasaremos a revisar cada uno de ellos:

1.1. Tasación
Con la tasación se da inicio al procedimiento del remate judicial.
Así, una vez que quede firme la resolución que ordena llevar
adelante la ejecución, el juez dispone la tasación de los bienes
afectados; y como dicha tasación supone un acto pericial, deberá
ser realizada por peritos especialistas en la materia quienes,
sobre la base de sus conocimientos, van a determinar el valor
actual y real del bien en el mercado. Una vez obtenida la tasación,
el juez podrá convocar a remate.8

La tasación de los bienes es dispuesta por el juez a través de una


resolución, la cual debe contener:

8 La tasación resulta ser un requisito indispensable para la realización del remate, por cuanto señala de
modo técnico el precio a partir del cual se precedería a realizar las posturas y protege los intereses tanto
del deudor como del acreedor ejecutante. La tasación es un informe técnico que implica un compromiso
con lo sostenido en él, por parte de los profesionales que lo elaboran. Por lo tanto, un documento que
contiene una información referencial de mercado, no puede ser considerado como tasación, máxima si
en este mismo documento se menciona que se “deberá practicar una valoración cuando se adjudique el
bien y se permita su inspección” (Exp. N° 1411-2002, Cuarta Sala Civil de Lima. Ledesma Narváez,
Marianella. Jurisprudencia Actual, Tomo 6. Gaceta Jurídica, pp. 806-807)
i. El nombramiento de dos peritos, y
ii. El plazo dentro del cual, previa aceptación, deben éstos
presentar su dictamen, bajo apercibimiento de subrogación
y multa (no mayor a 4 URP).

Ahora bien, existen ciertos casos en los que no se requiere


tasación, como por ejemplo cuando las partes han convenido
previamente el valor del bien o su valor especial para el caso de
ejecución forzada9. Asimismo, no se requerirá tasación cuando los
bienes afectados consistan en dinero o tienen cotización en el
mercado de valores o equivalente, ya que estos bienes no se
transfieren en remate público. En este caso, es necesario que el
juez nombre a un agente de bolsa o corredor de valores para que
proceda a vender dichos bienes.
Los peritos10 deben realizar la tasación de los bienes inmuebles
de manera individual, con vista interna en ellos. No es suficiente
hacer un estimado del valor del bien, en atención a vistas
externas o fotografías del inmueble, así como del acopio de
información documental de los Registros Públicos de Propiedad y
de la municipalidad del sector donde se ubica el predio. Se debe
ingresar al bien para corroborar la existencia de la fábrica
declarada, las dimensiones de esta, el estado de conservación,
antigüedad, ampliaciones, acabados, entre otros indicadores, para
tener mayores elementos para fijar el valor del bien. En caso,
hubiere resistencia por parte de los ocupantes del inmueble para
permitir el acceso a los peritos, el juzgado debe materializar el
ingreso de los peritos al interior del inmueble, con el auxilio de la
fuerza pública.11

1.2. Observación y aprobación de la tasación


Una vez presentada la tasación por los dos peritos, ésta será
puesta en conocimiento de las partes por el plazo de tres días, a
efectos de que las mismas puedan formular sus observaciones.
Vencido dicho plazo, el juez12 puede aprobar o desaprobar la
tasación; y, en caso de desaprobarla, ordenará que se realice una
9 Infringen el principio de legalidad si la convocatoria a remate se basa en una tasación de la ejecutante,
obviando la valorización acordada expresamente por las partes (Exp. N° 1864-95, Segunda Sala Civil,
Ledesma Narváez, Marianella, Ejecutorias, Tomo 4, Cusco, 1996, pp. 366-368)
10 Los peritos judiciales son órganos de auxilio judicial. Deben colaborar con la administración de
justicia, cumpliendo el encargo encomendado dentro de los lineamientos fijados.
No puedes variar, en bases a criterios propios, lo sentenciado y pendiente de ejecución, porque
incurrirían en responsabilidad (Exp. N° N-719-97, Primera Sala Civil, Ledesma Narvaez, Marianella,
Jurisprudencia Actual, Tomo 1, Gaceta Jurídica, p.278)
11 MARIANELLA LEDESMA NARVAEZ, Comentarios al Código Procesal Civil, Ed. Gaceta Jurídica, Primera
Edición, julio 2008, pg 576.
nueva tasación13, ya sea por los mismos peritos u otros. La
resolución que desaprueba la tasación es inimpugnable.

La norma asigna un plazo para formular las observaciones,


vencido este precluye la posibilidad del cuestionamiento, dando
paso a la aceptación tácita de los interesados y por ende la
expresa aprobación del juez.

1.3. Convocatoria al remate judicial

Para Hugo Forno14:


“La convocatoria es una oferta al público
y para ello requiere que reúna los
requisitos propios de una oferta; que sea
autosuficiente en el sentido que exprese
todos los elementos del contrato o al
menos la forma de determinarlos”.

Para Torres Méndez15:


“La subasta no puede reducirse al
esquema de oferta y aceptación. La
convocatoria es una invitación a ofrecer,
no puede ser una oferta”

Ello lo realizará a través de una resolución que, según el artículo


731 del CPC, debe:
i. Fijar día y hora en que deba realizarse el acto de remate; y
ii. Designar al funcionario que efectuará el acto de remate.

