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LA ESPERA
Y LA ESPERANZA
HISTORIA Y TEORIA DEL ESPERAR HUMANO
Pág 8.
PR O LO G O ...................................................................................................................... 9
IN T R .D U C C I.N .......................................................................................................... J3
P rimera parte
Pige.
Secunda parto
Págs.
Cap. I ! I .- L a ESPERANZA DE IOS SECULARIZADOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 176
T ercera parte
HI.—
ﻣﻞdeses^ranza como forma de vida: Jean-Paul Sartre ... ... ... ... 2^
8 ا. ﻣﻞesperanza y la desesperanza en el pensamiento de Sar-
tre (300).—82. ﻣﻞesperanza y la desesperanza en el teatro de
Sartre (308)3§—ا. Notas criticas (311).
Cap. II.—^ORfA DE LA ESPERANZA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 313
I .- L e Senne ............................................................ .......................................... 313
n .—Bollnow . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 318
III.—Brednow y Piagge ......................................................................................... 321
584 LA ESPERA y LA ESPERANZA
Pigs.
Cuarta PARTE
Cap. I I .- T ie.١
ipo٠recuerdo y ESPERANZA EN LA POESÍA DE A ntonio Machado ... 399
Quinta parte
I.—Introducción cosmológica al estudio de la esperanza ... ... ... ... ... 452
§1. El futuro del cosmos (452).—§2. El. futuro de la realidad
inanimatla (455).—§3. El futuro del vegetal y el del animal (457).
INDICE DE MA IERI AS S8S
Págs.
II. —Biologia de la espera humana .............................................................. .67
§1. El proyecto como forma primarla de la espera huma,
na (467),—§2. Anatomia y fisiologia de la espera hu.nana (472).—
§3. Patologia de la espera liuraana (475).
PEDRO L A IN ENTRALGO
M d r id , marzo de 1956.
IN T R O D U C C IO N
-dad del ser hum an, a que se re fe ra , los términos spes, espérance y
Hoffnung, cuando ellos los usaban?
4.. Cómo la esperanza es entendida por el hombre de hoy. No
F os autores de nuestro tiempo han dicho de modo expreso lo que
para ellos es la esperanza. Otros muchos han manifestado con su
vida y con su obra cuál ha sido su modo de esperar lo que real y
verdaderamente esperaron. ¿Qué nos enseñan todos esos testimonios
-acerca de lo que en nuestra situación histórica es la esperanza del
hombre?
5.. Qué es en si misma la esperanza humana. Ilustrada por su
pesquisa histérica y puesta directamente frente a la realidad del hom.
bre, la mente debe esforzarse por construir una teoria antropológica
de la esperanza lo más completa y satisfactoria que le sea posible.
Este libro - q u e distará mucho, sin duda, de responder a tan exi.
gente c u estio n ario abordará el tema de la esperanza según una se-
rie de cinco epígrafes, correspondientes a otras tantas partes princi.
pales. En la primera será estudiada la paulatina constitución de la
teoria cristiana de la esperanza; en la segunda, los diversos modos
de esperar del hombre moderno; en la tercera, la situación de la es-
peranza en la crisis histórica de nuestto tiempo; en la cuarta, la vi-
8؛ón y el sentimiento de la esperanza en la España de ayer y de hoy;
en la quinta y Ultima, intentaré edificar, ya con propósito sistemático,
una teoria del esperar humano que exprese mi modo personal de vi.
؟irlo y entenderlo.
P R IM E R A PARTE
De los cinco trazos con que San Pablo pinta la situación espiritual
de los gentiles —sin Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel, ex-
ttafios a las alianzas, carentes de la esperanza de la promesa, sin
Dios en el m u n d o -, el cuarto atañe directamente a nuestro proble-
ma: promissionis spem non habentes ٤. Todavía es más enérgico un
texto de la primera carta a los Tesalonicenses, relativo a la conside,
ración CTistiana de la muerte: “no os contristéis como aquellos otros
que no tienen esperanza", à u t et ceteri, qui spem non habent (I Tes.,
IV, 13); y con muy análogo sentido es empleado en la Epistola de los
Efesios (TV, 19) el. término apèlgèkóíes (“descuidados"), que la Vul.
gata traduce por desperantes. Los gentiles, según todo esto, carece-
rían de esperanza.
Es obvio que san Pablo se está refiriendo a la inmensa y miste-
riosa novedad de la esperanza cristiana, a la esperanza de los hom.
bres en la consumación gloriosa del reino de Dios. El sabia muy bien
que los griegos usaban en su habla ordinaria la palabra elpis, y los
romanos la palabra spes, vocablos ambos que nuestros diccionarios
traducen recta e invariablemente por “esperanza” ; tanto lo sabia, que
1 Sigo la lección de Torres Amat y Bover: ,,hospites testamentorum, promissio٠
ttis spem non habentes”. En ella, la coma precede a la palabra promissionis. Cram-
pon, que sitfla la coma después de esa palabra, vierte el texto as ؛: “étrangers aux
٠lli ٥n¿، s de la promesse, sans espirane et sans Dien dans le monde?.. U É Ï Ï W É V
de San Pablo 8¿r،a asi más absOluta y drástica, y se corre ؟fxjnderfa más llttralmen-
te con las contenidas en Ef., IV, 15, y I Tes., IV, 13. Concordante con la de Cram-
pon es, en lo que a este pUnto a tafle, la traducción de J. M. Gonzalez R i z , en 8“
ieclente libro San Pablo. Cartas de la cautividad (Roma-Madrid, 1556): ..Sin Cristo,
privados de la ciudadanía de Israel y extraños 'a las alianzas de la Promera, sin
tener esperanza y sin Dios en el mundo.”
SAN F A S I . ٢ LA ESPERANZA CRISTIANA 23
اNo hay que olvidar qtie de esa palabra provienen "cosmologia” -y "cos-
m itica”.
» Oda IV. Para lo que atafie a la concepción ciclica del tiempo, vianse -a p a rte
las fuentes ya c ita d a s - Le Mythe de l’Éternel Retour, de Mircea Eliadc (Paris,.
1949), y el Eranos Jahrbuch 1951, “Mensch und Zeit” (Zilrlch, 1952). La melancolía
del griego frente a la realidad del universo ha sido muy bien subrayada Jjor
H. Ch. Puech en su trabajo “t a Gnose et le Temps”, contenido en el Eranos
Jahrbuch antes mencionado, y por j. Daniilou, en Essai sur le mystère de Vhistoi-
re (Paris, 1953). Según t é lo dicho, el griego no tuvo una noción clara de la es-
g ra n za. Acercáronse a ella, sin embargo, Heráclito, los adeptos al orfismo y a los.
26 LA ESPERA Y LA ESPERANZA
Había escrit. Horacio este verso tres cuartos de siglo antes que
.San Pablo sus cartas a los cristianos de Salónica y de Efeso. No era,
pues, una hipérbole del apóstol el afirmar tan resuelta y escueta-
mente que los gentiles “carecen de esperanza”.
H I .- L a e sp e r a n z a d e S an P ablo
‘» Sobre la correspondencia entre los kairoi y los aiones, víase una breve nota
en Prat. op. cii., t II, pág. 128. En otro lugar de su libro (II. 77) es discutida la
correlación entre el ٠ » ةآde los Setenta y San Pablo y el holam de los textos be-
bralcos.
14 Acerca de la relación entre los a l e s paullnM y los mencionados en la
literatura judia anterior a San Pablo, víase K, PrUmm, Christentum à Ncuheits-
erlebnis (Freiburg اBr., 1539), pág ٠. 80-83. ئconcepción cristiana del tiempo
34 LA ESPERA ï LA ESPERANZA
D Î.S es la s u m a v e rd a d , y p ٠ r e s . creem os e n Jo q u e p ro m e te . L a
Id e a h e lé n ic a y la id e a h e b ra ic a d e la v e rd a d D ios» U ltim o fu n d a ,
m e n to de lo q u e es y g a ra n tia p o stre ra d e aq u ello e n q u e p u e d e con-
fiarse, alélheia y emuTuih suprem as) la te n e n la visión p a u lin a d e l
m o tiv o d e la. e sp eran za. ¿A caso la invisible y s e m p ite rn a “p o te n c ia "
d e D ios (su dynamis, su virtus) n o se h a ce d e a lg ú n m o d o in te lig ib le
p o r m e d io de la c reació n ? (Rom., I, 20). ¿A caso la h is to ria e n te ra d e
la h u m a n id a d (Hebr., X I, 4.32) y, p o r a ñ a d id u ra , la re su rre cc ió n d e
'C risto, n o son reales y h o n d ísim o s lla m a m ie n to s a n u e s tra con fian za?
In Christo habemus fiduciam et accessum in confidentia t>er fidem
« 'ﻻ (Ef., I l l , 12). L a fidelidad d e D ios a sus prom esas y n u e s tra con.
fianza en ellas d a n consistencia real, o b je tiv a y su b jetiv a, a l m o tiv o
d e la e sp e ra n za c ristia n a. N ó te se el c a rá c te r a la vez lú c id o y e n tre ,
g a d o d e esa co n fia n za ; la cual, e n efecto, es lú cid a, p o rq u e se basa
e n hech o s h u m a n a m e n te com probables, y e n tre g a d a , p o rq u e n o se
a tre v e a c o n ta r con h e ch o s h u m a n a m e n te previsibles. S in lu c id e z,
n u e s tra e sp e ra n z a seria p u r a ilu s ió n ; sin e n tre g a , q tte d a ria converti*
d a e n p u ro cálculo.
L a e sp e ra n z a c ris tia n a es v irtu d teologal e in fu sa , m a s n o p o r ello
el a cto d e e sp e ra r c ris tia n a m e n te re su lta a je n o a la e jercitacid n , a la
ascética. A d q u ié re se la e sp e ra n z a a c e p ta n d o m e d ia n te la fe la v e rd a d
d e l E v a n g e lio (Col, I, 5), y crece c u a n d o e l a lm a se e n tre g a a l go zo
d e se n tirla e n su seno (Rom., X V , 13). E n u n o y e n o tro caso. D ios
la d a g ra tu ita m e n te . P ero , ¿có m o el h o m b re p u e d e acercarse, c o n las
sim p les fu e rz a s d e -s u h u m a n a n a tu ra le z a , a la s o b re n a tu ra l recepción
d e ese reg alo d iv in o ? S egún S an P ab lo , m e d ia n te el ejercicio de tre s
a c tiv id a d e s : la in c o n fo rm id a d , la p acie n c ia y la le c tu ra . C a m in a rá
'h a c ia la e sp e ra n z a q u ie n cu ltiv e en si la v irtu d d e n o c o n fo rm a rse
con los bienes d e este siglo (Rom., X II, 2 ; I Cor., X V , 19), q u ie n sepa
so p o rta r co n p acie n c ia la trib u la c ió n (Rom., V , 3-4) y q u ie n b u sq u e
e n la E s c ritu ra el consuelo de c o n te m p la r cóm o D ios h a sido fiel a
sus p ro m esas (Rom., X V , 4). A m b ic ió n a n im o sa m e n te so sten id a, tri.
b u la c ió n p a c ie n te m e n te su frid a , le ctu ra c re y e n te m e n te e je rc ita d a : ta.
les son, p a ra S an P alilo, los cam inos reales h a c ia la e sp e ra n z a cria-
tia n a .
C o n m u y significativa re ite ra c ió n afirm a el A p ó sto l la v irtu d es-
p e ra n z a d o ra d e la paciencia, u n a p a cien cia a c tiv a m e n te a b ie rta h a cia
el fu tu r o y toto coelo d is tin ta , p o r ta n to , de a q u ella a q u e conduce
por el radre Bo^er (op. «L, p á f . 857.858). ﻵpadre : ^ ﺀJn sid er^ más e s p f ، :
mente ﺋ ﻊespléndido« texto, de la Epistola a los Romanos (op. cil., t. اpágí:
na« 267-280).
SAN PABLO Y LA ESPERANZA CRISTIANA 4،
!uz. Su a u ro ra l visión d e la e sp e ra n z a c i s t i a n a e n se ñ a m u c h a s y m u y
p ro fu n d a s cosas acerCa d e l h u m a n o esperar,, pero, a la vez, p la n te a
U na la rg a serie d e p ro b le m a s a la m e n te d e l teólogo y a la del a n .
tro p d lo g o . ¿Q u é re la ció n e x iste e n tre la p ro m e sa, la e sp e ra n z a y ١a
p re d e stin a c ió n ? ¿Q ué d e b e p e n sa r el c ristia n o d e la elpis y la spes
d e los g e n tile s? .E n tre la e sp e ra n z a n a tu ra l y la e sp e ra n z a c r is tia n a
¿ q u é a rtic u la c ió n ex iste? L a “e sp e ra n za ', so terio ló g ica y m eta física
d e la creació n , ¿ tíe n e algo q u e v e r con la e sp e ra n z a n a tu ra l d el h o m .
b re ? ¿ Q u é es, e n los senos d el alm a, el acto d e e sp e ra r? H e aq u f u n
h a z d e in te rro g a c io n es, c o n el c u al te n d rá q u e e n fre n ta rs e e l p en sa,
m ie n to c ristia n o d e los siglos p o sterio res a S an P ab lo .
Ca psulo n
E S P E R A N Z A Y T I E M P O H U M A N O : S A N A G U S T IN
؛Asi parece jKRsarlo también el padre Prat en sus comentarlos al cap. VIH
de la Epistola a los Romanos (op. آﺀ،., t. 1, pigs. 270.280).
2 Le Temps ٠، 1’Éternit¿ chez Piotiti ﺀ، ه ﺀ،«، Augustin (Paris, 1933), p ig i.
48 LA ESPERA y ،SPER A N ZA
I .-M em o w a y espe r a n z a
اا٠ ﻟﻊalta de la duración. Todas las dimensiones de ese primer pasado, que para
1 ؛es a la vez Intimo y extraño, le son desde entonces familiares: puede recorrer-
las en todos 1.8 sentidos: ve la proporción y la conveniencia de todos .los momen.
tos ؛contempla, en fin, el orden de" su tiempo : en la sucesión percibe una conti,
nuidad, y en la continuidad un designio. Desprendiéndose paia siempre de su
presente, su pasado se hace espiritual. ¿No es quizá en una luz semejante a ،sta
como aparecen los recuerdos de una vida entera, «Jando el porvenir cesa para
siempre y la muerte obtiene la ecuación eterna de lo que somOs y de lo que he-
mos sido?” (op. pág. 284).
٠ Véase è excelente libro de A. G. Festugiére Contemplation et ﺀآﻵcontem-
platine selon Platon (Paris, 1936).
60 LA ESPERA Y LA E S P E ^ Z A
h a c ia la b ie n a v e n tu ra n z a e te rn a , la te rre n a h a c ia la e te rn a c o n d e n a ,
c ió n ٤ ؛. E l p u e b lo d e Israel, h a s ta el m o m e n to de la R ed en ció n , y la
Ig lesia d e C risto, después d e ella, c o n stitu y e n la p a rte p rin c ip a l d e
la c iu d a d d e D io s ; lOs rein o s e im p e rio s le v an tad o s p o r la a m b ic ió n
te rre n a - a su cabeza. A siria y R o m a— v a n d a n d o c re cie n te reali-
d a d a la c iu d a d d e l siglo. L as dos c iu d ad es n o e stá n siem p re e n m u .
tu a p u g n a , p o rq u e los im p erio s p u e d e n beneficiarse d e l o rd e n espiri-
tu a i, y la Iglesia d e l o rd e n te rre n o . Sus fro n te ra s visibles n o son, p o r
o tr a p a rte , m u y precisas, p o rq u e en la Iglesia h a y rép ro b o s y e n e l
Im p e rio santos. Sólo co n el ju ic io final lle g a rá la sep aració n e scu eta
e irrev o c a b le d e los h ijo s d e l siglo y los h ijo s d e D ios ia.
T a l es, e n esq u em a, la e s tru c tu ra e x te rn a d e la c o n stru c c ió n agus-
tin ia n a . S u e s tru c tu ra in te rn a — su “fo rm a in te rio r'., d iría Schleier-
m a c h e r— p u e d e ser p e rc ib id a in d a g a n d o e n L a Ciudad de Dios cóm o
se a rtic u la n e n tre si e l p ro p ó sito de S an A g u stín , los conceptos y há-
b ito s in te le ctu a le s con q u e o peró su m e n te y sus diversas a c titu d e s
p erso n ales fre n te a la v a ria c irc u n sta n c ia e s p iritu a l e n q u e se m ovia.
Sabem os y a c u á l fuó, alle n d e c u a lq u ie r m o tiv a c ió n ocasional, e l
m á s In tim o p ro p ó sito d e S an A g u stín , e n c u a n to a u to r d e L a Ciudad
de Dios: edificar u n a concepción c ristia n a d e la re la c ió n sucesiva en-
tre la e te rn id a d c re a d o ra y p ro v id e n te d e D ios y la h is to ria te rre n a
d e l h o m b re , e n te n d id a ésta com o la o b ra d e u n a lit e r t a d finita, p e.
c a d o ra y re d im id a . L a lib e rta d p e ca d o ra d e los ángeles r e te ld e s dió
a la civitas terrena su p rim e r fu n d a m e n to ; la lib e rta d p e c a d o ra d e
A d á n y C ain, su o rig e n h istó ric o y visible. E n u n o y o tro caso, u n
to rc id o “a m o r p ro p io ', prevaleció sobre e l recto y deliido “a m o r d e 1
11 También fueron seis los dfas de la creación del mundo. San Agustín atri-
buye una e s p i a l perfección al nUmero seis “porque es el primero que resulta de
la suma de sus partes" (٥٠ cío. ٠٠٠', XI, 80). Otras veces divide la historia de laa
dos ciudades en tres periodos : uno sin ley (desde la creación del hombre hasta
Abraham), otro bajo la Jey (desde' la alianza con Abraham, articulus temporis,
hasta el nacimiento de Jesucristo) y otro de la grada (desde el nacimiento de Je-
sucristo hasta el fin de los tiempos).
1» Ensefta San Agustín, en electo, 'que los limites de la ciudad de Dios no
coinciden necesariamente con los del pueblo de Israel y la Iglesia. A la ciudad de
los santos Jjertenece Job, no obstante ser idumeo (٥٠ civ. Dei, x v in , 47), la sibila
Eritrea (XVIII. 23), ciertos excomulgados —más numerosos de lo que suele creer-
se— que por la paz de la Iglesia soportan afrentas no merecidas (٥٠ vera relie., lJ),
el centurión Cornelio (Sermo., 7 ,49 )لy todos los que viven de acuerdo con su
conciencia (contra Faust., XII, 7; XIII. 15). “Puede decirse que San Agustín - e s -
cribe Battifol— entrevó la doctrina del alma de la Iglesia, esta alma a la cual per.
tenecen los santos que Dios santifica sin que hayan Jjertenecido a su cuerpo visi-
h؛e... Pero esta doctrina del alma de la Iglesia no es una doctrina en la cUal pu-
diera complacerse el doctor, que, combatiendo el cisma donatista, tanto ha soSte-
nido la necesidad de la Iglesia visible" (Guirton, op. آﺀ،., pág. 314).
ESPERANZA Y TIEM PO h u m a n o : sa n acu- وه
D io s” (de civ. Dei, X IV , 28): el egoism o, dice G u itto n , a u m e n tó la
d ista n c ia in fin ita q u e sep a ra a las c ria tu ra s d e l C read o r. S in e l peca-
do angéJico y e l pCcado h u m a n o , la creación e n te ra h u b ie se sido u n a
p e re g rin a n te y a rin o n io sa civitas Dei; n ٥ h a b ؛ía lleg ad o a c o n stitu ir-
Se e n su seno u n a civitas terrena. P u e s b ie n : d e n tro d e la p ersp ectiv a
im p u e sta al e sp íritu h u m a n o p o r el p ecad o y sus secuelas, (c ó m o el
h o m b re p o d rá e n te n d e r la re la ció n e n tre el tie m p o h is tó ric o y la
e te rn id a d , e n tre su h is to ria y D ios?
S an A g u stín tr a ta d e a lc a n z a r ese e n te n d im ie n to m e d ia n te el em -
pleo c o h e re n te d e to d a u n a serie d e conceptos y recursos, d o g m á ti-
Cos u n o s y e lab o rad o s otros. H e aq u í, e sc u e ta m e n te e n u n cia d o s, los
q u e a m i Juicio d e sc u e lla n : creación, m al, in te rv e n c ió n d iv in a , tra s ,
cen d e n c ia h u m a n a , n o v e d ad h istó ric a , c o n tin u id a d p ro g resiv a d e los
tiem p o s, c o n su m a c ió n d e los siglos, p re d e stin a c ió n y d o b le p e r a
pectiva.
D ios, p o r u n lib re d e c re to de su v o lu n ta d , creó a la vez el m u n d o
y el tie m p o . C on o tra s p a la b ra s : D ios quiso c re ar u n m u n d o su jeto
a m u d a n z a . T a n to m ás sujeto, c u a n to q u e u n a p a rte d e las c ria tu ra s
fu e ro n , p o r ex p resa v o lu n ta d d iv in a , seres in te lig e n te s y lib re s : esto
es, e n te s capaces d e m odificar a su a rb itrio la re a lid a d y d e e leg ir
.entre el b ie n y el m a l, d e a d o p ta r Una c o n d u c ta re g id a p o r el amor
D ei o d e in v e n ta r o tra g o b e rn a d a p o r el amor sui. E s ta com placen-
cia o p e ra tiv a y m o ro sa en el a m o r p ro p io es el m al. C o n tra lo soste,
n id o p o r los m an iqueos, el m a l n o posee re a lid a d p ro p ia : ' n o h a y
"esencias” c o n tra ria s a D io s: las c ria tu ra s n o p u e d e n o ponerse a
D io s p o r n a tu ra le z a , sino p o r v o lu n ta d c o n tra ria : la m a la v o lu n ta d ,
en consecuencia, n o tie n e causa eficiente, sino cau sa deficiente (de civ.
Dei, X II, 1-8). E llo, sin e m b arg o , n o im p id e q u e San A g u stín , arras-
tra d o p o r su celo antipelagiano., se aproX im e e x cesiv am en te a M afies
en lo to c a n te a las consecuencias d e l p ecado o rig in a l: p o r o b ra de
A d á n , afirm a, la h u m a n id a d e n te ra es massa peccati, massa damm•
ta, u n ؛loque d e in iq u id a d q u e sólo p o r o b ra d e la g ra c ia h a p o d id o
co n v ertirse p a rc ia lm e n te e n civitas Dei.
P a ra q u e u n a p a rte d e la h u m a n id a d p u d ie se al fin ser fiel a su
o rig e n d iv in o y salvarse, e ra precisa, en consecuencia, la in te rv e n c ió n
de D ios e n la h is to ria d e sus C riaturas. L a e te rn id a d n o es sólo el fu n -
d a m e n to en v o lv en te d e l tie m p o . P a ra el cristia n o . D ios n o es sólo
c re a d o r d e l u n iv erso y c o n se rv a d o r d e su m o n ó to n o o rd e n n a tu ra l.
D esde su e te rn id a d c'readora y s u ste n ta d o ra h a q u e rid o in te rv e n ir
en e l tie m p o d e m o d o e x tra o rd in a rio : lo h iz o h a b la n d o a A b ra h a m
y a M oisés e in s p ira n d o a los p ro fe ta s ; lo h a c e a tra v é s d e los m ila-
7٠ LA ESPERA ï LA ESPERANZA
santo. Lo que en las Confesiones es lucha de dos “tendencias" en el seno del alma,,
truncase en oposición de dos ..ciudades" en La Ciudad de Dios.
Una buena exposición de la polémica antipelagiana de San Agustín puede leerst
en la Kirchengeschichte de Joh. Peter Kirsch, t. I, págs. 580-606 (Freiburg 1. Br.,
1930). Para Kirsch. San Agustín no sostuvo nunca la tesis de la predestinación ab-
soluta a la gloria eterna y a la eterna condenación.
74 LA ESPERA ESPERANZA
y p le n a m e n te h o m b re , p a ra S an A g u stín , c u a n d ., sin d e ja r d e v iv ir
distentus e n el tiem po.- vive ta m b ié n intentus y extentus h a c ia el
-.fundam ento tra n s te m p o ra l d e su ex isten c ia (Conf., X I, c. 29, n . 39).
.E ntonces d escu b re q u e el o b jeto de su e sp e ra n z a yace e n el fo n d o
m ism o d e su m e m o ria ; 0 , con o tra s p a lab ras, q u e e l té rm in o d e la
-esperanza c ristia n a, la fru ic ió n in te rm in a b le d e D ios, n o es sino u n
re to rn o a l orig en . L a ex isten cia te m p o ra l d el h o m b re tie n e su fu n -
l a m e n t o e n la e te rn id a d , y p o r la e te rn id a d se h a lla e n v u e lta ; su
'“in te n sió n ., y su “e x te n sió n ” no son, a la postre, sino el acto d e aso-
m a rs e - i n t r o s p e c t i v a 0 m e m o ra tiv a m e n te e n aq u élla, esp e ra n za d a -
m e n te e n é s t a - a la lin d e h u m a n a e n tre lo te m p o ra l y lo eterno.
P ero la e sjjera n z a c ris tia n a e stá in e lu d ib le m e n te so m e tid a a la in-
-quietud, p o rq u e p a ra n u e stra n a tu ra le z a c aíd a el tie m p o es siem p re
o c a sió n de p e c a d o ; 0 , p o r lo m enos, riesgo d e c o n su m irse en la v a n a
e sp e ra n z a te rre n a d e lo fu tu r o y tra n s ito rio . Sólo c u a n d o la espera
d e los b ienes fu tu ro s y tra n sito rio s —ea quae futura ﺀ ﺀtransitura
sunt— se o rd e n a d e n tro de la ex p ectació n d e l b ie n su p rem o , tras-
c e n d e n te y e te rn o —ea quae ﺀ ﺀ „ ه5 „ ﻻ، - اsólo e n to n ces p u e d e d e cir
-el h o m b re q u e h a a rro ja d o e n D ios el c u id a d o d e e x is tir: su “in-
-quietud', subsiste, p o rq u e siem p re la lleva e n su seno e l tie m p o del
h o m b re , p e ro e n to n ce s la c arn e “ descansa e n la e sp e ra n z a ” (de civ.
Dei, X III, 20).
