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¿Qué son los métodos anticonceptivos?

Los métodos anticonceptivos son cualquier forma de impedir la fecundación o


concepción al mantener relaciones sexuales. También se
llama contracepción o anticoncepción, y son una forma de control de la
natalidad.

Se pueden clasificar en 6 tipos: de barrera, hormonales, intrauterinos,


naturales, permanentes y de emergencia. A continuación te presentamos una
lista de los distintos métodos que existen hoy en día. Léelos con atención para que
puedas determinar el tipo que más te conviene. Pon especial atención a
las ventajas y desventajas de cada uno de ellos.

Métodos Anticonceptivos de Barrera


Son aquellos métodos anticonceptivos que impiden ,a través de un método físico o
una barrera, que el espermatozoide llegue el óvulo. Una de las grandes ventajas
de este tipo de métodos (exceptuando los espermicidas) es que además impiden
el contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS), tales como
la gonorrea, sida y sífilis entre otras.

Los principales métodos de barrera son:

 Preservativo: funda de látex que se coloca en el pene erecto y retiene el


semen evitando que alcance el óvulo.
 Espermicidas vaginales: agentes químicos en forma de jaleas, cremas,
espumas o óvulos que se colocan en la vagina antes de mantener relaciones
sexuales. Actúan como bloqueadores mecánicos del cuello y destruyen los
espermatozoides.
 Diafragma: dispositivo semiesférico de goma que se coloca en la vagina y
produce la obstrucción del canal cervical (cuello uterino) evitando el paso de
los espermatozoides. Se utiliza en combinación con los espermicidas.
 Esponjas vaginales: hechas a base de poliuretano y que contienen
espermicida, se colocan en la vagina cubriendo el cervix. Obstruyen el
orificio cervical externo y absorben los espermatozoides.
 Anillo Vaginal: es un método hormonal de barrera que se compone de un
anillo de plástico flexible transparente que al colocarse en la vagina libera
lentamente por 21 días etonogestrel y etinilestradiol.

Métodos Anticonceptivos Hormonales


 Pastillas Anticonceptivas
 Mini-Pastillas
 Parche Anticonceptivo
 Inyección Anticonceptiva
 Implantes de Progesterona
 Píldora Masculina
 Píldora Trifásica

Son métodos anticonceptivos basados en el uso de hormonas sexuales femeninas


(estrógenos y/o progestágenos), cuyo objetivo final es impedir que se desarrolle
la ovulación en la mujer e impedir que se realice la fecundación. Los métodos
hormonales se clasifican en:

 Anticonceptivos Orales: tales como las pastillas o "mini pastillas." Son una
combinación de estrógeno y/o progesterona en dosis que previenen la
ovulación y regulan los ciclos menstruales.
 Inyectables: administración de estrógenos y/o progesterona que evitan la
ovulación. Se administran generalmente una vez al mes.
 Implantes subdérmicos: se colocan en ciertas zonas estratégicas debajo
de la piel. Liberan una dosis continua de levonogestrel que inhibe la
ovulación.

Métodos Anticonceptivos Intrauterinos


 Dispositivo Intrauterino (T de Cobre)

Los dispositivos intrauterinos (DIU) son métodos anticonceptivos que se colocan


en la cavidad uterina para modificar su ambiente y así evitar el embarazo.
Los métodos intrauterinos se clasifican en:

 Inertes: actúan por su masa y su conformación como un cuerpo extraño sin


mediar sustancia alguna.
 Liberadores de iones: a la acción del material plástico (cuerpo extraño)
unen la de los iones que liberan según su composición los cuales inhiben la
motilidad espermática.
 Liberadores de hormonas: tienen incorporados al tallo hormonas como los
progestágenos en forma de microgránulos que se liberan en la cavidad
uterina.

Métodos Anticonceptivos Naturales


 Métodos Anticonceptivos Naturales

Los métodos anticonceptivos naturales de control de la fertilidad son técnicas que


permiten a la pareja, mediante el conocimiento de los procesos asociados a la
ovulación y la adaptación del ejercicio de la sexualidad, evitar la concepción.

Los principales métodos naturales son:

 Abstinencia periódica: evitar el coito durante el periodo de ovulación


femenina la parte intermedia periovulatoria del ciclo femenino.
 Calendario de ritmo: evitar el coito los días fértiles del ciclo femenino
basándose en la posibilidad de que la ovulación ocurra en los días 12 a 16.
 Temperatura basal: detectar la ovulación a través de variaciones de la
temperatura en el curso del ciclo menstrual.
 Método del moco cervical-Billings: interpretar los cambios cíclicos del
moco para determinar la ovulación.
 Lactancia materna prolongada: promueve la liberación de la hormona
prolactina, la cual favorece la amenorrea y la anovulación y
consecuentemente una infertilidad fisiológica.
 Coito interrumpido (coitus interruptus): retirar el pene de la vagina antes de
que se produzca la eyaculación.

