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PBI SUIZA:
“El índice de precios al consumidor (IPC) mide la evolución del costo promedio de
una canasta de bienes y servicios representativa del consumo final de los hogares,
expresado en relación con un período base. La variación porcentual del IPC entre
dos periodos de tiempo representa la inflación observada en dicho lapso.”
En esta página te mostramos la evolución del IPC en Suiza. Puedes ver la inflación en
otros países en IPC y ver toda la información sobre Suiza en Economía de Suiza.
Explicación:
PMI: El Índice de Gestores de Compra del sector Servicios de la Zona euro, en inglés
Services Purchasing Managers Index (Services PMI), mide el nivel de actividad del sector
servicios a través de las compras que se producen en este sector.
Hedge Funds: Un hedge fund es un vehículo para invertir, una institución de
inversión colectiva, aunque puede tomar diferentes formas jurídicas (sociedad,
fondo de inversión u otras).
El Banco Nacional Suizo (SNB) es el banco central de Suiza. Como en Suiza se hablan cuatro
idiomas, los nombres del banco en los distintos idiomas son los siguientes:
El Banco central lleva a cabo la política monetaria suiza como un banco central independiente y
emite francos suizos. Los principales objetivos del SNB son garantizar la estabilidad de precios,
evitar una elevada inflación o deflación y proporcionar un clima que se oriente al crecimiento
económico. El banco central ha fijado a medio y largo plazo un objetivo de inflación de 2% al año
como máximo.
Las medidas de política monetaria se basan en las expectativas de inflación a medio plazo.
Cuando se habla del interés suizo, a menudo se hace referencia al SNB target range para el interés
LIBOR CHF a 3 meses. A este interés básico también se le llama reference interest rate y lo utiliza
el banco central suizo para controlar la cuantía de los tipos de interés del mercado monetario
suizo. El SNB lo hace fijando un intervalo objetivo para el interés LIBOR a 3 meses, el llamado SNB
target range. El Banco central suizo determina tanto un límite inferior como uno superior y un
objetivo (target) dentro de ese intervalo (range). El límite superior e inferior se encuentran
aproximadamente a un 1% de distancia y en general el objetivo se encuentra en medio del
intervalo. Por medio de su política monetaria, el banco central suizo puede influir en los intereses
de productos como préstamos, ahorros e hipotecas.
Explicación
El órgano emisor de la moneda de Suiza establecerá tipos de interés negativos por primera vez
desde la década de 1970 para disminuir el valor del franco.
El Banco Nacional de Suiza (BNS) dijo que impondrá una tasa de interés negativa del -0,25% en
algunos depósitos en francos suizos en un intento de disuadir a los inversores que quieren adquirir
francos como un valor refugio.
La medida afecta a los depósitos de acceso inmediato que tienen entidades financieras en el BNS y
que superan los US$9,77 millones.
Un tipo de interés negativo significa que los depositantes deben pagar por prestar (depositar)
dinero al banco.
"La introducción de tasas de interés negativas hace menos atractivo tener inversiones en francos
suizos", dijo el SNB en un comunicado.
(ENCONTRÉ TIPO DE INTERÉS PARA DEFINIR ESTO EN DATOS MACRO TAL VEZ TENGA QUE VER
COMO EL IPC CON LA INFLACIÓN)
Los tipos de interés son una de las herramientas más importantes, utilizadas por los bancos
centrales, para llevar a cabo su política monetaría.
Tipo de cambio cerró la jornada al alza con un nuevo máximo de casi cinco meses
A nivel global, el dólar alcanzó su punto más alto en lo que va del año, después de que Donald
Trump anunciase que Estados Unidos se retira del acuerdo nuclear con Irán.
A nivel mundial
El dólar ganó hoy terreno ante el euro y otras divisas importantes hasta alcanzar su punto más alto
en lo que va del año, después de que el presidente Donald Trump anunció que Estados Unidos se
retira del acuerdo nuclear con Irán. Ese convenio fue firmado también por seis grandes potencias
(EE.UU., Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) en julio del año 2015 en Viena.
Al término de la sesión en los mercados financieros de Nueva York, un dólar se cambiaba a 0.8429
euros, frente a los 0.8388 euros de la jornada anterior, y por un euro se pagaban hoy 1.1864
dólares.
