Sie sind auf Seite 1von 8

Griegas

Polifemo y Galatea

Polifemo, el cíclope hijo de Poseidón, se enamoró de Galatea, una de las


nereidas, hijas de Nereo. Polifemo trataba de conquistar su favor con cantos de
amor y otros métodos sugeridos por su harto escasa inteligencia. La alegre y
burlona ninfa no correspondió a su amor; lo provocaba y ridiculizaba, alentando
sus esperanzas con palabras amables, pero rechazándolo. Aunque
su actitud frente al pesar amoroso del cíclope se hizo menos áspera, Polifemo
nunca pudo obtener sus favores. Galatea se enamoró de un príncipe joven y
hermoso llamado Acis, hijo de otra ninfa; se amaron en secreto, desconfiando de
la cólera de Polifemo, hasta que un día el cíclope oyó como Acis entonaba una
canción amorosa dedicada a Galatea, y, en un arranque de celos, aplastó a su
rival bajo una enorme roca; en respuesta a sus gritos en demanda de ayuda,
Galatea lo convirtió en un río que luego llevó el nombre de Acis. Finalmente,
Galatea fue complaciente con Polifemo y le dio un hijo llamado Gálates o Galas;
pero el dolor por la muerte de Acis no le abandonó hasta que quedó convertida en
una fuente.
Griegas
Pigmalión

Pigmalión, rey de Chipre, renegaba de las mujeres y decidió no casarse nunca,


pues a todas les encontraba algún defecto. Así, prefería pasar el tiempo absorto
en el oficio de la escultura, que era su pasión, hasta que un día encontró un
pedazo de marfil excepcionalmente hermoso; desde entonces, pasó varios días y
noches esculpiendo en él una estatua que representaba la imagen de Afrodita,
cuya figura a él le parecía la de una mujer ideal. Una vez terminado su trabajo,
Pigmalión se enamoró de aquella estatua, y le dio el nombre de Galatea; vivía
desconsolado porque la trataba como a un ser vivo, pero aquella escultura se
mantenía inanimada y no podía responder a sus manifestaciones de cariño. Un
día que se celebraba en Chipre un festival en honor de Afrodita, Pigmalión se
acercó a la diosa y le pidió que le diese una esposa que tuviera la más posible
semejanza con la estatua. Afrodita, se dirigió al taller de Pigmalión, y quedando
encantada con el parecido que la imagen tenía con ella misma, hizo algo mejor, le
dio vida a la estatua misma. Pigmalión se casó enseguida con Galatea y tuvieron
un hijo, Pafo, que fue el que dio nombre a la isla de Afrodita.
MAYAS
El perro y Kaskabal.

Había un perro al que su dueño siempre le pegaba, por eso Kaskabal que era el
espíritu del mal quiso aprovecharse de la circunstancia para llevarse un alma
consigo, le dijo al perro que se escapara de los malos tratos de su amo porque
seguramente no lo quería de verdad, el perro se negó diciendo que no cometería
tal traición pero el espíritu insiste hasta convencerlo y para eso el perro le tendría
que dar el alma para irse, a cambio de eso le pide un hueso por cada uno de los
pelos que tiene en su cuerpo, le ordeno a Kaskabal que comenzara a contar. Contó
hasta que el perro se acordó de su amo y salto para que perdiera la cuenta diciendo
que no aguantaba las pulgas, de esta forma hizo que Kaskabal contara cien veces
hasta que le dijo al perro que ya estaba cansado y que era mejor que se quedara
con su alma. Kaskabal aprendió la lección de que era mas fácil hacer tratos con
humanos para llevarse sus almas que con los animales.
MAYAS

La leyenda de Dziú y el maíz.

Una vez el Dios del agua quiso junto con el Dios del fuego incendiar todos los
cultivos que había para que todo volviera a crecer desde cero y las tierras volvieran
a ser fértiles, pero antes le pidieron a las aves que recojan una parte de cada cultivo
para volver a plantarlo después, así lo hicieron todas las aves, pero Dziú solo junto
algunas y se echo a dormir, cuando el incendio comenzó se dio cuenta que ya
estaban acabando por completo con el maíz y arriesgando su vida se tira para poder
salvar la plantación, sus ojos quedaron rojos y con las plumas todas quemadas, el
Dios en modo de reconocimiento determino que de ahí en mas, todos los Dziú
tendrían ojos rojos y las alas con el color de las cenizas.
EGIPCIAS
La leyenda de Osiris

Osiris era el hijo mayor de Nut, la diosa del Cielo, y de Gueb, el dios de la Tierra.
Se dice que fue el primer rey de Egipto, hasta el día en que la desgracia cayó sobre
él.

Seth envidiaba a Osiris, su hermano. Durante una fiesta retó a los invitados a que
entrasen en un cofre. Osiris se introdujo en él y la tapa se cerró… ¡Osiris cayó en
su trampa! Y Seth hizo tirar el cofre al Nilo y se apoderó del trono.

Isis, la mujer de Osiris, encontró el cadáver de su esposo y lo escondió. Pero el


malvado Seth se apoderó de él, cortándolo esta vez en catorce pedazos, que
esparció en la corriente del Nilo.

