Generalidades.

Los turbocompresores son turbomáquinas térmicas generadoras en las que por

absorción de energía mecánica del exterior se aumenta la energía en el fluido que
atraviesa la máquina. Se utilizan para comprimir gases, recibiendo comercialmente el
nombre de turbosoplantes cuando su relación de compresión está entre 1’1 y 2’5. Los
ventiladores, con relaciones de compresión inferiores a 1’1, se tratan como máquinas
hidráulicas debido a la pequeña variación que experimenta el volumen específico del
gas que atraviesa la máquina.

Los turbocompresores son adecuados para elevados caudales y relaciones de

compresión bajas o medias, los alternativos, por el contrario, se adaptan mejor a
caudales reducidos y relaciones de compresión medias a altas. Los rotativos
volumétricos presentan características intermedias y su uso está menos generalizado,
ya que su campo de aplicación puede ser cubierto en muchos casos por los dos tipos
anteriores.

Los turbocompresores presentan las características típicas de las

turbomáquinas, es decir, reducido peso y volumen, seguridad de servicio, largo periodo
entre revisiones, perfecto equilibrado (sin vibraciones)… Por estas razones van
desplazando progresivamente a los compresores de desplazamiento positivo a
aplicaciones muy específicas.

Los turbocompresores se pueden clasificar en centrífugos y axiales.

Los centrífugos pueden presentar flujo simplemente radial, diagonal o

combinación de ellos. En muchos casos a la entrada del rodete el flujo puede ser
incluso axial. Un turbocompresor será centrífugo cuando las velocidades del álabe o
periféricas de las secciones medias de entrada y salida son sustancialmente diferentes.
Si estas velocidades son prácticamente iguales, el turbocompresor será axial.

Los turbocompresores centrífugos presentan fundamentalmente las siguientes

ventajas frente a los axiales: son de fácil diseño, presentan una relación de compresión
más elevada por cada escalonamiento (puede llegar hasta a 6) y son más estables en
lo que respecta al fenómeno de bombeo o entrada en pérdida.

Los turbocompresores axiales presentan las siguientes ventajas frente a los

centrífugos: mejor rendimiento y menor sección frontal (característica importante en
aviación). Por el contrario, la máxima relación de compresión de un escalonamiento
axial se sitúa en 1’5.

Curvas características de los turbocompresores

Un turbocompresor se diseña de manera que para un cierto caudal o flujo
másico ( m ), una cierta relación de compresión ( ) y un cierto número de revoluciones
(n), el rendimiento sea óptimo. Este es el denominado punto nominal.

Sin embargo, al compresor se le exigen normalmente unas condiciones de

trabajo diferentes de las nominales, por lo que interesa conocer su comportamiento en
distintas condiciones de servicio.

Llevando al eje de abscisa el caudal volumétrico a la entrada del compresor y al

eje de ordenadas la relación de compresión, a cada par de valores QE, corresponderá
un punto en el plano. Se denomina “campo característico” del compresor a la porción
del plano QE, accesible por el compresor o, lo que es lo mismo, al lugar geométrico
de los puntos del plano en los que es posible el funcionamiento del compresor.

Para estudiar el comportamiento del compresor se mide el caudal a la entrada,

presión de entrada y salida, el número de revoluciones, el par de accionamiento,
temperaturas y presión barométrica de entrada y temperatura de salida.

Ensayo elemental y completo:

El número de revoluciones se mantiene constante, variándose la presión y el

caudal mediante la estrangulación de una válvula en la impulsión o en la admisión.

En cada punto se mide el caudal, presiones y temperaturas, así como el par y el

número de revoluciones, con lo que se calcula el rendimiento total.

Tomando rendimientos constantes y bajando al gráfico relación de compresión-

caudal se construye el diagrama de curvas en concha o colina de rendimientos.
 La curva del rendimiento en función del caudal en el compresor radial es más
plana que la del compresor axial, como se pone de manifiesto en el siguiente gráfico:
 Del análisis de las dos curvas se deduce que el axial (derecha), aunque tiene
mejor rendimiento, presenta variaciones más acusadas de la relación de compresión y
del rendimiento con el caudal que el centrífugo.

Fenómeno de bombeo y curva límite de bombeo:

El caudal, tanto en el compresor radial como en el axial, sólo puede disminuir

cuando se aumenta la relación de compresión, pero esta llega a un valor límite, que es
distinto para cada número de revoluciones. El lugar geométrico de los puntos de
funcionamiento límites es la curva límite de bombeo.

Al disminuir el caudal por debajo de dicho límite la difusión inherente al proceso

de compresión es excesiva y la corriente se desprende de las paredes del compresor,
originándose un retroceso de la misma que es acompañado de vibraciones y ruido. Se
dice entonces que el compresor bombea, presentando el compresor en estas
condiciones un funcionamiento fuertemente inestable.

El turbocompresor axial es más propenso al bombeo que el radial, lo que

constituye una ventaja de este último. Por esta razón en las turbinas de gas usadas
como motor de autobuses y camiones, donde se requiere estabilidad en condiciones de
servicio muy variables, se prefiere el compresor radial.

