Sie sind auf Seite 1von 19

EL SILOGISMO

Modelo de argumento lógico

Se puede afirmar, sin la menor dubitación, que los mayores logros alcanzados por
Aristóteles en desarrollo de sus estudios sobre lógica, fueron su teoría del
silogismo, plasmada en su libro “Los Analíticos Primeros”, y su teoría de la
demostración científica (íntimamente relacionada con la silogística) en “Los
Analíticos Posteriores”. El silogismo es una forma de razonamiento lógico que
consta de dos proposiciones como premisas y otra como conclusión, siendo la
última una inferencia necesariamente deductiva de las otras dos. Fue formulado
por primera vez por Aristóteles, en su obra lógica recopilada como El Órganon.

Aristóteles consideraba la lógica como lógica de relación de términos. Los


términos se unen o separan en los juicios. Los juicios aristotélicos son
considerados bajo el punto de vista de unión o separación de dos términos, un
sujeto y un predicado. Hoy hablaríamos de proposiciones. La relación entre los
términos de un juicio, al ser comparado con un tercero que hace de "término
medio", hace posible la aparición de las posibles conclusiones.

El silogismo se define como un razonamiento del estilo deductivo que llega a una
conclusión final a partir de dos afirmaciones denominadas premisas. Las premisas
son proposiciones lingüísticas de valor verdadero o falso. La primera premisa es
llamada premisa mayor y la segunda premisa menor y el resultado del proceso es
la conclusión.

Así pues, el silogismo consta de tres juicios, premisas (premisa mayor y premisa
menor y conclusión), en los que se comparan tres términos, de cuya comparación
se obtiene un nuevo juicio como conclusión.
La Lógica trata de establecer las leyes lógicas que garantizan que, de la verdad de
los juicios comparados (premisas) podamos obtener con garantía de verdad un
nuevo juicio verdadero (conclusión). Veamos un ejemplo:

Premisa Mayor: Todo hombre es mortal.


Premisa Menor: Todo científico es hombre.
Conclusión: Todo científico es mortal.

El silogismo. Términos y proposiciones.

El silogismo, en su forma más simple (silogismo categórico regular), consta de tres


proposiciones: dos premisas o antecedentes del silogismo y una conclusión o
consecuente, que se desarrolla en la siguiente forma:

PREMISA 1. TODO B ES A
PREMISA 2. TODO A ES C
CONCLUSIÓN TODO B ES C

El silogismo es un razonamiento deductivo categórico mediante el cual el sujeto


pensante parte de dos juicios dados para llegar mediante el ejercicio de la
inferencia a uno nuevo. Consta, como ya se afirmó, de tres proposiciones (que
expresan tres juicios) y de tres términos (que expresan tres conceptos), que
constituyen la materia próxima y remota del razonamiento, respectivamente. La
premisa (proposición) que sirve de punto de partida se llama "premisa mayor" y
es la más general; la premisa que sirve de intermediario se llama "premisa menor",
y es menos general que la anterior; la proposición que se deduce de la "mayor"
por mediación de la "menor" es la conclusión del razonamiento.

En cuanto a los términos del razonamiento, se llama "término mayor" al predicado


de la conclusión, que debe aparecer en la premisa mayor, y se le representa con
la letra P. Se llama "término menor" al sujeto de la conclusión, que aparece
también en la premisa menor, y se le representa con la letra S. El "término medio"
es el que aparece en las dos premisas (mayor y menor) y no en la conclusión, y se
le representa con la letra M. Por lo tanto, tomando el ejemplo anterior de
razonamiento categórico, podríamos representarlo como sigue:

Todos los humanos son mortales


Los colombianos son humanos
Los colombianos son mortales.