L as acciones d e u n a v id a h u m a n a in d iv id u a l so n las n o ta s que
'in te g ra n su m e lo d ia ; las vidas d e los h o m b re s y d e las g eneraciones
s o n , a su vez, las n o ta s q u e c o n stitu y e n el magnum carmen d e la
h is to ria d e la h u m a n id a d , e n te n d id a com o el curso v ita l d e u n solo
h o m b re ؛٥. P u es b ie n : si el tie m p o d e la ex isten c ia p e rso n a l es dis-
tentio animi, el tie m p o d e la h is to ria u n iv e rsa l d e b e rá ser conside-
ra d o com o distentio generis humani; esto es, com o te m p ò re a “dis-
te n sió n ” d e la h u m a n id a d e n la serie sec u la r de sus recuerdos, em -
-presas y esperanzas. E l re c u erd o de la h u m a n id a d es su id e a d e la
h is to ria u n iv e rs a l; id e a q u e será d e sc a rria d a c u a n d o los h o m b re s li-
m ite n su m e m o ria al p asad o de su civitas terrena y c e rte ra c u a n d o
la o rd e n e n sig u ien d o el h ilo d iv in a m e n te lu m in o so d e la h is to ria sa-
era, d esde A d á n h a s ta C risto, y desde C risto h a s ta el fin d e los si-
glos. O tro ta n to cabe d ecir d e la e sp e ra n za e n esa in g e n te disten-
sió n d el g én ero h u m a n o . C u a n d o los h o m b re s p refieren el amor sui
C o nsiderem o s d e nuevo la te rm in a n te se n te n c ia d e S an P a b lo :
los g en tiles carecen d e esp e ra n za . R efiérese e l ajWstol, com o sabe-
m os, a la ex p ectació n c ristia n a de lo que n o se ve (Rom., V III, 24-25),
a la e sp e ra n z a com o v irtu d te o lo g a l; en m o d o a lg u n o desconoce qUe
to d o h o m b re espera y n o p u e d e d e ja r de e sp e ra r bienes fu tu ro s, aun-
q u e éstos sean los m e n g u ad o s que S an A g u s tín lla m a futura et tran-
situra. A ellos se c o n tra en , en U ltim a in sta n cia , la elpis d e los g rie.
gos y la spes de los ro m an o s. ¿Q u iere esto d e cir q u e la e sp e ra n z a
c ris tia n a es u n h á b ito e sp iritu a l a b so lu ta m e n te ajen o a l q u e co n
esas p a la b ra s n o m b ra b a n los g en tile s d e G recia y R o m a ? L a espe.
r a n z a n a tu ra l d e l infiel y la e sp e ra n z a so b re n a tu ra l d e l cristia n o ,
¿so n m odos h u m a n o s d e e x istir in d e p e n d ie n te s e n tre si?
L a re sp u esta a estas in te rro g a c io n es p o n d rá fre n te a fre n te las
d o s a c titu d e s e n q u e sie.m pre se h a d iv id id o la. e s p iritu a lid a d cristia-
n a : la q u e ve e n lo s o b re n a tu ra l u n a p erfecció n de lo n a tu ra l y la
q u e lo e n tie n d e com o su neg ació n . H a c e c in c u e n ta años p . RousSelot
o rd e n ó e n dos tip o s card in ale s las diversas posiciones d e la E d a d
M e d ia a n te el p ro b le m a teológico d e l a m o r i. L la m ó “co n cep ció n fi-
sica" a la d e aquellos p a ra qu ien es e l a m o r es la n a tu r a l tC ndencia
d e to d o s los seres h a c ia su p ro p io b ien . N o h a b ría , pues, u n a oposi-
ción m etafísica e n tre el a m o r dC D ios y e l a m o r de Si m ism o, n i en-
؛re el a m o r de a m is ta d y el d e concupi'scencia : “p o rq u e - c o m o d irá
S a n to T o m á s - to d a c ria tu ra es n a tu ra lm e n te de DiOs, seg ú n lo q u e
e lla es" (Summa, I, q. 60, a. 5 ) ا. F r e n te a e sta co n cep ció n fisica, ئ
“ concepción e x tá tic a " a firm a rá que, e n el h o m b re , el a m o r p e r f e c t ,
n o es a m o r n a tu ra l, sino a m o r p erso n al, y q u e n o consiste, p o r lo
ta n to , e n u n a arm o n io sa o rd e n a c ió n d e la n a tu ra le z a h a c ia su p e r-
feccid n su m a, sino e n u n v io len to “ salir d e si” , e n u n éxtasis. ES l a
tesis d el p e n sa m ie n to m istico del M edioevo.
D ejem o s in ta c to el p ro b le m a d e si es p osible u n a c ris tia n a co n ci,
lia c iá n e n tre a m b as tesis, y observem os cóm o esa d iv e rg e n cia a n te
el p ro b le m a d el a m o r se rep ite, mutatis mutandis, a n te el problem a-
d e la e sp e ra n za . L a ra d ic a l co n tra p o sic ió n q u e S an A g u s tín e sta b le ,
ce e n tre la cimtas terrena y la civitas D ei — m ás a ú n : la re p e tid a
c o n sid eració n de aq u élla com o civitas diaboli (de civ. Dei, X V II, 20.
y X X I, 1ر le p o n d rá e n el tra n c e d e a firm a r la in com patibilidad-
e n tre las esp e ra n za s m u n d a n a s , o rie n ta d a s h a c ia lo ftJturo y tra n s i,
to rio , y la e sp e ra n z a teologal, q u e tie n e e n D ios su objeto. S a n t .
T o m á s so sten d rá, e n cam bio, q u e “e n n u e s tra o rd e n a c ió n a la vida-
e te r n a esp eram o s d e D ios n o sólo el socorro de los beneficios espiri-
tu ales, m a s ta m b ié n e l d e los te m p o ra le s” (Quaest. disp. de spe, 1).
¿ Y n o es re fe rib le a e sta h o n d a d ife re n ria e n la c o n sid e ra c ió n de-
la n a tu ra le z a la m u tu a d is p u ta d e las d o c trin a s e n to m o a l m o tiv o u
o b je to fo rm a l de la e sp e ra n z a c ristia n a ? C u a n d o S an B u e n a v e n tu ra
y J u a n d e S an to T o m á s afirm e n q u e e l m o tiv o d e la e sp e ra n z a teo-
logal es el socorro d iv in o . D ios com o p o te n c ia a u x ilia d o ra , b a jo sus
p a la b ra s se o c u lta rá u n a secreta desconfianza acerca de las p o sib i.
lid a d e s d e la n a tu ra le z a h u m a n a c a ld a ; y c u an d o , fre n te a ellos, en-
señen E sco to y S u á re z q u e el deseo de poseer a D ios, c o n s id e ra d ,
com o n u e stro b ie n su p rem o , es e l m o tiv o d e n u e s tra e sp e ra n za , SU '
tesis e x p re sa rá u n a id e a d e la c o n d ició n h u m a n a h a rto m ás o p tim is ta
y c o n so la d o ra ; visión d e la cu al n o se a p a rta n m u c h o los q ue, c o m .
S an to T o m á s y R ip a ld a , p refieren n o re n u n c ia r a n in g u n o d e esos,
dos p u n to s d e v ista ٥.
C on ello n o se a trib u y e a S an to T o m á s la m e n o r vacilación e n
c u a n to a la e x trin s e c id a d de la e sp e ra n z a te o lo g a l: virtutes theolo-
gicae sunt totaliter ٥ ٥ extrínseco, d e cla ra in e q u ív o c a m e n te (I-H, q. 63 ٠.
a. 1). L a e sp e ra n z a c ris tia n a es u n a v irtu d in fu sa . “E s ta e sp e ra n z a
e s c r i b i r á co n suave castellano fra y F ran c isco de O s u n a - n o la p .
d ia m o s te n e r ta n re c ta y .r d e n a d a c o m . e ra m e n este r, y p o r esto-
nos la in fu n d e D ios, p a ra q u e c o n e lla nos reg lem o s” ٠٠ P e ro si es'
cierto q u e la g ra c ia su p o n e y perfeccio n a la n a tu ra le z a , y q u e ésta
asp ira de a lg ú n m odo h a c ia aq u élla — omnis creatura ingemiscit, o؛-
mOs d e cir a San P a b l o - , p o r n ecesid ad h a b rá de e x istir c ie rta a rti-
culaciOn e n tre la e sp e ra n z a n a tu ra l de los g en tiles y la e sp e ra n z a so.
b re n a tu ra l de los cristianos. T a l es, a m i ju icio , la d o c trin a d e Santo.
T o m á s d e A q u in o .
Q uienes se c o n fo rm a n con e x p o n e r la so b re h a z del pensam iento-
de S an to T o m á s - y n o son pocos, e n tre los q u e se lla m a n tom istas—
suelen re tlu c ir su .teo ria d e la e sp e ra n z a a u n a constrticciO n sencilla y
d ile m á tic a : p a ra el D o c to r A ngélico, d icen , la e sp e ra n za es, 0 bien-,
u n a pasió n n a tu ra l, 0 b ie n u n a v irtu d teologal. M u y c la r a - y gracio-
sá m e n te lo e n se ñ a b a fra y A lonso de M a d rid , u n m istico fran c isca n o
:
del siglo XVI “C u a n to a la p a sió n q u e lla m a esp e ra n za , h a b ern o s de
m ir a r q u e n o es u n a m ism a cosa con la v irtu d q u e es e s p e ra n z a ؛
p o rq u e la q u e es v irtu d n o la tie n e n to d o s; pero la e sp e ra n z a q u e es-
p asión to d o s la tie n e n , y es n a tu ra l asi a los c ristian o s com o a los n o
cristian o s, en la m a n e ra que vem os ser n a tu ra l a u n o s y a o tro s go.
zarse y h a b e r m ie d o ; y asi vem os q u e espera h a rta s cosas el m oro-
com o el c ristia n o '. ٥. U n a le c tu ra a te n ta de la o b ra de S an to T om ás-
nos h a rá a d v e rtir, sin em b arg o , q u e el g ra n d o m in ic o d istin g u e tres-
m o dos de la esp eran za en la vida te rre n a l del h o m b re : la spes com o
pasión irascible, coino supuesto de la v irtu d c a rd in a l de la fo rta le z a
y com o virturl teologal. E stu tliem o s u n o a u n o esos tres m odos de la
esp e ra n za , y tra te m o s d e p e rc ib ir y e n te n d e r su m u tu a co n ex ió n en.
la e x isten cia u n ita ria del h o m b re cristiano.
tacirtn del firmino ha dado lugar a divergencias graves. Bastará Indicar que los
salmanticenses distinguen hasta seis concesiones distintas de la arduitas, p3ra re.
chazar cinco de ellas (De spe theologica, disp. I, dub. 2). Tales divergencias mo-
viero؛i a Esco؛o a borrar la arduitas de la teOlogia de la esperanza, y ya en nues-
tro .tiempo, al. padre Charles (“Spes Christi”, en Nouv. fi،.. ThéoL, L x iv , 1937.
páginas 1057-1075). Sobre el seiitido del arduum en Santo Tomás, viase c . Ziinaral
ا ﻟ ﻬ ﻪVesen der Hoffnung in Natur und Uebernatur (Paderborn, 1933), y R. ;٨
؟au^hier. Magnanimité. L’idéal de طgrandeur dans la philosophie païenne ﺀﺀdans
¡1 théologie chrétienne (Paris, 1951). Por mi parte, creO -c o n io EsCoto y el padre
Charles— que la nota d . la arduitas no pertenece “esenrialmente” a la esperanza
... genere, aun cuando 8، a sus formas “auténticas”. En la quinta parte reaparecer¿
82 U ESPERA ٢ LA ESPERANZA
؛ Was ist Metaphysikt, ة. ﺀed. (Frankfurt a. M., 1951), pàg. 30.
ا Inquiere Samo Tomis si en los ebrios abunda la ¿Sparanza, y responde que
؟،٠ por dos razones: porque la ingestión de vino m ultipli¿ los espíritus: istos Ca-
Iie۶tan y dilatan el ¿razó n, y la amplitud del corazón mueve a iCtentar empresas
arduas; y ademis porque, actuando sin suficiente deliberación, creen los Cbrios
que. todo es ficij. Una _y otra razón les hacen equiparables a los jóvenes, en los
«uales no sólo abunda la esperanza por la ampli¿ ¿xtensidn de su' vida hacia el
LA ESPERA Y LA ESPERANZA
b re m o s d e p e n sa r, seg ú n esto, q u e la g ra n d e z a d e l h o m b re e n el
m u n d o q u e d o to ta lm e n te e x c lu id a de la ¿tic a c ristia n a ?
E n m o d o alg u n o . Y a e n la A lta E d a d M ed ia , E g in h a rd n o vacila
e n lla m a r “ m a g n á n im o ” a C arlo m ag n o . P e ro m u c h o m á s im p o rta n te
f e el em pleo la u d a to rio d e ese e p ite to - f r e c u e n t e , com o 3 ؟sabido,
a todo lo largo del M e d i o e v o - es la in c a rd in a c ió n filosófica de la
magnanimitas e n la fortitudo y su in te rp re ta c ió n com o “ra z o n a b le
e m p re sa d e cosas a lta s". E llo fu ¿ o b ra de A b e la rd o , h a c ia 1142, y
d e aquellos que, com o el can c ille r F elipe, c o n tin u a ro n y p e rfeccio n a؛
ro n en el siglo XIII la tra d ic ió n a b ela rd ia n a . L a m a g n a n im id a d , v irtu d
p o r la cual el h o m b re se sien te cap az de e m p re n d e r acciones g ran -
d e s y le v an tad as, es en la Summa de bono d e l c an ciller F e lip e ظp ri-
m e ra de las “p a rte s in te g ra le s', de la fo rta le z a ; 0 , con o tra s p a lab ras,
la p rim e ra d e las condiciones d e l acto psicológico y ¿tico d e esa
v irtu d n .
L a magnanimitas d e q u e h a b la n A b e la rd o y el c a n c ille r F e li ۴ es
u n a v irtu d e n te ra m e n te n a tu ra l. L a d escrib en y e stim a n com o p u ro s
filósofos, n o com o teólogos; y n o es m in ú sc u la esta h a z a ñ a in te le c.
tu a l d e v a lo ra r p o sitiv a m e n te la m a g n a n im id a d de la c o n q u ista d e l
m u n d o : n o lleg aro n a co n ced er ta n to los pen sad o res d e la a n tig ü e ,
d a d p a g a n a . P e ro esa concepción d e la m a g n a n im id a d com o “r a z .
n a b lc em p re sa de cosas a lta s ’, n o p o d ia q u e d a r e n la E d a d M e d ia
sin u n a tran sp o sició n in m e d ia ta a los p ro b le m a s y los fines d e la v id a
c ristia n a. P a ra S an B ern ard o , la magnanimitas es la re su e lta dispo-
síció n del c re y en te p a ra el c u m p lim ie n to d e a lta s em p re sa s esp iritu a -
les, magnanimitas fidei. R a ú l .A rd e n t, seg u id o r de G ilb e rto P o rre ta -
n o , y T o m á s de P erseigne, d iscipulo d e S an B e rn a rd o , d a rá n u n
p aso m ás e id e n tific a rá n la m a g n a n im id a d y la e sp e ra n z a te o lo g a l:
“,H acen al h o m b re m a g n á n im o e n la p leg aria, la e sp e ra n z a del. p e r.
d ó n , la e sp e ra n z a de la g ra c ia y la e sp e ra n za d e la g lo ria'., escribe
T o m á s d e P erseig n e e n su Comentario al “Cantar de los Cantares...12*
12 Elaborando una distinción Iniciada por los estoicos, la ،tica escolástica en.
señará que las virtudes cardinales —asi llamadas por ser cardo o quicio de todos
los hábitos morales que hacen humanamente digna la vida del h o m b re - contis-
nen a las restantes virtudes de tres modos distintos: el subjetivo, el integral y el
potencial, !.lámanse “partes subjetivas” de una virtud cardinal 8U8 diversas eSpe-
«؛es, como el toro y el caballo son partes subjetivas del g،nero “animal”. Reciten
el nombre de “partes integrales’, las que contribuyen a su jwfección y acabamlen-
to. como las paredes y los techos respeto de la fábrica de la casa. Son, en fin, sus
.'partes ۴ tenciales” las que. sin esta? acttialmente en el acto de la virtud cardinal
a que pertenecen, la hacen posible con su ejercicio, como las potencias vegetativas
y wnsitivas hacen posibles los actos _de la razón humana. Sahto Tomás re c o ^ y
precisa esta distinción en la Summa, 11-11, q. 48, a. 1.
92. ESPERA LA ESPERANZA
P o e . m á s ta rd e . S an A lb e rto M a g n o y S an B u e n a v e n tu ra c o n v erti-
r á n e n d o c trin a esa in tu ic ió n m istica. “L a su sta n c ia m ism a d e l a r t .
d e e sp e ra n z a ^ i c e S an A l b e r t . es d ila ta rse co n m a g n a n im id a d
(magno animo) h a c ia los bienes e tern o s'. (In III Sent., d. 26. a. 3).
C on ello 'quedan re d u c id as a síntesis a rm o n io sa las dos concepciones
c ristia n a s de la m a g n a n im id a d : la -que p o n e su a cen to e n la re n u n -
ciació n y la q u e m.ueve a la c o n q u is ta ia. L a m a g n a n im id a d -h u m il-
d a d . con su m enosprecio d e la c ria tu ra , y la m a g n a n im id a d -e sp e ra n -
za, o rie n ta d a h a c ia la c o n q u ista del C read o r, n o son, com o d ic e
R . A . G a u th ie r, m ás q u e el aspecto positivo y e l neg ativ o , e l a n v erso
y el reverso d e u n a m ism a re a lid a d esp iritu a l.
,
A m e d ia d o s del siglo XIII la te o ria c ristia n a d e la m a ^ a n i m i d a d
e ra u n a c o n stru cc ió n in te le c tu a l o rd e n a d a e n dos p la n o s paralelos :
u n o n a rtira l 0 a b e la rd ia n o ' y o tro e sp iritu a l 0 b e rn a rd in o , re s u lta n te
d e la tra n sp o sic ió n m istic a de aquél. ¿C a b ía in te g ra rlo s e n u n a nue-
va y m ás vigorosa síntesis, u n a síntesis e n la cu al la g ra n d e z a d e la
c ria tu ra h u m a n a 'esplendiese e n todos los ó rd e n e s d e su re a lid a d y
su ex isten c ia ? T a l fu é el e m p eñ o de S a n to T o m á s. P e ro la ta re a de
c u m p lirlo ib a a com plicarse p o r la in te rp o sic ió n d e u n a im p o r ta n te
n o v e d a d h is tó ric a : la in c o rp o ra c ió n d e la Etica d e A ristó te le s, y a
en versió n in te g ra , al re p e rto rio in te le c tu a l d e los p e n sad o res m e-
dievales ٤٠.
¿C óm o o rd e n a r la re la ció n e n tre el h o m b re y el m u n d o , d e m o d o
q u e la d ig n id a d d e a q u é l re sp lan d e z ca y e l goce d e los bienes ex te-
rio res n o s u fra m en o scab o ? T a l es el p ro b le m a q u e A ristó te le s se
p ro p u so e n la Etica ٥ Nicomaco, m u c h o a n te s d e q u e prevaleciese
e n el m u n d o a n tig u o la concepción estoica y re n u n c ia d o ra d e la
magnitudo animi (Et. Nie., IV , 7-8; 1123 a 30-1125 a 45). L a verdade-
ra g ra n d e z a d e l h o m b re , c o n sisten te e n la posesión de la v irtu d , h a
d e a n n o n iz a rs e con la posesión d e aq u ello q u e constirtiye la s u m a
g ra n d e z a d e l m u n d o : el h o n o r, p re m io social de la v irtu d . Es, pues,
m a g n á n im o , el h o m b re que se siente d ig n o d el h o n o r q u e su v ir tu d
m erece, c u a n d o u n o y o tra son altos, y q u e a la vez d o m in a ese h .
n o r y e l m u n d o e n te ro , y a en fo rm a de posesión co n d esc en d ie n te , IS
I H . - L a virtud de la esperanza
ل٠ j . Pieper. Ueber die Hoffnung (4.. cd., Mönchen. 949) ا, pág. 51.
)02 LA ESPERA Y ﻣﺎ ESPERANZA
p e ra n z a y la c a rid a d , q u e g a n to T o m á s p ro c u ra e x p lic a r m e d ia n te
¡u d o c trin a d e l a m o r. E n el acto d e a m a r, e n señ a, h a y tre s tè rm i,
n o s : el a m a n te , el b ie n a m a d o y la p e rso n a p a ra la c u al se q u ie re ese
b ien (I, q. 20, a. 2). C u an d o c o in cid en .en u n a m ism a p e rso n a los
té rm in o s p rim e ro y tercero, el a m a n te q u ie re e l b ie n am ad o p a ra 81
m ism o, y e l a m o r es in te re sa d o o “de concuJjiscencia” . C u an d o , p o r
el c o n tra rio , se q u ie re p a ra o tro el b ie n a m ad o , son re a lm e n te tre s
los té rm in o s d e l acto, y el a m o r es d e sin tere sad o o “de a m ista d .'.
“H a sta e n la a m is ta d h u m a n a - d i c e el s a n t o el v e rd a d e ro a m ig o
busca m á s el b ie n de su am ig o q u e el p la ce r d e su p resen cia” (In I V
Sent., d. 25, q. 1, a. 4). T a l es el e sq u e m a m e d ia n te e l cu al concibe
S anto T o m á s las relaciones e n tre la e sp e ra n za y la c a r id a d : “E l a m o r
perfecto consiste e n a m a r a a lg u ie n p o r é l m ism o, es decir, e n q u e re r
el b ien p a ra a lg u ie n p o r él m ism o , com o e l am ig o a m a a su am igo.
E l a m o r im p e rfe c to consiste e n a m a r a u n o b jeto , n o p o r él, sin o
p a ra q u e ese b ie n re c aig a so b re nosotros, com o e l h o m b re a m a las
cosas q u e él an sia. A h o ra b ien , el p rim e r a m o r p e rte n ec e a la cari-
d a d , q u e se refiere a D ios p o r él m ism o ; p e ro la e sp e ra n z a p e rte n ec e
.al seg u n d o , p o rq u e aq u el q u e esp era a sp ira a o b te n e r algo p a ra 8Í"
(11-11, q. 17, a. 8). P o r eso el a m o r d e esp e ra n za , q u e re q u ie re m e n o r
p e rfecció n e sp iritu a l, sirve d e in tro d u c c ió n a la c a rid a d y es a n te-
rio r a esta secundum à m generationis. Y Jjor eso e l a m o r p e rfe rto ,
q u e n o s u n e a l a m a d o b u sca n d o el b ie n d e éste, p e rm ite q u e poda-
m os e sp e ra r p a ra é l (11-11, q. 17, a. 3).
D ije a n te s q u e la fe es u n . esencial m o m e n to co n stittitiv o d e la
c o n fia n z a ; deb o a ñ a d ir a h o ra q u e el seg u n d o y d efinitivo m o m e n to
d e é sta es e l am o r. R ecuérdese q u e e n la e x p ec ta ció n e s d ecir, e n
la asp irac ió n a u n b ie n a rd u o cuyo lo g ro d e p e n d e d e l au x ilio a j e n ^
la e sp e ra n z a es causa de a m o r; p o rq u e, “d esd e e l p u n to y h o ra e n
q u e esperam os co n seg u ir u n b ie n d e alg u ien , nos m ovem os h a c ia él
co m o h a c ia n u e stro b ien , y c o m en z a m o s a a m a rle ” (1-11, q. 40, a. 7).
T a l es el caso de la e sp e ra n z a teologal, e n la cu al la a leg ria q u e e n .
g e n d ra la s e ^ jr id a d d e l au x ilio div in o , y el a m o r a D ios, q u e se dig-
n a o to rg a rlo , y la h u m ild a d e n la c o n sid eració n d e n u e stra s pro-
p ias fu e rz a s, d e te rm in a n e n nosotros, sin m e n g u a d e l a rtiv o y ani-
m oso esfuerzo q u e el acto d e e sp e ra r c o m p o rta , u n a su erte d e en tre-
g a d o reposo e n la d iv in a v irtu d q u e nos a y u d a. N o o tra cosa es la
co n fian za 0 robur spei, y n o d e o tro m o d o c o n fia e l e n fe rm o e n la
a y u d a del m édico. In s ta la d o e n esa co nfianza teologal, p o d ia d e c ir
104 LA ESPERA LA ESPERANZA
M E M O R IA Y E S P E R A N Z A : S A N J U A N D E L A C R U Z
» op. cit. Más extremoso es el juicio de j. Baruzi. Para ،1, los esquemas in-
telectuales. psicológicos o teológicos, con que opera la mente de San Juan de la
Cruz, son no más que d e s où s’insère la plus originale recherche, véase su dis-
cutible pero magnifico libro Saint Jean de la Croix «، le problème ٥٠ Vexpirience
mystique, IV, n (Paris, 1924).
MEMORIA Y ESPERA N ZA : SAN JUAN DE LA CRUZ ل09
m e lita n o s h a b ría p u e sto en e l a lm a de S an J u a n d e la C ru z el pri-
m e r g e rm e n d e esa o p in ió n d isid e n te. E l p a d re M arce lo d e l N iñ o Je-
sus, Cn cam bio, n ie g a ro tim d a m e n te esa d iscrep a n c ia e n tre e l d o c to r
de F o n tiv ero s y el de A q u in o ٠ : los te x to s e n q u e San J u a n d e la C ru z
« n u m e ra las tres p o ten cias d el a lm a n o e x ig en n e ce sariam e n te la h i-
pOtesis d e u n d istin c ió n “re a l” e n tre l a R e m o ria y el e n te n d im ie n -
io , y S an to T o m ás, p o r su p a rte , e n se ñ a sin celajes la in te lig ib ilid a d
de los sin g u lares inmateriales - s ó l o los sin g u lares materiales serian
in in telig ib les— y reconoce e n la m e m o ria in te le c tiv a cierto conoci.
m ie n to d e l p a sa d o com o p a sa d o : “ Sic igitur salvatur ratio memo٠
fine quantum ٥ ٥ hoc quod est praeteritorum in intellectu, secundum
quod intelligit se prius intellexisse” (Summa, I, q. 79, a. 6 a d 2). E n lo
su sta n c ial de su d o c trin a , y pese a ciertas ap arien c ia s m a l in te rp re -
tadas, S an J u a n d e la C ru z h a b ría sido u n fiel seg u id o r d e to m ism o .
T rá ta se , b ie n se ad v ierte, d e p iq u es d e escuela. N o h e d e e n tr a r
yo en ta l polém ica. A n te s q u e d is c u tir la p o sib ilid a d d e a c o m o d a r el
p e n sa m ie n to an tro p o ló g ic o y m istico d e S an J u a n d e la C ru z a los
esquem as in te le ctu a le s d e S a n to T o m á s d e A q u in o — m á s am plios,
e n c u a lq u ie r caso,, d e lo q u e ciertos c o m en tarista s suyos d e ja n S u p ^
n e r— , im p o rta conocer la ra íz m ism a d e c u a n to S an J u a n dice. T a l
vez los te x to s o rig in ales d e l sa n to sean m ás elocuentes y satisfacto-
rios q u e los alegatos d e sus d iscrep a n te s exegetas.