La moneda estadounidense avanzó también ante la japonesa, con un cambio de 109,12 yenes por
dólar, así como ante la libra esterlina, el dólar canadiense y el peso mexicano, aunque bajó frente
al franco suizo.
6. NIVEL DE SALARIOS (SUELDO)
El salario medio en Suiza en 2017 ha sido de 77.397€ al año, es decir 6.450 euros al mes, si
hacemos el cálculo suponiendo 12 pagas anuales.
Esto supone que el salario medio ha caído 1628 euros mensuales lo que supone una pérdida de
poder adquisitivo para los trabajadores.
Si miramos el ranking de salario medio que publicamos, Suiza se encuentra en primera posición,
luego es el país con mayor salario medio de la lista.
El salario medio es la cuantía retributiva que recibe un trabajador por la jornada legal de trabajo,
independientemente del tipo de contrato que tenga.
En la tabla que hay a continuación puede ver la evolución el salario medio en Suiza. Puedes ver el
salario medio en otros países en salario medio y ver toda la información sobre Suiza en Economía
de Suiza
A diferencia de otros muchos países, Suiza no tiene establecido un salario mínimo para todos
sus trabajadores. Y aunque muchos sectores y algunos cantones sí lo han fijado, los trabajadores
que se benefician del salario mínimo siguen siendo una minoría.
El salario mínimo es una cuestión recurrente en la agenda política suiza a todos los niveles. La
iniciativa popular que pretendía fijar un salario mínimo nacional de 4 000 francos mensuales (22
francos por hora) se rechazó en 2014 con el 76% de los votos.
Para los sindicatos, sin embargo, este intento no fue en vano. Pues consideran que, desde que se
presentó la iniciativa, la cantidad de 4 000 francos se ha impuesto como un salario mínimo. Y
muchas empresas –también sectores económicos enteros– han aumentado sus salarios mínimos.
El cantón de Neuchâtel podrá introducir próximamente por primera vez en Suiza un salario
mínimo de 20 francos por hora (17,50 euros).
El origen de la disputa está en una norma de 2011, aprobada por votación popular, que fue
recogida en la Constitución cantonal y que posibilitaba una ley para introducir el salario mínimo en
Neuchâtel, en la parte francesa de Suiza, informó hoy la agencia ATS.
La ley fue aprobada en mayo de 2014, pero fue considerada por organizaciones sectoriales y
empresariales una violación de la Constitución federal que garantiza la libertad económica.
La corte considera, además, que el salario mínimo es una política social que no interfiere en la
política económica y que los 20 francos son una cantidad relativamente baja, de acuerdo con ATS.
Para algunos sectores, como el agrícola y el vitícola, la ley prevé excepciones, recuerda la máxima
instancia judicial de Suiza.
Los sindicatos han expresado su satisfacción por la decisión del tribunal, pues allana el camino
para la lucha a nivel cantonal contra los salarios “pobres”.
Neuchâtel es el primer cantón en introducir el salario mínimo, en tanto que el Jura aceptó en
2013 una iniciativa para unos “sueldos decentes” que aún no se ha aplicado y el Ticino le siguió en
2015 con una medida similar. Por contra, cantones como Ginebra, Vaud y el Valais rechazaron
proyectos parecidos.
A nivel general, los suizos rechazaron en 2014 por un 76,3 % de los votos una iniciativa popular de
la Unión Sindical que preveía 22 francos la hora en todos los cantones del país.
POLITICA ECONÓMICA:
Contexto económico
Coyuntura económica
Suiza cuenta con una economía de mercado muy eficaz. Su nivel de vida, su productividad
industrial, la calidad de su sistema educativo y su sistema sanitario se encuentran entre los más
altos de Europa. Tras experimentar una ralentización durante la crisis de la zona euro, el
crecimiento económico suizo fue de 1% en 2016, al igual que en 2015. Según las estimaciones, el
crecimiento podría ser de 1,3% en 2017. Es la primera vez, desde la creación de la zona euro, que
el crecimiento suizo es inferior a la media europea. El consumo interno representa uno de los
principales motores de la economía suiza.