En este silogismo:

Mortales es el predicado de la conclusión y está en la premisa mayor, luego


mortales es: P

Colombianos es el sujeto de la conclusión y está en la premisa menor, luego


humanos es: S

Humanos se encuentra en las dos premisas pero no está en la conclusión;


humanos es M

Según la lógica Aristotélica hay cuatro formas válidas de silogismo, conocidas


tradicionalmente como figuras del silogismo, que se determinan por el lugar que
ocupa el término medio, y por lo tanto de la función que le corresponde, en las
premisas. La conclusión de todas las figuras es siempre S es P. Las formas
válidas o figuras del silogismo son las siguientes (aunque la última fue
considerada por Aristóteles como una mera variante de la primera):

Las formas válidas del silogismo, o figuras del silogismo


Primera figura Segunda figura Tercera figura cuarta figura
M es P P es M M es P P es M
S es M S es M M es S M es S
---------- ---------- ---------- ----------
S es P S es P S es P S es P

El término medio es El término medio es


El término medio es El término medio es
Sujeto en la premisa Predicado en la
Predicado en ambas Sujeto en ambas
mayor y Predicado en la premisa mayor y
premisas premisas
menor Sujeto en la menor

Las cuatro figuras que se han descrito pueden, a su vez, teniendo en cuenta la
cualidad y la cantidad de las proposiciones que las componen, dar lugar a un total
de 64 modos diferentes de silogismo, de los que sólo 19 son modos válidos de
razonamiento. Su validez la establece Aristóteles a partir de la determinación de
las leyes o reglas de legitimidad del silogismo. Entre ellas: que el silogismo ha de
constar de tres términos; que no pueden ser tomados con mayor extensión en la
conclusión que en las premisas; que el término medio ha de tomarse
universalmente al menos en una premisa (o en ambas); que de dos premisas
negativas no se puede seguir ninguna conclusión, etc.

Repetimos entonces a manera de conclusión: en el silogismo hay tres términos:

a) El término menor, que se reconoce por desempeñar la función de sujeto en la


conclusión. Se simboliza por la letra mayúscula “S”.

b) El término mayor, que se reconoce por desempeñar la función de predicado en


la conclusión. Se simboliza por la letra mayúscula “P”.

c) El término medio, que se reconoce porque no aparece en la conclusión y sirve


para establecer la relación entre las premisas. Se simboliza por la letra mayúscula
“M”.
Cada término aparece en dos proposiciones:

a) El término mayor aparece en una premisa llamada por eso “premisa mayor” y
como predicado de la conclusión.

b) El término medio aparece en las dos premisas desempeñando cualquier función


(sujeto o predicado).

c) El término menor aparece en una premisa llamada por eso “premisa menor” y
como sujeto en la conclusión

Silogismo categórico

Es un silogismo integrado por proposiciones carácter categórico. Las


proposiciones categóricas son las que afirman o niegan de una manera absoluta
sin condición alguna, de manera tal que, siguiendo las reglas de la lógica,
partiendo de proposiciones categóricas se debe llegar a otra proposición
categórica. Por ejemplo:

Todos los contratos imponen obligaciones a las partes


La compraventa es un contrato.
La compraventa impone obligaciones para las partes.

Las figuras del silogismo categórico

En la primera figura el término medio del silogismo aparece como sujeto en la


premisa mayor y predicado en la premisa menor; recordemos que el término
medio es el que se relaciona las dos premisas y que no se encuentra en la
conclusión; de la siguiente manera:
M es P
S es M
S es P

Expuesto el silogismo se presenta de esta forma:

Todos los contratos (M) imponen obligaciones.(P)


La compraventa (S) es un contrato.(M)
La compraventa( S) impone obligaciones para las partes(P).

En la segunda figura el término medio está como predicado en las dos premisas
de la siguiente forma:
P es M
S es M
S es P

El enunciado se puede presentar de la siguiente manera:


Todos los autos (P) contaminan.(M)
El Volkswagen (S) contamina.(M)
El Volkswagen (S) es un auto (P)

En la tercera figura el término medio está de sujeto en ambas premisas de la


siguiente forma:
M es P
M es S
S es P

Un ejemplo de esta figura en la siguiente:


Si los carros (M) son contaminantes (P)
Y los carros (M) consumen gasolina(S)
La gasolina (S) es contaminante (P)
En la cuarta forma se presenta de manera contraria a la primera, es decir, el
término medio se encuentra de predicado en la premisa mayor y de sujeto en la
premisa menor, simbólicamente se presenta así:
P es M
M es S
S es P.
Las obligaciones se derivan de los contratos
Los contratos son acuerdos voluntarios
Los acuerdos voluntarios generan obligaciones.

