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1. Introducción
2. Templos funerarios
Templos de las pirámides
Templos funerarios independientes
3. Templos a la divinidad
El templo de Karnak
El templo de Luxor
Templos del período de Amarna
Templos tras el período de Amarna
.1 Introducción
Los egipcios edificaron dos tipos de templos diferenciados por su función, más que por
su plan constructivo:
En el Imperio Antiguo tendrán más importancia los templos funerarios, donde se rinde
culto al faraón muerto y deificado, más que a los templos consagrados a los diferentes
dioses del Estado; esta misma creencia se mantuvo a lo largo del Imperio Medio
Pero la tendencia fue cada vez más clara en remarcar la importancia de los dioses y la
influencia directa de éstos en la historia y en los acontecimientos cotidianos; los dioses
se hicieron más presentes y más poderosos y con ellos la casta sacerdotal que, a lo
largo del Imperio Nuevo, consiguió instaurar la teocracia tebana del dios Amón
fusionado con el dios sol, Ra. Adquirieron auténtica importancia los templos
consagrados a la divinidad que se convirtieron, igualmente, en centros de culto al
faraón.
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Arquitectura religiosa en Egipto.
.2 Templos funerarios
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Arquitectura religiosa en Egipto.
El templo funerario de Kefrén, presenta muros inclinados y ciegos. Está divido en dos
zonas: el antetemplo, zona pública, y el santuario, zona privada, a la que sólo
accedían altos sacerdotes y miembros de la casa real. Todo el antetemplo forma un
bloque y repite la disposición de estancias del templo del valle, con la sala hipóstila en
forma de T invertida que da paso a una sala transversal también hipóstila. Desde ella y
a través de un pequeño pasillo se da paso al santuario, que se inicia con un patio
abierto circundado por un pórtico. En la parte posterior del patio se abrían cinco
capillas consecutivas.
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Arquitectura religiosa en Egipto.
Con el hundimiento del Imperio Antiguo y la división del país en pequeños reinos
feudales se abandonan las grandes construcciones reales, que sólo se reanudan al
inicio del Imperio Medio durante el reinado de Mentuhotep II. A él se debe la
construcción monumental de una nueva tumba real, que ya no va a ser una pirámide
sino un templo funerario donde se albergaba el enterramiento.
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Arquitectura religiosa en Egipto.
La disposición del templo era rígidamente axial, desde el límite de tierra fértil donde se
construye un templo del valle y una calzada ascendente, hasta el templo funerario y la
cámara funeraria que se adentra profundamente en el macizo montañoso. Desde la
calzada se entraba en un amplio patio cerrado que desde una rampa, flanqueada por
pórticos, permitía el acceso al templo propiamente dicho, situado sobre una terraza
cortada en la roca y circundada también por pórticos. En el centro se alzaba un
elemento que a veces se identifica con una pirámide y otras con una montaña
primigenia. Esta arquitectura, abierta al exterior mediante pórticos, aterrazada y
siguiendo una ordenación simétrica sobre un eje lineal, seguía la tradición de las
tumbas de los príncipes tebanos construidas durante el primer Período Intermedio.
Sin embargo, con los reyes de la XII dinastía, que fijan de nuevo la capital en Menfis,
se vuelve a la construcción de pirámides para enterramiento real, recuperando toda la
tradición arquitectónica del Imperio Antiguo, aunque se buscan sistemas constructivos
más económicos y por tanto se utilizan materiales menos duraderos. Este hecho ha
determinado que apenas queden restos de los templos del valle y los templos
funerarios de estas pirámides; éstas están sumamente deterioradas; solamente el
templo funerario de la pirámide de Sesostris I se puede reconstruir en parte.
Con el Imperio Nuevo, surge una novedosa forma de enterramiento real, el hipogeo;
los templos funerarios quedan totalmente desvinculados de las tumbas y se convierten
en una tipología independiente ampliamente desarrollada.
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Arquitectura religiosa en Egipto.
Pero no se trata sólo de templos funerarios destinados al culto del faraón muerto y
deificado, sino que compaginan el culto al faraón con el culto a los dioses. A
comienzos de Imperio Nuevo, Amón-Ra es elevado a dios del imperio con un
predominio sobre el resto de los dioses, y absolutamente ligado a la persona del
faraón; esta asociación se puso ampliamente de manifiesto en las nuevas
instalaciones funerarias pues no sólo estaban destinadas al culto del soberano, sino
que igualmente constituían centros sagrados de culto a Amón-Ra. Esta unión se
produce de la misma forma en los templos dedicados a la divinidad, donde se profesa
también culto al faraón.