Suiza sigue siendo un país próspero, con un importante superávit presupuestario. Sin embargo, los
puntos fuertes del país generan paradójicamente algunos problemas: como el franco suizo se ha
convertido en un refugio seguro para los inversionistas, las exportaciones se han encarecido. Esto,
sobre todo después de que el Banco Nacional suizo, en enero de 2015, decidiera abandonar la tasa
de cambio fija con el euro, incrementando considerablemente el valor del franco. Las
exportaciones, sobre todo de productos farmacéuticos y de relojería, siguen siendo un pilar
económico, gracias al gran prestigio de su calidad. Sin embargo, en 2016 las exportaciones del
sector de relojería se vieron afectadas por el alto valor del franco suizo, aunque esto no mermó el
superávit comercial del país. El abandono de la tasa de cambio fija además redujo los márgenes de
las empresas en 2016, mientras que la inmigración decayó. Esto afectó a la economía,
considerando que 30,5% de la población activa es inmigrante. La disminución de la inmigración
podría verse compensada por una automatización de una parte de la producción, permitida por las
bajas tasas de interés y la caída del costo de las importaciones. A pesar de esto, la economía no
repuntó en 2016 debido al fuerte franco suizo. En 2016, las obligaciones del Banco Central suizo se
emitieron con tasas negativas, sobre todo para hacer frente a la deflación importada y el ritmo
moderado del crecimiento. El Banco Central además compró masivamente activos extranjeros. Por
otra parte, diferentes bancos suizos se vieron involucrados en escándalos, lo que implicó una
fuerte multa por parte de Estados Unidos por incitación a fraude fiscal.
El gobierno ha adoptado medidas para preservar el atractivo del país como plataforma financiera,
a pesar de que planea poner fin al secreto bancario de aquí a 2018. En 2015, Suiza firmó un
acuerdo con la Unión Europea para el intercambio automático de información. El gobierno ha
reformado el sector sanitario y el agrícola y ha modernizado los servicios públicos. Los suizos
votaron a favor de mantener el régimen fiscal, que favorece a los extranjeros ricos que desean
convertirse residente fiscal en Suiza. El país se comprometió a dejar la energía nuclear para el año
2034 y a reducir en un 35% el consumo de energía. Después de votar contra este compromiso en
noviembre del último año, los Suizos han votado en mayo de 2017 (58%) en favor de una salida
progresiva de la energía nuclear a partir de enero de 2018.
Las elecciones federales de octubre de 2015 reforzaron la posición del partido conservador Unión
Democrática del Centro (UDC), que se transformó en el partido más importante de la Asamblea
federal y que ganó en diciembre un segundo escaño en el Consejo Federal. La inmigración fue uno
de los puntos claves de las elecciones y generó un fuerte debate. En 2014, las relaciones con la
Unión Europea se vieron muy afectadas cuando el país intentó limitar el número de inmigrantes
europeos. Posteriormente, el gobierno suizo intentó tranquilizar a sus socios europeos. Esto
podría ir contra el principio de libre circulación de personas, que condiciona ciertos acuerdos
bilaterales con la UE. Tras el voto popular de 2014, Suiza debiera promulgar cuotas de inmigración
en 2017. A fines de 2016, se votó una ley que le impone a los empleadores proponerle un empleo
a los desempleados suizos cuando la tasa de desempleo de cierto sector sobrepasa la media
nacional. Esta ley pretende solucionar el tema complejo de las cuotas de inmigración, pero genera
descontento en una parte de la población y la clase política.
La tasa de desempleo de Suiza, del orden de 4,9%, sigue siendo baja en comparación con la media
de los países de la Unión Europea, pero ha aumentado bastante a la par en los últimos años. El
país ocupa el octavo puesto mundial en términos de PIB/habitante. La economía se ve beneficiada
por un fuerte consumo de los hogares, el comercio exterior y el gasto público.
La agricultura aporta menos del 1% del PIB y emplea al 3,2% de la población activa. Los principales
productos agrícolas son el ganado y los lácteos, aunque también hay más de 9.000 bodegas
vinícolas. Las autoridades suizas conceden numerosas subvenciones directas a los agricultores
para que cumplan con estrictos criterios ecológicos, como la protección de la tierra. Suiza apenas
cuenta con recursos minerales. A pesar del reducido tamaño de la industria agrícola, la agricultura
ecológica ha experimentado un crecimiento considerable.