Métodos Anticonceptivos Permanentes


Los métodos permanentes son quirúrgicos y difícilmente reversibles.
Se clasifican básicamente en dos tipos:

 Salpingoclasia: ligadura de las trompas de Falopio en forma bilateral.


 Vasectomía: sección y ligadura de los conductos seminales.
Métodos Anticonceptivos de Emergencia
 Métodos Anticonceptivos de Emergencia

Un método anticonceptivo de emergencia es un método para prevenir el embarazo


en mujeres que hayan tenido sexo sin protección.

Existen dos tipos:

 Las píldoras anticonceptivas de emergencia: o píldora del día después.


Generalmente son pastillas con una dosis más alta al de las píldoras
anticonceptivas regulares.
 Dispositivo intrauterino (DIU): puede ayudar a prevenir la concepción si se
coloca dentro de los primeros 5 días después de la relación sexual sin
protección.

anticonceptivos

Treinta y siete años después de que el gobierno de Adolfo Suárez despenalizara ”el uso de
procedimientos para evitar la procreación”, el 72,7% de las españolas reconoce utilizar algún
método anticonceptivo. ¿Y el 27,3% restante? Un 11,4 % de mujeres no recurre a ellos porque no
mantiene relaciones sexuales, mientras que un alarmante 15,9% sí practica sexo pero sin
protección. La cifra sube hasta el 24,8% cuando se trata de enfrentarse a la primera relación sin
seguridad. Los datos los presentaba así el doctor José Vicente González Navarro, presidente de la
Sociedad Española de Contracepción (SEC), el pasado 26 de septiembre con motivo del Día
Mundial de la Anticoncepción 2014 (26 de septiembre). Las cifras se limitan a las féminas porque
las estadísticas están elaboradas a partir del número de embarazos no deseados.

Este mismo estudio concentra en dos los medios de contracepción favoritos de los españoles: el
preservativo (31,3%) y la píldora (16,2). Sin embargo, existen hasta una quincena de vías para
evitar un embarazo no deseado. Y no todos ofrecen igual protección. De hecho, uno de los
principales campos de batalla en las relaciones esporádicas es la prevención de enfermedades de
transmisión sexual (ETS), para las que solo es eficaz el preservativo. “La edad a la que las chicas
empiezan a coquetear con el sexo completo ha descendido a los 16 años. Si con esos años muchas
veces no saben ni siquiera qué carrera van a elegir, es difícil pedirles que en pleno clímax sexual
adolescente usen correctamente el preservativo. De ahí nuestra obligación como ginecólogos de
concienciar en el Doble Método: la utilización conjunta del preservativo con otro medio a largo
plazo para prevenir el embarazo (la píldora, el DIU, el anillo vaginal, el parche, un implante o una
inyección)”, recuerda el doctor Sergio Haimovich, especialista en Ginecología y Obstetricia del
Hospital del Mar de Barcelona. En España se registran 240.000 embarazos no deseados al año.
Escrutados uno a uno todos los métodos para disfrutar del sexo sin aumentar la familia
descubrimos que su eficacia se mide por el llamado índice de Pearl: el número de embarazos que
presentarían teóricamente 100 mujeres que utilizaran el mismo método anticonceptivo durante
un año. De modo desconcertante, aunque con toda lógica, de cada uno se apuntan dos
parámetros: uno, su eficacia usado en condiciones óptimas; otro, en condiciones reales. Estos son
los resultados.

Preservativo masculino

El favorito de los españoles no es, ni de lejos, el más seguro para no acceder a la paternidad
involuntaria. “El condón bien usado es fiable al 98%. Pero hay que ponerlo antes de que salga
nada de líquido seminal, tener cuidado de no rasgarlo con las uñas, anillos o piercings, retirarlo al
acabar el coito con el pene fuera de la vagina y procurar que no se quede dentro del conducto
vaginal. Todos estos errores suceden y reducen su seguridad real al 85%”, apunta el doctor José
Mª Fernández Goya, coordinador del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Nisa Pardo
de Aravaca. Advertencia: cuando se cumplen 5 años desde su salida de fábrica, el látex pierder
flexibilidad y hay riesgo de que se rasgue. Por eso, la cajita de preservativos que lleva siglos en la
guantera no sirve para nada. Lo afirman sus propios fabricantes.