Modos del silogismo categórico

La existencia de Proposiciones categóricas de Cantidad (Universales afirmativas y


negativas (a,e) y de Cualidad (Particulares afirmativas y negativas (e,i), es lo que
hace que, además de las distintas Figuras del Silogismo, existan también
diferentes Modos del Silogismo.

Pasemos a deducir las combinaciones posibles de los silogismos con los


elementos de que disponemos: cuatro elementos (A E I O), cogidos de tres en tres
(y teniendo en cuenta que pueden repetirse). Por lo tanto se obtienen variando la
posición del término medio, el número total de combinaciones de 256. Sin
embargo, de los 256 modos sólo 25 son válidos, y de ellos 6 son inútiles.
Nos quedan, por lo tanto, 19 formas validas, que son los que recordamos
mediante las reglas nemotécnicas aportadas (principalmente) por Pedro Hispano y
sus Summulae Logicales. Presentamos a continuación un cuadro con los
esquemas de todos los modos

A – Universal afirmativo.
E – Universal negativo.
I - Particular afirmativo.
O - Particular negativo.

Para representar los modos válidos del silogismo categórico se han formulado
ciertas palabras nemotécnicas que facilitan su identificación. En esas palabras,
distintas para cada figura, las letras vocales simbolizan las proposiciones que
componen el silogismo en el siguiente orden: premisa mayor, premisa menor y
conclusión. Las palabras en cuestión son:
En primera figura:

BARBARA: es decir: Premisa mayor A, universal afirmativa.


Premisa menor A, universal afirmativa.
Conclusión A, universal afirmativa.

Es decir el BARBARA es un silogismo que está integrado por tres proposiciones


y corresponde a la primera figura, que recordemos se presenta como: M es P ; S
es M; S es P; de la siguiente forma: la proposición que actúa como premisa mayor
es una proposición A, esto es universal afirmativa; la proposición que actúa como
premisa menor es una proposición A, es decir es universal afirmativa y la
proposición que se concluye es proposición A , es decir la conclusión es universal
afirmativa.

CELARENT: Quiere decir, primera figura; premisa mayor: universal negativa;


Premisa menor: Universal afirmativa; Conclusión: universal negativa

DARII: es decir: Premisa mayor: universal afirmativa; Premisa menor: particular


afirmativa; Conclusión: particular negativa.

FERIO: dice: primera figura; premisa mayor E, es decir Universal negativa;


premisa menos I, es decir Particular afirmativa; conclusión O es decir universal
negativa.
En segunda figura:
CESARE
CAMESTRES
FESTINO
BAROCO

En tercera figura:
DARAPI
FELAPTON
DISAMIS
DATISI
BOCARDO
FERISON

En cuarta figura:
BAMALIP
CALEMES
DIMATIS
FESAPO
FRESISON

La definición del nombre de las diversas formas de silogismo no fue una decisión
arbitraria de Pedro Hispano; en realidad las letras consonantes igual que las
vocales tienen también su significado. La consonante inicial de cada fórmula indica
que el modo ha de ser reducido a uno de los cuatro primeros modos (primera
figura), a saber, aquel cuya inicial coincida con la del modo a reducir.

Así, los modos que empiezan con B (Baroco, Bocardo, Bramantip) se pueden
reducir al modo Barbara, de la primera. Los modos que empiezan con C (Cesare,
Camestres, Camenes) son reductibles al modo Celarent de la primera. Y así
sucesivamente.
La S que aparezca inmediatamente a continuación de una vocal indicará que la
proposición correspondiente ha de ser convertida por conversión simple en el
curso de la reducción.

Cuando sea P la letra que figure en tal posición, la proposición en cuestión habrá
de convertirse parcialmente o per accidens.

