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La inflamación endotelial sin lesiones valvulares también puede facilitar La inflamación local
hace que las células endoteliales manifiesten integrinas de la familia Beta 1 (antígeno muy
tardío). Las integrinas son proteínas transmembranales que pueden conectar
determinantes extracelulares y citoesqueletos celulares.
De esta manera hay, al menos, 2 escenarios. Uno donde está involucrado el endotelio
físicamente dañado; y otro, en el que aparece un endotelio físicamente no dañado,
fomentando la EI por S. aureus y otros gérmenes patógenos.11
- Interacción entre los patógenos microbianos y las defensas del huésped: los gérmenes
que más frecuentemente producen la EI (Staphylococcus Spp., Estreptococos Spp. y
Enterococcus Spp.) comparten la capacidad de unirse a las válvulas dañadas, provocar
actividad procoagulante local, y favorecer el crecimiento de las vegetaciones en el
segmento o estructura endotelial infectada en las que pueden sobrevivir.
a) Factores metabólicos
Se ha demostrado in vitro que la concentración elevada de glucosa produce daño directo
sobre la replicación y maduración de las células endoteliales, sin embargo, la existencia de
esta glucotoxicidad in vivo no ha sido documentada. La mayoría de sus efectos se
producirían en el paciente diabético a través de activación secundaria de otras vías
metabólicas.
De los pacientes diabéticos adultos, 40% presenta aumento del tamaño renal, hecho
inicialmente dependiente del control metabólico Los mecanismos por los cuales se produce
este crecimiento renal no están aclarados; se ha señalado la disminución del factor anti
proliferativo, disminución de la degradación de la matriz mesangial e hiperfiltración, esta
última capaz de originar daño mecánico e inducir factores proliferativos. Trabajos realizados
en niños demuestran que la nefromegalia es más frecuente en diabéticos con
microalbuminuria intermitente o microalbuminuria, y que no se encontraría en prepúberes.
c) Factores genéticos
El que la ND afecte solo a un tercio de los pacientes portadores de la enfermedad, con una
incidencia máxima entre los 10 y 20 años de evolución de la diabetes, así como también el
que algunos pacientes con muchos años de evolución y mal control metabólico no
desarrollen nunca la ND, apoyan fuertemente la existencia de factores predisponentes.
Dentro de los antecedentes familiares o personales se consideran como predisponentes la
hipertensión arterial, la enfermedad cardiovascular y la hiperlipidemia. La identidad de los
factores genéticos no está del todo aclarada, se han realizado estudios del gen que codifica
la enzima convertidora de Angiotensina I en II, que demuestran una variación significativa
en el riesgo de desarrollar ND según los distintos halotipos en el locus para dicha enzima.
Otros estudios asocian la presencia de algunos polimorfismos del gen de aldosareductasa,
de receptores de productos finales de glicasión y del factor de transcripción kappaB (NF
kappaB, ya sea con protección o predisposición para el desarrollo de la ND.
Algunos factores ajenos a la diabetes también tendrían un rol en la ND, como por ejemplo
el contenido proteico de la dieta, la nicotina y las drogas nefrotóxicas.
FISIOPATOLOGIA
Desde el punto de vista de la anatomía patológica las características más tempranas de la
nefropatía diabética son el engrosamiento de la membrana basal glomerular a lo que se
sigue el aumento de volumen tanto de la matriz mesangial como de los glomérulos (2). La
matriz adquiere un patrón laminado y nodular que fue descrito en 1936 por los doctores
Paul Kiemmelstiel y Clifford Wilson (3). La nefropatía diabética también presenta
engrosamiento de las membranas basales tanto en los glomérulos como en los túbulos. En
los estados más avanzados se observan lesiones arteriales (hialinosis), esclerosis
glomerular de grado variable y fibrosis túbulo intersticial con atrofia tubular. En relación a la
presencia de albuminuria se observa fusión pedicelar en la microscopía electrónica. Los
intentos de comprender fisiopatológicamente esta enfermedad implican tratar de explicar
las características anátomopatológicas de la misma. Si bien aún no existe una visión
integrada, los hallazgos más recientes ha revelado diversos mecanismos que permiten
formarse una visión fragmentada de la fisiopatología. Las diversas explicaciones
representan fenómenos que entre sí no necesariamente se excluyen. Más bien, podrían ser
complementarios y tener distinta relevancia o jerarquía en distintos pacientes.
