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En casi todas las épocas y culturas, el ser humano ha intentado construir máquinas automáticas que
faciliten su trabajo. Como un claro ejemplo tenemos los brazos robóticos, los cuales tienen diferentes
características de acuerdo a sus aplicaciones.
Generalmente al hablar de brazos robóticos, viene a nuestra mente dispositivos rígidos articulados
con movimientos giratorios y poderosos, sin embargo, están lejos de parecerse biológicamente a un
brazo humano.
Terapia y rehabilitación.
Volver a caminar. Eso es lo que promete el traje de músculo o exoesqueleto. Este robot, que se adapta
a la espalda y a las piernas, permite dotar de fuerza adicional a las piernas y al tórax. Funciona con aire
comprimido y un neumático de goma. Una vez colocado es posible activarlo con la boca e incluso con
la barbilla. Se puede utilizar para trabajos que requieran un gran esfuerzo físico como la distribución,
la agricultura o el cuidado asistencial de personas sin movilidad. Pero su objetivo principal es ayudar
a la rehabilitación de personas que han perdido parte de la movilidad y puedan lograr andar por sí
solas.
Científicos del Virginia Tech de Estados Unidos han desarrollado una mano robótica que tiene la
capacidad de sujetar entre sus dedos objetos tan duros como una lata de conservas o tan frágiles
como un huevo crudo. Esta mano está, además, impulsada sólo por la presión del aire, lo que según
sus creadores supone una ventaja que abre muchas puertas en el mercado de las prótesis robóticas.
La mano desarrollada irá destinada al primer robot humanoide bípedo y andante fabricado
íntegramente en Estados Unidos: CHARLI. Con ella, éste será capaz de recoger objetos como lo haría
una persona.
consiste en una mano robótica completamente articulada e impulsada por un tanque compresor de
aire de una presión de más de 4 atmósferas y un novedoso tubo activador tipo acordeón.
Según declaraciones del director de este proyecto, el diseño de alimentación por aire es lo que hace
a esta mano única, dado que con él (la máquina) no requiere de ningún tipo de motor u otros
accionadores”.
Además, la fuerza de asimiento puede ser ajustada fácilmente, sólo con cambiar la presión del aire”.
El agarre se deriva de la cantidad de presión del aire. Una baja presión puede usarse para un asimiento
más leve, mientras que una mayor presión permite un mayor agarre
La proyección de hormigón con equipos robotizados por vía húmeda es el método más eficiente en
proyectos con altos niveles de producción. Se utiliza sobre todo en obras subterráneas para
aumentar la seguridad del operador.
El hormigón se introduce a través de la tolva del equipo y es transportado por la tubería hasta la
boquilla del brazo proyector, donde se mezcla con el aire comprimido y el acelerante para proyectarse
sobre el sustrato.
El brazo de proyección del equipo robotizado posiciona el flujo de hormigón en el lugar requerido.
Alcanzando unas distancias de proyección de hasta 17 m, no hacen falta andamios o plataformas
telescópicas de elevación.
En el cabezal de proyección se mezcla el hormigón con el acelerante y aire para proceder a la aplicación
a través de la boquilla. Las dimensiones y el diseño de la boquilla son decisivas para la correcta
compactación del hormigón y para minimizar el rebote.