A p rim e ra v ista, la id e a d e la m e m o ria e x p u esta e n la Subida del
Monte Carmelo es la m ás ob v ia y accesible. L a m e m o ria es la p o ten -
eia del a lm a p o r c u y a v irtu d ésta conserva (II, 16, 2,. III, 7, 1) y pue-
d e re p ro d u c ir (III, 13, 6 y 7 لII I, 14, 1) las n o tic ia s y las f o n n a s q u e
recibió e n e l p asad o . T a le s ap reh en sio n es p u e d e n ser, c o n fo rm e a su
.r i g e n y a su in d o le, de tre s Ordenes, c o rre sp o n d ien te s a o tro s ta n to s
m odos d e la m e m o ria h u m a n a : e l n a tu ra l, el im a g in a rio o im a g in a -
tiv o y e l e sp iritu a l. S on a p re h en sio n e s “n a tu ra le s ” , d e n tr o d e la clasi-
ficación d e S an J u a n , las q u e p ro c e d e n d e los cinco sen tid o s corpora-
les “y to d a s las q u e a este ta lle e lla [la m e m o ria j p u d ie ra fa b ric a r
y fo rm a r'. (III, 2, 2). L as ap reh en sio n es “im a g in a ria s” , asi lla m a d as
p o r cau sa d e su asiento, la im a g in a c ió n a c t i v i d a d m e n ta l cualita-
tiv a m e n te d is tin ta d e la m e ra re p ro d u c c ió n m e m o ra tiv a d e u n a per-
c ep ció n sen so rial a n te rio r— , p u e d e n ser, a su vez, n a tu ra le s y sobre,
n a tu ra le s. L as ap re h en sio n e s im a g in a ria s n a tu ra le s p ro c e d e n d e l ejer-
cicio activ o de n u e s tra cap a c id ad de fa n ta s e a r; las so b re n atu rale s,
e n cam b io , son p a siv a m e n te in fu n d id a s p o r D ios, e n e l a lm a , b a jo
m u e stra c o n m u c h a c la rid a d el p e n sa m ie n to d e S an J u a n d e la C ru z
.acerca de esa tra n sfig u ra c ió n d e l e s p íritu h u m a n o desde su “c e n tro ”
m etafisico, c u a n d o la ascesis p u rg a tiv a le h a p u e sto a c tiv a m e n te e n
.estado d e “n o c h e ” . V arios versos d e l Cántico espiritual - “y e l g a n a ,
do p e rd i, q u e a n tes seguía” , “Y a n o g u a rd o g a n a d o ”- a lu d e n sin
.celajes a l vacio d e la m e m o ria e n la n o c h e m istic a d el a lm a لvacio
p ro n to lle n a d o , desde d e n tro , p o r la re a lid a d in fin ita , s u ste n ta d o ra
y vivificante d e D ios, p o rq u e ta m p o c o e n e l o rd e n d el ser e s p iritu a l
es to le ra d a p o r la n a tu ra le z a la v a c u id a d (Subida, II, 15, 3). “E l vacio
d e é sta es d e h a c im ie n to y d e rre tim ie n to d el a lm a p o r la posesión d e
D ios”, d ic e S an J u a n (Llama, III, 17), d e sc rib ie n d o e l aspecto positivo
.de la n o c h e a ctiv a d e la m e m o ria ; e ig u a lm e n te fu e rte s y gustosas
.son las ex p resiones q u e e m p le a e n la Subida: “ a b so rb im ie n to d e la
m e m o ria e n D ios” , “tra n s fo rm a c ió n d e la m e m o ria e n D ios” (III, 2,
ó). L leg a d o el h o m b re a ta l estad o , “n a d a h a y e n su m e m o ria q u e n o
sea D ios.. (III, 11, 1), y es D ios q tiien e n to n ce s m ueve, y g o b ie rn a el
h u m a n o - m e n e ste r d e re c o rd a r. “L a m e tn o ria , q u e d e suyo p e rc ib ía
sólo las figuras y fa n ta sm a s d e las c ria tu ra s, es tro c a d a p o r m e d io d e
e sta u n ió n a te n e r e n la m e n te los años' e tern o s q u e dice D a v id ”
(Llama, II, 24).
M u y o tro será e l p ro b le m a d el filósofo ex isten cialista. Si e l ser
-de la e x isten c ia h u m a n a es c o n stitu tiv a m e n te u n “e s ta ra n -e l m u n .
d o ” , y si e l e x istir d e l h o m b re es e n su e se n ria m ism a t e m a r e ,
— p e n sa rá — , ¿ cu ál p u e d e ser la te m p o re id a d d e u n m o d o d e e x istir
.que, co m o este lla m a d o “n o c h e a ctiv a d e l a lm a ” , n o se h a lla psico.
ló g ic a m e n te re fe rid o a l m u n d o e n q u e e l h o m b re e stá ? C o n o tra s
p a la b ra s : la n o c h e a rtiv a d e la a c tiv id a d m e m o ra tiv a , la re d u c c ió n
d e la m e m o ria al estad o d e p u ra y d e sn u d a p o te n cia, ¿ p u ed e d e cir,
nos algo su sta n tiv o acerca d e la te m p o re id a d h u m a n a ? C om o e l ca.
viloso S an A g u stín , el m istico S an J u a n d e la C rtiz p o n e a n te n u e s,
tro s ojos e l g ra v e p ro b le m a d e la re la ció n e n tte la m e m o ria y e l
tiem p o .
P a ra n o p e rd e m o s e n especulaciones in fu n d a d a s, b u sq u em o s ap o .
yo e n dos preciosos te x to s d e la Subida. R efiérese el p rim e ro a los to-
11. ﻣﺎ ESPERA T ﻣﺎ ESPERANZA
Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
ﺀﺀ8٠لtodo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
d e c la ra q u in ta e se n c ia d a m e n te la ra d ic ac ió n d e l trá n s ito h u m a n o e n
algo q u e tra sc ie n d e la tra n s ito rie d a d y h ace posible su con fig u ració n
L A E L P ID O L O G IA C R IS T IA N A
L A E S P E R A N Z A D E L O S T R A D IC IO N A L E S
I .- L a esperanza escatològica
1 Aquellos a quienes Interese el tema, lean los libros L o que ، ﺀespera ى ﺀﺀ-
p u is d e ،« m uerte, de A. Frank-Duquesne (trad, esp., Buenos Aires, 1953), y Los
m ás bellos textos del à allá , de j . Joubert y L Cristiani (trad, esp., Madrid, 1956).
ا32 ESPERA U ESPERANZA
í liase, entre otros, este slgniScativo texto: 'Tem ando el Católico habla pre-
sidido la aparición de obras de interós europeo, como la Celestina y el Amadis.
Ahora, su nieto Carlos vela propagarse, no sólo las obras individuales de Guevara
o el Lazarillo, sino obras colectivas, como el Romancero y los libros de caballerías,
otro fruto tardlo que producía Espafia : una abundante poesia ،pica, versificada y
en prosa, cuando toda Europa habla olvidado por completo la epopeya y la novela
medievales ؛ya también escriten los maestros de S n ta Teresa y de San Juan de
la Cruz: ya apunta la nueva mistica, otro de los más preciosos frutos seruendos
que produjo el renacimiento espaflol. ese gran árbol que hundla sus ralees en ١,
tierra medieval, ya infecunda en toda Europa, y de cuyo tronco fonnaba parte
la Idea imperial nacida en las Cottes de La Corufia” (Idea imperial ى ﺀCarlos V,
Colección Austral, Madrid, 1940, pág. 31).
s Remito a las publicaciones anteriormente mencionadas y a los textos que
más adelante se transcriben.
4 H i s t à del Colegio ﺀهSan Gregorio ى ﺀValladolid, ms. conservado en el
Archivo de la Diputación Provincial de Valladolid (véase mi libro La antropologia
¡ «ﺀa obra de fray Luis ﺀهG r a r à , Madrid, 1940).
ESPERANZA DE ID S ™ a d ic io n a l e s 133
la a m a rg a q u e vem os y h a ce m o s sobre la h a z de la tie r r a : “P o r esto
la P ro v id e n c ia nos pu so ta n to a c íb a r e n los pechos de la v id a te rre ,
nal. p a ra d e ste ta m o s d e lla ...., y p o rq u e d e m e jo r g a n a la dejásem os
y sospirásem os siem p re p o r la v id a v e rd a d e ra .’ ﺀ. P e ro esa v id a fu-
tu ra del h o m b re n o seria re a l e in te g ra m e n te “v e rd a d e ra ” si n u e stra
ex isten cia te rre n a l y a p a re n te n o estuviese d e a lg ú n m o d o a su m id a
e n ella. M isero y to d o , e l m u n d o visible n o h a sido cread o p a ra su
a n iq u ila m ie n to . E l p ro b le m a consiste e n sab e r cóm o la v id a a c tu a l
seguirá e x istie n d o e n la gloria.
E l lu g a r, p o r lo p ro n to , será in m e jo ra b le . F ra y L u is d e G ra n a d a
ech a m a n o d e sus m ejores recursos d e p re d ic a d o r p a ra p o n d e ra r la
belleza y la d e licia d e l cielo : “A lli el lu g a r es a n ch o , h e rm o so , res-
p la n d ec ie n te y se g u ro ; la c o m p añ ía, m u y b u e n a y a g ra d a b le ; e l
tie m p o , d e u n a m a n e ra , n o y a d is tin to e n ta rd e y m a ñ a n a , sin o
c o n tin u a d o co n u n a sim ple e te rn id a d . A lli h a b rá p e rp e tu o verano,
que con el fresco r y a ire d el E s p iritti S an to siem p re flo re c e ...” ¿ N o
es a d m ira b le la o sadía re tó ric a d e este españolfsim o fra y L u is, q u e
a im p u lso s d e la e tim o lo g ía y la e sp e ra n z a co n v ierte al E s p íritu San-
to e n b risa p rim a v e ra l d e l e m p ire o ? ﺀIn m e n s a y refin ad a será alli la
fru ic ió n d e los sen tid o s : los ojos, el oído, el sen tid o d el oler, el gusto,
to d o g o z a rá e n la g lo ria d e inso sp ech ab le deleite. C onm ueve im agi-
n a r e l espectáculo d e aquellas m o zu elas del c á n ta ro y fn jte ra s d e Cas-
tilla , consoladas de la e stre c h e z y la p o b re z a de sus vidas te rre n a les,
con la firm e e sp e ra n z a d e u n a v id a p e rd u ra b le ta n c o lm a d a d e goce
sensible y fe lic id a d e sp iritu a l.
P a ra fra y L u is d e G ra n a d a , esa fe licid ad será, a n te to d o , com pa-
ñ ía. C o m p a ñ ía d e los p a rie n te s y am igos te rre n a le s : “P ues, ¿ q u é ale-
g ria será e n to n ces p a ra las á n im a s d e los ju sto s v e r d el to d o y a
cu m p lid o su deseo, y verse ju n to s los h e rm a n o s, ta n q u e rid o s y ta n
.amados, a cabo d e ta n larg o d e stie rro ? ¿C óm o p o d rá e n to n ces d ecir
el á n im a a su c u e rp o : لO h cu erp o m fo, y fiel c o m p añ e ro m ío, q u e
asi m e a y u d a s te a g a n a r esta c o ro n a l" C o m p añ ía, a m a y o r a b u n d a -
m ie n to , d e los san to s y elegidos : “P u es si la c o m p a ñ ía y com u n ica-
ción d e los b u e n o s es ta n d u lc e y a m ig ab le, ¿ q u é será tr a ta r alli con
ta n to s bu en o s, h a b la r con los apóstoles, co n v ersar con los p ro fetas,
c o m u n ic a r con los m á rtire s, y fin alm en te con to d o s los escogidos?”
L a im a g in a c ió n y la aflu en cia v e rb a l d e l b u e n o de fra y L u is se afa-
» Obras d el V. P. M . Fray L u is d e Granada, ،. n , cd. de la B. A. E.. pig. 32 b.
« A ca«í la expresión de fray Luis de Granada prrceda del him n. al Espíritu
Santo que canta iaIglesia el Domingo de Pentecostés: in aestu t e m p à s , se dice
؟٥ él. Pero lo que en el himno es metáfora, truncase descripción en el texto de
fray Luis.
134 LA ESPERA T LA ESPERANZA
C o m o e l d e G ra n a d a , fra y L u is d e L e ó n c o n sid e ra p e n sa b le e
im a g in a b le el o b je to d e su e sp e ra n z a escatològica. P e ro 01, m ás in te-
le c tu a l y so lita rio q u e su h o m ó n im o , co ncibe la s u p re m a fe lic id a d
com o u n a a g o ta d o ra visión te o ré tic a d e la cre ac ió n y d e l C read o r.
A sp ira , y a lo h e d ich o , a v e r y e n te n d e r. Y asi la re a lid a d c re ad a
q u e d a e sp iritu a lm e n te a su m id a e n la v id a p e rd u ra b le sub specie con-
templationis.
§3. ¿B ajo q u é fo rm a im a g in a rá la d e fin itiv a re a liz a c ió n d e su
v e h e m e n te e sp e ra n z a - “Y sólo e n la e sp e ra n z a m e confio... n o s d ijo
e n u n o d e sus s o n e t o s - e l p ro fu n d o y m en estero so d o n F ran c isco
d e Q uev ed o ? C om o té rm in o a la vez lógico y ex isten c ia l d e su id ea
d e la v id a h u m a n a , Q uevedo te m e a la m u e rte y la espera. E n o tro
lu g a r lo h e d e m o stra d o c o n te x to s fe h a cie n te s ٠. T e m e d e la m u e rte
lo q u e e lla q u ita : e l goce d e l m u n d o v isib le ; goce m e n e a d o e in-
cierto , m a s n o p o r ello m en o s real. E sp e ra d e la m u e rte lo q u e la
m u e rte p u e d e d a r : u n m o d o d e e x istir e n e l c u al sea re a lid a d p ie.
n a r ia la fe lic id a d q u e ta n d efic ien tem e n te ofrece la v id a te rre n a l. ¿S erá
p osible resolver e l conflicto e n tre esos dos se n tim ie n to s c o n tra d ic to ,
rio s? M ie n tra s e n su a lm a p u g n a n el te m o r y la e sp e ra n za , Q uevedo
dice, im a g in a n d o su p ro p io m o rir; y to d a v ía m ás v ig o ro sa es o tr a
ex p resió n p ré tic a d e l m ism o p e n sa m ie n to :
I l Bossuet, Serm ón para el dia de D ifu n to s (Goubert y Cristiani, ٠۶. cit., pá-
ginas 169-170). Esta católica estimación de la naturaleza creada y del cuerpo - y ,
por lo tanto, de la realidad te rre n a l- es la clave de la actitud de Bossuet en su
lamosa polémica con Fénelon acerca del amor de Dios. Aunque menos ingenua
que la de Iray Luis de Granada, la esperanza cristiana de Bossuet no era menos
plenariamente hum ana Cuando la “vida espiritual” se hace “vida espiritada”, co-
mienza a dejar de ser ortodoxamente católica: ése fti، el caso de Molinos y c o n
menor gravedad— el de Fénelon.
1» ‘*Méditations sur l'Evangile”, Oeuvres, cd. de P. Lachat, c VI, pàg8. 605.
607 y 647-648.
140 ESPERA LA ESPERANZA
te a la v id a p e rs ٠ n a l y c l r e la tiv , a la v id a h i s t ó r i c a - fu e ro n p o r ¿1
e x p lic ita y re ite ra d a m e n te .declarados. Q uevedo a m a la v id a te m p o ,
r a l y la re a lid a d del m u n d o : pocos h o m b re s h a n ex p re sa d o co n ta n
h o n d a y d ra m á tic a v e h em e n c ia su afección al cu erp o p ro p io y a to d o
lo que ese cu erp o le h iz o conocer y d e se a r:
I I I . T eorIa de la esperanza
L A E S P E R A N Z A D E LOS R EFO R M A D O S
I.-L a e sp e r a n z a e n l o s o r íg e n e s d e la R e fo r m a
٥ T am b ién a las Tischreden pertenece este otro texto, en el que, como tan tas
veces TOurre en los dichos de L utero, ta n codo a codo riv alizan la confesión y el
d icterio : “E l diablo echa sobre el alm a ۴ nsam íent 08 horrorosos, el odio de Dios,
la blasfem ia, la desesperación. H e ah f las grandes tentaciones, q u e n i uno solo de-
los papistas h a com prendido. Esos asnos idiotas no conocen m ás tentaciones que
las de la carne” (Tischreden, t. IV, n. 5097).
٠ Obras completas, t. V I, pág. 407, y t v , p ig s. 107-121. Sobre la esjjeranza
y la desesperación en el pensam iento de O rtega: véase el capitulo “O rtega y el
fu tu ro ” .
, ٥٥ U Km* T ف Hm*OT*
su e lo so b re e l c u al h a b itu a lm e n te se c a m in a . P e ro d e la desesperación
p u e d e salirse d e m u c h o s m o dos لe n tre ellos, e l suicidio, e l a rre p en -
tim ie n to y la evasión. E l su icid a p o r d esesperación in te n ta sa lir d e
« lia d e stru y e n d o su m á s a p a re n te supuesto, la e x isten c ia c o rp ó re a y
te m p o ra l q u e le n ie g a to d o asidero. E l a rre p e n tim ie n to lo g ra a n u la r,
la su stitu y é n d o la p o r la e sp e ra n z a : e l desesperado q u e d e v eras se
a rre p ie n te d e ja d e serlo, com o d e ja de ser e n fe rm o e l p a c ie n te q u e
re c o b ra la salu d . E l evadido, e n fin, o lv id a su desesp eració n e n tre -
g á n d o se a l q u e h a c e r o casional de u n a e m p re sa re a l 0 sofiada, descu-
b r i r tie rra s, h a la g a r la p ro p ia carne, a p re n d e r c ien cia o e sc rib ir poe-
m as. M u y o tro fu é e l c a m in o d e L u te ro , c u a n d o la Turmerlebnis y
las consolaciones d e l W a r tb u rg le sac a ro n d e .s u desesperación. L u te -
r o n o se suicidó n i tr a tó de d isip arse e n p ro fa n id a d e s, m as ta m p o c o
«e a rre p in tió . L a d esesperación siguió e n ¿1; p e ro ju n to a ella, en-
v o lv ién d o la, conso lán d o la, co m p en sá n d o la ^ n m o d o a lg u n o su sti.
tu y é n d o la , com o h u b ie ra acaecido p o r o b ra d e l a r r e p e n t i m i e n t o ,
s u rg ie ro n s ú b ita m e n te e n el a lm a d e l d esesperado u n a n u e v a fe y
u n a n u e v a esjjeran za. E l d e sc u b rim ie n to v iv en cial d e u n a te n sió n
c o m p e n s a d o ra e n tre la desesperación y la e sp e ra n z a , la a su n c ió n d e
la Kreuztheologie o “te o lo g ia d e l m a rtirio ” e n u n a Trosttheologie ٠
" te o lo g ia d el consuelo", p o r la cu al a q u élla q u e d a b a en v tielta, fu e ro n
e l c o n te n id o re a l d e la célebre “E x p e rie n c ia d e la to rre ” y d ie ro n su
v e rd a d e ro com ienZ o religioso a la R e fo rm a p ro te s ta n te . L os Comen-
tarios sobre ٤٥ Epistola ٥ los Romanos, poco p o sterio res a la Turmer-
lebnis, s e rá n la e x p re sió n teológica d e esa e x p e rie n c ia fu n d a m e n ta l
y o rig in a ria .
E l co n so lad o r h a lla z g o de L u te ro tie n e u n n o m b re : es la “fe jus-
¿ fic a n te ”, la in tim a y v iv id a convicción d e q u e la fe, e n te n d id a co m o
p u r a co n fian za e n D ios 0 fiducia, p u e d e, sin obras, ju stificar a l cris-
tia n o . L a fe, com o h a h e c h o n o ta r el p a d re D enifle, q u e d a e n to n .
c e s re d u c id a a ser m e ra fiducia; esto es, confianza, e sp e ra n za . M ás
q u e “ c re er” la v e rd a d d e D ios el l u t e m o a u té n tic o “ co n fia ” e n la
b u e n a v o lu n ta d d e D ios, “espera” q u e D ios le salvará, v ien d o la con-
fian za c o n q u e él se e n tre g a a la o m n ip o te n c ia d iv in a . P e ro e sta con-
s o la d o ra e sp e ra n z a n o a n u la la d ese sp era c ió n : las causas d e ésta - v i -
8Íón d e D io s com o p o te n c ia y a rb itra rie d a d infinitas, visión de la n a .
tu ra le z a h u m a n a com o m asa to ta l y s u sta n c ia lm e n te c o rru p ta , te m o r
a la p re d e stin a c ió n , neg ació n d e l lib re a lb ed río y d e la acción m e-
rito ria — p e rd u ra n in ta c ta s. “L a vivencia lu te ra n a d e la e sp e ra n z a
e s c r i b e A r a n g u r e n - n o es, com o e n e l C atolicism o, u n a a c titu d
p rim o rd ia l, sin o u n refu g io , u n a salid a d e la desesperación. Y ade-
LA ESPERANZA DE LOS RETORMATOS ا61
m ás. ésta, al ig u a l q u e el p e c a d ., sólo es c u b ie rta , p e ro sin desapa-
re c er Jam ás. L a confianza n o b o rra la inseguridad... M ás to d a v ía :
u n a relig io sid a d viva m a n tie n e siem p re d e sp ie rta la desesperación
com o c o n d ició n p a ra la a c tu a liz a c ió n d e la fe ... P ii et vere sancti
semper pavent, p o rq u e sobre ellos pesa, o p rim e n te com o u n a losa, la
d u d a so b re su salvación” 7. L a ex isten c ia lu te ra n a viene a ser, segUn
esto, u n a desesperación e n v u e lta p o r la confianza, com o la e x isten cia
d e la A le m a n ia m o d e rn a — h ija , e n m u y b u e n a p a rte , del lu te ra n is-
m o— es u n p e sim ism o e n v u e lto p o r la a p a re n te s e g u rid a d d e la tèe-
n ic a : a q u e l “p e sim ism o d e la fo rta le z a ” q u e N ie tz s c h e d escu b rió e n
la ra íz de la tra g e d ia griega. Pecca fortiter sed fide fortius, “peca
fu e rte y co n fia m ás fu e rte ” , d ijo L u te ro . E sto e s: c u ltiv a e n e l cen-
tr o de tu a lm a la desesperación de sab e r q u e to d as tu s o b ras so n pe-
e ad o , y co n su élate confiado e n que t u fe te h a d e salvar.
D esde el p u n to d e v ista d e la teologia católica, ¿ p u ed e ser llam a-
0 “ لe sp e ra n z a ” e l s e n tim ie n to d e consuelo q u e conoció e l a lm a de
L u te ro ? ¿ N o será m ás b ie n la te n sió n p o lar, el d in á m ic o e q u ilib rio
v ita l d e u n a desesperación y u n a p re su n c ió n teológicas, m e zclad as
e n tr e si? E n el a lm a d e l Justo lu te ra n o p e rd u ra la desesperación acer-
ca d e las po sib ilid ad es d e su n a tu ra le z a : n i e n el h o m b re m á s san to
h a sido ésta c ap a z d e u n a acció n m e rito ria e n o rd e n a la salvación
e te rn a . Y e n to rn o a esa desperatio, 0 p síq u ic a m e n te m e z c la d a con
ella, u n a p re s u n tu o sa confianza e n D io s : la a b so lu ta c e rtid u m b re d e
q u e la fe justifica, la. s e g u rid a d to ta l d e q u e D ios, m o v id o p o r esa fe
fiducial d e q u ie n e n E l confia, p e rd o n a rá los pecados y co n ce d e rá al
( r is tia n o la salvación. E l lu te ra n o lla m a “ e sp e ra n za ’, a u n a confianza
a la vez segura, in a c tiv a y desesperada, e n c u b rid o ra d e la desespera-
c ió n : el católico, e n cam b io , d a ese n o m b re a u n a co nfianza insegu-
ra , o p e ra tiv a y letificante, c a p a z d e a leg rar, desde su m ism o fu n d a -
m e n to m etafisico, la re a lid a d p e rso n a l d e l h o m b re q u e espera. In .
q u ie tu d alegre y lu c h a d o ra , esto es lo p ro p io d el c ristia n o c ató lico :
“ la s e g u rid a d n o p e rte n e c e a la e sp e ra n z a ” , oím os d e cir a S a n to T .
m ás. P a ra e l católico, el c ristia n o e n la tie rra es v ia d o r e n la inte- 7*lo
7 op. cit., págs. 53-54. Un texto de Troeltsch expresa muy claramente esa si-
multdnea afirmación luterana de la desesperación y la confianza: “Mientras un
hombre esté convencido de que puede hace.r lo más Insignificante por su salvación,
tiene confianza en si mismo y no desespera radicalmente de 8، mismo; no se
humilla, por lo tanto, delante de Dios; se imagina que llegará a salvarse, 0 jxjr
lo menos espera ocasión, tiempo y obra para ello. Pero quien no dude de que
todo depende de la voluntad de Dios, quien desespera completamente de 8، mismo,
،se... espera al Dios que puede salvar; ،se es qUien está más cerca de la gracia
que le salvará” (“Renaissance und Reformation”, en Gesammelte Werke, t. IV, pá-
gina 275).
11
162 LA ESPERA Y LA ESPERANZA
E s t . e s : p a ra h a c e r m á s c o n sisten te y h u m a n a su e s p e ra n z a G o.
g a rte n , p o r su p a rte , escribe u n lib ro sig n ific a tiv am en te t i t u l a d .
Verhängnis und Hoffnung der Neuzeit (“R u in a y e sp e ra n z a d e .la
M o d e rn id a d "). E n la te rc e ra p a rte d e este lib ro m o s tra ré a lg u n o d e
los p rin c ip a le s rasgos d e la reacción p ro te s ta n te a la ta n p ro c la m a d a
desesperación c o n te m p o rá n e a .
§ 2. D esd e la p u b lic a c ió n d e l c o m e n ta rio d e K a rl B a r th a la E p is,
to la a los R o m a n o s (Der Römerbrief, 1919), pocos sucesos h a n con-
m o v id o la v id a e s p iritu a l d el P ro te sta n tism o ta n v iv a m e n te com o la
d iscu sió n d e u n p ro b le m a su scitad o p o r el teólogo R u d o lf B u ltm a n n ؛
el lla m a d o “p ro b le m a d e la d e sm ito lo g iz ac ió n ” d e l N u e v o T e s ta m e n -
to. E n e l cu rso d e la p o lé m ic a h a p ro p u e sto B u ltm a n n u n a n u e v a
im a g e n d e la e sp e ra n z a c ristia n a, y ello m e o b lig a a e x a m in a r d e
m a n e ra s u m a ria esta U ltim a v ic isitu d d e l p e n sa m ie n to teológico p ro -
te s ta n te 17.
T r e ؟p a re c e n ser las m e ta s a q u e con m a y o r o m e n o r e x p liritu d
a sp ira B u ltm a n n . L a p rim e ra y m ás im p o rta n te consiste e ¿ h a c e r
a ce p ta b le e l m e n sa je evangélico p o r la m e n te d el h o m b re actual»
in e x o ra b le m e n te a te n id a a la visión científica d e l m u n d o . L a p ro fu n -
d a y perdurab.le v e rd a d c ristia n a d el N u e v o T e s ta m e n to yace, según
B u ltm a n n , b a jo u n a e n v o ltu ra m ito ló g ica q u e contiene" e lem en to »
ju d ío s y helénico-gnósticos y p ro ced e d e la co n cep ció n d e l u n iv e rso
v ig e n te e n la época e n q u e los escritos n e o te sta m e n ta rio s ftreron re.
d actados. E l p e n sa m ie n to científico .m oderno h a b rfa a rm iñ a d o defini-
tiv a m e n te esa id e a m itic a d e l cosm os y d e l h o m b re . P a ra la in te li-
g e n c ia d e u n le cto r acttral m e d ia n a m e n te cu lto , ¿ q u é p u e d e n sig n i-
ficar, p o r ejem plo, la d iv isió n d e l u n iverso e n tre s pisos 0 niveles, im -
p h c ita e n las fó rm u las descendit ad inferos y ascendit ad coelos, o la
p lá stica d e scrip ció n de la se g u n d a v e n id a d e C risto q u e S an P a b lo
ofrece? (I Tes., IV , 15). P u es b ie n : si se qtiiere q u e la v e rd a d c ristia .
n a p e n e tre con eficacia v e rd a d e ra e n las alm a s d e n u e stro siglo, p o r
n e ce sid ad h a b r á q u e p ro c e d e r a u n a im p la c ab le “d e sm ito lo g iz ac ió n ..