Parte importante de las alteraciones anatomopatológicas de la nefropatía diabética se
explican por una acumulación excesiva de matriz extracelular. Ello ocurre tanto en la
membrana basal glomerular como en el mesangio, en la membrana basal tubular y en el
intersticio. Esta acumulación de matriz extracelular es la responsable de los nódulos
descritos por Wilson y Kimmelstiel. El fenómeno subyacente es un desbalance entre la
síntesis y la degradación de los componentes de la matriz extracelular. Un rol central entre
estos componentes lo ocupan los productos finales de glicosilación avanzada (AGEs).
Los AGEs son compuestos que se forman como consecuencia de la glicosilación de
residuos amino en proteínas, lípidos y ácidos nucleicos. Ello ocurre especialmente en
proteínas de vida media larga como el colágeno. Los productos resultantes son altamente
resistentes a la degradación proteolítica y por lo tanto se acumulan. La acumulación de
AGEs produce cambios morfológicos tanto en la estructura glomerular como en el intersticio
renal. Al mismo tiempo los AGEs activan receptores que existen naturalmente en
monocitos-macrófagos, células endoteliales, células mesangiales y podocitos. De esa
manera se activan varias cascadas en el sistema inmune, en el endotelio vascular y
podocitos, células que contribuyen a la estructura y función de la barrera glomerular.
A pesar que el mal control de la glicemia y la presencia de hipertensión arterial facilitan la
presencia de nefropatía diabética, existen pacientes que nunca llegan a hacer esta
complicación, lo que apunta a la presencia de un factor de naturaleza genético que puede
facilitar o proteger de esta complicación (5). Estudios en mellizos y especialmente en
personas de la etnia Pima (6) -que tienen una muy alta prevalencia de DM2 - apuntan en la
misma dirección, lo que es válido tanto para DM1 como DM2.
A pesar de los avances registrados aun no es posible predecir qué pacientes tendrán
nefropatía diabética en el futuro y cuáles no tendrán nunca esta complicación.
Las células metabolizan la glucosa para convertirla en una forma de energía útil; por ello el
organismo necesita recibir glucosa (a través de los alimentos), absorberla (durante la
digestión) para que circule en la sangre y se distribuya por todo el cuerpo, y que finalmente,
de la sangre vaya al interior de las células para que pueda ser utilizada. Esto último solo
ocurre bajo los efectos de la insulina, una hormona secretada por el páncreas. También es
necesario considerar los efectos del glucagón, otra hormona pancreática que eleva los
niveles de glucosa en sangre.
En la DM (diabetes mellitus) el páncreas no produce o produce muy poca insulina (DM Tipo
I) o las células del cuerpo no responden normalmente a la insulina que se produce (DM
Tipo II).
Esto evita o dificulta la entrada de glucosa en la célula, aumentando sus niveles en la sangre
(hiperglucemia). La hiperglucemia crónica que se produce en la diabetes mellitus tiene un
efecto tóxico que deteriora los diferentes órganos y sistemas y puede llevar al coma y la
muerte.