Tras una larga búsqueda, la diosa hechicera Isis recuperó los pedazos y
pacientemente los unió. Con la ayuda de Anubis, el dios de los embalsamadores, le
devolvió la vida a Osiris, que se convirtió en el dios de los muertos en el Más Allá.
¡Isis jamás volvió a reunirse con su esposo en la tierra!

Sin embargo, hubo venganza. Su hijo Horus, el dios con cabeza de halcón, se
enfrentó a Seth en terrible combate, venciendo y reconquistando el reino de su
padre.
EGIPCIAS
Isis y los siete escorpiones.

Los dioses Isis y Osirios, tuvieron un hijo, al que llamaron Horus, pero este fue
escondido por mucho tiempo con temor de que el resto de los dioses lo
encontraran y se negaran a su presencia, sin embargo un día fue encontrado por
Seth quien encerró a Isis y a su hijo.
Con la ayuda del dios Thot, el dios de la justicia y la verdad, Isis y Horus lograron
escarpar, Thot mando a siete escorpiones para que acompañaran a Isis a través
del desierto en busca de un buen lugar para esconderse. Después de mucho
caminar, lograron llegar a un pueblo, Isis toco la primera puerta que encontró en
busca de un lugar donde descansar, la casa era de una mujer rica, quien al ver a
los escorpiones se negó a ayudarles. Isis continuo a la segunda casa, donde vivía
una mujer pobre, ella sin importar los escorpiones, dejo que Isis y Horus entraran
a descansar. Los escorpiones no estaban contentos con el comportamiento de la
mujer rica, decidieron darle una lección. El jefe de los escorpiones entro por la
ventana del cuarto del hijo de la mujer rica y lo pico, dejando su veneno en su
cuerpo, la mujer rica al darse cuenta grito pidiendo ayuda pero nadie acudía.
Cuando Isis escucho los gritos de ayuda corrió y ofreció su ayuda, con sus
poderes extrajo el veneno del niño. La mujer rica en agradecimiento ofreció
compartir su fortuna con Isis y la mujer pobre.
SALVADOREÑAS

La Ciguanaba

Hay quien dice que la leyenda de la Ciguanaba es exactamente igual a la de la Siguanaba


(misma que por cierto ya está incluida en esta compilación). Sin embargo, luego de revisar
varias fuentes, nos dimos cuenta de que existe un relato distinto al anterior.

Tal vez la confusión generada en la población, se deba al hecho de que, en ambas crónicas,
no solamente el nombre es prácticamente idéntico, sino que también integran varios
elementos en común.

A continuación, comenzaremos a relatar dicha leyenda, para que tú puedas compararla con
la otra.

En esta historia, nos encontramos con que una bella mujer, era pretendida por un cacique.
No obstante, la muchacha estaba completamente enamorada de otro hombre.

Esto hizo enfurecer a aquel hombre poderoso, pues ninguna otra chica del pueblo se había
atrevido a rechazarle. Encolerizado fue al domicilio de la joven, la raptó y la encerró en una
cueva.

En tanto que, al prometido de la muchacha, lo golpeó y finalmente lo tiró al río para que se
ahogara.

Luego de innumerables intentos, la mujer logró escapar de su encierro y encontró a un


chamán, quien le entregó una pócima para que se convirtiera en un ser inmortal.

Desde ese día, la gente de los pueblos que se encuentran cerca de un río, jura que por las
noches una mujer vestida de blanco se pasea por la orilla, buscando el cuerpo de su amado.
SALVADOREÑAS

El Cadejo

El Cadejo corresponde a una de esas historias que no solamente se conocen en un lugar


determinado de Centroamérica (en este caso en el Salvador), sino que existen versiones
del mismo relato en otras latitudes como por ejemplo en México.

Es una leyenda de origen indígena en la que se asegura que los canes son los animales
idóneos para ayudar al recién fallecido, a arribar a la tierra de los muertos.

A pesar de eso, con la llegada de las tropas españolas a Mesoamérica, dicho mito comenzó
a transformarse, pues en versiones posteriores se dice que esta leyenda se usa para ilustrar
de una manera clara, el contraste que existe entre “el bien” y “el mal”.

Los Cadejos son perros fantasmas más grandes de lo habitual. Generalmente se les puede
ver en parejas. Un can es de color blanco, en tanto que el otro posee un pelaje
completamente negro.

El galgo de color blanco tiene los ojos azulados y simboliza la luz del paraíso. Es decir, si
el alma de un difunto es conducida por éste, encontrará en descanso eterno en muy poco
tiempo, pues no tendrá obstáculos para llegar a su morada final.

Sin embargo, si durante ese trayecto se llegara a aparecer el cadejo negro, habría que
tomar ciertas precauciones, puesto que a este can se le asocia con el averno.

Su misión principal es la de llevar a almas inocentes al infierno, para complacer a Satanás.


La forma en la que los salvadoreños antiguos alejaban a este espíritu del mal, era
quemando incienso. (En ciertas regiones de ese país, a esta sustancia obtenida de las
plantas se le conoce como Sahumerio).

El consejo que te podemos dar es que, si vas de paseo por el campo, procura regresar a tu
domicilio antes de que se oculte el sol, pues a veces los cadejos andan sueltos.

Das könnte Ihnen auch gefallen