(Entmythologisierung) d e l N u e v o T e sta m e n to .
Se d irá , ta l vez, q u e esa h a sido ju s ta m e n te la m á x im a e m p re sa
d e l p ro te s ta n tism o lib eral, d esde S c h le ie rm a ch e r h a s ta H a rn a c k ; p ero
1« S« halla expuesta e . Das christliche Hoffnung und das Problem der Entmy-
thologisierung (Stuttgart, 1954). Acompaña, a la exposición de Bultmann dos con-
ferencias sobre el mismo tema, una de G. Bornkamm y otra de Fr. Schumann.
ﻻ ESPERANZA DE 1 . 8 REFORMATOR 171
L A E S P E R A N Z A D E LOS S E C U L A R I Z A I S
í . — S e c u l a r iz a c ió n y espera n za : el P R rc R E S iS M o
1 Véase E. Cassirer, Iiu liv â u m ««٥ Kosmos in der Philosophie der Renais-
sance (Leipzig, 1927), y m i e s ttid i. La antropologia en طobra ٥، fray Luis ﺀ ه
Granada (M adrid. 1946).
» E a ese tem ero s, estrem ecim iento se expresa el sentido histórico de la obra
trág ica de Shakespeare. Sobre la significación de la trag ed ia como espejo de esa
tem erosa osadfa del hom bre en la afirm ación de su propia autonom ia, véase m i
ensaj’o “La acción catártica de la tragedia”, en Vestigios (M adrid, 1948).
LA ESPERANZA DE L O S S E C U L A R IZ A IS .179
m a d e re lig ió n q u e e n c a m ó ” , h a escrito, c o n m u c h a ra z ó n , E rn e s to -
C assirer ﺀ د.
N o h u b o d o m in io e n la re a lid a d y e n la o p e ra ció n d e l h o m b r e
al cu al n o llegase, p ro m e te d o ra y fa scin a n te , la re c ién n a c id a espe-
r a n z a p ro g re s is ta : la m o ral, la in te lig e n cia, la convivencia p o litica,
la ex isten cia biológica, to d o en el ser h u m a n o h a b la d e re c ib ir los
in a g o ta b les beneficios d e l progreso. E n el o rd e n m o ra l, e l h o m b re
iria p a sa n d o d e la d esg racia a la fe lic id a d : n u n c a esta p a la b ra h a
sido m á s fre c u e n te m e n te u sa d a q u e e n el siglo x v m ٤٠. E n e l ejerci-
cio d e su in te lig e n cia, la h u m a n id a d , o b e d ie n te a l Sapere aude que
p a ra K a n t e ra la s u m a c o n sig n a d e la Ilu stra c ió n , co n se g u irà sucesi.
v a m e n te to d o e l sab er de q u e la n a tu ra le z a h u m a n a es cap az. L a
con v iv en cia p o litica, so m e tid a a l re c to im p e ra tiv o d e la ra z ó n , se rá
p ro n to la m e jo r g a ra n tia d e la v e n tu ra h u m a n a . L a e n fe rm e d a d des-
a p a re c e rá d el p la n e ta , y la v id a d e l h o m b re a lc a n z a rá ed ad es c a d a
vez m á s altas, h a sta lim ites insospechables. P o r o b ra d e las nuevas
M u sas d e l e sp íritu h u m a n o , la m ecán ica, la. g eo m etria , el álg eb ra, la
fisiología, la b o tá n ic a, la q u ím ica, h a rto m á s poderosas quC las en-
c a n ta d o ra s M usas d e a n ta ñ o , la m u e rte , m á x im o a g e n te d e la lim i-
ta c id n h u m a n a , c o m ie n z a a b a tirse e n re tira d a . A si lo esp era d e ellas
H o u d a r de la M o tte , en su o d a a M r. B ig n o n , U Académ ie des
Sciences:
M ás q u e el c o n te n id o em p iric o d e la e sp e ra n z a p ro g r e s is ta ا دin-
te re sa a q u i su e stru c tu ra . ¿C uáles fu e ro n sus elem en to s in te g ra n te s?
¿C ó m o esos e lem en to s se a rtic u la ro n e n tre si e n el a lm a d e l a d e p to
a la “re lig ió n d el p ro g reso '.? ¿ P u e d e su b sistir u n a v e rd a d e ra espe.
r a n z a e n e l h o m b re q u e h a sec u la riz ad o su vida, a u n q u e esa secu-
la riz a c iá n se base sobre u n a creencia firm e y e n tu sia sta ?
31 E l D iscou rs sur l’h isto ire u n iverselle de Bossuet representa, cotno dije, el
eslabón interm edio en tre la teologia de M olina y la hlstoriologla d e la Ilustración.
M olina es - d a vez parece m ás c i a r . uno de los grandes adelantados católicos
d e l m undo m oderno.
LA ESPERA Y LA ESPERANZA
22 “E l tem a de nuestro tiem po”, en o. c., t. III, pág. ،85. E n otros lu g ares
de su obra deplora acrem ente O rtega la cdm oda en treg a del hom bre m oderno a la
p resu n ta necesidad del progreso in »„ﺀ1ﺀ «'ا.. “La Idea progresista consiste e n afirm ar
no sólo q u e la h u m an id ad —u n ente abstracto, irres fXjnsable, inexistente, q u e p o r
entonces se i n v e n t i progresa, lo cual es cierto, sino que, adem ás, progresa nece-
8ariam ente. Idea ta l clorolorm izd al europeo y al am ericano p ara esa sensación
rad ical de riesgo, q u e es sustancia de la vida” (“E nsim ism am iento y alteración” ,
O. C., t. V, pág. 3.2). Expresiones análogas se en cu en tran en “M editación de Ja
técnica” (O. c ., اV, pág. 328) y en “H istoria como sistem a.’ (O . c., t. V I, p ág i-
دل ESHER ANZA DE LOS SECULARIZA M S ا8و
g reso h a c ia la p erfe cc ió n ra m o u n a n e ce sid ad n a tu ra l fu é p a ra el
E uropeo d e l siglo x v in u n a n e ce sid ad h istó ric a , algo sin lo c u al él no
h u b ie ra p o d id o e x istir com o existió.
A d e m á s de n a tu ra l, m u n d a n o y necesario, el p ro g reso q u e e l pro-
'g resista espera h a d e ser to ta l: la totalidad es o tra de las n o ta s de la
¿ sp e ra n z a secu larizad a. P a ra la a n tro p o lo g ía c ristia n a, e l “supuesto*,
de las acciones h u m a n a s , té rm in o de re fe re n cia e im p u ta c ió n d e to d o
lo que el h o m b re lib re m e n te hace, es la “p e rso n a ” , u n c e n tro m etaff.
si co alle n d e la n a tu ra le z a cósm ica : ﺀه،'ل0 „ ﺀ ﺀsunt suppositorum, dice
u n a sen te n c ia tra d ic io n a l ؛se n te n c ia a la cu al co rresp o n d e la concep-
c ió n d e la “p ersona., com o suppositum ﻻ، quod d e la re a lid a d d e l hom -
bre, “aq u ello q u e el h o m b re es'., a d ife re n c ia de su “ n a tu ra le z a '. 0 „ -٥
ﻻ٢ ه، « ، quo, “ aquello p o r lo q u e el h o m b re es'.. ,El h o m b re p u ed e ha-
c e r lo q u e h a c e e n v irtu d de sU n a tu ra le z a , p ero sólo e n c u a n to esa na-
tu ra le z a suya se h a lla o rd e n a d a p o r u n c e n tro e sp iritu a l, p e rso n al 0
d e decisión. L a a n tro p o lo g ía fisiocéntrica de la Ilu stra c ió n — h a sta
q u e K a n t in tro d u jo su id e a d e u n homo notimenon m o ra l— pensó,
e n cam b io , q u e el té rm in o de a trib u c ió n d e las acciones del h o m b re
es la m e ra “ n a tu ra le z a h u m a n a '., co n sid e ra d a *'« genere: la n a tu ra le -
z a h u m a n a “g en érica ', seria e n c ad a h o m b re el su p u esto d e su n a tu -
ra le z a h u m a n a “in d iv id u a l” . D e a h i q u e la p re s u n ta eficacia d e l pro-
greso se refiera a todos los órd en es de la activ id ad de e sa naturalC za,
y que su m e ta v e rd a d e ra fuese, m á s q u e el sab e r 0 la Justicia, bienes
parciales, la felicid ad , s e n tim ie n to re fe re n te a la to ta lid a d d e l ser ا ه.
U n a vieja ex p resió n c ristia n a ’ de S an P a b lo — omnia t'w omnibus—
re c ib la asi su u tó p ic a secu larizació n .
I m p lirita e n lo d ic h o se h a lla la q u in ta d e las n o ta s esenciales d e
la e sp e ra n z a p ro g re s is ta : su comunitariedad. E sa e sp e ra n z a es colee,
ti va, im p e rso n al, m u c h o m á s to c a n te a la h u m a n id a d qtie a la p e r.
so n a d e q u ie n espera. L a h is to ria u lte rio r al siglo x v m h a d e m o strad o
h a s ta la sacied ad — y, lo q u e es m á s g rave, h a s ta la t r a g e d i a - q u e
Lias 22.23). La aparente seguridad del progresismo ha trocado la “vida como haza-
fla” en “vida como trabajo” y en “vida como previsión” la “vida como riesgo”.
»» L a antropologia cristian a obliga a pensar que el progreso histórico del
h o m b re no puede ser “to ta l” ; tiene que s e t “p arcial”, s61o reteren te al orden de
-actividades a que la n atu raleza del hom bre. O rientada y conducida por la deci-
sión de su persona, se entrega en su existencia terrenal. M uy claram ente lo vid
O rteg a: “ ¿E xiste, en efecto, ese progreso? ^ l i c e , refiriéndose al progreso total,
.al Progreso con inicial m a y ú s c u la - . La progresión es siem pre relativa a la m eta
que hayam os predeterm inado” (“E l es{*ctador” > o. c., t. n, pág. 22). Y en otra
p á g in a: “N o h a y d u d a, ése ﺀى٤ ﺀاse r ^ u e desde el siglo xvin. Inventor del progre.
Sismo, pretende operar m ágicam ente sobre la historia, es, por lo pronto, u n d e b e
.ser parcial” (“Espafta Invertebrada”, o. c., t. m , pág. 101).
ﻻزال I.A tS P E R A Y LA ESPERANZA
». Aquel a quien interese el tema, lea 1.8 libros de Bury, Becker y Lowith
antes mencionados, asi como los de Fr. Meinecke, Die Entstehung ﺀﺀىHistoris-
mus (trad. esp. bajo el titulo de £1 historicismo y sw génesis, Mixteo, 1943), y
E. Troeltsch, Der Historismus und s ä Probleme (Gesammelte Schriften, t. Ill,
Tubingen, 1922).
!.. LA ESPERA ESPERANZA
b ie n r e la tiv , es d e p a ra d o a l h o m b re p o r la P ro v id e n c ia d iv in a y n o
re s u lta in c o m p a tib le con el B ien S u p rem o absoluto.
L le g a d a a este p u n to , la m e n te debe d is tin g u ir e n tre el sum o b ie n
d e l individ.uo aislado y el de la h u m a n id a d , e n c u a n to re u n ió n de
to d o s los h o m b re s. P a ra el in d iv id u o aislado, el su m o b ie n consiste
e n el ra z o n a b le em pleo de la b u e n a v o lu n ta d : “los b ien es del cu erp o
y de la fo r tu n a no d e p e n d e n e n ’ab so lu to d e nosotros, y los d el a lm a
se refieren to d o s a dos. cosas: conocer y q u e re r lo q u e es b u e n o : m as
el co n o cim ien to está a veces alle n d e n u e stras fu erzas, p o r lo c u al no
n o s q u e d a sino u n a cosa d e la q u e p o d a m o s d isp o n e r e n absoluto :
la v o lu n ta d . Y n o veo q u e se p u e d a u sa r m e jo r d e e lla sino te n ie n d o
sie m p re u n a v o lu n ta d firm e y c o n sta n te d e h a c e r p u n tu a lm e n te to-
d as las cosas q u e se ju z g u e n ser las m ejores, y e m p le a r to d a s las fuer-
z as d e l e sp íritu p a ra conocerlas b ie n " (a C ris tin a d e Suecia, 20, X I,
1647). L a vita beata e n este m u n d o es, p a ra el in d iv id u o aislado, u n
b i ؟n q u e re r re c ta y eficazm en te asistido p o r la ra z ó n . ﻣ ﻞc u al equi-
vale a d e c ir q u e e l ’s u m o b ie n d e la h u m a n id a d , c o n ju n to de los hOm-
bres, será la re u n ió n y el aco p la m ie n to de todos los bienes p a rtic u la -
res, un amas ٥ « un assemblage de touts les biens, tant de l>âme que
du corps ﺀﺀ de la fortune.
A la e m p re sa d e q u e re r, conocer y g o z a r este .sumo b ie n d eb e con-
sa g ra r el honnête homme su v id a te r r e n a , tamen sub Deo, seg ú n u n a
fó rm u la g ra ta a S a n to T o m ás. L a s v erd ad es d e la F isica n o son, e n
fin d e cu en ta s, sino “u n a p a rte d e los fu n d a m e n to s d e la M o ra l m ás
elev a d a y p e rfe c ta ’' (a C h a n u t, 26, II, 1649); y si esto es cierto p a ra
e l sab e r fisico m u c h o m á s lo serà p a ra c u a n to a ta ñ e a l co n o cim ien to
d e las p asiones d e l a lm a , “p o rq u e son ellas las q u e h a y q u e tr a ta r de
c o n o cer p rin c ip a lm e n te p a ra lo g ra r el S u p rem o B ie n " (a C h a n u t, 20,
X I, 1647). T a l h a sido la in te n c ió n U ltim a d e l Traité des passions, y
asi se ex p lic a q u e el te m a d el “uso de las pasiones" - s u fu n c ió n e n
la v id a m o ra l d e l h o m b re — a p a re z c a co n ta n ta frec u en c ia e n las
p á g in a s d e ese p rijn o ro so escrito (II, 52, 74, 137, 139 ﺀ ﺀpassim). Pese
a sus le ctu ras estoicas y a lo q u e d e ellas h a y a u tiliz a d o . D escartes n o
h iz o su y a la m o ra l d e l esto icism o : “n o soy d e esos filósofos crueles
q u e q u ie re n q u e e l sabio sea in sen sib le” , esc rib ía a Isab el (18, V , 1645).
N o aconseja la apdtheia, sin o u n recto y ra z o n a b le a p a sio n a m ie n to :
las pasiones “d isp o n en a l a lm a p a ra q u e re r las cosas q u e la n a tu ra -
le z a h a d isp u esto q u e sean Utiles y p a ra p e rsistir e n e sta v o lu n ta d "
(Passions, II, 52); y, p o r o tra p a rte , la su m a v irtu d n a tu ra l, a q u ella
q u e d o m in a y o.rdena to d a s las pasiones, consiste e n e l ad ec u a d o e je r.
cicio d e u n a p asió n , la “g e n ero sid a d " o “ m a g n a n im id a d ” , ó p tim a
ESPERANZA DE LOS S E C U L A R IZ A IS 197
del hombre en la esfera del ser social como método para entender
racionalmente la existencia del mal en la historia de la humanidad;
es decir, a la presunta y ya comentada redención del mal humano
por la sociedad. Sólo a través del género humano en su conjunto p o
drá nuestra mente descubrir la interna razón de las mutaciones his-
tdricas, tan caprichosas para quien las examina en su pormenor oca-
sional, y contemplar de modo razonable la esperanza de un futuro
mejor que late en los senos del alma ilustrada: tal habría sido la lee-
cidn de Rousseau, y ésa era la razón de su presencia in effigie en
aquel silencioso cuartito de Koenigsberg.
Casi toda la vida de Kant fué un esforzado servicio a la esperanza
de su siglo. Con sus escritos se propuso enseñar al hombre del futuro
lo que la mente humana puede saber, lo que la conducta humana
debe ser, lo que el hombre es y edmo ha dC educársele para el rerto
uso de su razdn. A veces —él, tan racional, tan reposado y metódi-
co—, hasta la arenga quiso emplear, para que la palabra, filosófica
fuese acicate, además dC ser lecCión : no otra fué la intención prt^
funda de sus escritos ¿Qué ﺀ ﺀla Ilustraciónf y L a contienda de las
Facultades. Pero, si hubiese que elegir el mejor y más claro testimo-
nio de la esperanza histórica de Kant —su esperanza como "ciudada-
no del mundo”- , yo optaria sin vacilar por el tratadito que lleva el
titulo, tan dieciochesco, de Idea de una historia general de intención
cosmopolita, compuesto en 1784, tres años después de la aparición
.de la Critica de la razón pura . 1.
La ralz de la historia, dice Kant, es la libertad humana; pero los
fenómenos históricos a c t o s externos' del hombre— deben hallarse
determinados por leyes generales, como todos los acaecimientos de
la naturaleza. Pues bien: la historia, cuyo objeto es la narración de
esos fenómenos, debe aspirar al descubrimiento de la regularidad
que indudablemente existe en su accidentado curso. Bastará para ello
que un historiador doblado de filósofo considere ‘؟en grandes perio-
dos" (im grossen) el cambiante juego de la libertad del hombre. Si
la mirada se atiene a la total historia del género humano (an der
ganzen Gattung), no le será difícil advertir en ésta “una evolución
progresiva, aunque lenta, d¿ las disposiciones originarias” ٠٥. Como
u Idee zu einer allgemeinen Geschichte in TOellrgerlicher Absicht, er، eV
tomo IV de Immanuel Kants Werke (ed. de Cassirer. Berlin, 1943). pág8. 149-166,
En la misma linea debe ser puesto el ensayo de 1795, Zum ewigen Frieden ( اVI.
páginas 425-474 de la edición citada).
٠٥ Esa preocupación por contemplar la aventura de la humanidad en su con.
,junto moveri a Kant a especular acerca de los orígenes de la historia: eso se pro-
LA ESPERANZA DE ﺳﻞ S E C U L A R IS M S 2.3
«٠ Ah( se acaba, sin embargo, la analogia. Heráclito vefa el buen orden del
cosmos como un “eterno retorno”. Kant, en cambio, lo ve cotno el progreso hacia
un óptimo estado final. Entre uno y otro se ha interpuesto la inmensa novedad del
Cristianismo.
LA ESPERANZA DE L . 8 S E C U L A R IZ A IS 211
4 لIbidem, p i g . 243-246.
»» Ibidem, pigs. 245 ,192 ,84 ا. La expresión kantiana Verminderung der «iw-
dernisse, “disminución de los obstáculos”, recuerda mucho el tantum «، 'اﻻوtenet
nunc teneat, donec de medio fiat 11 اTes.. ١ ال٦١.
٠ دا U ESPERA Y LA ESPERANZA
اﺀPese al rotundo aserto de I. Kaftan, segUn el cual Kant serla "el filósofo del
Protestantismo" (Kant, der Philosoph des Protestantismus, Berlin, 1904), es lo cier-
to que la Vernunftreligion del solitario de Königsberg se halla en muchos de sus
asjKCtos más próxima a la teologia católica que a la reformada: aunque, por su-
puesto, la idea kantiana de “ ئfe eclesiástica estatutaria", de la “Iglesia sacerdo-
tal”, de la oración, del culto, de los milagros, etc., se aparte visible y crudamente
del Catolicismo. A la tan sabida frase de Voltaire —Écrasez ،—رﺀا " ﻗﺮ „' أ. Kant, más
autil, hubiese opuesto esta otra: Épurez la sainte! Esto es: haced que las Iglesias
vayan aproximándose más y más a la Vernunftreligion.
Acerca de la evolución del pensamiento religioto de Kant, véase la reciente in
troducción de H. Noack a la edición de Die Religion innerhalb der G e iz e n der
blossen Vernunft, de la Philosophische Bibliothek (Hamburg, 1956), y la amplia bi-
biografia en ella reseftada.
7 لDas Ende aller ﺀج „ ا ه, í. K. w., t. VI, pág. 412.
LA ESPERANZA DE LOS SEC U LA R IZA IS 215
te a sus necesidades... N a c e rá , e n su m a, u n a h u m a n id a d nu ev a, el
re in o d e la lib e rta d su ced erá p a ra siem p re al d e la n ecesid ad , se ex.
tin g u ir á to d a oposición d e los h o m b re s e n tre ellos y con el u n iv er-
-so, y cad a h o m b re , ex en to d e tra b a s e im p e d im e n to s, re a liz a rá e n si
m ism o, h a s ta d o n d e sus fac u ltad e s in d iv id u a le s alcan cen , la esencia
d e la n a tu ra le z a h u m a n a .
B ajo la tr a m a d e sus conceptos económ icos y sociológicos, el m ar-
x ism o es u n a fiel y a c a b a d a secu larizació n d e la visión ju d e o c ristia n a
d e la h isto ria . H a y e n la v id a h istó ric a d e l h o m b re u n “p ecado o n -
g in a l”, la ex p lo ta ció n , p o r o b ra del cu al la n a tu ra le z a h u m a n a h a id o
.q u e d an d o ex p o lia d a, e n a je n a d a d e sus v irtu d es m ás propias. E l pro-
le ta ria d o , v ic tim a p rin c ip a l e in o c e n te d e esa e n a je n a c ió n , a su m e
.ahora el p a p e l d e “p u e b lo e le g id ... y “re d e n to r’.. M e rc e d a l esfu erz o
re v o lu c io n ario de la clase p ro le ta ria , la h u m a n id a d e n tr a e n u n a eta-
p a n u e v a de su e x isten c ia y se p o n e en c a m in o h a c ia u n “ siglo fu-
tu r o ” d e fe lic id a d y 'l i b e r t a d definitivas y to tales. F r e n te al p ro g re-
sism o dieciochesco¿ d esconocedor del d o g m a d e la c ald a y, p o r ta n -
to , d e la n e ce sid ad d e la red e n ció n , M a rx . c r i b e D ie z d e l C o r r a l -
“c o n sid e ra rá la salvación com o algo sú b ito , tre m e n d o , revoluciona-
rio , o b ra d e u n p ro ta g o n ista c o n creto d e c a rn e y h u eso , q u e n o viene
d e l m ás allá, sin o d e los infiernos cercanos d e l m u n d o social” El
“ m o d o hesió d ico ” y el “ m odo m osaico” d e e sp e ra r se fu n d e n d e m a-
n e ra tosca, p ero su g estiv a y titá n ic a , e n la co n cep ció n m a rx is ta de
la h isto ria . U ltim a d e las fo rm as d e la e sp e ra n z a sec u la riz ad a . A ئ
m u e rte d e K a n t, el h o m b re de O ccid e n te deseoso d e o rig in a lid a d
p o d la seg u ir e l c am in o d e H e g el o el d e l C ristia n ism o . A la m u e rte
de C arlos M a rx , h ito final d el m u n d o m o d e rn o , e l o c cid e n ta l q u e
aspire a u n a ex isten cia o rig in a l — con o tra s p a la b ra s : el h o m b re q u e
n o se av enga a ser m a rx is ta — sólo p o d rá o p ta r e n tre e l C ristia n ism o
y la desilusión. N o ta rd a re m o s e n c o n te m p la r los diversos m o dos de
m a n ife starse la e sp e ra n za y la desesp eran za del a lm a d esilu sio n ad a *5.
L A E S P E R A N Z A D E LOS D ESEN G A Ñ A D O S
im a g in a tiv a y ra c io n a lm e n te el fu tu ro d el g én ero h u m a n o , e l e sp i-
r itu h ace d e la re a lid a d lo q u e él qtiiere y lo g ra v iv ir e n la esperanza►
E ste es e l,la d o e x u lta n te , el anverso d e l m u n d o ro m á n tic o : “Estoy-
seg u ro e s c r i b í a H e g el a N o th a m m e r, e n 1816— d e q u e el e s p íritu
d e l m u n d o h a d a d o a n u e stro tie m p o la o rd e n d e avance. T a l o rd e n
h a sid o o b e d e c id a : este ser a v an z a a cam p o trav iesa, irresistib le m en -
te , com o una- fa la n g e c o m p a c ta y a co raz ad a , y co n ta n insensible:
pasO com o el Sol.'. L a e sp e ra n z a h istó ric a d e T u r g o t y C o n d o rc et
c o b ra a h o ra u n sesgo especulativo y ab so lu to . P e n sa n d o e n lo que-
q u ie re y p u e d e ser, el h o m b re está seguro de ser D ios.
¿ P e rd u ra rá e n el a lm a ese altivo y so lem n e s e n tim ie n to d e la es-,
p e ra n z a a b so lu ta, c u a n d o el yo c h o q u e c o n tra la in d o m in a b le re a li,
d a d p re se n te y viva e n fo rm a d e d o lo r su p ro p ia lim ita c ió n ? ¿ C o rre -
TÍ p o r sus venas el vino in c ita d o r d e la esp e ra n za , c u a n d o la re a liz a -
c ió n d e si m ism o n o sea el im p e rtu rb a d o “ d e v e n ir e te rn o ', de u n a
h ip o té tic a ex isten ci’a in fin ita, sino el “ doloroso se n tir" de la fin ita T
re a l e x isten c ia c o tid ia n a ? E l h o m b re se cree D ios, p e ro se ve D io ،
im p o te n te , esto es. D ios im p o s ib le ؛sien te a g ita rse e n su a lm a la a m .
b ic ió n d e lo infinito, p e ro su v id a le d escu b re q u e esa in fin itu d s e
h a lla a h e rro ja d a . N o es, pues, u n “P ro m e te o e n c a d e n a d o " , com o e n
Jos o rígenes d e la a n tig u a G recia, sino a lg o m u c h o m ás grave y opre-,
s o r: a h o ra es u n “ Z eu s e n c a d e n a d o ’.. L a n o stalg ia ro m á n tic a , «1؛
mal du siècle, el Weltschmerz, n o so n o tra cosa q u e el té rm in o de-
esa a m a rg a e in e v ita b le e x p e rie n c ia : q u ie n , fre n te a la re a lid a d , a d -
v ie rte q u e y a n o p u e d e ser D ios c read o r, p ro n to a ca b a sintiéndose-
D ios fracasad o . “Si C risto n o h a resu citad o , v a n a es n u e s tra fe ”, dijo.
S an P ab lo . L a re su rre cc ió n d e C risto es, e n efecto, la p re n d a d e n u e s-
tr a p ro p ia re su rre cc ió n y, p o r lo ta n to , la p rin c ip a l g a ra n tia d e n u e s-
tr a esp e ra n za . “Si la h u m a n id a d n o se h a tra n sfig u ra d o , si c o n tin ú a
ta n m isera, e n v ilecid a y c ru e l com o a n tes de a d q u irir co n cien cia d e
si m ism a, v a n a e ra n u e s tra e sp e ra n z a y sólo p u e d e ser c ie rta n u e s tra
d esesp eració n ” , d ic e n a h o ra alg u n o s h o m b re s d e l siglo. E l reverso-,
d e l R o m a n tic ism o se h a lla c o n stitu id o p o r la desesperación so lita ria
d e quienes, viv ien d o b a jo u n cielo s in .D io s , se sie n te n condenados-
e n la tie rra a u n a ex isten cia d e dioses fracasados. Si el progresism o-
es el n erv io m ás esencial d e la co n cien cia h istó ric a d e l m u n d o m o-
d e rn o , estos h o m b re s son — penoso p r i v i l e g i , los p rim ero s d e se n -
gafiados del progreso.