FISIOPATOLOGIA
La obesidad mórbida se asocia con el desarrollo de diferentes enfermedades, entre las que
destacan la diabetes y la hipertensión. La obesidad es una consecuencia de la ingesta
continua y desregulada de alimento rico en contenido energético que no es aprovechado
como consecuencia de una baja actividad metabólica y/o sedentarismo, por lo tanto, se
almacena y acumula en tejido graso. Durante esta situación, el páncreas tiene una
hiperactividad por la concentración alta y constante de glucosa en sangre, con una
secreción de insulina elevada para conservar la glucemia en niveles normales. Las causas
que desencadenan la diabetes tipo 2 se desconocen en el 70-85% de los pacientes; al
parecer, influyen diversos factores como la herencia poligénica (en la que participa un
número indeterminado de genes), junto con factores de riesgo que incluyen la obesidad,
dislipidemia, hipertensión arterial, historia familiar de diabetes, dieta rica en carbohidratos,
factores hormonales y una vida sedentaria. Los pacientes presentan niveles elevados de
glucosa y resistencia a la acción de la insulina en los tejidos periféricos. Del 80 al 90% de
las personas tienen células β sanas con capacidad de adaptarse a altas demandas de
insulina (obesidad, embarazo y cortisol) mediante el incremento en su función secretora y
en la masa celular.26 Sin embargo, en el 10 al 20% de las personas se presenta una
deficiencia de las células β en adaptarse, lo cual produce un agotamiento celular, con
reducción en la liberación y almacenamiento de insulina. La diabetes tipo 2 se asocia con
una falta de adaptación al incremento en la demanda de insulina, además de pérdida de la
masa celular por la glucotoxicidad. Sin embargo, el receptor a insulina presenta alteraciones
en su función. Cuando la insulina se une a su receptor en células del músculo, inicia las
vías de señalización complejas que permiten la translocación del transportador GLUT4
localizado en vesículas hacia la membrana plasmática para llevar a cabo su función de
transportar la glucosa de la sangre al interior de la célula. La señalización del receptor
termina cuando es fosforilado en los residuos de serina/treonina en la región intracelular
para su desensibilización, y finalmente esto permite la internalización del receptor
4. NEUROPATIA DIABETICA
PATOGENIA
Microvascular
Glicosilación avanzada
También llamada la vía del poliol, se puede implicar en las complicaciones diabéticas
que dan lugar a daño microvascular al tejido nervioso y también a la retina y al riñón. La
glucosa es un compuesto altamente reactivo, y debe ser metabolizada o encontrará
tejidos en el cuerpo con los que reaccionar. Los niveles crecientes de la glucosa, como
esos considerados en diabetes, activan esta alternativa camino bioquímico, que
alternadamente causa una disminución adentro glutatión y un aumento en radical del
oxígeno el S. reactivo. El camino es dependiente en la enzima aldosa reductasa. Los
inhibidores de esta enzima han demostrado eficacia en los modelos animales en la
prevención del desarrollo de la neuropatía. Mientras que la mayoría de las células de
cuerpo requieren la acción de la insulina para que la glucosa gane la entrada en la
célula, las células de la retina, del riñón y de los tejidos nerviosos son insulino-
independiente. Por lo tanto hay un intercambio libre de la glucosa desde adentro fuera
de la célula, sin importar la acción de la insulina, en el ojo, el riñón y las neuronas.
Las células utilizarán la glucosa para la energía como normal, y cualquier glucosa no
usada para la energía incorporará el camino del poliol y será convertida en el sorbitol.
Bajo niveles normales de la glucosa de sangre, este intercambio no causará ningún
problema, pues la reductasa de la aldosa tiene una afinidad baja para la glucosa en las
concentraciones normales. Sin embargo, en un estado hiperglucémico, la afinidad de la
reductasa de la aldosa para las subidas de la glucosa, significando niveles mucho más
altos de sorbitol y mucho los niveles inferiores de NADPH, un compuesto utilizó encima
de cuando se activa este camino. El sorbitol no puede cruzar las membranas celulares,
y cuando acumula, produce tensiones osmóticas en las células dibujando el agua dentro
de la célula. La fructosa hace esencialmente la misma cosa, y es incluso más futura
creado encendido en el camino químico. El NADPH, usado encima de cuando se activa
el camino, actúa promoviendo la producción del óxido nítrico y de glutatión, y su
conversión durante el camino lleva a las moléculas reactivas del oxígeno. Las
deficiencias del glutatión pueden llevar a la hemólisis causada por la tensión oxidativa,
y sabemos ya que el óxido nítrico es uno de los vasodilatadores importantes en vasos
sanguíneos. NAD+, se consume que también, es necesario guardar especie reactiva
del oxígeno de la formación y de células perjudiciales.
