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Estado?
Autor: Carlos Alberto Herrera – Prof. Adjunto ordinario cátedra Derecho Administrativo de la Facultad de Derecho -
Universidad Nacional de Mar del Plata –
I. Introducción. II. Régimen Legal de la Responsabilidad de Estado. III La aparición de la ley 26944 de
Responsabilidad de Estado. IV. Nuestra breve opinión
I. Introduccion:
1
García de Enterría- Ramón Fernández, Tratado de derecho administrativo, Ed Thomson –Civitas, 1º ed.
Argentina, t. II, pag. 357
II. Régimen legal de la Responsabilidad del Estado
Así es, pues cabe poner también de manifiesto la vigencia del art. 75 inc. 12, que
establece la competencia del Congreso de la Nación para la redacción de los códigos
civil, comercio, penal, etc. 3, siendo evidente que no se encuentra establecido en forma
2
Bielsa Rafael “Relaciones del Código Civil con el derecho administrativo” J. Lajouane & Cia editores,
Buenos Aires, 1923, pag. 31 y ss
3
Art. 75 inc. 12 CN: “ Dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y
Seguridad Social, en cuerpos unificados o separados, sin que tales códigos alteren las jurisdicciones
locales, correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o provinciales, según que las cosas o las
expresa la competencia sobre el denominado “derecho administrativo” y teniendo en
cuenta la que también dice la CN en su art. 121 establece que todos los poderes de las
provincias no delegados al gobierno nacional siguen dentro de sus atribuciones 4 esto
genera una serie de alternativas que debemos pasar revista a continuación.
personas cayeren bajo sus respectivas jurisdicciones; y especialmente leyes generales para toda la Nación
sobre naturalización y nacionalidad, con sujeción al principio de nacionalidad natural y por opción en
beneficio de la Argentina; así como sobre bancarrotas, sobre falsificación de la moneda corriente y
documentos públicos del estado, y las que requiera el establecimiento del juicio por jurados.”
4
Artículo 121.- Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta Constitución al Gobierno
Federal, y el que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de su incorporación
Filcrosa S.A. s/ quiebra s/ incidente de verificación de Municipalidad de Avellaneda." -
sentencia de fecha 30/09/2003.
El caso fundamentalmente se basaba en determinar si las provincias podían regular
el instituto de la prescripción liberatoria de una obligación tributaria en forma diferente
a la establecida por el Código Civil. Si bien la doctrina del fallo reside en la
imposibilidad de las provincias de establecer un plazo de prescripción diferente al
establecido por el Congreso Nacional, los votos de la mayoría tienen una sutil diferencia
que podemos remarcar.
En el primer voto de la mayoría, suscripto por los Dres. Fayt, López y O´Connor,
sostienen que los medios de extinción de las obligaciones son una atribución delegada
en el Congreso de la Nación, lo cual no constituye un instituto del derecho público
provincial sino un instituto general del derecho. Aclarando en su 7º considerando “Que
desde otra óptica, cabe tener presente que, en tanto modo de extinguir las acciones,
este instituto involucra aspectos típicamente vinculados al derecho de propiedad cuya
inclusión dentro de tal delegación no se discute. En ese marco, y del mismo modo en
que esa razón ha justificado la regulación por la Nación de los distintos modos de
extinción de las obligaciones -sin que ello obste a su aplicación en el ámbito de
materias no delegadas-, idéntica solución debe adoptarse respecto de la prescripción,
desde que no se advierte cuál sería el motivo para presumir que, al dictar la
Constitución, las provincias hayan estimado indispensable presupuesto de sus
autonomías, reservarse la posibilidad de evaluar los efectos de la propia desidia que
ésta lleva implícita. Si se sostuviera lo contrario, a igual conclusión debería arribarse
con referencia a aquellos otros modos extintivos de innegable similitud en cuanto a la
efectividad de la ejecución de las obligaciones, con la consecuente incertidumbre que
ello aparejaría en materias que, como ésta, comprometen seriamente la seguridad
jurídica”.
En un segundo voto enderezado en el mismo sentido que el anterior, los Dres.
Boggiano y Belluscio (que comparten el dictamen del Procurador Gral.) así como el del
Dr. Vázquez profundizan la tesis del Tribunal que ha reiterado esta doctrina, al sostener
que la regulación de los aspectos sustanciales de las relaciones entre acreedores y
deudores corresponde a la legislación nacional, por lo que no cabe a las provincias
dictar leyes incompatibles con lo que los códigos de fondo establecen al respecto, ya
que, al haber delegado en la Nación la facultad de dictarlos, han debido admitir la
prevalencia de las leyes del Congreso y órgano diciendo la necesaria limitación de no
dictar normas que las contradigan. Un punto interesante es el que remarca el Dr.
