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FRANK LLOYD WRIGHT: EL IDIOMA DE UNA ARQUITECTURA ORGÁNICA

Bryan Villamil Bueno


Naturaleza y Sociedad
Universidad de los Andes 2016

“La arquitectura debe pertenecer al entorno donde va a situarse y adornar el


paisaje en vez de desgraciarlo”.
Frank Lloyd Wright

Frank Lloyd Wright es uno de los arquitectos norteamericanos más reconocidos en


el mundo. Sus obras reflejan un ideal y pensamiento que muchos autores
describen como adelantados a su siglo, esto no se puede negar ya que todas sus
obras expresan esa nueva arquitectura que él denomina orgánica. Concepto que
desarrolló más profundamente a partir de sus proyectos en las praderas que
rodean Chicago y que se explican a lo largo del ensayo. Esta clase de arquitectura
trajo como consecuencia un cambio del futuro de la arquitectura en Estados
Unidos y en el mundo. La arquitectura orgánica modificó la vivienda típica
americana y tuvo grandes aportes a nivel formal y funcional para el desarrollo de
la arquitectura doméstica.

Es importante mencionar lo que Wright en su libro “El Futuro de la Arquitectura”,


expone y define, con algunas palabras que ayudan a entender y comprender el

1
concepto de arquitectura orgánica, haciendo un poco más comprensible el
pensamiento e ideales que él iba a desarrollar en su arquitectura a lo largo de su
carrera profesional y del legado que estos ideales tuvieron en la arquitectura de
finales del siglo XIX y principios del siglo XX en Estados Unidos y en el mundo.

Algunas de estas definiciones son las siguientes:

1. Naturaleza, significa no sólo lo exterior, nubes, árboles, tormentas, el


terreno y la vida animal, sino que se refiere a su naturaleza como a la
naturaleza de los materiales o la “naturaleza” de un plan, un sentimiento
o una herramienta. Un hombre o cualquier cosa que le concierna, desde
adentro.

2. Orgánico, esta palabra denota en arquitectura no sólo lo que pueda


colgar en una carnicería, levantarse sobre dos pies o pueda ser
cultivado en un campo. La palabra orgánico se refiere a la entidad, y
quizás por ello sería mejor emplear la palabra integral o intrínseca.
Como se usó originariamente en arquitectura; orgánico significa “la
parte al todo, como el todo a la parte”. Así entidad, como integral es lo
que se quiere decir en realidad con la palabra intrínseca.

3. La forma sigue la función. Este es un slogan del que se abusa. Es


natural que eso ocurra con la forma. Pero en un nivel inferior, y el
término es útil sólo cuando indica la plataforma sobre la que descansa
la forma arquitectónica. Así como el esqueleto no es una finalidad de la
forma humana ni la gramática es la forma de la poesía, así es la función
respecto a la forma arquitectónica. El entrechocar de huesos no es
arquitectura. Lo menos sólo es más donde lo más no sirve.

4. Ornamento. Elemento integral de la arquitectura, el ornamento es a


ella lo que la florescencia de un árbol o una planta es a su estructura.
De la cosa, no sobre ella. Emocional en su naturaleza, el ornamento es,
sí está bien concebido, no sólo la poesía sino el carácter de la
estructura revelado y alzado. Si no está bien concebido, la arquitectura
es destruida por el ornamento.

5. Espacio. La continua transformación: fuente invisible de donde


surgen todos los ritmos a los que deben someterse. Más allá del tiempo
o el infinito. La nueva realidad que la arquitectura orgánica sirve para
emplear en el edificio. El aliento de una obra de arte 1.

La tierra es la forma más simple de la arquitectura. El construir sobre la tierra, es

1
LLOYD WRIGHT, Frank. The future of architecture. Traducido por Eduardo Goligorsky.
Barcelona: Poseidón, 2008. p. 274-275.

2
tan natural para el hombre como para los otros animales, aves o insectos. En la
proporción en que él se distinguía de los otros animales, sus construcciones se
convirtieron en lo que se denomina arquitectura.