Además, los niveles del sorbitol se creen para reducir la absorción celular de otro alcohol,
myoinsitol, disminuyendo la actividad de la bomba de la ATpasa de la membrana de plasma
Na+/K+ requerida para la función de nervio, el contribuir adicional a la neuropatía. En
resumen, la activación excesiva del camino del poliol lleva a los niveles crecientes de
sorbitol y de moléculas reactivas del oxígeno y a los niveles disminuidos de óxido nítrico y
de glusasión, así como tensiones osmóticas crecientes en la membrana celular. De estos
elementos solamente puede promover daño de célula, pero aquí tenemos varios que actúan
juntos. La evidencia experimental tiene todavía que confirmar el camino del poliol que es
realmente responsable de daño de la microvascularización en la retina, el riñón y/o las
neuronas del cuerpo. Sin embargo, los fisiólogos están bastante seguros que desempeña
un cierto papel en manifestaciones de neuropatía.
5. RETINOPATIA DIABETICA
PATOGENIA
La retinopatía diabética es una microangiopatía que afecta a los pequeños vasos retinianos:
arteriolas, capilares y vénulas precapilares retinianas. Los vasos más grandes retinianos
también pueden verse afectados.
El daño endotelial parece es uno de los factores más importantes en el desarrollo de la
enfermedad y a este nivel se van a desarrollar los acontecimientos de activación de
receptores que desencadenan la proliferación vascular y el aumento de la permeabilidad
de la membrana (5).
El daño empieza con una alteración endotelial del vaso, como resultado se demuestra una
impotencia del endotelio para ejercer sus funciones vasomotoras. Se produce después un
aumento de la permeabilidad vascular y estadios más avanzados se inician fenómenos
vaso proliferativos que determinan acontecimientos oclusivos.
Las personas diabéticas con hiperglucemia, van acumulando en las células que no
requieren insulina para captarla. Cuando se sobrepasa la capacidad de la vía glucolítica y
de las pentosas, el exceso de glucosa se metaboliza por la vía de los polioles, Vía del
Sorbitol, donde actúan 2 enzimas; La Aldolasa Reductasa y la Sorbitol Deshidrogenasa. El
aumento del Sorbitol favorece un movimiento osmótico y paso de agua al interior de la
célula (edema intracelular). También se produce una alteración en el balance de iones con
acúmulo de Na intracelular, por disminución en la actividad en la bomba de la ATP-asa.
La alteración osmótica inducida por esta vía hace que en la célula lesionada se altere la
permeabilidad y el balance electrolítico (salida de k+ y entrada de Na+) originando un
aumento de la hipoxia tisular (8,9).
Un factor muy importante y relacionado con los nuevos fármacos en estudio es la Activación
de la Proteinquinasa C. la PKC es una familia de enzimas que funcionan como señales de
distintos factores de crecimiento, hormonas, neurotransmisores y citokinas. Se forma por
unas 11 isoformas. Nueve de estas isoformas son activadas por el segundo mestajero
lipídico diacilglicero (DAG), que es un activador fisiológico de la PKC (98). La activación de
la isoforma beta, se ha implicado en la patogenia de las manifestaciones tempranas y
tardías de la RD. Además su activación puede inducir el aumento de citokinas, incluidos los
factores vasoactivos como el factor transformador del crecimiento y el factor de crecimiento
del endotelio vascular (VEGF), factores implicados en el desarrollo de la neovascularización
en los estadios proliferativos.