Por otro lado, adviértase que la convocatoria a remate faculta al


martillero para que se señale el lugar, día y hora. Ello se justifica
porque con el anuncio del remate se pretende dar la mayor
difusión posible a la realización de este, de ahí que se regule

12 Existiendo una tasación convencional es facultad del juez disponer de oficio o petición de parte, una
nueva tasación si considera que el valor convenido esta desactualizado, pero en la etapa dela ejecución
forzada (Exp. N° 6690-99, Sala de Procesos Ejecutivos, Ledesma Narvaez, Marianella, Jurisprudencia
Actual, Tomo 4, Gaceta Jurídica, p. 618)
13 El juez se encuentra facultado para ordenar nueva tasación, no obstante el valor convenido, si
considera que existe desactualización de dicho valor (Exp. N° 739-95, Tercera Sala Civil, Ledesma
Narvaez, Marianell, Ejecutorias, Tomo 3, Cuzco, 1995, pp. 267-269)
14 FORNO FLORES, Hugo. “La celebración del contrato por medio de subasta”, en: Themis, N° 17, 1990.
Pp. 70-76
15 TORRES MENDEZ, Miguel. “Comentario al artículo 1389 del Código Civil”, en: Código Civil Comentado,
T. VII, Gaceta Jurídica, Lima, 2006, pp. 304-309.
minuciosamente la forma de anunciar su convocatoria. Ello
posibilita además un orden en el desarrollo del remate, para
concentrar en dicho acto la totalidad de postores que estuvieren
interesados en participar o en todo caso, tener la certeza de la
ausencia de postores para declarar desierto el remate. Se recurre
a la identificación del funcionario para preservar que su
intervención este ajena a las causales de impedimento que detalla
el artículo 305° del CPC, pues como órgano de auxilio judicial
también está sujeto a las causales de recusación que detalla el
artículo 307° del CPC.16

El monto del precio una vez en poder del martillero, debe ser
consignado en el día en el Banco de la Nación.
En algunas oportunidades se aprecia adjudicaciones, de manera
irregular, a postores que en el acto no cuentan con el integro de la
postura solo con el oblaje, pero que, con sus ofertas mayores,
postergan posturas de menor monto, que si cuentan con el valor
en efectivo al momento del remate.17

En este aspecto nos encontramos ante una pregunta: ¿Cuándo el


convocante declara la convocatoria, declara una oferta o
declara una invitación a ofrecer? Torres18 al referirse a este
tema, señala que: la convocatoria no sirve para ofertar sino para
invitar a ofrecer pues, “mediante el acto de convocar solo se
difunde o publicita la intención del convocante consistente
en conseguir la celebración de un contrato, obteniendo para
si los mejores términos o condiciones. De tal manera que,
mediante la convocatoria, el convocante no tiene la
necesidad de declarar una oferta frente a la cual el contrato
se celebre ya con la postura que corresponda. Pretender que
la subasta funcione así es pretender que ella se reduzca al
escueto esquema de oferta y aceptación, lo cual es contrario
a su concepto.”

1.4. Publicidad

16 MARIANELLA LEDESMA NARVAEZ, Comentarios al Código Procesal Civil, Ed. Gaceta Jurídica, Primera
Edición, julio 2008, pg 588.
17 Véase el caso del remate en tercera convocatoria realizado por el martillero publico Ricardo Miranda
Pérez, el 24 de setiembre de 2004, en los seguidos ante el 39 Juzgado Civil de Lima, Exp N° 1222-99 por
el Banco Continental sobre ejecución de garantías0.
18 TORRES MENDEZ, Miguel. “Comentarios al artículo 1389 del Código Civil”, en: Código Civil
Comentado, T. VII, Gaceta Jurídica, Lima, 2004, p. 307.
La convocatoria a remate debe publicarse en el diario de los
avisos judiciales del lugar donde se efectuará dicho acto. El
anuncio se realizará por tres días tratándose de bienes muebles y
seis días en caso de inmuebles19. En caso de no haber diario, la
convocatoria se publicará en otro medio de notificación edictal.
Tratándose de inmuebles, además de las publicaciones
señaladas, deberán colocarse avisos del remate en un lugar
visible de los mismos, así como en el local del juzgado, bajo
responsabilidad del secretario de juzgado. En caso de muebles,
los avisos deben colocarse en el local donde se realizará el acto
de remate.

El anuncio del remate debe contener20:


i. El nombre de las partes y los terceros legitimados, es decir
el del acreedor ejecutante, del ejecutado y de los demás
acreedores que intervienen en el proceso;
ii. El bien a rematar, y de ser posible su descripción y sus
características21;
iii. La relación de las afectaciones del bien;
iv. El valor de tasación y el precio base;
v. El lugar, día y hora del remate22;
vi. El nombre del funcionario que realizará el remate;
vii. El porcentaje que debe depositar para participar en el
remate;
viii. El nombre del juez y del secretario de juzgado y la firma de
éste.
El último párrafo del artículo 733 del CPC señala que la publicidad
del remate no puede omitirse, aunque medie renuncia del
19 La ley no exige que la publicidad para la subasta pública de inmuebles sea en días hábiles. Tampoco
establece el plazo que debe mediar entre la última publicación y la diligencia de remate.
La invitación al público ofertando la venta del bien en ejecución, durante seis días, no puede constreñirse
aun plum previsto en beneficio y garantía de los sujetos de una relación jurídico procesal, como es, la
mediación de tres días entre la la notificación para una actuación procesal y su realización, pero respecto
a las partes del proceso (Exp. N° 18757-98, Sala de Procesos Ejecutivos, Ledesma Narváez, Marianella,
Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta Jurídica, p. 591)
20 Es nulo el acto de remate celebrado con avisos imprecisos y que no cumple su rol principal cual es dar
publicidad al acto. Resulta imprescindible expresar de manera indubitable el bien que se ofrece en
remate (Exp. N° 135-96, Quinta Sala Civil, Ledesma Narváez, Marianella, Ejecutorias, Tomo 4, Cusco,
1996, pp. 371-374)
21 La publicidad es el elemento esencial del remate, por tanto, debe señalarse con exactitud los datos
del bien ofertado para que ella sea conocida en toda su extensión y dimensión, con la finalidad de no
iniciar el remate, con datos falsos que induzcan a error a los postores ni al adjudicatario.
El remate por propia naturaleza es eminentemente formal y por tanto requiere estar imbuido de todas
las garantías procesales para satisfacer con equidad al mandato materia de la decisión final (Exp. N°
54069-3609—97, Sala de Procesos Ejecutivos, Ledesma Narváez, Marianella, Jurisprudencia Actual,
Tomo 1, Gaceta Jurídica, p. 539)
22 Es nulo el remate si los avisos del remate no expresan el lugar, día y hora de este (Exp. N° 1646-95,
Quinta Sala Civil, Ledesma Narváez, Marianella, Ejecutorias, Tomo 4, Cusco, 1996, pp. 369-370)
ejecutado, bajo sanción de nulidad. Ello en razón a que la
convocatoria se realiza con el objetivo de difundir el remate
judicial23.
Una vez que las personas interesadas tomen conocimiento de la
convocatoria a remate, podrán presentarse a efectos de ser
considerados como posibles postores. Para ser admitido como
postor es necesario que el interesado, antes del inicio del acto de
remate, cumpla con depositar, ya sea en efectivo o en cheque de
gerencia girado a su nombre, una cantidad no menor al 10% del
valor de tasación del bien afectado. Tanto el ejecutante como el
tercero legitimado pueden participar en el acto de remate en
calidad de postores, para lo cual están exentos de realizar el
depósito mencionado. En cambio, el ejecutado está imposibilitado
expresamente de participar en el remate como postor.
Una vez realizado el acto de remate y de haberse procedido a
otorgar en adjudicación los bienes al mejor postor, se procederá a
devolver las sumas depositadas a los postores que no fueron
favorecidos en el acto de remate.

1.5. Acto de remate


El acto de remate se realizará en el día y hora señalados en la
convocatoria. Dicho acto se iniciará con la lectura de la relación
de los bienes y condiciones del remate, continuando con el
anuncio de cada una de las posturas a medida que se realicen. El
martillero adjudicará el bien a quien realice la postura más alta,
después de un doble anuncio del precio alcanzado sin que se
realice una mejor oferta, con lo cual el remate del bien o los
bienes afectados queda concluido.
Como señala Torres24:
“Cuando una postura posterior a otra
anterior ha mejorado o superado los
términos o condiciones contenidos en esta
última, eso hace que se extinga la anterior
sucesivamente hasta que se haya una
postura que no sea superada o mejorada; la
cual será la mejor postura valida la que
deberá adjudicársele la buena pro,

23 Es procedente declarar la nulidad de remate cuando el aviso publicado no guarda relación con el
certificado de gravamen, consignado datos diferentes al título expedido por los Registro Públicos (Exp.
N° N-179-97, Primera Sala Civil, Ledesma Narváez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 1, Gaceta
Jurídica, p. 539)
24 TORRES MENDEZ, Miguel. “Comentarios al artículo 1389 del Código Civil”, en: Codigo Civil
Comentado, T. VII, Gaceta Jurídica, Lima, 2004, p. 308.
alcanzándole así la finalidad de la subasta, la
cual es la celebración de un contrato
obteniendo los mejores términos o
condiciones”.

En líneas generales es así como debe realizarse el acto de


remate. Adicionalmente a ello, nuestro CPC en su artículo 736 ha
establecido algunas reglas que deberán observarse a efectos de
realizar dicho acto:
i. La base de la postura será igual a las dos terceras partes
del valor de tasación, no admitiéndose oferta inferior;
ii. Cuando el remate del bien comprenda más de un bien, se
debe preferir a quien ofrezca adquirirlos conjuntamente,
siempre que el precio no sea inferior a la suma de las
ofertas individuales; y
iii. Cuando se remate más de un bien, el acto se dará por
concluido, bajo responsabilidad, cuando el producto de lo
ya rematado es suficiente para pagar todas las
obligaciones exigibles en la ejecución y las costas y costos
del proceso.

Una vez realizado el acto de remate se procederá a sentar acta


del mismo, lo cual será realizado por el secretario de juzgado o
por el martillero, según corresponda. Dicha acta de remate debe
consignar el lugar, fecha y hora del acto; el nombre del ejecutante,
del tercero legitimado y del ejecutado; el nombre de los postores y
las posturas efectuadas; el nombre del adjudicatario; y la cantidad
obtenida con el remate.
El acta de remate25 debe estar firmada por el juez, o en su caso
por el martillero, por el secretario del juzgado, por el adjudicatario
y por las partes, si es que están presentes. Después de ello, se
procederá a anexar el acta de remate al expediente a fin de dejar
constancia de la realización del acto.

1.6. Pago del saldo del precio y transferencia de los bienes


rematados
En este aspecto se establecen dos criterios a seguir en atención a
la naturaleza del bien rematado. Así, en caso de bienes muebles,

