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Expediente: 2011-23368-47-AL
Departamento: Oruro
Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público contra Zacarías Martín Flores Choque por
la presunta comisión del delito de homicidio en grado de tentativa, el Tribunal Segundo de Sentencia
Penal de la ciudad de Oruro, señaló audiencia de consideración de medidas cautelares para el “1 de
febrero de 2011” a horas 09:00, al que asistieron dos Jueces Técnicos y un Juez ciudadano; por lo
que, el Ministerio Público solicitó la suspensión del referido acto y se fije nuevo día y hora, en tanto
que el accionante por su representado pidió la prosecución de la misma con los miembros
presentes, en razón a que, se trata de la modificación de las medidas cautelares y no así del juicio
oral; empero, su solicitud fue rechazada por el Presidente del citado Tribunal, habiendo fijado
nuevamente fecha de audiencia recién para el 16 de marzo de ese año, actitud que dilató de manera
sistemática la tramitación de la causa, afectando así la libertad de su representado.
Alega como lesionados los derechos de su representado a la libertad y seguridad personal, al debido
proceso, a la defensa y a una justicia pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones
consagrados en los arts. 23.1 y 115.II de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se disponga que, se señale día y hora de audiencia para considerar la
modificación de medidas cautelares.
Celebrada la audiencia pública el 3 de marzo de 2011, según consta en el acta cursante de fs. 22 a
24, se produjeron los siguientes actuados:
Agustín Flores Calle, Presidente del Tribunal Segundo de Sentencia Penal del Distrito Judicial -ahora
departamento- de Oruro, en audiencia, manifestó: a) La Sala Penal Segunda de la “Corte Superior de
Justicia” mediante Auto 43/2011 de 27 de diciembre, revocó una determinación asumida por este
Tribunal, ordenando se conceda la “gracia” de la cesación de la detención preventiva, tal como
determina el art. 240 del Código de Procedimiento Penal (CPP) referido a la presentación de dos
garantes fiables y abonables, con domicilios en esta ciudad y que sean mayores de edad; b) Hay que
actuar con honestidad, ya que fue el propio abogado del accionante que en consenso con las partes
decidió diferir y no exigió que sea al día siguiente la modificación de las medidas cautelares,
habiéndose fijado audiencia para el 1 de marzo de 2011; c) Se encuentran en pleno juicio oral y
están conociendo el tratamiento de los garantes, por lo que, no pueden disgregar las actuaciones del
Juez para unos actos y para otros no, pues el espíritu de los jueces legos es el control social; d) En
consenso con los miembros del Tribunal se decidió que como son días festivos el sábado, el lunes,
incluso el martes, la audiencia se efectúe el primer día hábil de la semana, no siendo culpa de ellos
que existan días festivos por carnavales; e) El accionante no explicó qué derechos y garantías se
habrían vulnerado, pues su intervención fue genérica y desconocen cuál es su fundamento básico; f)
No existe persecución indebida, ya que el acusado está privado de libertad en razón a que se le ha
concedido medidas sustitutivas, no las cumplió, cuestionando ¿dónde está la ilegalidad de la
detención?; y, g) Son conscientes de sus actos y privilegiaron al acusado al señalar la audiencia para
el primer día hábil para el tratamiento de su situación legal. En base a ello, pide se deniegue la
tutela.
