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TORRES EMPACADAS
Empaque
El empaque de la torre debe ofrecer
las siguientes características:
2. Poseer las características deseables del flujo de fluidos. Esto generalmente significa que el
volumen fraccionario vacío, E, o fracci6n de espacio vacío, en el lecho empacado debe ser
grande. El empaque debe permitir el paso de grandes volúmenes de fluido a través de pequeñas
secciones transversales de la torre, sin recargo o inundación (véase a continuación); debe ser
baja la caída de presión del gas. Más aún, la caída de presi6n del gas debe ser principalmente el
resultado de la fricción pelicular, si es posible, puesto que es más efectivo que formar arrastres
al promover valores elevados de los coeficientes de transferencia de masa (véase torres de
paredes mojadas).
3. Ser químicamente inerte con respecto a los fluidos que se están procesando.
Son cilindros huecos, cuyo diámetro va de 6 a 100 mm (l/4 a 4 in) o más. Pueden fabricarse de
porcelana industrial, que es útil para poner en contacto a la mayoría de los líquidos, con
excepción de álcalis y ácido fluorhídrico; de carbón, que es útil, excepto en atmósferas
altamente oxidantes; de metales o de plásticos. Los plásticos deben escogerse con especial
cuidado, puesto que se pueden deteriorar, rápidamente y con temperaturas apenas elevadas, con
ciertos solventes orgánicos y con gases que contienen oxígeno.
Los empaques de hojas delgadas de metal y de plástico ofrecen la ventaja de ser ligeros, pero al
fijar los límites de carga se debe prever que la torre puede llenarse inadvertidamente con
líquido. Los anillos de Lessing y otros con particiones internas se utilizan con menos frecuencia.
Los empaques con forma de silla de montar, los de Berl e Intalox y sus variaciones se pueden
conseguir en tamaños de 6 a 75 mm (1/4 a 3 in); se fabrican de porcelanas químicas o plásticos.
Los anillos de Pall, también conocidos como Flexirings, anillos de cascada y, como una
variación, los Hy-Pak, se pueden obtener de metal y de plástico. Los Tellerettes y algunas de sus
modificaciones se pueden conseguir con la forma que se muestra y en plástico. Generalmente,
los tamaños más pequeños de empaques al azar ofrecen superficies específicas mayores (y
mayores caídas de presión), pero los tamaños mayores cuestan menos por unidad de volumen. A
manera de orientación general: los tamaños de empaque de 25 mm o mayores se utilizan
generalmente para un flujo de gas de 0.25 m3/s (ca. 500 ft3/min), 50 mm o mayores para un flujo
del gas de 1 m3/s (2000 ft3/min). Durante la instalación, los empaques se vierten en la torre, de
forma que caigan aleatoriamente; con el fin de prevenir la ruptura de empaques de cerámica o
carbón, la torre puede llenarse inicialmente con agua para reducir la velocidad de caída.
Empaques regulares
Cuerpo de la torre
Esta puede ser de madera, metal, porcelana química, ladrillo a prueba de ácidos, vidrio, plástico,
metal cubierto de plástico o vidrio, u otro material, según las condiciones de corrosión. Para facilitar
su construcción y aumentar su resistencia, generalmente son circulares en la sección transversal.
Soportes de empaque
Es necesario un espacio abierto en el fondo de la torre, para asegurar la buena distribución del gas en
el empaque. En consecuencia, el empaque debe quedar soportado sobre el espacio abierto. Por
supuesto, el soporte debe ser lo suficientemente fuerte para sostener el peso de una altura razonable
de empaque; debe tener un área libre suficientemente amplia para permitir el flujo del líquido y del
gas con un mínimo de restricción. Puede utilizarse una rejilla de barras del tipo mostrado en la figura
6.27; pero se prefieren los soportes especialmente disehados que proporcionan paso separado para el
gas y el líquido.
En la figura 6.30 se muestra una variaci6n de estos soportes; su área libre para el flujo es del orden
del 85%; puede fabricarse en diferentes modificaciones y diferentes materiales, inclusive en metales,
metales expandidos, cerámica y plásticos.
En la figura 6.31 se indica la importancia de la adecuada distribución inicial del líquido en la parte
superior del empaque. Por supuesto, el empaque en seco no es efectivo para la transferencia de masa;
además se utilizan diferentes dispositivos para la distribución del líquido. Las boquillas aspersoras
no son útiles, porque generalmente provocan que mucho líquido sea arrastrado en el gas. El arreglo
que se muestra en la figura 6.27 o un anillo de un tubo perforado puede utilizarse en torres pequeñas.
Para diámetros grandes, puede utilizarse un distribuidor del tipo mostrado en la figura 6.32. Existen
otros muchos dispositivos. Generalmente se considera necesario proporcionar al menos cinco puntos
de introducción del líquido por cada 0.1 m2 (1 ft2) de sección transversal de la torre para torres
grandes
(d≥ 1.2 m = 4 ft) y un número mayor para diámetros pequeños.
En el caso de empaques al azar, la densidad del empaque, es decir, el número de piezas de empaque
por pie cúbico, es generalmente menor en la vecindad inmediata de las paredes de la torre; por esta
causa, el líquido tiende a segregarse hacia las paredes y el gas a fluir en el centro de la torre. Dicha
tendencia es menos pronunciada si el diámetro de cada pieza de empaque es al menos menor de un
octavo del diámetro de la torre; no obstante, se recomienda que, si es posible, la relación dp/T =
1/15. Aun así, se acostumbra permitir la redistribución del líquido a intervalos que varían de tres a
diez veces el diámetro de la torre, al menos cada 6 o 7 m. Los empaques de malla entretejida
colocados debajo de un soporte de empaque (figura 6.30) son buenos redistribuidores. En vista a la
apropiada distribución del líquido, las torres empacadas se construyen adecuadamente con diámetros
de 6 a 7 m o más.