Tutmosis I fue el primero en enterrarse en el Valle de los Reyes y en construir un
templo funerario alejado de su tumba.
Sin embargo, el más importante templo funerario fue el erigido por la reina
Hatshepsut al lado del templo levantado por Mentuhotep y siguiendo el mismo tipo de
arquitectura porticada y en terrazas. Su arquitectura sintetiza toda la evolución que
habían sufrido las tumbas rupestres a lo largo de casi mil años.
En este templo se conserva todavía la secuencia tripartita de templo del valle, calzada
ascendente y templo funerario en el que la capilla fúnebre se encuentra en el interior
de la roca.
Esta secuencia desaparecerá en los siguientes templos funerarios. Llama la atención
por la simetría de las proporciones y por su gran integración en el medio físico. En
detalle:
Tras la muerte de la reina, Tutmosis III, su sucesor, mandó destruir todas las
esculturas de la reina y parte de las obras realizadas por ella. Este templo se
abandonó completamente.
Sus sucesores erigieron templos funerarios en la orilla del desierto con una estructura
muy parecida, y a pesar de su carácter funerario no se diferenciaban de los templos
dedicados a la divinidad. En primer lugar se encuentran los pilonos, que flanquean la
puerta de acceso, dando paso a un patio porticado, y éste a una sala hipóstila,
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Arquitectura religiosa en Egipto.
El templo funerario de Ramsés III, al igual que el de Seti I, se encuentra rodeado por
una muralla con torreones. La puerta de entrada está flanqueada por dos torreones;
sobre ella se han elevado varios pisos y amplias alas laterales construidas en ladrillo
formando un pequeño palacio real; nunca fue utilizado como residencia real,
solamente en los actos ceremoniales y cuando el rey moría era habitado por él en
forma de estatua.
El templo está formado por un primer pilono de ladrillo que se abre a varios patios
sucesivos. El patio de ceremonias se cierra por el norte con una hilera de pilares con
estatuas del rey en ropaje ceremonial y frente a él un pórtico de columnas. Un pórtico
elevado con pilares osiriacos polícromos, permite el acceso a la sala hipóstila desde
un patio secundario. A ambos lados de la sala se abren capillas destinadas a los
antepasados del rey, a las divinidades que acompañan a Amón en la procesión y para
la barca real. La falta de iluminación, propia de los templos egipcios, pero agudizada
en este templo, produce una sensación de opresión y oscuridad místicas. Una serie de
apretadas y estrechas salas conducen al interior del santuario, en el eje central del
templo y a los almacenes en los laterales.
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Arquitectura religiosa en Egipto.
.3 Templos a la divinidad
Son escasos los restos y la información que se tiene sobre los templos destinados a la
divinidad durante el período Protodinástico y el Imperio Antiguo. Por las
representaciones que se conservan, en relieves o pinturas, se sabe que estaban
hechos con materiales ligeros como barro y cañas y en el mejor de los casos por
adobe, lo que ha determinado que apenas se hayan conservado restos de los mismos.
Existe una serie importante de excepciones.
Otro de los escasos restos de este período es el templo de la esfinge que se alza al
lado del templo del valle de Kefrén. Es una estructura maciza y cerrada al exterior de
planta regular y muros inclinados. Presenta dos entradas acodadas como las del
templo de Kefrén, que dan paso a un gran patio porticado.
Imperio Medio. Pocos restos de templos han conservado la estructura significativa del
Imperio Medio, a pesar de la gran labor constructiva de los faraones de las dos
Dinastías. Estos trabajos documentan el intento de sustitución de la primitiva
arquitectura de barro y materiales perecederos por la construcción en piedra.
Sesostris I mandó erigir templos en casi todos los centros de culto del país. El más
importante fue la reconstrucción que mandó hacer del templo de Heliópolis, templo
que hoy conocemos por el dibujo de su planta conservado en una tablilla lítica. Se
estructuraba en tres patios consecutivos accesible por una puerta flanqueada por
pilonos. Esta misma disposición es la que muestra el igualmente reconstruido templo
de Amón en Karnak. Los pilonos aparecen aquí por primera vez como una de las
partes fundamentales de los templos.
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Arquitectura religiosa en Egipto.