Para Frank Lloyd Wright, el hombre mientras se mantuvo fiel en posesión de su


tierra, su arquitectura fue creadora. Pero cuando llegaron tiempos de cambios a
nivel social, en temas de ciencia, a las nuevas ventajas y riquezas fáciles, el
hombre deja de ser inspirado por la naturaleza de la tierra y el mundo social sufre
una hecatombe, donde los objetos sirven mejor al hombre que los pensamientos.

Sus facultades creadoras estaban condicionadas sobre la tierra y su posesión. Los


procesos de creación se debilitaron a medida que la ciencia y los inventos
remplazaban el trabajo. En este sentido para Wright, el hombre había perdido su
fuente de inspiración, el suelo y la arquitectura se hizo cada vez más difícil y la
construcción se hizo cada vez más fácil 2.

El futuro de la arquitectura norteamericana según Wright está compuesto por tres


elementos: máquinas, materiales y hombres3. La diferencia con otras épocas es la
sustitución de las herramientas por maquinarias automáticas, dependiendo el
artista del industrialismo y sin depender en lo más mínimo de su artesanía
individual.

El periodo de industrialización de Estados Unidos en el siglo XIX iba a marcar la


verdadera historia de la civilización, donde los pensamientos científicos serían
materializados en hierro, bronce y acero convirtiendo a esta era, en la época de
las maquinas, ya sean utilizadas para el transporte, para la industria, para la luz o
para la guerra o barcos de vapor, todos los cuales remplazan a las obras de arte
de los periodos anteriores a la historia 4.

Con todo el boom de la industrialización y la revolución de las máquinas, la


arquitectura y más específicamente las viviendas, fueron comparadas como tales.
La mayoría de las casas llamadas modernas parecen ser víctimas de un proceso
de mecanización. Wright llama a este fenómeno, casas de cartón que parecen ser
cortadas con tijeras, que luego son dobladas en ángulos, con alguna superficie
ocasional para dar alivio. Las casas de los hombres no deben ser como cajas
brillando bajo el sol; toda construcción para propósitos humanos debe ser un
rasgo elemental y simpático del suelo, complementario de su medio ambiente y
emparentado con el terreno. Para Wright, la máquina se debe aceptar como el
medio por el cual se construye el edificio y siendo posible su construcción con
naturalidad y estupendamente bien; en este sentido no es necesario construir
edificios como si fueran una máquina. De estas palabras hay que rescatar la

2
Ibid., p. 33
3
Ibid., p. 63.
4
Ibid., p. 67.

3
búsqueda de Wright de una simplicidad orgánica en la arquitectura, sin
ornamentos y elementos decorativos que resten valor a la naturaleza de las
edificaciones.

Cuando en 1893, Wright empezó a construir casas, los edificios de aquellos


tiempos eran en su forma altos y compactos, correspondieron tal vez a ese
crecimiento de las ciudades norteamericanas donde el avance tecnológico hizo
posible la construcción en altura5.

Figura 1. Guaranty Building (Prudential Building), Buffalo, New York.

Fuente: Adler and Sullivan, 1985. Exterior.

Las chimeneas de las casas eran altas y delgadas que apuntaban al cielo; junto a
ellas se asomaban como buhardas a través de las agudas cubiertas, estaban los
altillos donde se acomodaba la servidumbre. Estas buhardillas eran lugares que se
calculaban muy bien para permitir que la servidumbre pudiese asomar la cabeza al
aire. La pegajosa y húmeda arcilla de la pradera debía ser excavada para dar
lugar a la implantación de un sótano que se extendía debajo de toda la casa y las
paredes de piedra de este oscuro sótano siempre se asomaban unos treinta
centímetros por encima del nivel del piso, y guiñaban sus medias ventanas.

Por lo tanto, el sótano se presentaba como un banco de material que rodeaba toda
la casa, la cual se sentaba sobre él como sobre una silla. Las altas paredes de los
acostumbrados, dos pisos dispuestos por encima del sótano de ladrillo o piedra,
eran de madera, apoyadas sobre el banco de material y dispuestas en las formas

5
WHIFFEN, Marcus y KOEPER, Frederick. American architecture. Vol. 2: 1860-1976. Cambridge,
Massachusetts: The MIT Press, 1984. p. 224-234.