I.2.3. Resolución
El Juez Segundo de Sentencia Penal del Distrito Judicial -ahora departamento- de Oruro, constituido
en Juez de garantías, mediante Resolución 1/2011 de 3 de marzo, cursante de fs. 25 a 27 vta.,
denegó la tutela solicitada, con los siguientes argumentos: 1) Si bien no se precisó de manera
concreta la acción de libertad se subsume el presente caso; sin embargo, de la demanda se colige
que fue planteada por indebida privación de libertad e indebido procesamiento; 2) El accionante fue
detenido legalmente por una medida cautelar y con un mandamiento emitido por autoridad
competente, por lo que, no existe indebida privación de libertad; 3) Todo proceso debe llevarse a
cabo dentro del término razonable evitando dilaciones y no llevar a cabo una audiencia sin motivo
racional constituye vulneración al debido proceso; 4) Deferir una audiencia del 1 de marzo al 9 de
marzo no es un tiempo irracional por existir días festivos del carnaval de Oruro; pero, suspender por
la inconcurrencia de un Juez ciudadano no corresponde; y, 5) Lamentablemente el Tribunal no
puede conceder la acción de libertad porque no está dirigida contra todas las autoridades que
presuntamente vulneraron el debido proceso, ya que el Fiscal fue el primero en pedir la suspensión
de la audiencia y después el Juez Técnico, de modo que debió ser planteada contra Willy Calle,
Agustín Flores, Jaime Morando Durán y el Fiscal que intervino, pues todos son responsables, no sólo
uno.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; la
Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora Transitoria,
posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la liquidación de
las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de diciembre de 2011,
modificada por la Disposición Transitoria Segunda del Código Procesal Constitucional vigente desde
el 6 de agosto de 2012. Con la referida competencia, se procedió al sorteo de la presente causa,
dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. A fs. 21 y vta. se adjuntó copia fotostática del acta de registro de audiencia del 1 de marzo
de 2011, en la que se constata la suspensión del citado acto debido a la incomparecencia de Jhonny
Molina Escalera, Juez ciudadano, señalándose nuevamente audiencia para el 9 de ese mes y año a
horas 17:00; presentado el recurso de reposición contra la mencionada determinación, por parte del
accionante que pidió un señalamiento más breve, mereció la dictación de la providencia de la misma
fecha indicando no haber lugar con los siguiente fundamentos: i) La proximidad de los feriados de
carnaval; ii) Se tiene el señalamiento de otras audiencias; y, iii) La nueva fecha puede ser objetada
por las partes, debiendo ser la Central de Notificaciones la que efectúe las notificaciones.
Precisado el problema jurídico planteado, corresponde verificar si existe una causal que impida
ingresar al fondo de la problemática planteada y en su caso determinar si existió vulneración de los
derechos fundamentales y garantías constitucionales invocadas.
El art. 125 de la CPE, prevé que: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es
ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá
interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre
y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y
solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
En resguardo del derecho a la libertad, previsto por el art. 23.I de nuestra Ley Fundamental, el
Código Procesal Constitucional en su art. 46 estableció: “La Acción de Libertad tiene por objeto
garantizar, proteger o tutelar los derechos a la vida, integridad física, libertad personal y libertad de
circulación, de toda persona que crea estar indebida o ilegalmente perseguida, detenida, procesada,
presa o que considere que su vida o integridad física está en peligro”.
Al respecto, el reconocido profesor boliviano José Antonio Rivera Santivañez señala: “…la Acción de
Libertad, al igual que la Acción de Amparo Constitucional, se constituye en un medio eficaz para
limitar el poder del Estado, pues es un freno al exceso, el abuso y la arbitrariedad de la autoridad
pública. Sin temor a equivocaciones, se puede afirmar que se constituye en un efectivo instrumento
de freno y contrapeso para el ejercicio del poder político” (las negrillas son nuestras).
Siguiendo las enseñanzas del citado autor, esta acción de defensa se caracteriza por ser: “…una
acción tutelar extraordinaria, porque es única en su género y no forma parte de los recursos
ordinarios previstos en la legislación procesal del Estado. Es un proceso constitucional porque, de un
lado tiene su origen en las normas de la Constitución, y de otro, porque es una acción jurisdiccional
creada para resolver un conflicto o controversia constitucional que se genera con la violación de los
derechos fundamentales a la vida y a la libertad física.
Finalmente, es de tramitación especial, porque dada su naturaleza tutelar está exenta de los
ritualismos y formalismos procedimentales; tiene un trámite sumarísimo, no admite incidentes
dilatorios, ni plazos probatorios, toda vez que no es un medio para dirimir ni dilucidar controversias
sobre un derecho, sino una vía de reparación o de restablecimiento de los derechos fundamentales a
la vida y a la libertad física ante una acción ilegal o indebida de restricción o supresión. Se tramita en
única instancia, pues contra el fallo pronunciado por el juez o tribunal competente no procede
ningún recurso ulterior”.
El art. 47 del Código Procesal Constitucional (CPCo), señala que, la acción de libertad: “procede
cuando cualquier persona crea que: 1. Su vida está en peligro; 2.Está ilegalmente perseguida; 3. Está
indebidamente procesada; 4. Está indebidamente privada de libertad personal”.