25 El remate constituye un acto formal por lo que el objeto del mismo debe ser expresamente indicado,
caso contrario, deviene en nulo e insubsistente el acta y el acto de remate (Exp. N° 2290-98, Sala de
Procesos Ejecutivos, Ledesma Narváez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta Jurídica, p.
580)
el pago se debe efectuar en el mismo acto del remate,
debiéndose entregar de inmediato el bien al adjudicatario, es decir
a aquel que adquirió el bien objeto por realizar la postura más
alta. Una vez efectuado el pago del saldo del precio, el martillero
procederá a depositar dicha suma en el Banco de la Nación, a la
orden del juzgado, a más tardar al día siguiente de realizado el
acto de remate, con lo cual concluye el procedimiento de remate
judicial.
En el caso de bienes inmuebles, el juez antes de cerrar el acta de
remate ordenará al adjudicatario que deposite en el Banco de la
Nación el saldo del precio dentro de los tres días siguientes. Una
vez realizado dicho depósito el juez transferirá la propiedad del
inmueble mediante un auto, el cual contendrá:
i. La descripción del bien;
ii. La orden que deja sin efecto todo gravamen que pese
sobre éste, a excepción de la medida cautelar de anotación
de demanda;
iii. La orden al ejecutado o administrador judicial para que
entregue el inmueble al adjudicatario dentro de los 10 días
siguientes, bajo apercibimiento de lanzamiento. Esta orden
también es aplicable al tercero que fue notificado con el
mandato ejecutivo o de ejecución;
iv. La orden de que se expidan partes judiciales para su
inscripción en el registro correspondiente, los cuales
contendrán la transcripción del acta de remate y del auto
de adjudicación.
El auto de adjudicación en materia de remate de bienes
inmuebles es de vital importancia por varias razones, porque con
él se da por concluido dicho procedimiento y, por otro lado,
constituye el acto por el cual se transfiere, en favor del
adjudicatario, la propiedad del bien rematado.
En caso de que el adjudicatario no cumpla con depositar el saldo
del precio dentro del plazo señalado, el juez está facultado en
virtud del artículo 741 del CPC a declarar la nulidad del remate, y
por ende convocar a un nuevo procedimiento.
Con ello el adjudicatario incúmplete se hará acreedor a una doble
sanción:
i. Perderá la suma que depositó a efectos de ser admitido
como postor, la cual será destinada a cubrir los gastos del
anulado remate, y en caso de existir un saldo, será
destinado como un ingreso del Poder Judicial por concepto
de multa;
ii. Quedará impedido de participar en el nuevo remate a
convocarse.
Además, el referido artículo señala que queda a salvo el derecho
del acreedor ejecutante para reclamar al adjudicatario incúmplete
el pago de los daños y perjuicios que se le hubiesen ocasionado
con dicho incumplimiento.

1.7. Nuevas Convocatorias


La Ley N° 27740 del 29/05/2002 ha modificado sustancialmente
los artículos 742 y 744 del CPC en relación a la forma como
deben realizarse las nuevas convocatorias por frustración del
remate a falta de postores y a la oportunidad en la que se puede
solicitar la adjudicación en pago del bien afectado.
Así, según el texto anterior del artículo 742 del Código acotado,
en caso de no presentarse postores en la primera convocatoria a
remate, se procedía a realizar una segunda convocatoria en la
cual el precio base de la postura era reducido en un 15%. En caso
de que en la segunda convocatoria tampoco se hubieran
presentado postores, se dejaba abierta la posibilidad de
convocarse nuevamente a cuantas convocatorias hubieran sido
necesarias con la consiguiente y sucesiva reducción del 15 % del
precio base anterior26.
Evidentemente dicho tratamiento representaba un grave perjuicio,
tanto para el acreedor ejecutante como para el deudor, pues
dilataba el proceso y a la vez incrementaba los gastos del mismo.
En efecto, lo único que originaba era que el bien sea vendido a un
precio exiguo, con el cual muchas veces no se llegaba a pagar el
monto de lo adeudado y mucho menos a cubrir los intereses y
demás gastos del trámite del proceso, los mismos que se
incrementan razonablemente por cada nueva convocatoria
La modificación del artículo 742 del CPC tiene por objetivo
eliminar la posibilidad de que se efectúe un ilimitado número de
convocatorias. Según el nuevo texto del referido artículo, ante la
frustración del remate por falta de postores en la primera
convocatoria, el juez procederá a convocar a una segunda
reduciendo en un 15% el precio base; y si en esta segunda
convocatoria tampoco se presentan postores se procede a
convocar a una tercera con la respectiva reducción del 15%. Si en
esta tercera convocatoria tampoco se presentan postores, el
ejecutante podrá solicitar al juez la adjudicación en pago del bien
dentro de los 10 días siguientes de frustrado el remate.
26 Dispone nueva tasación para el caso de una tercera convocatoria en la que no haya postores y que el
ejecutante no solicite su adjudicación directa.
Voto por mayoría: Dicha norma no es de aplicación inmediata incluso al proceso en trámite, por tanto,
debe ampararse la cuarta convocatoria a remate del bien de Litis (Exp. N° 965-2003, Segunda Sala Civil
de Lima. Ledesma Narváez, Marianella. Jurisprudencia Actual, Tomo 6, Gaceta Jurídica, p. 813)
En caso de no presentarse la solicitud de adjudicación en dicho
plazo, se procederá a ordenar una nueva tasación y una nueva
convocatoria, iniciándose nuevamente dicho procedimiento con el
mismo trámite antes señalado, el cual si llega a la tercera
convocatoria nuevamente sin presentarse postores ni realizarse la
adjudicación en pago volverá a ser frustrado, debiendo realizarse
una nueva tasación y convocatoria, y así sucesivamente.

1.8. Nulidad del remate judicial


La nulidad es un remedio procesal orientado a corregir las
desviaciones o errores que surjan en el camino procesal, siempre
y cuando estos surjan en el camino procesal, siempre y cuando
esos errores causen agravio para quien lo alega; esto significa
que si no hay agravio no hay nulidad.27
El principio de legalidad rige la nulidad, de tal manera que esta se
sanciona solo por causa establecida en la ley, sin embargo, puede
declararse la nulidad cuando el acto procesal careciera de los
requisitos indispensables para la obtención de su finalidad, señala
el artículo 171 del CPC.
Como el remate judicial es un acto procesal realizado por el
órgano jurisdiccional, la nulidad del mismo solo puede sustentarse
en el incumplimiento de alguno de los requisitos formales del
propio acto procesal28 y no en las normas relativas a la nulidad de
los actos jurídicos. Al respecto, el artículo 743 del CPC establece
que la solicitud de nulidad deberá ser interpuesto dentro de los
tres días siguientes de realizado el acto de remate.