En el medio diabético, también van a observarse una serie de Cambios Anatómicos, como
alteraciones en la membrana basal capilar y pérdida de pericitos. Observaremos cambios
fisiológicos, quizás el más relevante sea la rotura de la barrera hematorretiniana interna,
con aumento de la permeabilidad y elasticidad. Se han descrito así mismo numerosas
sustancias con capacidad angiogénica, como los polipéptidos, entre ellos el Factor de
Crecimiento Similar a la Insulina (IGF), la Hormona de Crecimiento (GH), el Factor
Transformador del Crecimiento alfa, el Factor de Crecimiento de Fibroblastos básico (FCF
o Bfgf) y el Factor de crecimiento de Endotelio Vascular (FCEV, VEGF).
FISIOPATOLOGIA
Las alteraciones de la Retinopatía Diabética se producen por el desarrollo de una
Microangiopatía Diabética. La causa exacta de la Microangiopatía Diabética es
desconocida, sin embargo, lo que se acepta como el mecanismo más probable es lo
siguiente: La hiperglicemia produce alteraciones del metabolismo intracelular que
llevan, como resultado, a un aumento del Sorbitol. Esto produce el engrosamiento de la
membrana basal endotelial y la pérdida de los Pericitos, los cuales son células que
envuelven a los capilares retinales, proporcionándoles soporte y actuando como parte
de la Barrera Hematoretinal. La pérdida de pericitos produciría, a su vez, dos secuencias
de eventos paralelas: a) Alteración de la barrera hematoretinal, filtración al espacio
extravascular, edema retinal, exudados lipídicos o céreos formados por lipoproteínas.
b) Formación de microaneurismas por debilidad estructural de la pared de los capilares
retinales, activación de la coagulación en el micro-aneurisma, trombosis intracapilar,
obstrucción y cierre capilar. Lo anterior será responsable de la producción de isquemia
retinal, con el consecuente desarrollo de manchas algodonosas, (que corresponden a
infartos de la capa de fibras nerviosas) neovascularización, hemorragias y, en último
término, complicaciones tales como desprendimiento de retina traccional, glaucoma y,
en definitiva, ceguera. El crecimiento de neovasos, tanto a nivel retinal como en el iris,
se produciría debido a la liberación por parte de la retina isquémica de un factor soluble
estimulador del crecimiento vascular (Factor de Crecimiento Vascular Endotelial, VEGF)
y a su efecto sinérgico junto a un factor de crecimiento vascular presente en la retina
(Factor de Crecimiento de Fibroblastos Básico, bFGF).
6. HIPERTENSION ARTERIAL SISTEMICA
PATOGENIA
La Etiopatogenia no se conoce aún pero los distintos estudios indican que los factores
genéticos y ambientales juegan un papel importante en el desarrollo de la HTA primaria.
A continuación se relacionan diferentes teorías que abordan tan compleja enfermedad:
1. Factores genéticos.
2. Factores alimentarios.
3. Factores ambientales.
4. Factores psicosociales.
5. Síndrome de stress y adaptativo de Selye.
6. Teoría neurovisceral de Miasnicov.
7. Iones sodio-potasio y la ATPasa. Otros iones.
8. Desbalance en la relación GMPc-AMPc.
9. Sistema Renina-Agiotensina-Aldosterona.
10. Prostaglandinas.
11. Sistema Kalicreína-Kinina.
12. Metabolismo de los glúcidos.
13. SNC.
14. Endotelinas.
15. Otros factores: Sedentarismo.
Tabaquismo
FISIOPATOLOGIA
a) Hiperactividad simpática
Numerosos estudios en humanos y modelos animales han demostrado un aumento de la
actividad simpática en la HAS. Sin embargo, no está claro si esta hiperactividad simpática
observada sobre todo en el hipertenso joven con síndrome hiperdinámico y buena
respuesta a bloqueadores adrenérgicos, es causa o consecuencia de la enfermedad, ya
que como lo sugieren los estudios de Ferrario, un aumento en la actividad de la renina-
angiotensina cerebral se acompaña de un aumento de estímulos simpáticos, o las
observaciones descritas por Carretero en donde los vasos del paciente hipertenso son
hiperreactores a las catecolaminas, por la influencia de neuropéptidos locales que al actuar
en forma intracrina, autocrina o paracrina condicionan respuestas aumentadas a las
catecolaminas.
