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Teoría literaria II - Prof. Lic. Virginia D.

Palacio -1- El Señor Galíndez - Eduardo Pavlovsky

EL SEÑOR GALINDEZ1 papeles tirados, limpia la mesa, hace la cama, ver cajas relucientes de instrumental médico;
EDUARDO PAVLOVSKY ordena. una vitrina es ahora un completo botiquín de
Todo esto, en conjunto, buscando dar la sensa- primeros auxilios; una "inocente" lámpara
PERSONAJES ción de que "estamos" en un "lugar" que en suspendida baja por una roldana y su luz no
Eduardo Beto realidad podría ser "otro". Dos elementos es- deja margen para imaginar otra cosa que no sea
Doña Sara La Negra cenográficos significativos: un interrogatorio. Gasas, sueros, vendas, apara-
Pepe La Coca a) El ámbito es estrecho, pero muestra una serie tos supuestamente ginecológicos, guardapolvos,
de da tos que lo sugieren como habitable. guantes, van apareciendo en manos de los per-
Escenográficamente, la primera imagen que el b) La única entrada y salida, el único modo de sonajes.
espectador recibe es "extraña". Al subir muy llegar del exterior o dirigirse hacia él, está "Bajando a cero" lo que hasta aquí fue la luz
lentamente la luz, se le presenta sobre el esce- dado por un hueco ambiente, aparecen desde el fondo
nario un ámbito no muy definido. Delibera- en el piso, en el fondo de la escena. Desde ese —marco— negro, rayos de luz blanca, fría, que
damente no se gráfica "qué es" ese ambiente. hueco, y previa subida de varios escalones, como estiletes barren desde distintas direccio-
Muebles, una cama, varias sillas metálicas, una emergen las figuras de los personajes que lle- nes la zona de actuación, mientras los persona-
mesa, unos armarios, un colchón en el piso. gan, y por allí, bajando, desaparecen esas fi- jes, dando los "últimos toques al material de
Objetos sueltos, diseminados sin relación unos guras cuándo salen de ese "ámbito". A lo "ex- trabajo", entran y salen de estas punzantes
con otros, un florero, un teléfono. Fotos de traño" del lugar, deberíamos agregar ahora un líneas de luz. Estos rayos luminosos prove-
actrices, modelos en malla, jugadores" dé cierto toque "secreto". nientes desde el oscuro fondo pegan en esos
"fútbol, pegadas aquí y allá. Las luces, muy Transcurre la obra y efectivamente los perso- "difusos" elementos que el espectador hasta
concentradas sobre estos muebles y' objetos, najes comienzan a habitar en ese "espacio": se aquí no ha descubierto con total claridad.
delimitan el espacio de la acción. Fuera de este come, se lee, se hace gimnasia, se higienizan, Ahora sí. Son enrejados con grueso alambre
límite: nada, la oscuridad, negro. Solo después etcétera. tejido. Un oscuro fondo negro. Los manchones
de transcurridos varios minutos de la acción de Recién sobre el final de la obra se produce la de luz sobre las rejas. Los niquelados elementos
los actores el espectador comenzará a intuir, en "transformación" escenográfica del escenario. quirúrgicos. Los capuchones grises ocultando los
esa oscuridad que enmarca el "ámbito", extra- Es cuando Galíndez llama por teléfono anun- rostros de Beto y Pepe. La lámpara inquisidora.
ñas formas, como si se tratara de hierros, en- ciando a Beto y Pepe la inminencia del mo-
rejados, alambres, elásticos de camas. Sin em- El "cambio" se ha producido: todo lo "ante-
mento donde ejercerán sus verdaderos "oficios". rior" se ha transformado en una exacta, terri-
bargo todos los elementos que tiene claramente Allí comienza a transformarse el escenario.
iluminados ante su vista son reales. Y la acción ble, científica cámara de tortura.
Aparece la verdadera funcionalidad de ese
que comienza también es real: la vieja recoge Nuestro problema estético (autor, director,
"ámbito" y comenzamos a ver qué "es". escenógrafo): resolver escenográficamente lo
Todo en manos de los personajes: pequeños,
1 que todos sabíamos (los espectadores también):
El Señor Galíndez fue estrenada por el Equipo Teatro exactos, preestablecidos movimientos van mos- en nuestro país se tortura en muchos "lugares".
Payró (E.T.P.) en su sala el 15 de enero de 1973 con el trando la "verdadera cara" de la escenografía.
siguiente elenco: Eduardo: Alberto Segado; Doña Sara: En "ámbitos" muy diferentes "profesional-
Un mantel que se quita delata que, lo hasta allí mente" adecuados a esos fines. Había que lo-
Pura Asorey; Pepe: Francisco Armas; Beto: Eduardo
Pavlovsky; La Negra: Berta Drechsler; La Coca: Felisa mesa, es en realidad una camilla; un armario
grar la síntesis de eso sobre el escenario. El
Dzeny. Escenografía: Carlos Cytrinowski. Dirección: Jai- con Bonavena pegado en sus vidrios, gira y deja pequeño escenario del Teatro Payró.
me Kogan.
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Y pudimos comprobar (al menos para nosotros) SARA (Señala el fondo.) Esa puertita de allí y cuando mamá me levantaba ya no tenía más
haber logrado esa síntesis en nuestra propuesta tiene un inodoro. Si tiene necesidad, úselo. Ahí ganas.
de imagen escénica. Nuestra convicción se fue en el primer cajón tiene papel higiénico. SARA. — ¿Y cuántos años tenía?
dando tanto en el trabajo de puesta en escena de EDUARDO. — (Avergonzado.) No, yo voy a EDUARDO.-¿Quién?
la versión original para el estreno como en su hacer pis, no necesito papel higiénico, señora. SARA. - Usted, joven. ¿De quién estamos ha-
posterior adaptación en los enormes escenarios SARA. — Haga pis o caca es asunto suyo, jo- blando?
de la gira por el interior del país y por Europa. ven. No tiene necesidad de decirme lo que va a EDUARDO. — No sé, tendría tres o cuatro
El concepto y la imaginación habían trabajado hacer entre esas cuatro paredes. Allí adentro años.
juntos. cada cual hace lo que quiere. Bueno sería que SARA. - ¿Dice usted que su mamá lo le-
Eduardo Pavlovsky - Jaime Kogan uno tuviese que contar las cosas que hace ahí vantaba? ¿Por qué no se levantaba usted solo?
dentro. Es una porquería todo eso. Ustedes los ¡Pobre señora!
En la primera escena aparece en el escenario un jóvenes de ahora tienen la manía de contarse EDUARDO.-Era por indicación médica, por-
muchacho joven (Eduardo, 20 años) sentado en todo, hablan de las intimidades como si fuera un que era enurético.
una de las camas. Está impaciente. Aparece asunto público. Yo siempre digo que así pierden SARA. — ¡Sea usted ecurético o lo que usted
pulcramente vestido. Camina por el lugar. Mira el encanto de las cosas. Hay cosas de las que no quiera, eso es asunto suyo y a mí no me interesa;
de vez en cuando su reloj. se debe hablar. Se pierde el romanticismo. ya se lo dije, a mí con chanchadas no, ¿eh?
A su lado aparece Sara, una mujer de 65 años, (Eduardo permanece parado, mirándola asom- EDUARDO.-(Hinchado.) Hace bastante frío
que está limpiando el lugar. Hay dos camas, un brado.) ¿Y, no va? ¿Qué pasa ahora? por aquí, ¿no?
televisor, un armario, varias sillas. (Los demás EDUARDO. — Se me fueron las ganas. SARA. — No me gusta que cuando estoy ha-
implementos se irán agregando de acuerdo con SARA. - ¿No dijo que iba a hacer pis? blando de un tema me salgan a otro sin escu-
la escenografía.) EDUARDO. — Sí, pero ya no tengo ganas. charme, ¿me entiende? Eso es ser mal educado.
EDUARDO. — ¿Usted cree que tardarán mu- SARA. — Ve, esa es la inconstancia de la ju- (Eduardo prefiere no continuar el diálogo y se
cho? Son las doce y cuarto. Me dijeron que ventud, es lo que yo les critico a ustedes. Un día vuelve a sentar en la cama y hojea el diario.
vendría a las doce. quieren una cosa, otro día otra. Hace un ratito Sara continúa limpiando, se acerca y saca del
(Sara continúa limpiando. Parece no escuchar. quería hacer pis, ahora ya no tiene ganas. cajón de un escritorio papel higiénico y se lo
Se oye una música y la vieja parece barrer un ¿Cómo van a progresar así? Por eso están tan ofrece.) ¿No quería ir al baño? Si lo pongo ner-
tanto rítmicamente.) desorientados. Cómo no se van a inyectar vioso me voy y vuelvo. Le puedo dar una revista
SARA. — No sea impaciente, joven. Todos los drogas. si quiere llevarse adentro. Los muchachos
jóvenes de ahora son impacientes. A usted le EDUARDO. — No, yo no me inyecto drogas, siempre llevan revistas adentro. Vaya y des-
dijeron que iban a venir a las doce, y son las señora. congestiónese. Le va a hacer muy bien, y no se
doce y cuarto, ¿no es así? SARA. - Eso es asunto suyo y no tiene por qué preocupe por mí. Haga tranquilo. (Le alcanza
EDUARDO. — Ahora son las doce y veinte. seguir contándome sus intimidades. Basta de una revista.) Hay gente que se pone nerviosa
SARA. — ¿Y qué importancia tiene? Venir, van porquerías, joven. cuando va al baño y hay alguien en la pieza de al
a venir; agarre una revista y espérelos tranquilo. EDUARDO.-(Desorientado.) No, yo sólo le lado. Por los ruidos. Pero eso es natural y de-
(Sigue limpiando. ) quería decir que de chico siempre me pasaba biera comprenderlo. Cuando me casé con mi
EDUARDO.-¿Hay un baño por aquí? igual. Llamaba a mamá de noche para ir al baño, marido, que en paz descanse (se persigna),
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Abelardo no pudo ir al baño durante los prime- SARA.- (Se ríe) ¡Si no conozco nada yo a la BETO.-Mirá el paquete que nos manda.
ros días. Tenía vergüenza. Yo, cuando volvía juventud! ¡No! SARA. - ¡Es muy chancho! ¡Cuídense! (Sube la
de hacer las compras, le preguntaba: ¿hiciste, (Se oyen voces. La puerta del sótano se abre y escalera.)
