Sie sind auf Seite 1von 8

1

DINÁMICAS DE VIOLENCIA EN LOS TERRITORIOS SALVADOREÑOS

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo pretende mencionar las dinámicas relacionadas con las diferentes formas de
violencia, tales como violencia contra mujeres y niños, violencia ganancial e Inter vecinal, como
formas de violencia social. El énfasis está puesto en la centralidad del poder como mecanismo de
las relaciones sociales y de la violencia.

El poder, sin embargo, no es sinónimo de violencia. Cuando la dinámica relacional del poder o la
configuración de las estructuras de este en los contextos, genera efectos, intencionales o no, que
acusan daño, o amenazan con causar daño a la vida, a su existencia y seguridad, o a sus condiciones
y desarrollo, se constituye en violencia.

A partir de tales consideraciones, el trabajo intenta reconstruir la lógica de las dinámicas de la


violencia de la violencia contra la mujer, contra los niños y entre vecinos en el marco de la violencia
contextual o social que generan las condiciones de exclusión social.

En un primer apartado se aborda la violencia contextual en las condiciones de exclusión social. En


un segundo apartado la violencia que se produce en el contexto de relaciones familiares, primero
contra las mujeres y luego contra los niños y niñas.

Se discutirá cada caso y las dinámicas de poder presentes en las prácticas de violencia, así como
las acciones de afrontamiento que tanto mujeres y niños adoptan ante las violencias de que son
víctima
2

1. La violencia contextual

Es en los contextos de exclusión transcurre la vida diaria de los miembros de las comunidades y
se configuran sus vivencias y experiencias, las interrelaciones sociales en los hogares, entre los
vecinos, y en general, la dinámica de sus pobladores; de la realidad que dan forma a sus
expectativas, visiones de vida y a sus recursos de acción ante la misma.

Las expresan principalmente en términos de carencia de recursos económicos para la sobrevivencia


diaria y dificultades para obtener trabajo. También las perciben en términos de hacinamiento
familiar y comunitario, carencia de recursos para el acceso a una vivienda digna, o para salir de las
condiciones precarias y de inseguridad del asentamiento que les permitan ofrecer un futuro
diferente a sus hijos.

Su vivencia de exclusión también la expresan en el reconocimiento del desempleo de los jóvenes,


la existencia de consumo de drogas entre estos, la presencia de pandillas y la inseguridad que
generan; no menos importante es la estigmatización y el etiquetamiento social del que son objeto
por vivir en tales territorios. A esto se suma, la experiencia cotidiana que enfrentan los habitantes
cuando son rechazados al buscar trabajo o perderlo por tal razón.

Ciertamente la presencia de las pandillas o maras en los territorios de los asentamientos y su


incidencia en la dinámica comunitaria de estos es innegable debido al control casi absoluto que
tienen en los territorios donde viven sus miembros. Donde el control territorial ha sido exclusivo
de una sola maras . Esto ha permitido que la actividad delincuencial y la violencia de dichas
pandillas, así como sus efectos en la vida comunitaria al interior de los territorios haya adquirido
formas diversificadas.

1.1 La violencia en el contexto relacional familiar

Los datos estadísticos permiten identificar en el contexto familiar, la presencia de violencia contra
niños y niñas, contra adultos mayores y entre la pareja, principalmente contra las mujeres.

Es posible identificar que la mayor probabilidad de que aparezca violencia contra los niños es
donde estos tienen mayor relación de dependencia respecto a los adultos. Aumenta cuando también
hay otros adultos mayores, el caso de padres o familiares ancianos dependientes de la jefatura del
hogar, que la violencia contra ellos es absorbida por los niños.
3

Existe también mayor probabilidad de ocurrencia en hogares con exclusión primaria. La


probabilidad disminuye en la medida que aumenta la edad de los jefes de hogar e igualmente
disminuye en la medida que las credenciales educativas de los jefes del hogar son mayores

En el caso de la violencia contra mayores en el hogar, la probabilidad de violencia aumenta en la


medida que es mayor su dependencia de la jefatura del hogar; incrementa ante la presencia de
jefatura femenina y ante el desempleo masculino. Disminuye ante mayores credenciales educativas
de los jefes del hogar, pero principalmente disminuye ante la presencia de violencia contra los
niños.

