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LA MOLINA
ASIGNATURA:
LENGUA
MONOGRAFÍA:
ACERCAMIENTO HISTÓRICO-CULTURAL A LA LENGUA PUQUINA
AUTORES:
Piñas Bejarano, Alexander Eduardo
Almeyda Garcia, Walter Jonatan
Mendoza Suarez, Paulo Adriàn
Quispe Melo, Abraham
DOCENTE:
Mgtr. Lida Marlene Fernández Monge
Lima- Perú
2017
“Lo que sabemos es una gota de agua; lo que
ignoramos es el océano entero”.
Isaac Newton
II
III
Agradecemos a la profesora Lida Marlene
Fernández Monge, quien nos dio el aliento y los
recursos necesarios para hacer posible nuestro
trabajo. Además, por la paciencia brindada
IV
ÍNDICE
pág.
Epígrafe II
Dedicatoria III
Agradecimiento IV
Índice
Introducción VI
CAPÍTULO I
APROXIMACIÓN HISTÓRICA Y SOCIAL A LA LENGUA SHAWI
1.1 Contexto histórico-geográfico 2
1.2 Familia lingüística 3
1.3 Lugares donde se habla la lengua Shawi 3
1.4 Organización Social 4
1.5 Educación Shawi 4
CAPÍTULO II
CARACTERÍSTICAS GRAMATICALES DE LA LENGUA PUQUINA
2.1 El alfabeto de la lengua Shawi 8
2.2 Rasgos gramaticales 9
2.3 Léxico utilizado 10
2.4 Glosario de palabras y expresiones cotidianas en lengua Shawi 12
CAPÍTULO III
ASPECTOS CULTURALES DE LA LENGUA PUQUINA
3.1 Tradición oral (mitos y leyendas) 15
3.2 Tradiciones 18
3.3 Danzas 19
3.4 Costumbres y festividades 20
3.5 Gastronomía
CONCLUSIONES 23
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 24
ANEXOS 25
INTRODUCCIÓN
Shawi, idioma materno de pueblos sudamericanos. Muchos lo catalogan como uno de los más difíciles.
Pero, ¿acaso es suficiente hablarlo para conocerlo bien?, ¿realmente se tiene el conocimiento completo de
este idioma?, ¿se habla correctamente? Siendo la elipsis una de las figuras retóricas más empleadas en nuestra
lengua, es allí donde radica el principal problema, ya que es usada en su forma más simple en comparación a
la más compleja que se puede encontrar principalmente en textos literarios.
El objetivo general del presente trabajo es analizar el fenómeno de la elipsis tanto en el plano de la lengua
como en distintos contextos socioculturales. Ello implica contrastar las diversas definiciones que diversos
autores han dado para este tema a lo largo de la historia, comenzando a partir de investigaciones pioneras en
el campo hasta los conceptos más actuales. Por ello, el objetivo principal es informar sobre las diversas
características y funciones que posee esta peculiar figura literaria, además de familiarizar al lector con las
ventajas que se pueden obtener con su uso adecuado, tanto en la oralidad como en la escritura.
La importancia del presente trabajo radica en el aporte que brindará el conocimiento de la elipsis como
fenómeno lingüístico y discursivo, ya que al obtener los conocimientos respectivos se tendrá mayor destreza
en el habla y la escritura, considerados por muchos autores como bienes que trascienden y perduran en la
vida cotidiana. Es por ello que se le debe brindar mayor interés, o de lo contrario se estaría propenso a caer
en errores como la redundancia, que entorpece la comunicación, quitándole fluidez al acto de hablar y
escribir.
El presente estudio está estructurado en tres capítulos orientados a ampliar el conocimiento del lector,
así como a evitar posibles errores en la comunicación oral y escrita: la estructura y formación de la elipsis, en
primer lugar; para luego describir los tipos; y por último, el tratamiento y análisis contextual que juntos
brindarán información actualizada del tema.
En definitiva, se espera que al haber terminado de leer esta investigación, el lector podrá tener una idea
más extensa y clara de la importancia de la lengua española en el análisis gramatical y contextual de la elipsis.
Los capítulos trabajados buscan profundizar un concepto amplio y poco explorado en el campo lingüístico.
CAPÍTULO I
El pueblo shawi es también conocido como chayahuita. Según un relato shawi, los hombres y
mujeres de este pueblo se formaron a partir del maní crudo, o chawa-huita, en la lengua originaria.