Abelardo? Al final le tuve que dar una enema emergen de la escalera descendiendo Beto y PEPE.-Lindo rato vamos a pasar con este
de un litro. Él decía que' a partir de ahí se perdió Pepe.) mierda.
el romanticismo. Siempre me reprochaba lo de BETO.-¡Hola! ¡Hola! ¡A la vieja más linda BETO.-(A Eduardo.) Aquí no hay lugar para
la enema, pero ¿sabe lo que pasaba, joven?, yo del mundo! vos. Hay dos camas.
no quería decírselo a Abelardo, por no ofen- (Pepe pega un salto de la escalera y se abalanza PEPE.-Si nos quedamos más de un día,
derlo, pero tenía un aliento insoportable, y le sobre Sara. Pepe se pone a bailar con Sara. Sara ¿dónde pensás apolillar?
prevengo que después de la enema las cosas ríe y se siente un tanto forzada, pero sigue el EDUARDO.-En cualquier lugar, señor.
empezaron a mejorar en todo sentido, porque juego.) BETO.-En el armario no tenés lugar. No podes
al principió Abelardo estaba muy remiso con- SARA. — Basta, basta que estoy cansada. dejar nada allí.
migo. ¿Qué le pasa? BETO.-(Aplaude desde el pie de la escalera) Yo PEPE.- Además yo hago gimnasia, y estés
EDUARDO.-¿No tiene otra revista que no sea también, yo también. (Bailan los tres.) donde estés, me sacas lugar, pibe.
el Pato Donald? SARA.- ¡Basta que me matan, locos! EDUARDO — Por mí no se preocupen. Yo
SARA. - ¿Por qué? ¿Qué tiene contra el Pato (Reaparece Eduardo, asustado y poniéndose los me tiro en cualquier lugar. Me quedo parado si
Donald? Pepe siempre la trae. pantalones. Tiene el Pato Donald en una quiere. Yo no tengo problemas.
EDUARDO.-¿Quién es Pepe? mano.) BETO.-El problema lo tenemos nosotros con
SARA. — Uno de los chicos. BETO.-¿Y esto qué es? vos. Nosotros trabajamos muy bien solos, y nos
EDUARDO, — ¿Y no tiene otro tipo de re- EDUARDO.-Buenas tardes, señor, discúlpeme. joden los extraños, ¿entendés?
vista que no sea el Pato Donald? (Se pone los pantalones.) Tengo una carta para PEPE.-Y encima venís y de entrada te la
SARA. — Ah, ahora le entiendo muy bien. ¡No! ustedes. (Va a la valija y busca la carta.) querés hacer a la vieja, que podría ser tu madre.
Sepa que no tenemos aquí el tipo de revista que PEPE.- (Se lo arranca.) ¡Trae el Pato Donald! EDUARDO.- Son ideas de ella, señor, yo no le
usted quiere. ¡Ni yo lo toleraría! SARA.- Este joven los esperaba hace rato. Vino dije nada a la señora.
EDUARDO.-¿Cómo? No entiendo. ¿De qué con el amigo de ustedes. BETO.-(A Eduardo.) ¡Encima sos mentiro-
habla? BETO.-Dame la carta. so! (A Pepe:) ¡Te juro Pepe que un día Ga-
SARA. - Sí, sí, usted entiende muy bien a lo SARA. — Fue bastante atrevido conmigo. líndez me va a oír! ¡Cómo es posible que no
que me refiero. Usted me está pidiendo alguna PEPE.-¿Así que te la querías hacer a la vieja? nos consulte!
revista de esas que ahora tiene la juventud, SARA. — Me pidió revistas pornográficas. PEPE.-¿Y alguna vez nos consulta? ¿De qué
alguna pornografía para hacerse la chanchada (Eduardo le entrega la carta a Beto.) hablas?
en el baño. PEPE.- ¿Te la querías calentar, eh? BETO.-¡No!, pero para una cosa así nos debió
(Eduardo la mira totalmente desconcertado y se SARA. - ¡Yo podrá ser su madre. ¡Qué por- haber avisado antes. Esto es distinto. Al fin y al
da cuenta de que es inútil seguir el diálogo. De quería! cabo no somos novatos. Él sabe que trabajamos
repente parece que tuviera un retorcijón. Se BETO.-(A Pepe.) Lee esto. ¡Mirá quién lo muy bien los dos juntos. Se lo dijimos muchas
agarra la barriga. Toma el papel higiénico y el manda! veces.
Pato Donald y va al baño.) PEPE.- (Lee) ¡Pero no puede ser! Pero. .. PEPE.- (A Eduardo.) ¿Qué miras, boludo?
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BETO.-(A Eduardo.) ¿Qué venía a joder SARA.- (Entrando y poniendo la mesa) La PEPE.- No, al lado mío no; ponete en ese rin-
acá dentro? comida está lista, muchachos. cón.
EDUARDO.- No, señor; además, ustedes dos BETO.- No me hable de comida, que vomito. (Eduardo va al rincón.)
me caen muy bien. (Arregla su bolso y pone sus cosas en el arma- BETO.-¿Cuál rincón?
PEPE.-Pero sabe que a nosotros nos desagradas rio.) PEPE.- Acá, en ése.
profundamente. Tu presencia nos hincha las PEPE.- El degenerado no tiró la cadena BETO.- (Señalando otro lugar.) No, ponete
pelotas, ¿entendés? SARA. - (Sale) Les dije que era un degenerado. ahí, pibe.
BETO.-Si fuera por mí, te hubiera sacado a BETO.- Uno viene con ganas de laburar y te (Eduardo se vuelve a correr.)
patadas. mandan un cagonazo como éste. PEPE.-Pibe, vení, ponete al lado mío.
PEPE.-No esperamos ayuda de nadie. PEPE.- (A Eduardo.) ¡Che!. .. ¡Para, viejo! (Eduardo se vuelve a mover.)
BETO.-Trabajamos solos, ¿entendés? Encima no me gastes todo el desodorante. BETO.-No, pibe, ponete en el medio de los dos.
PEPE.-Uno se acostumbra a laburar de a dos y (Sara vuelve a entrar trayendo cubiertos y (Eduardo se pone en el medio.)
vos venías a joder nuestro ritmo. platos.) EDUARDO.-(Muy cansado.) Perdón, señor.
EDUARDO.-Si hubiera sabido que les oca- BETO.-(A Sara) Por qué no espera un ratito, ¿Me quedo acá?
sionaba tanta molestia no hubiera venido. Doña Sara, que se airee un rato, que hay un PEPE.- Vos hace lo que quieras.
BETO.-¡Pero vos habrás pedido venir aquí! tufo bárbaro. BETO.-¿Qué tenés que preguntar tanto? De-
PEPE.-¿Qué venís a hacer acá? ¿A espiarnos? SARA.- (Saliendo) Bueno, voy a esperar un cidí tu vida, infeliz y no jodas más.
BETO.-Galíndez no manda nadie acá si no rato antes de servirles. SARA.- (Entrando con la comida.) A comer,
tiene ganas de venir. (Beto ordena sus cosas en el armario. Pepe saca muchachos. '
PEPE.- ¿De qué jugás? ¿De alcahuete? ¡Pu- de su valija unas pesas y una pequeña polea que PEPE.- ¡El morfi!
tito! engancha en la cama.) BETO.-¿Por qué no trae una sillita y moría
BETO.-Revísalo, Pepe. Yo voy al baño. (Sale al BETO.- ¿Qué? ¿Te vas a poner a hacer gimna- aquí con nosotros, Doña Sara?
baño; vuelve del baño en seguida. A Eduardo:) sia ahora? SARA. - No, coman tranquilos, que voy a
Decime, ¿quién carajo te crees que sos vos? PEPE.- Por ahora armo la polea. (Hace mucho comer en la cocina. A ver si les gusta. (Sale.)
EDUARDO.-¿Qué pasa? ¿Qué hice ahora? ruido.) PEPE.-¿Querés vino, Beto?(Empieza a co-
BETO.-(A Pepe): ¡Nos dejó los seretes de re- BETO.- ¿No sabes que tu gimnasia me pone mer.)
galo! nervioso, Pepe? BETO.-Servime un poco. ¿Tenés la tarjeta?
PEPE.-¿Cómo, no tiraste la cadena? PEPE.- Y a mí, no hacer gimnasia me pone (Pepe le alcanza una tarjeta.)
EDUARDO.-Disculpen. . . nervioso, vos eso lo sabes muy bien. (Sigue PEPE.- ¿La tuya?
PEPE.-Primero llegas y te querés fifar a la vieja, armando la polea.) (Beto le alcanza una tarjeta.)
y ahora nos dejas los soretes en la bandeja. EDUARDO.- (Entrando.) Ya está, señor. PEPE.-Está polenta, ¿eh? (Comiendo con
BETO.-(A Pepe) ¡Alcánzale el desodorante! (Pausa.) Perdón, ¿dónde pongo mis cosas? gusto.)
¡No se puede entrar allí! BETO. -¡Dejalas donde quieras y déjate de BETO.- ¿Querés que te diga la verdad? (Mirando
(Pepe saca el desodorante del armario y se lo hinchar, infeliz! la tarjeta.)
tira a Eduardo, que se va al baño.) (Eduardo intenta dejar sus cosas al lado de la PEPE.- ¿Qué pasa? ¿Hice algo mal?