La industria emplea al 20% de la población activa y contribuye a un cuarto del PIB. Suiza es
internacionalmente conocida por la alta calidad de sus productos manufacturados, entre los que
se incluyen relojes, motores, generadores, turbinas y diversos productos de alta tecnología. El
sólido sector industrial del país está controlado por grandes grupos exportadores. Basilea, en
concreto, alberga una dinámica y poderosa industria química y farmacéutica. La electricidad se
genera principalmente a partir de energía hidroeléctrica y nuclear. Los recursos hidroeléctricos
generan casi dos tercios de la energía del país.
El sector de los servicios representa casi el 74% del PIB y emplea a algo menos de tres cuartas
partes de la población activa. El sector bancario representa por sí solo el 8% del PIB. Sectores bien
desarrollados y altamente competitivos a nivel mundial como la banca, aseguradoras, fletes y el
transporte, contribuyen al desarrollo del comercio internacional a través de Suiza. El turismo, que
participa considerablemente en el desarrollo económico, ayuda a equilibrar el déficit comercial del
país.
NOTICIA 1
Tras la supresión del tipo de cambio mínimo frente al euro, Suiza pagó en 2015 el precio de la
fortaleza del franco, rozando incluso la recesión. Para el nuevo año, los principales institutos de
investigación económica prevén un crecimiento de entre el uno y el 1,5%. Pero el futuro de
Suiza permanece ligado a las políticas económicas de la zona euro y a las relaciones bilaterales
con la UE, advierte el economista Sergio Rossi de la Universidad de Friburgo.
Ciertamente, cuanto más tiempo el franco siga sobrevalorado, más difícil será para las empresas
encontrar alternativas a los recortes de empleos. Pero, más que el franco fuerte, pesarán sobre el
desempleo en Suiza las políticas económicas en la zona euro, o sea, una política monetaria
innecesariamente expansiva y una política fiscal restrictiva, por no hablar de austeridad, que inciden
negativamente en el consumo en Europa y frenan las exportaciones suizas. Es probable que esta
situación continúe durante mucho tiempo: el Banco Central Europeo (BCE) admitió en una
publicación que pasarán al menos diez años antes de que veamos los efectos positivos de esas
políticas.
NOTICIA 2
Cómo influye la política en el éxito económico de Suiza
Las condiciones económicas de Suiza son envidiables, un país que sistemáticamente encabeza
las clasificaciones sobre competitividad mundial. ¿Cuánto de esto es debido a su sistema de
gobierno?
El éxito de la economía helvética es fácil de medir, pero difícil de explicar. ¿Cómo puede ser que un
país con un mercado interno tan pequeño y con rentas medias de las más altas del mundo tenga un
PIB tan estable, conserve casi el pleno empleo y (lo más sorprendente) ocupe permanentemente el
primer puesto en las clasificaciones de competitividad mundial?
No existe una fórmula mágica que explique el éxito, pero esto no impide que la gente siga buscando
respuestas. De hecho, en una reciente conferencia celebrada en Montreux (cerca de Lausana) se
analizó la relación entre el sistema federal de Suiza y la economía del país. ¿Influye el sistema
descentralizado en tres niveles (Estado, cantones, municipios) en las condiciones económicas?
La respuesta fácil es sí. Para Tiber Adler, del laboratorio de ideas Avenir Suisse, “si Suiza en este
momento tiene una economía en plena forma, en gran medida, se debe al federalismo”.
Nadie le llevó la contraria. Pero ¿por qué (o cómo) el federalismo incentiva la competitividad
económica? Una cosa es segura: no es la lentitud con la que funciona que, a veces, en lugar de
incentivar puede llegar a bloquear el espíritu empresarial. Suiza es un “elefante” en vez de un
“guepardo”, comentó otro participante. Estable y perseverante.
Eficiencia y compensación
Pero el paquidermo es eficiente. El profesor de la Universidad de Lucerna y coautor de
un libro sobre este aspecto, Christoph Schaltegger, dice que la eficiencia es la primera de las tres
vías a través de las cuales el federalismo impulsa la actividad económica. El hecho de que el
gobierno local pueda ejecutar el cometido “más cerca de la acción” permite, por lo general, un
sistema más simplificado y responsable, y estimula la competitividad.
