Julián era un chico de 17 años, vivía con su papa que era un granjero humilde pero con dinero y

con su mama que se dedicaba a las cosechas. Habitaba

Estos comenzaron a robar sus pertenencias, y sus cosechas llevándose la madera de los árboles y
parte del agua que tenían, luego de unos cuantos minutos desaparecieron en el cielo dejando a
Julián, a su familia y al poblado en general consternados por el suceso.

3 meses después, el suceso sucedió de nuevo. Las naves y los seres en ellas, no lastimaban a nadie,
únicamente robaban los recursos naturales, sin embargo todos los habitantes Vivian con miedo
porque no sabían las intenciones de esas extrañas criaturas ¿Acaso su único fin era robarlos?
¿Querían despojarlos de sus tierras? ¿Y si algún día terminaban aniquilando a toda la población?
Eran algunas preguntas que Julián se hacia constantemente con su grupo de amigos, Mike, Trevor
y franklin que al igual que Julián estaban cansados de las pérdidas que estaban presentando sus
familias.

Paso el tiempo y se volvieron unos profesionales, pero siempre vivieron con el miedo de que los
seres regresan de nuevo y no solamente a robar sus cosas si no a destruir el lugar donde vvian que
había pasado de ser un poblado de granjeros a una pequeña ciudad que se materia de la ganadería
y la agricultura.

Julián y sus amigos de la infancia crearon una compañía llamada “AVNE” (Anti Visitas de Naves
Extraterrestres) Las instalaciones las construyeron cerca del mar a unos 20 min del lugar donde
habitaban.
 Con la ayuda del gobierno y sus conocimientos cimentaron la compañía y se encargaron de crear
armas que no eran simples desarrollando robots gigantes con la tecnología más avanzada del
planeta; estos eran controlados por dos humanos a los cuales se enlazaba su mente y sus acciones
físicas a las acciones del robot.

Un día por la madrugada sonó la alarma Anti visitas, ya que habían detectado en la atmosfera
terrestre actividad inusual; Julián inmediatamente fue al techo a revisar los telescopios, en los
cuales pudo observar 10 naves extraterrestres aproximadamente, por lo cual dio aviso de que
fueran encendidos los robots, el ejército de hombres inmediatamente se preparó y se reunió en el
campo de entrenamiento; cada pareja subió a su robot y se dispuso para recibir indicaciones, el
capitán dio la orden de que no hubiera muertes humanas.

Los robots desplegaron a las coordenadas donde se reportaron las naves en un campo
deshabitado y su posterior trayectoria, pero no encontraron nada, sin embargo, el localizador que
tenía cada robot marcaba la existencia de las naves en un perímetro cercano. Lo cual les indicaba
que estas naves tenían la capacidad de volverse invisibles.

El capitán dio la orden de comenzar a disparar guiados únicamente por lo que detectaba el
localizador, conforme fueron disparando se dieron cuenta que con las luces que emitían las balas
se produce un reflejo de las naves. Los extraterrestres comenzaron a dispersarse por el cielo y
empezaron a contratacar. Los robots lograron destruir algunas de las naves y otras se desplegaron
hacia el poblado.

Las naves llegaron a la ciudad y empezaron a abrir fuego a las casas y construcciones, los robots
tardaron poco tiempo en llegar y comenzaron a luchar; los robots disparaban y pretendían golpear
con sus brazos las naves para intentar derrumbarlas, pero estas eran muy escurridizas y lograban
escapar de los ataques, muchas de las casas y pequeños edificios estaban siendo derribados a
consecuencia de la pelea que se desarrollaba. Uno de los robots fue abatido por las naves,
cayendo destruido en pedazos mientras las demás continuaban luchando con todas sus fuerzas.

Julián observaba todo desde la base con mucha frustración porque siempre creyó que sus robots
terminarían fácilmente con las naves y eso no estaba siendo así; pero él desde pequeño estaba
preparado para las cosas que no iban bien y tenia listo un plan b, rápidamente descendió al
campo de entrenamiento y activo algunos interruptores, del suelo comenzó a emerger otro robot,
mas delgado que los demás y un poco más chico, Julián rápidamente tomo su equipo y subió a la
máquina, encendiéndola y dirigiéndose hacia la pelea.

Llego al lugar donde se estaba desarrollando todo, y lo que encontró lo dejo sin palabras, 3 de sus
robots estaban completamente hechos trizas, otros 2 más estaban muy lastimados y aun
quedaban 4 naves disparando a todo lo que tenían enfrente, Julián se lleno de furia y comenzó a
luchar, los demás robots estaban algo asombrados ya que el robot de Julián era mucho más rápido
y no tardo ni 15 min en derribar 2 naves, rápidamente Julián tomo el control y organizo a los
demás, dándoles ordenes de cubrirlo mientras el atacaba a las naves, logro interceptar a una nave
más destruyéndola con un golpe de dos puños y esta cayo rápidamente, estaban tomando
posiciones para terminar con la única nave extraterrestre que quedaba pero esta comenzó a
alejarse desapareciendo en el cielo.
Julián y el equipo supieron que la batalla había terminado, descendieron de las máquinas para ver
si había personas lastimadas y comenzaron a ayudar velozmente, los cuerpos de seguridad, las
ambulancias y los bomberos acudieron a apoyarlos; desgraciadamente encontraron a algunas
personas sin vida a consecuencia de la batalla. Buscaron a sus compañeros de los robots
destruidos, encontrándolos gravemente heridos, rápidamente los auxiliaron y los llevaron a las
instalaciones para recibir atención médica.

Unos días después, Julián y todo el equipo que lucho contra las naves, fueron citados en la ciudad,
donde se les otorgó un reconocimiento de parte de la ciudadanía, por haberlos protegido de los
seres extraterrestres arriesgando su vida por los demás, también se les fue otorgado una muy
buena compensación económica con la que podrían tomar parte para ellos y otra para la
reconstrucción y mejora de los robots; además fueron nombrados como “Guardianes” de la
ciudad. Julián agradeció y se comprometió a seguir cuidando de la ciudadanía y a seguir
mejorando para estar listos ante cualquier situación mencionando que estarían atentos y
preparados en todo momento ya que habían ganado una batalla, pero no la guerra.