Imperio Nuevo. Amón, fundido con el dios-sol Ra, se convirtió en el dios tutelar del
imperio en perfecta alianza con la monarquía y con la figura divinizada del faraón. Este
cambio trajo consigo una diferente valoración de los templos como lugares de culto a
los dioses: hasta entonces, los más importantes templos habían sido los templos
funerarios; a partir de este momento los templos dedicados a la divinidad, en concreto
al dios Amón-Ra, adquieren una importancia inusitada. Desde comienzos de la XVIII
dinastía se iniciaron grandes obras de construcción de templos con el fin de crear
edificios grandiosos que pusieran de testimonio el nuevo sistema teológico y que
transformaran el territorio urbano en la ciudad de Amón, donde igualmente se da culto
al faraón.
- Todo templo era precedido por una avenida de esfinges llamado "camino de
Dios"; normalmente lucían la cabeza del animal sagrado del dios propietario del
templo. En muchos casos, la avenida partía de las orillas del Nilo donde se había
construido un muelle donde podían detenerse las embarcaciones que
transportaban en procesión la estatua del dios.
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Arquitectura religiosa en Egipto.
- Las columnas que sostienen el techo son papiriformes; las de la nave central,
más altas que las laterales, tienen los capiteles abiertos para permitir la entrada de
algo de luz. La sala hipóstila solía estar completada de algunas salas, como el
santuario de la barca.
- Al patio porticado tenía acceso todo el pueblo mientras que a la sala hipóstila sólo
algunos altos personajes.
- El templo cerrado. Sólo accesible a personal ligado al culto; estaba formado por
la capilla del Dios, donde estaba su pequeña estatua dentro de un naos, y además
tenían sacristías, capillas de otros dioses, cámara del tesoro, etc.
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Arquitectura religiosa en Egipto.
El centro religioso más importante del Imperio Nuevo fue Tebas, que se consideraba el
lugar de Amón, su residencia sagrada. Los principales centros de culto de Tebas eran
cuatro: Karnak y Luxor en la orilla oriental del Nilo y Deir el-Bahari y Medinet Habu en
la orilla occidental.
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Arquitectura religiosa en Egipto.
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Arquitectura religiosa en Egipto.
Tutmosis III mandó levantar el pilono VI, el más oriental de todo el conjunto, y entre él
y la Capilla Roja, edificó la denominada sala de los anales destinada a guardar la
relación de sus grandes campañas. Igualmente mandó erigir, tras los restos del templo
del Imperio Medio, un gran templo ceremonial o Akhmenu. La edificación estaba
dispuesta transversalmente con respecto al eje del templo principal, con orientación
norte-sur, y estaba formada por una única gran sala hipóstila, cubierta con bóveda, en
cuyo centro se alzaban dos filas de diez columnas cada una, y rodeada en sus tres
lados por cámaras pequeñas y grandes utilizadas de almacenes.
Amenofis III mandó reformar todo el núcleo central del santuario y erigir un nuevo
pilono, el numerado como III, que conformó una nueva fachada. Es de dimensiones
gigantescas, anunciando lo que será la época ramésida.
Al tiempo que se iba ampliando este eje este-oeste, se fue creando el eje norte-sur,
que partía casi en ángulo recto del pilono IV de Tutmosis I. Desde el imperio Medio en
esta área existía un camino sagrado que se dirigía a Luxor, camino que fue
transformado en una serie de patios consecutivos que avanzaban en esa dirección.
Hatshepsut mandó construir el pilono VIII de Karnak, conformando un primer patio de
dimensiones grandiosas; delante del pilono colocó esculturas de sus antepasados en
un intento de justificar su ascensión al trono, y bordeó el camino sagrado por una
avenida de esfinges.
Tutmosis III mandó construir en este eje un pilono en medio del patio de Hatshepsut, el
pilono VII. Por su parte, Amenofis III mandó levantar otro pilono de grandes
dimensiones, el pilono X, que se convirtió en la fachada definitiva de este eje y que
amplió la longitud del mismo al doble. Horemheb fue quien edificó el último pilono de
este eje, el pilono IX. Con ello la estructura definitiva fue de cuatro pilonos
consecutivos que conformaban cuatro patios ceremoniales; en ellos se hallaban
incontables estatuas de faraones, dioses y de funcionarios y sacerdotes elegidos, que
podían participar mediante su imagen permanentemente en las celebraciones del
culto.