Una M entre las dos primeras vocales de la fórmula sirve para indicar que las
premisas habrán de trasponerse.

Finalmente, la C tras una de las dos primeras vocales indicará que la premisa de
que se trata ha de ser reemplazada por su negación en orden a facilitar la
reducción per impossibile del modo.

Otras formas de silogismos

SILOGISMO CONDICIONAL. Recordemos en primer lugar que es una proposición


condicional: es aquella en la que el lo que afirma o niega a proposición solo se
cumple en la medida en que se cumple una proposición, es decir la proposición
está sometida a que se cumpla o no una condición.

El Silogismo condicional, es aquel en que la premisa mayor es una proposición


condicional y la menor una categórica. Por ejemplo:

Cuando la letra de cambio está aceptada presta merito ejecutivo.


La letra esta aceptada
La letra presta merito ejecutivo.

El silogismo condicional es una proposición condicional más desarrollada. Al igual


que en la proposición condicional la conexión entre el antecedente y el
consecuente debe ser necesaria. Las conclusiones deben venir por causalidad
lógica.

Si bien el silogismo condicional es hipotético, hay que tener en cuenta que, por lo
general, sólo es una de sus premisas, siendo la conclusión necesariamente
categórica.
De hecho, lo más usual es que se construyan silogismos hipotéticos con la
intención de obtener conclusiones categóricas.

Cuando el silogismo es hipotético en su totalidad, incluyendo la conclusión, recibe


el nombre de hipotético total, como en el siguiente ejemplo:

EL SILOGISMO DISYUNTIVO: El silogismo disyuntivo es el que consta de una


premisa mayor disyuntiva. Por ejemplo:

La acción es válida o ha caducado.


Es el caso que la acción es válida
Luego la acción no ha caducado.

Valen aquí las observaciones hechas por el parágrafo anterior, en cuanto a


relacionar las reglas del silogismo con la leyes de verdad de las proposiciones
hipotéticas. En los silogismos disyuntivos llamados propios, en que los dos
miembros de la disyunción no pueden ser ambos verdaderos ni ambos falsos, vale
esta ley: de una premisa menor afirmativa se sigue una conclusión negativa; de
una premisa menor negativa se sigue una conclusión afirmativa. La razón de ello
es porque el silogismo disyuntivo se basa en la ley de la discrepancia.

Formas especiales de silogismo


La forma más corriente de expresar el silogismo en esquema lógico es la que
acabamos de conocer, es decir, colocando primero las dos premisas para sacar
de ellas la conclusión.

Hemos dicho, además, que el razonamiento silogístico es muy común en el


discurso y en cualquier operación mental compleja. Como principal muestra de ello
aludíamos a las sentencias emanadas de los jueces, susceptibles de
esquematizarse en silogismos. En definitiva, la forma silogística se encuentra
implícita en todo discurso correcto, hablado o escrito.

Pero a veces puede ocurrir que, al formular un silogismo siguiendo el esquema


lógico, lo hagamos, o en forma abreviada omitiendo alguna premisa que se da por
sobreentendida, o, al contrario, aumentándolas en número, con el fin de dar mayor
fuerza dialéctica a la argumentación. Por esto, esta clase de silogismos suele
usarse con mayor frecuencia en los discursos retóricos y , en general, siempre que
se desea, además de convencer, impresionar al auditorio o a los lectores.

Estas formas que hemos llamado especiales de silogismo son cuatro (04):
Entimema, Epiquerema, Sorites y Dilema.

ENTIMEMA:

El entimema (enthymema=pensamiento, reflexión) es un silogismo abreviado en


que, prescindiendo de una de las premisas, se va directamente a la conclusión.
Por ejemplo: Pedro cometió un delito en Venezuela, luego debe ser castigado
según la ley Venezolana.

El silogismo abreviado es de gran fuerza persuasiva, ya que presenta de un solo


trazo todo un conjunto de proposiciones tácitas y evidentes en sí mismas.
En unas ocasiones se omite la premisa menor, como en el ejemplo dado, y en
otras la mayor, como lo es el caso del clásico entimema de Descartes: cogito, ergo
sum (“pienso, luego existo”).

