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Rorschach
(Titulo original: "La dinamique du Rorschach)
R. Mucchielli
LAMINA I
4.- Existe una cierta presión situacional: el sujeto, solo con el psicólogo, y habiendo
recibido la consigna, es invitado a responder.
La situación creada, es pues, una inseguridad por pérdida del soporte o del sostén,
mientras que subsiste la imperiosa obligación de afirmar algo.
Situación de riesgo porque el sujeto sin directrices que le permiten orientarse, sin idea
clara de que es lo que ha de hacer, tan sólo sabe que ha de comprometerse, debe
realizar una afirmación del yo (o de sí) frente a una solicitud exterior (la lámina), que
no ofrece ningún asidero ni ninguna referencia discernible. La afirmación es aleatoria,
sin poderse beneficiar de un apoyo ni de una orientación; es una puesta a prueba del
Yo sin referencias. Se le pide al sujeto lanzarse al vacío sin medio de controlar el valor
de aquello que dice o que hace. Pero el riesgo no es tan alucinante. Cuando se le dice
¿Qué podría ser esto? se le da a entender que todo lo que diga va a ser considerado
como posible, y él va a ver muy rápidamente que va a ser considerado como
perfectamente aceptable. Lo que se le pide hacer no es tan difícil: la lámina ofrece
numerosos asideros que reclaman su atención.
Esto no impide que en una latencia, que no durara ni una fracción de segundo, el
sujeto tendrá aún tiempo de sentir la impresión de que se ha de lanzar a la aventura,
correr el riesgo de afirmar y de afirmarse.
3.- El tercer aspecto introducido es una relación interhurnana específica que merece
ser analizada como factor de la situación total.
Esta afirmación del yo arriesgada que se exige ya en la adaptación a una situación
insólita e imprevista es también una afirmación de sí bajo la mirada de otro.
En efecto, el psicólogo está allí, es a él a quien el sujeto va da dar sus interpretaciones .
Esta relación es compleja y es a justo título que los investigadores hayan puesto el
acento sobre ciertas de estas variables, tales como la edad, el sexo, el estilo personal
del psicólogo , y el clima afectivo que él puede suscitar , quizás involuntariamente.
2) Riesgo.- Situación en que es necesario tratar sin haber recibido directrices, sin
poder contar con una ayuda exterior, y por lo tanto afirmándose personalmente.
Si tales son los aspectos vividos en esta situación creada, se comprende que los teóricos
hayan perdido de vista estas características diferenciales, y que los resultados
experimentales vengan a corroborar tal o cual sistema ,que no ha retenido más que un
sólo aspecto.
Para Myriam Orr , asi como para M. Zelin y L. Sechrest es "la relación con la
mnadre" lo que se experimenta en las reacciones del sujeto en la primera lámina.
Según el Dr. Friedinann la Lámina I hace referencia al problema central del sujeto.
Parece que todas estas consideraciones consisten en poner el acento, a través de mitos
explicativos diversos, sobre los aspectos múltiples de la situación creada por la
Lámina 1. El psicólogo que cita las relaciones niño madre en el aprendizaje de la
seguridad, verá el reflejo de las relaciones con la madre en la reacción del sujeto en el
aspecto provocador de inseguridad.
Aquel que cita las relaciones niño-madre como el enfrentamiento ansiógeno de juicio y
de la autoridad, verá el reflejo de las relaciones con el padre en las reacciones del
sujeto al aspecto "afirmación de si bajo la mirada de otro". Si se considera que la
afirmación del yo, la confianza en sí mismo y todas sus modalidades, son expresiones
cruciales de la personalidad, entonces la Lámina 1 revelará "el problema central" del
sujeto. De hecho, la situación general de dónde que hemos hecho en el análisis
estructural, será vívida por tal sujeto con las significaciones singulares según que él
sea sensible a tal o cual de los cuatro aspectos aquí definidos. Los cuatro están, pero
hay dominantes y subdominantes.
Son estos fenómenos los que explican las experiencias, aparentemente contradictorias,
de los teóricos citados.
El obsesivo, por ejemplo, no hace más que repetir el tema de su obsesión a través de
no importa qué lámina. Se puede decir así que la Lámina 1 es una lámina sexual
porque algunos obsesos sexuales han percibido órganos genitales o desnudos
sugestivos.