E n dos p o etas . L e o p a r d i y B au d e la ire — vam os a c o n te m p la r la
e sp e ra n z a d e los d esengañados, la e sp e ra n z a d a desesperación d e l si.,
glo XIX. L a c aren c ia de fin alid ad u tilita r ia y su in m e d ia to a rra ig o e n
U ESPERANZA DK 1 . 8 D E S E N C A JA IS 223'
el c e n t r . d o n d e la v id a es in c o n ta m in a d a c reació n h a c e n d e la o b ra
d e a rte , y m á s a ú n d e l p o e m a lirico, u n te stim o n io h istó ric o total-
m e n te v e ra z : "v e ra z e n si m ism a — h a escrito D ilth e y — , la o b ra d e
a rte h álla se p ercep tib le, d u ra d e ra y fija a n te nosotros, y asi es posible
su seg u ra c o m p ren sió n . N a c e c o n ella' u n d o m in io in te rm e d io e n tre
el sab er y la acción, e n el c u al la vida nos revela p ro fu n d id a d e s inac-
cesibles a la observación, a la reflexión y a la te o ria ” ٥. L os p oetas
de la desesperación v a n a m o stra rn o s, m e jo r q u e o tro d o c u m e n to
cu alq u iera, el a b ism o su b y ac e n te al brioso y e sp e ra n za d o o p tim is m ,
de los ro m á n tic o s y los positivistas.
I.-L a espe r a n z a d e L eo pa rd i
A noi le fasce
cinse 11 fastidio, a noi presso la culla
immoto siede, e s u l a tomba, ﻻnulla.
!» L a sera del d i ى آ/ هﺀﺀﺀ, vv. 11-15 (I, 176-177): “Duermes; yo en tanto, a
saludar me a s o m o -e l firmamento, al parecer benigno,— y la antigua natura on،-
nijwtente — que me formó para el dolor. “Renuncia,— me dijo, para siempre a la
esperanza;— aun la esperanza te arrebato...” (G. R., pág. 61).
13 A spasia, w . 11.--113 (I, 227).: “Del destino fatal tomo venganza— cuando
tendido aqul sobre la yerba, — perezoso e Inmóvil contemplando — la tierra, el mar
y el cielo, me sonrio” (G. R., pág. 138).
236 ESPERA LA ESPERANZA
»» Fleurs ٥« Mal, “La musique” y “1 ﺀمphares” (ed. clt., t. I, págs. 65 y 4 )ا.
Eduardo Marquina «aduce as،“ ؛A veces todo es calma: el mar refleja — mi deses-
.
peración” (Las Flores del Mal, 3.» ed., Madrid, 1923, pág. 195). En lo sucesivo, cita-
10 esta traducción bajo la sigla E. M.
1
242 ESPERA Y LA E S P E R A N Z A
E s v e rd a d q u e la e sp e ra n z a n o se fa tig a Jam ás e n el c o ra z ó n h u .
m a n o — l’Hom m e, dont jamais l’espérance n’est lasse (Le voyage, I,
12 ر و٠ y q u e es posible e n a rd e c e r la d e b ilid a d d e su a lie n to m e d ia n ,
te el artificio co n so lad o r d e l h a x ix o d e l vino, p o rq u e la e sp e ra n z a
..gorjea e n e l seno p a lp ita n te ” de la b o tella (L ’âme du ut'„, I, 99), y
en la b o te lla p u e d e e n c o n tra r el so litario “la esp eran za, la ju v e n tu d , la
v id a y el o rg u llo q u e nos e q u ip a ra a los dioses” (Le à du solitaire, I,
103). Si,, to d o esto es v erd ad . P e ro ta m b ié n es v e rd a d q ue, p a ra el
a u to r de Las Flores del M al, la e sp e ra n za del h o m b re es el e n g e n d ro
in sen sa to d e u n m a rid a je e n tre S a tá n y la M u erte
como un mar te envuelve y que nunca se calma ?— اAy I Cuando ha hecho una
vez sus vendimias el alma — no debemos vivir. Es secreto sabido" (E. M., pág. 149).
3» Liase la prosa “Chacun sa chimère”, en spleen ٥، Paris (I. 220.221).
33 A los text.» ya aducidos aftidese el poema L e G ouffre (Supplém ent ٠،،*
Fleurs d u M al, I, 1٥4).
34 Op. آﺀ، أpig. 114.
246 ESPERA Y ESPERANZA
le e x im e d e la a rd u a re sp o n sa b ilid a d d e ser p le n a m e n te h o m b re . M ás
co n creta y ru d a m e n te : con su p erso n alisim o ta le n to d e p o e ta excep-
cional, B au d elaire, a los ojos acerados de S artre, es u n s a rtria n o m a-
lo grado, u n h o m b re e n la m ita d d el c a m in o q u e co n d u ce d e la ser-
v id u m b re a la lib e rta d .
A si concebidos el h o m b re y el p o e ta B au d elaire, ¿có m o d e b e ser
in te rp re ta d a su n u n c a e x tin ta y siem p re e x p resad a desesperación?
E v id e n te m e n te , com o u n ju eg o , com o el e sp a n to de u n a g u e rra real
y c ru el h e c h a con a rm a s de ju g u e te : “E n n a d a d e lo q u e piensa, en
n a d a de lo q u e .siente, e n n in g u n o de sus su frim ien to s, e n n in g u n a
de sus re c h in a n te s volu p tu o sid ad es, cree e n te ra m e n te B au d elaire, y
ello es q u iz á su v e rd a d e ro su frim ie n to . P ero , c u id ad o , p o rq u e n o c re er
e n te ra m e n te n o es n e g a r; la m a la fe n o d e ja d e ser fe. M ás b ie n h a y
q u e p e n sa r q u e los sen tim ie n to s d e B au d e la ire tie n e n u n a especie
d e vacio in te rio r. M e d ia n te u n fren e sí p e rp e tu o , a fa v o r d e u n a e x .
tra o rd in a ria n e rv io sid ad , tr a ta de c o m p en sa r su insuficiencia. P ero
e n v a n o : s u e n a n a hueco. R e c u e rd a a u n psicastènico que, convencido
de te n e r u n a Ulcera de estó m ag o , ro d a ra p o r tie rra , se fu n d ie se en
s u d o r, a u lla ra y tem b lase, sin q u e el d o lo r estuviese allí. Si pudiése-
m os p re s c in d ir d e l len g u aje e x tre m a d o d e q u e B au d e la ire u sa p a ra
describirse, e x c lu ir esas p a la b ra s d e “espantoso” , “p e sa d illa ” y “ho-
rro r" q u e se e n c u e n tra n en to d as las p á g in a s d e Las Flores del M al,
y d e sc e n d er h a s ta el fo n d o m ism o d e su' co razó n , acaso hallásem os,
bajo las a n g u stia s y los re m o rd im ie n to s, -bajo el e stre m e c im ie n to de
los nervios, d u lce y m ás in so p o rta b le q u e los m ales m ás penosos, la
In d ife re n c ia ". D espués d e to d o , concluye S a rtre, es preciso n o olvi-
d a r “q u e u n h o m b re no es n u n c a m ás q u e u n a im p o s tu ra ” . Sólo asi
nos será p osible “e n tre v e r los paisajes lu n a re s d e esta a lm a desolada.’ ٥*.
A S a rtre h em os d e ag ra d ec erle siem p re su lu cid ez, su ra d ic a lid a d
y su consecuencia. Y con ellas, e n este ensayo, la eficaz resolución
con q u e h a llevado el “caso B au d e la ire ” , alle n d e to d o superficial es-
tetic ism o , a l te rre n o decisivo d e la m etafísica y la m o ra l. P e ro su in-
te rp re ta c ió n d e la o b ra b o d e lerian a , c e rte ra e n ta n ta s ocasiones, ¿es
ta n v álid a com o su til y p ro fu n d a ? L a desesperación d e B au d e la ire
¿es, p o r v e n tu ra , n o m ás q u e la falsa desesperación d e q u ie n n o sabe
٥7
Epigraphe pour «»» livre condamné (I> 160): “Pero, si sabes c o n te m p la r,-
Bin espantarte, los abismos, — lee y aprenderás a amar” (E. M., pág. 304).
»» “La voix”, en Les ¿paves (I, 149).
٥٠ “L’invltation au voyage”, en spleen de Paris (I, 237). "¿A ddnde Ir?”, t t
pregunta en A ny where out of ،Ä٠ World; y su respuesta explosiva es: “ ،No Im-
porta ddndel ¡No Importa dónde, con tal de que sea fuera de este m undo!.
LA ،SPERANZA ٠ﺀ O E S E N G R a TOS 1 . 8 24 و٠
٠« Hymne à la Beauté (I, 25): ”Que tus gradas el cielo o los Infiernos la-
bren,— ¿qué me im ۴ rta. Belleza, m onstre. Ingenuo y maldito, - si tus ojos, tu»
pies y tu sonrisa me a b r e n - l a s deseadas puertas del Ignoto Infinito?” (E. M . I pá•
gina 121).
.1 “Le Confiteor de l’artiste”, en Spleen de Paris (I, 217), y Correspondan-
( وﺀﺀI, 11).
٠٥ ”!.’Invitation au voyage”, en spleen ﺀهParis (I> 236), y Correspondances
(I, 11). Aqtiel texto y el de ئConfiteor de la nota precedente son los únicos que
cita Sartre para drcumentar su Interpretación.
٠٥ Femmes d a m é s (I, 107): “Batallón de enemigas de la realid ad -d ev o tas,
brejas, buscadoras de Infinito...” (E. M., pàg. 315). .
٠٠ Femmes damnées. Delphine et Hippolyte (I, 136). Este poema no se h a ll.
Inclultlo en la colecdôn traducida por Eduardo Marquina.
250 LA ESPERA LA ESPERANZA
٠« Les paradis artificiels: “Le poème du haschisch” (I, 293-325). La Idea mis-
tica y swedenixjrgiana de la “correspondencia” es una de las claves de la obra de
Baudelaire. Recuérdese la aplicación de esa Idea al mundo ósmlco, sonoro y visivo
en el poema C orrespoánces.
٥٠ Théophile Gautier (II. .67).
,.ESPER A N ZA D E LOS DESENG a S a TO S 253
٥1 “Es cierto que una elevación constante del deseo, una tensión de las fuer-
zas espirituales hacia el cielo seria lo más propio para crear esta salud moral, tan
destellante y tan gloriosa;..” De ese estad¿. ¿speCle de Invasión Intermitente del
.alma por la obsesión del Infinito “deberíamos obtener, si fuésemos sensatos, la
certidumbre de una existencia mejor y la esperanza de alcanzarla por el ejercicio
.cotidiano de nuestra voluntad.’ (Les p a r à artificiels, I, 293-294).
254 IA ESPERA Y LA ESPERANZA
E se a m b iv a le n te id e a l d e in fin itu d - D i o s y S a tá n — es ta m b ié n
Ja ra z ó n secreta d e la in d ife re n c ia con q u e el p o e ta, e n tre g a d o a la,
fascin ació n su p re m a y a b so lu ta de la B elleza y d e l goce, recib e de-
S a tá n ٠ d e D ios el ray o q u e le p e rm ite tra s c e n d e r la re a lid a d sensible-
y te m p o ra l:
٥» Bénédiction (I, 9): "jSed bendito, Seftor, que dais el sufrimiento —como
el santo, remedio de nuestras impurezas; e s e n c ia misteriosa y divino fermento
1 ، anticipa a los santos Jas eternas tellezas!” (E. M., pág. 91). El mismo sen-
timiento del dolor, “látigo del Señor”, puede leerse en L’imprévu (I. 150).
٥٥ UHiautontimoruminos a , 75): “Yo soy la herida y el cuchillo —soy 1-؛
forzado y soy el yugo, —la Ijofetada y el carrillo, —yo soy el reo y el verdugo”
(E. M., pág. 245). Mejor serla decir “cuchilla” y “mejilla”.
E S P E R A D ، DE LOS D ESEXCAS a TO 8 255'
٥٠ Hymne ¿ ٤٥ Beauté (I, 25) وأ ؛Satánica o divina, vcnl Angel 0 Sirena —¿qué
me Imjwrta, si me haces —hada de ojos cambiantes, —ritmo, perfume, luz, diosa
mia serena —más tolerable el mundo, más cortos los instantes?’. (E. M., pág. 121).
٥٥ “Le mauvais vitrier”, en spleen de Paris (I. 224).
ا هLes paradis artificiels (I. 294).
٥7 “Le Confiteor de l’artiste”, en Spleen de Paris (I, 217).
ا هLes métamorphoses ٥« vampire a . 14٠).
256 ESPERA Y ESPERANZA
«» Le voyage (I. 16): ".O b Muerte! لOh Capitana! Es tiempo ya. ]levemos!
—Este pafs .08 cansa, joh Muerte, aparejemos! —¿Qu، Importa este mar negro
.1 son negros ros remos? — ٠T ٥ onoces las ansias que en el alma tenemos. —]Es-
cándanos el vino fatal que reconforta! Q u e re m o s, traspasando las aguas del
Erebo, -lle g a r al fondo. Infierno, Paraíso, jqu، importai —]Entremos en lo Ig-
»oto para encontrar lo Nuevo!” (E. M., pig. 351).
٠٠ “U s ietvtoes”, en spleen de Parts, ١,
«« Véase "Qu’estce que le Romantisme?’’, en su Salon 1846 ( ﺀىn, 57.59).
17
258 LA ESPERA ! LA ESPERANZA
LA ESPERANZA EN LA CRISIS
DE N U E ST R . T IE M P .
C u a n d . las a u to rid a d e s d e l S e g u n d o Im p e rio so m e tie ro n ﻛ ﻢ ﺀFlo-
res del M a l a proceso Judicial, B au d e la ire solicitó d e varios am igos
suyos la p u b lic a ció n d e a rtic u lo s acerca d e l lib ro perseg u id o . H e aquf
las f r a æ s finales d e l q u e co m p u so B arb ey d 'A u re v illy : " H a y a a g ^
ta d o su v e n a p ré tic a , e x p rim ie n d o y re to rc ie n d o el c o ra zó n del h o m -
b re h a s ta re d u c irlo a ser u n a esp o n ja p o d rid a , o h a y a , p o r e l con-
tra rio , lim p ia d o d e su p rim e ra e sp u m a esa m ism a vena, B au d e la ire
e stá a h o ra e n la o b lig ació n d e callarse, p o rq u e h a d ic h o y a las pa-
lab ras su p re m as so b re el m a l d e la vida, o de h a b la rn o s e n o tra len .
g u a . D espués .de ﻟ ﻢ ﺀFlores del M a l sólo dos cam in o s q u e d a n al poe-
ta q u e las h a h e c h o b r o ta r : saltarse el c rá n e o ... o h acerse c ristia n o " 1
P u e sto q u e la o b ra b o d e le ria n a es, desde m u y decisivos p u n to s d e vis-
ta , el áp ice d e la e x jjerien cia m o ra l d e l siglo XIX, ¿será posible re d u .
c ir a ese ta ja n te d ile m a la ex isten c ia h is tó ric a de'1 h o m b re e u ro p e o
d u ra n te los cien afios q u e desde en to n ces h a n tra n s c u rrid o ? N o po-
cas veces h a d a d o ese h o m b re la ra z ó n a B a rb e y d 'A u re v d ly : el sui.
ci dio y la co n v ersió n religiosa, la m u e rte fisica y e l re n a c im ie n to
e sp iritu a l h a n sido c o n fre c u e n c ia sus respuestas a u n a desesperación
h istó ric a to ta l. P e ro el e sp íritu h u m a n o , q u e n o se a v ien e fá c ilm e n te
a d ile m a s, h a e n c o n tra d o d istin to s recursos p a ra ev ad irse d el q u e
B a rb e y le p ropuso. Sólo e n p a rte se h a su icid ad o E u ro p a , y sólo e n
p a rte se h a h e c h o m á s c ristia n a q u e e n los años d e B au d elaire.
E n tr e los dos té rm in o s d e la opción a q u e ﻟ ﻢ ﺀFlores del M a l
c o n d u c ía n - l a p re te n sió n im p o sib le d e u n a e x isten c ia satánico-di-
v in a y e l re to rn o a la e sp e ra n z a d el C r i s t i a n i s m o - se h a n in te rp u e s-
to , p o r lo m enos, tre s cam in o s in te rm e d io s : la evasión, e l p ro y ecto
d e u n a v u e lta a l o rig e n y la resig n ac ió n d e se n g a ñ ad a , a n im o sa y trá -
gica. E n te n d id o co m o suceso d e la h is to ria g en eral, y n o co m o sim -
p ie p e rip e cia d e la sen sib ilid a d estética, ¿q u é es el M o d e rn ism o , sino
la evasión d el a lm a h a c ia u n p a is d o n d e la a n g u stia se d is fra z a ra d e
1 Apéndice a la traducción castellana de Las Flores del Mal, 3.. ed. (Madrid,
123 )و. pig. 37٥.
262 LA ESPERA T LA E SPE R A B A
cisn e? Y e n su ra íz m ás p ro fu n d a , ¿ q u é fu e ro n la Ucronia d e R e.
n .u v ie r y la filosofia de B erg so n y D ilth e y , sin o la im a g in a c ió n 0 el
p ro y e c to d e u n re to rn o a l o rig e n d e la h is to ria m o d e rn a , y a u n d e la
e n te r a h is to ria d e E u ro p a , p a ra re h a ce rla s p o r via d is tin ta ? E u ro p a
p o d rla h a b e r seguido sendas m u y d ife re n te s d e la 'que h a re c o rrid o
e n su h is to ria re a l y e fe c tiv a : b a sta im a g in a r, p o r e jem p lo , q u e los
ro m a n o s se h u b ie se n c o n d u cid o de o tro m o d o fre n te a las d o c trin a s
religiosas q u e les lle g a b a n d e O rie n te . E l e s p íritu p u e d e d e ten e rse
co n fru to “e n el p e n sa m ie n to d e las cosas posibles q u e n o se h a n reali-
z a d o y elevarse re s u e lta m e n te a l p e n sa m ie n to de las p o sib ilid a d es q u e
to d a v ía se h a lla n suspendidas, sobre el m u n d o " , dice C h. R en o u v ier
a l té rm in o de su curioso ensayo ٥. E l p u n to d e v ista d e l u c ró n ic o - l a
c o n sid e ra c ió n d e “lo q u e h u b ie ra su ced id o 8Í...”_ rev ela m u y clara-
m e n te u n a v o lu n ta d d e re to rn a r a l o rig e n d e la h is to ria p o r él con.
te m p la d a , co n o b je to d e a su m ir e n su p re se n te p o sib ilid ad es d e ope-
ra c ió n o lv id ad as o p e rd id a s h a s ta en to n ces. E n lo re la tiv o a l pensa-
m ie n to filosófico, esa es u n a d e las claves d e la o b ra b e rg so n ian a .
B ergson, e n efecto, se p re g u n ta : ¿q u é h u b ie se sid o d e la v id a del
eu ro p eo , si e n lu g a r d e h a b e r elegido el c a m in o d e la ra z ó n m a te m á-
tic a h u b ie se o p ta d o Jjor el de la in tu ic ió n v ita l? F re n te a u n a situ a-
ció n q u e desplace, la m e n te h u m a n a desiste d e p ro se g u ir e n la em -
p re sa h is té ric a q u e h a c o n d u cid o h a sta ella y se coloca im a g in a tiv a -
m e n te e n o tra a n te rio r, p a ra m overse h a c ia re su lta d o s m á s satisfac-
to rio s e n sf m ism os o capaces, c u a n d o m enos, d e e n riq u e c e r u n a v id a
d e m a sia d o u n ila te ra l. T o d o s los ó rd en es d e la e x isten c ia h u m a n a . e l
religioso, el in te le c tu a l, e l po litico , el e s t é t i c o o frec en a la m ira d a
d e l h is to ria d o r, desde h a c e tres c u arto s d e siglo, a c titu d e s e sp iritu a -
les m u y sem ejan tes a la d e B ergson.
J u n to a la evasión y a l re to rn o , la resig n ac ió n ascética. E l h o m -
b re del siglo XIX, lla m á ra se H e g e l o C om te, l e o p a r d i o B au d e la ire ,
F e u e rb a c h o C arlos M a rx , creyó ser D ios e n p o te n c ia p ró x im a . “ ¿ H a
sid o u n D ios q u ie n h a e scrito estos sig n o s?.', ex cla m ó e l fisico B oltz-
m a n n a n te las seis ecuaciones d e M axw ell. T o d o e n el pathos d e ese
siglo fu é te o p a tia secular, re lig ió n de. la h isto ria . P ero , ¿ y si el h o m -
b re n o fu e ra m á s q u e m e ro h o m b re ? ¿Y si la in fin itu d n o fuese sino
» U chronie (Paris, 1876). Cito por la trad, castellana: Ucronia. L a utopia ﺀ٢ل
la historia. Bosquejo histórico apócrifo del desenvolw m iento ى ﺀ٤٠ civilización ﻻﺀ-
ropea, no tal como A. sido, ﺀ٠ '„ هtal com o habría ﺲﺀهﺀ ﻫser (Buenos Aires, 1945),
página 375.
Esta actitud del espíritu tiene una consecuencia práctica: la دn٩ulsta de las
o ib ilid a d e s históricas preteridas. La actual actitud frente a la filosofia preso-
crática -H eidegger, Z u b lr i- es un buen ejemplo de aquélla.
U ESPERANZA EN LA . I S I S DE NUE8TOO TIEM PO 263
constituye (SZ, 329) ؛y, aunque los tres son igualmente originarios,
el porvenir goza de cierta primacía entre ellos, porque el tiempo b r^
ta de la proyección del futuro desde el presente.
Y, como la existencia misma, la temporeidad puede ser inautén-
tica y auténtica. Será inauténtica cuando el existir consista en la
concepción de un proyecto concreto y fungible, susceptible de ser
asumido por cualquiera. Recuérdese lo anteriormente dicho. Ser¿, por
el contrario, auténtica cuando el proyecto considere la totalidad de
la existencia que lo concibe y asuma con ello la posibilidad de mo-
rir. De ahí que el tiempo auténtico sea finito0 ؛, como dice Heidgger,
que la existencia “exista finitamente.. (SZ, 329). Temporeidad autén-
tica, muerte, angustia y finitud son conceptos funcional y ontológi.
camente conexos entre si.
§4. Llegamos, por fin, a la Ultima etapa de nuestro empeño, es
decir, a la particular consideración de los modos principales del fu-
turo de la existencia: el miedo, la angustia, la esperanza y la espera.
El miedo es un claro ejemplo de instalación inauténtica frente al
porvenir. Surge “por la aproximación de un objeto intramundano
insólito que parece amenazar al Dasein y crea en él una perturba-
ción٠ haciéndole incapaz de toda acción coherente y adecuada para
detener el peligro" ٥. Tiene, pues, el miedo un “de qué'. (Wovor)
concreto y nombrable: quien se asusta sabe muy bien de qué se
asusta, aunque su temor parezca .muy vago, aunque se muestre como
pura medrosidad. De ahí la condición inauténtica de la temporeidad
del miedo. Este, en apariencia, se refiere siempre al futuro ؛prodú-
celo, se dice tradicionalmente, el temor de un malum futurum. Algo
innegable hay en ello: todo movimiento de la existencia implica los
tres éxtasis de la temporeidad; y asi, el miedo anticipa en cierta ma-
nera la realización del suceso .que con su mera posibilidad lo pro-
duce. Para el medroso, lo que é! teme es siempre cosa inminente,
posibilidad al borde mismo de la presencia real. Una consideración
más detenida revela, sin embargo, que el fenómeno de temer afee-
ta, sobre todo, al pasado de la existencia. Existencialmente conside-
rado, el miedo consiste, en efecto, en la inhibición y el olvido de las
más personales posibilidades de ser. Comienza uno a temer cuando
se olvida de lo que seria capaz de hacer si no estuviese asustado. 1؟
medroso se halla oprimido y confuso, como si se hubiera perdido a
8Í mismo; y esa aturdida inhibición de sus propias posibilidades es
lo que impide que la expectativa de la amenaza sea una genuina es-
« A. de Waelhens, L a filosofia ى ﺀM artin H eidegger, trad. esp.. 2.. ed. (Ma-
drld, 1952), pig. 197.
U C W S IS Y LA ESPERA NZA 27 و
7 Para lo que atañe a esta segunda etapa de Heidegger, víanse, además de sus.
«crltos y del libro de Lowith antes citado, el opUsculo de p. Chitidi L ’u ltim o «،،'-
degger (Torino, 1952) y el amplio estudio del padre R. Ceflal que precede a la
segunda edición española del libro de Waelhens mencionado en una nota anterior.
282 U ESPERA ! EA ESPERANZA
realidad pers٠nal. en un ser al cual se puede llamar “tú " لy “para
nosotros'., porque lo que se espera atañe siempre y necesariamente
a quien dice “Yo espero” y al “tú” en quien se espera. “Yo espero en
ti para nosotros” : tal es la expresión más adecuada y elaborada del
acto que el verbo “esperar., traduce de manera todavía confusa y
encubierta (HV, 81). De ahí la “pudibundez” de la esperanza, su
carácter “secreto” entre quienes la comparten. Y de ahí, por otra
parte, la creciente degradación de la esperanza, hasta su conversión
en exigencia imperativa y computadora, a través de la serie de fór-
mulas “espero en ti”, “espero de ti", “cuento con que...", “doy por
descontado que...’, y “pretendo", “reivindico” o “exijo de ti”. Tras
la comunidad debe nombrarse la paciencia. El esperanzado es pa.
eiente. sabe dar valor al tiempo de la prueba. Nada más lejos de la
esperanza que el “ahora mismo” del impadente. La expresión “dar
tiempo” —a la persona en qu'ien se espera y al tiempo mismo: “dar
tiempo al tiempo... decimos en castellano- pertenece medularmente
حla esperanza. “Tómese tiempo para responder”, dice al examinando
el profesor que espera en él (HV, 52). Frente a la oculta punta de
soberbia retadora contenida en el giro verbal “espero que.:... - “es-
pero que vengas.., “espero que escribas'.—, el simple “espero” es la
palabra de la paciencia, como el simple “creo', es, frente a la jactan,
cia falsamente humilde del “creo que”, la palabra de la fidelidad
(HV, ^-45 y 60). De nuevo se alza el recuerdo de San Pablo: per
patientiam expectamus. El esperanzado, en fin, vive en disponibili-
dad, abierto al ser de lo real y comprometido a la vez en el proceso
de lo que espera (VH, 47). Aunque la esperanza no deba ser confun.
dida con el optimismo, “las rafees metafísicas del pesimismo son las
mismas que las de la indisponibilidad’. (EA, 106) لla cual no es sino
ا هestado de quien se halla vertido sobre sf mismo, “ocupado de sf
mismo" (EA, 105).
El “objeto” de la esperanza —lo que el esperanzado espera— pue.
