EL CLIMA Y SUS MISTERIOS

Los climas cambian constantemente; en los años 80 se llevó a cabo un estudio

mundial para descifrar los misterios del clima en la tierra. Para ello en una
ciudadela de investigación ubicada en Colorado (EE. UU.) los científicos crearon
una esfera de cristal electrónica para observar los climas antiguos de la tierra y
predecir su futuro.
Se extrajeron muestras de un extraño desierto ubicado en la Antártida con
vientos de 300 Km/h y temperaturas de -38° C, donde habitan microbios como
hongos y algas que se unen para formar los líquenes que crecen entre los cristales
de las rocas a unos 2 mm por debajo de la superficie, estos microorganismos se
alimentan de la roca y del oxígeno del aire, se multiplican rápidamente em un
corto periodo cuando el sol calienta las rocas solamente unos cinco días al año,
luego caen en un periodo de letargo hasta el siguiente año.
En los experimentos los científicos proporcionan nutrientes a los microrganismos
y crean invernaderos artificiales para prolongar el crecimiento de los microbios
en un periodo de 3 a 4 años.
A lo largo de la evolución las formas de vida sobre la tierra han ido desarrollando
estrategias para enfrentarse al clima cambiante mediante migraciones e
hibernación.
También se recogieron muestras de un desierto de la India, donde la gente
sobrevive gracias a los monzones que solo llegan una vez por año. El historiador
del clima, el profesor Braison experto en monzones, obtuvo muestras de polen
de plantas y carbón en los sedimentos estratificados de un lago que revelaron
que existió una época de sequía en que los monzones no llegaron.
En una cueva de caliza en el norte de Nueva Zelandia, los científicos buscan
descubrir los primeros registros del tiempo geológico en las estalactitas y
estalacnitas antiguas para realizar el fechado con radiocarbono y análisis de
isotopos de oxígeno.
En el año de 1873 el naturalista suizo Agassi declaro que el mundo estuvo
cubierto alguna vez de hielo, para ello se apoyó de que la geología de algunas
grandes rocas coincidía con la de montañas muy lejanas, además observo una
serie de canales en las rocas, con ello se llegó a la conclusión de que los glaciares
esculpen y modifican lentamente la geografía terrestre.
El matemático yugoslavo Minlankovic quiso desarrollar una teoría astronómica
que explicara las edades de hielo. Cada 41 000 años la inclinación de la tierra
varia en unos grados y cada 100 000 años la órbita de la tierra cambia de casi
circular a elíptica que lo aleja del sol millones de Km.
Después de la segunda guerra mundial los científicos empezaron a efectuar una
búsqueda global de los restos de los climas del pasado en la base del suelo
marino, con lo que se descubrió que el suelo marino guarda un registro de que
el planeta estuvo cubierto de hielo más de una vez, concluyendo que los cambios
en la geometría de la órbita terrestre son los que marcan las edades de hielo.
En 1979 los soviéticos iniciaron la perforación del hielo antártico, encontrando
que el hielo guarda un largo registro de los climas durante miles de años.
La tierra contiene la cantidad exacta de dióxido de carbono para el desarrollo de
la vida, desde principios de la humanidad el hombre ha inyectado cantidades
considerable de dióxido de carbono a la atmosfera, lo cual ha ido aumentando
con el paso de los años, fruto de la quema de combustibles fósiles y de la quema
de los bosques, lo cual afecta al enfriamiento adecuado del planeta y con ello se
produce el calentamiento global que genera el derretimiento del hielo polar. El
constante y creciente aumente de dióxido de carbono en la atmosfera puede
tener grandes consecuencias en el clima mundial.
Por otro lado, la gran población de termitas que consumen la celulosa de la
madera y liberan metano que es capaz de cambiar la composición química de la
atmosfera y con ello afectar al clima de todo el planeta.
Ya desde los años 80 se sabía que el hombre era el principal causante siniestro
del clima futuro del planeta que generará grandes cambios en el clima y el
ecosistema del planeta tierra.

PLANETA TIERRA, LA MAQUINA VIVIENTE (2DA PARTE)

En 1960 se propuso una teoría llamada expansión del suelo marino, donde se
suponía que la roca fundida que surgía de las profundidades de los valles
submarinos formaba un nuevo suelo marino completo en 100 o 200 millones de
años. Pero al no encontrarse evidencias se le llamo geopoesía.
Tiempo después las evidencias se encontraban en un volcán de los valles de
California, los científicos encontraron la forma de medir el crecimiento de los
suelos marinos, la lava de los volcanes al enfriarse se solidifica en dirección al
norte magnético de la tierra, pero en muchos lugares del mundo se encontraron
zonas solidificadas con dirección al sur. Luego de un detallado estudio se llegó a
la conclusión de que existe un cambio del punto magnético de la tierra, y el último
cambio producido fue hace casi un millón de años.
En 1968 en el Atlántico Sur se tomaron muestras de ambos lados de la cordillera
del medio atlántico, analizando las rocas y los fósiles marinos se concluyó que el
suelo marino crece casi 1 pulgada al año. Con ello la geopoesía se hacía realidad.
Al enfriarse la lava y las rocas que están debajo forman la litosfera terrestre, una
serie de terremotos se generan a lo largo de estas cordilleras, lo que indica que
la litosfera esta fracturada en unas 20 enormes placas, el movimiento del interior
de la tierra hace que las placas se expandan, que se unan unas con otras y, que
algunas se deslicen por debajo de las otras placas dando forma a la superficie
terrestre.
Como resultado de la sutucción de la placa del Pacífico por debajo de la placa de
Asia se producen devastadores terremotos en sus orillas. En la orilla sur del
continente asiático hace millones de años el choque de dos placas tectónicas
origino la cordillera de los Himalaya, hoy en día continúa generándose esas
fuerzas que hacen que el Everest continúe creciendo lentamente.
Otra clase de placa es la que existe en la Falla de San Andrés en las costas de
California, donde la placa del Pacífico choca con la placa norteamericana; hoy en
día la Falla de San Andrés es una de las más estudiadas por el gran peligro que
representa para la población de sus alrededores.