LAMINA II
Se ha podido ver en el análisis de la Lámina I que como modelo de situación, el acento
principal no estaba puesto sobre el hecho real de la lámina en si misma (mancha gris,
teniendo características concretas) sino más bien en la situación global.
La Lámina II tiene por característica la de ser segunda. En este hecho vemos que la
situación creada por el test, por la consigna y por el psicólogo ha perdido ya su
carácter de sorpresa.
Todos los investigadores de Rorschach están de acuerdo en que esta Lámina II es más
"difícil" en el sentido en que la toma sobre la lámina es incómoda, difícil.
Pechoux dice que no tenemos que olvidarnos citar el rojo como causa de estas
dificultades, subrayando también que es una lámina tricolor (negro, blanco y rojo).
De todos estos elementos, es el rojo quien llama más la atención de los investigadores.
Abundan los comentarios sobre el "shock al rojo" característico de la Lámina II.
Es por esto que la Lámina II puede ser la ocasión de una "reactivación del shock I",
un mecanismo de escape de un shock retardado ,en la medida en que el sujeto ha de
hacer frente al primer problema, pero está desbordado por su intensificación segunda
o por la acumulación de dos dificultades.
2.- El segundo aspecto es una provocación emocional. Con respecto a esto Minkowska
nos habla del surgimiento del aspecto sensorial, del vértigo del shock al blanco o
shock-vacio que da el sentimiento de la pérdida del yo o de su riesgo de
aniquilamiento, y la provocación de afectos excesivos por el negro y sobre todo el rojo.
Chicas que han sido violadas tienen un shock impresionante ante esta Lámina II. El
valor de la amenaza sexual ha sido a menudo señalado. Pero se cree que la situación
de esta Lámina II, evoca una sensación de inseguridad, que estaría relacionada con la
relación madre-hijo en el primer año. Evoca, por tanto, el problema de la relacián
afectiva individual.
Al Compromiso personal bajo la mirada del otro se une pues el enfrentamiento a una
situación amenazante comportando un riesgo físico.
Es así, que es una puesta a prueba de la madurez emocional y del dominio del yo, de la
capacidad de resistencia del yo al stress, al dolor tanto como a la agresión, al riesgo así
como a la acusación.
LAMINA III
Todos los autores han señalado este fenómeno, a la vez que Rorschach, y la noción de
shock cinestésico, shock específico de la Lámina III, no ha estado descrito más que
tardíamente por M. Loosli-Usteri. Con relación a la Lárnina II, la III tienen un
contenido que es a la vez parecido y muy diferente. Tiene rojo, negro y blanco, pero el
blanco desaparece prácticamente por no ser más que el fondo normal sobre el cual se
destaca el rojo y el negro, lo que justifica la frase de Pechoux: "Sensación más bicolor
que tricolor". Las dos manchas coloreadas se organizan en el espacio de modo
completamente diferente: el rojo parece restringirse y localizarse netamente, el negro
se dispone de manera ligera y aérea. Distinta a la disposición de la lámina II.
Tratemos del problema del evitamíento del rojo, que es un evitamiento común por la
definición misma de la cinestésia humana de la III. Esta reacción es un efecto del
fenómeno siguiente: el rojo ha perdido (en su restricción y localización) su sentido
ansiógeno de la Lámina II. El ro jo queda olvidado porque ha dominado la situación
II. Salvo el caso de los sujetos traumatizados por la lámina precedente, para los que el
rojo y el negro, más ligeros, permanecen obsesivos, la reacción normal se refiere al
gris que se presta muy fácilmente a la aprehensión perceptiva. Pero, ¿por qué la
cinestésia?, ¿qué significa?. Según Rorschach la respuesta K añade un movimiento allí
dónde se lo da y también, en otra parte, por lo que no puede más que venir "del
interior" del sujeto; tirará, arrastrará desde lo más profundo el dinamismo
proyectado y esto es un acto específico radicalmente diferente de la receptividad a las
demandas sensoriales que provienen de un hecho exterior. Significaría el control de si,
la reflexión y la resistencia a la sugestión, la inhibición positiva del comportamiento,
es decir, lo contrario de la impulsividad, de la labilidad de las emociones y los
sentimientos.
Desde el punto de vista de vivencia, esta es, o ya no lo será jamás, la ocasión de tomar
la iniciativa de una acción fácil si se tiene un mínimo de confianza y de seguridad.