-de ser descrito nombrando tres de sus notas principales: la trasCen-
dencia, la incalculabilidad y la independencia. La ya nombrada di-
ferencia entre el genuino “esperar”, siempre abierto, y el “esperar
que”, siempre atenido a una imagen determinada y cerrada sobre
ella, muestra muy bien la esencial trascendencia de lo que en aquél
se espera. La locución familiar “No puedes imaginarte...”, postula
por si misma la esperanza de quien la oye. ¿Es el esperanzado^ como
afirmará siempre el positivismo, un simple iluso, un pobre hombre
que toma sus deseos por realidades? “Cuanto más la esperanza apun-
te a una imagen determinada y se deje hipnotizar por ella, tanto
LA C R ISIS ESPERANZA 289
in g e n u id a d d el “e sp erar e n ” , y se a te n d r à p o r m o d o exclusivo al
avisado y c alc u la d o r “c o n ta r co n " d e la té cn ica y la o rg a n iz a c ió n ra-
cional. ﻣ ﺎc u al vale ta n to com o d e cir q u e los dos se n tim ien to s subya-
centes al o p tim ism o p ro g resista h a n sido el deseo y el te m o r, raíces
psicológicas d e la o rg a n iz a c ió n ra c io n a l y la técnica.
E ste m u n d o o p tim is ta y desesp eran zad o , e sfo rz a d a m e n te a te n to
a la fe lic id a d y a la s e g u rid a d d e l v iv ir te rre n a l, desconocedor d e la
ex isten c ia u ltra te rre n a y n e g ad o r, e n p rin c ip io , d e l m iste rio d e la
m u e rte , h a v en id o a ser, p o r p a ra d o ja , te rrib le d e stru c to r d e la v id a
h u m a n a : “se h a b ría p o d id o su p o n e r te ó ric a m e n te que, a p a r tir d e l
m o m e n to en q u e la m a y o ría d e los h o m b re s d e u n a d e te rm in a d a so-
d e d a d cesaran d e c re er e n u n a v id a d e u ltra tu m b a , la v id a e n la T ie-
rr a g a n a ría m á s y m ás v alo r a sus ojos y lle g a ria a ser o b je to d e al.
tisim o respeto. Pero, en realidad, ha ocurrido lo contrario. L a v id a
te rre stre h a sido vista, m ás g e n e ra lm e n te c a d a vez, com o u n a especie
de fe n ó m e n o sin valor, sin ju stificació n in trín se c a , y com o o b je to
id ó n eo p a ra u n a serie d e m a n ip u la cio n e s - d e s d e el tra b a jo fo rz a d o
al h o m o c r e m a t o r i a q u e e n o tro c o n te x to m etafisico h a b ría n sido
te n id a s p o r sacrilegas” (M E , II, 149-150). E l m u n d o , q u e se p ro c la m a ,
b a e n a m o ra d o d e la v id a, h a llegado a ser u n m u n d o e n tre g a d o a la
m u e rte , in c a p a z d e re sistir el p o d e r de fascin ació n q u e la m u e rte
ejerce so b re aq u el q u e ve e n ella la U ltim a p a lab ra. H e m o s asistido,
e n sum a, a l le v a n ta m ie n to d e los h o m b re s c o n tra lo h u m a n o ﻋﻞ٠ A si
ve G a b rie l M arce l la situ a ció n h istó ric a y social e n q u e su a lm a h a
sen tid o y ex p re sa d o la e x p erien c ia in tim a y salv a d o ra d e la e sp e ra n za .
§ 4. In te n te m o s a h o ra tra d u c ir a té rm in o s ontoldgicos la an te-
rio r d e scrip ció n de la e sp e ra n za . D e su fen o m en o lo g ía, pasem os re-
su e lta m e n te a la in te le cc ió n d e su e s tru c tu ra m etafísica. E n el o rd e n
del ser y d e la re a lid a d , ¿có m o p u e d e y d eb e ser c o n ce b id a la e s p ^
ra n z a ? ¿ Q u é cabe d e c ir d e la re a lid a d d el e sp e ra n z a d o y d e la re a li,
d a d e n g en eral, d esd e el p u n to d e v ista d e la e sp e ra n z a ? L a re sp u esta
de M a rc e l p u e d e ser c o m p e n d ia d a e n esta serie d e a se rto s: e l ser de
q u ie n espera es u n ser deficiente y p e rfe c tib le : la re a lid a d e n g e n eral
es c re a tiv a y re b a sa el o rd e n d e la m e ra p re v isió n : la re lació n d el es-
t r a n z a d o con la re a lid a d a d o p ta e n U ltim o e x tre m o la fo rm a de u n a
re la ció n “yo -tú ” , en la cu al el “tú ” es u n “TU” p e rso n al y a b so lu to ;
la re la ció n con el “T ú ab so lu to ” e n q u e la e sp e ra n z a consiste es a la
vez u n a re sp u esta y u n salto a la tra sce n d e n cia . E x a m in e m o s sucesi.
v a m e n te c ad a u n a d e estas proposiciones.
12 G. M arcel Los hombres contra lo humano (trad, cast., Buenos Aires. 1955).
292 IA ESPERA Y IA ESPERAX ٤A
Sufro a tu costa.
Dio« no existente, pues «I Tú existieras
existiria yo también de ▼eras,
T E O R IA S D E L A E S P E R A N Z A
T - T . t t Sen ne
II.— B o l l n o w
m u tu a m e n te h e rm a n a d a s y q u e la e sp e ra n za es la estofa de q u e
n u e s tr a alm a està h e ch a .
¿ C u á l p u e d e ser el sen tid o real d e estos asertos de M arce l? L a
e sp e ra n z a es, m ás q u e el “p á b u lo ’, de la v id a h u m a n a , la “e stru c tu ra
fu n d a m e n ta l” q u e la sostiene. P e ro ta l ex p resió n , ¿cd m o d e b e ser
e n te n d id a ? E l p ro c e d e r in te le c tu a l de B ollnow se a tie n e a la te m p o ,
re id a d de la existencia. SegUn H e id eg g e r, esa te m p o re id a d se deter-
m in a c o n c re ta m e n te com o “c u id a d o ” (Sorge). P a ra B ollnow , en cam -
bio, la e sp e ra n za es u n a d e te rm in a c ió n m ás ra d ic a l y p ro fu n d a que
el c u id a d o : la c o n stitu c ió n de la v id a h u m a n a , o rig in a ria e n ella,
se h a lla d e te rm in a d a p o r la e sp e ra n z a : “L a e sp e ra n za es m ás origi-
n a ria q u e el c u id ad o , y sdlo e n el h o riz o n te de la e sp e ra n za p u e d e
a q u é l ser re c ta m e n te c o m p re n d id o .” D e a h f q u e to d o el existencia-
lism o, e n c u a n to c o n stru cc ió n filosófica, d e b a ser revisado desde su
fu n d a m e n to . “L a resolución del c u id ad o se c o n su m iría en u n a serie
d e a v e n tu ra s vacias si la e sp e ra n za no le ofreciese u n h o riz o n te d e
p o sib ilid ad es su ste n ta d o ra s, d e n tro d e las cuales p u e d e decidirse ha-
.cia algo. S in la e sp e ra n za , to d a resolución to p a con el vacio, y sólo
e n la e sp e ra n za e n c u e n tra el fu n d a m e n to s u ste n ta d o r q u e p o r si m is-
m a n u n c a p o d ría p ro d u c ir. E l cu id ad o , p o r ta n to , d e b e ser siem p re
re b a sa d o p o r u n a e sp e ra n z a q u e le so p o rte y e n v u elv a.”
U n a n u e v a cu estió n su rg e a h o ra . Si la e sp e ra n z a es la “e stru c tu ra
fu n d a m e n ta l” d el a lm a h u m a n a , algo, p o r c o n s ig lie n te , q u e el a lm a
n o p u ed e p e rd e r, ¿cóm o es posible h a b la r de la “v irtu d ” d e la espe-
ra n z a ? E s la e sp e ra n z a v irtu d , co n testa B ollnow , e n c u a n to el h om -
b re tr a ta d e c u m p lir o c o n q u ista r re c ta y a n im o sa m e n te lo q u e ella
.f r e c e . E n tr e la e sp e ra n za , c o n ceb id a com o e s tru c tu ra fu n d a m e n ta l
d e la ex isten cia, y la v irtu d teologal de la esp e ra n za , la m e n te des-
-cubre u n “ d o m in io in te rm e d io ” e n el cu al el e sp e ra r d e l h o m b re se
h a c e “ v irtu d n a tu ra l” . H a y , pues, u n a “ fo rm a n a tu r a l p re v ia " de la
es ۴ ra n z a c ristia n a susceptible d e ser tr a ta d a p o r la filosofia.
A si p u e d e ser eficaz y d e fin itiv a m e n te d e rro c a d o el id eal estoico
d e la ataraxia. L a a rg u m e n ta c ió n h a b itu a l c o n tra e l estoicism o par-
te d e l su p u esto d e q u e al h o m b re le es im p o sib le elevarse sobre la
te m p o re id a d de su v id a fu tu ra . P ero c o n ello se o lv id a q u e e n el
“ te m p le festiv al del á n im o ” (festliche Gestimmtheit) es Jjosible u n a
n u e v a e x p erien c ia d e l tie m p o e n q u e el fu tu ro p ie rd e su sen tid o , por-
q u e to d o él se sien te asu m id o e n u n p re se n te e m b ria g a d o d e felici-
d a d . E scrib ió H u g o d e H o fm a n n s th a l: “ E sto es to d o ..., ser feliz sin
e sp e ra n z a .” ﻣ ﺎcu al n o q u ie re d e cir que la e sp e ra n za es fa la z y q u e
el h o m b re d eb e ab sten erse de ella, sino q u e e n e l fastig io d e la eXis-
T E O R IA S DE ESPERANZA 32،
I I I .B redxow y P lügge
now. Sil “forma natural previa'.. En cuanto tal “forma natural pre.
via", la esperanza nos procura una certidumbre acerca de nuestro
porvenir personal, de nuestra propia realización; pero esta certidum.
bre es y permanece amenazada, puesto que pertenece por esencia a
la cuestionabilidad del existir humano. Frente a ella, la certidumbre
de la esperanza cristiana es en principio, y en el caso ideal, inaccesi,
ble a la desesperación, salvo que haya dejado de existir y sólo sea un
nombre.
La esperanza cristiana es siempre esperanza 'de la resurrección.
Con ello queda patente su analogia con la “esperanza genuina”, en la
cual tiene su forma natural previa. Lo que en ésta es “estado de sal.
vación" de la persona, perduración 0 renovación, hácese en aquélla
resurrección sobrenatural del ser humano.
No será difícil al lector descubrir la semejanza de las conclusiones
a que llegan todos los analistas de la esperanza: Marcel, Le Senne,
Bollnow, Brednow, Plügge“ . El análisis de la existencia propia, la
especulación teorética y la observación de la realidad del hombre en-
fermo parecen conducir a un mismo resultado: la contraposición en-
tre la esperanza “verdadera” 0 “genuina” —la “esperanza.’, en singu-
lar— y las plurales “espei-anzas” concretas' a que tienden los proyec-
tos, las previsiones y las esperas de nuestra vida cotidiana. Pero esta
tajante oposición, ¿es defendible? ¿Descansa sobre un análisis sufi-
ciente de la realidad? ¿No se halla tácita y ocultamente determina-
da por una dicotomia antropológica —la que suele establecerse entre
la “vida espiritual" y la “vida sensible”—, que en si misma debe ser
revisada? Pronto ,habremos de verlo.
LA REACCION CRISTIANA
1 Me refier. tan sólo, como es obvio, a 08 ؛que integra.! la fracción “weiden-
tal” de la humanidad.
» Póngase al lado de ، 8tos' el no escaso número de los que, proclamando a
voz en gritó su cristianismo, se hallan con su conducta muy próximos a los hom-
LA RK.ACCION C R ISTIA N A 329
ﺀEn ‘.‘La rebelión de las masas” y en “En torno a Galllttj”, o. c., t. IV, pi-
gina 212, y t. V. págs. 152-153. Creo, por mi parte, que en la actitud del católico
ante el mundo - y , por lo tanto, ante las esperanzas te rre n a s- es posible distin-
guir cuatro tipos pri'ncipales : 1.. La “mundanización”. El católico vive con dos
esperanzas separadas: una mundana y habitual, más o menos próxima a la del
progresismo, y otra espiritual 0 transmundana, sólo vigente por modo expreso en
las situaciones-limite de la existencia ( r ie s , de muerte, cambio de estado, aflic-
ción profunda). 2.٥ “ ئvida de reojo”. E l católico vive en el mundo y disfrtita
de las tócnicas y comodidades que ،ste le ofrece, Jjero mirándole “de reojo” y juz.
gando con una secreta complacencia sus fallos y limitaciones, en cuanto «rasiones
propicias para vivir sin trabas la esperanza escatològica y transmundana del Cris,
tianismo. Esta “utilización resentida” del mundo no es i'nfrecuente entre nosotros.
3.0 La “negación del mundo”. El católico afirma ahora su fe retirándose a la car-
tuja 0 al yermo. 4.0 La “afirmación cristiana del- mundo”. El católico contempla
y vive las “realidades terrestres” -n a tu rales o a rtific ia le s como entes dotados de
sentido en la economia de la creación y la salvación. Sin mengua del carácter
sobrenatural y gratuito de la esperanza teologal, la esperanza del católico no es
ahora tina “doble esjttranza”, sino una “esperanza cOntinuada”. Asi fu، la de
.a n te , fray Luis de Granada y fray Luis de León.
LA REACCION CRISTIANA 331
I .- L a reacción católica
L a configuración in te le c tu a l de la fe de q u e p a rte P ie p e r e n su
“ev ersión” e sp iritu a l es el to m ism o , u n to m ism o seria y h o n d a m e n te
v iv id o ; su visión de la esp e ra n za será, en consecuencia, u n a glosa
actual del p e n sa m ie n to de S anto T o m á s acerca de la e sp e ra n z a teo-
logal, la desesperación y la p resu n ció n . E l status comprehensoris a
que la e sp e ra n za c ristia n a tie n d e es m e ta fisic a m e n te concebido com o
“p le n itu d o b jetiv a (de la p e rso n a h u m a n a ) e n o rd e n al ser" y, en se-
g u n d o té rm in o , com o “ resp u esta su b jetiv a a esa p le n itu d ” , esto es,
com o felicidad. E l status viatoris, el “to d a v ía n o ” de la e x isten cia h u -
m a n a , envuelve u n a n o ta neg ativ a, el “no ser" de la p le n itu d , y o tra
positiva, el m o v im ie n to del h o m b re h a c ia esa p le n itu d . E s el estado
de la p e ca b ilid a d y del m ere cim ien to . L a d esesperación será, p o r tan-
to, la in fu n d a d a y culposa a n tic ip a c ió n de la n o -p le n itu d del ser p e r
so n a l: y la p re su n ció n , la a n tic ip ac ió n , n o m enos culposa e in fu n -
d a d a, de la p le n itu d q u e el cristia n o espera.
E l tra ta d ito de P ie p e r se h a lla constelado de certeras y p e n etran -
tes in te rp re ta c io n e s de los textos d e S anto T o m á s, ta n vigentes h o y ,
en m u c h o s de sus aspectos, com o en el siglo XIII. P ero la “ev ersión”
de esos tex to s al m u n d o actu a l, ta l com o P ie p e r la concibe y realiza,
¿ n o q u e b ra n ta , a veces, su sen tid o o rig in a rio ? E l celo p o r d e m o stra r
q u e el p e n sa m ie n to to m is ta d a o p o rtu n a y c o n clu y e n te re sp u esta a
las in te rro g a c io n es del p e n sa m ie n to c o n tem p o rán e o , ¿ n o co n d u ce e n
ocasiones a re su ltad o s h a rto d iscu tib les? A si acaece, a m i juicio, en
la co n sid e ra c ió n del p ecado com o “u n v iraje h a c ia la n a d a ” , eine
Hinwendung zum Nichts. F ú n d a la P iep er en u n pasaje de los co-
m e n ta rio s d e S an to T o m à s al M ae stro d e las S entencias : “D e u n
m odo m e ra m e n te n a tu ra l, la c ria tu ra d o ta d a de ra z ó n no p u ed e sus-
tra e rse a la p o sib ilid a d de p e c a r; pues, en c u a n to p rocede de la n a d a ,
h a c ia el no ser p u e d e o rie n ta rse su p o te n c ia ” (In I V libr. Sent.,
dist. X X III, q. 1). L a vigencia d e la filosofia d e H e id e g g e r — a la
cual se refiere e x p re sa m e n te P ieper, b ie n q u e p a ra “c o m p le ta rla ” des-
de u n a visión tra n s te m p o ra l del ser h u m a n o - co n d icio n a en exceso
ese m o d o de e n te n d e r la le tra de S an to T o m ás. E sa posible o rie n ta -
ción de la c ria tu ra ra c io n a l “h a cia el no ser'., im p e d id a en el status
comprehensoris p o r la u n ió n so b re n a tu ra l del ser h u m a n o con el ser
in fin ito de D ios, no se refiere, en m i e n te n d e r, a la .“ n a d a m etafisica'.,
sino al “no ser en D io s” que es el pecado, desde u n p u n to d e v ista
ontológ'ico. A si lo in d ic a o tra sen ten cia de S an to T o m á s, ta m b ié n
a d u c id a p o r P iep er, en la cu al el Doctor communis n ieg a q u e el ten-
d e r h a c ia la n a d a (in nihilum) sea p ro p io del m o v im ie n to n a tu ra l de
u n e x isten te q u e p rocede de la n ad a (ex nihilo) (de pot. Dei, V, 1).
ﻻ REACCION CRISTIANA 337
I » N o es tam poco correcta la afirm ación de q ue “el ﺀ٤ه،« ﺀvia to ris term ina con
la existencia corporal”, esto es, con la m uerte del cuerpo. Que en el Purgatorio
no deja el hom bre de ser via to r es sentencia com ún de los teólogos. Estos obscr-
vaciones criticas al lib rito de Josef Pieper m atizan , pero, no am enguan, el alto
juicio en que yo lo tengo. P ara u n católico actual, leer a Pieper es siem pre un
regalo.
»« Jou rnal d ’un cu ré ٥٠ ca m pagn e, pág. 137.
17 ló a n se los poem as “ a la esperanza” de estos dos últim os autores.
22
338 U ESPERA Y LA ESPERANZA
22 ¿Por qué en esta lista fa lta n nom bres españoles? E l lib ro C a to licism o d ia
tras d ia , de JT. L. A ranguren, contiene, creo, una" respuesta suficiente.
REACCION CRISTIANA 341
I I .- L a reacción protestad
»« Otros muchos libros podrían ser citados para ilustrar la reaccidn protestante
a la actual crisis del esperar humano - l o s de LOwith y Cullmann ya menciona-
dos. los de Toynbee, e t c .- j pero, como varias veces he dicho, mi propósito no es
agotar, sino indicar. A titulo de indicación, creo suficiente lo expuesto en este
capitulo.
CUARTA PARTE
LA ESPERANZA EN LA ESPAÑA
CONTEMPORANEA
¿C óm o espera, qué espera el h o m b re español? ¿E s el español u n
.ser q u e e sp e ra con ah in co , o u n c o n te m p la d o r no stálg ico y ؛actancio-
so d e su p ro p io p a sa d o ? A p rim e ra vista, las o piniones d isc re p a n am -
p lia m e n te . O rte g a h a h e c h o n o ta r a lg u n a vez q u e e n E sp a ñ a las es-
p e ra n z a s “ se a b rig a n ” , de p u ro v u ln e ra b les y q tie b ra d iz as q u e son.
A si lo a c re d ita ría n u e stro le n ^ ra je fa m ilia r. “ ¿ P o r q u é el español
e s c r i b í a O rteg a en 1 9 3 5 - h a sido y es casi siem p re u n desesperado
d e n a c im ie n to , es decir, que su desesperación no es algo q u e re s u lta
-de las e x p erien cias d e la vida, sino algo q u e p re v ia tn e n te tra e y con
q u e desde luego to m a to d o e n la vida, es decir, n o lo to m a ? ¿ P o r
q u é inclusive las g ra n d e s cosas q u e el español h a h e c h o h a solido
h a ce rla s ٥ la desesperada (N u m a n c ia , jo rn a d a s d e los co n q u istad o re s
de In d ia s, G u e rra de la In d e p e n d e n c ia )? ¿ P o r qué n o p ru e b a a adop-
t a r u n a a c titlid ra d ic a lm e n te d is tin ta , y e n say a so m eter su v id a al
tra ta m ie n to d e la e sp e ra n z a ? ” 1 E l le tto r español d e te sta ría el fu tu ro :
sie n te u n a v e h em e m e c o m p lacen cia “c u an d o e n c u e n tra algo d e h o y
h e c h o e n te ra m e n te con lo d e ayer. E so de que hoy n o sea hoy, sino
ayer, nos p ro d u c e u n fren esí d e e n tu sia s m o ... L a in n o v ació n , e l gesto
c re ad o r, ese a d e m á n co n q u e se su scita algo nu ev o sobre el h a z del
m u n d o , nos p arece casi, casi, u n g esto in d ecen te, in c o m p a tib le con la
d ig n id a d n acional.. ٥. D e a h í q u e el h o m b re de H is p a n ia suela “ ha-
cerse ilusiones sobre su pasado, e n vez d e hacérselas so b re su por-
v e n ir” ٥.
N a d a m ás o p uesto a estos juicios, e n a p arien cia, q u e las tesis sos-
te n id a s p o r A m é ric o C astro. M ás d e u n a vez h e a lu d id o a ellas en
las p á g in as preced en tes. “E l c re y e n te h isp a n o h a vivido e n la con-
fianza y e n la e sp e ra n z a ’. ; e n Ib e ria , “o se vive e n te n sió n d e proeza,
o e n espera de ocasiones p a ra re a liz a rla ” ; el español g e n u in o se dis-
tin g u e d e los re sta n te s h o m b re s d e E u ro p a por. la c re y en te in sta la . 12
(
Remito a las indicaciones bibliográficas hechas anteriormente.
ا
Véase mi libro E spaña com o p ro b le m a (Madrid, 1956), t. II, págs. 400 y si-
guientes, y E l liberalism o d o ctrin a rio , de L. Dfez del Corral (Madrid, 1945).
« Hubo una época de su vida en que también fray Luis de Granada fué un
،spero debelador del presente sensible. Véase mi libro L a a n tro p o lo g ia „ﺀla . h r .
d e tr a y L u is d e G ra n a d ..
U ESPERANZA EN IA ESPANA CONTEMPORANEA 355
M IG U E L ٥ E U N A M U N O 0 L A D E S E S P E R A C IO N
ESPERA N ZA D A
I .- L a experiencia decisiva
L a ex isten cia d el h o m b re M ig u e l de U n a m u n o fu é h o m ó lo g a d e
la ex isten cia d e l h o m b re R e n a to D escartes. N a d a ir r ita r ia ta n to al
« Comentarlo de The Nation al teatro de Strindberg: A dramatic Inferno, ju-
lio de 1912. CIt. en 5. T., XI (Ens., n , 897).
360 LA ESPERA Y ESPERANZA
U .-V m A EN ESPERANZA
E n la a v e n tu ra e sp iritu a l u n a m u n ia n a — a v e n tu ra , m u c h o m ás
q u e sistem a— la e sp e ra n za fu é 0 p re te n d ió ser el fu n d a m e n to d e la
fe. de la c a rid a d y d e la c o n d u c ta te rre n a l d e los h o m b re s. A rra n c ó
esa a v e n tu ra , com o sabem os, de u n U ltim o y ra d ic a l a n h e lo d e p e r.
v iv en cia co n scien te alle n d e la m uerte'. M as la e te rn a l p e rd u ra c ió n de
la co n cien cia h u m a n a , ¿seria posible sin u n D ios q u e la g a ra n tiz a se ?
D e nu ev o su rg e a n te n o so tro s la relació n lrom ológica e n tre U n a-
m u n o y D escartes : éste necesita a D ios com o g a ra n tia d e la v e rd a d
d e sus ra z o n es h u m a n a s : aqu¿l, com o fiador del c u m p lim ie n to de
su h u m a n a esp e ra n za . D e a h í q u e en el a lm a d e U n a m u n o v ay an
ju n ta s el h a m b re d e in m o rta lid a d y el h a m b re de D ios, y q u e ésta
.sirva de nexo e n tre la desesperación y la e s p e ra n z a : “D el an h elo 0
h a m b re d e d iv in id a d su rg e la e sp e ra n z a ; d e ésta, la fe, y d e la fe y
la esp e ra n za , la c a rid a d ; d e ese a n h e lo a rra n c a n los se n tim ie n to s d e
belleza, d e finalidad, d e 'b o n d a d " دد. L a o rig in a ria , fo n ta n a l defini-
ciOn d e S an P a b lo — la fe, “su sta n c ia 0 su p u esto d e lo q u e se esp era"
(Hebreos, X I, !)— , sirve d e m á x im o apoyo a la in tu ic ió n u n a m u n ia -
n a . P a rtim o s de esperar, y creem os p a ra q u e n u e stra e sp e ra n za n o
sea vana, p a ra q u e te n g a su sta n c ia y a p o y o : “ no es q u e esperam os
p o rq u e creem os, sino m ás b ie n q u e creem os p o rq u e esperam os. E s
la e sp e ra n z a en D ios, esto es, el a rd ie n te deseo de q u e h a y a u n D ios
q u e g a ra n tic e la e te rn id a d d e la conciencia, lo q u e nos lleva a creer
e n E l” ! ٥. N o n ieg a U n a m u n o la ex isten cia de u n elem en to cognos-
citivo en la fe ; al c o n tra rio , la afirm a, y a ella refiere la im posibili"
d a d d e u n a fe sin d o g m a s: “L a fe p u ra , lib re de d o g m as, d e q u e ta n -
to e scrib í e n u n tie m p o , es u n fa n ta s m a ”, dice ex p re sa m e n te. P e ro
su m ism o p u n to de a rra n q u e — la In tim a n ecesid ad de u n D ios fia.
d o r— le h a c e p re fe rir a la fe n o è tic a 0 g n ò stic a la fe p istic a o d e
.confianza, la fe e n la p e rso n a q u e h ace firm e lo q u e d e ella espera-
m o s : “se cree en q u ie n nos dice la v e rd a d , e n q u ie n nos d a la espe-
ra n z a " . E sa c re íd a re a lid a d p e rso n al es D ios, D ios d e n tro de nos-
؛Hermosura! ¡Hermosura!
descanso de las almas doloridas
enfermas de querer sin esperanza.
(“Hermosura”. A . p ., 27.)
as 5. 7\, XI (Ens., II, 917). ﻣﻞmismo ،٥ 5. 7\, X (Ens., n , 867) y ea “El Cris-
to de Velázquez” (A . p ., 265-266).
23 5. r . , XI (Ens., II, 896).
2* S. T., I ll (Ens., II, 689690).
ss “La eseacia de UD ser DO es 8٥lo el empedo ea persistir por siempre, como
DOS eased، Spiaoza, siao, además, el em¡rcfio por uaiversalizarse, el hambre y
la sed de eteraidad y de iafiaitud. Todo ser creado tleade DO sólo a co aservarse
.368 دل، S PE R A أ ،د E S PEK A X ZA
en si, sino a perpetuarse y, además, a invadir a todos los otros, a ser los otros sin
dejar de ser ،1, a ensanchar sus linderos al infinito, pero sin romperlos. No quiere
romper sus muros y dejarlo todo en tierra llana, contunal, indefensa, confundan-
dose y perdiendo su individualidad, sino que qtiiere llevar sus muros a los extre-
mos de lo creado y abarcarlo todo dentro de ellos. Quiere el máximo de indivi-
dualidad con el máximo de personalidad, aspira a que el Universo sea él. a Dios'.
خ IX; Ewt., 11, 844-845).