La violencia entre los adultos que forman la jefatura del hogar es principalmente violencia contra
las mujeres y se presentan con mayor probabilidad en hogares conformados por parejas jóvenes,
donde probablemente no hay adultos mayores y tampoco niños. El elemento de exclusión social,
particularmente a través del desempleo masculino aumenta la probabilidad de surgimiento de esta
violencia. También una alta probabilidad de violencia contra las mujeres ante la presencia de
violencia intracomunitaria por parte de algún miembro del hogar. Parece existir una interacción
entre ambos aspectos: la violencia intracomunitaria se desborda al interior de la familia y
probablemente puede darse también a la inversa. La presencia de violencia contra los niños del
hogar absorbe y disminuye parte de la violencia entre adultos.

La violencia en la familia engloba diferentes formas de relación abusiva dentro del entorno
familiar: de género, entre la pareja de padres, intrafamiliar, de padres a hijos, de éstos a sus padres
Se es conscientes que el término es, en algún sentido, ambiguo y limitado y que requeriría de un
análisis más amplio y profundo .

La violencia que sufren los niños dentro del hogar ya sea de forma directa o indirecta. Es decir, el
niño como espectador y víctima de un entorno violento sean cuales sean las causas que lo producen.

Algunos de los efectos más frecuentes que se observan dentro de los contextos de práctica en
atención temprana. Estas consecuencias suelen aparecer, la mayor parte de las veces en forma de
síntomas, detectados habitualmente en contextos sanitarios, educativos y sociales.

Son niños vulnerables no sólo por los problemas personales que presentan, sino principalmente por
estar dentro de entornos familiares con dificultades psicosociales.
4

1.2 Violencia silenciada contra las mujeres

La violencia relacional intrafamiliar contra la mujer, al presentarse en hogares con procesos de


exclusión social, incluyendo aquellos en procesos dinámicos exclusión/ inclusión, confirman su
fuerte vinculación con dichos procesos, pero no explican del todo tal violencia. Esta es
intermediada por dinámicas, entre ellas, de tipo cultural más generales: construcciones sociales de
roles de género y consideraciones sobre lo privado de la vida familiar.

Según algunas investigaciones, ha manifestado que las mujeres son enfáticas en sostener que la
violencia en el hogar es un problema privado, que no debe ser ventilado en los espacios públicos.
Por lo tanto, ellas no pueden comentar sobre esta situación que viven las mujeres con su pareja. El
silencio aparece en la dinámica relacional comunitaria como una estrategia de protección, frente al
temor que significa denunciar y visibilizar a los agresores, y exponer al espacio público lo que se
considera propio y exclusivo del espacio privado.

Sin embargo el silencio y negación no significa que esa violencia contra ellas no exista, sus
manifestaciones van desde las amenazas y agresiones verbales, hasta la agresión física. La negativa
y el silencio de las mujeres pueden responder a diferentes procesos de naturalización, que conducen
a que quede invisibilizada. Probablemente la habituación y familiarización a diferentes formas de
violencia de las que han sido víctimas en el contexto comunitario y social, las conduce a subvalorar
el impacto de la violencia de pareja, en comparación con el impacto de la violencia comunitaria
que afrontan como mujeres y como madres.

La mayoría de situaciones de violencia contra las mujeres se dan en viviendas en las que habita
más de un grupo familiar. Las condiciones de hacinamiento parecen ser uno de los motivos que
detona los conflictos entre las parejas. Los motivos inmediatos pueden ser diversos: desde
desacuerdos en el uso de los espacios, el irrespeto de intimidad, el quiebre de rutinas particulares
del núcleo familiar, la prohibición de consumo de bebidas alcohólicas, celos, y hasta diferencias
religiosas entre los miembros del hogar.