4
más complicadas. En ellas se practicaban agujeros grandes y pequeños para
permitir el paso del aire y de luz. Las paredes de la casa tenían cornisas y
modillones en la parte superior de los altos e intencionalmente techos, a los que
se agregaban las buhardillas6.

Figura 2. Watts, Sherman House, Newport, Rhode Island.

Fuente: H. H. Richardson, 1874-75. Exterior. (Service wing addition by Dudley Newton).

Para alcanzar esa simplicidad y ese término orgánico en su arquitectura, la


primera tarea para Wright consistía en deshacerse del altillo y por lo tanto de todas
las alturas inútiles; luego, deshacerse del malsano sótano por completo. En lugar
de larguiruchas chimeneas de ladrillo, levantándose de los techos inclinados,
Wright comprendió la necesidad de incorporar sólo una, ancha y generosa, o
cuando más dos, bajas, sobre techos de escaso declive, o quizás chatos.

Ahora, la gran chimenea del interior se convertía en un lugar para una fogata
verdadera. Otro elemento que Wright modificó en su arquitectura, fue la altura de
la casa acomodándola a la estatura de un hombre normal. Al desaparecer el
sótano, ahora las paredes tendrían que empezar en el suelo sobre un retallo de
cemento o piedra que parecía una pequeña plataforma debajo del edificio, lo que
generalmente era, pero las paredes se detendrían a la altura del antepecho del
primer piso, para permitir que las habitaciones superiores se siguiesen en una
continua serie de ventanas, bajo las alas del techo de suave declive. Esto
convertía en pantallas de cierre a las paredes de abajo, y en pantallas de
iluminación a las del piso superior. Esto generó un verdadero cierre del espacio
interior.
6
LLOYD WRIGHT, Op. cit., p. 116.

5
Figura 3. Casa Ward W. Willits.

Fuente: Foto editada por el autor.

Para responder a las olas de frío y calor, humedad y sequía, oscuridad y brillo,
Wright le dio al todo un ancho techo protector. La cara inferior de las proyecciones
del techo eran lisas y de colores suaves, para crear un brillo de luz que se
reflejaba para no hacer oscuro a los cuartos superiores, sino más agradables. Los
aleros tenían un doble valor: como protección y preservación para las paredes de
la casa, así como difusores de luz reflejada para el piso de arriba, a través de las
“pantallas de luz”, o sea las ventanas que remplazaban a las paredes.

Figura 4. Casa William G. Fricke.

Fuente: Foto editada por el autor.

6
Las viviendas de este periodo de finales del siglo XIX y principios del siglo XX,
estaban divididas hábil y completamente. Wright en su libro The future of
architecture, define la vivienda típica norteamericana de la siguiente manera:

Los interiores consistían en cajas juntas o dentro de otras cajas


llamadas habitaciones, todas ellas dentro de un encajonamiento
complicado. Cada función doméstica estaba adecuadamente dividida
en cajas vecinas. Wright veía poco sentido en este propósito; por lo
tanto declaró a todo el piso de abajo como una sola habitación,
apartando la cocina como un laboratorio, colocando los cuartos de
servidumbre junto a la misma, parcialmente independizados, y
separando con mamparas, varias porciones de la amplia habitación,
para ciertos propósitos domésticos, como el de comer o leer, o recibir
una visita. Numerosas puertas desaparecieron, lo mismo que los
tabiques. Wright afirma en conferencia dictada en la Universidad de
Princeton en 1930, que estas innovaciones a la vivienda
norteamericana gustaron a todos sus clientes y a sus sirvientes. La
casa se hizo más libre como espacio y también más habitable. Fue el
amanecer de la amplitud interior 7 .

Otra lucha que Wright libró, fue la colocación de puertas ventanas porque lograban
asociar lo que pasaba en el interior de la vivienda con el exterior proveyendo
aperturas libres. Haciendo de esta relación algo más sencilla y humana, ya que su
uso y efecto era más natural.

Figura 5. Plantas arquitectónicas casa George Barton.

Fuente: Foto editada por el autor.

7
Ibid., p. 119.

7
Desde ese momento, hubo un ideal de simplicidad orgánica en la vida de Wright
con consecuencias históricas en Estados Unidos. Él expone en la Universidad de
Princeton su cuarta conferencia titulada “casas de cartón” los principales motivos e
indicaciones que dieron lugar a su pensamiento.

