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Cómo no debe jugarse al ajedrez

7.¤b5 ... versario y renuncian a la toma del


El alfil no puede retirarse por- alfil. Por otra parte, ven que, si per-
que seguiría 8.d6 y 9.¥xc5 (ved miten a las blancas el cambio de los
la importancia del alfil en f2). Un alfiles, su peón de c6 quedará; sin
bloqueador que debe desaparecer, defensa contra la amenaza del alfil
tiene que ser reemplazado por otro. de f2, estando obligada la dama a
7. ... ¥d7 retomar en d2. El alfil blanco se ha
8.¤xd6 £xd6 convertido en un arma muy pode-
9.¥b5 ... rosa. Pensad en el triste papel que
Prosiguiendo el mismo plan; hubiera hecho quedándose en g3.
cambiar los bloqueadores. Un aná-
lisis se impone aquí ¿No perderán NO DEJÉIS VUESTRAS
las blancas un peón después de PIEZAS EN CASILLAS
9...¥xb5 10.axb5 £b6? Es fácil ver DÉBILES
que, en ese caso, las blancas gana-
rían la calidad por 22.¤c4 £xb5; No olvidéis que una pieza co-
12.¤d6. La jugada 9 de las blan- locada en una casilla débil sigue
cas es peligrosa en consecuencia, siendo débil si no se retira de ella,
porque en todos los casos, provoca mientras que, colocada en una casi-
esos dos peones doblados y aisla- lla importante, esa pieza encuentra
dos. Dos columnas se abrirán para siempre ocasión de hacer sentir su
sus torres que podrán intentar un superioridad, porque nuevas for-
ataque contra los peones a y c. La mas de acción se le presentan repe-
importancia del alfil de f2 se revela tidamente. Es imposible prever las
una vez más. Si, de todos modos, repercusiones de una pieza fuerte
repugna a las blancas tener sus dos y en qué momento se harán sentir.
peones doblados, pueden buscar Fortificad, pues, constantemente
el cambio del alfil negro con £b3 vuestras piezas; eso es de primor-
o £e2 y luego ¥b5. La idea sigue dial importancia.
siendo la misma; cambian, única- 9. ... b6
mente, los métodos tácticos. ¿No 10.¤c4 ...
es fácil jugar así sabiendo lo que se Las blancas podrían cambiar
quiere? en seguida los alfiles, pero prefieren
Pero las negras estiman que atacar ante todo la dama, que de-
las dos columnas abiertas dan una berá perder un tiempo al retomar
ventaja demasiado grande a su ad- el alfil.

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10. ... £c7 Defendiéndose contra esta, vuestro
11.¥xd7 £xd7 adversario olvida aquella y cuan-
12.a5 ... do por fin la amenaza lejana se ha
Aquí, las blancas podrían jugar hecho inminente no solo es dema-
en seguida ¤e3 para ir a f5. Pero siado tarde para defenderse contra
desean debilitar primero los peones ella, sino que es imposible parar
del ala de la dama (recordar nuestra simultáneamente las dos ame-
última partida, en la cual un debi- nazas. Es lo que aquí se pre-
litamiento como ese lleva a la per- senta.
dida), lo que haría más fuerte aún 12. ... b5
a su alfil dama. La maniobra 13.¤e3 ...
de las blancas nos conduce a Las negras están obligadas a
otras consideraciones de gran parar dos amenazas: el jaque del
importancia. caballo en f5 y la pérdida del peón
No es posible obtener resul- c5. Ellas defienden este peón con
tados sobre el tablero sino por razón
medio de amenazas. Estas son de 13. ... £c7
diferentes clases: directas, indirec- 14.¤f5+ ¢h7
tas, ilusorias, reales, etc. Se distin- Las blancas han conseguido
guen sobre todo en que son más por fin la posici6n que deseaban
o menos próximas. Se encuentra desde hace mucho tiempo.
generalmente con facilidad una
defensa contra una amenaza inmi- Diagrama Nº 13
nente, cuando las fuerzas son igua-
les, pero para una amenaza lejana
es preciso disponer del tiempo ne-
cesario, y no lo tendréis si no habéis
previsto nada, si os dejáis sorpren-
der. La preparación de una amena-
za, exigiendo muchas jugadas, trae
aparejada, por supuesto, una canti-
dad casi igual de jugadas adversa-
rias para contenerla. Pero lo que es
más eficaz es la doble amenaza. Se
obtiene injertando, en una amena-
za lejana, una amenaza inmediata.