La ausencia de denuncia puede ser explicada por diferentes motivos: (a) por motivos personales:
el miedo de las mujeres a sus parejas, específicamente al hecho que la violencia se vea agudizada
y a ser objeto de señalamientos por parte de los miembros de la familia del conyugue ; y (b) por
motivos institucionales: la ausencia o desconocimiento que poseen las mujeres sobre la presencia
5

de instituciones que trabajen con las mujeres en el área de prevención de violencia y la falta de
credibilidad en la capacidad de protección de las organizaciones gubernamentales y no
gubernamentales.

En los casos en que la violencia desborda los límites del hogar, y adquiere visibilidad por parte de
otros miembros de la familia, quienes desempeñan un rol mediador y reconciliador entre la pareja.

1.3 Violencia contra la niñez

La tipología de violencia que se ejecuta contra ellos en el hogar: violencia física, violencia
psicológica, agresión sexual, violencia de género contra las niñas, y violencia por negligencia. Las
personas que generalmente son identificadas por los niños, como sus agresores en el hogar son los
progenitores, tanto el padre como la madre. Las agresiones son denominadas por estos como
castigo y así es aceptada por los niños, y justificadas por una mala conducta de los últimos. El
castigo es aplicado con diversidad de objetos que tienen el propósito de mostrar la crueldad punitiva
merecida: corvos (machete curvo utilizado en labranza o como arma), cinchos, piedras, cables de
energía eléctrica anudados, etc. niñas reflejan la magnitud de la violencia física de la que son
víctima. En las niñas se evidencia más violencia psicológica y en los niños, más la violencia física.

Los relatos dan muestra de violencia psicológica, mediante expresiones que los descalifican,
palabras que los humillan y dañan su autoestima. Los niños identifican como violencia psicológica
cuando los padres los responsabilizan del castigo que reciben, intentando convencerlos como algo
merecido. Igualmente la violencia practicada por los padres es reproducida por los hermanos
mayores sobre los menores y particularmente sobre las niñas. Son objeto de insultos y agresiones
físicas.

La agresión sexual bajo las formas de abuso, acoso y violación contra niñas está presente al interior
de los hogares. Aunque la población adulta lo niegue, los niños y niñas la señalan y perciben como
parte de los riesgos que sufre la niñez en sus hogares. Señalan a miembros de sus familias como
potenciales agresores. Las amenazas de muerte por parte del agresor les impide denunciar los
hechos de abuso o violación.

Una de las prácticas frecuentes es que los padres u otros familiares los dejan solos, encerrados,
bajo llave, mientras ellos van a trabajar o realizan algún trámite. Se percibe que esta práctica
generalizada tiene impactos psicológicos negativos en la niñez, además se ser peligrosa para su
6

seguridad, a causa de la frecuencia con la que se reportan incendio. En este sentido, abundan relatos
de gritos y llantos de niños encerrados durante largas horas en sus viviendas.

Desde la perspectiva de los niños y las niñas, los motivos por los que se ejerce la violencia contra
ellos, son diversos, y pueden asociarse y clasificarse con relación a los diferentes espacios de
interrelación de la niñez, en motivos familiares y en aquellos vinculados con el contexto escolar.

Entre los motivos familiares que los niños identifican, están los relacionados al mal carácter
incontrolable de los padres. Los perciben como nerviosos y coléricos. Las reacciones agresivas de
sus padres frente a situaciones problemáticas hacen difícil, desde la perspectiva de los niños, la
convivencia familiar entre adultos y niños, ya que detonan las agresiones contra ellos.

Estas agresiones también son explicadas por los menores como resultado de sus propias conductas.
Asimilan el discurso legitimador de la violencia, que sus padres expresan: los castigan porque
buscan corregirlo. No obstante, en muchas ocasiones estos castigos se derivan de situaciones
externas a ellos, y que aun cuando su mala conducta sea la causa del enojo de sus padres, esta no
justifica la magnitud del castigo recibido.

