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precaver algo que había pasado inadvertido, a saber, que también las mayorías puedan
decidir caprichosamente en desmedro de sectores minoritarios de la población que reclaman
derechos que no pueden ser negados o recortados con argumentos fuertes de razón pública.
Asunto que puede plantearse de la siguiente forma:
Voy a señalar apenas dos: 1. Los asuntos técnicos y científicos que reclaman una respuesta
concluyente (en la medida en que la ciencia puede darla), expuesta a la prueba de la razón y la
experiencia. Ejemplos pueden darse a granel, pero uno paradigmático me parece que basta.
¿No sería descabellado convocar al pueblo a que mediante sufragio universal dirimiera el
asunto de si el universo fue creado según la rica ficción fantasiosa del Génesis o si está bien
orientada la hipótesis abstrusa del Big Bang?
¿Alguien con mediana sensatez podrá pensar que la respuesta definitiva proceda de las urnas?
A veces uno piensa, oyendo o leyendo a la senadora Viviane Morales, que es eso lo que se
propone con su dislocada propuesta de referendo contra la adopción por parte de las parejas
homosexuales.
Como hay un debate académico y científico en torno a los trastornos y sesgos de orientación
que puedan padecer los menores adoptados y, a su juicio, la balanza se inclina por una
respuesta afirmativa (cosa que parece refutada abrumadoramente por estudios serios y
1 GAVIRIA, Carlos, Un referendo impertinente [en línea]. Diario El Espectador. 2015. [fecha de
consulta: 17 junio de 2016]. Disponible en: http://www.elespectador.com/opinion/un-
referendo-impertinente-columna-547154 abundantes hechos), que la mayoría profana diga
a quién asiste la razón (¿a Ptolomeo o a Copérnico?).
Pero, desde luego, la ambigüedad diluye, en apariencia, las verdaderas razones subyacentes a
la iniciativa: para la senadora Morales (hay que asumirlo así por las creencias que defiende) es
pecaminosa y “contra natura” la unión conyugal de dos personas del mismo sexo, y ni qué
decir de que tengan la temeridad de tratar como hijos a quienes no engendraron ni
concibieron. 2. Los asuntos relativos a las creencias.
¿Tiene una persona, en una sociedad pluralista, regida por un Estado laico, el derecho a
organizar su vida y su comportamiento en armonía con sus creencias religiosas? La respuesta
es sí, más allá de toda duda. Pero ¿puede con igual legitimidad convocar a los ciudadanos
que muy probablemente comparten las mismas creencias derivadas de una fe común,
respetables pero, por definición, injustificables racional y empíricamente, a que impongan
obligaciones y restricciones en sus formas de vida a quienes profesan otras creencias o sólo
tienen convicciones a que renuncien a la integridad y desarticulen su pensamiento de su
conducta y vivan una vida inauténtica, porque así lo dispuso la regla mayoritaria? He tenido un
CARLOS GAVIRIA ADOPCION
alto concepto de Viviane Morales como jurista y académica, pero advierto que esa s calidades
nada tienen que ver con sus iniciativas de creyente militante.
Es lo que llamamos el imperio de la ley. En una democracia nadie puede pasar por encima de
las leyes existentes, ni siquiera el gobernante o quien ostente el poder. Luego, los
ciudadanos y la sociedad en general tienen la garantía de quien gobierna en la sociedad son las
leyes mismas. •Estado Constitucional de Derecho: Una constitución es por definición la ley de
leyes o norma de normas. Eso quiere decir que no puede haber ningún acto, ninguna
ley, ninguna decisión que vaya en contra vía de la misma Constitución. Y si la Constitución se
caracteriza, en su parte principal, por garantizar derechos fundamentales, inalienables, el
Estado Constitucional de derecho lo que plantea es que ante todo deben garantizarse
los derechos de los ciudadanos, sin importar la situación, la coyuntura, etc. Ya lo
señalamos anteriormente con el ejemplo de la crisis de la salud.
El Estado Colombiano, así el sector de la salud pública esté en crisis, no puede recortar
derechos fundamentales a la población bajo ningún argumento. •Razón Pública y Razón
Privada: Carlos Gaviria plantea en su columna la siguiente pregunta “
Es decir: ¿en una democracia hay temas que no puedan ser decididos por parte de la mayoría?
