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Sociología

Parcial: 22/05/2018
03/04/2018

Sociología I

Zygmunt Bauman y Tim May: “Pensando Sociologicamente”

Para Bauman hay que pensar sociológicamente para comprendernos como individuos
dentro de un grupo con normas, tradiciones, valores, prácticas,etc.

No existe una división natural del mundo humano, sino que existe una división de trabajo de
los estudiosos de disciplinas que exploran, estudian, describen y explican las acciones
humanas.

La sociología se distingue por visualizar las acciones humanas como un conjunto no


azaroso de actores que están entrecruzados en una red de interdependencia. Lo que a
Bauman le interesa no son los individuos en sí, sino estos vínculos entre ellos, esta red de
dependencia mutua que genera un condicionamiento recíproco.

perspectiva cognitiva, sus propias preguntas para indagar sobre las acciones humanas y
para la interpretación.

También la sociología se distingue por su vínculo con el sentido común. Aunque los
sociólogos deben apartarse un poco del sentido común, inevitablemente trabajan con él, ya
que cada término sociológico está ya cargado de los significados que le da el saber común,
ese conjunto de saberes compartidos que se basa en las experiencias e imágenes de la
vida cotidiana. Sin embargo, la sociología debe atenerse a respetar las reglas rigurosas del
discurso responsable y buscar la evidencia disponible para corroborar sus enunciados con
por ejemplo, estadísticas.

También el campo de donde extrae el conocimiento la sociología es mucho más amplio ya


que no se basa en las experiencias de la vida cotidiana sino en las relaciones de
interdependencia entre individuos lo que le da más calidad al conocimiento.

Otro punto en el que difieren es la manera de explicar los acontecimientos y situaciones de


la realidad humana. Con sentido común, el individuo sabe que sus acciones son efecto de
sus intenciones, en cambio la sociología busca dar sentido a nuestros motivos a través de la
red de interdependencia.

Por último, el sentido común es autoevidente y no cuestiona nuestra vida cotidiana, sino que
solamente vive sabiendo que “las cosas son como son”. En cambio, la sociología genera
una “desfamiliarización”, es decir, vuelve extraño lo familiar y se pregunta ¿por qué el
sentido común es como es?
El pensar sociológicamente nos hace más abiertos, más sensibles y más tolerantes a las
diversidad. También nos hace más fuertes frente a la opresión y al control.

Sentido común: vivir en compañía de otras personas requiere una gran cantidad de
conocimiento, se llama “sentido común”. No sirve en materias como física o astronomía.
Está lleno de ideas sociológicas.

Diferencias fundamentales entre las maneras en que la sociología y el sentido común


abordan el tópico que comparten: la experiencia humana.

1- Discurso responsable: la sociología a diferencia del sentido común hace un esfuerzo por
subordinarse a las rigurosas reglas del discurso responsable. Los sociólogos deben
abstenerse de formular ideas que sólo se sustentan en sus creencias como si se tratara de
conclusiones verificadas y que implican la ampliamente respetada autoridad de la ciencia.

2- Tamaño del campo del que se extrae el material para el juicio: para casi todos los no
profesionales ese campo se limita al mundo de nuestra vida personal. En cambio, los
sociólogos adoptan una perspectiva más amplia que la que ofrece el mundo de los
individuos.

3- Modo de explicar la realidad humana: uno se explica esos actos imputando a los demás
intenciones que conoce a partir de su propia experiencia. Buscamos a las personas
responsables de lo que ha sucedido; y una vez que las encontramos creemos que nuestra
investigación ha terminado. Damos por sentado que detrás de cada acontecimiento que nos
gusta está la buena voluntad de alguien; y las malas intenciones de alguien, detrás de lo
que no nos gustan. La sociología se opone a la visión del mundo personalizada. Sus
observaciones parten de abstracciones y no de acciones aisladas o de actores individuales.
Cuando pensamos sociológicamente intentamos explicar la condición humana a través del
análisis de las múltiples redes de la interdependencia humana.

4- Mientras realicemos los movimientos habituales y rutinarios que constituyen la mayor


parte de nuestra actividad cotidiana, no necesitamos demasiado autoexamen ni
autoanálisis. Cuando se las repite mucho, las cosas se tornan familiares, y las cosas
familiares no despiertan curiosidad. Las personas aceptan que “las cosas son como son”.
La familiaridad es enemiga de la curiosidad y la crítica. En la confrontación con ese mundo
familiar, la sociología actúa como un intruso, perturba nuestra agradablemente tranquila
forma de vida, haciendo preguntas que nunca nadie recuerda haber oído. La sociología
apunta a desfamiliarizar lo familiar. Lo más importante que aporta es que ofrece nuevas e
insospechadas posibilidades de vivir la propia vida con más autoconciencia.