“Los edificios modernos son máquinas de cartón, mecánicas, amaneradas,


artificiales, sin alma”.
Frank Lloyd Wright

Primero: Reducir el número de partes necesarias de una casa y los


cuartos separados a un mínimo, y reunir todo como un espacio cerrado,
de tal forma que la luz, el aire y el paisaje penetraban en el todo con
una sensación de unidad.

Segundo: Asociar la construcción como un todo con su emplazamiento,


por extensión y énfasis de los planos paralelos al suelo, pero
manteniendo los pisos fuera de la mejor parte del lugar, dejando así esa
parte mejor para uso en relación con la vida de la casa. En este sentido
resultaron útiles los planos extendidos.

Tercero: Eliminar el cuarto como caja y la casa como otra caja,


convirtiendo las paredes en pantallas de cierre, haciendo fluir los
techos, los pisos y las pantallas de cierre, como en un solo ambiente
amplio, con pocas subdivisiones menores. Hacer más liberalmente
humanas todas las proporciones de la casa, con menos espacio
gastado en estructura, y con ésta más apropiada al material, para que
el todo sea más habitable.

Cuarto: Sacar del suelo el sótano, colocando un pedestal bajo para la


porción habitada de la casa, haciendo visible el cimiento en forma de
una plataforma de mampostería sobre la que se apoyaba la
construcción.

Quinto: Armonizar todas las aberturas necesarias al exterior o al interior


con buenas proporciones humanas, mostrándolas con naturalidad,
salas o en serie, en plano de todo el edificio. Generalmente aparecían
como pantallas de luz en lugar de paredes que eran agrupadas
alrededor de los cuartos como pantallas de cierre.

Sexto: Substituir dentro de lo posible, combinaciones de materiales


diferentes por un solo material, no usar ornamentos que no surgieran de
la naturaleza de los materiales, para hacer todo el edificio más claro y
más expresivo, como lugar de vivienda, y dar la concepción del
apropiado énfasis revelador del edificio. Las líneas rectas o geométricas
resultaban naturales para la maquinaria que trabajaba en las

8
construcciones, de modo que los interiores tomaron naturalmente este
carácter.

Séptimo: Incorporar toda la calefacción, iluminación, cañería para que


los sistemas se convirtieran en partes constitutivas de la construcción.
Estos servicios se hicieron arquitectónicos y en este intento estaba en
marcha el ideal de una arquitectura orgánica.

Octavo: Incorporar como arquitectura orgánica-dentro de lo posible-el


mobiliario, aunándolo con el edificio y diseñándolo en términos sencillos
para el trabajo de máquina. Nuevamente, líneas rectas y formas
rectilíneas.

Noveno: Eliminación del decorador. Era todo curvas y eflorescencias, si


no todo “periodo” 8.

El ideal y la primera directriz de lo que Wright llama arquitectura orgánica, no es


más que simplemente el desarrollo de un concepto que no era nuevo para Wright
y que también trabajaron “Lieber Mesiter”, Louis Sullivan con quien tuvo la
oportunidad de trabajar varios años cuando llegó a Chicago. El concepto que sería
desarrollado fue el que la “Forma sigue la Función” pero Wright agrega algo
diciendo que esa forma y esa función, deben ser una sola para que se cumpla ese
ideal de simplicidad.

Esto quiere decir que si este ideal está en el pensamiento del arquitecto, se dará
naturalmente una actitud hacia todo lo que el proyectista tendrá a su vista,
incluyendo obviamente al cliente y su progenie, a la corporación, entre otros.
Entonces al ser una la “función y la forma”, se puede deducir que el propósito y el
diseño del edificio, también debe ser uno y que estos son integrales.

Esta es la tesis antiquísima que renovada llamo Wright, la norma de la arquitectura


orgánica. Esta nueva integridad, “desde adentro hacia afuera”, es evidente ahora
como una guía y una oportunidad del arquitecto moderno. La naturaleza de los
materiales también es una oportunidad así como su iluminación. A esto también se
agrega el valor de la interacción del ser humano con el edificio y también es uno
de los materiales servidos por el edificio y al servicio del mismo.

