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AL PAREDÓN!!. HISTORIA DE DOS FUSILAMIENTOS ...

A LA BOLIVIANA
JULIO RODRIGUEZ - julio.a.rh@gmail.com

Que es para nosotros la Justicia?.Un autor dice que: "La justicia se representa con una mujer que
lleva los ojos vendados, una balanza en una mano y una espada en la otra. Los ojos vendados
pretenden destacar que la justicia no mira a los hombres, sino los hechos, es decir, que la justicia
es igual para todos los hombres. La balanza representa el juicio que determinará colocando a cada
lado de la balanza los argumentos y pruebas. La espada expresa que la justicia castigará con mano
dura a los culpables". He aquí la historia de dos ejemplos de administración de justicia.

EL BOLILLO DE LA MUERTE...

Parafraseando a Gabriel García Márquez: El día en


que lo iban a matar, Alfredo Jáuregui se levantó a las
6:00am. Ya llevaba 10 años haciendo lo mismo, pero,
qué otra cosa podía hacer en su celda de la cárcel
pública de La Paz?. El juicio había durado tanto que
en ciertos días hasta había olvidado el motivo de su
encarcelamiento. Esa madrugada, al ver a su hermano
y sus dos amigos, con quienes compartía la celda,
mirándolo con dolor y angustia se acordó de su
suerte: Hoy sería fusilado. Esa fue la sentencia diez
días atrás y esa fue su suerte en el juego fatal de los
bolillos blancos y negro. Son las 8:00am, apenas probó una taza de café yungueño con marraqueta
y queso collana (su último deseo). Un nudo en la garganta que bajó a su estómago le recordó que
ya no vería mas su casa, a su madre y a su familia.

Es el 5 de noviembre de 1927, horas 8:30am, Alfredo sale de su


celda y se enfrenta cara a cara a un periodista que lo retrata con
una cámara de filmación. Sonríe melancólicamente a la cámara.
El periódico de la época La Razón lo describe así: "Es el más joven
de los condenados (…). Pulcramente vestido, de mediana
estatura y complexión casi atlética, Alfredo Jáuregui tiene aún la
energía de la juventud y su vehemencia a pesar de los diez años
de sufrimientos e inquietudes constantes”.

Diez días antes, Alfredo fue condenado a muerte junto a sus tres amigos por el supuesto asesinato
del general y ex Presidente de la República José Manuel Pando. En aquella época, el Código Penal
indicaba que, si los sentenciados eran menos de diez, sólo moriría uno de ellos, y sería el azar el
encargado de determinar cuál. “Aparatoso y emocionante fue el sorteo de los presos. El bolillo
negro y siniestro le tocó a Alfredo Jáuregui”, fue el titular de la crónica del periódico La Razón.

Alfredo, que en el momento del supuesto crimen tenía 16 años, pasó una década tras las rejas y
fue ejecutado aquella mañana de octubre. Su hermano y dos amigos sacaron del ánfora los
salvadores bolillos blancos. Antes de meter la mano en la urna, en último lugar, Alfredo ya sabía
que la suerte estaba echada. Él pagó los platos rotos del Proceso Pando.
El profesor John Rawls, en particular, indica que "La justicia es la primera virtud de las instituciones
sociales, así como la verdad es a los sistemas del pensamiento".

Según ha quedado escrito en la historia boliviana los Jáuregui fueron los que perpetraron el
asesinato del exmandatario en junio de 1917. Los republicanos, comandados por Bautista
Saavedra, acusaron al presidente de la República, el liberal José Gutiérrez Guerra (ganador de las
elecciones del mes precedente), de haber armado el magnicidio y con ello se convulsionó por años
la política boliviana.

