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Esto nos llevó a pensar en las características que debían poseer aquellas personas interesadas
en educar y a Paulo Freire y sus “cartas a quien pretende educar”. En dichas cartas, el autor
pretende que tomemos el acto educativo como un acto político: “cambiar el mundo que nos
rodea”. Para esto, la persona que se embarque en el viaje de educar, debe poseer ciertas
cualidades, que si bien se van generando con la práctica, son indispensables para la educación
progresista.
*Sentido común: Nos advierte que con ciertas actitudes estamos cerca
de superar el límite a partir del cual nos perdemos.
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trabajo, si las expongo a situaciones bochornosas que puedo y debo evitar, mi insensibilidad
ética, mi cinismo me contraindican para encarar la tarea del educador.
Una vez que vimos cuales son las características que debe tener un maestro seguimos
trabajando con “Los diez mandamientos del aprendizaje” de Juan Ignacio Pozo y los
relacionamos con mitos y errores sobre la profesión docente que aparecen en el texto de
Miguel Ángel Santos Guerra “Enseñar o el oficio de aprender”
En cuanto a “Los diez mandamientos del aprendizaje”, son principios fundamentales que
pueden guiar a los maestros para ayudar a sus a aprendices a aprender.
El primero y segundo están relacionados. Se refieren a que se debe partir de los intereses,
motivos y conocimientos previos de los aprendices con la intención de cambiarlos. La
motivación y el interés no se deben presuponer al aprendiz. El maestro debe adecuar los
contenidos a los conocimientos y capacidades previas de los aprendices, pero también
proporcionarles información precisa y útil de los errores que cometen en su aprendizaje,
haciéndolos sentir eficaces y competentes. También debe activar de manera deliberada los
conocimientos previos de los aprendices haciendo que reflexionen, discutan sobre ellos y los
incorporen y relacionen con los conocimientos nuevos.
El tercer mandamiento habla sobre la cantidad de información nueva que se les debe
presentar a los educandos en un tiempo determinado. La misma no debe exceder los recursos
cognitivos disponibles en el aprendiz. Para tal caso se debe mantener la atención y al interés
de los aprendices.
El cuarto mandamiento dice que debemos analizar y seleccionar la información que sea
necesaria para el futuro y lograr que los aprendices condensen y automaticen dichos
conocimientos básicos con el fin de aumentar los recursos cognitivos disponibles.
El quinto mandamiento hace referencia a que debemos diversificar las tareas y escenarios de
aprendizaje para un mismo contenido con el fin de que el mismo sea adquirido a través de
diferentes vías y de esta manera facilitamos que lo puedan relacionar con otros aprendizajes.
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En este sentido se relaciona con el sexto mandamiento que dice que dichas tareas y escenarios
deben ser elegidos y diseñados guiándonos y basándonos en las experiencias previas, en el
entorno que los rodea y pensando en las situaciones futuras en las que los aprendices
deberán recuperar esos conocimientos.
El séptimo y octavo mandamiento también se relacionan con los anteriores debido a que
exigen que debemos organizar y conectar lo más posible unos aprendizajes con otros
promoviendo la reflexión y toma de conciencia de los mismos por parte del aprendiz, ya que la
comprensión en particular y el aprendizaje constructivo en general dependen del grado en que
el aprendiz sea capaz de relacionar unos conocimientos con otros.
De texto de Miguel Ángel Santos Guerra resaltamos la importancia de que los educadores se
forman como se forma cualquier otra profesión. Los docentes necesitan una formación
autentica, tanto teórica como práctica. No basta con solo tener la buena voluntad de enseñar.
Es necesario conocer y dominar la disciplina que se pretende enseñar y además saber
enseñarla y saber despertar el interés por aprenderla.
No debemos creer que porque enseñamos algo el educando lo aprende. Hay muchos factores
que influyen para que se dé el proceso de “enseñanza-aprendizaje”. Si los nuevos saberes no
se relacionan con los viejos saberes, si no existe el mínimo interés de aprender, si se practica la
enseñanza con un idioma diferente al que practica el aprendiz, entre otras cosas, no se
produce un aprendizaje significativo y relevante.
Y por último, no tenemos una forma segura de comprobar que se ha llevado a cabo o no, ni de
saber por qué no se ha producido dicho proceso, debido a su complejidad y todos los factores
que intervienen en el mismo.
Finalmente en este recorrido bibliográfico, habiendo ya visto las cualidades que deben cultivar
las personas que decidan dedicarse a enseñar, y visto también lo complicado del proceso
“enseñanza-aprendizaje” y los mandamientos que debemos tener en cuenta para poder
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enriquecer dicho proceso, terminamos analizando los tres tipos de enfoques de la enseñanza
postulados por Gary Fenstermacher y Jonas Soltis.
De acuerdo a este texto existen tres tipos de enfoques desde donde podemos desarrollar el
proceso “enseñanza-aprendizaje”. Fenstermacher insiste en que los enfoques no son un estilo
fijo o inmutable, y que todos los docentes pueden presentar rasgos de uno o de otro en
algunas etapas de sus vidas pero que no pueden combinarse y ser uno solo.
Son clases por lo general centradas en el profesor. Les gusta ocupar un lugar privilegiado en el
aula y que haya un clima de respeto y silencio. Las clases suelen adoptar la modalidad teórica,
reservando el trabajo de los estudiantes para sus momentos fuera del aula.
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entre los grupos y los va dejando trabajar con libertad, cada uno de acuerdo a sus inquietudes
y necesidades
Es probable que estos profesores evalúen el trabajo a lo largo de todo un período, tomando el
aprendizaje como un proceso y no como un hecho puntual. En los objetivos explicitados en los
programas de profesores con enfoque liberador suele mencionarse algo similar a que el
estudiante adquiera las herramientas como para continuar con el aprendizaje de la disciplina
por sus propios métodos.
Por supuesto, no todas las materias y todas las disciplinas son factibles de enseñarse con
cualquier enfoque. Un docente tiene que poder responder a sus estudiantes con datos
concretos, y no siempre el conocimiento se adquiere por medio de la práctica. Pero el enfoque
liberador resulta acertado en la universidad, que se dedica a producir conocimiento y no
simplemente a reproducirlo.
Querido estudiante… espero que este recorrido bibliográfico del taller te haya sido útil.
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INSTITUTO SUPERIOR DE PROFESORADO N° 10 “MATEO BOOZ”
TALLER DE PRACTICA I
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Bibliografía:
*Freire, Paulo. “Cartas a quien pretende enseñar”. Cuarta carta: “De las cualidades
indispensables para el mejor desempeño de los maestros y maestras profesitas”. Año 2002.
Siglo XXI Editores.
*Pozo, Juan Ignacio. “Los diez mandamientos del aprendizaje”. Ministerio de Educación de la
Nación. Segundo Seminario Nacional de Fortalecimiento Profesional de Capacitadores. Área de
Ciencias Naturales. Año 2000. Retomado de: Pozo, Juan Ignacio. “Aprendices y Maestros”. Año
1998. Alianza Editorial.
*Santos Guerra, Miguel Ángel. “enseñar o el oficio de aprender”. Año 2011. 7° Congreso
Internacional de Educación. Santillana.