PEPE.- ¡Tira la cadena! cama de Pepe.) BETO.-¿No te vas a enojar como la otra vez,
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Pepe? vos Galíndez te manda para aprender acá. PEPE.-Así que el nene colimba pretende, por-
PEPE.- ¡Si vas a decir algo para amargarme, Tenés que estar muy lúcido. que sí, tener una entrevista con Galíndez.
callate! EDUARDO.- Yo estoy muy contento de estar Nosotros hace dos años que laburamos para él
BETO.-No, es por tu bien. Te digo la verdad. con ustedes. y todavía no le vimos la jeta. (Le aplasta tocara
PEPE.- (Muy serio): ¿Pero por qué? ¿Es algo PEPE.-¿Y cómo te metiste en esto? contra el plato.)
muy grave? ¿Qué, qué pasó? ¡Habla! EDUARDO.- Por unos tests que me sacaron. BETO.-¡Dale de comer, así se le pasa la pe-
BETO.-Sos un aficionado. PEPE y BETO.-(A la vez): ¿Por unos qué? dantería a este mocoso! Primero te querés fifar a
PEPE.-¿Por qué soy un aficionado? EDUARDO.- Por unos tests, unos cuestionarios. la vieja, después nos dejas los soretes de re-
BETO.-¿Pero cómo pones que Colón le gana a Me dijeron que mi personalidad se adaptaba a galo, y ahora te extraña no poder haber visto a
Boca? ¿No sabes que hace quince años que no este tipo de trabajo, y como yo me mostré in- Galíndez en diez minutos. ¡Pero vos sos in-
le gana en la Bombonera? teresado me dijeron que viniera a hacer la creíble!
PEPE.- ¿Sos tonto vos? ¡Palpito, viejo! práctica con ustedes. Me hablaron de cursos (Pepe le tiene la cara pegada al plato. Entra
BETO.-¡Pone la lógica!'¿Por qué no le decís a teóricos primero, pero me dijeron que por mis Sara.)
tu vieja que te haga el Prode? características personales yo tengo que hacer la SARA. — ¿Quieren café, muchachos?
PEPE.-¡Y yo digo que Colón le gana a Boca! práctica; después, si me adapto, viene la teoría. PEPE.- (Riendo): No, espere, que el pibe no
BETO.-¡Pero si va último, infeliz! BETO.-¿Viste, Pepe? Ahora les sacan tests y terminó el segundo plato.
PEPE.-Por eso, por eso le gana. ¿Entendiste? todo. SARA. - ¿Ya están trabajando?
EDUARDO. — Yo puse que gana Boca. PEPE.- ¿Ya leíste los libros de Galíndez? BETO.-Traiga dos cafés, doña Sara. Viene a
(Beto y Pepe lo miran.) EDUARDO.- No, todavía no. Quiero decir, aprender el oficio.
BETO.-Es inteligente el pibe, ¿eh? recién empiezo a leerlos. Estoy por terminar el PEPE.-¡Le hicieron un test! Salió bien y viene a
PEPE.- ¿Vos también jugás al Prode? primer tomo. Son muy interesantes. Yo al señor especializarse.
EDUARDO.- A veces jugamos en la colimba Galíndez no lo conozco personalmente, pero BETO.-Déjalo, Pepe, ya comió. A ver si se
entre unos cuantos. después de haber leído las dos primeras líneas indigesta el pibe.
BETO.-¡Pepe, no lo invitamos a manyar al ya tenía ganas de conocerlo. Cuando me dio la (Pepe afloja y Eduardo se levanta de la mesa
pibe! Vení, pibe, sentate. carta para ustedes lo quise ver para agrade- llorando. Se va al baño. Beto extrae del por-
(Ya no hay nada de comer. Eduardo busca, cerle, pero me fue imposible, ¡no lo pude ver! tafolio unos apuntes y saca un grabador del
pero ya no hay nada. Se han comido todo.) Fui dos veces seguidas. Me resultó extraño no armario.)
PEPE.-¡Ahí tenes pan! (Le tira un trozo de pan poder verlo. PEPE.- Tira la cadena, no te olvides, ¿eh?
en la cara.) BETO.-¿Te resultó extraño no poder ver a BETO.- ¡La juventud! ¡Ay, mi Dios!
BETO.-(A Pepe.) Servile vino. quién? (Amenazante.) PEPE.- Es rico el pibe, ¿no?
(No hay vino. Pepe sólo le sirve las últimas EDUARDO.-Al señor Galíndez. (Pepe mira a Beto. Le toma uno de los
gotas que guarda la botella.) PEPE.- (Se levanta y lo agana del cuello) ¡De- apuntes y lee.)
PEPE.-¡Lástima! Hubieras avisado antes y te cime, infeliz! ¿Vos te crees que un tipo como PEPE.-¿Liceo Profesional Cima?
sentabas a morfar con nosotros. Como no decís Galíndez te va recibir a vos por tu linda jeta? BETO.-Estudio allí ahora.
nada, yo pensé que ya habías comido. BETO.-¿Pero quién te crees que sos, Marilyn PEPE.-¿Y para qué te metiste en eso?
BETO.- Mejor, así está más liviano el pibe. A Monroe? ¡Infeliz! BETO.-Mira, viejo, yo quiero progresar, ¿sa-
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bes?, y por eso me puse a estudiar Contabilidad, para decirle por qué había desobedecido las (Pausa.) Para mí la voz era la de Galíndez.
Secretariado General y también impuestos. Me instrucciones. Entonces el flaco le explicaba PEPE.- ¿Qué decís? ¿Estás loco vos?
quiero hacer un camino en la vida. Un futuro. que él había laburado siguiendo las instruc- BETO.-No, el que hablaba no decía que era
PEPE.-¿Pero vos no estás contento con este ciones del segundo llamado; ¿y sabes lo que Galíndez, decía que hablaba de parte de Ga-
laburo? decía Galíndez? Que él había hablado una sola líndez. .. pero para mí la voz era la de Galíndez,
BETO.-Y. . . contento estoy. vez, que no había existido un segundo llamado. Pepe.
PEPE.- ¡Y entonces! . . ¡como para no estar mal! PEPE.- ¿Y el flaco? (Sobresaltado.)
BETO.-Lo que pasa, es que este laburo puede PEPE.- Qué lío, ¿no? BETO.-Cuando colgaron el tubo, yo lo miré al
terminar alguna vez. BETO.-Yo le dije que lo fuera a ver. Estuvo flaco. Estaba tranquilo. ¿Viste esos tipos que
PEPE.-Pero decime, ¿sos loco vos? Si este es el veinte días en las antesalas y justo ei día que le pescan todo de golpe? ¿Que entienden todo?
laburo más seguro del mundo. Además, vos ya tocaba verlo le dijeron que Galíndez no podía De repente se acerca y me dice? "Gracias her-
sos un maestro.. . ¡un especialista! Mira el pibe recibirlo porque estaba ocupado. (Pausa.) mano, gracias Beto por haberme acompañado.
éste cómo viene a aprender de nosotros. ¿Por ¿Sabes una cosa, Pepe? Hay una cosa que nunca Ándate ahora a tu casa porque entiendo todo."
qué te crees que lo mandan? Porque somos te dije, Hace más o menos un mes, el flaco me PEPE.-¡Yo no entiendo un car ajo!
imprescindibles. llamó a casa desesperado. Yo estaba en la cama BETO.-Yo tampoco entendía. Le pregunté:
BETO.- Sí… imprescindibles somos. ¿Pero con la patrona; pero te juro, le sentí la voz tan "Flaco, ¿qué pasa? ¡Habla!".. . pero él no quiso.
sabes qué pasa? Después de lo del flaco Ahu- mal, que me fui corriendo a verlo a la casa. Me acompañó hasta la puerta y me besó. . . Los
mada. . . yo me puse a pensar tantas cosas. Cuando llegué, me dijo que le habían hablado dos lloramos. Al día siguiente lo encontraron
PEPE.-Para viejo, que el flaco Ahumada era un para decirle que lo querían matar. ¡Estaba de- ahorcado. .. Yo no quise verlo.
loco. Vos lo sabes muy bien. Estaba mal y así sesperado el flaco! ¿Sabes lo que me pidió, PEPE.-¿Pero.. . él no se había ahorcado porque
tampoco iba a seguir mucho tiempo. Pepe? Que le diera la mano y que no apagara la la mujer lo abandonó?
BETO.-Pero vos sabes que el flaco era un capo luz porque tenía miedo. . . lloraba como un BETO.-No. Yo por eso, Pepe, me inscribí en el
en el laburo. Sin embargo lo llaman cada vez chico. Liceo Profesional Cima, ¿sabes? Por ahí la
menos, le pagaban el sueldo con atraso, la PEPE.- ¿El flaco lloraba? mano viene mal y quieren prescindir de mí. ..
gente no quería conversar con él. Corno para BETO.-Vos sabes, Pepe, que al flaco yo lo co- ¡y bueno! Yo ya tengo otro laburo. Vos sabes
no estar mal, ¿no? nozco desde que entré en el laburo. ¡Para mí que yo tengo otros compromisos en la vida,
PEPE.- No, pero escúchame, al flaco última- era un maestro, un fuera de serie! ¡Uno de esos tengo mujer, familia, hijos. Vos sos más libre
mente le estaba saliendo muy mal el laburo. tipos que no hay más!. . . ¿y cómo lo iba a que yo. La verdad que te envidio. ¡Vos sos un
BETO.-No Pepe, la mano no viene así. abandonar? tipo libre. Pepe!
PEPE.-¿Qué es lo que no viene así? PEPE.- ¿Y qué pasó? PEPE.-Pero. . . yo no lo puedo creer. Si a no-
BETO.-A mí el flaco me contó otras cosas. Me BETO.-A las dos de la mañana sonó el telé- sotros Galíndez nos quiere mucho. ¿No nos
dijo que, cuando laburaba, Galíndez hablaba fono, el flaco chapó el tubo. . . yo vi que se felicitó muchas veces por el laburo?
primero y le daba las órdenes; a los diez mi- ponía pálido, que temblaba, entonces le arran- BETO.-¿Pero quién te felicitó?
nutos volvía a hablar y le cambiaba las órdenes qué el tubo y me puse a escuchar. . . le decían PEPE.-¿Cómo quién me felicitó?
por otras distintas. . , y cuando el flaco termi- que se fuera del trabajo, que ya no servía más, BETO.- ¿Cómo sabes que es Galíndez el que te
naba de laburar, Galíndez lo llamaba enojado y que si no se iba del país lo iban a liquidar, . . felicitó?