La respuesta GK es común en la III porque por primera vez el test ofrece la ocasión al
sujeto de organizar personalmente su respuesta y de afirmarse simplemente, si puede,
y esto gracias a la conjunción del lugar de la lámina, y de la facilidad de "toma" de su
contenido.
Los fanáticos de la relación arcaica con la madre han descubierto, evidentemente, que
la lámina III nos aporta sobre este punto los mejores resultados. M. Loosli-Usteri ha
visto en esta lámina el "aspecto" de "la virilidad en su aspecto moral y sexual" . La
mujer (que tiene shock en la III) teme mucho el contacto con su pareja sexual El
hombre con shock en ésta lámina teme mucho no sólo el contacto con su personalidad
profunda, sino el contacto con su propia virilidad en su sentido moral y sexual"
Pero todo depende de la problemática por la que está dominado el sujeto, por lo que
esta lámina no es más viril o femenina que cualquier otra.
Bohm creía que el shock era revelador de una defensa contra la angustia (la Lámina
III como generadora de angustia). El shock K, según Bohm no es ninguna forma
particular de shock al rojo, del shock al negro o del shock-color; es revelador de
donde es necesaria una forma particular de defensa contra la angustia. El shock K
parece tener una especificidad más reconocible, y la angustia aquí tendría una forma
más precisa de un "miedo a actuar", ese que es diferente de la angustia de la amenaza
o de castración.
La Lámina III permite estudiar la cualidad de las respuestas-acción del sujeto ya que
las circunstancias se lo exijen, o que el otro espera al margen de todo stress ansiógeno.
LAMINA IV
El negro es aquí más profundo y más cargado por la intensidad misma que añade la
uniformidad del color gris.
Hemos visto que con la Lámina III el sujeto está suficientemente comprometido en el
test para que sus vivencias vengan, casi íntegramente, determinadas por el contenido
que se le propone. Es por esto que la impresión producida por la Lámina IV es el
factor más netamente dominante de la nueva situación.
Moht piensa que los sujetos que tienen algún conflicto con el padre experimentan
sentimientos desagradables y lúgubres, así cómo angustia en la Lámina IV (así cómo
en la I y la VI, según él).
Del símbolo del padre temible se pasa al símbolo sexual. El miedo al negro puede ser
frecuentemente miedo sexual, según Bohm, pues el negro simboliza el mal, lo
masculino negativo frente a las mujeres.
Y es por la fusión de los tres aspectos señalados que el YO queda aprisionado en una
situación de fuerza superior sufriendo, bajo una autoridad, exigiendo disciplina y
obediencia, bajo un juez sin benevolencia atacando o humillando al sujeto. A través de
la respuestas del sujeto se desvelará el "pattern" de sus reacciones y el contenido que
él da a este tipo se situaciones.
LAMINA V
Parece que hay entre las Lámina IV y V una relación comparable a la que existe entre
las Láminas II y III. Después del "stress" exterior producido por la II, la facilidad, la
ligereza y la simeetria de la III permíten al Yo reencontrar la iniciativa. El observador
puede evaluar también las secuelas del shock al rojo sobre la Lámina III.
Esta simetría ha estado muy bien descrita por Myriam Or, a quien se debe el haber
definido el "shock a la V" que no había sido mencionado antes de ella.
Dice: "Una forma plana, lisa alargada, se presta mucho más a la percepción de la
simetría que una configuración estrecha y alargada en altura. En la lámina V los lados
traspasan, exceden, van más allá del eje central"
He aquí pues una mancha negra ligera, lateralmente en forma de alas por lo que
presenta una indiscutible forma simétrica, mucho más claramente que las otras diez
láminas, todas simétricas por construcción.
Las dos manchas rojas laterales en lo alto de las Láminas II y III son simétricas
geométricamente; la Lámina V es precisamente menos una simetría que un equilibrio
ponderal, es decir, que tiene la simetría de la igualdad por una parte, y de otra por su
eje central. Este fenómeno viene dado porque la mancha constituye un todo
continuado o compacto con un cuerpo central espeso, denso, condensado, más que un
eje lineal. Por ello la mancha evoca la simetría de un pájaro o de un insecto, un
equilibrio orgánico más que una disposición simétrica de elementos.