Vázquez en su voto es cuando sostiene “Que la doctrina de la Corte sobre el punto
puede resumirse afirmando que la facultad de los estados provinciales para fijar plazos
de prescripción de las acciones relativas a las obligaciones derivadas de leyes locales,
existe en la medida de la ausencia de disposiciones aplicables a obligaciones análogas
en la legislación de fondo, o cuando no hay contradicción con ésta (doctrina de Fallos:
320:1344, considerando”.
La importancia de los resuelto en Filcrosa por la CSJN, si bien es en la línea de
pensamiento ya iniciada durante muchos años, reside en que se entendió que el régimen
jurídico de la Responsabilidad del Estado, estaba básicamente establecido en la
Legislación Nacional, en particular en el orden Civil. La idea que las provincias delegan
en los poderes nacionales las reglas necesarias entre deudor y acreedor, va a ser
especialmente tomadas en cuenta por los redactores de los proyectos de Ley de
Unificación de Códigos Civil y Comercial, al establecer un regulación específica en los
arts. 1764, 1765 y 17665.
La postura de los civilistas en este sentido es más práctica, pues sintetizas todo su
pensamiento en la posibilidad y necesidad de elaborar todo un régimen jurídicos de
responsabilidad en base a principios comunes del derecho privado y del derecho
público. Desde ya, si bien existen diversas posiciones, algunas de ellas pretenden
justificar, la existencia de un denominado “derecho de daños”, donde se admite
diferentes causas del “daño” y la propuesta de mirar más a la parte perjudicada que a la
afectante 6. No obstante, como bien dice A. Alterini, el nuevo Código Civil y Comercial
utilizó una terminó una terminología mas clásica, aunque con un alcance muy amplio, al
hablar solo de “Responsabilidad Civil”7.
Si bien no es la tesis oficial del máximo tribunal, me parece un tanto más fundada la
variable que le encuentra el Dr. Petracchi, en su célebre disidencia en la causa “Cena,
5
Conf. anteproyecto elaborado por Comisión presidida por el Dr. Lorenzetti y creada por Decreto nº
191/11
6
Pizarro, R. Daniel – Vallespinos, Instituciones de derecho privado. Obligaciones, Buenos Aires,
Hammurabi, 1999, T2; Mosset Iturraspe, Jorge – Kemelmajer de Carlucci, Responsabilidad civil, Bs As,
Hammurabi, 1992; Graciela, Messina, “Función actual de la responsabilidad civil, en AAVV., Derecho de
daños, Homenaje a Jorge Mosset Iturraspe, bs As. Ed. La Rocca, 1991, entre muchos .
7
Alterini, Atlio, “Soluciones del Proyecto de Código en materia de responsabilidad civil”, La Ley,
30/7/12, “Derecho de daños es una traducción de la expresión Tort Law o Law of Torts y —no obstante su
uso generalizado— ha sido criticada y resulta estrecha. Con igual criterio que el Proyecto argentino el
European Group on Tort Law, que elaboró los Principles of European Tort Law, tituló la traducción
española como Principios de Derecho Europeo de la Responsabilidad Civil, la francesa como Principes de
Droit Européen de la Responsabilité Civile, la italiana como Principi di Diritto Europeo della
Responsabilità Civile y la portuguesa como Princípios de Direito Europeu da Responsabilidade Civil”
Juan M. v. Provincia de Santa Fe” (Fallos 322:2817)8. Sin lugar a dudas pese a ser un
voto en disidencia, no es menos cierto que su valor reside en la fortaleza de sus
argumentos. El caso reside en el conflicto generado como consecuencia de la
imposibilidad por parte del Sr. Cena de poder cobrar una deuda de haberes previsionales
liquidados, como consecuencia de superar el monto establecido por la ley de
emergencia previsional dictada por la Pcia. de Santa Fe Así a diferencia de la mayoría,
el Dr. Petracchi adujo la inconstitucionalidad de la norma de emergencia con sustento en
los siguientes considerandos:
a)” En efecto, a pesar de que la obligación haya tenido por fuente el derecho local, la
regulación de los aspectos sustanciales de las relaciones entre acreedores y deudores es
materia propia de los códigos de fondo y, por haber delegado las provincias en la
Nación la facultad de dictarlos, ellas deben admitir la predominancia de las leyes del
Congreso y la imposibilidad de dictar normas que las contradigan (Fallos 320:1344 ,
consid. 6 y sus citas)”.
8
JA 2001-I-588
Investigaciones Históricas de la Facultad de Filosofía y Letras, ps. 528/529)”. Sobre
esta base la interpretación de la época era que solo el Estado era responsable mientras
actuase como Persona jurídica, como consecuencia directa de su carácter soberano, o en
su caso con autorización del Congreso de la Nación, como surgía de la Constitución
estadounidense conforme a la enmienda XI9, posiciones que poco a poco el mas alto
tribunal abandono.