Turbocompresor centrífugo.
El compresor centrífugo puede tener uno o varios escalonamientos:
 Esta figura representa el corte longitudinal de dos escalonamientos de un
compresor centrífugo de múltiples escalonamientos, consta de:

1.- dispositivo de admisión, desde donde se pasa al primer escalonamiento.

2.- rodete, del primer escalonamiento, dotado de un cierto número de álabes.

3.- difusor.

4.- canal de reversión del flujo, que dirige el flujo hacia el siguiente rodete.

5.- rodete del segundo escalonamiento.

El rodete es el órgano más importante del turbocompresor, construyéndose

según los cuatro tipos que se representan en la siguiente figura:

a) Abierto. Los álabes se fijan sólo al eje del rodete.

b) Semiabierto. Los álabes se fijan a un solo disco.

c) De doble aspiración. El caudal aspirado es el doble que el de un rodete
sencillo.
 d) Cerrado. Los álabes se fijan a la cara anterior o lado de aspiración (1) y a la
posterior (2).

El rodete abierto tiene poca resistencia y es cada vez menos empleado. Por el
contrario el rodete semiabierto se emplea hoy muy frecuentemente.

Los álabes en esta clase de construcción son con frecuencia de salida radial,
pero cerrados a la entrada, de manera que 1 (ángulo de la velocidad relativa a la
entrada) sea el exigido por una entrada axial de la corriente absoluta ( 1 90º ). La

salida de estos álabes es radial ( 2 90º ). De este modo, se reducen los esfuerzos
centrífugos prácticamente a esfuerzos de tracción, lo que facilita la fijación de los
álabes en un solo disco. Con este tipo de rodetes se obtienen velocidades periféricas
superiores a los 450 m/s. Se construyen con frecuencia fresados de una sola pieza
forjada.

La entrada axial de la corriente absoluta es típica, y con ello se evita una corona
directriz de entrada, que sería necesaria para imprimir a la corriente absoluta una
rotación ( 1
90º , c1u 0 ) o una contrarrotación ( 1
90º , c1u 0 ), ya que la corriente

en virtud de la fuerza centrífuga entra de por sí sin rotación ( 1

90º , c1u 0 ). En este

caso la ecuación de Euler se simplifica, quedando wu u 2 ·c 2u , siendo la energía

periférica mayor que cuando 1 90º , donde wu u 2 ·c 2u u1 ·c1u , pero menor que

cuando 1 90º , donde wu u 2 ·c 2u u1 ·c1u .

El ángulo 2 es fundamental en el diseño de un turbocompresor. Los álabes se

clasifican en: álabes curvados hacia atrás ( 2 90º ), álabes rectos o de salida radial

( 2 90º ) y álabes curvados hacia delante ( 2 90º ).

Los turbocompresores con álabes curvados hacia atrás son de funcionamiento

más estable y de uso frecuente en aplicaciones industriales. Los álabes radiales
resultan constructivamente más adecuados para soportar elevadas velocidades
periféricas, empleándose en pequeñas turbinas de gas y en grupos de
sobrealimentación. Los de álabes curvados hacia delante, a pesar de su más elevada
relación de compresión, son de menos utilidad por su funcionamiento más inestable.
 Cuando se emplean álabes en el difusor, conviene dejar a la salida del rotor una
zona de 2 a 8 cm. sin ellos para evitar ruidos. El número de álabes del rotor y del
estator deben ser primos entre sí para evitar fenómenos de resonancia.

Estudio termodinámico del compresor centrífugo:

A continuación se representa la evolución del fluido desde el estado de parada

del medio ambiente (0) hasta la salida del compresor (3).

u22 u12
2

Turbocompresor axial
Tema 7: Turbocompresores. Página
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La figura muestra un escalonamiento de un compresor axial en corte longitudinal

y un desarrollo cilíndrico del mismo por el diámetro medio dm. En este desarrollo se ve
Tema 7: Turbocompresores. Página
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la forma tanto de los álabes fijos del difusor como los álabes móviles del rodete. Unos y
otros son perfiles de ala de avión. Numerosos y costosísimos estudios aerodinámicos
de estos perfiles y enrejados, tanto teóricos como experimentales en túneles
aerodinámicos, han logrado elevar el rendimiento del compresor axial hasta el punto de
hacer posible su aplicación a los turborreactores de aviación, así como a un número
extenso y creciente de aplicaciones industriales.

En los turborreactores es el compresor preferido pues, a igualdad de presión y

potencia, el área frontal de un compresor axial es mucho menor que la de un
compresor centrífugo y permite disminuir el área frontal del avión y reducir el arrastre.

La estructura del escalonamiento del turbocompresor axial es similar al de la

turbina axial, pero trabajando a la inversa, es decir, en compresión en lugar de
expansión.

Como ponen de manifiesto los triángulos de velocidades de esta figura, las

velocidades tanto absolutas como relativas disminuyen en el rotor y estator del
turbocompresor, como tiene que suceder para que aumente la presión.

La siguiente figura representa la evolución termodinámica del flujo en un

escalonamiento de un turbocompresor. Se aprecia que, a diferencia de lo que sucede
en los turbocompresores centrífugos, el trabajo asociado a la fuerza centrífuga es nulo,
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y por ello la entalpía de remanso relativa es igual a la entrada y salida del rodete
(10R=20R).