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PEPE.-¡Pero si nos mandó dos telegramas PEPE.-(Riéndose.) ¡Está bien! ¿Y quién es el enorme placer y obsecuencia.) Sí, señor Ga-
firmados de puño y letra por él! otro que se hace pasar por Galíndez, digo, en el líndez. . . ¿Cómo le va a usted, señor?. , .
BETO.-Los telegramas pudo no haberlos caso en que no fuera Galíndez en persona quien Muy bien, muchas gracias señor. . . (A Pepe:)
mandado él. nos habla, sino alguien que se hace pasar por él? ¡Te manda saludos el señor Galíndez, Pepe!
PEPE.- (Aterrado.) ¿Y quién entonces? BETO.- ¿Y si fuera alguien que Galíndez PEPE.-¡Mándale vos mis saludos también!
BETO.-Alguien que se hace pasar por él. ¿Có- utiliza para dar contraórdenes? (Pausa.) ¿Y si BETO.-Aquí Pepe le retribuye los saludos,
mo sabemos que es Galíndez, si hace dos años fuera alguien que estuviera interfiriendo, que señor. . . Sí, señor, el nuevo compañero ha lle-
que laburamos para él y todavía no le vimos la estuviera saboteando a Galíndez? gado. (Lo mira a Eduardo.) Pierda cuidado
jeta? PEPE.-¿Vos decís alguien que se hubiera me- que nos vamos a ocupar de él… además, con
PEPE.- (Tranquilizándose): Pero Beto, Ga- tido y estuviera provocando?. . . Pepe ya le hablamos del trabajo en común y él
líndez existe. . . digo, es una persona real. . . de BETO.-¡Caos! (En ese momento, Eduardo sale está encantado con nosotros. . . Sí, señor. . . y
carne y hueso, como nosotros.. . del baño con el desodorante en la mano.) bueno, nuestra misión es esperar, señor. ..
BETO.-Sí, supongo que sí.. EDUARDO.- Ya puse el desodorante, señor. comprendido, señor. ¡Entendido! ¡A sus ór-
PEPE.-(Asustado): ¿Cómo supones? ¿Ahora me (Pepe y Beto lo miran a Eduardo. Avanzan denes, señor! (Cuelga)
vas a decir que podría llegar a no ser de carne y hacia él. Lo agarran, lo empujan. Lo patean.) PEPE.- (Como un chico.) ¿Y? ¿Qué te djjo?
hueso como nosotros?.. . ¿y entonces nosotros BETO.- Decíme, hijo de puta, ¿quién sos vos? BETO.-Dijo que todavía no hay novedades. Que
qué hacemos con él? ¿Por quién estamos? ¿De (Lo agarra de los genitales.) esperemos tranquilos. Que espera poder felici-
quién recibimos las órdenes? PEPE.-Habla claro. Te descubrimos. A nosotros tarnos como siempre. (Emocionado.) Y que
BETO.-¡De Galíndez, Pepe! no nos vas a joder como lo jodiste al flaco está orgulloso de nosotros.
PEPE.- Entonces no hay problema. Estamos Ahumada. (Lo agarra del cuello.) PEPE.- ¿En serio te dijo que estaba orgulloso
aquí porque él nos da las órdenes. . . que noso- BETO.- ¿Para quién laburás, pibe? (Trom- de nosotros?
tros obedecemos. Él nos paga y nosotros labu- padas.) BETO.-Dos veces me lo dijo, Pepe. Al principio
ramos. ¡Chau, viejo, no me jodas más! PEPE.-¿Así que te haces pasar por Galíndez? y al final de la conversación. ¡Dos veces!
BETO.- De eso no estoy seguro. ¿Y si estuvié- (Trompadas en la cara.) PEPE.- A ver, repetime las mismas palabras
semos aquí y recibiéramos las órdenes de otro? BETO.- ¿Por qué no lo imitas ahora? ¡Ventrí- que te dijo recién,
¿Cómo sabemos para quién laburamos si nunca locuo! ¡Dale! ¡Imítalo! BETO.-No me acuerdo, Pepe. . . a ver. . . para..
vemos a Galíndez? EDUARDO.-¡Socorro! ¡No sé de qué hablan! . dijo. . . que no había novedades.. . que espe-
PEPE.-¿Y quién te paga? ¡Ahí está! ¿Quién nos PEPE.- (Lo patea.) Querías jodernos como al raba que realizáramos la tarea con la misma
paga? El sobre bien que lo cobramos, firmadito flaco, ¿no? eficiencia de siempre y que nos mandaba un
y selladito por él todos los meses. BETO.-(También lo patea.) Pero nosotros abrazo.
BETO.- Puede ser que nos esté pagando Galín- somos dos con Pepe. Laburamos en equipo y PEPE.- ¿Un abrazo?
dez. . . pero nosotros, a la vez, estar laburando nos vamos a defender hasta el final. BETO. - Te lo juro, Pepe. Y lo dijo con una voz
para las órdenes de otro, que puede estar en (Suena el teléfono. Beto y Pepe lo sueltan a muy sentida. De acá lo dijo. (Se toca la gar-
combinación con Galíndez, Pepe. Yo, después Eduardo. Este cae desmayado al piso.) ganta.)
de lo del flaco Ahumada, ¡empecé a pensar BETO.-¡Hola!. . . Sí. (Levantando el tubo. PEPE.- i Qué gran tipo este Galíndez! Mira
tantas cosas! Cambia su cara inexpresiva a una cara de que siempre fue muy cariñoso con nosotros.
Teoría literaria II - Prof. Lic. Virginia D. Palacio -8- El Señor Galíndez - Eduardo Pavlovsky

¿Viste? Yo te decía. .. tazo? ¿Un bifecito? ¿Un bife cito?


BETO.-¡Es un señor! Digan lo que digan, BETO.-(Parando el grabador): ¡No, nunca la BETO.-¿Estás loco vos?
Pepe, ¡pero es un señor! (Se mueve nerviosa- fajé a mi vieja! ¿Estás tranquilo? ¡Nunca la fajé! PEPE.-¡Vamos, Beto! ¿Me vas a decir que
mente.) Yo ya tengo unas ganas de empezar a ¡Déjame estudiar ahora! nunca fuiste capaz de fajar a tu mujer? ¿Ni
moverme. ;Te lo juro!, cada vez que hablo con PEPE.-Estás nervioso, eso es lo que pasa. siquiera un bifecito? ¿Chiquitito así? (Pone la
él, ¡me entran unas ganas de laburar! (Beto prende el grabador. Escucha, muy con- mano.)
PEPE.- ¡Seguro que nos manda otro telegrama! centrado. Pepe continúa afeitándose . Eduardo BETO.-Bueno, sí, un día le pegué un bifecito,
¡Yo también tengo ganas de empezar a laburar! duerme.) dale.
BETO.- ¡Digan lo que digan, Pepe, pero es un PEPE.- Che, ¿y a la patrona? ¿Le das? PEPE.- ¿Cuándo?
señor! BETO.-(Apaga el grabador.) ¡Mira, Pepe no BETO.-Cuando recién nos casamos. (Pausa.) Te
(Se oye un gemido de Eduardo. Beto y Pepe lo jodás más! ¡O me dejas estudiar o te rompo la juro, hace tantos años que ya no me acuerdo.
miran.) cabeza, en serio! PEPE.- ¿Y por qué?
Apagón prolongado. Música de percusión PEPE.-Estás nervioso. Cuando el capo no llama BETO.-¿Y por qué, qué?
sugiriendo el transcurrir de un prolongado te pones insoportable! En estas últimas quince PEPE.-Digo, ¿por qué le pegaste?
espacio de tiempo. Cuando sube la luz los es- horas no me dirigiste la palabra. ¡Te estás po- BETO.-Ah, no.. . (Molesto.) Fue porque dijo
pectadores visualizan a los personajes en la niendo viejo! ¡Así, mira! (Pepe, con el dedo, que papá tenía cara de boludo.
siguiente situación: Beto está estudiando con hace un gesto de impotencia.) PEPE.- ¿Y vos qué hiciste?
varios apuntes del Liceo Profesional Cima. BETO.-(Tratando de serenarse.) No, no me BETO.-(Sigue molesto.) Bueno, le pegué un
Utiliza también un grabador de donde se es pongo nervioso, Pepe. (Muy paternalmente.) Mi bifecito, pero chiquitito y le dije que la vieja
cucha su lección de contabilidad. A veces de- única ambición es estudiar esta lección de Con- tenía cara de puta gastada.
tiene el grabador y repite casi de memoria lo tabilidad. El sábado tengo parcial, tengo que dar PEPE.- ¿Y ella qué hizo?
oído por el grabador. Cuando no recuerda algo, examen y no entiendo nada. El asunto es bas- BETO.- Se puso a llorar y se las quiso
vuelve atrás la cinta para recordarlo y continúa. tante sencillo. No lo compliquemos. Lo único tomar.
Pepe se está afeitando con una navaja. Está que quiero hacer es estudiar. (Muy cariñosa- PEPE.- ¿Y vos qué hiciste?
frente a Beto y cada tanto lo observa. Eduardo mente.) ¿Me dejas estudiar, Pepe? ¿Eh? BETO: - ¿Cómo qué hice?
está durmiendo sobre un colchón en el suelo. PEPE.-(Muy concentrado afeitándose.) ¿Y qué PEPE.- ¿Se fue? ¿La dejaste ir?
PEPE.- Che, Beto. . . me preguntas a mí? ¿Quién soy, Don Cima? BETO.-¿Estás loco vos? ¿Cómo la iba a dejar ir,
BETO.- ¡Shhh!... (Escucha el grabador.) (Beto pone el grabador.) Che, Beto, escúchame vos sabes cómo la quería?
PEPE.-(Pausa): ¡Che, para! ¿Vos nunca la fa- una cosa.. . PEPE.-¿Cómo, ahora no la querés más?
jaste a tu vieja? BETO.-(Parando el grabador.) Pepe, ¿me BETO.-Sí, ¿Por qué?