9
Enmienda XI (febrero 7, 1795) El poder judicial de los Estados Unidos no debe interpretarse que se
extiende a cualquier litigio de derecho estricto o de equidad que se inicie o prosiga contra uno de los
Estados Unidos por ciudadanos de otro Estado o por ciudadanos o súbditos de cualquier Estado extranjero
decidió en Fallos 179:305 . Pero, una vez nacida la obligación, hallándose ésta vencida
y declarada conforme al derecho local por la sentencia que condena a la provincia a
pagarla, resulta inadmisible que el legislador local excuse al deudor de las
consecuencias de la mora o que declare a la obligación extinguida por la entrega de
títulos de la deuda pública, pues tal proceder equivale a privar al acreedor de su derecho
de perseguir legalmente el cumplimiento de la obligación y de recibir en pago de ella, al
tiempo de su vencimiento, lo mismo que el deudor se obligó a entregarle, conforme lo
disponen los arts. 505 inc 1, 740 y 750 CCiv”.
En este sector de la doctrina incluimos también a Gordillo, pues si bien efectúa una
necesaria distinción entre el derecho privado y el derecho público, analiza la necesaria
10
Bielsa, Rafael, “La responsabilidad del Estado y la responsabilidad de los funcionarios, La
Ley ,Responsabilidad Civil Doctrinas Esenciales Tomo IV, 01/01/2007, pag. 879.
11
Saenz, Jorge “La responsabilidad contractual en el derecho argentino”, en obra Responsabilidad del
estado, ed. Rubinzal Culzoni, Buenos Aires, pag. 67 y ss.
adaptación de los preceptos contenidos en el Código Civil a los principios del derecho
administrativo, sin mencionar al menos en materia de responsabilidad, la atribución de
tal potestad a las legislaturas locales.
En nuestra opinión, se muestra aquí dos posiciones dentro de una misma vertiente
que hemos denominado Hipótesis A. Ya sea siguiendo la opinión de la mayoría, o de
quien fue oportunamente la minoría, aceptan que las relaciones entre deudor y acreedor
son una potestad propia del Poder Legislativo Nacional, pero la diferencia es que
mientras los primeros resuelven la aplicación de la Legislación Civil, la segunda admite
la posibilidad de una ley especial, y en el caso de su inexistencia recurrir vía analógica o
subsidiaria al orden civil.
Cassagne, Juan Carlos: entiende que la responsabilidad del derecho privado tiene una
mirada diferente a la propia del derecho administrativo, pues mientras la primera mirá
fundamentalmente la situación de la víctima en el segundo, tiene que mirar
fundamentalmente la situación de la víctima, pero también la situación del agente estatal
y el interés de la comunidad. Rechaza la idea de la regulación dentro de la unificación
de los códigos civil y comercial, por afectar directamente al art. 121 de la CN. “Las
principales diferencias que se advierten entre el sistema público y el privado de
responsabilidad, en nuestro ordenamiento y en otros semejantes, radican en la distinta
fisonomía que exhibe cada sistema, la cual se proyecta de modo peculiar en: a) el
régimen de responsabilidad contractual; b) la responsabilidad por acto lícito y la técnica
12
Marienhoff, Miguel, “Tratado de derecho administrativo, tomo IV, Abeledo Perrot, Bs As., 6º ed. Pag.
583
13
Marienhoff, Miguel, “Tratado de derecho administrativo, tomo I, Abeledo Perrot, Bs As., 6º ed. , pag.
130
de la expropiación por utilidad pública y, c) finalmente, pero no menos importante, el
factor de atribución objetivo que genera la responsabilidad extracontractual por
actividad ilegítima o ilícita y el carácter excepcional que asume el riesgo creado”14.
Otros iusadministrativistas que apoyan la idea del carácter local del derecho
administrativo, y por lo tanto, reconocen a las legislaturas provinciales competencia
para dictar normas provinciales de responsabilidad del estado: Gambier, Beltran,
Perrino, Pablo16; Aberastury, Pedro17, Carlos F. Balbín18 , etc.
14
Cassagne, Juan C. “La responsabilidad del estado (balance y perspectiva)”, La Ley 2009-F, 1226
15
Hutchinson, Tomas “Breves consideraciones acerca de la responsabilidad administrativa patrimonial del
agente público, RDA 2001-89.
16
Gambier, Beltrán ¿Pueden las provincias dictar leyes en materia de responsabilidad del Estado?, JA
1996-IV-793. Perrino, Pablo, Responsabilidad por actividad estatal legítima. Proyecto de ley de
responsabilidad del Estado y de los agentes públicos, : La Ley 18/06/2014
17
Aberastury, Pedro, La nueva ley de responsabilidad del estado – 26944, ADLA 2014-25,18
18
Curso de Derecho Administrativo, Ed. La Ley, 2008, Tratado de Derecho Administrativo, Ed. La Ley, T.
