Sie sind auf Seite 1von 10

Marioneta

Marioneta (palabra usada a


menudo para nombrar al conjunto de
la familia de los títeres, nombre
español del teatro de muñecos)1 ​ es,
en su definición más técnica e
histórica,2 ​ una figurilla hecha de
diversos materiales (madera, pasta,
trapo, metal, plástico, etc.) que
manipulada gracias a un conjunto de
hilos o cuerdas cobra movimiento.3 ​
Está considerada por los
profesionales, estudiosos y artesanos
del ramo, el títere más difícil de
manipular y con una de las técnicas
más antiguas, teniendo su origen en
la marioneta de barra y a pesar de
que "como muñeco totalmente
movido por hilos sólo aparece a Marionetas en una tienda de Praga.

partir del siglo XVIII".4 nota


​ 1​

Índice
Origen del nombre
Historia
Grecia, Roma y Edad Media
Títeres en España
En la cultura
Teatrillos, retablos y «tutilimundi»
El guiñol
Personajes del guiñol
Siglo XX
Tipos de títeres
Títere de guante
Títere de peana
Otros tipos
Expresiones relacionadas
Sinónimos
Teatros históricos
Museos
Véase también
Notas
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos

Origen del nombre


La palabra marioneta es de origen francés. Que da
noticia de que «marionette» se llamaba al clérigo
(titiritero) que usando distintas voces, por lo general
agudas, chillonas o en falsete (simulando ser
femeninas), daba voz a los muñecos en
representaciones religiosas donde aparecía la virgen
María;5 ​ del mismo modo, cuando aparecían
personajes malvados y brutales usaba una voz grave Títeres payasos en un circo de marionetas sueco.
pero igualmente falsa.

Por su parte, la palabra títere es onomatopéyica, y al parecer pudo tener su origen en el ti-ti que hacían los actores con el
peculiar tono de voz que da el uso de la lengüeta o alguna otra especie de pito durante las representaciones. Así lo
explicaba en 1611 Covarrubias en su valioso y curioso diccionario:6 ​

Títeres son ciertas figurillas que suelen traer extranjeros en unos retablos que, mostrando tan
solamente el cuerpo de ellos, los gobiernan como si ellos mismos se moviesen, y los maestros que
están dentro, detrás de un repostero y del castillo que tienen de madera, están silbando con unos
pitos, que parecen hablar las mesmas figuras; y el intérprete que está acá fuera declara lo que
quieren decir, y porque el pito suena "ti ti", se llaman títeres.

Sebastián de Covarrubias

Historia

Grecia, Roma y Edad Media


La técnica de muñecos manipulados con hilos era común entre los griegos, que llamaban a esas figuritas neurospasta,
palabra que viene a significar "objeto puesto en movimiento por hilos", expresando así su naturaleza. Aristóteles habla de
ellos cuando dice que si "aquellos que hacen mover figuritas de madera tiran el hilo que corresponde a éste o al otro de sus
miembros, éste obedece al momento, y se ve así cómo mueven la cabeza, los ojos, las manos, de modo que parece una
persona viva". También, ya en la cultura romana, habla de ellos Horacio.7 ​
La presencia de muñecos movidos con cuerdas en algunos primitivos grabados europeos sugiere cierta posibilidad de
transición entre las máscaras de las farsas atelanas de los romanos y la marioneta medieval. El erudito titiritero cubano
Freddy Artiles menciona como uno de los más antiguos, un grabado del siglo XII del Códice Hortus Deliciarum (ca. 1150)
del abate Herrad von Landsberg, en el que aparecen dos jóvenes jugando con marionetas de hilos simulando guerreros
que pelean sobre una mesa en una justa imaginaria (una puesta en escena gráfica de la técnica de los bavastels).nota 2 8
​ ​
También menciona Artiles otro grabado que muestra el taller de un titiritero fabricando los muñecos y concluye que
aquellas figurillas con el cuerpo entero y articulaciones sencillas podían
considerarse herederas de las marionetas romanas.9 ​