EPIQUEREMA

Epiquerema (epicheírema= breve argumentación) es el silogismo en que una o


ambas premisas justifican su verdad por medio de una prueba causal. Ejemplo:
Todo término medio es óptimo porque conduce a la virtud;

La Justicia es un término medio,


Luego la justicia es óptima.

SORITES

Sorites (soreítes= puesto en montón), también llamado “argumento del montón”,


es una argumentación que consta de proposiciones concatenadas de tal manera,
que siempre el predicado de la precedente pasa a ser sujeto de la siguiente, hasta
formar una conclusión en que el sujeto es el de la primera premisa y el predicado
el de la última. Valga el siguiente ejemplo:

La virtud está en el término medio;


El término medio es un equilibrio,
Un equilibrio es una perfección,
Una perfección es un ideal cumplido,
Luego la virtud es un ideal cumplido.

DILEMA

El dilema (dis= dos veces + lemma= ganancia 0 doble ganancia), es un silogismo


hipotético en que la premisa mayor es una proposición disyuntiva, y la menor son
dos condicionales, a través de las cuales, de las dos partes de la disyuntiva se
deduce la misma conclusión. En consecuencia, el adversario dialéctico, atacado
con este silogismo, quedará doblemente vencido por ambas partes algunos casos
históricos.
Cuando el califa Omar hubo tomado la ciudad de Alejandría, mandó a quemar su
biblioteca aduciendo el siguiente dilema:

El contenido de esos libros, o está en el Corán o no está;


Si está en el Corán son inútiles, pues el Corán basta;
Y si no está, son nocivos, pues no hay salvación fuera del Corán;
Luego todos esos libros deben ser quemados.

Para que el dilema valga como argumentación, es necesario, que se cumplan dos
reglas: 1) que la disyunción sea perfecta, no permitiendo la introducción de un
tercer término; 2) que la conclusión que se sigue no solamente sea legítima, sino
también exclusiva, de tal manera que el argumento no pueda volverse contra el
mismo que lo emplea. Así ocurre en este ejemplo:

El juez, o debe condenar a este homicida a 30 años de cárcel o debe absolverlo;


Si hace lo primero, es cruel, y si hace lo segundo, injusto;
Luego, en ambos casos procede mal.

La representación diagramática: euler y venn

Como hemos apuntado, ya Leibniz bosquejó representaciones de los silogismos


en forma de diagrama. Sin embargo, por uno u otro motivo, tales ilustraciones
geométricas acabarían asociándose al nombre de Euler. Las primeras
ilustraciones de la mano de Euler se hallan en las Lettres à une princesse
d’Allemagne (1768).
Aquellas de las cartas que se dedican a la Lógica no aspiran a la elaboración de
ningún cálculo, pero contribuyeron a popularizar el recurso de Leibniz a analogías
geométricas en vista a la ilustración de relaciones lógicas. Todo lo cual tuvo,
quisiéralo Euler o no, efecto sobre otros pensadores, que pusieron atención sobre
la interpretación extensional –o en término de clases- de los enunciados
generales. Euler ilustraba las cuatro formas aristotélicas del enunciado por medio
de tres relaciones entre figuras cerradas de acuerdo con el siguiente esquema.

Las reglas del silogismo

Reglas para los términos

1.- El silogismo no puede tener más de tres términos.


Esta ley se limita a cumplir la estructura misma del silogismo: La comparación de
dos términos con un tercero. Aunque la regla es clara, su aplicación no siempre lo
es. Es lo que algunos llaman silogismo de cuatro patas. Consideremos el siguiente
silogismo:

Todos los caballos nacen potros


Rocinante es un caballo
Rocinante nació potro

En la primera premisa estamos hablando de caballos de carne y hueso, y en la


segunda estamos hablando de un caballo imaginario.

El silogismo es de todo punto inválido, aunque siga una forma aparentemente


válida, pero lleva a conclusiones falsas pues Rocinante no tuvo nacimiento, al no
ser un caballo como los de la premisa mayor. En este caso rocinante es un cuarto
término.

