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Durante la colonia se fundó el pueblo de San Felipe, el cual fue conocido en esta época
como San Felipe Ixtlahuaca, San Felipe el Grande y San Felipe del Obraje. Posteriormente
en la segunda mitad del siglo XIX, al cambiar la categoría de pueblo a villa también se
modifica su nombre y desde entonces es conocido como San Felipe del Progreso.
La procedencia de los mazahuas y la época en que éstos llegaron al Valle de México son
relacionadas con una de las cinco tribus de la migración chichimeca comandada por
Xólotl, ocurrida en el siglo XIII, por el año 1924.
Esta migración al parecer venía de Chicomoztoc, Lugar de las Siete Cuevas, los mazahuas
surgieron en el escenario del Valle de México como componentes de los grupos acolhuas
que llegaron poco tiempo después de los chichimecas.
Los mazahuas fueron principalmente dominados por los acolhuas, después por los
tecpanecas y posteriormente por los mexicas quienes consolidaron su hegemonía en
Temascalcingo, Atlacomulco, San Felipe del Progreso, Jocotitlán, Malacatepec e
Ixtlahuaca, lugares actualmente poblados por los mazahuas.
Los primeros pobladores, que se asentaron en el territorio que hoy ocupa el municipio de
San Felipe del Progreso, eran de origen mazahua y se establecieron en el siglo XIII. Se sabe
también que en 1379, el pueblo fue sometido por la Triple Alianza (México-Tenochtitlan,
Tezcoco y Tlacopan), quedando en ese tiempo como tributarios de los mexicas y que a la
llegada de los conquistadores, en 1521, el pueblo pasó al dominio de los españoles.
Más tarde, los virreyes repartieron el territorio fundando varios poblados, es así como se
instituyó el pueblo con el nombre de San Felipe Ixtlahuaca en el año de
1552. Posteriormente, por petición de los indígenas a la Real Audiencia durante 1711, se
fundaron las repúblicas de indios de Ixtlahuaca y la de San Felipe, las que tuvieron su
propio ayuntamiento donde residía la máxima autoridad: el gobernador.
En esa época el gobierno español instaló varios telares, por este motivo el pueblo se llamó
San Felipe del Obraje.
Más tarde, el cura Miguel Hidalgo llegó a San Felipe proclamando la independencia de
México. El 13 de Octubre de 1877 la legislatura local eleva al pueblo a la categoría de Villa
con el nombre de San Felipe del Progreso, nombre con el que actualmente se le conoce.
En la región Norte del Estado de México podemos ver que hay comunidades como
Ixtlahuaca, San Felipe del Progreso, Jocotitlán entre otras, por lo general son zonas rurales
y la población vive en contacto directo con la naturaleza.
Aunque otros se dedican a la ganadería donde podemos observar que crían ganado bovino,
aves de corral, borregos, equinos y porcinos. Otros elaboran artesanías de lana, hechas en
telares de cintura, alfarería y trabajos en madera.
Sin embargo, esta condición de jefa del hogar no le adquiere un nivel social ni siquiera
igual al de los hombres, jefes del hogar frente a la comunidad y la sociedad en general.Es
decir que la gente mazahua vive de su propio trabajo y esfuerzo constante.
VESTIMENTA MAZAHUA
La mujer Mazahua también utiliza una faja de lana muy larga, hecha a mano, que alcanza
para darle varias vueltas a su cintura.
La blusa es del mismo material y color que los de la falda. El vestido se adorna con un
collar de cuentas de papelillo y el adorno se complementa con grandes arracadas de
filigrana y con cintas que utiliza en sus trenzas, que pueden ser de color rojo, verde o
guinda.
En el caso de los hombres, la vestimenta ha cambiado con el paso del tiempo, ahora ellos
utilizan jeans o pantalones de algodón y camisas del mimo material, botas y sombreros.
Actividades Económicas.
La economía de las comunidades mazahuas se basa en la agricultura de bajo
rendimiento, particularmente de maíz, cuyo cultivo constituye su actividad
económica fundamental, la cual se complementa con los ingresos obtenidos
por la elaboración de artesanías, así como los que consigue la población
migrante, en actividades de los sectores secundario y terciario.