Otras consideraciones que deben hacerse al hablar de tono simpático aumentado, son las
relacionadas con otras alteraciones neuroendocrinas que en su tiempo no fueron
estudiadas y que aumentan la actividad simpática, como es el caso de la hiperinsulinemia,
que dada su gran relación con la HAS en el llamado síndrome metabólico común o síndrome
de Reaven, lo analizaremos por separado.
En individuos normales la presión arterial guarda una relación directa con la eliminación de
sodio y agua por el riñón, de tal manera que cada vez que aumenta la presión arterial por
estímulos fisiológicos, el riñón excreta más agua y sodio en forma compensadora para
reducir las cifras tensionales a sus niveles normales. En algunos hipertensos arteriales
esenciales, esta relación se altera, de tal forma que se pierde o disminuye este mecanismo
protector, lo que perpetúa las cifras tensionales elevadas.
Se cree que la pérdida de este mecanismo compensador se debe a un defecto congénito
que reduce la superficie de filtración, ya sea por una disminución anatómica o funcional de
los glomérulos.
c) Teoría metabólica
Esta teoría postula que existe un defecto genético de fondo, responsable de modular el
metabolismo de lípidos, carbohidratos y ácido úrico entre otros y que tiene como tronco
común fisiopatológico la resistencia a la insulina, definida como una respuesta subnormal
de los tejidos a una concentración determinada de insulina, supuestamente por una
hipofunción de los receptores tisulares y cuya repercusión primaria es la hiperinsulinemia,
que a su vez ejerce múltiples efectos: retención de sodio, acúmulo de calcio, actividad
simpática aumentada y expresión de protooncogenes que condicionan hipertensión arterial,
hipertrofia, fibrosis y disfunción tisular.
Este síndrome metabólico denominado como síndrome metabólico común o síndrome de
Reaven, postula que la hipertensión arterial, la diabetes mellitus no insulino dependiente, la
obesidad y las dislipidemias tienen un mismo tronco común fisiopatológico, condicionado
genéticamente y que la expresión fenotípica primaria, varía de acuerdo a los estímulos
ambientales.
d) Disfunción endotelial
El endotelio vascular es quizá uno de los órganos más grandes del organismo y su concepto
ha pasado de ser una simple membrana de interfase entre los compartimentos intra y
extravascular a ser un verdadero laboratorio y órgano modulador de su propia función y de
otras estructuras como son las plaquetas y el tejido muscular con sus componentes
miocítico y fibroso. Dentro de las funciones que podemos destacar del endotelio se
encuentran:
e) Teoría genética
La HAS es una enfermedad familiar, poligénica. Las evidencias sugieren que una
alteración en la información genética al recibir estímulos específicos del medio ambiente
permite su expresión fenotípica y se manifiesta la enfermedad.