2« s. T ., X (Ens., II, 787). 1.0 mismo en la página 888: “Y el alma, mi alma
al menos, anhela otra cosa, no absorción, no quietud, no paz, no apagamiento, sino
eterno acercarse sin llegar nunca, inacabable anhelo, eter.na esperanza que eterna-
metite se renueva sin acabarse del todo nunca.”
27 5. T ., X (Ens., II, 888). Análogo pensamiento, referido al Infierno, en s. T.,
i n (Etts., II, 654): “El que sufre vive y el que vive sufriendo ama y espera, aun-
que a la puerta de su mansión le pongan el ¡Dejad toda esperanza!, y' es mejor
vivir 'con dolor que no dejar de ser .en paz.” Ya deefan lO escolásticos que otnne
« * ئ، bonum.
ع٠ S. T., I (Ens.. H, 1 ١.
MICUEL DE UNAMUNO 0 DESESPERACION ESPERANZADA 369
mi patria es la de maftanaj
?Teresa”, A . p., 339.)
Si e n c ad a u n . d e - los “a h o ra s ” e s tá - la e te rn id a d to d a , يcom o es
im a g in a b le q u e la ra íz d e u n a acción h u m a n a q u ed e flo tan d o e n la
c o rrie n te d e l tie m p o ? T e n g a m o s p resen te esta, d isco rd an c ia e n el pen-
sa m ien to d e U n a m u n o p a ra e n te n d e r el nreollo de su v id a e sp iritu a l.
¿E s in e x o ra b le la vivencia del tie m p o , com o lo es, su p u esta nues-
tra c o n te x tu ra psicofisica, su re a lid a d ? Y a conocem os la resp u esta
n e g a tiv a d e S an J u a n de 1.a C ru z , y a ella p arece a ten e rse u n verso de
M ig u el d e U n a m u n o . E n el an g u stio so tra n c e d e d e sc u b rir la posi-
b ilid a d d el p ro p io a n iq u ila m ie n to - e l “te m b lo r a n te la N a d a " — ,
el tie m p o m u e re p a ra e l h o m b re :
El alma es cementerio
y en ella yacen los que fuimos, solos.
h a m b rie n to d e D iv in id a d a c o m p a ñ a n te y s a lv a d o ra .* . L a p a la b ra
“ m e m o ria ” refiérese e n este caso a la m e m o ria h istó ric a , a la fa m a ;
m as n o p arece im p e rtin e n te a p lic a r ta n b e lla in te rro g a c ió n a la m e-
m o ria psicológica, a la d e l re c u erd o in d iv id u a l. Si, es posible “salv ar
e n D io s” a la m e m o ria , lo m ism o la m u e rta m e m o ria d e lo re a l q u e
la vivificante y co n so lad o ra m e m o ria d e lo posible, y es C risto q u ie n
n o s p e rm ite y ofrece esa m arav illo sa fa e n a d e salvación :
Que el recuerdo,
Seftor, es el espíritu: y dormirse
sobre la almohada del recuerdo es pida
que vale lo que cuesta. Es la memoria
flor de la eternidad: es, sobre el hueso
de tomo y peso. Idea-carne, y Tti eres
la memoria de Dios, el libro abierto
de los vivientes.
Vuelvo a lo mismo...
Mis pasadas esperanzas de recuerdos
han de ser, de lo futuro en el abismo,
recuerdos de esperanzas.
?’Polémica”, A. p., 394.)
S an J u a n d e la C ru z nos h a en señ ad o a e n te n d e r a M ig u el de
'U n a m u n o , y M ig u el d e U n a m u n o d e s p o j a d o d e sus d u d a s y e rro ,
res, re d u c id o a lo q u e v e rd a d e ra m e n te quiso ser desde lo q u e visible-
m e n te fué— nos a y u d a a p e n e tra r en San J u a n d e la C ru z . S in que-
re r v ien en a las m ie n te s dos b ie n conocidos versos d el Cancionero
inédito:
Juan de la Cruz, madreclto,
cara de sonrisa seria...
lig io s , d e la m o d e rn id a d : el d el h o m b re p a ra q u ie n su v id a es “ra-
z ó n ”, y la D iv in id a d u n a “s o b re rra z ó n " o “c o n tra rra z ó n ” in fin ita y
tre m e n d a . N o h a y q u e o lv id a r que,' e n c u a n to “h o m b re h istó ric o .؛.
U n a m u n o co m en zó sien d o - s u y a es la f r a s e - “algo asi com o u n
sp en cerian o '.. D e la im p o sib le c o y u n d a e n tre este cuasi-spenceriano
y el m o zo q u e e n la basilica b ilb a ín a d e l señor S a n tiag o in te n ta b a
re c o n q u ista r la p rim itiv a fe
- l a entrañada costumbre
que guarda eternidad en el momento—
y la p a rte m ás le v a n ta d a e im p e re ce d e ra de su p ro d u c c ió n p o é tic a ;
a q u e lla e n qtie la ra íz del c an to p re n d e m ás firm e y su av e m e n te
H a b la A ra n g u re n de u n " U n a m u n o m a lo g ra d o ” ; e l U n a m u n o
"sosegado, co tid ia n o , lim p io d e retó ric a s p ro te sta n te s y Jacobinas’., y
n o h e rm a n o d e L u te ro y K ie rk e g aa rd , sino d e fra y L u is d e L e ó n .
M IGUEL D E UNAMUNO 0 LA DESESPERACION ESPERANZADA 389
Consuelo en el desconsuelo,
razón de la sinrazón;
a la esperanza da suelo
firme desesperación.
(Cane., 735.)
ﻣ ﺎúltima fe al fin alcanza
cuando llega el corazón
desde la desesperanza
a la desesperación.
(Cane., 1.1Ó.)
No desalmes demasiado
que te desanimarás,
y yendo a desesperado
en desalmado darás.
(Cane., 6.3.)
(Cane., 41.)
Anàlogo sentimiento en los poemas 167 (“hoy, esperar a la esperanza’^, 494 (el
poeta pide al celaje de la mafiana un desfKrtar “al suefio de la esperanza m u erto
de nunca acabad’), 1.241 .08 suefios de su alma “viven de esperar el dia q u e ha
de mejer las edades —y hacer 8U8 suefios verdades - a l acabar la agonfa”) y 1.708
(la paz definitiva, sobrenatural y eterna, esperanza del alma).
En otros poemas canta Unamuno la accidn esperanzadora del dolor, del olvido,
de la exjjosicldn del corazón a los soles del mundo (Cane., .1.617) y hasta de la “buena
crianza’. (Cane., 1.056). Asf, cuando dice:
la cuerda de la esperanza,
que nos calza la vereda
coa olvido Î
(Carte., 264.)
y referida a la muerte de la esjjosa, en el 1.731:
(Cane., 141.)
Todas las mañanas nos traen el maflatia,
talos los momentos nos dan por.venirj
momentos, maftanas se vienen, se pasan,
y el mañana mismo hdeese por-ír.
.Tristeza infinita del tiempo que pasa,
juntos en la rueda diciembre y- abril!
(Cane., ةه.١
La espaciosidad y la temjwreldad muóstranse como condiciones necesarias y-
mutuamente conttactivas de la existencia del hombre:
El pasar del hombre lleva consigo el abandono de otras vidas jmsibles. y en,
ello TOnslste la mayor amargura de la soledad:
Todavfa la agonfa;
dste es el grito del alma,
twlavfa
unce al ayer el mañana
todavía
siempre... nunca... nada... nada
todavía
aun no... ya no... y se aguarda
lodavfa
hasta hoy 1pobre de mi almal
todavfa
desde hoy jcdmo se alargal
todavfa
(cuánto dura lo que pasa
todavfa 1
(Cane., 250.)
El tletnpo humano es “siempre” y “todavfa”, porque en ،1 se manifiesta, SU“ .,
slvamente, la condición eterna del hombre y, a la postre, nuestra metafisica rela-
d ò n con Dios :
(Cane., 78.)
y de ahi la angustia:
(Cane., IV.١
7.. IrracionalÍ8mo —más aparente y proclamado que real— como grito de re.
beldla contra .una razón que no procura consuelo al alma, y en la cual no deja
el alma de creer:
Me pasó la idea por la cabeza,
su sotnbra entera por el corazón;
cerrada de ojos, alma mia, reza,
sólo se vive con fe en la razón.
(Cane., 310.)
MIGUKL DE UNAMUNO o LA DESESPERACION ESPERANZADA 3 7 و
(Catte., 140.)
8. ٥ Individualismo radical, hasta en el momento de afirmar la comunidad de la
existencia humana:
¿Singularizarme? Vamos...
&>mo8 todos de consuno,
y en la pifia que fraguamos
yo soy nosotro, nos-uno.
(Cane., 519.)
9. « Existencia de un Unamuno “intrahlstórico”, subyacente al “unamunlsmo"
y constituido por aleación de una última e Insotwrnable spes naturaliter c/i^s،íaw٥,
e, recuerdo de una Infancia creyente sin desesperación y el poso de la vida fami-
liar en torno:
T I E M P O , R E C U E R D O Y E S P E R A N Z A E N L A P O E S IA
D E A N T O N IO M A C H A D O
amargura
de querer y n . poder
creer, creer y creer,
! .- P alabra e .١- e l t ie m p o
A p e n as in ic ia d a la le c tu ra d e u n lib ro d e A n to n io M a c h a d o , p ro n -
to se d e sc u b re e n él, b ajo figura diversa, u n m o tiv o c o n sta n te y sobe-
r a n o : el tie m p o . L a vivencia y la re a lid a d d el tie m p o h u m a n o tra n s ,
p a re ce n a la vez e n los te m a s q u e el p o e ta escoge, e n las m e tá fo ra s
a q u e re c u rre , e n la e s tru c tu ra q u e b ra d a y o n d u la n te d el p o e m a, en
la p e c u lia r eficacia d e la rim a sobre el oido m e n ta l d e l lector. T e m a s
d e A n to n io M a c h a d o son, re ite ra d a m e n te , la evocación, la n o stalg ia,
la sucesión d e la h u m a n a existencia, la fu g a c id a d d el in s ta n te , la
c o n d ició n te rm in a l e in e x o ra b le de la m u e rte , la a b e rtu ra d el v iv ir
h a c ia el fu tu ro , el c a rá c te r d e “to d a v ía ” q u e poseen e l trá n s ito y la
re a lid a d d e l h o m b re,, y al curso d e l lio m b re e n el tie m p o a lu d e n las
m á s frec u en tes y a rra ig a d a s m e tá fo ra s d e su o b ra p o é tic a : e l c a m i.
n o — ¿ c u á n ta s veces h a escrito e sta p a la b ra A n to n io M a c h a d o ? — ,
la g aleria, el rio, el m a r, im a g e n d e la m u e rte y d e l té rm in o in d é fin i,
ble. S e n ta d o u n d ía “al b o rd e del sen d e ro ” , sien te el p o e ta q u e la v id a
e n te ra se le resuelve e n tie m p o :
Ya nuestra vida es riempo, y nuestra sola cuita
son las desesperantes posturas que tomamos
para aguardar... Mas Ella no faltará a la cita.
(“Del camino”, P. c., 44.)
TIEM PO , RECUERDO Y ESPERANZA EN LA POESIA DE ANTONIO MACHADO 403
« I b i, pág. 1.285.
ا I b i, pág. 1.157.
406 LA ESPERA Y ESPERA NZA
La verdad es la esperanza.
- M I corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la prim avera-
B ogadra.
marinera,
hacia la mar sin rilara.
Anoche cu an d . dormla
soft،, I bendi« Uusidnl,
que era Dios lo que tenia
dentro de mi corazón;
q u . a la pena
da una es^ranza Infinita.
.com o si la e sp e ra n z a m ism a , p a ra ¿1 in e x o ra b le m e n te ja sp e a d a de
te m o r y d e a n g u stia , llegase a ser on ero sa e n su a lm a ?
A n to n io M a c h a d o , a lm a e n so led ad y p o e ta del tie m p o personal.
'Su d e licad a sen sib ilid a d h u m a n a y lirica le llevó a e x p re sa r poética-
m e n te los m o dos m á s sutiles y p ro fu n d o s del re c u erd o y la esperan-
ORTEGA Y EL FU TURO
A n te u n p e n s a d .r q u e ta n a s id a m e n te h a sab id o p e rc ib ir el v alo r
n o è tic o d e la m etáfo ra, no será in o p o rtu n o re u n ir las q u e él em p led
p a ra la d e scrip ció n d e su p ro p ia a v e n tu ra v ital. O rte g a h a sido pen-
sad o r, filósofo, escrito r. Si, ya lo sabem os. P ero, ¿cóm o vió él y cóm o
-quiso q u e los d e m ás v ie ra n su p e rso n al h a z a ñ a d e p e n sa r, filosofar
y e sc rib ir? T re s m etá fo ra s, to m a d a s las tre s d e la in a g o ta b le c a n te ra
h e lén ica , v a n a d a rn o s u n a p rim e ra clave. O rte g a , e n efecto, se h a
visto a sf m ism o com o c a z a d o r (Meditaciones del Quijote, 1914), com o
a rq u e ro (El Espectador, 1921) y com o n a u ta (P rólogo a la p rim e ra
e d ic ió n de sus obras, 1932). C a z a d o r: el h o m b re q u e se e sfu e rz a p o r
-cobrar la p ie za p e rseg u id a. A rq u e ro : el q u e p re te n d e clav a r la flecha
e n el b lan co previsto. N a v e g a n te : el q u e con su n a v e tr a ta de
a lc a n z a r e l p u e rto deseado. T re s a sp iran te s a l lo g ro d e m e ta s in c ie r.
ta s y sugestivas, tre s en am o rad o s de la n o v e d ad y la osadía, tre s am -
biciosos esc ru ta d o re s d e l p o rv e n ir. L a a p elació n d e lib e ra d a a esas m e-
tá fo ra s , ¿ n o in d ic a p o r si m ism a u n a a ltísim a y p e c u lia r e stim ac ió n
d el fu tu ro ? ¿Y no in c ita a in v e stig ar lo q u e el fu tirro fu é e n e l a lm a
d e q u ie n ta n sig n ificativ am en te quiso u sarlas? “L a e strttc tu ra de la
v id a com o fu tu ric id n es el m ás in siste n te leit-motiv de m is escritos'.,
-dice él m ism o en u n a n o ta confesional a Pidiendo un Goethe desde
dentro 1. N o s h alla m o s, pues, a n te u n o de los m ás cen trale s tem as
I . — V ro A HUMANA Y FELICIDAD
I I .- E l futuro y su fundamento
» Lo cual no quiere decir que O r t e , postule una torpe y fácil hostilidad “antl”
a»ntra el pasado. “Con el pasado . d i c e en otra p á g in a - no se lucha cuerjjo a
cuerpo. El jwrvenir lo vence porque se lo traga” (OC, IV, 205). Sdlo quienes saben
ser herederos pueden aspirar a la originalidad, esto es, a la evitación del pretérito.
ORTECA ï EL FUTURO 4 ﺀئ
I H .- L a p r e v is ió n d e l f u t u r o
p a ra ser .r ig in a l. Y m u c h o m enos to le ra b le es la m e d u la r te n d e n c ia
d e l p ro g resism o «a e x istir a cargo de la p o ste rid a d , d e ja n d o la p ro .
p ia v id a sin c im ien to s, ralees n i en caje p ro fu n d o " ; n e g a n d o , e n sujna.
e l v alo r y la re sp o n sa b ilid a d d e la o b ra p resen te. “E l señ o r L o eb , y
-con él 'toda su g en eració n , a c u e n ta d e q u e e n e l p o rv e n ir se v a a
lo g ra r u n a fisica de la v id a m o ra l (m e d ia n te u n a a m p lia c ió n al hom -
b re d e la te o ria de los tro p ism o s biológicos), re n u n c ia a te n e r él, e n
su d ía p re sen te , u n a v e rd a d sobre la m o ra l" (OC, V I, 22-23). T a l p ro .
ceder, h ijo 0 n ie to d e la “ m o ra l p ro v isio n a l" d e D escartes, h a sido
“el opio e n to n te c e d o r d e la h u m a n id a d " , e l c lo ro fo rm o q u e ad o rm e-
ció a l eu ro p eo y a l a m e ric a n o “p a ra esa sensación ra d ic a l d e riesg o
q u e es su sta n c ia del h o m b re ” (OC, V , 302). E l p ro g resism o h a in v i,
ta d o al h o m b re a irresp o n sab iliza rse, a tu m b a rs e a la b a rto la ; in d u ,
cien d o a c reer “q u e y a se h a b ía llegado a u n nivel h istó ric o e n q u e
-no c ab la su sta n tiv o retroceso, sino q u e m e c á n ic a m e n te se a v a n z a ría
h a s ta el in fin ito , lia aflojado las clavijas de la c a u te la h u m a n a y h a
d a d o lu g a r a q u e irr u m p a de nu ev o la b a rb a rie e n el m u n d o '. fOC,
V , 328). D esp reo cu p ad o del fu tu ro , el p ro g resista h a vaciado a l m u n .
.do d e proyectos, an tic ip ac io n e s e ideales (OC, IV , 168-169).
T o d o esto su b lev a a O rteg a. N o n ie g a q u e e l h o m b re progrese,
p ero si q u e su p ro g reso sea n ecesario e in e x o ra b le (OC, V , 302); el
p ro g resism o p u e d e ser cierto, dice, e n re la ció n c o n el p asad o , F .
es falso c u a n d o se le refiere al p o rv e n ir (OC, V I, 477). E l h o m b re
crece e n la h isto ria , p ro g re sa ; p e ro si esa p ro g resió n es h a c ia lo m e-
jo r, sólo ٥ posteriori p o d rá saberse (OC, V I, 41). F re n te al fu tu rism o
falso y u tó p ic o de la id eologia p ro g resista, el fu tu rism o de O rte g a
afirm a co n to d a resolución el v alo r su sta n tiv o d e l p re se n te y el de.
re c h o del h o m b re a la o rig in a lid a d p ro p ia , a la n o v ed ad . “V e rd a d es
lo q u e a h o ra es v e rd a d , y n o lo q u e se va -a d e sc u b rir e n u n fu tu ro
in d e te rm in a d o " (OC, V I, 22); es preciso e la b o ra r u n a filosofia p a r.
-tiendo, com o d e u n p rin c ip io fo rtn al, d e e x c lu ir las calen d as g rie g a s;
y c o n tra el u to p ism o falso de c reer q u e lo q u e el h o m b re desea es,
sin m ás, posible, h a y q u e le v a n ta r el b u e n o , a rrie sg ad o y fe c u n d o
u to p ism o d e los h o m b re s que, sin ilusiones, conociendo lú c id a m e n te
el v e rd a d e ro alcance d e sus recursos, sab en p ro p o n e rse im p o sib le s:
“ ﻣ ﻞUnico q u e n o lo g ra n u n c a el h o m lire es p re c isa m e n te - s e a d i.
.cho e n su h o n o r— lo q u e se p ro p o n e. E s ta n u p c ia d e la re a lid a d con
el in c u b o d e lo im p o sib le p ro p o rc io n a al u n iv erso los Unicos au m en -
to s d e q u e es susceptible” (OC, V , 434-435). C o n d e n a d o el h o m b re a
n o h a c e r sino lo q u e es fá c ilm e n te h ace d e ro , posible, la v id a se vacia
.y se m e te e n ella la an g u stia. N o o b s ta n te su p ro c la m a d o finitism o
ORTEGA Y EL EUTL'RO 427
I V .- E l f u t u r o y la e sp e r a n z a
28
C a p ít u l o IV
L A E S P E R A N Z A E N L A P O E S IA E S P A Ñ O L A A C T U A L
E s p a re ce r c o m ú n q u e la a c tu a l poesia e sp añ o la - p r e s i d i d a p o r
la a ltís im a figura de J u a n R a m ó n J i m é n e z - a rra n c a d e tres n o m b re s
fo n ta n a le s : R u b é n D ario . A n to n io M a c h a d o y M ig u el d e U n a m u n o .
A q u é l afirm ó re su e lta m e n te la e sp e ra n za desde la v id a y fre n te a la
v ida. E n v e rd a d , n'o seria d ifícil d e sc u b rir el q u e jid o de la a n g u stia
e n la tra m a d e su o b r a ؛p ero la situ a ció n h istó ric a en q u e existió
- e n ella, ¿ n o se escribía con in ic ia l m a y ú sc u la la p a la b ra “V id a ” ?—
y su ra d ic al co n d ició n de a m e ric a n o — p a te n te siem p re, h a s ta c u a n d o
m ás fran cés e ra el i n d u m e n t o - d ie ro n claro y sonoro p re d o m in io a
la ex p resió n de la esp eran za. R u b én , c a n to r d e l o p tim ism o , la vida y
la e sp e ra n z a : todos lo saben.
B ien d istin to fué el caso de M ig u el de U n a m u n o y A n to n io M a.
ch ad o . O tra situ a ció n religiosa e h istó ric a — E sp añ a, “g en eració n
del 98"— y u n a estim ac ió n d e l v iv ir m ás in tim is ta y cavilosa, má3
a te n ta , p o r consecuencia, al en su eñ o y a la “so b rev id a.’ q u e al d ia rio
su ce d e r de la carne, h ic ie ro n m enos seg u ra y o p tim ista su afirm ación
d e la esp eran za. U n o y o tro vivieron b u sca n d o y esp e ra n d o a D io s:
u n D io s d e cu y a ex isten c ia no d u d a b a n , p ero cu y a c o m u n ic a tiv id a d
n o a c a b a b a n de a d m itir. L a e te rn id a d en q u e a rra ig a n la m e m o ria
y la espei-anza del h o m b re fu é p a ra ellos u n a re a lid a d m ás posible
y f u tu r a que real y p resen te. A si, la e x isten cia te rre n a , c a re n te de
apoyo eficaz, c o n sta n te m e n te re fe rid a a l p o rv e n ir — y, e n definitiva,
a u n a m u e rte sobre la cu al n a d a cierto se sabe y n a d a firm e se cree— ,
d e ja d e ser m e ra inquietudo y se h a ce v e rd a d e ra angustia, a u n q u e
ésta sólo sea p sico ló g icam en te v iv id a c u an d o el a lm a q u e d a e n radi-
cal soledad consigo m ism a. R eferid a al o b je to de la e sp e ra n za del
a n g u stia d o , la a n g u stia se tru e c a e n desesperación. “ In q u ie tu d de la
desesp eran za a b so lu ta ” , la lla m ó U n a m u n o .
LA ESPERANZA EN POESIA ESPAÑOLA ACTUAL 435
L a e sp e ra n z a de D i.n ís ío R id ru e jo h a t e n i d . e n su . b r a p o é tic a
tre s etap a s : ilusión, d esengaño, tra sce n d e n cia . H u b o u n tie m p o e n
؟ue h a s ta el p rim o r p a re cía h u m a n a m e n te re b a sa b le : “E l m u n d o era-
u n e m p e ñ o que te n ia su fo rm a - n o del to d o aca b a d a n i e v id e n te ,
— p o n ie n d o a lo perfecto la sal de lo fu tu ro '. (Umbral de la madurez).
Q u ie n ta n a lta h a pu esto su e sp e ra n z a te rre n a , ¿ d e ja rá d e contem -
p ia r la ru in a de ésta c u a n d o la re a lid a d le v a y a m o stra n d o lo q u e es-
y lo q u e no es? “E r a h o n d o cataclism o la e sp e ra n z a .’, dice el poeta,
re c o rd a n d o esa a ce rb a e x p erien c ia (E legías ٥ la tierra, I). N o m u e re ,
sin em b arg o , la e sp e ra n z a del p o e ta ; la u to p ia se tru e c a e n posibili-
d a d tra sc e n d e n te , e n p u e rto d e u n definitivo re to m o - c u a n d o se h a
d e ste rra d o del tie m p o , la E d a d d e O ro “espera e n el esp irittj a que-
el h o m b re reg rese”— , y el v iv ir del h o m b re d escu b re q u e siem p re
es to d a v ía : “P ero ta m b ié n soy c a rn e c u a n d o can to , — y la c arn e se
o b stin a y c la m a : to d av ía. —T o d a v ía . Y su gozo va p e rsu a d ie n d o al
a lm a — q u e c u e n ta y m agnifica los U ltim os te so ro s... —T o d a v ía . .Q u é
m o ld e d e e s p e ra n z a — ؛T o d a v ía . Y los tro z o s carg ad o s de sentido-
— re c o m p o n e n su im a g e n y re s ta u ra n su gusto... E s el “to d a v ía ” del
h o m b re q u e q u ie re v iv ir y h a visto e n D ios el fu n d a m e n to y el des-
tin o de su tie m p o e n la tie rra (Todavía).
A c e p ta n d o el esq u e m a d e D á m aso A lonso, ¿ lla m arem o s a Ga-
b rie l C elaya “p o eta d e sa rra ig a d o ” ? N a d a m ás obvio. E l m ism o re-
c la m a ria u n p u e sto d e v a n g u a rd ia e n la legión d el d e sa rra ig o : “d en -
tro d e m i d esatas las olas sin d estin o , — la n a d a p u ra y lib re ", dice
a su p ro p io co ra zó n (Primer dia del mundo). R ep itam o s, sin e m b ar-
go, n u e stra p re g u n ta : la e x isten c ia del p o e ta G a b rie l C elaya, ¿es
siem p re y sólo a n g u stia 0 d esesp eran za? L o d u d o . Q u ie n n o se re-
sig n a a q u e su e x istir sea m e ra pasió n in ú til: “N o p u ed o , no q u ie ro ,
— n o tie n e sen tid o - q u e ta n to n ta m e n te m e h u n d a e n el vacio” (Las
cosas como son); q u ie n ve e n la Poesia “ u n in s tru m e n to p a ra tra n s-
fo r m a r e l m u n d o '., y h a c ia ese fin d isp ara la fu e rz a d e sus versos;
q u ie n escribe “Q u iero ser e n los otros. Q u ie ro m o rir p o r algo” (Lo
demás es silencio), ése, a u n q tie tra te d e co n v en cem o s de q u e su se-
c reto U ltim o es la desesp eran za, vive y c a n ta esp eran d o . E s hom bre,,
e n su m a, cuyas raíces v a n m ás allá de lo que él piensa.
L a e sp e ra n z a de B las d e O tero - o t r o poeta, g ra n p oeta, d el des-
a r r a i g o - n o p arece ser sino b ú sq u e d a d e se sp era d a : “D esesperada-
m e n te , d igo y sigo —b u sca n d o , sin sab er p o r qué, en lo h o n d o ” (Igual
que vosotros). P ero esta in d u d a b le desesperación, ta n p ró x im a a la
d e U n a m u n o , ¿ te n d r ía sen tid o si el p o eta n o la viviese d e n tro d e u n
d e stin o q u e la explica y tra sc ie n d e ? “T a re a p a ra h o y : d e m o s tra r
LA ESPERANZA EN LA POESIA E S P A S o LA a c t u a l 44ل
Todavta Ja agonia;
este €8 el grito del alma,
todavía
unce at ayer è mañana
todavía
siempre... nunca... nada... nada
tra v ia
hasta hoy )pobre de mJ alma,
todavía
desde hoy |c ٥mo se alarga!
todavía
.cuánto dura lo que pasa
todavía!
