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Christian David Lozano Obando (1640617)

Ficha de lectura sobre “El fraude del arte contemporáneo”

Avelina Lésper. El fraude del arte contemporáneo. Bogotá, Editorial El Malpensante SAS, 2015.
Pags. 1-68.

ARTE CONTEMPORANEO, EL DOGMA INCUESTIONABLE


El autor señala que hoy en día el arte son ideas, no obra, esto debido a que “cualquier cosa que
el artista designe como arte es arte” dando como resultado un muso lleno de “falso arte”,
Avelina Lésper cuestiona el arte contemporáneo comparando sus bases con dogmas debido a
que, según ella, si se intenta cuestionar “el dogma se desvanece y demuestra que carece de
lógica” cosa que pasa cuando ella empieza a cuestionarlo.

El dogma de la transubstanciación (transformación que existe solo por medio de la creencia) se


divide en dos ramas:

El dogma del concepto es el que devuelve el pensamiento humano a su “estado más elemental,
el mágico”, y este, causa la anulación de la inteligencia por darle valor a algo que no demuestra
valor estético alguno el arte contemporáneo se es definido por el curador o artista para así
tener una versión estricta de la obra y evitar cuestionamientos un ejemplo claro es el cambio
mágico de la obra de Duchamp por cuenta propia.
El dogma de la infalibilidad del significado justifica la intención buena de la obra (moralmente
hablando) explicando así que “el arte contemporáneo al no tener valor estético necesita uno
filosófico que lo justifique”, creando un entorno idóneo para este arte en el que se le da valor
intelectual a las personas que “logran” entender o ver el significado que le da el artista o
curador a la obra.

El dogma de la bondad del significado intenta sostener al arte contemporáneo anteponiendo


las buenas intenciones por encima de su valor estético, pidiendo al público “No ver la obra en
su dimensión física y real”

El dogma del contexto le da vida al arte contemporáneo de acuerdo solo a su contexto, siendo
este el museo o galería, creyendo que se repite la transustanciación ya que “los objetos dejan
de ser lo que son en el instante que cruzan el umbral del museo”, en resumen, lo que hacen los
artistas contemporáneos es aprovecharse de la creencia que todo lo que hay en un museo es
arte, y de allí elijen muchas veces objetos cotidianos al azar y usan el contexto para
considerarse a ellos mismos artistas y darle sentido a sus obras sin valor estético. Esta forma de
arte solo existe porque el museo le da un significado (cosa que no logra hacer el artista).

El dogma del curador le da toda la importancia al discurso del curador, y es consistente, ya que
lo que le da sentido a una obra contemporánea es su contexto, su discurso, y si el artista actúa
como ente “recolector” y el curador le da un contexto mágico, se efectúa así la transición de
objeto a obra, con el intermediario siendo el curador. Una anotación muy importante en la
crítica y que le da una validez muy grande es que especifica que en “los curadores se niegan a
exponer gran arte, porque ahí no los necesitan y su retórica sobra” apoyando la idea que su
discurso es el que le da vida a la obra, dándole autoridad en esta forma de arte.

El dogma de la omnipotencia del curador habla sobre la gran importancia de las ideas del
curador en todo el proceso artístico contemporáneo, las cuales lo ubican por encima del artista
y la obra.

El dogma de “todos son artistas” La obra carece de singularidad al no requerir talento, dejando
asi, las puertas abiertas para que todo el mundo sea artista, dicho de una mejor manera por el
autor “Se democratizo la mediocridad y la convirtió en el signo de identidad del arte
contemporáneo” causando así la creencia de que todos podemos ser artistas ya que la
creatividad en los procesos involucrados es casi nula, si no lo es completamente.

El dogma de la educación artística Sobre la mala educación artística que tienen ahora los
exponentes del arte contemporáneo, debido a la poca necesidad creativa y técnica que exigen
las obras, además, según el autor el tipo de educación esta “sumisa al mercado”, causando la
frustración del talentoso y entusiasmo del mediocre; el autor refleja una de sus ideas
fundamentales al escribir “Conceptualizar y generar todo tipo de discursos retóricos no produce
obras”

CONTRA EL PERFORMANCE
Se hace creer al público que solo en esta forma de arte se usa el cuerpo como herramienta, y se
le defiende con la creencia de que “Todas tienen una intención moral o una reflexión que
justifica su resultado”.
Algunos performances son acciones no muy extremas ni significativas ni magnificas, pero con
un contexto, el cual le da valor.
Algo muy extraño es que los “performanceros” no cruzan los límites de lo ilícito.
Muchas veces se engaña al público con “Sufrimiento recreativo” uno inventado por el burgués
para llegar al espectador, imitando el dolor real de la sociedad y transmitiendo este sufrimiento
inventado para crear solidaridad en el público objetivo.
La forma en que se miran estos performances es importante debido a que el significado de lo
que la artista está “creando” va más allá de la evidencia, o lo que es visible, su valor está en un
plano metafísico.
El autor señala acerca de este arte que, muchas veces son simplezas, que se elevan a un plano
que no les corresponde.
CP
Considero que el autor es un poco extremista frente al “retroceso de inteligencia humana”
debido a que como periodo histórico esta ha sido uno de los que ha aportado más cosas a la
humanidad, y a pesar de que no estoy de acuerdo con la “técnica” utilizada muchas veces en el
arte contemporáneo, este, ha aportado críticas y a fin de cuentas esto es lo que impulsa el
crecimiento y el avance de nuestra sociedad. además me gustaría sacar a la luz una frase
encontrada en la entrada de la galería de arte contemporáneo del Museo de bellas artes de
Boston “All art has been contemporary” (todo arte ha sido contemporáneo) de Maurizio
Nannucci, que me parece una base fundamental para simplemente abrir la mente ante las
nuevas tendencias y lograr así aprender de ellas, la frase complementa muy bien la galería,
porque se encuentra en la entrada, como invitando a las personas a reflexionar un momento y
abrir su menta ante las nuevas cosas que se puedan encontrar allí, y a pesar de que el contexto
de las obras contemporáneas sean lo único valioso de algunas obras de estos se puede
aprender, y se podría mirar la imagen desde afuera y entender así a donde se dirige este arte,
de donde viene y el por qué existe.
La razón de la crítica propuesta por el autor parece más bien una respuesta a los nuevos
movimientos basada en el miedo a lo nuevo, lo que no se ha explorado aún, como si se
repitiera la historia de las vanguardias, las cuales tuvieron duros críticos, y estas vanguardias
son lo que hoy consideramos como arte(pero después de algún tiempo), así que toca esperar a
que se repita el ciclo y ver como el arte contemporáneo se vuelve el verdadero arte en algunas
décadas, ya que no aprendemos del pasado,.
En el fondo me parece que todos pueden ser artistas, así como el arte contemporáneo dice, ya
que la definición de arte no tiene límite conocido, y los críticos como Avelina intentan decir que
no se considera arte, sin siquiera saber lo que sí lo es, y esto es algo que uno no puede intentar
definir mirando al pasado, porque la dirección del tiempo solo es una, y hacia allá se dirigen
nuestros avances y todo lo relacionado con la humanidad.
Me gustaría como pregunta dejar abierto el tema de por qué el autor generaliza al considerar
que existe una nulidad en la creatividad en el arte contemporáneo, esta generalización me
parece inadecuada, y anula muchas de sus opiniones porque es como si escribiera con rencor
hacia un movimiento que al fin y al cabo está en proceso de mejoramiento y que es una parte
de nuestra historia que no podemos negar.

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