El gen candidato más fuerte para explicar buena parte del fenómeno hipertensivo es el
del angiotensinógeno y el más probablemente relacionado con las complicaciones, en
especial en la interrelación aterosclerosis/hipertensión es el polimorfismo del gene de la
ECA; la manipulación de estos dos genes podría resultar en control de la hipertensión
arterial y de sus complicaciones.Recientemente hemos postulado una teoría integral
para explicar la fisiopatología de la hipertensión arterial y sus complicaciones. El
proceso se iniciaría con una lesión endotelial por una susceptibilidad genética sobre la
que actuarían factores del medio, como la ingesta inadecuada de sodio y las tensiones
emocionales. Las células endoteliales modificarían desfavorablemente su función, con
un desbalance entre las sustancias vasodilatadoras-antiproliferativas-antitrombóticas, a
favor de un predominio en la secreción de sustancias vasoconstrictoras-
proproliferativas-protrombóticas, lo que originaría un aumento importante de los niveles
del calcio ionizado a nivel del citosol, lo que provocaría vasoconstricción, estimulación
celular con proliferación de células duplicables e hipertrofia en células no duplicables,
además de secreción de sustancias paracrinas y endocrinas por células en las que el
calcio constituye el segundo mensajero (catecolaminas, angiotensina, insulina), que
acopla el estímulo con la función. Esto explicaría la producción de la hipertensión y la
aparición de las complicaciones de ella, las que tendrían dos orígenes, la sobrecarga
hemodinámica y la aparición de todos los mecanismos antes descritos
7. SINDROME METABOLICO
PATOGENIA
La resistencia a la insulina se define como una condición caracterizada por una menor
actividad biológica de la hormona que se expresa en sus diferentes acciones metabólicas,
siendo la más evidente en
El metabolismo de la glucosa. Esto se manifiesta en órganos y tejidos como el hígado, tejido
adiposo y muscular y también en el endotelio. Un cierto grado de resistencia a la insulina
es fisiológica durante la pubertad, en el embarazo y con el envejecimiento, siendo
normalmente compensada por una mayor secreción de insulina por las células beta del
páncreas. La resistencia a la insulina patológica puede ser secundaria a defectos del
receptor de insulina o por trastornos de su acción a nivel post-receptor. Las mutaciones del
receptor (se han descrito más de 30 a nivel de sus subunidades a y ß) son muy severas,
muy poco frecuentes y a veces incompatibles con la edad adulta.
En la gran mayoría de los pacientes que tienen resistencia a la insulina, hay defectos a nivel
post-receptor derivados de alteraciones genéticas, que son múltiples (sustrato del receptor
de insulina-1 -IRS1, proteinkinasas, glicógeno sintetasa, etc), cuya expresión clínica es
favorecida por la concurrencia de factores ambientales, entre los que destaca la obesidad
tóracoabdominal. El sedentarismo, tabaquismo, algunos medicamentos (diuréticos, beta
bloqueadores, progestágenos, corticoides) también facilitan la resistencia a la insulina
Uno de los sustentos de la existencia del SM como entidad clínica es una patogenia común
para la mayoría de los casos, si bien esto no constituye una condición sine qua non para el
diagnóstico de SM4.
Los alimentos también se han involucrado con el estado pro inflamatorio asociado a la
obesidad. Aijada y cols32mostraron que la ingesta de un menú de comida rápida era capaz
de producir un estado pro inflamatorio a través de la activación del factor nuclear kappa B
(FN-kB). Esto mismo se ha repetido al realizar una infusión intravenosa de triglicéridos en
sujetos sanos28. Desde este punto de vista, parece razonable plantear que una disminución
en la ingesta calórica podría disminuir el estado pro inflamatorio y de estrés oxidativo
C. Efectos no clásicos de la insulina. La insulina posee efectos vasodilatadores,
antitrombóticos, antiinflamatorios, antioxidantes y natriuréticos, los que se verían alterados
en caso de RI22. Estos efectos explican algunas de las alteraciones observadas en el SM,
especialmente en cuanto al mayor riesgo atero-trombótico. Así, la RI se transforma en un
estado capaz de determinar un mayor riesgo de eventos cardiovasculares per se y no sólo
asociado a los FRCV independientes. Las consecuencias sistémicas de la RI determinan
un aumento de las especies reactivas de oxígeno y disminución de la actividad de la óxido
nítrico sintetasa endotelial (eNOS). Esto se acompaña de aumentos a nivel local y sistémico
en endotelina y angiotensina, potentes moléculas vasoconstrictoras e inflamatorias, que
también están involucradas en la generación de estrés oxidativo34. Lo anterior conduce a
un estado inflamatorio crónico en la pared vascular y a disfunción endotelial, que finalmente
determinará la ateromatosis y el eventual episodio agudo de la placa35.