BETO.-¡Querés callarte! ¿No te das cuenta que querés volver loco? ¡Déjame tranquilo, Pepe! PEPE.- Como dijiste "la quería". . .
estoy escuchando la lección? ¿Sos sordo o te PEPE.-Contéstame una sola pregunta. BETO.-(Pausa.) Es una manera de decir.
haces? BETO.-(Resignado.) ¿Qué pregunta? ¡Dale! PEPE.- ¿Y qué pasó?
PEPE.-Pero un bife. . . ¿nunca le diste de pibe? PEPE.-¿A la patrona nunca la fajaste? BETO.-Nada, no pasó nada. Nos rectificamos
BETO.-¡Callate, boludo, que no oigo! BETO.-¿Cómo si la fajé? los dos y asunto concluido.
PEPE.-¡Pero contéstame, Beto! ¿Un cache- PEPE.- Claro, ¿Nunca le diste? ¿Una pina? PEPE.-¿Qué quiere decir eso?
Teoría literaria II - Prof. Lic. Virginia D. Palacio -9- El Señor Galíndez - Eduardo Pavlovsky

BETO.-Y, que ella me dijo que papá no tenía BETO.-¿Qué cosa? bombacha sobre su calzoncillo) y acá el coso
cara de boludo y yo le dije que la vieja no tenía PEPE.-La cosa. . . (Pausa.) La cosa, la cosa, negro y subido (hace la forma de un corpiño
cara de prostituta gastada. ¿entendés? La cosa. sobre su pecho) y el coso negro transparente. . .
PEPE.- ¡Dijiste prostituta! BETO.-¡ Ah, la cosa! yo la veo venir y le hago (se pega un bife en la
BETO.-(Confundido.) ¿Cuándo? PEPE.- Sí, la cosa. cara) a ella, ella me lo devuelve a mí, así (se
PEPE.-¡Recién, usaste dos términos totalmente BETO.-¿En el acto? pega), y yo a ella (se pega) y ella a mí (se pega
distintos! PEPE.- ¿Qué acto? (Beto lo mira.) Ah, el acto. cada vez más fuerte) y yo a ella y ella a mí (se
BETO.-¡Qué sé yo, Pepe! ¡Déjame de joder! Es el ingrediente, si no la cacheteo no se va. pega con las dos manos, ¡zas, zas!) y yo a ella y
¿Qué, me estás tomando examen ahora? Me BETO.-¿Adónde se va? ella a mí y terminamos cagándonos a cache-
preguntaste, te contesté. ¿Qué querés ahora? PEPE.- Digo, si no la fajo no se va; no se va en tazos!
¡Para la mano, viejo! ¿Se te da por la gramáti- el acto. ¿Entendés? ¡Che viejo, estoy tratando BETO.-¡Para, Pepe, para! ¡Son una manga de
ca? de ser delicado! ¡Qué pelotudo que sos vos reventados ustedes dos! ¡Pero esto es un in-
PEPE.- ¡ Ah, te enojas encima; claro, el loco soy también! fierno! Yo me mudo de acá. Yo con el flaco
yo! BETO.-¡Qué delicado, si sos un degene- podía estudiar. (Retira el grabador a otra ca-
BETO.-Escúchame, Pepe, me cuesta mucho rado! ma.)
entender esto, en serio. El sábado tengo parcial. PEPE.-No, querido; a mí me gusta que llegue. PEPE.-(Reaccionando.) ¿Sabes las ganas de
(Cariñosamente.) ¿Me dejas estudiar, Pepito? BETO.-¡Estás en tu salsa, vicioso! laburar que tengo ahora? (Se toca las manos.)
(Pepe no le contesta y continúa afeitándose. PEPE.-¡No señor! Si es necesario dársela para BETO.-Tenemos que esperar. (Prende el gra-
Beto lo observa unos instantes y luego prende el que llegue, yo se la doy con todo, y se acabó. bador.)
grabador.) BETO.-Eso no está bien, Pepe. PEPE.- ¿Cuánto? ¿Cuánto hay que esperar?
PEPE.-(Muy serio.) ¡Beto! (Beto para el gra- PEPE.-¿Qué no está bien? BETO.-Qué sé yo. (Apaga y prende el grabador
bador resignadamente.) Yo la fajo a la Nelly. BETO.-Pegarle a una mina. No está bien. con un segundo de diferencia.) ¡Galíndez dijo
BETO.-¿Y quién es la Nelly? PEPE.- ¿Ah sí? ¿Y pegarle a un tipo? ¿Eso que no nos podemos mover de acá hasta que él
PEPE.-La mina que vive conmigo. (Pausa.) está bien? llame, ¿no es así?
¿Y no me decís nada? BETO.-¿Cómo, andas con un tipo? PEPE.-¿Qué haces con ese grabador? ¿Me
BETO.-¿Y qué querés que te diga? ¡Dale, PEPE.-No, ella me faja a mí. querés volver loco? ¡Paralo, infeliz! ¡Estás
Pepe! ¡Dale, Pepe! BETO.-¿Pero cómo te faja a vos, Pepe? ¡No terrible hoy!
PEPE.- A ella le gusta. entiendo! (Pepe empieza a hacer gimnasia cada vez más
BETO.-¿Qué le gusta? (Pepe se arrodilla encima de la mesa.) rápido y más fuerte. Hace mucho ruido y Beto
PEPE.-Y, que la faje, que le dé. PEPE.-Ella viene primero y me hace así. (Le no puede escuchar la lección.)
BETO.-¡Masoquista! da un cachetazo a Beto.) BETO.-¡Pepe!
PEPE.- ¿Maso. . . qué? BETO.- ¿Qué haces? ¡Déjame de joder! ¿Sos PEPE.- ¡Beto!
BETO.-(Pausa.) Nada, digo que le gusta que la loco? BETO.-¿Qué te pones a hacer gimnasia ahora?
fajes. PEPE.- Para, para, es para mostrarte. No te Me preguntaste y te contesté. ¿Me vas a dejar
PEPE.-(Ríe.) Cuando "facemos la cosa". (Al no pongas nervioso. Ella viene primero con la cosa estudiar? ¿Sí o no?
ver respuesta de Beto se pone serio.) chiquita y negra acá (hace la forma de una (Pepe deja de hacer gimnasia y se le viene en-
Teoría literaria II - Prof. Lic. Virginia D. Palacio - 10 - El Señor Galíndez - Eduardo Pavlovsky

cima a Beto.) Chau, tesoro. (Le manda besos.) Dame con nos aburramos.
PEPE.-Escúchame, ¡yo ahora no puedo hacer mamá. (Seco.) Hola, Negra, la nena está con la PEPE.-¿No nos mandará una mesa de
gimnasia! ¡No puedo hablar con vos! ¡No voz tomada. No, no la abrigaste. Vos no te ping-pong como la otra vez?
puedo hacer un carajo! ¿Pero vos quién te crees ocupas de ella. No, no te estoy levantando la EDUARDO.-Me paro en la esquina ¿y qué
que sos, eh? ¿Qué sos? ¿Mi papá?. . . ¡Vení, voz, te hago una observación, y bueno, dale hago, señor?
papi, decime qué tengo que hacer, decime! una aspirineta. BETO.-Van a pasar con un coche y te van a
BETO.-Lee el Pato Donald y deja de hinchar las PEPE.-¡Chúpame la camiseta! (Ri- entregar dos paquetes. ¿Entendés?
pelotas! mándolo.) EDUARDO.- ¿Y qué hago con los dos paque-
PEPE.-Ya lo leí tres veces y me aburro. BETO.-(A Pepe): Déjate de joder, ¿querés? tes?
(Pepe toma una revista del Pato Donald, se (Pausa.) ¡No! ¡No! No es a vos, es a Pepe, que PEPE.-¿Dónde los vas a llevar; boludo, a la
sienta en la cama y comienza a leerla. Beto se está al lado mío. ¡No! No hay ninguna Pepa, casa de tus viejos?
acerca a Eduardo con ademán de golpearlo; se Negra. Con vos no nos entendemos nunca. BETO.-¡Traelos aquí, infeliz! ¡Rápido!
detiene a último momento. Este se despierta Vieja, termínala. La seguimos en casa vieja. (Eduardo se va.)
sobresaltado. Beto se acerca al teléfono y ¡Termínala! ¡Anda a cagar! (Cuelga el telé- BETO.-No me gusta esto.
marca un número.) fono.) PEPE.- ¿Qué?
BETO.-(Pausa): Hola, negra. El Beto habla, (Pepe se acerca a Eduardo.) BETO.- Cuando laburaba con el Flaco nunca
corazón. ¿Cómo te va? (Pausa): ¿Cómo está la PEPE.-Eh, pibe, ¿sabes boxear vos? (Li tira esperábamos tanto.
nena? ¿La abrigaste? (Pausa) Mira que está pinas.) ¡No te vas a pasar durmiendo todo el día! PEPE.- Los tiempos cambian. Ahora improvisan
fresco esta noche. (Pausa) Hacele repasar la (Eduardo se ríe y lo esquiva. Suena el teléfono. menos.
tabla del 7, que andaba floja en el cuaderno. Los dos se miran.) BETO.- ¡A mí esta espera me mata!
(Pausa) ¿Quién está ahí? (Pausa.) Ah, tu vieja, BETO.-(A Pepe.) Atendé vos. PEPE.-Yo por eso traigo los aparatos.
cada vez que me voy de casa la haces entrar a tu PEPE.-No, habla vos. Lo conoces mejor. (El BETO.-(Pausa): ¿Sabes una cosa, Pepe?
vieja. (Pausa.) ¡Má qué compañía! Mala com- teléfono sigue sonando.) PEPE.- (Intranquilo): ¿Qué, qué pasa ahora?
pañía, que te envenena la cabeza. .. dame con la EDUARDO.-¿Atiendo yo? BETO.- Recién, cuando habló, la voz me
nena, dame con la Rosi. (A Pepe.) ¡Viene la (Se encamina lentamente hacia el teléfono. Lo pareció más ronca.
nena! (Meloso.) Hola, Rosi, el papi habla. mira a Beto y Queda como fulminado.) PEPE.- ¿Quién? ¿Cómo?