Para la resolución y análisis del presente caso, es necesario referirse al indebido procesamiento, es
así que la SCP 0054/2012 de 9 de abril, que cita a la SC 1520/2011-R de 11 de octubre, estableció
que: ”Conforme a lo antedicho, cuando en la jurisdicción constitucional se invoque una presunta
lesión al debido proceso en la sustanciación de una causa, es necesario que el acto lesivo alegado
sea la causa directa de la supresión o restricción del derecho a la libertad física. En ese entendido y
considerando estos supuestos, la jurisprudencia emanada de este Tribunal delimitó los alcances de
la tutela otorgada por la acción de libertad, bajo los siguientes términos: (…) Consiguientemente, a
partir de la doctrina constitucional sentada en la SC 1865/2004-R de 1 de diciembre, para que la
garantía de la libertad personal o de locomoción pueda ejercerse mediante el recurso de hábeas
corpus cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las
omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados
con la libertad por operar como causa directa para su restricción o supresión; b) debe existir
absoluto estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los
supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo al momento
de la persecución o la privación de la libertad…'.
Previo al análisis de fondo de la problemática planteada, cabe referirse al argumento expuesto por el
Juez de garantías que dijo: “Lamentablemente el Tribunal no puede conceder la acción de libertad
porque no está dirigida contra todas las autoridades que presuntamente vulneraron el debido
proceso…”, al respecto señalar que dada la naturaleza jurídica de la acción de libertad que tiene por
objeto garantizar, proteger o tutelar el derecho a la libertad de las personas que está exenta de
ritualismos y formalismos procesales, no existe la necesidad de que se identifique plenamente al
sujeto pasivo o a los autores de la restricción, debido a que lo importante en esta acción de defensa
es comprobar la existencia de la ilegal privación de libertad o de su amenaza, conforme se expuso en
el Fundamento Jurídico III.2; es decir, el accionante al haber dirigido su demanda contra Agustín
Flores Calle, Presidente del Tribunal Segundo de Sentencia Penal del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Oruro, cumplió con los requisitos exigidos por la uniforme
jurisprudencia constitucional que indica que no estaba obligado a dirigir su acción contra todos los
miembros del referido Tribunal, ya que basta interponerla contra su Presidente o alguno de sus
miembros, en base a ello, se procederá al análisis de la problemática planteada.
En el caso de autos, Juan Américo Herbas Aldana denunció la lesión de los derechos de su
patrocinado Zacarías Martín Flores Choque a la libertad y seguridad personal, al debido proceso, a la
defensa y a una justicia pronta, oportuna y gratuita, transparente y sin dilaciones, por cuanto la
audiencia de modificación de medidas cautelares programada para el 1 de marzo de 2011, fue
suspendida a pesar de estar presente en sala tres jueces -dos técnicos y uno lego-, habiéndose fijado
nuevamente para el 16 de marzo de ese año, sin tomar en cuenta el principio de celeridad previsto
por el art. 178.I de la CPE.
Ahora bien, para el cumplimiento del citado Auto de Vista, se fijó audiencia de consideración de
medidas cautelares para el 1 de marzo de 2011, habiendo concurrido a dicho acto dos Jueces
Técnicos y un Juez ciudadano, al igual que las partes; empero, fue suspendida indebidamente con el
argumento de que no se presentó Jhonny Molina Escalera, Juez lego que forma parte del Tribunal
Segundo de Sentencia Penal; y, al haber sido reclamado por el accionante en audiencia a través de
recurso de reposición ésta fue rechazada, señalándose nuevamente para el primer día hábil después
de las fiestas de carnavales; es decir, para el 9 de marzo de 2011 a horas 17:00.
Al ser la libertad un bien jurídico superior, la jurisprudencia constitucional precisó que: ”…toda
autoridad que conozca de una solicitud en la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad
física, tiene el deber de tramitarla con la mayor celeridad posible, o cuando menos dentro de los
plazos razonables, pues de no hacerlo podría provocar una restricción indebida del citado derecho,
lo que no significa, que no siempre tendrá que otorgar o dar curso a la solicitud en forma positiva,
pues esto dependerá de las circunstancias y las pruebas que se aporten en cada caso concreto, vale
decir, que si la solicitud es negada de acuerdo a una compulsa conforme a Ley no es ilegal; siempre
que esa negativa se la resuelva con la celeridad que exige la naturaleza de la solicitud” (SC
1236/2005-R de 10 de octubre) (el resaltado es nuestro).
POR TANTO