Todo esto nos permite comprender mejor (y justificar) las deducciones de Myriam
Orr: "La mancha parece que entendida, o percibida horizontalmente, recuerda más
que las otras a las asociaciones con la estructura simétrica del cuerpo, con la
experiencia vivida del propio cuerpo y del propio psiquismo"
Los autores atentos a los contenidos más que a las estructuras, han querido subrayar
ciertas características frecuentemente constatadas. Nos encontramos naturalmente el
tema de la angustia y la sexualidad, uno ligado al negro, el otro a los apéndices
masculinos o femeninos del centro arriba o abajo.
1.- La "facilidad" de la mancha que aquí, como en la Lámina III requiere reparación,
una reconquista voluntaria del sujeto, y un tipo de vuelta al Yo sobre si mismo para
sacar la fuerza de una iniciativa y de una resolución.
3.- La puesta a prueba del sentimiento de unidad del yo, es decir, ese que Myriam Orr
llama "la experiencia vivida de la integridad psíquica y de la plenitud", ese que
implica el sentimiento de equilibrio interior, la conciencia del propio cuerpo como
disponibilidad dinámica para el yo. Y hay que tener en cuenta que el sentimiento de
unidad es la base de eso que se llama voluntad.
El sujeto traduce mediante las reacciones a esta lámina la forma como él realiza su
unidad personal, así como la manera por la cual so acepta a si mismo en su existencia.
LAMINA VI
Según M. Loosli-Usteri, la Lámina VI es después de mucho tiempo reconocida como la
lámina sexual por excelencia. El shock sexual descubierto en esta lámina ha estado
descrito por Herman Rorschach, haciendo al mismo tiempo investigaciones de tipo
estadístico, probando que es esta la lámina que tiene más número de interpretaciones
sexuales.
Según Pechoux, "es necesario hacer un lugar especial a los rechazos frecuentemente
observados en la Lámina VI. La causa puede estar en la dificultad, pero esto no
resolvería el problema. ¿Por qué es difícil?. Nos remitimos a los jóvenes. Estos
presentan en el periodo de la pubertad un rechazo a esta lámina superior al resto de
los sujetos. De ahí a afirmar que la causa profunda es sexual, no hay más que un paso.
Pero esto no es una explicación siempre suficiente".
Pechoux querría que se tuvieran en cuenta otros tres tipos de respuestas que se
encuentran habitualmente, respuestas geográficas, dictadas por el eje o por las
cortaduras externas; respuestas que parecen tomar su fuente en los símbolos
religiosos antiguos o modernos, y respuestas comunes que ven la imagen de un animal
peludo.
Zangger afirma que la lámina es provocadora de angustia. Schffuer hace del shock a
la VI un signo de inhibición afectiva, o de un bloqueo de la acción de origen psíquico.
Es sólo en tercer lugar que él da una resonancia intima de los complejos de orden
sexual.
A pesar de estas pistas interesantes es necesario considerar que aquí el aspecto sexual
domina, reconocido sobre la lámina por una especie de conciencia obscura y por todos
los sujetos.
El conjunto del gris, aunque unitario y masivo como en la Lámina IV, es de una tinta
más ligera, comparable a la Lámina I, por lo que no provoca shock al negro, ni
atención particular. Es neutra y aparece mostrandose como un acompañamiento de
fondo, sobre el cual se destaca aquello que llama la atención espontánea: el eje central
y su parte superior.
La lámina es pues bastante difícil pues exige la integración del eje central y de los
apéndices viriloides o feminoides. Es sin duda por esta razón que es habitualmente
sexualizada.
1.- Desplazamiento de la idea de equilibrio del yo, en relación con la Lámina V, hacia
la idea de un equilibrio alrededor de una significación axial, que hace referencia a un
tipo de especificación del equilibrio y de la unidad personal.
2.- Integración del eje y sus significaciones sexuales latentes. Este esfuerzo de
integración se encuentra ligado a la asunción por el sujeto de su existencia. Es de
hecho la manera en que el sujeto trata este problema lo que es significativo de su
"pattern" de comportamiento al cuidado de la sexualidad.
3.- Afirmación delante de otro. La iniciativa de una respuesta personal como acto
positivo exige aquí el tratamiento del problema de la asunción de la virilidad -
feminidad. Este aspecto de la Lámina VI puede naturalmente sufrir los contragolpes
de los choques I y IV o más exactamente reactivan los modelos de comportamiento
provocados por esas dos láminas anteriores.