ARTESANÍAS MAZAHUAS
Los artesanos mazahuas que viven en los pueblos vecinos al municipio de San Felipe del
Progreso, se dedican a la elaboración de cobijas, fajas, tapetes, morrales, manteles,
quexquémitl, chalecos y gabanes de lana.
Otros tantos fabrican bolsos cuya materia prima son plásticos reciclables de frituras.
Dichos productos constituyen gran parte de la economía de los artesanos, ya que del
resultado de su venta obtienen ganancias que utilizan para adquirir productos de primera
necesidad.
Los artesanos no tienen un lugar fijo donde ofertar sus productos, por lo cual salen de sus
respectivos lugares de origen a vender, la mayoría de ellos llega al municipio y como
cualquier vendedor informal, se desplazan de un lugar a otro para poder lograr vender sus
artesanías.
Aunque en algunos de los casos, la producción que generen los artesanos está destinada a
manos de intermediarios que se dedican a comprar sus artículos para posteriormente
venderlos en las grandes ciudades a precios exageradamente altos.
Con el paso del tiempo los bordados tradicionales como por ejemplo: venados, caballos,
flores, y la estrella mazahua han sido desplazados por los gustos y preferencias del
consumidor, encontrando actualmente mayor presencia de diseños referentes a caricaturas y
logos de fútbol.
Aun que las artesanías han formado parte de la identidad de los mazahuas, las nuevas
generaciones pretenden olvidarse de ellas, ya que se niegan a continuar con la tradición
ancestral.
Nahua
Vestimenta
Actividad Económica
Historia
Los Nahuas o Naua arribaron al centro de México, y por tanto a tierras que posteriormente formarían
parte del Estado de México, después de los chichimecas y constituyeron, como anota Clavijero, “...
siete tribus de una misma nación... los Xochimilcas, Cholcas, Tepanecas, Colhuas, Tlahuicas,
Tlaxcaltecas y Mexicanos” . Edificaron un impresionante poder económico, administrativo y guerrero
en todo el valle de México que perduró hasta la llegada de los conquistadores españoles, quienes
impusieron a los pueblos indios una nueva forma de vida y de organización de la sociedad, basada en la
explotación de los recursos humanos y naturales, característicos del coloniaje.
Ubicación
Los descendientes directos del pueblo Nahua, específicamente los hablantes de esta lengua,
constituían en 2005 un poco más del 1.3% de los hablantes de alguna lengua indígena originaria, al
sumar 4,153; y se encontraban diseminados, en su gran mayoría, en municipios de la zona conurbada
con la ciudad de México y el oriente del estado. Son los descendientes de quienes habitaron la Gran
Tenochtitlán y las riberas de los lagos que la circundaban. También existe población Nahua en algunos
municipios del valle de Toluca y el sur del estado.
El crecimiento urbano, en gran parte de la zona conurbada del estado, ha absorbido municipios,
pueblos y comunidades, incluidas casi todas las de origen Nahua. Sus habitantes han visto cambiar su
forma de vida tradicional, al ser integrados a la vida de la ciudad, aunque la gran mayoría conserva la
esencia de su cultura y tradiciones. Sus condiciones de vida ya son diferentes a las de los pueblos y
comunidades indígenas marginadas de las zonas rurales del sur del estado, pues los indicadores
socioeconómicos de la mayoría de los municipios urbanos son de menor marginalidad y con una mayor
cobertura de servicios públicos.
En la actualidad, diez municipios cuentan con asentamientos de población indígena Nahua que
preservan su identidad. Los cuales se enmarcan de la siguiente manera: muy alta marginación:
Temascaltepec; alta marginación: Sultepec, Tejupilco, Malinalco y el recientemente creado municipio
de Luvianos; uno de media marginación: Joquicingo; tres de marginación baja: Xalatlaco, Tenango del
Valle y Amecameca; y uno de muy baja marginación que es Texcoco. Se identifican en estos diez
municipios, un total de 45 comunidades con 10 y más personas hablantes de lengua Náhuatl.
Actividades Económicas
A diferencia de otros grupos indígenas del Estado de México, la mayoría de la
población nahua se asienta en municipios urbanos, por lo que ya no cultiva la
tierra y está empleada permanentemente en los sectores secundario y terciario de
la economía.