¿Cómo le va a la muñequita? ¿Me querés mu- BETO.-(Atiende.) Hola, sí señor Galíndez. BETO.-(Pausa): Galíndez.
cho? Y cómo no te voy a querer si soy tu papi. Muy bien, muchas gracias. Bueno, la verdad, PEPE.- ¿Qué pasa, viejo? ¡Habla!
(Pausa. Seco.) Hola, Negra /.qué querés? ¿La muy divertidos no estamos. Un poco aburri- BETO.- No sé, me pareció que tenía una cierta
boleta de la luz? No sé, estará en el cajón de la dos con Pepe. Sí, señor. ¿Una sorpresa? ¿Acá? ronquera al hablar. '(Retrocede.)
cómoda; me das con la nena otra vez, ¿querés? Sí, señor, estoy escuchando. Perfecto, señor. PEPE.- Y.. .se habrá resfriado. Hizo mucho
(Pausa. Meloso.) Hola, Rosi, el papi otra vez. Y Comprendido, señor. (Cuelga. A Eduardo:) frío estos días.
si Dios quiere, mañana voy a comer los ravioles Anda a la esquina, pibe. Te van a entregar dos BETO. -Pero es que ayer no estaba ronco.
con vos y con la abuela. ¿Te pusiste el vestidito paquetes de parte del señor Galíndez. PEPE.- ¡Y qué sé yo!. . . Habrá dormido
del papi? ¿Te queda lindo? Bueno, hace los PEPE.- ¿Dos paquetes? destapado. (Pausa.) Además, Beto, ¿qué te
deberes y obedécela a la mami. Sí, mi vida, sí. BETO.-Nos manda dos paquetes para que no tenés que preocupar tanto por la salud de Ga-
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líndez? Con los quilombos que tenemos noso- volver loco? ¿No me dijiste hace un ratito que PEPE.- Firmado.
tros acá adentro y vos te calentás por un simple un tipo bajito y ronco se hacía pasar por Ga- BETO.-¡Galíndez!
resfrío. ¡Vamos, viejo! líndez? -¿O yo estoy loco? PEPE.- ¡Es un macho!
BETO.-(Pensativo.): Es que pensé que pudieran BETO.-(Asustado.) ¿Yo te hablé de un tipo (Las chicas están paradas en el medio del
ser distintas. bajito? (Pausa.) ¿Cómo de bajito? cuarto. Muy juntas una con la otra. Beto y Pepe
PEPE.- ¿Distintas qué? PEPE.-(Marca con la mano la altura de un se miran. Beto se saca el tinturan v vega un
BETO.-Las voces. enano.) Y, sería así más o menos. (Pausa.) ¡Pero latigazo sobre la mesa. Las chicas saltan,
PEPE.-(Se ríe) ¿Vos decís que Galíndez tiene qué sé yo cómo era! ¡Yo no mido la gente por la asustadas. Pepe le toca el trasero a una. Beto
dos voces distintas? calle! se pone enfrente de la otra.)
BETO. -O que fueran dos personas. . . BETO.-¡Para, Pepe, para la mano! ¡Esto es un BETO.- ¡Sacate la venda, dale! ¡Sácatela!
PEPE.- (Sombrío): ¿Dos… personas? infierno! ¡Para, que nos volvemos locos! (Cada vez que ella intenta sacársela, le pega en
(Pausa.) No... no puede ser. Estás totalmente PEPE.-¡Pero qué para ni para! ¡Si empezaste la mano. Pepe le hace señas a Eduardo para que
sugestionado. Vamos, viejo, ¡déjate de joder! vos! participe también. Los tres disfrutan mucho de
Te labura mucho el bocho a vos. Es esa por- BETO.-¡Y sí, empecé yo y la seguís vos! ¡No la escena. Las chicas tratan de esquivar los
quería. (Señala el grabador. Pausa.) Mira si aguanto más, Pepe! ¡No hablemos más! golpes y los manotazos.)
Galíndez va a tener dos voces distintas. ¿Es- PEPE.-¡Ah, pero te juro, Beto, si los llego a COCA.-¡Pero, che! ¿Qué pasa?
tamos todos locos? (Pausa larga.) Beto, ¿vos encontrar juntos a los dos, los mato! LA NEGRA. - ¿Pero qué mierda es esto?
decís que el de anoche y el de hoy son dos tipos BETO.-¿A quiénes? COCA.-¡Ay! ¡No peguen! (Eduardo le pega
diferentes? PEPE.-Al ronco y al pibe. ¡Te juro que los una patada en el trasero.) ¡Ay! ¡No peguen!
(Beto hace una pausa larga. Lo mira fijo y hace mato! Lo agarró del cuello al ronco... ¡así, ves! (Eduardo le mete la mano por debajo de la
un gesto como diciendo "qué sé yo ".) (Gesto de ahorcar con la zurda. Se escuchan pollera a La Negra.)
PEPE.- ¡Terminá de joderme! (Pausa. Pepe pasos y aparecen dos mujeres jóvenes con tiras LA NEGRA. - ¿Qué haces?
corre hasta la puerta por donde salió Eduardo.) emplásticas en los ojos. Atrás de ellas viene (Beto hace señas para que las dejen solas. Los
¡Y para colmo lo dejaste ir! Eduardo.) tres se alejan. Beto se sienta en el respaldo de la
BETO.-¿A quién? BETO.-¿Qué es esto? cama.)
PEPE.- ¡Al pibe! ¡Al pibe! ¿Te das cuenta EDUARDO.- El coche llegó a la esquina y ba- LA NEGRA. - ¡Yo me saco la venda! (Coca
que puede estar en combinación con el ronco? jaron estas dos niñas. Me dieron una carta para también se la saca. La Negra mira a los tres y
BETO.-¿El ronco? ¿Quién es el ronco? ustedes. (Se la alcanza a Beto.) comienza a reírse a carcajadas.) ¡Mira, Coca!
PEPE.- El ronco que se hace pasar por Galíndez. PEPE.- ¡Es genial, Beto! ¡Los dos paquetes son ¡Mira adonde nos mandaron! ¡Yo pensé que
BETO.-¡ ¿Cómo?! ¿Hay un ronco, entonces? dos putas! Se pasó! estábamos con unos tipos bárbaros! ¡Mira la
PEPE.- Pero si me lo dijiste vos. BETO.- (Lee la carta.) "Queridos Beto y pinta que tienen! ¡Parecen presos!
BETO.-¿Cuándo te lo dije? Pepe." (Coca también se ríe a carcajadas.)
PEPE.-El que habló recién por los paquetes, ¿no PEPE.- Queridos, ¿eh? (Sigue él leyendo la BETO.- (molesto). - ¡No jodan! ¡Que si Ga-
es el ronco que se hace pasar por Galíndez? carta.) "Aquí les mando estas dos nenas para líndez las mandó acá, es porque hicieron alguna
BETO.-Y... pero podría tener la voz tomada. que se diviertan. Hagan lo que quieran." gran cagada!
PEPE.- (Confundido.) ¿Pero vos me querés BETO.-"Obsequio de la casa." (Coca lo mira a Eduardo provocativamente.)
Teoría literaria II - Prof. Lic. Virginia D. Palacio - 12 - El Señor Galíndez - Eduardo Pavlovsky

COCA.-¡Negra, para un poquito! (La Negra acaricia a La Negra.) LA NEGRA. - Una calcomanía de San Martín
para de reírse.) Míralo al pibe.. . Está bien, PEPE.- ¡Y nos quejábamos de Galíndez! de Tours, el Patrono de Buenos Aires.
¿no? (A Eduardo.) Nene, nene, decíles a tu papá BETO.-¡No sabe nada el Negro! ¡No sabe na- PEPE.- (Riendo.) ¿Qué, tenés un santo en la
y a tu tío que se las tomen. . . y vos te quedas da! espalda?
acá con nosotras. PEPE.- ¡Qué joda, viejo! COCA.- Yo también tengo mi tatuaje. ¡Miren!
EDUARDO.-(Tenso) Los señores no son ni mi SARA.-(Entra para acomodar algunas cosas.) (Muestra la espalda con orgullo. Los tres se
papá ni mi tío. ¡Qué quilombo es éste! ¡Lujuriosos! ¡Chan- acercan a mirarla.)
BETO.-(Riendo.) Por lo menos tienen humor. chos inmundos! Ah, estos muchachos. . . BETO.-¡Perón! ¡Lo tiene a Perón en la espal-
No son putas gastadas. BETO.-(A Eduardo.) ¡Vení, pibe, vení que da! ¡Esto es genial! (Se ríe a carcajadas.)
COCA.-¡Pobre de vos! cabemos los tres! EDUARDO.- ¡Lo tiene con la banda pre-
PEPE.- Están ricas, ¿en? (Pausa.) ¡Vamos a (Se acomodan en una cama. Beto intenta des- sidencial y todo!
parar de hablar y vamos a festejar! (Prende la vestir a La Negra.) PEPE.- (Muy serio.) ¿Sos peronista vos?
radio. A Coca:) ¡Vení, Liz Taylor! ¡Vení! LA NEGRA.- ¿Che, qué te pasa? ¿Por qué estás COCA.-(Desafiante.) ¡Sí! ¿Por qué?
COCA.-(Riéndose.) ¡Tómatelas! tan apurado? Parece que es la última vez que vas PEPE.- ¡Raja de acá, negra de mierda!