Wright Mills: “La imaginación sociológica”

La imaginación sociológica es una cualidad mental que nos ayuda a usar la información y a
desarrollar una razón para conseguir recapitulaciones lúcidas de lo que ocurre en el mundo
y de lo que quizás esta ocurriendo dentro de nosotros mismos.
La imaginación sociológica permite a su poseedor comprender el escenario histórico más
amplio en cuanto a su significado para la vida interior y para la trayectoria exterior de
diversidad de individuos.

La primera lección es la idea de que el individuo solo puede comprender su propia


experiencia y evaluar su propio destino localizándose a si mismo en su época, y sólo puede
conocer sus propias posibilidades en la vida si conoce las de todos los individuos que se
hallan en las mismas circunstancias.

La imaginación sociológica nos permite captar la historia y la biografía y la relación entre


ambas dentro de la sociedad. Esa es su tarea y promesa. Reconocer esa tarea y promesa
es la señal del analista social clásico.

Esta imaginación es la capacidad de pasar de una perspectiva a otra; Es la capacidad de


pasar de las transformaciones más impersonales y remotas a las características mas
íntimas del yo humano, y de ver las relaciones entre ambas cosas.

La imaginación sociológica es la forma más fértil de la conciencia de si mismo.

La distinción mas fructuosa con que opera la imaginación sociológica es quizás la que hace
entre “las inquietudes personales del medio” y “los problemas públicos de la estructura
social”. Esta distinción es un instrumento esencial de la imaginación sociológica y una
característica de toda obra clásica en ciencia social.

El enunciado y la resolución de esas inquietudes planteadas corresponde propiamente al


individuo como entidad biográfica y dentro del ámbito de su ambiente inmediato; los valores
amados (o considerados buenos) por un individuo le parecen a éste que están
amenazados, es decir tanto los valores como uno mismo se siente amenazado.

Los problemas se relacionan con materias que trascienden del ambiente local del individuo
y del ámbito de su vida interior. Un problema es un asunto público; se advierte que está
amenazado un valor amado por la gente. Un problema implica muchas veces una crisis o
cambio en los dispositivos institucionales, y con frecuencia implica también lo que los
marxistas llaman “contradicciones” o “antagonismos”.

Darse cuenta de la idea de estructura social y usarla con sensatez es ser capaz de
descubrir esos vínculos entre una gran diversidad de medios; y ser capaz de eso es poseer
imaginación sociológica.

Cuando la gente estima una tabla de valores y no advierte ninguna amenaza contra ellos,
experimenta el bienestar. Cuando la gente no siente estimación por ningún valor ni percibe
alguna amenaza es la experiencia de indiferencia. Sí parece afectar a todos los valores se
convierte en apatía. Supongamos que perciba agudamente una amenaza y tampoco siente
estimación por ningún valor, esta es la experiencia de malestar, de la ansiedad que si es
insuficiente total se convierte en una indisposición mortal no específica. Pasa a dejar de
haber vida individual. La primera tarea política e intelectual del científico social consiste hoy
en poner en claro los elementos del malestar y la indiferencia contemporáneos. La
imaginación sociológica es una cualidad mental necesaria hoy en día en esta sociedad.

Unidad 2:

Emile Durkheim: Capítulo 1 “¿Qué es un hecho social?”.

Un hecho social es toda manera de hacer, fijada o no, susceptible de ejercer una coacción
exterior sobre el individuo; o bien, que es general en la extensión de una sociedad dada;
conservando una existencia propia, independiente de sus manifestaciones individuales.

Hechos sociales: orden de hechos que presentan características muy especiales. Consisten
en maneras de actuar, de pensar y de sentir, exteriores al individuo y dotadas de un poder
coercitivo en virtud del cual se le imponen.

Lo que los constituye son las creencias, las tendencias, las prácticas del grupo tomado
colectivamente.

Un hecho social es distinto de sus repercusiones individuales.

Los hechos sociales constituyen el dominio de la sociología. Solo comprende un grupo


determinado de fenómenos. Un hecho social se reconoce por el poder de coerción externa
que ejerce o es susceptible de ejercer sobre los individuos, y la presencia de ese poder se
reconoce en la existencia de alguna sanción o en la resistencia que ese hecho opone a toda
empresa que tienda a violarlo.

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