En segundo lugar, el sistema federalista funciona “para mejorar la distribución de rentas y actuar
como un mecanismo seguro”. Y esto puede ser de naturaleza sistémica como, por ejemplo, la
movilidad en el mercado laboral, que permite que las capacidades vayan de zonas de bajo
rendimiento a partes prósperas del país. O puede estar regulado por el Estado, como ocurre con
la compensación fiscal, donde un sistema de transferencias hace que las regiones más ricas paguen
cierta cantidad anual para financiar a las regiones menos
favorecidas.
Bajo este sistema (que en gran medida depende de la solidaridad política y económica de todo el
país) los colapsos económicos en una zona pueden mitigarse con fondos y transferencias nacionales.
Según Schaltegger, el sistema federal, como un todo, asimila en torno al 20% de cualquier
“conmoción” que sacude a una región. Y esto permite que la economía pueda asumir más riesgos,
además de mantener un alto nivel de diversificación (piénsese la relojería en Neuchâtel, la
farmacéutica en Basilea, la banca en Zúrich).
‘Laboratorios de innovación’ y regiones competitivas
Pero el factor más importante del éxito federalista es, incluso, más intangible. Los cantones (o
regiones) son como pequeños “laboratorios de innovación” que desarrollan soluciones singulares, y
si tienen éxito estas soluciones se aceptan como mejores prácticas en todo el país, explica
Schaltegger.
“Los cantones pueden aprender los unos de los otros”, señala. Un ejemplo de ello es el sistema
educativo. Aunque la educación en Suiza es competencia de los cantones, todos se fijan en qué
funciona bien y qué no en los demás. Según Schaltegger, el “efecto laboratorio” es crucial para el
éxito general, aunque difícil de cuantificar.
Eso mismo es aplicable a las áreas más tradicionales de fiscalidad y competitividad interna. Las
rivalidades entre los cantones (respecto a factores como el impuesto de sociedades y la atracción de
inversión extranjera directa) constantemente llevan a reposicionar y reevaluar los tipos impositivos
frente a los servicios públicos.
Los tipos impositivos cantonales para las empresas varían y van desde el 12,3%, en el cantón de
Lucerna, hasta el 24,2%, en Ginebra. Aunque, en la práctica, muchas grandes empresas negocian
acuerdos particulares con las autoridades.
“Nadie sabe realmente dónde se da el nivel más rentable de impuestos y servicios públicos”, apunta
Schaltegger. Pero la competencia interna genera beneficios globales equilibrados. Ese constante
“cuestionarnos a nosotros mismos” –en palabras de otro participante en la conferencia– es un factor
importante para mantener la economía en crecimiento, y alerta.
Arrastrado hacia el centro
Entonces, ¿es el federalismo un motor activo de la competitividad o simplemente un blindaje pasivo
que no lo impide? O como preguntó en Montreux el político de Ginebra, Pierre Maudet, ¿si surge
una crisis real, se demostrará que el sistema funciona?
Nadie se atrevió a responder abiertamente a la pregunta. Pero la mayoría de los participantes
admitió que el federalismo no es un sistema perfecto, que no tenga problemas. Su lentitud y sus
múltiples niveles de burocracia pueden ser obstáculos para las empresas, incluso si la estabilidad
política que aportan es bienvenida.
“A veces las empresas se quejan del perfeccionismo suizo”, cuenta Urs Hoffmann, concejal en el
cantón de Argovia. Cuando una regulación llega del nivel federal, los cantones y municipios de
Suiza tienden a revisar cada punto y cada coma. Y esto puede causar dolores de cabeza. No solo a la
hora de establecer una empresa, sino también a la hora de formalizar los pagos y todos los trámites
burocráticos (aunque el gobierno intenta remediarlo con el despliegue de un portal online para
gestiones empresariales: EasyGov.swiss).
El plus de eficiencia del gobierno local, asimismo, puede contrarrestarse con el solapamiento de
competencias. Cuando no está claro quién es el responsable único de un ámbito de actuación, las
empresas o los ciudadanos pueden verse obligados a repetir algunos procesos en diferentes niveles.
Perdiendo así tiempo y dinero. A los fieles al sistema de la Unión Europea, esto puede resultarles
familiar.
Schaltegger considera que tales defectos de diseño, posiblemente un signo de una mayor “tendencia
hacia la centralización en Suiza”, deben resolverse.
Como dice, cuando se trata de federalismo, estabilidad política y competitividad económica, “el
buen juego depende más de las buenas reglas que de los buenos jugadores”.