PEPE.- (Saca una botella de whisky.) Esto es a tocar una mina. . . Pareces un pendejo atra- BETO.-(Tentado.) ¡Déjate de joder, Pepe! ¡Lo
para vos, Beto. sado. tiene a Perón en la espalda y te lo vas a tomar en
BETO.-Pibe, anda a la cocina y trae de la he- BETO.-(Se ríe.) ¡Vamos, deja que te desabro- serio!
ladera unos cubitos. (Eduardo sale.) che papá! EDUARDO.-¡Déjela, señor! ¡No ve que es
PEPE.- (Muy alegre.) ¡Una botella para la LA NEGRA.- ¡Callate, degenerado! ¡Yo quiero una pobre mujer!
señora, Perkins! (La fiesta comienza a organi- que me desabroche el pibe! COCA. — ¡Pobre mujer será tu madre!
zarse. Pepe invita con whisky a todos. Entra (Eduardo lo mira a Beto como pidiendo auto- PEPE (muy agresivo): — ¡Raja de acá que te
Eduardo con los cubitos.) Vení, flaca. Vení rización.) mato! (A Coca.)
conmigo. (La lleva a Coca hacia el colchón BETO.-¡Y dale! ¡Qué me miras con cara de BETO.-Deja la política a un lado. La manda
donde dormía Eduardo.) carnero degollado! ¡Dale!.. . Galíndez para hacer quilombo y vos sos más
BETO.-(Abrazando a La Negra.) Movete, Negra. (Eduardo le desabrocha el vestido mientras papista que el Papa. (A Pepe.)
Enséñale al pibe cómo te movés. Beto la besa y acaricia por delante.) PEPE.-(Después de observarla a Coca.) ¡Sacate
(Beto abraza a La Negra y ésta lo acaricia a PEPE.-(Tomando de la botella.) ¡Al gran pueblo el vestido y vení para acá!
Eduardo.) argentino, salud! (Intenta desvestirla a Coca.) COCA.-¡Me saco el vestido si se me canta el
COCA.- ¡Negra! ¡Larga el pendejo! COCA.-¡Che, para! ¡Yo quiero que me des- culo!
PEPE.- ¡Bienhecho, pibe! Chape! ¡Chape! abroche el pibe! BETO.-¡Qué lindo vocabulario! ¡Muy bien!
COCA.-¡Pibe, vení PEPE.-¡Bien, pibe! Te estás consagrando. ¿Qué sos, una cloaca?
PEPE.- (Señalando a Eduardo.) Déjalo, Beto, EDUARDO.-(A Coca.) Ya voy. Ya voy. PEPE.-(Más relajado): ¿Te lo puedo sacar yo,
después estás vos con ella. (Termina de desabrochar el vestido a La Negra. mi amor?
LA NEGRA. (Muy divertida. A Beto.) ¡Mi pobre Le mira la espalda.) ¡Tiene un tatuaje! COCA.- ¿Por qué me miras así? ¿Qué mierda
pan-chito! ¿Está enojado? BETO.-(Mirando la espalda.) ¡Tiene un ta- te pasa a vos? Estás jodiendo, ¿no?
BETO.-¡Mira, Pepe! (Mirando cómo Eduardo tuaje, Pepe! PEPE.- Yo siempre jodo. Soy jodón de naci-
Teoría literaria II - Prof. Lic. Virginia D. Palacio - 13 - El Señor Galíndez - Eduardo Pavlovsky

miento. Me hicieron jodido. Todos somos jo- (Eduardo le coloca unos sujetadores en las cama.) ¿Son locos?
didos. Vení acá con papi. Vení. manos y en los pies.) BETO.-(A La Negra, sujetándola): ¡Quédate
(Pepe se acerca a Coca y le saca cariñosamente EDUARDO.-¿Está bien así, señor? piola!
el vestido.) PEPE.-Perfecto, pibe. (A Coca:) Lindo cuerpito COCA.-¡Negra, ayúdame!
BETO.-(A Eduardo.) Vení, sigamos con nuestra tenés, ¿eh? (Va alarmaría y saca una caja. LA NEGRA. - ¡Déjenla! ¡Hijos de puta!
mercadería, vení. Pausa. A Eduardo:) ¿Vos sabes cuáles son los (En ese momento una música muy fuerte tapa
(Se arrojan en la cama con La Negra. Eduardo puntos neurálgicos? las voces de la escena. Sólo se ve la mímica. Los
vuelve a desabrocharle el vestido. Beto la aca- EDUARDO.-Algo leí en el libro del señor actores hablan pero no se escucha lo que dicen.
ricia. Sara pasa frente al grabador de Beto y Galíndez. La situación dramática es la siguiente: Eduardo
aprieta el botón. Se escucha la lección de COCA.- (Intranquila.) ¡Che, larguen! ¡Déjense le marca a. Coca zonas del cuerpo que deben
Contabilidad.) dejo-der! ¡Basta de chistes! interpretarse como zonas' neurálgicas, Beto la
LA NEGRA. - ¿Qué es eso? ¿Quién habla? BETO.-¡Es impresionante, Pepe! ¡Muy bueno! tiene sujeta a La Negra, que trata de zafarse y
BETO.-Es mi lección de Contabilidad. PEPE.- ¿Por dónde querés empezar, pibe? grita histéricamente. Cuando Eduardo termina
SARA. - (A Beto.) ¿Hice mal? COCA.-¿Empezar qué? de marcaría a Coca. Pepe toma un sifón y la
BETO.-No, doña Sara. Déjela como música EDUARDO. — ¿Pero vamos a empezar con ella, moja totalmente. Esta grita y llora. Está deses-
de fondo. (A La Negra.) ¿Sabes lo que hago señor? perada. Pepe saca de la caja una picana.. La
con la lección de Contabilidad? Pongo la lec- PEPE.-Sí, por supuesto. (Pausa.) Vamos a volar enchufa. Se ven las chispas. Hace ademán de
ción cuando me voy a apolillar, para que se me con ella. (Pausa.) Vos tenés suerte, pibe. Es ofrecérsela a Eduardo, Seto lo estimula para
vaya grabando en la cabeza. (Pausa.) A la ma- bueno adiestrarse con una puta. No todos tienen que la agarre. Eduardo vacila. Pepe insiste,
ñana siguiente, la verdad, ¡no me queda un ca- este material. ¡Vamos! Eduardo está a punto de agarrar la picana. La
rajo! COCA.- (Asustada, a Eduardo.) Señor, dígales tensión dramática llega a su clímax. De pronto
(Pepe ha terminado de desvestir a Coca. Queda que me suelten. Por favor, señor. se ve que suena el teléfono Digo se ve, porque
totalmente desnuda.) EDUARDO.-¿Qué tengo que hacer? Beto, Pepe y Eduardo quedan como petrifi-
PEPE.- (A Coca.) ¡Venga, mi linda peronista! (Beto se acerca a la cama donde está atada cados. Cesa la música y sólo se escucha el te-
Vamos a comenzar un largo viaje. Vamos a volar Coca.) léfono y el llanto y quejido de las mujeres. Beto
a las nubes. ¿Querés volar conmigo? BETO.-¿Por dónde querés empezar vos? (A atiende rápidamente el teléfono. )
COCA. — Sí, loquito. Quiero volar con vos. Eduardo,) BETO.- ¡Hola! ¡Sí3 señor Galíndez! ¿Cómo?
(Pepe la ubica a Coca sobre una cama. La EDUARDO.-(Pausa) Por los pezones. ¡Diez minutos? Escuché, señor, con las minas
cama se pone en posición vertical automáti- BETO.-¿Por los pezones? ¡Bueno, pero sin ¿qué hacemos? Perfecto, señor, Sí, señor,
camente.) hablar! ¡Mira, pibe, en este oficio no se habla! 'comprendido. (Cuelga, A Pepe:) En diez mi-
PEPE.-¿No tenés miedo de volar? ¡Pibe, vení Son otros los que hablan acá. nutos, laburamos.
acá! (Eduardo se acerca a Coca y le marca zonas del PEPE.-¿Y con éstas qué hacemos?
LA NEGRA. - (a Coca): ¿Che, qué es eso? cuerpo con tintura de iodo.) BETO.-Que el pibe las lleve & la esquina y se
(Coca le hace señas como que no entiende nada, COCA.- ¡Socorro! ¡Negra! ¡Déjenme! ¡Soco- rajen. jYa! ¡Vamos! (A La Negra:) ¡Vamos,
pero igual le resulta divertido,.) rro! boluda, déjate de llorar y vestite, querés!
PEPE.- (A Eduardo): ¡Átale las manos! LA NEGRA.. ¿Qué es esto? (Se levanta de la (Eduardo la ayuda a bajar a Coca de la cama.
Teoría literaria II - Prof. Lic. Virginia D. Palacio - 14 - El Señor Galíndez - Eduardo Pavlovsky

Esta no para de llorar. Eduardo le alcanza, la coloca encima de la camilla. De ahí saca jerin- trabajo hecho hay mil tipos paralizados de
ropa y la ayuda a vestirse, Beto la empuja a La gas, ampollas, pinzas, de presión arterial, etc. miedo. Nosotros actuamos por irradiación.
Negra y la obliga a vestirse. Pepe va de un lado a Los revisa uno por uno y los nuevamente. Sólo Este es el gran mérito de la técnica... y de
otro.) deja afuera una especie de elemento fálico de Galíndez.
PEPE.-Vamos, vamos que todo tiene que estar metal muy grande. El ambiente se ha trans- PEPE.-Y además lo que tiene de bueno es que es
listo en diez minutos. (A Coca:) ¡Y no grites formado de un cuarto habitual a un ámbito de un laburo seguro. Hay mucha gente arriba que
más, que la sacaste barata! tortura. Hay muchos elementos que se me- nos cuida. Mochos intereses.
COCA.-¿Qué pasa? (Confundida.) ¿Por qué le tamorfosean. Sólo hay luz de focos. Llega BETO.- (A Eduardo,) Con Pepe laburamos cua-
hiciste esto? Eduardo. Al verlos queda totalmente desconec- tro veces nada más. Pero la verdad es que nos
PEPE.-No pasa nada. Pasa que te tenés que ves- tado) llevamos a las mil maravillas.
tir y rajas1 ya, porque sí no te cago a trompadas, PEPE.- No te asustes, pibe. Es la rutina. PEPE, - (Riéndose.) Tocamos la misma melodía.