27 LEDESMA NARVAEZ, Marianella, Comentarios al Código Procesal Civil, Ed. Gaceta Jurídica, Primera
Edición, julio 2008, pg 632.
28 Es nulo el acto del remate celebrado con avisos imprecisos y que no cumple con su rol principal
cuales dar publicidad al acto. Resulta imprescindible expresar de manera indubitable el bien que se
ofrece en remate (Exp. N° 135-96, Quinta Sala Civil, Ledesma Narváez, Marianella, Ejecutorias, Tomo
4, Cusco, 1996, pp. 271-374)
CAPITULO III
Adjudicación
2. LA ADJUDICACIÓN EN PAGO
En la ejecución forzada la adjudicación del bien rematado puede darse
en dos formas: en el remate o una vez frustrado éste. La adjudicación en
remate se da cuando una vez realizado dicho acto se procede a redactar
el acta de remate en la cual, entre otros datos, consta el nombre del
adjudicatario (postor a quien se le adjudicó el bien por realizar la postura
más alta).
En cambio, la adjudicación en pago viene a ser una forma accesoria de
realización de la ejecución forzada. Se realiza cuando, una vez frustrado
el remate (debido a que en la tercera convocatoria no se han presentado
postores) el ejecutante o en su caso el tercero legitimado solicita al juez
la adjudicación del bien en pago del crédito que ostenta. Para ello, el
ejecutante deberá presentar la solicitud de adjudicación en pago dentro
de los diez días siguientes de frustrado el remate 29. De no presentarse
dicha solicitud, el juez procederá a disponer una nueva tasación y
remate bajo las mismas condiciones, repitiéndose el mismo trámite
tantas veces sea necesario hasta que aparezca un postor o hasta que el
acreedor ejecutante solicite la adjudicación del bien.

En caso de que el valor del bien sea superior al crédito, el ejecutante


que ha solicitado la adjudicación del bien deberá pagar dicho exceso al
deudor dentro de los tres días siguientes a la notificación de la
liquidación de los intereses, costas y costos del proceso. En caso de que
no se cumpla con realizar dicho depósito dentro del mencionado plazo,
la adjudicación quedará sin efecto, prosiguiéndose a convocar a un
nuevo remate.

Por el contrario, si el adjudicatario cumple con depositar el monto que


excede su crédito, el juez inmediatamente procederá a entregarle el bien

29 El acreedor tiene derecho a pedir después de frustrado cualquier remate, la adjudicación de los
bienes en pago de su crédito (Exp. N° 98-14224-2122, Sala de Procesos Ejecutivos, Ledesma Narváez,
Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta Jurídica, p. 595)
mueble y, en caso de tratarse de un inmueble, a expedir el auto de
adjudicación.

CAPITULO IV
Pago
3. Liquidación

Al disponer el pago al ejecutante, el Juez ordenara al Secretario de


Juzgado liquidar los intereses, costas y costos del proceso, dentro del
plazo que fije, bajo responsabilidad por la demora.

La liquidación es observable dentro de tercer día, debiendo proponerse


en forma detallada. Absuelto el traslado de la observación o en rebeldía,
el Juez30 resolverá aprobándola o modificándola y requiriendo su pago.

Toda la ejecución tiende a lograr la satisfacción del crédito dinerario del


acreedor ejecutante. Dicha satisfacción se logra mediante la entrega de
una cantidad de dinero, que debe ser el resultado de la liquidación del
crédito los intereses y gastos procesales. Esa liquidación se practica por
el secretario del juzgado, dentro del plazo que le señale, bajo
responsabilidad por la demora. La norma no precisa el orden que se
aplicará el pago, pero tomando como referencia al Código Civil, los
intereses deben aplicar en primer orden y luego sigue el capital.

Otro aspecto a tener en cuenta es el que al haber obtenido una cantidad


de dinero luego del remate, no solo estará interesado el ejecutante sino
también otras personas como los titulares de cargas crediticias no
preferentes y el propio ejecutado. La liquidación es observable dentro del
tercer día, debiendo proponerse en forma detallada.

La liquidación que se presenta será sometida al conocimiento de las


partes para su observación, pudiendo el juez aprobarla o modificarla
según sea el caso, para luego proceder a requerir su pago.

4. Pago Al Ejecutante

30 La liquidación de intereses a que se refiere elarticulo 746 del CPC al haberse suspendido el remate
debe ser hecha porelsecretario, en el plazo que señalara el Juez.
Noresulta ajustada a derecho la liquidación de intereses practicada por el ejecutante (Exp. N° 2291-95,
Cuarta Sala Civil, Ledesma Narváez, Marianella, Ejecutorias, Tomo 4, Cusco, 1996, pp. 381-382).
Una vez realizado el remate judicial y obtenido el dinero, el juez
procederá a disponer el pago del crédito al acreedor. Para ello es
necesario que previamente el juez ordene la liquidación de los intereses,
costas y costos del proceso, lo cual debe ser realizado por el secretario
del juzgado dentro del plazo que fije el juez.
Efectuada la mencionada liquidación, la misma se pondrá en
conocimiento de las partes para que dentro de los tres días siguientes
realicen sus observaciones en forma detallada. Absuelto el trámite de la
observación o en caso de rebeldía, el juez resolverá aprobando o
modificando la liquidación y a la vez requerirá el pago.
Una vez aprobada la liquidación de los intereses, costas y costos del
proceso se procederá a pagar al ejecutante con el producto del remate.
En caso de que el bien que asegura la ejecución esté constituido por
dinero, éste será entregado al ejecutante una vez aprobada la
liquidación.
Si en el remate judicial se da la concurrencia de varios ejecutantes, se
deberá proceder a satisfacer sus respectivos derechos de la siguiente
manera:
A. Concurrencia de varios acreedores ejecutantes con derechos
distintos
El producto del remate será distribuido en atención al derecho de
cada uno de los ejecutantes. Dicha distribución será establecida
por el juez en un auto, el cual podrá ser observado dentro de los
tres días siguientes a su notificación. Si después de la distribución
existe un remanente, éste le será entregado al ejecutado.

