Superátomos Capaces de Imitar Elementos de la Tabla Periódica

Transformar el plomo en oro es una proeza imposible, pero un tipo similar de "alquimia" no
solo es posible, sino también rentable.
Tres investigadores han demostrado que ciertas combinaciones de átomos elementales
tienen firmas electrónicas que imitan las firmas electrónicas de otros elementos.
Según el líder del equipo A. Welford Castleman Jr., Eberly Distinguished Chair in Science
y Evan Pugh Professor en los Departamentos de Química y Física, de la universidad del
estado de Pennsylvania "los hallazgos podrían llevar a materiales mucho más baratos para
aplicaciones generalizadas, como nuevas fuentes de energía, métodos de reducción de la
contaminación y catalizadores de los cuales las naciones industriales dependen en gran
medida para el procesamiento químico "de los que dependen considerablemente diversos
sectores industriales.
Los investigadores también demostraron que los átomos que se han identificado hasta ahora
en estos eventos de mimetismo se pueden predecir simplemente observando la tabla
periódica. El equipo usó la experimentación avanzada y la teoría para cuantificar estos
hallazgos nuevos e inesperados. "Estamos obteniendo una perspectiva completamente
nueva de la tabla periódica", dijo Castleman. Los hallazgos del equipo se publicaron en la
edición anticipada en línea del 28 de diciembre de 2009 de la revista Proceedings of the
National Academy of Sciences, y posteriormente en la edición impresa de la revista.
Castleman y su equipo, que incluye a Samuel Peppernick, un ex estudiante de posgrado de
universidad del estado de Pennsylvania que ahora es investigador postdoctoral en el
Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico, y Dasitha Gunaratne, estudiante de
posgrado de universidad del estado de Pennsylvania, utilizaron una técnica, llamada
espectroscopia de imagen de fotoelectrones. para examinar las similitudes entre el
monóxido de titanio y el níquel, el monóxido de zirconio y el paladio, y el carburo de
tungsteno y el platino. "La espectroscopía de fotoelectrones mide la energía que se necesita
para eliminar los electrones de varios estados electrónicos de átomos o moléculas, al tiempo
que captura instantáneas de estos eventos de desprendimiento de electrones con una cámara
digital", dijo Castleman. "El método nos permite determinar las energías de enlace de los
electrones y también observar directamente la naturaleza de los orbitales en los que residían
los electrones antes de separarlos.