Si bien reconocemos que en una democracia las mayorías imponen su voluntad, estas
mayorías no pueden decidir sobre todo. El primer tema sobre el cual no pueden decidir es
sobre asuntos técnicos o científicos.
Por ejemplo, si hacemos un referendo para decidir si la tierra es redonda o no, este tipo de
temas no dependen de la opinión pública, sino de argumentos científicos racionales y
empíricos. Es bien sabido, por ejemplo, que hay comunidades en el centro de EEUU que
señalan que el hombre ha sido creado por Dios tal y como se relata en el génesis. Sin embargo,
a pesar de que es respetable que cada cual crea en lo que desea, la ciencia nos ha
señalado que el creacionismo no es la teoría más consistente y que en cambio la teoría de la
evolución está mejor sustentada.
Por supuesto, Gaviria trae este argumento pues de fondo quiere plantear que la Ciencia
hoy plantea con pleno sustento, que el comportamiento homosexual no es una patología,
una enfermedad. Luego, por más sectores existentes que crean que se trata de una
enfermedad o una rareza, la Psicología es clara hoy en día al afirmar que el comportamiento
homosexual como tal no es una enfermedad. Por otra parte, señala Gaviria que no es legítimo
que las mayorías traten de imponer sus creencias a las minorías a partir de una ley.
Es decir, si bien la democracia obliga que se respeten las creencias, convicciones e ideologías,
ellas hacen parte de la razón privada de cada individuo y nadie puede imponerle y obligarlo a
creer o afirmar otras ideas. Sin embargo, tampoco es legítimo que estas creencias, así sean
CARLOS GAVIRIA ADOPCION
compartidas por la mayoría se impongan sobre unas minorías que no las comparten. En un
contexto de razón pública lo único que debe imponerse es la razón, lo razonable. En
democracia se debe respetar y defender que cada cual viva respecto a sus propias
convicciones, pero no se puede tolerar que se busquen imponer a los demás a través
de vías democráticas.
•Democracia pluralista: señala Gaviria que la democracia es “la promesa de convivencia grata
entre individuos autónomos que a nadie dañan”. Con esto quiere plantear que el corazón de la
democracia estriba en la defensa del pluralismo, a la posibilidad a que en medio de una
sociedad en donde todos pensamos distinto y vivimos de distintas maneras, podamos
convivir sin dañarnos unos a otros. Por eso, el pluralismo impide que se impongan las mayorías
simplemente por el hecho de serlo, pues se demanda el respeto a las mayorías, en un marco
en el que el Estado debe garantizar los derechos más allá de las creencias particulares.
Un referendo impertinente
Carlos Gaviria
1. Los asuntos técnicos y científicos que reclaman una respuesta concluyente (en la medida en
que la ciencia puede darla), expuesta a la prueba de la razón y la experiencia. Ejemplos pueden
darse a granel, pero uno paradigmático me parece que basta. ¿No sería descabellado convocar
al pueblo a que mediante sufragio universal dirimiera el asunto de si el universo fue creado
según la rica ficción fantasiosa del Génesis o si está bien orientada la hipótesis abstrusa del Big
Bang? ¿Alguien con mediana sensatez podrá pensar que la respuesta definitiva proceda de las
urnas? A veces uno piensa, oyendo o leyendo a la senadora Viviane Morales, que es eso lo que
se propone con su dislocada propuesta de referendo contra la adopción por parte de las
parejas homosexuales. Como hay un debate académico y científico en torno a los trastornos y
sesgos de orientación que puedan padecer los menores adoptados y, a su juicio, la balanza se
inclina por una respuesta afirmativa (cosa que parece refutada abrumadoramente por estudios
CARLOS GAVIRIA ADOPCION
serios y abundantes hechos), que la mayoría profana diga a quién asiste la razón (¿a Ptolomeo
o a Copérnico?).
Pero, desde luego, la ambigüedad diluye, en apariencia, las verdaderas razones subyacentes a
la iniciativa: para la senadora Morales (hay que asumirlo así por las creencias que defiende) es
pecaminosa y “contra natura” la unión conyugal de dos personas del mismo sexo, y ni qué
decir de que tengan la temeridad de tratar como hijos a quienes no engendraron ni
concibieron.