No obstante, para referirse a sí mismos, los miembros de este pueblo han empleado también las
palabras campo piyapi, que significan ‘nuestra gente’ o simplemente piyapi que significa ‘gente’.
Por su ubicación geográfica y su tradición histórica, este pueblo ha sido asociado a los pueblos
shiwilu y muniche.
El pueblo shawi vive principalmente en los departamentos de Loreto y San Martín. Según
datos obtenidos por el Ministerio de Cultura, la población de las comunidades shawi se estima en 25,
239 personas.
La evidencia histórica de la presencia de este pueblo se remonta a la época de la Colonia,
cuando en los años 1538 y 1539, Alonso de Mercadillo y Diego Núñez atravesaron el territorio que
ocupaban los shawi. Una segunda incursión en la zona de gran envergadura estuvo a cargo de la
Orden Jesuita, organización católica que inició la el establecimiento de misiones con población
indígena entre los años 1638 y 1768. Nuestra Señora de Paranapuras, fundada en 1652, y
Presentación de Chayabita, fundada en 1678, fueron las misiones más importantes que albergaron
una gran cantidad de población shawi. Además, los shawi fueron agrupados en otras misiones junto
con población shiwilu y muniche (Fuentes 1988, Ribeiro y Wise 1978).
La reclusión en las misiones tuvo como consecuencia la aparición de numerosas epidemias
entre la población indígena, acostumbrada a otro patrón de asentamiento. Algunos indígenas
huyeron de las misiones durante esta época, otros permanecieron hasta que los jesuitas fueron
expulsados de la zona a mediados del siglo XVIII, retomando posteriormente su forma de vida
tradicional (Mora y Zarzar 1997).
Desde fines del siglo XVIII, los shawi participaron en la producción y recolección de jebe,
pieles de animales y zarzaparrilla (Fuentes 1988). En la época del boom cauchero, que duró hasta el
año 1940, ellos vivieron en fundos de patrones para los que produjeron, por turnos, los diferentes
productos demandados por los mercados internacionales (barbasco, shiringa, leche caspi) (Mora y
Zarzar 1997).
Hacia el año 1956, llegaron miembros del Instituto Lingüístico de Verano (ILV), quienes se
establecieron en la zona e iniciaron el estudio de la lengua y su labor misional (Fuentes 1988). En la
década de 1970, con la fundación de escuelas bilingües y con la promulgación de la Ley de
Comunidades Nativas, los shawi se agruparon en comunidades nativas (INEI 2007).
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1.2 Familia lingüística
El pueblo Chayahuita pertenece a la familia lingüística Cahuapana. La denominación
“Chayahuita” es usada para denominar al pueblo y su lengua por parte de la población mestiza y en
la literatura antropológica y lingüística. Pero los mismos indígenas, cuando hablan en castellano, se
autodenominan y llaman a su lengua “Shawi”; aunque cuando hablan en “Shawi” se refieren a su
lengua con el término “Kanpunan” (que se puede interpretar como ‘lengua de ti y de mí’). La lengua
Shawi, junto con la Shiwilu (jebero), pertenece a la familia lingüística Cahuapana. (Barraza de García,
Y, 2005).
Chayahuita (nombre alternativo: shawi) 7000 hablantes según MRW y10 000 según la UNESCO
Estas lenguas están mal documentadas. A partir de un conjunto de frases compiladas por
Instituto Lingüístico de Verano (1979) pueden entresacarse algunas características del Chayahuita, y
existe desde finales de la década de 1980, se han hecho trabajos adicionales, lo que ha permitido
editar un nuevo diccionario (Hart, 1988) con un breve esbozo de gramática. García Tomás (1993–4)
editó una colección de cuatro volúmenes de textos, testimonios, etc.
Entonces nos preguntamos estas lenguas ¿están en peligro?. Sí, las dos lenguas están en
peligro. Sólo con algunos hablantes mayores, el jebero estaría próximo a desaparecer. La UNESCO ha
precisado que el número de hablantes es aproximativa y que el número real sea probablemente
menor. Con algunos miles de hablantes, el chayahuita está también amenazada.
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1.4 Organización Social
Los chayahuitas, según Aldo Fuentes (1988), presentan una regla de descendencia bilateral.
Esta característica, unida a una regla de residencia post-matrimonial (con los parientes de la esposa),
por lo menos hasta el nacimiento del primer hijo). Lleva a una definición matrifocal del grupo
residencial.