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Cómo no debe jugarse al ajedrez
Si han razonado bien, deben entre dos líneas de juego que con-
ganar porque tienen un peón pa- ducen al mismo fin, elegid aquella
sado cuya marcha no está obstacu- que pueda proporcionaros un doble
lizada por un bloqueador. Tienen provecho, aquella que pueda indu-
además un caballo en f5 que no cir en error a vuestro adversario, y
puede ser desalojado. Notad que sobre todo aquella que signifiquen
las negras no han podido instalar diferentes amenazas a cada paso.
todavía su caballo en f4, donde no Ahora podéis conducir un do-
podrá permanecer. ble ataque: uno contra el rey, otro
con el peón pasado que avanza. Ha-
NO AVANCÉIS VUESTROS bréis conseguido, pues, el ideal que
PEONES SIN UNA RAZÓN exponíamos: crear dos debilidades
SERIA en dos puntos distintos del tablero.
Sabéis que un peón pasado
Aparece una vez más la im- adquiere fuerza hacia el final de la
portancia de no avanzar los peones partida. Comenzad, pues, por el
sino para conseguir algo tangible. ataque contra el rey. El otro ataque
Constatamos, asimismo, el hará más eficaz a este.
papel que acaba de desempeñar Como siempre, el ataque será
vuestro caballo rey (g1). Cuando lo dirigido contra las casillas debilita-
colocasteis en d2 no podíais prever das por el avance del peón g, casi-
todas las movidas que se han efec- llas atacadas ya por vuestro caballo,
tuado. Veíais solamente la casilla y en especial contra g7 y h6. Lo que
f5. Sin embargo, preveíais el papel tenéis que hacer es claro: instalar
importante que podía desempeñar vuestra dama en la diagonal c1-h6;
sobre el flanco dama. Dimos dos jugar luego h4. £c1 es tentadora
caminos: c4-e3 y f1-g3, sin especi- porque amenaza a la vez la casilla
ficar nada. Pero la marcha del ca- h6 y el peón c5; pero vuestro adver-
ballo por c4 era evidentemente más sario tendría una buena respuesta
eficaz. El caballo ha contribuido a con ¤f4, después de c4, amenazan-
maniobra de las blancas bloquea- do rey y dame en e2, y amenazando
doras y al ataque contra los peones también instalar el caballo en d3
del flanco dama, mientras que en f1 fuertemente. Es necesario, pues,
no hubiese amenazado nada y solo renunciar a la doble amenaza y ju-
hubiera conseguido revelar su ob- gar simplemente £d2. En ajedrez,
jetivo lejano: f5. En consecuencia, como en todas las cosas, no se pue

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den realizar todas las esperanzas; Pueden elegir entre dos defensas:
hay que contentarse con lo posible, 1º- 19. ... ¦g8 y ¦g6, pero después
acercándose siempre, sin embargo, del cambio de peones vosotros
al fin que se persigue. ocuparíais la columna h con ¦h1;
Podríamos hacer ahora un 2º- ¢g6, defendiendo el peón g6,
análisis de la posición. Nos mos- y ¦h8, defendiendo el peón h. Las
traría que las negras han ganado Negras eligen esta última defensa.
dos jugadas, pero que esa ganancia 18. ... ¢g6
es ilusoria, porque se debe al avan- 19.h4 ¦h8
ce de sus peones del flanco rey, es Ahora podríais jugar: 20.¤xh6;
decir, a costa de una debilidad irre- y después de ¦xh6, 21. hxg5, recu-
mediable. Por el contrario, vosotros perando el caballo; pero entonces
tenéis una ganancia real de espacio las negras ocuparían la columna h
porque ocupáis el centro y po- con sus dos torres y solo tendríais
seéis peones muy fuertes. Aun ese la ventaja de un peón.
que parece débil en a5 desempe- 20.hxg5 hxg5
ña su función, porque no permite 21.d6 ...
el avance de los peones negros del Habiendo sido eliminados
flanco dama, a menos de exponerse los bloqueadores, el peón pasado
a una desunión. avanza en el momento que juzgáis
15.£d2 ¤f4 oportuno, sin que el adversario
16.g3 ... haya podido prever ese momento.
Comparad el resultado: no Solo con un bloqueador podríais
habíais movido vuestro peón g2. estar tranquilo. ¿Qué hacer contra
Las negras han movilizado el suyo. este avance, que arruina su juego?
Aunque poco peligroso, el caballo No dispone más que de malos ex-
en f4 de las negras puede ser des- pedientes. Repitamos que jamás
alojado, mientras que las negras no será demasiada atención la que se
pueden hacer nada contra vuestro consagre a bloquear un peón pasa-
potente caballo de f5. do enemigo.
16. ... ¤h3+ 21. ... £d7
17.¢g2 ¤xf2 22.¤e7+ ...
18.¦xf2 ... No ha sido solamente para lle-
Y de nuevo amenazáis avanzar varlo inmediatamente a dama que
vuestro peón a a4. Las negras de- habéis avanzado el peón, sino por-
ben defender sus peones de g5 y h3. que el participa en el ataque, defen-