Las consideraciones que Wright pone sobre la mesa para el ejercicio de la


proyección de cualquier edificio son: el terreno, que no es nada más que la
naturaleza del lugar, del suelo y del clima. Luego viene la escogencia de
materiales, esto quiere decir que se debe tener en cuenta la disponibilidad de
material y bajo qué circunstancias, el dinero es una de ellas, en qué se construirá:
Madera, piedra, ladrillos o sintéticos.

8
Ibid., p. 120-121.

9
Otra consideración es la fuente de trabajo o fuerza disponible, que son
aconsejables en esas circunstancias mencionadas anteriormente, si estas fuerzas
y herramientas son manuales o mecánicas o ambas. Y por último, viene un
elemento más deseable denominado inspiración y que debe surgir desde adentro
hacia afuera y es la condición que le da finalidad a toda la estructura del proceso
creador9.

Figura 6. Complejo Coonley, Illinois.

Fuente: Foto editada por el autor.

En este sentido las casas de la pradera construidas entre 1900 y 1911, son el fiel
reflejo del pensamiento de Wright y de su arquitectura. El concepto de democracia
fue el pilar fundamental con que el arquitecto se abrió al siglo XX. Este principio
filosófico, político y social, aplicado al manejo del paisaje y del entorno, dio como
resultado la aparición de las denominadas casas de la pradera 10. Wright en su
autobiografía publicada por primera vez en 1932, revelaba: Amaba la pradera de
modo instintivo, por su extraordinaria sencillez: “los árboles, las flores, el mismo
cielo, un contraste excitante. Me daba cuenta de que, en la pradera, cualquier
pequeña altura parece muy grande: cualquier saliente cobraba una importancia
enorme, mientras que la anchura era menos importante…Yo tenía idea de que los
planos horizontales de las casas formaban parte del suelo. Y comencé a poner por
obra esta idea”11.

9
Ibid., p. 253-254
10
ORTIZ MONSALVE, Viviana. Frank Lloyd Wright. Campezo, España: Tikal Ediciones, 2013. p.
57.
11
BROOKS PFEIFFER, Bruce; GOSSEL, Peter y LEUTHAUSER, Gabriela. (eds.). Frank Lloyd
Wright. Colonia, Alemania: Benedikt Taschen Verlag GmbH, 2000. p. 20.

10
Para poder definir con un esquema sencillo y claro el significado de las casas de la
pradera, se debe recurrir necesariamente a enfatizar tres aspectos: el tipo de
cliente, los terrenos o el emplazamiento donde estaban ubicadas las casas y la
búsqueda arquitectónica de Wright, en qué integraba su directriz de arquitectura
orgánica “función y la forma”. Hablando del tipo de cliente, Wright tuvo mucho
éxito en sus primeras casas cuando trabajaba en el taller del prestigioso arquitecto
Louis Sullivan, por esto lo contactaban con mucha frecuencia ciudadanos de clase
media-alta, cuyos solares se encontraban ubicados en suburbios como Oak Park,
Wisconsin, etc. Lugares exuberantes de planos y paisajes muy cerca de las
ciudades en desarrollo como fue el caso de Chicago, en Illinois.

La tipología de estas viviendas consistía en creaciones contemporáneas, alejadas


de la casa tradicional norteamericana, su lenguaje ahora era más natural y
vernáculo, reinterpretando componentes que deberían ser los nuevos códigos de
una arquitectura doméstica, mediante la combinación abierta y sencilla de
aperturas de superficies, techos no como un cobertizo sobre un objeto
arquitectónico, sino como un elemento integrador de planos inclinados o planos en
concordancia, con los muros que se convertían en elementos de movimiento en
retroceso, o cerramientos continuos, según el caso 12.

Figura 7. Detalle vitral Robie House.

Fuente: Foto editada por el autor.