B. Concurrencia de varios acreedores sin derecho preferente y


los bienes del deudor no alcanzan a cubrir las obligaciones
El pago de dichas obligaciones se efectuará a prorrata. Si entre
dichos acreedores existe uno con derecho preferente, el crédito de
éste será satisfecho en primer lugar y el de los otros se realizará a
prorrata.

Una vez realizado el pago íntegro al ejecutante del crédito, más los
intereses que se hubieran devengado y las costas y costos del proceso,
se habrá concluido la ejecución forzada, pues ésta ha logrado alcanzar
su objetivo primordial: la satisfacción del crédito del acreedor ejecutante
a través de la enajenación forzosa de los bienes del deudor.

La naturaleza y estado de su crédito califican la preferencia en la


concurrencia de acreedores, sin embargo, la norma en comentario
asume el supuesto de la concurrencia de acreedores sin que ninguno
tenga derecho preferente y los bienes del deudor no alcancen para
cubrir todas las obligaciones, en este caso el pago se hará prorrata. 31

CAPITULO V
Ámbito
Jurídico
31 LEDESMA NARVAEZ, Marianella, Comentarios al Código Procesal Civil, Ed. Gaceta Jurídica, Primera
Edición, julio 2008, pg 648.
Capítulo V
Ejecución forzada
Subcapítulo 1
Disposiciones generales

Artículo 725.- Formas. -


La ejecución forzada de los bienes afectados se realiza en las siguientes
formas:
1. Remate; y
2. Adjudicación.
Artículo 726.- Intervención de otro acreedor. -
Un acreedor no ejecutante que tiene afectado el mismo bien, puede intervenir
en el proceso antes de su ejecución forzada. Sus derechos dependen de la
naturaleza y estado de su crédito. Si su intervención es posterior, sólo tiene
derecho al remanente, si los hubiere.
Artículo 727.- Conclusión de la ejecución forzada. -
La ejecución forzada concluye cuando se hace pago íntegro al ejecutante con
el producto del remate o con la adjudicación, o si antes la ejecutada paga
íntegramente la obligación e intereses exigidos y las costas y costos del
proceso.