2.- Los términos no deben tener mayor extensión en la conclusión que en las
premisas.

Por la misma estructura del silogismo; únicamente podremos obtener conclusiones


acerca que lo que hemos comparado en las premisas.

El perro muerde
Saki es un perro
Saki muerde.

En este caso la extensión del es diferente

3.- El término medio no puede entrar en la conclusión.


Por la misma estructura del silogismo la función del término medio es servir de
intermediario, como término de la comparación.
Todos los caballos nacen potros
Rocinante es un caballo
Rocinante es un caballo??

4.-El término medio ha de tomarse en su extensión universal por lo menos en una


de las premisas.

Para que la comparación sea tal, es necesario que el término medio sea
comparado en su totalidad. De otra forma, podría ser comparado un término con
una parte y el otro con la otra, constituyéndose en realidad entonces un silogismo
de cuatro términos.
Todos los andaluces son españoles.
Algunos españoles son gallegos.
Por tanto, algunos gallegos son andaluces

Lo que evidentemente no es un modo válido, puesto que "españoles" en la


premisa mayor al ser predicado de una afirmativa está tomado en su extensión
particular.

5.-De 2 premisas negativas no puede obtenerse conclusión alguna.

Dos premisas negativas no se adaptan a la estructura del silogismo, ya que si


negamos S de M, y P de M, no sabemos qué relación puede haber entre S y P.
Para establecer la relación, por lo menos uno de los términos tiene que
identificarse con M. Por tanto una de las dos premisas tiene que ser afirmativa.

6.-De dos premisas afirmativas no puede sacarse una conclusión negativa.


En efecto, si S se identifica con M, y P también se identifica con M, no tiene
sentido establecer una relación negativa con entre S y P. La conclusión será
afirmativa.

7.-La conclusión siempre sigue la peor parte. Entendiendo por peor parte, la
negativa respecto a la afirmativa y lo particular respecto a lo universal. Veamos los
dos casos separadamente:

a) Conclusión negativa de una premisa afirmativa y la otra negativa. Si se afirma


una relación entre dos términos (X, M), pero se niega la de uno de ellos con otro
(Y, M), siendo M el término medio, no puede haber más conclusión que negar la
relación que pueda haber entre el primero (X) y el último (Y) siendo uno sujeto y el
otro predicado de la conclusión.

b) Conclusión particular de una premisa universal y otra particular (teniendo en


cuenta que dos premisas particulares no puede ser, como veremos en la regla
siguiente).
Pueden darse dos casos: Que una sea afirmativa y la otra negativa, o que las dos
sean afirmativas.

1º) Dos afirmativas. (Tenemos que recordar que el Predicado de una afirmativa
está tomado en su extensión particular, y el Predicado de una negativa en su
extensión universal).

Al ser las dos afirmativas sus predicados son particulares. El término de la


Universal tiene necesariamente que ser el Término Medio, la conclusión tiene que
tener un sujeto particular.

2º) Una afirmativa y otra negativa: Tiene que haber dos términos universales. Uno
de ellos tiene que ser el término medio, el otro tiene que ser el predicado de la
conclusión, pues la conclusión tendrá que ser negativa, (caso a) de esta misma
regla). Por tanto el término que queda será el sujeto de la conclusión con
extensión particular.

8.- De dos premisas particulares no se saca conclusión.

También tiene dos casos posibles: que una sea afirmativa y la otra negativa o que
las dos sean afirmativas.

a) Afirmativa y negativa: Algún A es B - Algún A no es C.

Sólo hay un término universal que es el predicado de la negativa, que por tanto
tiene que ser el Término Medio. La conclusión tendrá que ser negativa (caso a) de
la regla anterior), y por tanto el predicado tendrá que ser universal, y no puede ser
el Término Medio por tanto no puede haber conclusión.

b) Dos afirmativas: Algún A es B - Algún A es C.

Los tres términos son particulares, y por tanto no puede haber Término medio con
extensión universal, y por tanto no hay conclusión posible

Das könnte Ihnen auch gefallen