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En esta primer pregunta nos podemos dar cuenta de que ninguno de los
encuestados respondió que considera que el desempeño de los servidores públicos
sea bueno. La mitad piensa que es regular y la otra mitad que es malo. Podemos
ahondar más en la respuesta preguntado qué es lo que consideran que les hace
falta a los servidores públicos para determinar si su desempeño es bueno o malo, o
en base a qué dieron esa respuesta.
La mayoría respondió que consideran importante que los servidores
públicos de Tlahuelilpan sean personas con una profesión. Sólo una persona dijo
que no cree que sea importante. Creo que es obvio que la mayoría piensa que para
realizar su trabajo de la mejor manera se requiere de una preparación profesional.
Esta pregunta nos deja ver que para la ciudadanía de Tlahuelilpan, es igual de
importante que el ayuntamiento municipal realice obra pública a que invierta en la
capacitación de sus servidores públicos. Considero que si los servidores públicos
están capacitados, podrán realizar mucho mejor su trabajo y de esta manera
gestionar más y mejores programas en beneficio de su municipio y de la gente que
habita en él.
El total de las personas encuestadas consideró importante la evaluación de los
servidores públicos.
De igual manera, todos consideraron que los servidores públicos deben recibir
un reconocimiento o una sanción por los resultados de sus evaluaciones.
En esta pregunta nos podemos dar cuenta de que la mitad de los encuestados
consideran necesario que los servidores públicos tengan estudios profesionales de
cualquier índole, sin importar si son relacionados con la administración pública.
Personalmente creo que es de vital importancia que los estudios con los que
cuenten los servidores públicos deberían ser preferentemente en administración
pública o según el puesto a cubrir, ya que por ejemplo, es mejor que un director de
obras públicas sea un ingeniero civil o un arquitecto a que sea un abogado o un
químico.
En esta pregunta podemos darnos cuenta de que los encuestados consideran
importante que los aspirantes a puestos de elección popular deben ser personas
con alguna preparación profesional, sea en administración pública o en otras áreas.
Sólo una persona consideró que no se debe exigir que sean profesionistas, ya que
se estaría violando el derecho a la participación democrática.