La Lámina VII es sin ninguna duda la más difícil de definir su especificidad. "El
shock al vacío" típico de esta lámina, no nos aporta muchas datos para las
descripciones e interpretaciones, por ello éstas son discordantes para los autores.
Según M. Loosli-Usteri, la lámina es maternal y no a causa del gris sino a causa del
hueco, o cavidad, que según dice, no debe ser considerada como un agujero u hoyo,
sino como un regazo o una falda (seno).
Pechoux añade a esto, que no se puede olvidar la sensación que la lámina suscita de
desequilibrio . Las uniones de estos diversos trozos son evidentemente de apariencia
débil. De ahí-es de dónde vienen las respuestas "desarticuladas" y sobre todo "rocas
apiladas de forma inestable". Estas son frecuentes en los inquietos, aquellos que
sienten el mundo hundirse, desplomarse alrededor de ellos, o que han tenido duelo
reciente.
En la Lámina VII, después de las IV, V, VI, mas compactas , la mancha ofrece un tipo
de inconsistencia por comparación y también por construcción.
2.- Imagen del yo en relación con un ideal de perfección moral o social, implica los
objetivos y les valores del yo. Aquí se experimentarán los sentimientos eventuales de
no completamiento y de inquietud.
Estos tres aspectos pueden estar considerados como las facetas de un mismo
problema: el yo se protege de su futuro, o aún de la representación de la realización
del yo en el futuro, con una triple dimensión:
LAMINA VIII
La Lámina VIII es una de las láminas que han sido objeto de mayor número de
investigaciones. Rorschach mismo ha dado sobre esta lámina y las siguientes (grupo
de láminas de color) numerosas explicaciones.
de los colores aumenta la productividad, es decir que si se les presenta a los sujetos en
las tres últimas láminas unas láminas acromáticas, y a otros sujetos las manchas
auténticas, la cantidad estadística de respuestas aumenta en el segundo caso.
Por otra parte Zullinger, citado por Bohm, afirma que "la atracción por el color, que
se traduce por un número particularmente elevado de res puestas a las láminas VIII,
IX y X, se encontraría en las personas que descartan el "shock-color" (y el estupor
afectivo que lo determina) hablando mucho, y que tienen una necesidad irresistible y
nerviosa de hablar". El autor añade que en el caso dónde interviene el "shock-color'
no como inhibidor sino como estimulador, se puede pensar que se trata de "personas
que gracias a un componente caracterial esténico, tienen tendencia a no tener en
cuenta sus conflictos interiores y a eliminar sus señales.
Todos estos elementos que corroboran los efectos de los colores en VIII, IX y X,
descritos por Rorschach, orientan la descripción fenomelógica de la lámina hacia su
impacto socio-afectivo.
La lámina por su disposición y por sus colores a la vez claros y neutros, variados (rosa
pálido, verde pálido, azul pálido, etc) y aéreos hacen difícil la interpretación global de
la lámina.
Después de la sucesión de las láminas grises, ésta representa una situación nueva para
el sujeto, que ha de hacer, evidentemente, un esfuerzo de adaptación, Como dice
Pechoux: "adaptación a un problema nuevo presentado bajo una forma inesperada".
Esto justificaría según el autor, que la apreciación de "la adaptabilidad, la
adaptación, la readaptación" sean aún posibles a través de las reacciones del sujeto a
esta lámina.
Por otra parte estos colores, siempre a causa de la sucesión en relación con las láminas
anteriores, tienen necesariamente un efecto de liberación del negro; ellos son por si
mismos provocadores de un aumento de la comunicación, es decir de una elevación
del respuestas dadas al examinador, y el sujeto puede o no ceder a esta provocación,
defenderse o abandonarse a ella.
Pechoux dice: "Es la lámina dónde una respuesta animal interviene en casi el 100%
de los casos, lo que incita ,cuando esto no se produce a buscar las razones de esta no-
conformidad con una regla bien establecida".
3.- Facilidad de una "toma" inmediata por el gran detalle lateral, y así facilitación de
la iniciativa del sujeto.
