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Erosión o degradación de los suelos.

Es la pérdida del mismo, principalmente por


factores como las corrientes de agua y de aire, en particular en terrenos secos y sin
vegetación, además el hielo y otros factores. La erosión del suelo reduce su fertilidad
porque provoca la pérdida de minerales y materia orgánica

Deslizamientos

¿Qué son?
Piedras, tierra y vegetación que se deslizan rápida o lentamente cuesta abajo porque el suelo no
es lo suficientemente firme. Se presentan sobre todo en la época lluviosa o durante una
actividad sísmica.
Estos deslizamientos de tierra se han hecho cada vez más comunes y han cobrado gran cantidad
de vidas humanas. Ahora que las ciudades crecen desmesuradamente se hace cada día más
necesario que sus viviendas y edificios se construyan contra riesgos de deslizamientos.

¿Por qué se producen y qué daños provocan?


Casi siempre son provocados por la acción del ser humano, aunque la naturaleza también pone
su parte. Entre las principales causas pueden citarse:
La deforestación de las faldas de los cerros o montañas.
Las formas de sembrar en las montañas no son las más adecuadas (sembrar a favor de la
pendiente).
La construcción de muchas casas o comunidades en las faldas de las montañas.
Las lluvias fuertes que duran varios días.
Los cortes que se hacen en las faldas de las montañas para construir carreteras, caminos o
viviendas.
¿Qué podemos hacer para prevenir un deslizamiento?
Identificar las zonas de deslizamiento cercanas a nuestra vivienda
Preparar un Plan familiar de prevención de deslizamientos
Establecer las vías de evacuación
Tener preparado un equipo de emergencia con un botiquín de primeros auxilios, radio, linterna
de pilas, cobijas, fósforos y velas
Identificar las zonas de deslizamiento
Iniciar las actividades de mitigación en las construcciones que se encuentren cerca de las
zonas de deslizamientos
Sembrar árboles en las faldas de las montañas. Las raíces de las plantas ayudan a sostener la
tierra y absorben el agua.
Respetar la vegetación que existe en la zona.
No realizar quema de la vegetación como técnica para el cultivo de la tierra. Esta práctica
ocasiona la destrucción de la capa vegetal del suelo,erosiona el terreno y puede generar
incendios de grandes proporciones.
Evitar el sobrepastoreo, cambiando periódicamente el ganado de un lugar a otro, para así
evitar el desgaste de los terrenos y su posible erosión.
Cultivo en terrazas, siguiendo las curvas del terreno
Construir las viviendas en zonas seguras; no hacerlo en terrenos erosionados o en la falda de
montañas muy húmedas.
Si usted sabe que su comunidad se encuentra en un área de posibles deslizamientos, notifique
a las autoridades e inmediatamente forme un comité de rescate y practique simulacros para
preparar a la población en lo que hay que hacer ante un eventual desastre de esta naturaleza.
Iniciar con el maestro o la maestra una campaña para la prevención de deslizamientos
Conocer sobre las zonas de deslizamiento existentes en la comunidad y cerca de la escuela
Intercambiar con los compañeros, los maestros y los padres información sobre los peligros de
los deslizamientos.
Impulsar actividades para cuidar los bosques porque favorecen la firmeza de los suelos y
evitan la erosión y los deslizamientos
Deslizamiento de suelos

Desplazamiento masivo de material sólido que se produce bruscamente, cuesta


abajo, a lo largo de una pendiente cuyo plano acumula de manera parcial el mismo
material, autolimitando su transporte.
Los deslizamientos ocurren como resultado de cambios repentinos o graduales en
la composición, estructura, hidrología o vegetación en un terreno en declive o
pendiente.
ESTOS CAMBIOS PUEDEN DESENCADENARSE POR:
– Vibraciones como las ocasionadas por los sismos, explosiones, maquinaria,
tráfico.
– Remoción del soporte lateral por la erosión, fallas geológicas existentes en las
pendientes, excavaciones, construcciones, deforestación y pérdida de la
vegetación.
– Sobrecarga del terreno producida por el peso del agua, del hielo, nieve o granizo,
acumulación de rocas o material volcánico. También basura o deshechos, la carga
de los edificios y estructuras, así como de la vegetación misma.
– Fuertes aguaceros, aumento de los niveles por el concepto de lluvias o de
saturaciones de agua.
EN LAS AREAS URBANAS SE PRESENTAN CONDICIONES MUY
ESPECIFICAS, EN LOS CUALES ES LA ACCION DEL HOMBRE LA QUE
PROVOCA EL FENOMENO.
FRECUENTEMENTE SE OBSERVA:
– Desvío en el curso de las aguas (lluvias, de drenaje, agua potable).
– Construcciones que cortan terrenos y rellenan afectando la estabilidad de las
pendientes.
EFECTOS ADVERSOS
– Los efectos adversos son en general, similares a los descritos para los sismos;
sin embargo, su impacto se limita a un área específica.
– En algunos casos el movimiento de tierra puede generar inundaciones
secundarias en caso de ríos, quebradas o canales bloqueados por escombros o
deslizamientos, pudiendo afectar cultivos, situación no muy frecuente