Los investigadores han comprobado que la cantidad de energía necesaria para extraer los
electrones de una molécula de monóxido de titanio es igual a la cantidad de energía que se
requiere para quitar los electrones de un átomo de níquel. Lo mismo sucede con el
monóxido de circonio y el paladio, y con el carburo de tungsteno y el platino.
La clave es que todos los pares están compuestos de especies isoelectrónicas, que son
átomos con la misma configuración de electrones ". Castleman notó que, en este caso, el
término isoelectrónico se refiere al número de electrones presentes en la capa externa de un
átomo o molécula.
El equipo analizó las imágenes de los datos de espectroscopía fotoelectrónica. Los puntos
brillantes en las imágenes, que corresponden a la energía de los electrones emitidos durante
su eliminación de las capas exteriores de los átomos, parecían ser similares entre los pares
de especies en los tres sistemas estudiados. Del mismo modo, las visualizaciones gráficas
de los picos de energía fueron similares entre los pares, y los cálculos teóricos también
dieron como resultado que los pares tuvieran niveles de energía coincidentes.
Las moléculas de monóxido de titanio, monóxido de circonio, y carburo de tungsteno son
los superátomos del níquel, el paladio y el platino, respectivamente.
LOS SUPERÁTOMOS SON RACIMOS DE ÁTOMOS QUE EXHIBEN ALGUNA
PROPIEDAD DE LOS ÁTOMOS ELEMENTALES.
En trabajos previos llevados a cabo en el laboratorio de Castleman, mostró que un grupo
de 13 átomos de aluminio se comporta como un solo átomo de yodo. Agregar un solo
electrón a este sistema de átomos de aluminio hace que el clúster se comporte como un
átomo de gas raro. Además, mostró que un grupo de 14 átomos de aluminio tiene una
reactividad similar a un átomo de tierra alcalina.
Ahora, la nueva investigación de Castleman lleva la idea del superatomo a un nuevo nivel y
proporciona una sólida base cuantitativa para el concepto de superatomos. "Parece que
podemos predecir qué combinaciones de átomos elementales imitan otros átomos
elementales", dijo. "Por ejemplo, mirando la tabla periódica, puede predecir que el
monóxido de titanio será un superatomo del níquel. Simplemente comience con titanio, que
tiene cuatro electrones de capa externa, y mueva seis elementos hacia la derecha, porque el
oxígeno atómico posee seis El elemento al que termina es el níquel, cuyos 10 electrones de
capa exterior lo hacen isoelectrónico con la molécula de 10 electrones de la cubierta
exterior resultante de la combinación de titanio y oxígeno. Pensamos que este hallazgo
debía ser una curiosa coincidencia. Así que lo probamos con otros átomos y descubrimos
que surgió un patrón ".
Castleman dijo que no sabe si el patrón se producirá en toda la tabla periódica o si se
limitará solo a una parte. En este momento, él y su equipo están trabajando a través de los
átomos del metal de transición. En el futuro, planean llevar la investigación un paso más
allá para investigar si los superatomos son o no químicos
Un paso hacia la posibilidad de crear un líquido
superconductor
http://www.amazings.com/ciencia/noticias/160211d.html
El litio es el primer metal en la tabla periódica y el elemento sólido menos denso a temperatura
ambiente. Se le conoce sobre todo por su uso en pilas para aparatos electrónicos de uso
común, como los teléfonos móviles y los ordenadores portátiles. Ahora, un equipo de
investigación ha conseguido demostrar que el litio, cuando es sometido a una intensa presión,
adquiere propiedades insólitas.

Con sólo tres electrones por átomo, el litio debería comportarse como un metal simple. Sin
embargo, esta investigación ha demostrado que bajo una presión de entre aproximadamente
395.000 y 592.000 atmósferas, el litio se comporta de una forma que no tiene nada de simple.
La alta presión no sólo hace que se vuelva un líquido a temperatura ambiente, sino que
entonces impide que se congele hasta que la temperatura alcanza unos 80 grados
centígrados bajo cero. A presiones por encima de 592.000 atmósferas aproximadamente,
cuando el litio se acaba solidificando, se encuentra dentro de una gama de estados cristalinos
muy complejos. La presión más alta alcanzada en el estudio fue de casi 1,3 millones de
atmósferas.

El equipo de investigación, que incluyó a Malcolm Guthrie, Stanislav Sinogeikin y Ho-kwang (Dave)
Mao, del Laboratorio Geofísico del Instituto Carnegie para la Ciencia, en Estados Unidos, cree que
este comportamiento exótico es una consecuencia directa de la masa excepcionalmente baja del
átomo de litio.

Un resultado elemental de la física cuántica es que los átomos continúan moviéndose incluso
cuando son enfriados a la temperatura más baja posible. Cuando la masa de un átomo disminuye,
se incrementa la importancia de esta energía residual, conocida como energía del punto cero.

Los investigadores creen que quizá, en el caso del litio, la energía del punto cero aumenta con la
presión.

Este trabajo otorga más credibilidad a la hipótesis de que quizá se pueda fabricar un material que
nunca se congele. La perspectiva de un líquido metálico, que se mantenga en ese estado líquido
incluso a las más bajas temperaturas, aumenta a su vez las posibilidades de crear un material tan
nuevo como intrigante, un líquido superconductor, como fue propuesto previamente por algunos
físicos teóricos para el hidrógeno a presiones muy altas.