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Cómo no debe jugarse al ajedrez
diendo el caballo, del mismo modo £xe7 27.dxe7+. Triunfo del peón
que vuestro caballo en c4 participa- pasado, libre de bloqueadores.
ba en vuestra demostración sobre 25. ... ¦xh1
el flanco dama, esperando el ataque 26.¢xh1 ...
previsto sobre el flanco rey. Es lo La posición de las negras es
que se llama acción concentrada de desesperada; deben parar la doble
las piezas. amenaza, la intrusión en su campo
22. ... ¢g7 de la torre por la columna h, y no
23.£xg5+ ¢f8 tienen ninguna pieza que oponer
a ella. Las jugadas que siguen son
CUANDO TENGÁIS UN ATA- poco menos que forzadas y la ga-
QUE GANADOR, NO DEJÉIS nancia de la partida está asegurada
DE VIGILAR VUESTRA en todas las variantes.
POSICIÓN 26. ... f6
27.£h6+ ¢f7
Es tentador aquí para vosotros 28.£h7+ ¢e6
ganar el caballo, pero os darían 29.£g8+ £f7
mate con £h3+. Cuando llevéis 30.¤g7+ ¤xg7
un ataque, poned atención para no 31.£xa8
caer en celadas como esta. Y las Negras abandonan.
25.¤f5 ... No solamente pierden la ca-
Defensa del peón d6 y clausura lidad, sino que están amenaza das
de la diagonal peligrosa. Las negras de la perdida de la Dama o de mate
se encuentran ante un problema con £d5+. Si 31. ...¢xd6, entonces
difícil. Deben parar dos amenazas: 32. ¦d2+. El peón pasado no pue-
£xf6 y £g7+. Lo mejor parecería de ser tomado, en consecuencia, y,
ser 22...¤h5 23.¦h1 ¤f4+ 24.gxf4 sostenido por la torre, ira a dama.
¦g8; y vuestra dama está perdida. Vuestra ventaja se ha concretado
Pero continuaríais con 25.¦h8 y en este peón y el ataque no ha he-
a ¦xh8 26.£g7+ ¢e8 27.£xh8+ cho más que dar a este peón toda
mate. Las negras deben elegir en- su fuerza.
tonces otra defensa. Gracias a estas lindas variantes,
24. ... ¤e8 esta partida es muy atrayente. Pero
25.¦h1 ... no son ellas las que la hacen valiosa
Ahora, contra ¦g8, daríais desde el punto de vista didáctico.
mate en dos jugadas con 26.£e7+ Es, ante todo, un soberbio ejemplo

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de la lógica del ajedrez. Se han en- Defensa holandesa
frentado dos ideas justas. Una de M. EUWE - A. ALEKHINE
ellas ha triunfado porque uno de
los jugadores ha descubierto, en 1.d4 e6
buen momento, las intenciones de 2.c4 f5
su adversario, quien, de su parte, ha 3.g3 ¥b4+
sido sorprendido por los aconteci- 4.¥d2 ¥e7
mientos. De allí surgen debilidades Una pérdida de tiempo mani-
variadas, que permiten organizar fiesta. ¿Por qué esta violación a una
un ataque irresistible. regla tan elemental? ¿Esta pérdida
de tiempo tiene razón alguna? El
EVITAD EL PEDANTISMO alfil en d2 está mal ubicado; obs-
truye la línea de la dama, suprime
En vuestro plan estratégico la defensa del peón b2 y del peón
creéis que se pueden desdeñar las d4. En seguida la casilla d2 queda
rutas tácticas, las combinaciones, vedada al caballo; en consecuencia,
las excepciones a las reglas gene- las negras pueden instalarse en e4.
rales. El rigorismo del pedante está Estas son, pues, las consideraciones
prohibido a los grandes jugadores; tácticas.
es suficiente una pequeña inexac- La idea estratégica es que el alfil
titud para modificar la suerte del dama blanco no podía dominar la
combate, y cuando se piensa que en gran diagonal tan fácilmente como
ella se desliza por todas partes, que el alfil rey negro, y que la casilla c3
se la oculta en la mejor variante, se estará bajo la amenaza del ¤e4.
llega a la conclusión que el aforis- Si para evitar esos inconve-
mo de Tarrasch (“Es la penúltima nientes las blancas hubieran conti-
falta la que gana”) es verdadero. nuado con 5.¥c1, las negras hubie-
El primer match Euwe-Alekhi- ran repetido ¥b4+.
ne por el campeonato del mundo ¿Comprendéis por qué?
nos muestra precisamente un ad- 5.¥g2 ¤f6
mirable conjunto de ideas dispares 6.¤c3 O-O
en una misma partida. Os rogamos 7.¤f3 ¤e4
considerar esta partida como una 8.O-O b6
distracción antes que una enseñan- En otra partida del match,
za, como un anticipo de lo que po- las negras jugaron 8...¥f6, y una
déis hacer, acaso, un día. rápida simplificación del juego
fue el resultado. La toma del alfil,
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