2. Los asuntos relativos a las creencias. ¿Tiene una persona, en una sociedad pluralista, regida
por un Estado laico, el derecho a organizar su vida y su comportamiento en armonía con sus
creencias religiosas? La respuesta es sí, más allá de toda duda. Pero ¿puede con igual
legitimidad convocar a los ciudadanos que muy probablemente comparten las mismas
creencias derivadas de una fe común, respetables pero, por definición, injustificables racional y
empíricamente, a que impongan obligaciones y restricciones en sus formas de vida a quienes
profesan otras creencias o sólo tienen convicciones a que renuncien a la integridad y
desarticulen su pensamiento de su conducta y vivan una vida inauténtica, porque así lo
dispuso la regla mayoritaria?
He tenido un alto concepto de Viviane Morales como jurista y académica, pero advierto que
esas calidades nada tienen que ver con sus iniciativas de creyente militante.
Apreciado Carlos:
Lo leí con mucha atención, como siempre leí tus sentencias y, en general, como leo tus escritos
cuando llegan a mis manos. Pero esta vez lo leí, además, con particular alegría. Enhorabuena
llegaste a darle a mi contraparte la estatura intelectual y moral que anhelé que tuviera, a fin de
que el debate público contribuya a la edificación de nuestra cultura democrática.
CARLOS GAVIRIA ADOPCION
Créeme que he tenido la preocupación de que esta controversia pierda su talante necesario
cayendo víctima de prácticas degradadas humanamente, cuando no de fundamentalismos
antirreligiosos o de la banalización fatal con que muchos medios de comunicación distorsionan
el acontecer nacional.
Desde el titular calificas de “impertinente” el referendo que hemos propuesto, esto quiere
decir: inoportuno, inapropiado y, aún más, molesto. Esto con base en la afirmación categórica
de que hay “temas problemáticos” que no pueden ser decididos por el pueblo a fin de que las
mayorías no “puedan decidir caprichosamente en desmedro de sectores minoritarios de la
población que reclaman derechos que no pueden ser negados o recortados con argumentos
fuertes de razón pública”.
Lo que sí existe es el derecho de los niños a ser protegidos y criados por una familia y, en el
caso de los niños desamparados, sin familia, el Estado está en la obligación de garantizarles
este derecho de la mejor manera posible. De esto se trata nuestro referendo: de que sea el
pueblo quien le ordene al Estado cuáles son los parámetros que de acuerdo con su
experiencia, su razón y su cultura, debe tener en cuenta a la hora de tomar la delicadísima
responsabilidad de entregar a un niño en adopción.
No sobra insistir, en este punto, que mis convicciones cristianas coinciden íntegramente con
las conquistas universales del Derecho que consagran los derechos de los niños como
prevalentes sobre cualquiera eventualidad jurídica.
Para mí los niños son sagrados y estoy decidida a luchar para que de ninguna manera se les
convierta en objetos de consumo emocional.
CARLOS GAVIRIA ADOPCION
En este punto también estoy en total y respetuoso desacuerdo con tus planteamientos. Mi
experiencia de ciudadana, de abogada y de legisladora me ha llevado a la convicción
democrática de que son preferibles las decisiones de nuestro pueblo, pese a los riesgos de
errores, que las decisiones de nuestros honorables magistrados de la Corte Constitucional,
pese a sus riesgos de aciertos.
Por último, apreciado Carlos, sólo me resta compartirte una inquietud de amiga y admiradora
que me quedó de la lectura de tu artículo: ¿por qué esas mayorías te resultan “profanas” y por
lo tanto incompetentes para decidir en nuestro referendo sobre la suerte de nuestros niños
desamparados, y en cambio te parecían competentes y dignas de votar por ti cuando les
pediste su respaldo al aspirar a la Presidencia de la República?
Por lo pronto, te deseo lo mejor y de nuevo te agradezco que hayas decidido intervenir en este
debate.
Preguntas
Criterios de evaluación
1. La cantidad y calidad de las intervenciones. No olviden que deben subir al foro mínimo un
aporte y una réplica. (10 puntos)
CARLOS GAVIRIA ADOPCION
De tal manera que son las autoridades de las que están instituidas para proteger las creencias,
derechos y libertades de cada uno de los anteriormente descrito, sin embargo nacen consigo
una serie de controversias, donde se aduce la tiranía de las mayorías y la opresión de las
minorías, sucesos que con el tiempo de una manera determinada, cada miembro de nuestra
sociedad ha venido expresando en su libertad, basado en sus instintos y convicciones
personales.
Por consiguiente vale la pena resaltar que con el estado laico o secular, es importante aducir
que el mismo no puede ser influido por cualquier tipo de ideología o creencia solamente bajo
el argumento de que es mayoritaria o que es la predominante en términos culturales.