(Le pega un ' bife.) Y te callas la boca, ¿en- BETO.-(A Eduardo.) ¿Trajiste ropa vos? -(.Beto y Pepe se colocan unas capuchas.)
tendés? Ni una palabra afuera de acá. Si no, te EDUARDO.-No me dijeron nada, señor. BETO.-¡Como ves, pibe, aquí no hay detalle que
voy a. buscar a tu casa y te reviento, ¿entendés? PEPE.- (A Beto) ¿Cuántos mandan? se nos escape!
EDUARDO.-¡Vamos, negra de mierda, ponete BETO.-Dos EDUARDO.-Sí, ya veo. Además, para manejar
los zapatos! (La zamarrea, agrandado.) PEPE.- ¿Cómo estás? todo esto hay que estar muy bien preparado.
LA NEGRA,- Che, no peguen más. No peguen BETO.-Como siempre. Con ganas de traba- BETO.-Yo antes trabajaba con el Flaco Ahu-
más. (Llora.) jar. mada. Uno de los más grandes técnicos que
BETO,- ¡Anda a cagar! ¡Vamos» raja de acá! PEPE.- ¿Y vos, pibe? tuvimos acá adentro.
¡Raja! EDUARDO, - Con un poco de miedo. EDUARDO.-El que se suicidó, ¿no? (Beto y
PEPE.-Las vendas, pibe. Las vendas. PEPE.- No te preocupes, pibe. Ahora vas a Pepe quedan inmóviles.)
(Eduardo las recoge del suelo y las guarda. conocer con nosotros lo que es laburar. Vas a BETO.-¿Y vos cómo sabes?
Eduardo las apura pegándoles patadas en el ver las caras que ponen en esta camilla. EDUARDO.- Me dijeron que trabajaba muy
traste. Finalmente, se van ¡os tres. Las mujeres Nunca te las vas a olvidar. bien. Que la mujer lo abandonó y se suicidó por
hechas un estropajo. Cuando quedan ellos dos BETO.-Afuera se hacen los machos, ¿sabes? eso. (Los dos se relajan.)
solos, las luces disminuyen y se tiene ¡a sensa- Ponen bombas. Matan inocentes compañeros. BETO.-¿Dónde está el puño?
ción de que comienza un ritual. Todos los movi- Pero cuando los ponemos aquí en la camilla y los PEPE.-En el armario. (Seto va al armario.
mientos se hacen en silencio y en perfecta tocamos con los aparatos (pausa) ¡acá se cagan! Suena el teléfono. Beto lo mira a Pepe. Se
coordinación, Beto y Pepe colocan una camilla ¡Se hacen pis encina! ¡Piden por la madre! sacan las capuchas.) ¡Hola! Sí (Beto y
en el medio del cuarto. PEPE, — (Agarre la picana): A estos objetos hay Eduardo se le acercan.) ¿Cómo? ¿Qué dice,
Beto dobla el mantel que la cubría y lo guarda que saberlos usar. Tienen que funcionar' a su señor? ¿Que no laburamos? (Beto agarra el
en el armario. Retiran fe cama hacia un costado. debido tiempo. Es como una sinfonía. Cada teléfono, Pepe a Beto:) ¡Tiene la voz ronca!
Pepe da vuelta una cómoda y se observa que es uno debe sonar a su momento preciso. Como BETO.-Hola, habla Beto Cáceres, señor. No, lo
un botiquín. Los dos van hacía el armario y dice Galíndez, ya se acabó la época de los ma- que pasa es que Pepe no le entendió bien. Ah,
cada uno saca un camisolín. Se los ponen. Seto tones entre nosotros. ¿entendió bien entonces?
del armario una caja, esterilizada BETO.- Vos tenés que pensar que por cada PEPE.- ¡No es Galíndez, Beto!
Teoría literaria II - Prof. Lic. Virginia D. Palacio - 15 - El Señor Galíndez - Eduardo Pavlovsky

BETO.-No, lo que pasa es que tenemos todo PEPE.- ¡Esto no te lo aguanto! ¡Yo soy un en el cuarto.)
preparado, señor. . . profesional! He dedicado mi vida a este la- PEPE.- ¡Lindo bollo en la cabeza tenés vos!
PEPE.- ¡No es Galíndez, Beto! buro! Este es mi único laburo y encima tengo ¡Nos viniste a ver laburar y te encentras con
BETO.-Gajes del oficio. ¿Ah!, se suspendió por que tolerar consejos boludos de gente como todo este quilombo. (Se sigue cambiando.)
eso. Perfecto, señor. Llamo mañana a las seis, vos! ¡Yo no tengo coartada, Beto! Yo no Pero te viene bien, porque aquí hay que estar
como todos los días. Comprendido, señor estudio en el Liceo Profesional Cima. Yo vivo preparado para todo, ¿sabes, pibe? (Pepe y Beto
(Cuelga el teléfono. Pausa.) Dice que dejemos de esto, ¡y ésta es mi profesión! (Pausa.) Pero comienzan a cambiarse para irse.)
todo como está. Y que nos vayamos. mira, ¡esto no queda así! ¡No, de ninguna EDUARDO.-No se preocupen por mí. Yo
PEPE.-¡No es Galíndez, Beto! ¡Nos están jo- manera!. . . ¡A mí la orden me la dieron tal estoy muy contento de estar acá con ustedes.
diendo como al Flaco Ahumada! cual! ¡Esto se va a aclarar! Yo sabía antes de venir que éste era un trabajo
BETO.-¡Callate y cambiate! BETO.-¿Y con quién vas a aclarar? duro, me lo imaginaba, bah.. . por lo que leí en
PEPE.-Pero si vos sabes mejor que yo cómo es PEPE.-Mira, te juro, como que me llamo José el libro de instrucción del señor Galíndez. Yo
esto! ¡Vos me contaste lo del Flaco! Ramos, que yo mañana mismo voy a Jefatura. sé que estar acá no es nada fácil. . . pero. . .me
BETO.-¡No te pongas histérico! Te digo que era BETO.-¿Y a vos te parece que el Jefe te va a gusta este trabajo.. Está de acuerdo coa irá
Galíndez. ¿Sabes lo que dijo? Que no podemos solucionar el problema? temperamento. Como diría Galíndez, cada cual
laburar porque la situación está brava, ¿enten- PEPE.-Y, si Galíndez trabaja para el Jefe, que se debe luchar desde su trinchera. {Pausa.) Y ésta
dés o no?-La situación está brava. (Pausa.) Nos las arreglen entre los dos. es mi trinchera. (Agarra ¡a picana. Pausa.) Y
están cuidando y vos encima te enojas. Nos BETO.-¿Y será así la cosa, Pepe? (Pausa.) ¿No algún día aprenderé a tocar mi propia melodía,
están protegiendo, Pepe. No quieren crearnos será que el Jefe trabaja para Galíndez? ¿No será (Acaricia la picana.) Como dice Galíndez.
problemas a nosotros y no quieren crearse pro- al revés? (Toma un libro y lee.;) "No podemos dejar de
blemas ellos. ¡Nada más! (Empieza a guardar PEPE.-(Desconcertado): ¿Cómo? No te en- señalar el enorme esfuerzo de vocación que
sus cosas. Pepe está muy nervioso.) Además, te tiendo. nuestra profesión implica. Solo con esa fe y con
acordás del estudiante, ¿no? Se te fue la mano BETO.-¿Querés que te diga una cosa, Pepe? A esa voluntad es que se logra una adecuación
con el pibe y casi más se arma lío. veces pienso que todos.. . que todos labu- mental necesaria para el éxito de nuestras ta-
PEPE.-(Muy agresivo); ¿Qué tenés que hablar ramos para Galíndez. (Pausa.) reas. Fe y técnica son, pues, la clave para un
del estudiante? PEPE.-Pero, entonces, ¿quién es Galíndez? grupo de hombres privilegiados. . . coa una
BETO.-Y te lo dije varias veces durante el la- BETO.-Y a esta altura de la cosa, ¿importa misión excepcional. . . ."
buro, pero esa noche estabas inspirado con el realmente saber quién es Galíndez? (Descon- (Beto y Pepe caminan hacia la salida, ya.
pibe. Se te fue la mano con los voltios, ¿eh? trolado.) ¿Al fin y al cabo nos sirve de algo? cambiados.)
(Pepe se le viene encima.) ¡Larga! ¡Larga! ¿No está todo organizado así? ¿Acaso no te PEPE.-¡Bien, pibe! ¡Te lo vas a saber de me-
PEPE.-(Agarrándolo con fuerza): Pero si Ga- gusta este laburo? ¿No nos pagan bien? moria!
líndez me dijo que le diera con todo. Que quería ¿Qué otra cosa podríamos hacer mejor que BETO.-¡Vas a aprender a tocar tu propio ritmo!
el pibe de escarmiento. esto? (Pepe lo escucha atentamente, como si (Entra Sara, y sin mirarlos les dice:)
BETO.-¡Pero vivo! (Soltándose.) Vivo, el pibe comprendiera que no hay salida. Empieza a SARA. - ¿Se vas?
hubiera servido más, Pepe. cambiarse lentamente. Eduardo se pasea BETO, - Sí, doña Sara. Va a tener que arreglar
(Pepe lo persigue a Beto por todo el cuarto.) tranquilo, tocando todos los objetos que hay todo esto.
Teoría literaria II - Prof. Lic. Virginia D. Palacio - 16 - El Señor Galíndez - Eduardo Pavlovsky

SARA. - ¿No hay trabajo?


BETO.-' No, Se suspendió a último
momento.
SARA.- ¡Qué raro!
(Se dirigen hacia la salida cuando la voz segura
y potente de Eduardo los detiene, Eduardo
está frente a la camilla. Tiene en su mano el
aparato de metal y a medida que habla ¡o va
abriendo cada vez más.)
EDUARDO.- "La nación toda ya sabe de
nuestra profesión. También lo saben nuestros
enemigos. Saben que nuestra labor creadora y
científica es una trinchera; Y así, cada cual
desde la suya, debe luchar en esta güeña defi-
nitiva contra los que intentan, bajo ideologías
exóticas, destruir nuestro estilo de vida, nuestro
ser nacional."
(Suena el teléfono, Eduardo, con un gesto
marcial,
EDUARDO.- ¡Sí, señor Galíndez!

Fin

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