IV, 2015
Como antes fue expuesto por decreto nº 191/11 se crea la comisión redactora del
Anteproyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, presidida por el Dr. Lorenzetti,
y secundado por las Dras. Elena Highton de Nolasco y Aída Kemelmajer de Carlucci.
19
ARTÍCULO 1764.- Responsabilidad del Estado. El Estado responde, objetivamente, por los daños
causados por el ejercicio irregular de sus funciones, sin que sea necesario identificar a su autor. Para tales
fines se debe apreciar la naturaleza de la actividad, los medios de que dispone el servicio, el lazo que une
a la víctima con el servicio y el grado de previsibilidad del daño.
ARTÍCULO 1765.- Responsabilidad del funcionario y del empleado público. El funcionario y el
empleado público son responsables por los daños causados a los particulares por acciones u omisiones
que implican el ejercicio irregular de su cargo. Las responsabilidades del funcionario o empleado público
y del Estado son concurrentes.
ARTÍCULO 1766.- Responsabilidad del Estado por actividad lícita. El Estado responde,
objetivamente, por los daños derivados de sus actos lícitos que sacrifican intereses de los particulares con
desigual reparto de las cargas públicas. La responsabilidad sólo comprende el resarcimiento del daño
emergente; pero, si es afectada la continuación de una actividad, incluye la compensación del valor de las
inversiones no amortizadas, en cuanto hayan sido razonables para su giro.
20
ARTÍCULO 1764.- Inaplicabilidad de normas. Las disposiciones de este Título no son aplicables a la
responsabilidad del Estado de manera directa ni subsidiaria.
ARTÍCULO 1765.- Responsabilidad del Estado. La responsabilidad del Estado se rige por las normas y
principios del derecho administrativo nacional o local según corresponda.
ARTÍCULO 1766.- Responsabilidad del funcionario y del empleado público. Los hechos y las
omisiones de los funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones por no cumplir sino de una manera
irregular las obligaciones legales que les están impuestas, se rige por las normas y principios del derecho
administrativo nacional o local según corresponda.
Observando el nuevo texto del Código CyC advertimos que aquello que se
prohíbe en el art. 1764, es decir la aplicación de las disposiciones de esa norma a la
responsabilidad del estado, ya sea en forma directa o subsidiaria, nunca constituyeron
un método “legal” de integración de normas. Es más, ya la CSJN, en el fallo Vadell
habla de aplicación “subsidiaria” del art. 1112 CC sin hacer alusión alguna al art. 16 del
Código Civil que si habla de “analogía”, pero ahora lo que ayer hizo la Corteen Vadell
hoy esta “prohibido”
Pero la cuestión puede ser más complicada aún, pues que norma debemos tener
en cuenta para la aplicación analógica en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires? la
ley federal nº 26944, el Código Civil y Comercial, la regla que constitucionalmente
pueda imponerse en otra provincia, o una ley particular de otra provincia, o porque no
también, recurrir a una Ordenanza Municipal, que para muchos es una Ley en sentido
material.
Ahora bien, por otro lado, en nuestra opinión, en materia de derecho cuando
hablamos de la “responsabilidad” nos referimos a una conducta debida, así estamos
presuponiendo que existe una norma que establece una conducta prohibida, por así
decirlo, y que alguien a realizado esa conducta prohibida, siendo entonces aquella la
consecuencia de tal accionar, desde el mundo científico se diría “si alguien realiza X
entonces le corresponde Y”. En otros términos, dada la prohibición constitucional y
legal de lesionar un bien “propiedad” de una persona, y teniendo un caso en donde una
persona realiza la conducta descripta, corresponde según nuestra legislación, reponer la
situación al estado anterior a ello o hacerse responsable de los daños y perjuicios que su
actuación genere (arts. 1738, 1740, entre otros de CCyC)
Desde tal perspectiva, podemos advertir una sutil diferenciación fáctica que
puede llevarnos a la solución jurídica de nuestra pregunta inicial. Así por ejemplo,
cuando un ciudadano o persona de derecho privado en general afecta el derecho a
preservar la integridad de su propiedad a otro ciudadano persona, parece haber consenso
que tal situación está alcanzada por la norma civil dictada por poder legislativo
nacional. Ahora, ante la misma situación, a un ciudadano o persona, la Administración
Publica por medio de sus funcionarios le afecta por medio de su accionar la integridad
de su propiedad, parece que para muchos el legislador cambia, a tal punto que incluso
podría alterar sustancialmente el contenido de la regla respecto al caso anterior.