12
ORTIZ MONSALVE, Op. cit., p. 58.

11
Como directrices en el desarrollo de las viviendas, Wright planteó espacios
abiertos que eran delimitados más por elementos y trucos arquitectónicos que por
particiones o puertas. Esto es básicamente lo que se llegaría a conocer como
planta abierta. La redefinición de la planta cruciforme fue uno de los logros más
valorados de este periodo, pues Wright la concretó abriendo al paisaje los dos ejes
cruzados con una chimenea central. De esta manera, la típica planta cruciforme,
que consistía en volcar todos los espacios hacia el centro, mediante espacios
individuales y cerrados y generando una interconexión espacial, a partir de este
nuevo concepto del manejo de voladizos y terrazas, la planta se transformó en un
todo, es decir, en una clara opción por la integración total, tanto externa, como
interna, de los espacios, una característica fundamental de la arquitectura
orgánica13.

Figura 8. Salón Mayer May House.

Fuente: Foto editada por el autor.

Las casas de la pradera tienen una particular forma de ser observadas, son
objetos centralizados que se pueden admirar por cualquiera de sus cuatro
costados. La cubierta no sólo cumple la función de cubrir, sino que tanto en los
planos inclinados como en el manejo de los materiales, Wright hacía de este
elemento una parte fundamental en toda la composición arquitectónica, dándole
ese carácter de unidad que estaba perfectamente integrada en el paisaje donde se
encontraba emplazada.

En cuanto al manejo de los materiales, Frank Lloyd Wright manifiesta un


conocimiento profundo y un respeto constante en el uso de los materiales
naturales. La piedra, el ladrillo y la madera: durante mucho tiempo, estos

13
Ibid., p. 58-59.

12
materiales básicos habían sido escondidos, recubiertos, pintados o transformados,
para satisfacer las exigencias de cualquier moda o gusto particular. Pero él utilizó
estos materiales de modo que le parecería más adecuado a la naturaleza de su
arquitectura y a sus ideales. La extensa producción de proyectos arquitectónicos
que Wright creó durante la primera década del siglo XX lo convirtió en un icono de
la arquitectura norteamericana14.

La arquitectura orgánica para Wright, significa dinamismo e integración del edificio


con el entorno natural, interpretación de espacios exteriores e interiores y la
integración del hombre sumergido en la naturaleza y la chimenea como centro del
hogar a través de un diseño que integra el emplazamiento, las edificaciones y el
amueblamiento, para que se pueda alcanzar esa unidad que sea bien
cohesionada con el lugar.

Figura 9. Sala para juguetes, Frank Lloyd Wright House.

Fuente: Foto editada por el autor.

Estos nuevos ideales insertados en la arquitectura norteamericana por Frank Lloyd


Wright, se pueden resumir y apreciar en la que para muchos arquitectos es la obra
máxima en cuanto al tema de vivienda “moderna”. En ella se pueden apreciar
cada uno de los ideales que son materializados y convertidos en arquitectura. La
casa para el señor Edgar J. Kaufmann y su esposa fue contratada a Wright en el
año de 1935 y finalizada en 1939.
14
Ibid., p. 61.

13
La casa Kaufmann o “Fallingwater” como se conoce popularmente, se encuentra
ubicada en un sector rural del suroeste de Pensilvania. Lo particular de esta
vivienda es que fue emplazada y construida sobre una cascada de Bear Run.
Desde la primera visita donde sería erigida la residencia rural de la familia, Wright
tardó más de nueve meses estudiando la manera de implantar su proyecto y
madurándolo. Lo más curioso y sorprendente de todo este proceso, fue que sólo le
bastaron 140 minutos en dibujar la casa una vez que tenía claro en su mente el
concepto que debería desarrollar para esta vivienda.

Figura 10. Acceso Fallingwater House.

Fuente: Foto editada por el autor.

En esta casa se puso a los habitantes en relación más íntima con la naturaleza y
con la cascada. La planta principal ofrece una vista en tres direcciones, las
terrazas están ubicadas en dos direcciones: una se proyecta sobre el curso del río
y la otra se proyecta sobre las rocas y sobre la cascada. En la planta superior,
cada uno de los dormitorios tiene una terraza propia y también desde el estudio y
la galería. Todos los elementos verticales están construidos en piedra nativa,
obedeciendo a esa arquitectura vernácula del lugar en que se emplaza. La
disposición de sus piedras ligeramente con relieve, dan a la superficie de los
muros un aspecto escultural. El tercer piso ocupa un área muy reducida y actúa a
manera de mirador.