Los chayahuitas han desarrollado formas de parentesco espiritual en dos modalidades. Una
de ellas es la relación establecida entre el recién nacido y el adulto invitado a realizar el corte del
cordón umbilical al momento del nacimiento. La otra modalidad consiste en la relación que se
establece entre el niño y el adulto invitado a pintarle el rostro por primera vez.
Se registra igualmente un bajo nivel de instrucción: 43% de la población de cinco años y más
sólo ha efectuado estudios primarios, en tanto que un porcentaje similar no posee ningún nivel
educativo y no más de 1% posee estudios superiores (118 personas), de los cuales 76% no los
concluyó.
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CAPÍTULO II
Como podemos observar en los ejemplos (1) y (2), encontramos tanto sufijación cuanto prefijación,
aunque la aparición de sufijos es mucho más recurrente. Entre los prefijos, encontramos al
causativo, ora indirecto ora asociativo, y la marca de reflexivo o recíproco. El orden canónico de las
palabras es sujeto-objeto-verbo (SOV), aunque pueden existir considerables variaciones
probablemente debido al constante contacto con la lengua castellana, lo que lleva a la formación de
oraciones de tipo sujeto-verbo-objeto (SVO). Como podremos observar en los ejemplos de este
esbozo, el chayahuita suele marcar tanto el sujeto cuanto el objeto en el verbo, al igual que, a
modo de comparación, las lenguas andinas como el aimara o el quechua. En la lengua,
encontramos nombres y verbos (los ejemplos los daremos en secciones posteriores) como una
categoría definida. Al parecer, encontramos un inventario de adjetivos; sin embargo, la definición
de una categoría adjetiva queda aún por estudiarse. Por otro lado, encontramos pronombres,
deícticos, adverbios, conjunciones e interjecciones dentro de lo que nombramos clases de palabras
cerradas (Schachter y Shopen 2007). En cuanto a los pronombres, podemos encontrar una primera
persona singular y unas segunda y tercera personas singulares y plurales. La primera persona
plural tiene tres formas distintas: inclusiva, exclusiva y dual (1P+2P). Los deícticos refieren a
entidades cercanas al emisor, al receptor o lejanas de ambos. Estos también pueden tener la
función de pronombres de tercera persona en la lengua. Dedicaremos una parte de nuestro esbozo
gramatical a cada una de estas categorías. El chayahuita parece apoyarse, aunque no es definitivo,
en un paradigma ergativo-absolutivo para la marcación de caso; empero, este sistema de
marcación casual convive con patrones de alineamiento nominativo-acusativo en otros ámbitos,
tales como la concordancia en el verbo. Existe una marca ergativa, mientras que el absolutivo no
se marca. La lengua también cuenta con sufijos marcadores de casos oblicuos. Entre estos
encontramos: posesivo, ablativo, locativo, comitativo, esivo, benefactivo y limitativo.
Tabla 2:
Pluralización nominal
1. pei ‘casa’pei-ru’sa’ ‘casas’ 3. iya ‘hermano’ iya-ru’sa’ ‘hermanos’
2. imin ‘chacra’imin-u’sa’ ‘chacras’ 4. sanapi ‘mujer’sanapi-’sa’ ‘mujeres’
Como podemos inferir de los ejemplos, las formas de plural se hallan en distribución
complementaria: V- ru’sa’ C- u’sa’ Tres (o más) sílabas – sa’ El plural de los términos de
parentesco se forma empleando el sufijo –pita que también aparece en los pronombres. Veamos
los ejemplos:
Tabla 3:
Pluralización de términos de parentesco
1. wi’nan-pita ‘los hijos’
2. apin-pita ‘los tíos’
Este sufijo también se emplea para la pluralización de los pronombres chayahuitas de segunda y
tercera persona:
Tabla 4:
Pluralización de pronombres chayahuitas
1. Kema ‘tú’ Kam-pita ‘ustedes’
2. Ina ‘él, ella, ello’Ina-pita ‘ellos, ellas, esas cosas’
Diminutivo
El diminutivo chayahuita se manifiesta mediante el sufijo –ra’. Aunque no es muy productivo, lo
encontramos en algunos nombres de animales como:
Tabla 5:
Diminutivo en chayahuita
1. Ni’ni’ ‘perro, otorongo’ Ni’ni’-ra’ ‘perro, perrito’
2. Waru ‘sapo’ Wari12-ra’ ‘sapo pequeño del monte’