En ese orden de ideas podríamos entonces invitar a nuestra sociedad a una tolerancia
pluralista; dadas las condiciones y ponencias múltiples, que a merced de este debate se
presentan, argumento entonces cual sería el límite de la libertad individual; donde si bien es
cierto estamos en un estado social de derecho la constitución puede cohibir o intervenir en
algunas decisiones.
Durante décadas han existido gobiernos en el mundo que han defendido la democracia las
monarquías y anarquías, minimiza las oportunidades para que muchos con propuestas
acertadas y con condición de hecho, siquiera las expongan, el 80% de nuestra sociedad según
estudios recientes es judeocristiana situación que pone en tela de juicio esta ponencia sobre la
adopción homoparental.
Para tal efecto hago mi exposición con base a lo anteriormente descrito y a los derechos que
cada uno de los seres humanos tienen sin importar su raza color, afinidad sexual y creencia
religiosa.
Ahora bien en algunos debates del congreso se han expuesto múltiples controversias , donde
con registro le manifestaban algunos ponentes de la adopción homoparental, de acuerdo a
estudio y seguimiento al instituto colombiano de bienestar familiar, según manifiesta que
desde que se inició con el proyecto de adopción el cual lleva más de 3 años, solo un poco
menos de 50 solicitudes se han presentado, haciendo énfasis que existen niños con
condiciones especiales y a merced de ello muchos de los solicitantes las presentan hacia niños
con condiciones específicas.
Ahora bien donde estaría entonces la supuesta igualdad ante la sociedad, si se están basando
en exclusión de las mayorías escogiendo unas minorías con características claras. Pensaría
entonces que la democracia debería prevalecer en este caso ya que no pueden sujetar al país
políticamente, en un juego de ganar adeptos políticos por medio de críticas o
cuestionamientos, cualquiera sea la orientación sexual o creencia religiosa de quien pretende
saciar sus expectativas las cuales siempre argumentaran en tesis o bajo estudios universitarios
CARLOS GAVIRIA ADOPCION
Hola Sandra Liliana , leí muy minuciosamente tu análisis y de antemano te digo que estoy de
acuerdo en que somos un estado laico bañado por múltiples culturas, pensamientos y gustos,
de igual manera aplaudo el concepto de que no se puede ver atropellado el pensamiento de
las minorías.
En ese orden de ideas quiero hacer objeción en algunos puntos que me causaron curiosidad;
además de que compartes una idea muy amplia y admiración por la propuesta del jurista Cesar
Gaviria, ten presente que existe daño necesario y daño contingente, y es ahí donde debe
intervenir el estado, si bien es un tema muy amplio el de la adopción homoparental son
amplias también las discrepancias de quienes se oponen a ello.
CARLOS GAVIRIA ADOPCION
Cuando hay daño contingente el estado no debe obedecer a ningún tipo de responsabilidad, al
haber daño necesario, ahí si entra el poder del estado, las controversias de ambas partes
obedecen a principios: Éticos, morales, amparados en la ley; además la exigencia de los
derechos que como colombianos compete, siendo así el estado tendría que apoyar ambas
partes, pero en vista de los presentes cuestionamientos la decisión más acertada seria la parte
democrática donde un amplio sector da un concepto , amparado en la constitución.
Ahora bien que pasara mañana, si cada que las minorías se sientan opacadas por la mayoría, y
a futuro cada vez que a otros sectores dependiendo su opinión y gusto por alguna tradición
que en un momento sea cuestionada por la mayoría; entonces se tendría que aprobar.
Hasta donde estamos llegando en este país que ya las decisiones democráticas no tienen
validez, para mi concepto eso sería anarquía, monarquía ósea la decisión de unos pocos
basados en sus convicciones.
Por otro lado te invito a ver mi análisis, además quiero compartir con mis compañeros, que en
bienestar familiar existen miles de niños y por parte de las parejas homoparentales solo han
hecho en 5 años menos de 50 solicitudes de adopción, donde hay niños especiales y con otras
condiciones, a raíz de esto quienes le han apostado a la adopción, los exigen sanos y con
características físicas específicas.
Si promulgan en los medios en la radio su amor por los niños debe ser imparcial no subjetivo,
en aras de que quieren ofrecerle algún tipo de garantía, para unas cosas hay democracia para
otras no.