14
Figura 11. Plantas arquitectónicas Fallingwater House.

Fuente: Foto editada por el autor.

Todos los elementos horizontales son de hormigón colado. Los suelos al igual que
las paredes, están recubiertos de piedra y los trabajos de madera están realizados
en nogal de finas vetas.15

Al igual que en la mayoría de proyectos de Wright, éste se encargó del diseño del
mobiliario y de las alfombras.

Figura 12. Espacios interiores Fallingwater House.

Fuente: Foto editada por el autor.

La edificación de “Fallingwater” echó las bases de una amistad de toda la vida


entre el señor y la señora Kaufmann y Edgar Kaufmann (h). Olgivanna Wright
quien fuera su tercer y última esposa, escribe en su libro sobre Frank Lloyd Wright:
En toda ocasión en que fuimos a visitarlos, a lo largo de años, fue siempre una
renovadora experiencia sentirnos envueltos por la magia de la poesía exquisita, de
la imaginación en alto vuelo, que irradia la casa 16.
15
BROOKS PFEIFFER, GOSSEL y LEUTHAUSER, Op. cit., p. 120.
16
LLOYD WRIGHT, Olgivanna. Frank Lloyd Wright: su vida, su obra, sus palabras. Traducido por
Alberto Vanasco. Buenos Aires: Troquel, 1970. p. 134-135.

15
Figura 13. Sala de estar, chimenea, Fallingwater House.

Fuente: Foto editada por el autor.

La residencia de fines de semana de la familia Kaufmann, cumplió este propósito


desde 1937 hasta 1963, año en que fue donada por Edgar kaufmann hijo a la
sociedad de Conservación de Pensilvania. Desde 1964 está abierta al público
como museo.

La casa de la cascada se convirtió en uno de los edificios más reseñados del


mundo. Aparece en la lista de uno de los 28 lugares que todo el mundo debería
visitar antes de morir. Además fue declarado monumento histórico nacional en
1966. En 1991, los miembros del Instituto Americano de Arquitectos la designaron
como el mejor trabajo de todos los tiempos de la arquitectura norteamericana. En
2007, ocupó el puesto vigesimonoveno en la lista de construcciones favoritas de
arquitectura de Estados Unidos de acuerdo con la AFP 17.

17
ORTIZ MONSALVE, Op. cit., p. 191.

16
CONCLUSIONES

Frank Lloyd Wright fue un revolucionario arquitecto que estuvo adelantado a su


época. Sus proyectos reflejan el desarrollo y proyección de un nuevo pensamiento
en materia de construcción. Para Wright era importante vincular todo lo que
sucedía en los espacios que diseñaba; el edificio debía nacer del terreno de forma
natural, tanto que este no debía ser el protagonista del cuadro. El edificio y el lugar
en donde se emplaza deben estar relacionados y ser una misma unidad, este
objetivo lo cumplió gracias a la integración del terreno, al uso adecuado de los
materiales, la forma de utilizarlos y a la interacción del ser humano en los espacios
que diseñaba.

La arquitectura orgánica que profesaba Wright, tuvo grandes aportes en la


arquitectura norteamericana moderna. La eliminación del sótano generó una mejor
relación en la vida de los dueños de la vivienda y la servidumbre donde la vida se
hizo más humana. Otro elemento que Wright añadió a sus composiciones fue la
relación del interior con el exterior del edificio. El cambio de altura y escala de las
construcciones se hicieron más humanas. La reestructuración de la planta
cruciforme y la chimenea central, hicieron que los espacios se volcaran hacia la
parte exterior, relacionando lo que sucedía tanto afuera del edificio como dentro de
él. El futuro de la arquitectura sin temor a equivocaciones, es precisamente ese
ideal que tanto profesaba Wright, una arquitectura que engrandezca la vida de las
personas que viven en ella, una arquitectura que en vez de destruir el paisaje lo
engrandezca con sus formas y materiales.

“La arquitectura es vida, o por lo menos es la vida misma tomando forma y por lo
tanto es el documento más sincero de la vida tal como fue vivida siempre”.

Frank Lloyd Wright

17
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