Subcapítulo 2
Remate
Artículo 728.- Tasación. -
Una vez firme la resolución judicial que ordena llevar adelante la ejecución, el
Juez dispondrá la tasación de los bienes a ser rematados. El auto que ordena
la tasación contiene:
1. El nombramiento de dos peritos; y
2. El plazo dentro del cual, luego de su aceptación, deben presentar su
dictamen, bajo apercibimiento de subrogación y multa, la que no será mayor de
cuatro Unidades de Referencia Procesal.
Artículo 729.- Tasación convencional. -
No es necesaria la tasación si las partes han convenido el valor del bien o su
valor especial para el caso de ejecución forzada. Sin embargo, el Juez puede,
de oficio o a petición de parte, ordenar la tasación si considera que el valor
convenido está desactualizado. Su decisión es inimpugnable.
Tampoco es necesaria la tasación cuando el bien afectado es dinero o tiene
cotización en el mercado de valores o equivalente. En este último caso, el Juez
nombrará a un agente de bolsa o corredor de valores para que los venda.
Artículo 730.- Observación y aprobación. -
La tasación será puesta en conocimiento de los interesados por tres días, plazo
en el que pueden formular observaciones. Vencido el plazo, el Juez aprueba o
desaprueba la tasación. Si la desaprueba, ordenará se realice nuevamente,
optando entre los mismos peritos u otros. El auto que desaprueba la tasación
es inimpugnable.
Artículo 731.- Convocatoria. -
Aprobada la tasación o siendo innecesaria ésta, el Juez convocará a remate
fijando día y hora y nombrando al funcionario que lo efectuará, de ser el caso.
El remate de inmueble lo efectuará el Juez en el local del Juzgado; y el de
mueble lo hará un martillero público en el lugar en que se encuentre el bien.
Excepcionalmente, por las circunstancias del caso, el Juez, de oficio o a pedido
de parte, puede efectuar el remate del mueble, fijando el lugar de su
realización. Si el mueble se encuentra fuera de su competencia territorial,
puede comisionar al del lugar para tal efecto.
Artículo 732.- Retribución del martillero. -
El Juez fijará la retribución del martillero público atendiendo a la naturaleza y
complejidad de la labor que haya desplegado.
Artículo 733.- Publicidad. -
La convocatoria se anuncia en el diario encargado de la publicación de los
avisos judiciales del lugar del remate por tres días tratándose de muebles y
seis si son inmuebles. Si los bienes se encuentran fuera de la competencia
territorial del Juez de la ejecución, la publicación se hará, además, en el diario
encargado de la publicación de los avisos judiciales de la localidad donde estos
se encuentren. A falta de diario, la convocatoria se publicará a través de
cualquier otro medio de notificación editar, por igual tiempo. Además de la
publicación del anuncio, deben colocarse avisos del remate:
1. Tratándose de inmueble, en parte visible del mismo, así como en el local del
Juzgado, bajo responsabilidad del Secretario de Juzgado.
2. Tratándose de mueble, en el local donde deba realizarse. La publicidad del
remate no puede omitirse, aunque medie renuncia del ejecutado, bajo sanción
de nulidad.
Artículo 734.- Contenido del aviso. -
En los avisos de remate se expresa:
1. Los nombres de las partes y terceros legitimados;
2. El bien a rematar y, de ser posible, su descripción y características;
3. Las afectaciones del bien;
4. El valor de tasación y el precio base;
5. El lugar, día y hora del remate;
6. El nombre del funcionario que efectuará el remate;
7. El porcentaje que debe depositarse para participar en el remate; y
8. El nombre del Juez y del Secretario de Juzgado, y la firma de éste.
Artículo 735.- Requisito para ser postor. -
Sólo se admitirá como postor a quien antes del remate haya depositado, en
efectivo o cheque de gerencia girado a su nombre, una cantidad no menor al
diez por ciento del valor de tasación del bien o los bienes, según sea su interés.
No está obligado a este depósito el ejecutante o el tercero legitimado. A los
postores no beneficiados se les devolverá el íntegro de la suma depositada al
terminar el remate. El ejecutado no puede ser postor en el remate.
Artículo 736.- Reglas comunes al remate. -
En el acto de remate se observarán las siguientes reglas:
1. La base de la postura será el equivalente a las dos terceras partes del valor
de tasación, no admitiéndose oferta inferior;
2. Cuando el remate comprenda más de un bien, se debe preferir a quien
ofrezca adquirirlos conjuntamente, siempre que el precio no sea inferior a la
suma de las ofertas individuales; y
3. Cuando se remate más de un bien, el acto se dará por concluido, bajo
responsabilidad, cuando el producto de lo ya rematado, es suficiente para
pagar todas las obligaciones exigibles en la ejecución y las costas y costos del
proceso.
Artículo 737.- Acto de remate. -
El acto se inicia a la hora señalada con la lectura de la relación de bienes y
condiciones del remate, prosiguiéndose con el anuncio del funcionario de las
posturas a medida que se efectúen. El funcionario adjudicará el bien al que
haya hecho la postura más alta, después de un doble anuncio del precio
alcanzado sin que sea hecha una mejor, con lo que el remate del bien queda
concluido.
Artículo 738.- Acta de remate. -
Terminado el acto del remate, el Secretario de Juzgado o el martillero, según
corresponda, extenderá acta del mismo, la que contendrá:
1. Lugar, fecha y hora del acto;
2. Nombre del ejecutante, del tercero legitimado y del ejecutado;
3. Nombre del postor y las posturas efectuadas;
4. Nombre del adjudicatario; y
5. La cantidad obtenida. El acta será firmada por el Juez, o, en su caso, por el
martillero, por el Secretario de Juzgado, por el adjudicatario y por las partes, si
están presentes. El acta de remate se agregará al expediente.
Artículo 739.- Transferencia de inmueble y destino del dinero obtenido. -
En el remate de inmueble el Juez ordenará, antes de cerrar el acta, que el
adjudicatario deposite el saldo del precio dentro de tercer día. Depositado el
precio, el Juez transfiere la propiedad del inmueble mediante auto que
contendrá:
1. La descripción del bien;
2. La orden que deja sin efecto todo gravamen que pese sobre éste, salvo la
medida cautelar de anotación de demanda;
3. La orden al ejecutado o administrador judicial para que entregue el inmueble
al adjudicatario dentro de diez días, bajo apercibimiento de lanzamiento. Esta
orden también es aplicable al tercero que fue notificado con el mandato
ejecutivo o de ejecución; y
4. Que se expidan partes judiciales para su inscripción en el registro respectivo,
los que contendrán la transcripción del acta de remate y del auto de
adjudicación.
Artículo 740.- Transferencia de mueble y destino del dinero obtenido. -
En el remate de mueble el pago se efectúa en dicho acto, debiendo entregarse
de inmediato el bien al adjudicatario. El importe del remate se depositará en el
Banco de la Nación, a la orden del Juzgado, a más tardar el día siguiente de
realizado, bajo responsabilidad. Tratándose de bien mueble registrado, se
aplicará lo dispuesto en el Artículo 739 en lo que fuera pertinente.
Artículo 741.- Incumplimiento del adjudicatario. -
Si el saldo de precio del remate del inmueble no es depositado dentro del plazo
legal, el Juez declarará la nulidad del remate y convocará a uno nuevo. En este
caso, el adjudicatario pierde la suma depositada, la que servirá para cubrir los
gastos del remate frustrado y la diferencia, si la hubiere, será ingreso del Poder
Judicial por concepto de multa. Queda a salvo el derecho del acreedor para
reclamarle el pago de los daños y perjuicios que se le hayan causado. El
adjudicatario queda impedido de participar en el nuevo remate que se
convoque.
Artículo 742.- Nuevas convocatorias. -
Si en la primera convocatoria no se presentan postores, se convoca a una
segunda en la que la base de la postura se reducirá en un quince por ciento. Si
en la segunda convocatoria tampoco se presentan postores, se convocará
nuevamente cuantas veces sea necesario, deduciéndose en cada oportunidad
el quince por ciento de la cantidad que sirvió de base de la postura
inmediatamente anterior. A partir de la segunda convocatoria se anunciará por
tres días si se trata de inmueble y por uno si es mueble. (*) (*) Artículo
modificado por el Artículo Único de la Ley N° 27740, publicada el 29-05-2002,
cuyo texto es el siguiente: “Artículo 742.- Segunda Convocatoria Si en la
primera convocatoria no se presentan postores, se convoca a una segunda en
la que la base de la postura se reduce en un quince por ciento. Si en la
segunda convocatoria tampoco se presentan postores, se convoca a una
tercera, reduciendo la base en un quince por ciento adicional. Si en la tercera
convocatoria no hay postores, a solicitud del ejecutante podrá adjudicársele
directamente el bien, por el precio base de la postura que sirvió para la última
convocatoria, pagando el exceso sobre el valor de su crédito, si hubiere. Si el
ejecutante no solicita su adjudicación en el plazo de diez días, el Juez sin
levantar el embargo, dispondrá nueva tasación y remate bajo las mismas
normas. La segunda y tercera convocatoria se anunciará únicamente por tres
días, si se trata de bien inmueble y por un día si el bien es mueble."
Artículo 743.- Nulidad del remate. -
Sin perjuicio de lo dispuesto en el Artículo 741, la nulidad del remate sólo
procede por los aspectos formales de éste y se interpone dentro del tercer día
de realizado el acto. No se puede sustentar la nulidad del remate en las
disposiciones del Código Civil relativas a la invalidez e ineficacia del acto
jurídico.