Nuevo método para predecir deslizamientos de tierra


Entre 1981 y 2000, Centroamérica y Sudamérica fueron las regiones más golpeadas en el mundo en términos de fatalidades

causadas por desastres naturales. La región tuvo más del 90 por ciento del total de muertes registradas mundialmente, más de

100.000 personas. Los daños durante el mismo periodo sumaron unos US$24.000 millones en pérdidas, según el Observatorio de

Deslizamiento de la Universidad de Maryland y el Centro Internacional de Deslizamiento de la Universidad de Durham en el Reino

Unido. En un seminario reciente del BID sobre riesgo de derrumbes, los expertos Mark Bulmer y David Petley de la Universidad de

Maryland y la Universidad de Durham, respectivamente, subrayaron la vulnerabilidad de la región frente a los desastres naturales,

particularmente causados por deslizamientos de tierra. Pero indicaron que los derrumbes, avalanchas y deslizamientos son

predecibles y un rango completo de riesgos naturales pueden ser mitigados.

Bulmer y Petley presentaron un modelo que mide los movimientos en los taludes, el cual puede ser usado para reducir el riesgo en

la región. La mayoría de deslizamientos de tierra son precedidos por una serie de movimientos pequeños antes del colapso final. El

modelo permite estudiar estos movimientos y predecir su comportamiento futuro, tal como lo indica un reciente artículo sobre el

tema publicado por Geological Society of America. “El modelo permite una predicción exacta sobre el instante en que sucederá un

colapso final y el tipo de movimiento que ocurrirá”, comentó Petley. “Esto es sumamente importante en el caso de colapsos

progresivos muy peligrosos. Por primera vez, es posible predecir cuando ocurrirá un deslizamiento catastrófico, el cual puede servir

de base para diseñar los sistemas de alerta y mejorer las estrategias de mitigación”.

Las soluciones pueden ser diversas, desde la reforestación de áreas de poco movimiento hasta el drenaje de sitios con

problemas mucho más agudos. El uso de la bioingeniería es importante, añadieron los expertos, especialmente en donde

los taludes han sido cortados para la construcción de caminos.

Algunas veces es difícil identificar las áreas que necesitan mayor gestión de riesgo, pero tiene sentido prestar atención a los riegos

ya conocidos, tales como los caminos en cerros elevados, áreas en donde la actividad humana ha irrumpido la línea costera y áreas

deforestadas, señalaron Bulmer y Petley. Asimismo, los expertos encontraron una correlación entre áreas desérticas y volcánicas, y

la susceptibilidad a deslizamientos. Sin embargo, las áreas con mayor forestación tienden a sufrir menos deslizamientos. “La

situación es más complicada de lo que la gente cree”, sostuvieron ambos.

Los expertos subrayaron la creciente frecuencia de deslizamientos de tierra desde el 2000, la mayoría de ellos ocurridos en la

región. Y las causas no son solamente relacionadas a factores geográficos o ambientales como el calentamiento global. Tales

causas incluyen ciertas actividades humanas, como los proyectos de minería clandestinos, la construcción inapropiada de caminos y

la falta de conocimiento de los gobiernos locales, los cuales, entre otros factores, intensifican la vulnerabilidad de la región.
“Una parte importante del trabajo que se tiene por delante”, comentó Bulmer, “es el desarrollo de opciones de investigación con

agencias en los países afectados, la planificación de proyectos de campo, la recolección de datos y la diseminación de resultados a

través de talleres o medios de comunicación locales”.

La prevención como enfoque

Muchas veces la naturaleza se conjuga con la pobreza y las necesidades en la región para incrementar el impacto de los desastres

naturales. La frágil construcción de casas, puentes y caminos, la deforestación de bosques y laderas, y los asentamientos humanos

junto a las cuencas de los ríos multiplican el factor riesgo en América Latina y el Caribe.

El BID está trabajando en ayudar a los países miembros de la región a reducir el riesgo ambiental. El primero de marzo, el Banco

lanzó una campaña de prevención local de desastres naturales, titulada “Para el día que nos toque” en Guatemala, Honduras y

Costa Rica. La campaña de unos seis meses de duración tiene un mensaje central: invirtamos, planifiquemos y participemos hoy,

para no tener que lamentarnos el día que nos toque.

Se espera incentivar a las autoridades nacionales y locales, los medios de comunicación y los ciudadanos, ya que todos

ellos comparten la responsabilidad de un desarrollo seguro. Para ello, la campaña cuenta con distintos métodos de

sensibilización, desde anuncios comerciales y boletines informativos hasta talleres, foros y actividades de prevención.

“Esta iniciativa de sensibilización, fruto de la alianza entre el Banco, el Centro de Coordinación para la prevención de Desastres para

América Central (CEPREDENAC) y la Federación de Municipios del Istmo Centroamericano (FEMICA), hace un llamado muy

concreto a nuestra responsabilidad compartida de prevenir y reducir el impacto de los fenómenos naturales” sostuvo la asesora de

relaciones externas del BID, Mirna Liévano de Marques, durante la presentación de la campaña, “ Para el día que nos toque”, en

San José, Costa Rica, el 3 de marzo.

“Para reducir la vulnerabilidad de la región debemos asumir el compromiso de convertir a la prevención en piedra angular de

nuestros programas de desarrollo. Sólo garantizando países y comunidades seguras podremos impulsar un desarrollo seguro”,

finalizó Liévano de Marques.

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