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El término teología es un compuesto de las palabras griegas theos ("dios") y logos ("palabra",
"discurso", "cree", "razón"). Teología por lo tanto se puede definir como motivado discurso sobre
Dios. En un sentido estricto, la teología sólo tiene en cuenta la existencia y la naturaleza del ser
divino. En su sentido más amplio y más habitual, sin embargo, puede abarcar toda la gama de
relaciones de lo divino al mundo ya la humanidad, así como toda la variedad de respuestas
humanas a lo divino. Aunque se utilizan con mayor frecuencia de las religiones occidentales, el
término puede ser aplicado al estudio sistemático y la presentación de cualquier religión.
El primero en utilizar el término fue aparentemente el filósofo griego Platón, para quien la teología
significaba una concepción racional de lo divino en contraposición a los mitos poéticos acerca de
los dioses. La tradición griega posterior de la teología racional sobrevivió hasta bien entrada la era
cristiana, y algunos de sus aspectos han influido en la configuración de varios judía, cristiana,
islámica y teologías.
En el cristianismo primitivo, la teología había una serie de significados. Se refirió, por ejemplo,
todo el misterio de Dios, en particular a las enseñanzas acerca de Dios (por ejemplo, la doctrina de
la Trinidad), o una etapa en el conocimiento místico de Dios.
EDAD MEDIA
En general, sin embargo, la teología implícita una comprensión de Dios más allá de la simple
creencia en Dios. Sólo en el período medieval tuvo la teología convertido en un campo académico,
o "ciencia", en tanto el sentido moderno. Con el surgimiento de las universidades medievales,
facultades teológicas comenzaron a surgir, y la teología misma llegó a ser definida como una
ciencia como las otras ciencias en el currículo de la Edad Media. Se procedió de sus propios
principios, seguido cánones aceptados de la investigación racional, y produce un cuerpo
organizado de conocimientos en su propio derecho. Desde la teología de la Edad Media ha
incluido tanto las formas académicos y no académicos de investigación religiosa, a menudo en
conflicto entre sí.
EDAD MODERNA
En la historia del catolicismo el término modernismo sirvió, y sirve aún, para referirse a la
tendencia en un cierto pensamiento católico a considerar a la Iglesia y a sus dogmas como
instituciones humanas, portadoras de rasgos debidos a su contexto histórico, y no menos
necesitadas que otras de ser revisadas y reformadas. El término se usa con una intención
peyorativa por los adversarios de esta posición, entre los que destaca el papa Pío X, en cuyo
tiempo y bajo cuya dirección la Iglesia emprendió una campaña para combatirlo. El modernismo
fue condenado categóricamente por San Pío X, sin dejar lugar a dudas o a reconciliaciones: lo
definió como el «conjunto de todas las herejías».1
El primer uso en un sentido equivalente al indicado lo hizo Henri Xavier Périn,[cita requerida]
profesor de la Universidad Católica de Lovaina a finales del siglo XIX, quien lo definió como una
“ambición de eliminar a Dios de toda la vida social” y relacionándolo con “las tendencias
humanitarias de la sociedad contemporánea”.
TEOLOGIA CONTEMPORÁNEA
TEOLOGIA ACTUAL
Desde ella se hace la Teología. Es lo que llamamos la fe de la Iglesia. Que en nuestro siglo -
Misterio de Cristo, y por ello, la Teología -como ciencia del Misterio de Cristo- muestra ahora un
intenso interés y se relaciona con las demás áreas del conocimiento, especialmente con las
ciencias del Hombre o ciencias sociales. También esa fe de la Iglesia, nutriente de toda verdadera
Teología, en nuestro tiempo se siente obligada y se define a sí misma como solidaria para con el
mundo, como que viene a servir y no a ser servida. No hay razón para tenerle desconfianza. La
la sesión inaugural de la Cátedra- es motivo de alegría y satisfacción, porque sabemos que las
demás disciplinas se enriquecerán con su aporte, así como ella sabrá fraternizar y aprender
mucho de sus hermanas, Esta nueva conciencia colectiva de la Iglesia, de apertura y de servicio
humilde, que signa a la actual Teología, ha quedado refrendada el pasado Diciembre por el
Sínodo extraordinario de Obispos convocado en Roma por SS.Juan Pablo II, al hacer un balance