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CAS.

Nº 1070-95 AREQUIPA

Lima, 13 de julio de 1998

La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia, vista la causa, en audiencia pública del 10
de julio del año en curso, emite la siguiente sentencia; con el acompañado:

MATERIA DEL RECURSO:

Se trata del Recurso de Casación interpuesto por don Zacarías René Linares Bustamante, contra la
sentencia de vista de fojas 307, su fecha 31 de agosto de 1995, que revocando la apelada de fojas 240,
su fecha 16 de diciembre de 1994, declara infundada la demanda en todos sus extremos;
confirmándola en n lo demás que contiene.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO:

La Corte mediante resolución de fecha 1º de diciembre de 1997 ha estimado procedente el recurso


por la causal relativa a la interpretación errónea de los Arts. 1321 y 1322, ya que el primero establece
que queda sujeto a la indemnización de daños y perjuicios quien no ejecuta sus obligaciones por dolo,
culpa inexcusable o culpa leve, habiéndose acreditado en autos que la demandada después de dos
años de haber concedido al accionante el derecho pensionario establecido por el Decreto Ley Nº
20530 no puede de manera unilateral dejar sin efecto sus propias resoluciones, y con tal actitud ha
incurrido en negligencia inexcusable que le ha causado los daños y perjuicios que son materia de la
pretensión indemnizatoria y el segundo señala que el daño moral si es susceptible de ser cuantificado
económicamente, lo que ha sido corroborado por abundante jurisprudencia de la Corte Suprema.

CONSIDERANDO:

Primero.- Que, en relación al agravio referido a la interpretación errónea del Art. 1321 del Código
Civil, dicho cargo no guarda conexión lógica con lo resuelto en la sentencia recurrida, ya que el
Colegiado, haciendo suyos los argumentos del aquo ha establecido que el hecho de habérsele privado
de seguir aportando al Sistema Nacional de Pensiones para poder conseguir una pensión de cesantía
y el habérsele privado de percibir remuneraciones, gratificaciones y bonificaciones que perciben los
funcionarios de su nivel, constituyen supuestos daños o perjuicios inexistentes, porque la no
percepción de ellos, con motivo del retiro voluntario del accionante, es una consecuencia lógica de
haberse puesto fin al vínculo laboral que lo relacionaba con la emplazada, sea cual fuere el régimen
pensionario al que se acogió, consecuentemente, aquí no se trata de la interpretación errónea de la
acotada norma, sino en todo caso la normatividad laboral o de seguridad social, además de que la
materia probatoria relacionada con la existencia o no de los mencionados daños no son objeto de la
causal alegada.

Segundo.- Que, en cuanto a la denuncia referida a la interpretación errónea del Art. 1322, esta Corte
ha establecido en múltiples ejecutorias que el acto por el que una empresa, a partir de un ofrecimiento
de parte de ella, incorpora a sus trabajadores a determinado régimen pensionario del que luego los
debe excluir, constituye un acto culposo generador de una obligación de resarcimiento del daño que
ocasionó, pues la empresa tenía la obligación de asesorarse adecuadamente sobre las consecuencias
de dicha incorporación antes de inducir a sus trabajadores a optar por dicho régimen.

Tercero.- Que, si bien es cierto que en doctrina se discute la reparación económica del daño extra
patrimonial, aparece del texto de los Arts. 1322, 1984 y 1985 del Código Civil vigente que el
legislador optó por dicha solución, decisión a la que debe atenerse el Juzgador conforme a los Arts.
7 del Título Preliminar del Código Procesal Civil y 7 del Título Preliminar del Código Civil.

Cuarto.- Que, atendiendo a los nuevos lineamientos del derecho de daños, nuestro Código Civil ha
recogido una postura novedosa en su Art. 1322, en el que se estipula el resarcimiento del daño moral
cuando éste se hubiere irrogado en la inejecución de las obligaciones.

Quinto.- Que, si bien no existe un concepto unívoco del daño moral, es menester considerar que este
es el daño no patrimonial inferido en derechos de la personalidad o en valores que pertenecen más al
campo de la efectividad que al de la realidad económica; en cuanto a sus efectos, es susceptible de
producir una pérdida pecuniaria y una afectación espiritual.