La gran sala hipóstila de Karnak fue iniciada por Ramsés I, continuada por Seti I y
terminada por Ramsés II. La sala arranca del gran pilono de Amenofis III y se cierra
con el pilono II erigido por Ramsés II; presenta estructura basilical, con una nave
central en la que se sitúa una doble columnata, flanqueando el eje lineal del templo, de
una entrada a otra, compuesta por seis columnas a cada lado de proporciones
gigantescas. En las naves laterales se alzan siete hileras de columnas, de grandes
proporciones, de capitel de capullo de papiro cerrado, que forman un auténtico bosque
de columnas, sin apenas espacio entre ellas.
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Arquitectura religiosa en Egipto.
Una avenida flanqueada por esfinges conducía desde el embarcadero en el Nilo hasta
la entrada a la sala hipóstila; al norte de esta vía, Seti II mandó erigir un santuario
estación, iniciativa que siguió Ramsés III que construyó su propio santuario al sur de la
vía, un auténtico templo con pilono, patio porticado, sala hipóstila y santuario. Todos
estos edificios quedaron englobados en el patio delantero al construirse el pilono I de
Karnak.
Posteriormente el templo sufrió una ampliación realizada por Ramsés II, al añadir un
nuevo pilono de entrada delante del cual mandó colocar seis estatuas colosales y dos
obeliscos; en el espacio existente entre los pilonos conformó un patio columnado. El
eje longitudinal de este patio se quiebra con respecto al eje del templo anterior,
desviándose hacia el este en dirección al gran templo de Karnak.
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Arquitectura religiosa en Egipto.
Akhenatón decide abandonar Karnak y fundar una nueva capital, Tell el-Amarna; en
el centro de la cual edificó un gigantesco recinto denominado Per-Item (casa de Atón),
donde se situaron diversos templos, todos dedicados al dios Atón. Recogen la
tradición del templo menfítico de Heliópolis, y se caracterizan por una sucesión de
patios abiertos con altares de ofrendas.
El gran templo de Atón estaba formado por un pilono que daba paso a una sala
hipóstila, no muy grande, abierta en la nave central; de ella se accedía a dos grandes
patios descubiertos compuestos por 224 altares de ofrendas cada uno, y desde allí,
sucesivamente, a otras dependencias más reducidas, sala hipóstila y pequeños patios
todos ellos abigarrados de altares de ofrendas y capillas abiertas.
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Arquitectura religiosa en Egipto.
El templo mayor, dedicado al propio Ramsés II, parte de una fachada labrada en la
roca de la montaña con forma de pilono; en ella se sitúan cuatro estatuas sedentes del
faraón, dos a cada lado de la puerta, de tamaño colosal, más de 20 m de altura. La
primera estancia del templo es una nave longitudinal, amplia y alta, con cuatro pilares-
estatua con la figura del faraón en cada lado de la nave; nave que se va estrechando
hacia el oeste, donde se encuentra la segunda sala con pilares y va reduciéndose en
altura hasta que, al llegar al santuario, se reduce a una simple cueva, en la que
aparece una estatua de Ramsés sedente unido a las tres deidades principales del
reino.
El templo menor, situado más al norte, está consagrado a la reina Nefertari, esposa
de Ramsés. A ambos lados de la fachada labrada en la roca, presenta igualmente una
serie de estatuas colosales, aunque de menor tamaño que las anteriores, alternando
imágenes del rey y de la reina; las estatuas del rey están flanqueadas por pequeñas
estatuas de los príncipes y las de la reina por estatuas de las princesas.
A lo largo de toda la Baja Época, entre las dinastías XXI y XXX, apenas quedan restos
de la arquitectura religiosa de este momento. Los reyes mantuvieron la obligación de
conservar y reparar los templos y en todos los mayores se encuentran vestigios de
esta actividad, aunque en ningún momento actuaron sobre las estructuras que habían
quedado fijadas en el Imperio Nuevo. Los templos de nueva planta debieron seguir
estrictamente la tipología fijada en el Imperio Nuevo, ya que esta estructura se
mantiene con pocas variaciones en la época ptolemaica.
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Arquitectura religiosa en Egipto.
Son característicos de esta época: los mammisis, templetes anexos al edificio principal
y donde se celebraban las ceremonias de nacimiento divino, y el empleo de columnas
con capiteles florales muy variados; y un nuevo capitel escultórico compuesto, formado
por flores abiertas y el rostro de la diosa Hator (templo de Dedra).
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