Títeres en España
Los artistas que construían y manejaban los muñecos recibieron en España el
nombre de titereros (así se lee en El Quijote) o titiriteros. Como otros
cómicos de la legua actuaban por lo general al aire libre, en corrales, o en los
interiores de los mesones. En el Siglo de Oro español la palabra titiritero
amplió su campo semántico y empezó a aludir no sólo a los artistas de Grabado del siglo XII del Códice
marionetas sino también a los saltimbanquis, acróbatas, prestidigitadores y Hortus Deliciarum (ca. 1150) de
volatineros. Ello produjo una serie de connotaciones negativas para el Herrad von Landsberg.
término "titiritero" que quedó asociado a aquellos que viven en los caminos y
viven de sus diversas artes en el mundo de la farándula. También se les
confundía o asimilaba en muchos casos con el charlatán. La figura del charlatán del siglo XVIII es un falso médico, con
remedios falsos que lo curan todo. Encandilaban con su charla a los espectadores, tanto en espacios abiertos como en los
salones donde eran invitados; estas personas tenían a gala el desprecio de los conocimientos antiguos y aseguraban que
los suyos, más modernos, eran los que tenían valor. Eran profesionales de la palabra y con ella embaucaban y
deslumbraban a su público. Hasta tal punto se apoderaron de la palabra títere que con ellos surgió la titeretería, el arte o
la ciencia de los charlatanes.

Cervantes se refiere a esta forma teatral en dos ocasiones: en El retablo de las maravillas, entremés de 1615, y en los
capítulos XXV y XXVI de la segunda parte de Don Quijote de la Mancha, publicada aquel mismo año.10 ​

En la cultura
En los siglos XVIII y XIX el universo del títere se enriqueció con una nueva diversión: espectáculos realizados con la
linterna mágica. Ello influyó sin duda en que el arte de marionetas y títeres mereciera una especial atención entre
escritores y músicos de estratos cultos, que participaron en este mundo de muñecos y le dedicaron su tiempo y su trabajo,
aumentando la fascinación y el entusiasmo con sus fantasías. Entre los abundantes ejemplos, pueden citarse:

Al poeta y dramaturgo alemán Goethe (1749-1832), que publicó 3 dramas con el título genérico Teatro moral y de
marionetas recién abierto.

A los músicos Gluck (1714-1787) y Franz Joseph Haydn (1732-1809), que compusieron en Austria varias obras para
teatro de marionetas.

En el año 1846, la escritora francesa George Sand (Amandine Aurore Lucie Dupin, baronesa Dudevant, 1804-1876),
ayudada de su hijo Maurice, creó su propio teatro de marionetas en el castillo de Nohant, en Francia (donde había
pasado su infancia). Entre los dos fabricaban los muñecos, Maurice esculpía las cabezas y la escritora
confeccionaba los vestidos. Llegaron a tener más de 200. Colaboraron en este entretenimiento los distintos artistas
Delacroix (pintor, 1798-1863), Honoré de Balzac (escritor, 1799-1850), y los músicos Georges Bizet (1838-1875),
Musset y Liszt. Paralela y simultáneamente fueron surgiendo locales de los que quedan algunos documentados,
como los del barrio de Montmartre en París, Le Chat Noir (donde trabajaban con sombras chinescas ) y el «Petit-
Théatre» (con marionetas de hilos). En algunos de ellos se llegaron a poner en escena a autores de la talla de
Shakespeare, Aristófanes y Cervantes.

Por su parte, y ya en el siglo XX, Manuel de Falla compuso en 1923 El retablo de Maese Pedro (con títeres y
escenografía de Hermenegildo Lanz y la colaboración de Manuel Ángeles Ortiz); además de otras colaboraciones
con los títeres gaditanos de la Tía Norica, una de las más valiosas colecciones de marionetas de España.nota 3 ​
Poco después, en 1930, culminando sus trabajos para los populares títeres de cachiporra, Federico García Lorca
escribió el Retablillo de Don Cristóbal.11 ​

Teatrillos, retablos y «tutilimundi»


Teatrillo,
teatrino y guiñol
(por extensión)
son algunos de los
populares nombres
que en España
recibe el espacio
de representación
en el que los títeres
viven sus historias.
Un teatrillo inglés en las calles de Thornton Hough nota 4 12
​ ​ Pequeño
(en el Merseyside), con una representación de los
populares títeres de cachiporra Punch y Judy. teatro a la italiana
en miniatura, su
estructura cumple
la función de escenario al aire libre, con un espacio para ocultar a los
titiriteros, consiguiendo así la ilusión de que los títeres tienen vida propia. Títeres de cuerda (más tarde
conocidos como "marionetas") en el
En el siglo XVII se les dio a los teatrillos el nombre de retablo por su Capítulo XXVI del Quijote, según la
similitud con los retablos de las iglesias, donde desde antiguo pintores o ilustración hecha por Gustavo Doré
escultores representaban episodios de la historia sagrada, para que los fieles, en la segunda mitad del siglo XIX.
en su mayoría supersticiosos, analfabetos e incultos, pudieran visualizar
pasajes religiosos. En el capítulo XXV de Don Quijote Cervantes describe muy
bien uno de estos retablos, el de Maese Pedro:

"Obedeciéronle don Quijote y Sancho, y vinieron donde ya estaba el retablo puesto y descubierto,
lleno por todas partes de candelillas de cera encendidas que le hacían vistoso y resplandeciente.
En llegando, se metió maese Pedro dentro dél, que era el que había de manejar las figuras del
artificio, y fuera se puso un muchacho, criado del maese Pedro, para servir de intérprete y
declarador de los misterios del tal retablo: tenía una varilla en la mano, con que señalaba las
figuras que salían."

Miguel de Cervantes
Mientras el nombre de "retablo" se popularizaba entre los titiriteros, los
retablos mecánicos (ingeniosos juguetes con muñecos movidos por
mecanismos de primitiva relojería) tomaron nombres sonoros italianos como
«mundinovi» o «tutilimundi»,12 ​ luego castellanizados como "titirimundi"
(en su origen, una reunión de figuras movibles o una especie de cosmorama
expuesto en un cajón portátil, que se exhibían en las ferias.13 ​

Recuperando esa cultura, Valle-Inclán, en 1910, escribió para marionetas


unas obras en que ciertos personajes eran satirizados y presentados como
esperpentos. Se representó la obra La cabeza del dragón que en 1926, sería
incluida en la trilogía del Tablado de marionetas para educación de príncipes.

El guiñol
El guiñol, teatro de títeres de origen francés, tiene dentro del mundo de los El Papamoscas, popular marioneta
títeres y marionetas un origen y características locales propios. Ha quedado del reloj de la catedral de Burgos,
ejemplo de automátas de relojería,
noticia de que su creador fue Laurent Mourguet, un dentista (o sacamuelas)
herederos de los «tutilimundi» de las
de la ciudad de Lyon, que para entretener a sus pacientes y hacerles olvidar el ferias.
dolor, inventó unas historias que se representaban en su gabinete, con
muñecos de guante que se movían detrás de un mostrador. Esto ocurría hacia
el año 1895, poco después de haber estallado la Revolución francesa. Mourguet, que llegó a ser muy querido por los
vecinos de Lyon, fue perpetuado con un busto levantado en una plaza de la ciudad vieja.

Personajes del guiñol


Los personajes eran tipos populares, con sus aspiraciones, calamidades y
problemas, todo ello puesto en tono festivo y crítico para animar y entretener
a los espectadores, grandes y chicos. El personaje central se llamaba Guiñol
(Guignol), que acabaría dando nombre al conjunto.

Guignol es un canut, es decir un trabajador en una fábrica de hilos de seda.


Siempre va vestido con una chaqueta corta, un bonete y una trenza. Su mujer
se llama Madelon y va ataviada con un pañuelo a la cabeza. Hay un tercer
personaje llamado Gnafron que casi siempre está borracho; es zapatero y
viste un delantal de cuero y una gorra de seda. Estos tres personajes tienen
sus enemigos constantes que son el juez y el gendarme. La representación El personaje lionés Guignol.
termina siempre con los garrotazos que Guignol y sus compañeros dan al juez
y al gendarme, con gran contento del público. Por eso una de las
características de estas marionetas es el presentarse con una porra debajo del brazo. Las historias pueden variar en el
contenido pero la estructura y el final son siempre iguales y es así como los espectadores lo quieren. El final es siempre a
garrotazos.

Siglo XX
En el siglo XX y los primeros años del XXI, títeres y marionetas se han usado
con frecuencia como instrumento de la libertad de expresión en la sátira
política y social, convirtiéndose en caricatura de los famosos, tanto en el
ámbito de las compañías de títiriteros como en el mundo de la televisión.