Esta lámina sería así el modelo de las situaciones de adaptación social en general,
aquellas dónde el sujeto ha de entrar en un grupo cualquiera, dónde tiene estrechas
relaciones de tipo común (sin intimidad), y tiene que comunicarse con otro del grupo.
LAMINA IX
Pechoux dice: "Para al examinador y sin duda también para el examinado, esta
lámina se caracteriza por una serie de dificultades diversas y en definitiva se puede
concluir que no aporta nada realmente especifico. Si fuera necesario definir una
especificidad, se tendría que admitir que esta lámina es la de los problemas mal
resueltos, y sería un signo de alarma, pero sólo en un estado de inquietud, ya que una
respuesta se da con facilidad".
Esta lámina está marcada por su carácter de dificultad. Los colores son más intensos,
se mezclan, en según que sitios, en claro-oscuros coloreados, son menos aéreos que en
la Lámina VIII.
Esta lámina presenta, menos que la VII, pero muy netámente, una abertura-
disfunción arriba, con un hueco central vagamente cargado de formas y colores
indecisos. Por este hecho la Lámina IX ha estado clasícamente considerada como una
sucesión de la Lámina VII, capaz de reactivar el "shock al vacío".
IX que en la VIII, y algunos autores han considerado a esta lámina como generadora
de angustia, o al menos de inseguridad.
Es sin duda esta característica junto con la llamada del vacío central, la que ha hecho
atribuir a esta lámina un valor de evocación maternal (según M. Loosli-Usteri y
Myriam Orr).
Estos elementos, juntos al mismo tiempo, ejercen como una presión sobre la
afectividad de los sujetos, hasta el punto, según, M. Looslí-Usteri de que bajo el doble
golpe de la secuela de la Lámina VIII y del vacio central de esta lámina, la resistencia
de los sujetos disminuye hasta dejar escapar, sin lugar a dudas, las secuelas
celosamente guardadas.
4.- Relación con el otro, con la particularidad de que actuaría a la vez en la relación
afectiva profunda y la relación socio-afectiva.Por este aspecto sería fácil evocar temas
sexuales, y ver si éstos tienen un carácter obsesivo o no para el sujeto.
Así estos autores consideran la Lámina IX como el modelo de situaciones en las cuales
el sujeto tendría que experimentar sus sentimientos íntimos por la mediación de una
relación interpersonal (o social) donde la expresión espontánea es solicitada.
LAMINA X
Muchos autores han afirmado que la lámina, seguida de este desparramamiento que
parece una situación inaprensibles, provocaría inseguridad, lo que explicaría la
explica la atribución habitual de significación maternal a la lámina, pues permite
evaluar la perturbación del lazo de seguridad con la madre en edad temprana.
Los colores (no hay rojo, ni negro, como es regla en la tres últimas láminas), a pesar
de ser ya conocidos para el sujeto, en la medida en que él ya tiene la experiencia de las
dos laminas precedentes, no dejan de tener un impacto sobre él. En relación con la
Lámina IX aporta un alivio un tanto parecido como el de la Lámina III en relación
con la Lámina II. Es así que la carga afectiva de la IX pierde su carácter provocador
de la extratensividad en el campo socio-afectivo, como en la Lámina VIII.
La prueba es que los epilépticos y los histéricos tienen tendencia a enlazar (encadenar)
las nominaciones de color, según una observación de Rorschach, Toda evocación
directa de colores sin significación precisa (pintura, paleta, cuadro abstracto etc...)
expresaría la búsqueda de la relación social como tal, con un punto de teatralidad, que
puede llegar a ser de exhibicionismo.
Nuestra hipótesis experimental se apoya sobre los cuatro aspectos más destacados de
la lámina
2.- Dificultades de una visión global, Cada elemento sólo o vagamente asociado,
retiene la mirada como un pequeño todo con significación. Era esto lo que destacaba
Rorschach como aspecto facilitante de respuestas D (detatalle) y haciendo difíciles las
respuestas G (global).
3.-Alivio en relación con la Lámina IX. Los colores guardando aquí el efecto
psicológico, han perdido la intensidad de los colores de la lámina anterior. De hecho la
afectividad no está provocada de la misma forma y hay un alivio innegable de la
implicación sentimental y emocional.
El análisis de las reacciones del sujeto permite evaluar el grado de afirmación del yo y
el método o el género de comportamiento a lo largo de esta actividad, así como su
concepción de la sociedad o de la vida social