Anticonceptivos orales

O sea, la píldora. “Requiere disciplina en la toma pero, bien usada, funciona al 99,7%. Su capacidad
real de impedir el embarazo desciende al 92% porque hay días que se olvida tomarla, no se hace a
la misma hora, se ha vomitado… Hay infinidad de tipos de anticonceptivos orales con distinta
carga hormonal, desde los que llevan estrógenos y progestágenos a los que solo llevan estos
últimos (Desogestrel). Conocidos como minipíldora, son aptos incluso para mujeres con
antecedentes de trombosis a las que antes se les retiraba fulminantemente”, revela Haimovich.
“Una de las ventajas de los anticonceptivos orales es que alterando mínimamente su toma se
puede adelantar o retrasar la llegada de la regla. Así la mujer puede evitar que le coincida con un
viaje o con ese encuentro amoroso tan soñado”, explica la doctora Francisca Molero, ginecóloga y
directora del Instituto Iberoamericano de Sexología.

Píldora del día después

Debe utilizarse solo como método de emergencia cuando han fallado las vías convencionales. O
cuando, en el fragor de la batalla, se ha olvidado impedir que la naturaleza actúe. Pese a la
polémica que la envuelve, la OMS la valora como “anticonceptiva y no como abortiva”. Su acción
dependerá del momento del ciclo: a veces solo impide la ovulación, otras, la anidación. Evita el
embarazo en un 85% de los casos.

Anillo vaginal
Un aro de plástico que se introduce en la vagina y va liberando gradualmente su carga hormonal.
Hay que usar uno nuevo cada ciclo. La eficacia es idéntica a la de la píldora convencional.

Parche transdérmico

Análogo al anterior: es una especie de tirita cuadrada de 4,5 cm de lado. Va impregnada de


hormonas que la piel absorbe poco a poco. “Hay que aplicarlo sobre la piel bien limpia y sin
cremas. De otro modo, acabará escurriéndose”, sentencia Haimovich.

Progestágenos inyectables

Los hay mensuales o trimestrales y es el ginecólogo quien valora su conveniencia de uso. Su


fiabilidad va del casi 100% en un universo hipotético de laboratorio al 97% en este mundo.

Diafragma

Especie de tapón de látex o silicona que la mujer inserta en su vagina para impedir la entrada del
esperma al cuello del útero. Conviene usarlo con espermicida (sustancia que inhibe la actividad de
los espermatozoides). Hay varios tamaños y es el ginecólogo quien determina cuál conviene a cada
paciente. Dificulta el sexo antes de dormir, ya que hay que retirarlo a las 6-8 horas después del
coito. En una Arcadia ideal garantiza un 94% de protección. En este mundo, solo el 84%.

DIU

Uno de los que más leyendas acarrea. Pero ni es abortivo ni exclusivo para féminas que ya hayan
sido madres. “De hecho es excelente como doble contracepción en adolescentes. El DIU impedirá
que se queden embarazadas sin tener que estar pendientes de tomar la píldora que, por ejemplo,
en época de exámenes es fácil de olvidar”, apunta Fernández Goya. Es un dispositivo intrauterino
que coloca el ginecólogo. Ocasiona cambios en ese órgano que impiden la gestación. Puede ser de
cobre u hormonal. “Este último tiene las mismas ventajas de otros medios hormonales, como
hacer menstruaciones menos abundantes y menos dolorosas”. Es fiable en más del 99% de los
casos.

Espermicidas

Cremas u óvulos vaginales con sustancias químicas que destruyen los espermatozoides en cuanto
apoyan el flagelo en territorio contrario. Son tan anticlímax como que hay que usarlos 10 minutos
antes de la penetración, es decir, en mitad de los previos. Y son poco seguros en ambos casos: 18
embarazos usados a la perfección por cada 100 encuentros y 29 en la vida real. El Ministerio de
Sanidad y Política Social lo incluye en el listado de métodos poco recomendables.

Esponja

Artilugio sintético que se introduce en la vagina antes del coito. Requiere amplias dosis de
optimismo, ya que su eficacia dura 24 horas: si una confía en que habrá encuentro sexual, puede
colocarlo muchas horas antes y estar preparada para el feliz momento. Suele impregnarse de
espermicida. En mujeres que no han tenido hijos hipotéticamente es eficaz en el 91% de los casos,
aunque, en realidad, la cifra hay que bajarla hasta un 84% en la vida real, según los expertos
consultados. Quienes han sido madres saben que el conducto vaginal dilata y no vuelve por
completo a sus dimensiones iniciales después del parto. Esto dificulta la efectividad de la esponja:
20 embarazos en un mundo utópico y hasta 32 en el real.