Sexto.- Que, esta noción debe adecuarse a la triple función que la doctrina contemporánea atribuye
al Sistema de Responsabilidad Civil, consistente en la función de reparación, de disuasión o llamada
también preventina y la sancionatoria o punitiva; en este sentido, la reparación del daño moral debe
abarcar el proveniente del incumplimiento de cualquier obligación que se puede valorar en función
de la gravedad objetiva del menoscabo causado.

Sétimo.- Que, siguiendo este criterio, el daño moral si es cuantificable patrimonialmente, aún cuando
su valuación sea difícil, desde que el interés del acreedor puede ser patrimonial o no, cuestión que no
debe confundirse con el carácter patrimonial de la obligación; el perjuicio que experimenta el
acreedor no es siempre de naturaleza patrimonial, aunque con menor frecuencia, el retardo o el
incumplimiento pueden afectar otro género de derechos todavía más valiosos como es el daño moral,
que en opinión del jurista Ramón Daniel Pizarro, constituye "aquella modificación disvaliosa en la
subjetividad del damnificado, que se introduce en un modo de estar diferente y perjudicial al que
tenía antes del hecho" (La Ley Nº 1989 - E Sección Doctrina, Bs. As. 1986, pag. 832).

Octavo.- Que, como es sabido, la reparación en especie es la más idónea cuando se trata del daño a
una entidad patrimonial, sin embargo, pese a su capacidad reparativa origina problemas prácticos
cuando se trata de una entidad subjetiva como el daño moral, no obstante, de no poder valorizarse en
dinero este daño, es necesario recurrir por criterios de equidad, al resarcimiento del daño con el pago
de un monto dinerario o en su defecto a través de otras vías reparatorias que en circunstancias
particulares del caso aconsejen al juzgador.

Noveno.- Que, en consecuencia, la sentencia recurrida ha estimado equivocadamente que el daño


moral expresado en términos económicos deje de ser tal; por lo que el criterio de juez sentenciante se
basa correctamente al condenar a la demandada por daño moral, en un quantum indemnizatorio que
se mide siempre, atendiendo a las pruebas que le han procurado convicción, por el daño en sí mismo
tomando en cuenta los parámetros que se evidencien por la gravedad objetiva del menoscabo causado.

Décimo.- Que, el dolor, la pena, la angustia, la inseguridad, etc, son sólo elementos que permiten
aquilatar la entidad objetiva del daño moral padecido, el que se produce en un solo acto o en varios
pero que una vez presentados en el contexto fáctico ya son susceptibles de indemnizarse; por lo que
la interpretación errónea del numeral subexamine ha llevado error al juzgador de concebir que la
resolución suprema que inaplica y mantiene el derecho pensionario latente de la recurrente enerva el
menoscabo moral que habría sufrido ésta.

Décimo Primero.- Que, atendiendo al daño moral sufrido por el accionante resulta pertinente fijar la
indemnización por dicho concepto de manera prudencial.
SENTENCIA:

Estando a las conclusiones a las que arriba y de conformidad con el punto Nº 1 del Art. 396 del
Código Procesal Civil, declararon FUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por don Zacarías
René Linares Bustamante y, en consecuencia , CASAR la sentencia de vista de fojas 307, su fecha
31 de agosto de 1995, y actuando como instancia de mérito CONFIRMARON la sentencia apelada
de fojas 240, su fecha 16 de diciembre de 1994, que declara fundada la demanda interpuesta por don
Zacarías René Linares Bustamante, en el extremo que solicita el pago de una indemnización moral;
la REVOCARON en el extremo que fija dicho concepto en la suma de 5 mil nuevos soles;
REFORMANDOLA la fijaron en 8 mil nuevos soles; INTEGRANDOLA declararon INFUNDADA
la demanda en todos los extremos referidos a la indemnización por daños y perjuicios, y la
CONFIRMARON en lo demás que contiene; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;en los seguidos con la empresa Cementos Yura
S.A, sobre cobro de daños y perjuicios; y los devolvieron.

Cuestionario

1. Explique qué son las funciones de la responsabilidad civil: de reparación, prevención y punitiva.
2. La demandada se le ateibuye haber actuado con dolo o culpa. ¿Por qué?
3. En general, ¿qué son y cuáles son los daños patrimoniales y extraoatrimoniales?
4. ¿Cuáles son las características más resaltantes del daño moral?

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