ANTROPOLOGIA DE LA ESPERANZA
N . es u n a z a r q u e ta n to s pu eb lo s h a y a n vís'to e n e l v erd e e l co-
lo r de la esp eran za. E l cam p o e n p rim a v e ra y el m a r, fu e n te s p rin -
clpales d e n u e stra e x p e rie n c ia d e “ lo v erd e'., so n re a lid ad e s cu y a
m e ra percep ció n suele a b rir el á n im o h a c ia el fu tu ro p ro p io ٤. T a m -
poco es p u ro a z a r, seg ú n esto, q u e el e m p eñ o de tr a ta r de m a n e ra
p e rso n a l el te m a d e la e sp e ra n z a m e h a y a tra id o a las m ien tes u n
verso d e A n to n io M a c h a d o :
C U E R P O Y E S P IR IT U E N E L A C T O O E E S P E R A R
« w . Stern, Psychologie der frühen K iiM eit, 3.» ed. (Berlin, 1923), págs. 78 >٠
.siguientes.
462 LA ESPERA Y LA ESPERANZA
18 CJt. por Rof Carballo en Cerebro interno y mundo emocional, pág. 136.
1» H. Plessner, ﺀآ هStufen des Organischen und der Mensch (Berlin y Leipzig,
1928).
CUERO Y E SPÍR IT U EN EL ACTO DE ESPERAR 47،
N . creo in a d e c u a d o h a b la r - c o m o se h a b la de d is te rm ia y d isti-
m i a - d e la diselpidia (de elpis, la esperanza), p a ra d e sig n a r los div er-
sos estad o s en q u e la c ap acid ad de e sp e ra r se h a lla p a to ló g ic a m e n te
p e rtu rb a d a . E n la e n fe rm e d a d h u m a n a h a y , e n efecto, d iselp id ias
h ip o tó n ic a s e h ip e rtó n ic a s. E n las p rim era s, la d esesp eran za prevale-
ce e n el e stad o de á n im o del p a c ie n te : ta l es el caso d e las d e p r e s i ,
n es vitales (Staudei., l ^ p e z Ibor), d e la a ste n ia (Beard,, p . J a n e t, A le .
x a n d e r y Portis), de la e n fe rm e d a d d e A d d iso n , de c iertas lesione»
d e stru c tiv a s del lóbulo fro n ta l y del diencéfalo, d e los sín d ro m e s h ipo-
tiroideos. F re n te a estos estados de d iselp id ia h ip o tó n ic a h a y q u e
p o n e r las d iselp id ias h ip e rtó n ic a s, e n las cuales el e n fe rm o espera
d e sm e d id a y d e so rd e n a d a m e n te . L os análisis an tro p o ló g ico -ex isten .
ciales de L . B in sw an g er h a n p u esto de relieve la ex isten cia d e u n a
relació n psicológica e n tre la p e c u lia r te m p o ra lid a d d e l flujo d e ideas
y el m o d o de e sp e ra r el c u m p lim ie n to de los deseos p ro p io s ٥٠. E l
d esafo rad o m o d o d e e sp e ra r d e los p a ra lític o s generales h a sido des.
crito en to d o s los tra ta d o s de P s iq u ia tria ; y a u n c u a n d o el d e so rd en
e lp id ico sea m ás com plejo, n o p o r ello re su lta m enos e v id en te e n e l
h ip e rtiro id ism o , según las investigaciones de A le x a n d e r, H a m y C ar-
m ic h a e l ٥٠. L os d a to s acerca de la e s tru c tu ra biológica del e sp e ra r
h u m a n o q u e a n te rio rm e n te h e co n signado, p e rm ite n in ic ia r u n a in-
teleccidn fisiopatolàgica d e los diversos sín d ro m e s diselpidicos.
ا هHay, según Santo Tomás, dos modos de conocer el futuro: por su causa
y en 8، mismo. Si la mente sabe la causa de un evento, podrá conocerlo de ante-
-mano, bien per certam s c à tia m , como uno sabe que el Sol saldrá al dfa siguiente,
bien per coniecturatn, como el médico sabe que un enfermo sanará. As، conocen el
futuro los hombres y los ángeles. El conocimiento de las cosas futuras in seipsis
-está, reservado a Dios (I, q. 57, a. 3).
478 LA ESPERA Y LA ESPERANZA
„ . - P regunta y creencia
ﺀj. Marfas: Introducción ٥ la Filosofia (Madrid, 1947), pág8. 11, 40, 83, 114-
116, 119, 126 y 179, y / مestructura social (Madrid, 1955). p á g . 125-147.
1« ٠٥ sacramentis, 1. I, P. X (P. L , CLXXVI, 351). Cit. por Ad. Tanquerey,
.Synopsis Theologiae Dogmaticae Fundamentalis (Paris, 1927), t: I, pág. 37.
494 À ESPERA Y ESPERANZA
27 ﺀأه
fröhliche Wissenschaft, n i, ،24.
2» Erläuterungen zu Hölderlins Dichtung (Frankfurt. ،951), pág. ،.٥
٠ .«. F. Bollnow, “Der Begriff des Heilen”, en 5 ا،« ه، ا٠». Beiträge zur phätto-
menologüchen Ps٥chologie und Ps٥cho$athologie. 1 ة و ا٩١٠ IL
ﻟﻢﺀP R O Y EC T O , PREG U N TA y ESPERA 507
IV .— Pregunta y comunidad
٥٥ Wesen und Formen der »اﻻﺀ،هﺀ،( ﺀ'أﻟﻢBonn, 1922) y Der Formalismus ili der
Ethik und die materiale Wertethik (2.. cd., Halle, 1921).
33 Ich und ٥ « (1923). He inanejado la traducción francesa : Je et Tu (Pa-
ris, 1938).
5 !0 ESPERA Y ESPERA NZA
٥٠ M. Chastaing, L ’existence d’autrui (Parfs, 1و5 ) ا, pág. 314. Víase también
Lenguaje y realidad, de w . M. Urban (trad, cast., México. 1952).
5» M. Buber. Je ٠، pig. 113.
»« Basten aqut estas sumarias indicaciones acerca del ingente problema del
“tú”. En mi curso Teoria del prójimo. Proyecto de una Plesiologia (Madrid, 1955.
19^) lo he tratado con la extensidn que requiere. Algdn dia Intentari dar definitiva-
forma escrita a esas lecciones.
EL PROYECTO, LA PREGUNTA LA ESPERA 511
LA ESPERA Y LA ESPER A N ZA
اN . deseo que mis palabras parezcan una diatriba contra el modo circuns-
pectivo de esperar. Sin ،1 no serian posibles muchas formas de convivencia que
todos reputamos imprescindibles. Cuando esos “intereses propios” de la espera son
٠ la vez “intereses comunitarios”, el esperante se convierte en funcionario ejem-
piar, una de las grandes creaciones del mundo moderno.
7 De nuevo remito al estudio L’expérience du vide, de j . M. Kijm.
524 LA ESPERA آ ESPERANZA
ella, diría H eidegger- nos es absolutamente impuesto; por eso el hombre ﺀﺀml.
s٤٥n (Zubiri): pero el “llamamiento.’ a realizar de un modo personal esa misión
nos es sólo propuesto (Ortega, Zubiri). Ahora bien: a ese “modo personal” de reali-
zar la misión que tenetnos y somos pertenece algo que es genéricamente humano.
Existir o no existir no me ha sido propuesto, pero si el ser veraz 0 no serlo.
18 Hay personas cuya Indudable grandeza consiste en sentir de manera eml.
nente su vocación de “mero hombre”. Quien, por ejemplo, ha hecho “voto de obe.
diencia”, puede vivir en este mundo de un modo “auténtico” ejecutando los queha-
ceres más diversos. ﻣ ﺎestrictamente personal de su vocación está más allá de
“este mundo”.
LA ESPERA Y LA ESPERANZA 527
811yo ese sentir. M as aquel que sienta, adem ás, una vocación especifica, h a rla do-
blentente suyo ese verso cam biando el t.erbo “am ar” por el q ue exprese su personal
q u erencia: p in ta r, com poner m úsica 0 contem plar los astros.
El probletna teológico de la ordenación de los “bienes p articulares” a l “sum o
b ien ” - D i o s , que en su infinitud trasciende y asum e todo bien posible— h a sido
m agistralm ente estudiado por el padre s. R am írez, 0 . p., en ٠ ﺀh o m in is b e a titih
d in e, II (A latriti, 1943), pàgs. 297-309.
LA ESPERA LA ESPERANZA 52و
tia rse re a l y sen sib lem en te. L os m édicos y los psicólogos d escrib en ,
p o r su p a rte , e l se n tim ie n to de la an g u stia. E ste consiste casi siem p re
e n la v ivencia de u n a h o n d a a m e n a z a c o n tra la u n id a d del y o : sien,
te el e n fe rm o q u e e n aq u el m o m e n to to d o le p u e d e pasar, q u e to d o
e n su e x isten c ia es posible, y p o r eso te m e p e rd e rse a si m ism o. M e-
nos veces p ro ced e la a n g u stia psicológica de la p re s u n ta in m in e n c ia
d e la m u e rte . A l c o n tra rio : en las crisis d e a n sie d a d o b s e r v a L ó ٠
p e z I b o r - “la id e a d e la m u e rte va a c o m p a ñ a d a d e la e sp e ra n z a d e l
descanso y del reposo, q u e n o se e n c u e n tra n p o rq u e los socava la an-
g u stia ” ٤٥. E x iste , e n fin, la a n g u stia in m e d ia ta m e n te s o m á tic a : pre-
co rd ial, re sp ira to ria , v e rtig in o sa , etc.
¿ E s p osible te n d e r u n p u e n te e n tre la concepción o n to lò g ica y la
visión psicológica d e la a n g u stia ? P a ra in te n ta rlo ex am in em o s de
cerca las dos situaciones reales en q u e m ás fre c u e n te m e n te ap arece
la v ivencia a n g u stio sa : el se n tim ie n to de la diso lu ció n d e l yo y la
co n sid e ra c ió n de la m u e rte p ro p ia .
¿Q u é es lo q u e a n g u stia al e n fe rm o n e u ró tic o o tim o p á tic o que
sien te a m e n a z a d a la u n id a d y la c o n tin u id a d de su yo? A p rim e ra
vista, “ d e ja r d e ser” ; en re a lid a d , “d e ja r d e ser él". T rá ta s e de u n a
“ vivencia d e d esp erso n alizació n '., e q u ip arab le a la q u e e x p e rim e n ta n
los esq u izo frén ico s y, y a d e n tro de la n o rm a lid a d d e la v id a pslqui-
ca, los adolescentes. M u y c la ra m e n te lo h a n d e m o stra d o , p o r lo q u e
a ta ñ e a estos U ltim os, las bellas investigaciones psicológicas de M a rc o
M e re n c ia n o ٥٥. A lgo sem e ja n te p u e d e decirse de la a n g u stia de la
m u e rte . C u a n d o ese se n tim ie n to surge, ¿q u é nos a n g u stia e n él?
C ie rta m e n te , u n a “n a d a " : el “n o ser” , la “n a d a " de to d a s las posi-
b ilid a d e s de ser q u e yo p u e d o p ro y e c tar, la defin itiv a “im p o s ib ilid a d ”
d e to d as esas “p o sib ilid a d es” m ias ٥٥. P e ro el “ser” a q u e a fe cta ese
“no ser” d e la m u e rte , ¿es la e n te ra re a lid a d d e “m i ser"? L a “n a d a ”
a n te la cu al m e p o n e m i m u e rte , ¿es la “n a d a " simpliciter, la “n a d a ” ,
to ta l o a b so lu ta, o sólo el “no ser" d e m is po sib ilid ad es p ro y ectab les?
N o lo sé, y este n o sab er es lo que re a lm e n te m e a n g u s tia : m i an-
g u stia a n te la m u e rte consiste en u n “n o sab er lo q u e va a ser de
m i” . N o creo q u e a n a d ie h a y a a n g u stia d o de veras e l c o n sid e ra r
q u e D ios, e n u n acto d e su potentia absoluta, p o d ría re d u c ir la Crea- 234
22 La angustia vital, pág. 130. Puede verse en esta .b r a , ju n to a las ideas del
au to r, u n a am plia exposición de Jas diversas opiniones actuales sobre la angustia.
23 Psicopatologia de طadolescencia (Valencia, 1947).
24 Sobre la relación entre el “ im pulso tanático " (Todestrieb) del psicoanálisis
freudiano y la “an g u stia an te la n ad a”, véanse los articulos de y . E. von Gefasattcl
en Studium generale, I Ja h rg . (1948), pág. 258, y n Ja h rg . 1950) ؛, pág. 273, asi
como los de H. Pliigge e ¿ Psyche, 4 (1950), pág. 321, y 5 (1951), pág. 433.
534 ESPERA Y ESPERANZA
V e R ilk e en la e sp e ra n za no m ás q u e u n a evasión a n te la n u d a
ex isten cia, u n recurso m e d ia n te el cu al el h o m b re a d o ce n a d o esca,
m o te a la asp e re za d el p re se n te : ese “d u ro p re se n te ” que h a y q u e
q u ita rse a d ia rio “com o u n a d e n ta d u ra p o stiz a'.. M ás q u e “e sp e ra r” ,
e l d e b e r d e l h o m b re es “sostenerse'., e x istir resistiendo. L a e sp e ra n za
es “u n a ilu sió n p elig ro sa” , esc rib irá A . C am u s أ. Y en c u a n to a H e i.
d e g g er y S artre, d ic h o q u e d a lo suficiente. L a g ra n d e z a d e la ex isten -
cia h u m a n a seria p a ra to d o s ellos la reso lu ció n sin esp e ra n za , la
creación desesperada.
P ero e n el seno d e esa c re a d o ra a n g u stia h a b itu a l n o h a d e ja d o
n u n c a d e b rilla r u n a ch isp a de esp eran za, l e o p a r d i siente de cuando-
en c u a n d o q u e e n su a lm a a rd e in so sp e c h ad a m e n te la ilusión. L au-
tré a m o n t, u n o de los m ás resueltos c an to res de la desesperación sis-
te m á tic a , escribe al fin de su c o rta v id a : “C a n ta r el h astio , los dolo-
res, las triste z as, la m u e rte , la so m b ra, lo som brío, etc., es e m p eñ a rse
a to d a costa en n o v e r m ás q u e los p u eriles reversos de las cosas...
H e a q u i p o r qué yo h e cam b iad o to ta lm e n te de m éto d o , p a ra no can-
ta r sino la espera, la esp e ra n za , la calm a, la d ic h a, el d e b e r” ٥٠. Los
3» Asi acontece con tanta frecuencia que el hombre supercivilizado —el qtic
más ha vivido históricamente— sea tnucho más un “funcionario” que una “per-
sona”.
»« “En torno al problema de Dios”, en Naturaleza, Historia, Dios, págs. +5Ö.
466. Estos textos fueron publicados por vez primera en 1935. La obra de Sartre
ha venido luego a repetirlos parcialmente (“la existencia humana misma es liber-
tad”) 0 a confirmarlos de facto (“sin religación y sin lo religante, la libertad seria
para el hombre la máxima desesperación”). Recuérdese también lo diclAO acerca
.del ateismo y el antltelsmo de Sartre.
542 LA ESPERA Y LA ESPERANZA
I V . - L a esperanza natural
¿Qué sentido tiene este decir? Ahora lo vemos claro. Quien aguar-
da, desespera, porque no hay espera enteramente exeirta de insegu-
-ridad y desesperanza. Quien desespera, no alcanza, porque si la deses.
peración y la desesperanza ganan intensidad, conducen a la total pa-
rálisis de la actividad personal que siempre requiere el logro de lo es-
perado: “A Dios rogando y con el mazo dando”, “Fiate de la Virgen
y no corras", enseña la sabiduría gnómica del pueblo español. La
conclusión se impone: “Por eso es bueno esperar y no perder la es.
peranza.” Lo acertado es aguardar esperando confiada y artivamen-
te. “La fe, el amor y la esperanza, todo ello está en la espera (en el
-aguardo)”, canta el verso de Eliot.
Estas precisiones iniciales nos permitirán estudiar con mayor cla-
ridad los diversos puntos que el presente apartado comprende: des.
cripción, objeto, sujeto, ascética y deformaciones de la esperanza
natural.
§1. Repetiré la definición de la esperanza natural anteriormente
35
546 ESPERA Y EA ESPERANZA
m .m ent. da. En su raíz, esperar es saltar c.n los ojos abiertos desdo
el presente concreto hasta el Ultimo fondo de la realidad. Con los ojos,
abiertos, porque el salto nunca puede ser seguro; hasta el fondo mis-
mo de la realidad, porque, pese a nuestras Insegtiridades y cautelas,,
confiamos en su fundamentalidad y en su “obsecuencia'.. La más
humilde, cotidiana y determinada de nuestras esperanzas -volvamos,
a nuestro ejemplo: la que subyace a la espera de quien ha pregun-
tado a otro “¿Qué hora es?”— lleva realmente en su entraña una-
sutil referencia a ese fontanal y envolvente fundamento del “todo de
la realidad".
SegUn esto, ¿50„ل0 ﺀesperanza? “La esperanza es la estofa de que
está hecha nuestra alma’., dice G. Marcel; "La esperanza es el Ulti-
mo fundamento del alma", afirma Bollnow; “La originaria consti-
tución temporal de la vida humana está determinada por la espe-
ranza", añade este Ultimo. ¿Es asi? Es preciso afinar algo más la
a^ideza visual. La “estofa', y el “Ultimo fundamento.’ de la vida in
via no es la esperanza (espérance), sino la espera (espoir), en cuanto
pretensión de un “ser futuro', basada sobre la parcial posesión del
“ser presente” ; pretensión en la cual late por modo constitutivo la
tensión “seguridad-inseguridad., de la fianza. La esperanza genuina,
nunca vivida como absoluta “seguridad’., es el 'hábito de la segunda
naturaleza a que naturalmente tiende la espera y en el cual ésta se
transforma cuantas veces la constitución psicosomàtica, la situación
histórico-social, el tipo de la vida personal y, en Ultimo extremo, la
libre voluntad, no actUen eficazmente contra tal tendencia; esto es,
cuantas yeces la fianza de la espera no se convierta en angustia y
desesperanza habituales. Opone Bollnow la esperanza al “cuidado” o
“cura” (Sorge) de la analitica existencial de Heidegger. “La esperan-
za - e s c r ib e - es más originaria que el cuidado, y sólo en el hori-
zonte de la esperanza puede ser rectamente concebido este Ultimo...
Sin esperanza, toda resolución se lanza contra el vacio... El cuidado
debe ser siempre rebasado por una esperanza que le soporte y en.
vuelva.” Bollnow es victima de una extendida y cómoda tendencia
a la “estratificación" de la realidad. En rigor, la esperanza es siem-
pre más o menos “cuidadosa” (y en esto tiene razón Heidegger), y el
“cuidado” es siempre más o menos esperanzado (en lo cual acierta
Bollnow). La radical inquietudo de una existencia libre y futuriza-
dora tiene que ser a la vez esperanza y angustia, asi en los casos de
esperanza más viva como en los de más amarga desesperanza. En la
concreción de su vida individual, el hombre se siente esperanzado ٠
ESPERA Y ESPERANZA 55ئ
Teilhard de Chardin ٠ c٠n .tro que alcance una doctrina más cer-
tera y sat-isfactoria de la evolución. ﻣ ﺎimportante ahora es descubrir
que ya en el orden n a tu r a l- y también en el sobrenatural, según el
capitulo VIII de la E.pistola de los Rom anos-, el sujeto de ia espe-
ranza humana es un “yo en el universo'. ؛o mejor, un “yo con el uni-
verso”. El proceso de la esperanza trasciende al. cosmos, porque es es
piritual; pero, trascendiéndolo, lo asume. Como diria Le Senne, lo
''transasciende”.
§ 4. ¿Cuál es la dinámica de la esperanza en la existencia real
del hombre? ¿Cómo se adquiere, cómo se sostiene, cómo se pierde
la esperanza? El hombre no puede no esperar, Jjorque la “espera.,
pertenece a la constitución misma de su existencia, pero puede esperar
con esperanza o con desesperanza. Cuando Marcel y Bollnow dicen
que la “esperanza., (espérance, Hoffnung) es la estructura fundamen-
tal de la existencia humana, se refieren, sin suficiente discernimiento
léxico, al hábito metafisico de la “espera" (espoir). Esta es la que en
realidad condiciona la estructura elpidica de nuestra existencia. La
“esperanza” en cuanto tal, hábito de la segunda naturaleza, puede
adquirirse y perderse.
¿Cómo se adquiere la esperanza? Aparentemente, dejando que la
existencia se constituya itt concreto tal como ella es en su más secre-
ta raiz. Puesto que en si misma posee una estructura elpidica, el cur-
so real de la vida convertirá la “fianza" en “confianza” y en “esperan,
za', la espera, como la estructura pistica y la estructura filica de la
existencia se truecan, viviendo, en creencia y amor efectivos. Pero
las cosas son algo más complejas, porque esa trina constitución meta,
fisica de la realidad humana puede también expresarse psicológica-
mente bajo forma de duda, desesperanza y odio. Sin una acción habi.
tuai y determinante de la voluntad libre, más o menos favorecida
por la constelación circunstancial que ya conocemos, no es posible
que la existencia efectiva del hombre sea definitivamente esperanza-
da, creyente y amorosa.
Recordemos lo dicho en páginas anteriores. La constitución psi-
cosomática, la educación de un determinado mundo histórico y so.-
cial y el destino biográfico condicionan en uno u otro sentido, facili-
tando o entorpeciendo el proceso, la conversión de la espera en espe-
ranza. Un temperamento en que rebose el turgor vitalis, una forma-
ción religiosa seria, oportuna y continuada, una vida de buena fortu-
na, favorecerán, sin duda, esa conversión; un temperamento proclive
al escrúpulo y a la obsesión, una educación desgarrada y cinica, una
biografia rica en desventuras y desengaños, dispondrán el alma a la
564 ESPERA Y ESPERANZA
V . - “ B e a t a spes”
٠ Las cifras en cursiva remiten a las páginas en que el autor ha sido especial-
.mente estudiado.
574 LA ESPERA Y LA ESPERANZA
Kafka: 265. Lowith (K.): 64, 198 ,193 ,183 ,182 .28ل,
Kaftan (L): 214. 216, 218, 269, 281, 282, 350.
K ant: 13, 14, 15, 166, 178, 184, 188, 189, Lubac (H. de); 335.
193, 2.7-275, 218, 281, 300, 307, 311, Lucinio del Santísimo Sacramento: 106.
450, 451, 452, 502, 527. Luis XIV: 144.
Katz (D.): 459, 462, 464. Luis XV: 453.
Kekulé: 503. Luis de Granada (Fray): 132-134, 135,
Kepler: 203. 137, 139, 190, 228, 330, 354, 367, 368.
Kerényi (K.): 23. Luis de León (Fray): 130, ¡34-135, 138,
Ketteler: 220. 201, 228, 330, 354, 367, 387, 388.
Keyserling: 515. Lutero: 155-165, 166. 173, 179, 321, 333,
Kierkegaard: 166, 221, 286, 319, 341, 341, 347, 348, 386, 388.
342, 347, 361, 386, 387, 388, 535, 559,
561. Macaulay: 427.
Kieser (D. G.): 458. Machado (A.): 118, 313, 363, 373, 399-
Kijm (J. AL): 513, 523. 415, 427, 434, 435, 441, 444. 449, 516,
Kirsch ﻻ. P.): 73. 556, 560.
Klages (L.): 471. Machado (M.): 401.
Kleist (K.): 473. Magoun (H. w .): 472.
Koftka (K.): 459, 462, 463. Maicr (Fr. G.): 64.
Köhler (W.): 460, 463, 465, 469, 478. Maine de Biran: 482, 516, 570.
Korssako«: 462. Malebranche: 429.
Koskoft (D. Y.): 473. Male vez (L.): 169, 175.
Kraus (Fr.): 321, 322, 472, 473. Alallarmé: 537.
Kretschmer (E.): 472. Malraux: 298, 299, 313.
Mamiani (T.): 235, 236.
Manes: 69, 72.
L a P ira (g .): 339. Mangenot: 34, 141, 157.
Lacordaire : 220. Mann (Th.): 298.
Laennec: 527. Manzoni: 130.
Landsberg (P.): 516, 564. Aíarañón (G.): 475.
Laplace: 221, 454. Marcel (G.): 282-296, 311, 312, 313, 319,
Lautréamont: 536, 537. 320. 327, 334, 335, 359, 450, 452, 467,
Laymann (P.): 102. 483, 484, 508, 510, 512, 516, 522, 530.
Le Senne (R.): 373-377, 327, 334, 535, 537, 543, 546, 547, 548, 551, 552, 555,
546, 563, ^ 9 . 556, 559, 561, 562, 563, 564, 565, 568,
Le Tilly ٠ .): 332. 569.
Lecomte du Noüy: 39. A'Iarcelino: 63.
Lefort (G. von): 340. Marcelo del Nlflo Jesús: 109, 117.'
Leibniz: 15, 141, 176, 178, 193, 221, 286, Marco Aurelio: 24, 190.
422, 451. Marco Merenciano (F.): 533, 566.
Leisegang: 171. Marias 385 ,383 ,265 ,263 ,183 ,27 ٠ .)؛,
Iem altre: 457. 386, 492, 493, .495, 508, 524, 554.
le n in : 217. Mario Victorino: 312.
leopard240 ,238-223 ,222 ,221 ,192 : ؛, Marié (R.): 169, 175.
262, 265, 436, 475, 517, 532, 535, 536, Marquina (E.): 241, 242, 249.
556, 560. Marsilio Ficlno: 141, 177.
lep id i: 150. Aiarx (K.): 172, 193, 203, 215-218, 220,
Lessing: 181, 186, 193, 382, 431. 262, 264, 297, 298.
Lessio : 139. Masricra (M.): 497.
Lindworsky: 463. Aiaura (A.)355 ؛.
Littré (E.): 220. Mauriac (F.): 339, 340.
Lobatchewsky: 265. Mausbach 48 :(. ى.
Loeb: 426. .Maxwell: 262.
López Ibor: 472, 474, 476, 515, 533. Maydieu: 329.
37
578 LA ESPERA Y LA ESPERANZA
Pág 8.
PR O LO G O ...................................................................................................................... 9
IN T R .D U C C I.N .......................................................................................................... J3
P rimera parte
Pige.
Secunda parto
Págs.
Cap. I ! I .- L a ESPERANZA DE IOS SECULARIZADOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 176
T ercera parte
HI.—
ﻣﻞdeses^ranza como forma de vida: Jean-Paul Sartre ... ... ... ... 2^
8 ا. ﻣﻞesperanza y la desesperanza en el pensamiento de Sar-
tre (300).—82. ﻣﻞesperanza y la desesperanza en el teatro de
Sartre (308)3§—ا. Notas criticas (311).
Cap. II.—^ORfA DE LA ESPERANZA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 313
I .- L e Senne ............................................................ .......................................... 313
n .—Bollnow . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 318
III.—Brednow y Piagge ......................................................................................... 321
584 LA ESPERA y LA ESPERANZA
Pigs.
Cuarta PARTE
Cap. I I .- T ie.١
ipo٠recuerdo y ESPERANZA EN LA POESÍA DE A ntonio Machado ... 399
Quinta parte
I.—Introducción cosmológica al estudio de la esperanza ... ... ... ... ... 452
§1. El futuro del cosmos (452).—§2. El. futuro de la realidad
inanimatla (455).—§3. El futuro del vegetal y el del animal (457).
INDICE DE MA IERI AS S8S
Págs.
II. —Biologia de la espera humana .............................................................. .67
§1. El proyecto como forma primarla de la espera huma,
na (467),—§2. Anatomia y fisiologia de la espera hu.nana (472).—
§3. Patologia de la espera liuraana (475).