Preservativo femenino

Funda de poliuretano lubricada que plastifica las paredes de la vagina y la vulva. Incómodo, pero
muy eficaz frente a ETS. Su eficacia va del 5 al 21%, según el índice de Pearl.

'Coitus interruptus'

¿Es de verdad eficaz? Si se aplica a rajatabla y no llega a buen puerto ni una gotita fertilizante de
líquido seminal, la eficacia es del 96% (solo 4 embarazos de cada 100 mujeres hipotéticas). Ahora
bien, ponga usted a un varón normal a retroceder en los nanosegundos previos a la descarga
orgásmica y tendrá poco más del 70% de fiabilidad (27 embarazos). El Ministerio de Sanidad
también recomienda evitarlo.

Ogino

Probablemente el famoso ginecólogo japonés haya hecho más por alentar la natalidad que
muchas campañas pro bebé. Su sistema, también llamado el del calendario, se basa en calcular
qué días son fértiles y cuáles no. Estos se deducen restando 18 al ciclo más corto y 11 al más largo.
Por ejemplo, si el ciclo más corto fue de 24 días (24 - 18= 6) y el más largo duró 31 (31 - 11 = 20)
los días de mayor probabilidad de embarazo irán del 6-7 al 20 de cada ciclo. Aún llevándolo a
rajatabla, el índice Pearl contempla 9 embarazos por cada 100 encuentros. Las razones son
competencia de asuntos internos: variaciones hormonales por estrés, viajes con cambios horarios,
práctica de deporte extenuante…

Temperatura basal

Es dejar el libro de familia en manos de un termómetro. “Se basa en que, después de ovular, la
temperatura corporal sube entre 0,2 y 0,5 ºC, manteniéndose así hasta el final del ciclo. Ese
período más cálido del cuerpo marca también su supuesta época infértil. Aunque parte de un
principio científicamente comprobado, la temperatura corporal puede variar por una infección,
por estrés, por la práctica de algunos deportes… Además, hay que tomarla siempre a la misma
hora, lo cual puede ser complicado en vacaciones o un día en el que la mujer tiene que madrugar
por motivos de trabajo”, explica el doctor José María Fernández Goy, coordinador del Servicio de
Ginecología y Obstetricia del Hospital Nisa Pardo de Aravaca. En atmósfera de laboratorio es fiable
en un 98%. En la vida real, ¿usted podría firmar que va a tomarse la temperatura a diario y a la
misma hora durante un año y que su organismo no se va a inmutar por nada? Lo dicho: más de un
20% de fallos. Y el engorro de no salir de casa sin el dichoso termómetro.

Método de la ovulación o Billings

Implica una curiosidad rayando en lo morboso: escudriñar la textura (densidad, color y opacidad)
del moco cervical. Si está jugoso y transparente, perfecto para lubricar, olvídese: son sus días
fértiles. En condiciones perfectas, asegura un 97% de fiabilidad. Ahora, póngase usted a supervisar
esos fluidos en una mañana de resaca, con prisas o de noche, con unas copas de más. E
ingénieselas para decirle a su pareja que el motivo de su negativa es que el flujo no está lo
suficientemente amarillento como para andar sobre seguro.

Implante subdérmico

Entra dentro de la categoría de los cómodos a largo plazo según los expertos consultados. "Es una
especie de varilla de unos 4 cm con un gestágeno [hormona] que va liberándose lentamente",
explican. Se implanta en el antebrazo con una pequeña incisión y su portadora ya puede olvidarse
de ser madre en los próximos 3-5 años. Aquí da igual vivir en un mundo utópico que en la periferia
de una gran capital: su eficacia es cercana al 100% (solo 0,05 embarazos).

Esterilización masculina y femenina

La ligadura de trompas y la vasectomía son alternativas definitivas pero pasando por quirófano.
Recientemente ha aparecido una nueva forma de inhabilitación permanente: el Essure, un
dispositivo de titanio que se introduce en el interior de las trompas por medio de la histeroscopia
(herramienta de visualización del útero). "En dos o tres meses provoca una fibrosis que obstruye
para siempre el acceso. Se coloca en una consulta ambulatoria, sin pasar por quirófano".

¿Y la lactancia?

Pues es un precioso momento para aquilatar el apego madre-hijo pero no es un anticonceptivo en


sí. En la página Conlamujer.com, desarrollada por Bayer, desarman este y otros mitos sobre la
contracepción. “Durante la lactancia hay un efecto inhibitorio real sobre la ovulación pero no
puede considerarse como medio único para no quedarse de nuevo en estado. Solo serviría en el
caso de que supiera con seguridad que no ha ovulado y eso no es posible”, se explica en la web. A
medida que se van espaciando las tomas, hay más posibilidad de dar un hermano al bebé.

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