E. Rol de los PPAR (Receptor del proliferador peroxosimal activado). Los PPAR son
receptores intracelulares capaces de modular el funcionamiento de los órganos
metabólicamente activos. Existen 3 tipos de PPAR (α, ß y γ). Los PPAR y son esenciales
para la diferenciación y proliferación normal de los adipocitos, como también para el
almacenamiento de los ácidos grasos en ellos. Son capaces de aumentar la síntesis de
adiponectina y de evitar la salida de AGL a la circulación37. No está clara la regulación
endógena de los PPAR y, pero su modulación mediante agonistas puede determinar una
disminución de la RI y, con esto, una mejoría en el SM.
8. ANEMIA NORMOCITICA NORMOCROMICA
PATOGENIA
El mecanismo fundamental de producción de anemia en las enfermedades crónicas
consiste en una disminución de la utilización del hierro de los macráfagos de depósito, el
cual no pasa al plasma ni a los precursores de la serie roja, ocasionándose como
consecuencia una disminución del hierro plasmático (hiposideremia) y una falta de
utilización del hierro por los precursores eritroides. Otros mecanismos complementarios a
la anemia en dichas enfermedades sería una disminución de la vida media del hematíe y
una inadecuada respuesta de la médula ósea, como consecuencia de una disminución de
la eritropoyesis por la acción de productos producidos en situaciones de enfermedades
crónicas, tales como el interferón y el factor de necrosis tumoral.
FISIOPATOLOGIA
Anemia de trastornos crónicos
Dentro de la anemia normocítica, la ANEMIA DE TRANSTORNOS CRONICOS es la
primera causa, y, de forma general, la principal de anemia en el anciano. Sin embargo, a
pesar de su importancia, es la menos conocida. Resulta difícil definir las causas concretas
de este trastorno, que tiene mucho que ver con los procesos inflamatorios. Para intentar
comprenderla es necesario recordar la eritropoyesis. Durante un proceso inflamatorio de
cualquier origen (figura 1) se producen una serie de mediadores, de los cuales el primero
es la interleukina 1. Estos mediadores, en relación con la eritropoyesis, producen una serie
de efectos, de los cuales los más importantes son: — Disminución de la producción de
eritropoyetina, así como de la sensibilidad a ella de las células madres eritroide. — Dificultad
para la movilización y el uso efectivo del hierro, tanto de los macrófagos como de los
depósitos. Esto provoca que, en algunos casos, exista cierto componente de microcitosis.
— Disminución per se de la producción medular de eritroblastos con cifras bajas de
hematíes. Estos mecanismos, unidos también a una discreta disminución de la vida media
de los hematíes (mediada por hemolisis extracorpuscular) provocan un decalaje entre la
producción y la eliminación de glóbulos rojos. Si esta situación se mantiene en el tiempo, o
sea, si se produce una situación de inflamación crónica, acaba apareciendo anemia, que
normalmente es de intensidad moderada. Es conveniente recalcar que en el paciente
anciano coexisten, con frecuencia, varias situaciones patológicas. No es infrecuente que el
paciente consulte por los síntomas que le causa una situación que produce inflamación
aguda (infecciones, artritis...) y que en el estudio se le detecte un cuadro anémico. En estos
casos, el diagnóstico de ATC debe postergarse hasta la estabilización del cuadro, sin
descartar otras causas de anemia o incluso la posible resolución espontánea.
Anemia en la insuficiencia renal
La función renal se altera de forma lineal con el envejecimiento. Se calcula que la tasa de
filtrado glomerular disminuye un 10% cada década a partir de los 30 años. Se pueden
producir alteraciones significativas en las cifras de hemoglobina cuando la capacidad de
aclaramiento se deteriora por debajo de 40 ml/min. La intensidad de la anemia se relaciona
con el grado de insuficiencia renal y puede llegar, con mucha más frecuencia que en otras
anemias normocíticas, a provocar síntomas severos. La principal causa de anemia en la
insuficiencia renal es la disminución en la producción de eritropoyetina, aunque también se
produce un acortamiento de la vida media del hematíe de origen no claro. También se
relaciona con discreto sangrado digestivo.