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Jaime Ortiz Vega en la lectura “los fundamentos del currículo” inicia con un recorrido
histórico de cómo ha sido mirada la educación desde épocas antiguas los cuales se
convierten en los fundamentos históricos del currículo, puesto que parte de la concepción
del conocimiento, sus fines y lo que pretendía alcanzar como desarrollo y aprendizaje en el
campo educativo. Aún en la actualidad influencian y permean la construcción del currículo.
La Grecia antigua enfocaba como fin de la educación el bienestar social, en Esparta y Atenas
buscaban que la educación formara hombres de valor y fuerza, con lealtad y moral.
Históricamente también el currículo ha sido influido por la escuela Romana cuyo objetivo
era mantener la ley, costumbres y religión mediante la moral y las virtudes. Desarrollaron
las siete artes liberales (Trivium y el Quadrivium).
El currículo y la filosofía buscan dar respuesta los siguientes interrogantes ¿Qué debe la
persona lograr ser? ¿Qué puede lograr ser?, ¿Qué debemos enfatizar?, para eso es necesario
tener en cuenta todas las dimensiones del ser humano y que éste se estructura en beneficio
del individuo y la sociedad.
Según Jaime Ortiz existen tres aspectos de mayor relevancia para el diseño curricular que
son: la ontología, la epistemología y la axiología. La primera, la ontología, se basaba en los
sentidos y en la dificultad de distinguir lo real y lo que no es. La realidad toma un diferente
sentido desde los pensadores:
Para Platón la realidad es un plano supernatural, Aristóteles ve la realidad en un plano
presente, externo y natural y es propia de la naturaleza humana. La segunda, la epistemología
cuestiona la concepción de realidad y verdad, estudia los principios, fundamentos, extensión
y métodos del conocimiento humano. Posee características de autoridad absoluta y la realidad
adquirida por los sentidos. La tercera, la axiología, se enfoca en los valores, cuestionando lo
bueno y lo malo (la ética) y la belleza (la estética).
Escuelas filosóficas representativas en el currículo
Jaime Ortiz considera que el currículo ha tenido influencia de las siguientes escuelas
filosóficas:
El idealismo de Platón, fundamento filosófico que sostiene que sólo las ideas son
verdaderas, el ser individual es sólo una sombra de la idea perfecta, las cuales están fuera
de la mente humana y cuya realidad es solo conocida por el intelecto humano. El
conocimiento, las ideas existen fuera de la mente humana. La verdadera realidad solo se
conoce por medio del intelecto y no por los sentidos, y su fin, que el ser humano pueda
vivir de manera integral por la comprensión de la vida.
El Realismo de Aristóteles sostiene que la materia es verdadera y que existe
independientemente de la mente, el mundo de las cosas y personas, se percibe a través
de los sentidos, es la única realidad y cuyo objetivo primordial es incorporarse a la
cultura para poder comprender y percibir el orden de las cosas. El conocimiento de las
leyes naturales le permitirá adaptarse al orden natural.
El Pragmatismo cuyo representante es Dewey es un pensamiento filosófico que busca
las consecuencias prácticas del pensamiento y pone el criterio de verdad en su eficacia y
valor para la vida. El fin de la educación para los pragmáticos es la socialización del
individuo y la transmisión del potencial cultural a las nuevas generaciones. La escuela
debe desarrollar el pensamiento crítico en el educando, la cual le permitirá ser activo en
su proceso de su educación, es decir, debe aprender a aprender. La escuela debe
desarrollar en los en los estudiantes el ideal democrático, que según Dewey, es el modo
de relación social más perfecto.
El existencialismo es un pensamiento filosófico que sostiene que la existencia precede a
la esencia. La educación existencialista busca transformar al individuo en un ser
auténtico; da mayor importancia al desarrollo de la capacidad afectiva del ser humano
que a la reflexiva de la Educación. La educación debe esforzarse por transmitir al
educando la motivación de dirigir su vida según los postulados de su conciencia a la luz
de la moral racional, es decir que al ser consciente de su libertad, asume su
responsabilidad.
Fundamentos psicológicos
El constructivismo piagetiano pretende conocer cómo se construye el conocimiento. Es decir, busca dar una
interpretación del conocimiento o de su función intelectual, de manera lógica, intelectiva, mediante un proceso
de abstracción y formalización. Para Piaget en el desarrollo del ser humano existen 4 niveles que son: La
etapa sensorio-motriz que va desde el nacimiento hasta los 18 meses, la etapa pre-operacional
que va desde los 18 meses hasta los 7 años, etapa de las operaciones concretas desde los 7
años hasta los doce y el de las operaciones formales desde los doce y perdura por el resto de
la vida. Hay otros tipos de desarrollo que se deben considerar en el ser humano como lo es
el desarrollo emocional. Estudios demuestran que el concepto que tenga el estudiante en sí
mismo influye en su aprendizaje. Otros investigadores refieren el aprendizaje como una
capacidad (Gagné), como proceso lógico y psicomotor (Conley), Acondicionamiento por
estímulo respuesta (Pavlov). Desde las teorías cognitivas, organísmicas o gestálticas el
aprendizaje es poder comprender las relaciones entre los sistemas físicos, psicológicos y
biológicos. Kurt lewing formuló la teoría del campo, en donde el aprendizaje es la
estructuración y restructuración del espacio vital. Para los asociacionistas organizan el
currículo en secuencias de lo simple a lo complejo. Para los gestálticos el currículo parte
de lo general a través de preguntas heurísticas y el aprendizaje se da mediante recompensas
intrínsecas. Y la psicología ambiental (Proshanky) considera que conducta es mediada por
el ambiente y la manera en como el individuo se relaciona con él determina las posibilidades
de aprendizaje.
A modo de conclusión.
La idea de dar a conocer los fundamentos del currículo, radica en la importancia de las bases
históricas, filosóficas, psicológicas y sociológicas que han venido acompañando su
construcción.
La intención es permitirse la discusión y reflexión, de que el currículo es más que esa
perspectiva instrumental didáctica, que se pueda ver como una hipótesis de enseñanza
aprendizaje que debe ser indagada, discutida, analizada, reflexionada, por los involucrados
directamente en el contexto educativo, es decir que apunte a discernir sobre los elementos
de carácter social, cultural, subjetivo, que convergen en los diferentes espacios, teorías y
prácticas educativas de la vida institucional.
El currículo debe ser flexible, “acción” no objeto, no dirigido rígidamente sino, orientado
a prácticas educativas más acordes a las necesidades de la diversidad, debe construir y
deconstruir, reconocer y desconocer aprendizajes, acciones, teorías, conceptos, practicas,
metodologías instauradas e institucionalizadas desde la imposición, y además, debe generar
actividades significativas, y prácticas institucionales que reconozcan la particularidad pero
fortalecida desde la colectivo y romper con la división que hay entre la planeación y la
ejecución, lo pensado y lo vívido. Es darle voz, a eso que forma al estudiante, que motiva
su acción y su reflexión.