Subcapítulo 3
Adjudicación

Artículo 744.- Adjudicación en pago. -


Frustrado el remate por falta de postor, el ejecutante o el tercero legitimado
pueden solicitar la adjudicación en pago del bien por la base de la postura que
sirvió para la última convocatoria, oblando el exceso sobre el valor de su
crédito, si hubiere. Si el adjudicatario no deposita el exceso dentro de tercer día
de notificado con la liquidación prevista en el Artículo 746, la adjudicación
queda sin efecto. Depositado el exceso, se entregará el bien mueble al
adjudicatario y, si se trata de inmueble, expedirá el auto de adjudicación
conforme a lo dispuesto en el Artículo 739. (*) (*) Artículo modificado por el
Artículo Único de la Ley N° 27740, publicada el 29-05-2002, cuyo texto es el
siguiente: "Artículo 744.- Adjudicación en Pago Si el adjudicatario no deposita
el exceso dentro del tercer día de notificado con la liquidación prevista en el
Artículo 746, la adjudicación queda sin efecto. Depositado el exceso, se
entregará el bien mueble al adjudicatario y si se trata de inmueble, expedirá el
auto de adjudicación conforme a lo dispuesto en el Artículo 739.”
Artículo 745.- Concurrencia de adjudicatarios. -
Si son varios los interesados en ser adjudicatarios, la adjudicación procederá
sólo si hay acuerdo entre ellos.

Subcapítulo 4
Pago
Artículo 746.- Liquidación. -
Al disponer el pago al ejecutante, el Juez ordenará al Secretario de Juzgado
liquidar los intereses, costas y costos del proceso, dentro del plazo que fije,
bajo responsabilidad por la demora. La liquidación es observable dentro de
tercer día, debiendo proponerse en forma detallada. Absuelto el traslado de la
observación o en rebeldía, se resolverá aprobándola o modificándola y
requiriendo su pago.
Artículo 747.- Pago al ejecutante. -
Si el bien que asegura la ejecución es dinero, será entregado al ejecutante
luego de aprobada la liquidación. Si son varios los ejecutantes con derechos
distintos, el producto del remate se distribuirá en atención a su respectivo
derecho. Este será establecido por el Juez en un auto que podrá ser observado
dentro de tercer día. Si luego de la distribución hay un remanente, le será
entregado al ejecutado.
Artículo 748.- Concurrencia de acreedores. -
Si concurren varios acreedores sin que ninguno tenga derecho preferente y los
bienes del deudor no alcanzan a cubrir todas las obligaciones, el pago se hará
a prorrata. Igualmente se realizará el pago a prorrata, una vez pagado el
acreedor con derecho preferente.
CAPITULO VI
Conclusiones y
Recomendaciones
CONCLUSIONES

 Las leyes y los decretos que regulan los remates están hechos para que
no haya maniobras por parte de martilleros, jueces o los clientes. Pero
en la práctica, no todo es así.


RECOMENDACIONES

 Crear ambientes que favorezcan la adecuada realización del remate


judicial entre los postores y Martilleros Públicos, puesto que muchas
veces en la práctica judicial no existe una infraestructura apropiada que
permita una comunicación fluida entre éstos.

 Realizar estudios cualitativos que indaguen la percepción de los


participantes en los remates de bienes inmuebles.

 Consideramos importante que la parte ejecutada presencie la diligencia


del remate a fin de que fiscalice que su bien sea rematado en la mejor
postura.

 Es necesario que se uniformice un criterio para determinar al ente


encargado de resolver las quejas contra la actuación de los Martilleros
Públicos en los remates judiciales realizados en sede judicial.
BIBLIOGRAFIA

 LEDESMA NARVÁEZ, Marianella, Comentarios al Código Procesal Civil


(Análisis Artículo por Artículo), T. I y T. III, 1° ed., Gaceta Jurídica,
Lima, 2008.

 CALAMANDREI, Piero, Instituciones de Derecho Procesal Civil,


Traducción de Santiago Sentis Melendo, Depalma, Buenos Aires, 1943.

 CABANELLAS, Guillermo, Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual,


T. I y IV, 21° ed., Heliasta, Buenos Aires.

 CARNELUTTI, Francisco, Sistema de Derecho Procesal Civil, Traducido


por Niceto Alcalá Zamora y Castillo y Santiago Sentís Melendo, T. I,
UTEHA, Buenos Aires, 1982.

 CARNELUTTI, Francisco, Estudios de Derecho Procesal, Bs. As., 1952

 COUTURE, Eduardo, Fundamentos del Derecho Procesal Civil. B de F


Ltda., Buenos Aires, 2002.
ANEXOS

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