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Pilar de la evolución, Charles Darwin también puede ser reconocido como el padre de
los estudios del comportamiento animal, que hoy conforman una ciencia llamada
etología, lo que es curioso ya que para su época esta rama de estudio aún no se
desarrollaba.
Son tres obras de Darwin las que más influyeron en el desarrollo de las teorías del
comportamiento: Expression of the emotions in man and animals (1873) (Expresión de
las emociones en el hombre y los animales); Variations of animals and plants under
domestications (1868) (Variación de animales y plantas en estado doméstico), y The
descent of man (1871) (El origen del hombre). En la primera de ellas, La expresión de
las emociones del hom - bre y los animales, Darwin desarrolla tres principios mediante
los cuales trata de explicar la razón de procesos y sucesos naturales, como gestos y
expresiones (reconociéndoles cierto valor universal) del ser humano y de algunos
animales, como aves y mamíferos principalmente, que son los hábitos útiles y
asociativos; lo contrario, la evitación de expresiones no útiles, a la que le llamó la
antítesis, y finalmente la relación entre la excitación del sistema nervioso y la emisión
de expresiones corporales o gestos: “Los jóvenes y los adultos de razas muy distintas,
tanto humanos como animales, expresan similares estados mentales con los mismos
movimientos”.
Sobre este particular, Darwin sostuvo que las alteraciones morfológicas de las
especies no sólo afectan la distribución o abundancia de ciertas gémulas, sino que
también producen cambios mentales; es decir, un hábito impuesto a una generación
parental podría ser transmitido a sus retoños. Como otro dato curioso en esa época,
en la primavera de 1872 apareció el libro de Charles Bell titulado Anatomía y fisiología
de la expresión, en el que su autor describía los músculos faciales como “obras de un
creador divino, destinadas a expresar los exquisitos sentimientos del hombre”,
teniendo con ello una visión completamente opuesta a la darwiniana.
Y también es curioso que, ayudado por sus hijos Henrietta y Leonard –pues requirió
una revisión intensiva que le llevaron a estar, según palabras del propio Darwin, “harto
del asunto, de mí mismo, y del mundo”–, se haya publicado Expression of the
emotions in man and animals, uno de los primeros libros con fotografías, el cual incluía
siete placas en heliotipo (fotografías de la época a base de la luz del sol). John Murray,
el editor, les dijo a manera de advertencia que sería una obra muy costosa y que
“causaría un terrible agujero en los beneficios”; sin embargo, la obra de Darwin se hizo
muy popular, tanto que su venta rebasó las cinco mil copias.
En el libro El origen del hombre, Darwin explica la forma como aparecen la mente, el
lenguaje y la cultura, y a lo largo de sus siete capítulos explica que el hombre
comparte con los anianimales ciertas semejanzas, tales como enfermedades y
órganos rudimentarios, entre muchas otras. Señala que las facultades mentales son el
resultado del desarrollo de instintos más simples, los que se fueron adquiriendo por
selección natural y variación. Apunta que el ser humano se ha desarrollado y
evolucionado a partir de una forma inferior, hasta llegar al desarrollo de las facultades
morales e intelectuales en los tiempos primitivos y en los civilizados. Igualmente, en
dicha obra clasifica a los primates en función de su relación morfológica con el hombre
y establece la diferencia entre los catarrinos, o monos del Viejo Mundo, y los
platirrinos, o monos del Nuevo Mundo. Entre los catarrinos incluye al gorila, el
chimpancé, el orangután y el ser humano, estableciendo así las afinidades y la
genealogía del hombre.