Tipos de títeres

Títere de guante Marioneta gigante frente al


parlamento rumano en Bucarest. Se
Los títeres de guante a su vez se diferencian en el manejo:
trata del personaje Salvador creado
por la compañía de teatro urbano
Clásico: dedo índice para la cabeza, corazón y pulgar para los brazos (a
veces también meñique y pulgar) Carros de Foc, creada en 1994 y que
Catalán: dedo índice, corazón y anular para cabeza y hombros, meñique tiene su sede en la localidad
y pulgar para los brazos. alicantina de San Vicente del
Japonés: la cabeza lleva en su base una bola que se sujeta entre los Raspeig.
dedos índice y corazón y las manos van enganchadas directamente en
los dedos pulgar y meñique. El traje va colocado posteriormente sobre la
mano.
En sus orígenes, el espectáculo de títeres de guante era rudo y violento. En
Sicilia, es el teatro de Polichinela: elemental y enigmático rito de lucha y muerte,
que recibe otros nombres en distintos países: Punch y Judy en Inglaterra, don
Cristóbal Polichinela en España, Petruska en Rusia. En todos ellos el
protagonista dialogaba con el público y lo implicaba en una alegre serie de
asesinatos que se extendían desde los vecinos hasta los representantes del poder:
el policía, el verdugo, y los personajes sobrenaturales: la muerte, el diablo.

Variaciones: Un tipo de títere que se podría considerar como una variación es


aquel en que se puede abrir y cerrar su boca, gracias a que es de mayor tamaño y
tiene la boca articulada; con la otra mano se mueve uno de los brazos del títere. Marioneta de guante

Para mover el otro brazo se necesita un ayudante.

Títere de peana
Los títeres de peana son aquellos que están sujetos a través de una varilla
colocada en su parte inferior a un soporte de madera, al cual que se le
denomina "peana". El movimiento de sus extremidades se consigue
acompañado de varillas.

Existen títeres de peana simple, generalmente para manipular personajes


humanos, y títeres de doble peana para animales.

En su versión más tradicional el títere de peana se desplaza sobre una pista Marionetas de peana.
situada por debajo del nivel del escenario y se mueve paralelo a la
embocadura, el movimiento se limita a izquierda/derecha y
derecha/izquierda. De esta manera los pies de la marioneta quedan al nivel del suelo de la escena.
Aunque también se conocen montajes teatrales que prescinden de la pista o rail y la marioneta se desplaza sobre una mesa
o tarima, así el movimiento de las marionetas, además de izquierda/derecha, incorpora también delante/detrás, así como
el desplazamiento diagonal.

Otros tipos
Muppets (o "bocones" en México, variante de los fantoches);14 ​
Títere de hilos para mesa (marioneta de mesa);
Títere de varillas en siluetas (títeres javaneses);15 ​
Títere de sombras (opacas o traslúcidas);
Siluetas (silueta articulada o títere "planista").16 ​

Expresiones relacionadas
No dejar títere con cabeza. Expresión que se refiere a la destrucción
completa y minuciosa de alguna cosa.
En lenguaje figurado, la palabra títere se usa para referirse -
generalmente de manera despectiva o peyorativa- a una persona o
institución que no tiene capacidad de decisión o voluntad propias, y que Títeres javaneses
obedece a los designios o intereses de otros. Por ejemplo: La fatal
debilidad de carácter de Enrique III lo hizo fácil títere de su esposa,
quien era la que en verdad gobernaba.

Sinónimos
El término o concepto marioneta puede aparecer, tanto en el lenguaje
cotidiano o popular como en contextos académicos y oficiales, como
sinónimo de:17 ​

Títere
Guiñol
Fantoche (del italiano 'fantoccio'. Marioneta articulada de hilos; por
extensión, personaje grotesco), es término común en Galicia, Portugal,
Brasil (como uso alternativo de boneco, es decir "muñeco") y otros
países iberoamericanos.18 ​
O denominando a los «puppi» sicilianos y los polichinelas de la tradición
de la comedia del arte italiana.19 ​
También puede sustituir al término genérico "muñecos", en el contexto
de teatro de muñecos.

Detalle de las piernas de "La


Teatros históricos pequeña giganta", entre los titiriteros
de la compañía Royal de Luxe, en
Bread and Puppet Theatre (Estados Unidos) Londres, en mayo de 2006.
Marionnettes des Champs-Élysées (Francia)
Royal de Luxe (Francia)
Teatro de Títeres de Obraztsov (Rusia)
Teatro real de Toone (Bélgica)
Museos
Museo Iberoamericano del Títere en Cádiz (España)
Museo Argentino del Títere en Buenos Aires
Museo Vivo del Títere en Maldonado (Uruguay)
Museo de Títeres de Valparaíso (Chile)
Museo Nacional del Títere (México)
Museo de Títeres de Lubeca (Alemania)
Museo Gadagne en Lyon (Francia)
Centro internacional del títere, en Tolosa (Guipúzcoa)
Museo Internacional de Títeres de Albaida, en Valencia

Véase también Marionnettes des Champs-Élysées.