La negativa de los niños o niñas a asumir responsabilidades en el hogar es otro factor, según sus
relatos, que detonan actos de violencia contra ellos. Son las niñas quienes con más frecuencia
relatan ser víctimas de malos tratos al negarse a asumir tareas domésticas. Por ejemplo, cuando se
les solicita realizar un mandado o ayudar en las tareas del hogar.

El bajo rendimiento académico y los informes escolares de mala conducta son igualmente motivos
para desatar la ira y acciones de violencia contra los niños. Estos señalan que los problemas que
afrontan en el centro escolar suelen ser resueltos por los padres, mediante la violencia verbal o
física.

1.4 Factores que contribuyen a la vulnerabilidad de la niñez

Los factores que refuerzan las dinámicas de relaciones de poder están primeramente vinculados a
las condiciones de exclusión de los territorios y de los miembros de las familias. Estos factores,
aun siendo generales no son estáticos, sino dinámicos y se reproducen, y reproducen otras
condicionantes tanto contextuales en los asentamientos y en las posibilidades de las familias de
enfrentar su condición de exclusión. Pueden entre esos factores, mencionarse: la estigmatización,
que al igual que a los adultos, tiene también efectos en la identidad individual y colectiva de la
7

niñez de los asentamientos; el carácter informal de los asentamientos derivado entre otros, en la
carencia de servicios urbanos básicos, la ausencia de espacios verdes y de entretenimiento que
vinculado al hacinamiento comunitario y familiar, somete a los niños a una dinámica relacional de
violencia con los vecinos; los bajos niveles de escolaridad y de empleo y aseguramiento social de
los adultos; la circulación y consumo de drogas y alcohol en la comunidad y los hogares, así como
la exposición constante a ello y al accionar delictivo y criminal de las maras; el accionar represivo
indiscriminado de la Policía Nacional Civil en los territorios, que tiene a los niños y a la población
más joven como potenciales miembros de las pandillas.

1.5 Estrategias utilizadas por los niños para enfrontar la violencia

Frente a la ausencia de acciones de prevención a su favor, señalan que son ellos, quienes de manera
directa toman la iniciativa y realizan acciones para afrontar la violencia. Estas van desde la
confrontación directamente a sus padres por las formas del castigo, hasta la sumisión mediante
promesas de cambio de comportamiento, como estrategia para detener el castigo. En muchas
ocasiones, sin embargo, relatan que esto no da resultado. Cuando son víctimas de castigos físicos,
manifiestan experimentar mucha frustración y deseos de reaccionar a la violencia con más
violencia, sin embargo se controlan porque sus agresores son mayores, y saben que esto solo
provocaría un castigo más severo.

Otra forma de sumisión frustrante para los niños es el uso de la estrategia de demostraciones de
cariño a sus progenitores o responsables, para calmar el enojo y el castigo. Sin embargo con
frecuencia los niños son rechazados, lo que les genera sentimientos de soledad, abandono y
desamparo, desvaloración y sumisión.

En algunos casos los menores no identifican dentro de su grupo familiar una figura de protección
y cariño y señalan carencia afectiva entre hermanos, especialmente con los mayores. Solamente
experimentan una buena relación con sus padres cuando obedecen sus órdenes y actúan apegados
lo que ellos solicitan, por lo que consideran que el afecto que se les ofrece no es incondicional.
8

Bibliografía

1. Exclusión social y violencias en territorios urbanos centroamericanos, juan pablo Pérez


Sainz,Ed.-1ª Ed, San José C.R, FLASCO 2015
2. Ejecuciones Extrajudiciales de Jóvenes Estigmatizados en Centroamérica: Estudio de
Situación de Guatemala, El Salvador y Honduras, 2009
3. Ver www.desenvolupa.net/Ultims-Numeros/Numero-35-05-2013/La-violencia-en-el-
entorno-familiar.-La-infancia-como-victima-Rosa-Maria-Gonzalez-Merino consutado el
19/04/2018
4. ver https://www.religionenlibertad.com/violencia-silenciada-los-mayores-anos-57414.htm
consultado el 22/04/2018

Das könnte Ihnen auch gefallen