Contenedores del empaque
Los contenedores son necesarios cuando la velocidad del gas es elevada; generalmente son deseables
para evitar el levantamiento del empaque durante un aumento repentino del gas. Las pantallas o
barras gruesas pueden utilizarse. Para el empaque de cerámica gruesa, se pueden utilizar platos que
descansen libremente sobre la parte superior del empaque. Para empaques de plástico y otros
empaques ligeros, los contenedores están unidos al cuerpo de la torre.
A velocidades elevadas del gas, especialmente, el gas que abandona la parte superior del empaque
puede acarrear gotitas del líquido como una niebla. Ésta puede eliminarse mediante eliminadores de
neblina, a través de los cuales debe pasar el gas; los eliminadores se instalan sobre la entrada del
líquido. Una capa de malla (de alambre, teflón, polietileno u otro material), entretejida especialmente
con espacios del 98-99%, aproximadamente de 100 mm de espesor, colectará prácticamente todas
las partículas de neblina. Otros tipos de eliminadores incluyen ciclones y re arreglos del tipo de
persianas venecianas. Un metro de empaque al azar seco es muy efectivo.
En la mayoría de los empaques al azar, la caída de presión que sufre el gas es modificada por el flujo
del gas y del líquido en forma similar a la que se muestra en la figura 6.33. La pendiente de la línea
para el empaque seco está generalmente en el rango de 1.8 a 2.0; indica flujo turbulento para las
velocidades más prácticas del gas.
A una velocidad fija del gas, la caída de presión del gas aumenta al aumentar el flujo del líquido,
debido principalmente a la sección transversal libre reducida que puede utilizarse para el flujo del
gas como resultado de la presencia del líquido. En la región abajo de A, figura 6.33, la retención del
líquido, esto es, la cantidad de líquido contenido en el lecho empacado, es razonablemente constante
con respecto a los cambios en la velocidad del gas, aunque aumenta con el flujo del líquido. En la
región entre A y B, la retención del líquido aumenta rápidamente con el flujo del gas, el área libre
para el flujo del gas se reduce y la caída de presión aumenta más rápidamente. Esto se conoce como
recargo. Cuando el flujo del gas aumenta hasta B a un flujo fijo del líquido, ocurre uno de los
siguientes cambios: (1) una capa del líquido, a través de la cual burbujea el gas, puede aparecer en la
parte superior del empaque; (2) el líquido puede llenar la torre, empezando por el fondo o por
cualquier restricción intermedia, como el soporte empacado, de tal forma que hay un cambio de gas
disperso-líquido continuo a líquido disperso-gas continuo que se conoce como inmersión, o (3) las
capas de espuma pueden elevarse rápidamente a través del empaque. Al mismo tiempo, el arrastre
del líquido por el gas efluente aumenta con rapidez y la torre se inunda. Entonces, la caída de
presión del gas aumenta muy rápidamente. El cambio de las condiciones en la región de A.a B de la
figura 6.33 es gradual; más que por un efecto visible, el recargo y la inundación iniciales están
frecuentemente determinados por el cambio en la pendiente de las curvas de caída de presión. No es
práctico operar una torre inundada; la mayoría de las torres operan justamente por debajo o en la
“parte inferior de la región de recargo.
Inundación y recargo
Cuando sólo el fluido llena los vacíos en el lecho, la caída de presión sufrida por un único fluido al
fluir a través de un lecho-de sólidos empacados, como esferas, cilindros, grava, arena, etcétera, está
razonablemente bien correlacionado mediante la ecuación de Ergun:
(6.66)
También se puede aplicar con igual éxito al flujo de gases y líquidos. El término del lado izquierdo
es un factor de fricción. Los términos de la derecha representan contribuciones al factor de fricción;
el primero para flujo puramente laminar y el segundo para flujo completamente turbulento. Hay una
transición gradual de un tipo de flujo al otro, debido al carácter diferente de los espacios vacíos, ya
que los dos términos de la ecuación cambian en importancia relativa cuando el flujo cambia. Re =
dpG’ /µ, y dp, es el diámetro efectivo de las partículas, el diámetro de una esfera con la misma
relación superficie/volumen que el empaque en su lugar. Si la superficie específica es ap, la
superficie por unidad de volumen de las partículas es ap/(l – E). De las propiedades de una esfera, se
tiene:
(6.67)
Normalmente esto no será lo mismo que el tamaño nominal de las partículas. Para el flujo de gases a
una G’ mayor de aproximadamente 0.7 kg/m2∙S(500 lbm/ft2 h), el primer término del lado derecho
de la ecuación (6.66) es despreciable. Para un tipo y tamaño específicos del empaque fabricado de la
torre, la ecuación (6.66) puede simplificarse a la expresión empírica:
Para el flujo simultáneo a contracorriente de líquido y gas, los datos de caída de presión de diferentes
investigadores muestran amplias discrepancias, debido a las diferencias en la densidad y fabricación
del empaque; discrepan, por ejemplo, en los cambios en el espesor de las paredes. Por lo tanto, no
puede esperarse que las estimaciones sean muy exactas. Para la mayoría de los propósitos, servirá la
correlación generalizada de la figura 6.34. Los valores de C, se encuentran en la tabla 6.3. Los
fabricantes pueden proporcionar datos más elaborados.