Teatro de títeres
Unión Internacional de la Marioneta
Día Mundial de la Marioneta

Notas
1. La difusión de los modelos culturales franceses, y su influencia lingüística a lo largo del siglo XIX en varias de las
lenguas principales de Occidente (como el inglés y el alemán) que carecían de un término específico para designar
el conjunto de muñecos del arte titiritera, daría como resultado que la palabra francesa "marionette" se haya
universalizado para nombrar a los diferentes muñecos y técnicas que componen la historia de los títeres, término de
la lengua castellana con un significado más amplio y específico que el francés. Marionette se aceptó con la misma
grafía en inglés y alemán, desplazando la denominación general de muñeco (el "puppet" inglés y el "pupen" alemán).
Su aceptación como término comodín, usado popularmente en muchos países europeos, además del hecho
generalizado de que sea el francés la lengua de protocolo oficial en instituciones internacionales, llevó a los
creadores de la Unión Internacional de la Marioneta (UNIMA, «Union Internationale de la Marionnette») fundada en
Praga, Checoslovaquia, en 1922, a oficializar el término. Siguiendo el mismo proceso, se escogió en 2003 la
denominación de Día Mundial de la Marioneta para celebrar el arte de la titerería. Sin embargo, por su carácter
enciclopédico, los principales diccionarios sobre teatro en la órbita del idioma español, no contienen la voz
'Marioneta' o la redirigen a 'títeres'. (Ver referencias en págs en la sección de bibliografía). En cuanto al origen y
etimología de muñeco: Los romanos usaban las voces «pupa - pupae» para denominar a los objetos que
ideológicamente podían tratarse como muñecos. Y así, en lenguas de la familia del latín, como el italiano y el
rumano, los títeres se nombran con palabras de raíz latina: "pupo" (títeres italianos) y "pupazzo" (títeres rumanos).
La misma raíz funciona en lenguas lejanas del latín como el inglés y el alemán también usan esa raíz latina: "puppet"
(títeres ingleses) y "puppen" (títeres alemanes).
2. La tradición de los bavastels se remonta al siglo XII, cuando aparecen documentados en los reinos hispanos los
títeres conocidos con ese nombre de resonancia levantina o catalana, aunque se les supone ascendencia italiana y
un posterior desarrollo en Francia, y más tarde en el resto de las cortes europeas. A pesar de la prohibición del
Corán de representar la figura humana, se concede a los titiriteros árabes la evolución y perfeccionamiento técnico
de aquellos bavastels, con su apariencia de muñecos de madera policromada y cuerpo completo, que suspendidos
en posición horizontal de gruesos cordeles les hacían bailar.
3. Hubo una experiencia titiritera previa el 6 de enero de 1923, festividad de los Reyes Magos, en Granada, en una
fiesta privada montada por Lorca, Adolfo Salazar y el artesano, titiritero y artista polifacético Hermenegildo Lanz. En
esa ocasión se representó una adaptación lorquiana del cuento andaluz "La niña que riega la albahaca y el príncipe
preguntón". (Referido en: Andrés Soria Ortega, "Una fiesta íntima de arte moderno en la Granada de los años
veinte", en Lecciones sobre Federico García Lorca (Edición de Andrés Soria Olmedo), Granada, 1986, pp. 149-178,
160-161 y 168-169.)
4. En su origen, se llamaba a estos teatrillos castillo o castillejo, por ser las primeras representaciones generalmente
historias guerreras medievales de las tomas de los castillos.
Referencias
1. Huerta, 2005, p. 692.
2.

El Diccionario de la Real Academia Española tiene una definición para marioneta.


3. Artiles, 1998, p. 118.
4. Artiles, 1998, p. 119.
5. Artiles, 1998.
6. Sebastián de Covarrubias Orozco Tesoro de la lengua castellana o española. Ediciones de 1994 de Felipe C.R.
Maldonado y Manuel Camarero, Madrid, Editorial Castalia.
7. Diccionario enciclopédico popular ilustrado Salvat (1906-1914)
8. Lloret, Juliá y Casado, 2000.
9. Artiles, 1998, p. 29.
10. Cervantes, Miguel de. Análisis de los capítulos XXV y XXVI en el CVC. (http://cvc.cervantes.es/literatura/clasicos/quij
ote/edicion/parte2/cap25/nota_cap_25.htm). Consultado el 19 de marzo de 2015.
11. García Lorca, Federico (1963). Obras completas. Madrid, Aguilar S.A. p. 723.
12. de la Fuente, 2002, p. 375.
13. Caro Baroja, Julio (1987). Álvarez Barrientos y Cea Gutiérrez, ed. Los títeres en el teatro (Actas de las Jornadas
sobre teatro popular en España edición). pp. 109-110.
14. Página oficial del Centro internacional del títere, Tolosa, Guipúzcoa (http://topictolosa.com/es.html) (en euskera,
español e inglés)
15. ARTILES, Freddy (1998). Títeres: historia, teoría y tradición. Barcelona, Plaza y Janés. pp. 124-128. ISBN 8492260750.
16. BODSON, Lucille (2013). «Títeres, nuevas tendencias y tecnologías en el siglo XXI» (http://secretariageneral.ugr.es/pa
ges/tablon/*/noticias-canal-ugr/titeres-nuevas-tendencias-y-tecnologias-en-el-siglo-xxi-conferencia-de-lucile-bodson#.
VRG8OPyG_8k). Secretaría General de la Universidad de Granada. Consultado el 29 de enero de 2016.
17. CORRIPIO, Fernando (1985). Diccionario de ideas afines. Barcelona: Herder. p. 848. ISBN 84-254-1515-2.
18. Artiles, 1998, pp. 62-70.
19. Artiles, 1998, p. 96.

Bibliografía
Amorós, Pilar; Paricio, Paco (2005). Títeres y titiriteros. Zaragoza: Pirineum. ISBN 84-932355-6-3.

Artiles, Freddy (1998). Títeres: historia, teoría y tradición. Barcelona, Plaza y Janés. ISBN 8492260750.

de la Fuente, Ricardo; Amezúa, Julia (2002). Diccionario del teatro iberoamericano. Salamanca, Ediciones Almar.
pp. 375-376. ISBN 8474550637.

Díaz González, Joaquín; Rubio Jiménez, Jesús (2004). Títeres. Valladolid: Fundación Joaquín Díaz. ISBN 84-932110-6-
0.

Gómez García, Manuel (1997). Diccionario del teatro (http://books.google.es/books?id=Gyvrmz5K2toC). Madrid,


Ediciones Akal. p. 517 y 833. ISBN 8446008270.

HUERTA, Javier; PERAL, Emilio; URZAIZ, Héctor (2005). Espasa-Calpe, ed. Teatro español de la A a la Z. Madrid. p. 692.
ISBN 9788467019698.

LLORET, Jaume; GARCÍA, César Omar; CASADO, Ángel (2000). «Documenta títeres 1» (http://www.cervantesvirtual.com/
obra/documenta-titeres--0/). Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Consultado el 29 de marzo de 2015.

VAREY, John Earl (1972). Los Títeres y otras Diversiones Populares de Madrid: 1758-1840 (http://www.tamesisbooks.
com/store/viewItem.asp?idProduct=12322). Londres: Támesis. ISBN 9780900411342.
Enlaces externos
Wikcionario tiene definiciones y otra información sobre títere.
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Marioneta.
Página oficial del Centro internacional del títere, Tolosa, Guipúzcoa (http://topictolosa.com/es.html) (en euskera,
español e inglés)
Varey, J. E.: Historia de los títeres en España : desde sus orígenes hasta mediados del siglo XVIII, y otros enlaces
bibliográficos (http://experimental.worldcat.org/kindredworks/Kindred?sn=43454841)

Obtenido de «https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Marioneta&oldid=105671363»

Se editó esta página por última vez el 18 feb 2018 a las 19:59.

El texto está disponible bajo la Licencia Creative Commons Atribución Compartir Igual 3.0; pueden aplicarse cláusulas
adicionales. Al usar este sitio, usted acepta nuestros términos de uso y nuestra política de privacidad.
Wikipedia® es una marca registrada de la Fundación Wikimedia, Inc., una organización sin ánimo de lucro.

Das könnte Ihnen auch gefallen