El Diario indica que todo empezó con el descubrimiento del cadáver de José Manuel Pando, el 20
de junio de 1917, en el fondo del barranco de Huichincalla, de 30 metros de profundidad, cerca de
El Kenko, en dirección a Achocalla. La Sra. Dolores, madre de Juan y Alfredo, tenía una tienda en
ese lugar de El Alto.Allí llegó el general la tarde del 15 de junio de 1917 a tomar una sopa y visitar a
sus amigos, de regreso a La Paz desde su finca en Catavi. Había partido el día anterior y, tras
pernoctar en la hacienda Machacabú, continuó su camino con el objetivo de estar en la urbe
paceña el 16, fecha en la cual tenía que apadrinar un matrimonio. Según se supo después, los
Jáuregui conocían al expresidente desde hacía años. “Nosotros conocíamos mucho al general
Pando por mantener relaciones espirituales con su hijo, don Ramón”, declaró Juan a El Diario.

Por otro lado, las personas que testificaron ante el juez aseguraron que el militar murió apaleado
por los que se encontraban en el local regentado por Dolores, entre ellos, sus dos hijos. Uno de los
testimonios clave fue el de Pablo Fernández, “cuyas atestaciones guardan perfecta armonía con lo
declarado por Demetria v. de Aguirre (una vecina de Achocalla)”, escribía en 1924 el exjuez de
Sumario y de Acusación Efraín Chacón, en el libro El Proceso Pando ante la opinión pública. Sin
embargo, lo particular en este caso es que el declarante era sordomudo. Para interpretar su
declaración, el juzgado llamó a otro habitante de la zona, José Calasanz Cuevas, “quien durante
mucho tiempo había tenido a su servicio un doméstico sordomudo, por lo que encontraba
facilidad suficiente para entenderse con el testigo en cuestión”.

Dicen por ahí los abogados que la asociación de justicia con la equidad ha sido histórica y
culturalmente rara y tal vez es una innovación moderna.El término justicia viene de iustitia, y el
jurista romano Ulpiano la definió así: Iustitia est constans et perpetua voluntas ius suum cuique
tribuendi; "La justicia es la constante y perpetua voluntad de dar (conceder) a cada uno su
derecho".

La primera autopsia que se realizó al cadáver de Pando (que duró alrededor de tres horas, según
publicó El Diario el 26 de junio de 1917) determinó que el militar había muerto por conmoción
cerebral y por lesiones profundas en la parte izquierda del tórax. Este resultado hizo que, en junio
de 1919, se absolviera a los acusados, pues no había crimen. Sin embargo, los periódicos afines al
Partido Republicano y los diputados opositores, obligaron a rehacer la autopsia. Defendían la tesis
de que el suceso había tenido un móvil político.

De esta tendencia era el periódico La Verdad: “Un informe completo, como deben ser todos los
que prestan los médicos legistas, hubiera arrojado muchísima luz sobre las causas que
determinaron la muerte y las circunstancias que la rodearon (...). Los médicos han obrado muy
precipitadamente... Sólo así se puede concebir que el informe prestado por ellos al juez, sea tan
lacónico y huérfano de datos ilustrativos, que es una calamidad”. El segundo examen forense
determinó que “la causa de la muerte es debida a las contusiones que presenta en la cabeza, que
han producido una conmoción cerebral, con hemorragia múltiple”.

En 1978, Ramón Salinas Mariaca, descendiente del general, manifestó en su libro Vida y Muerte de
Pando que la madre del militar, uno de sus hijos (legítimo, resalta), su hermano y otros familiares
sufrieron diversos tipos de apoplejías. Por ello, afirma el médico José Alvarado en un artículo
publicado en 1998 por la Sociedad Boliviana de Historia de la Medicina, titulado El supuesto
asesinato del ex presidente José Manuel Pando. Contribución a su rectificación histórica, el motivo
de la muerte puede catalogarse como “accidente cardio-vascular por la edad avanzada y probable
arterio-esclerosis”.

Sin embargo de todo y por presión política, en 1927, Alfredo Jáuregui fue fusilado.

El apellido Jáuregui reapareció en los periódicos paceños en noviembre de 2012, ochenta y cinco
años después de la muerte de Alfredo. La Cinemateca Boliviana (proyecto a cargo de Carolina
Cappa y María Domínguez) exhibió fragmentos de la película documental de 17 minutos que
inmortalizó el fusilamiento, realizada por Luis del Castillo y perdida durante casi 85 años. Y es que,
al poco tiempo de su estreno en 1927, parte de la prensa paceña presionó para que se censurara.
“Para dar una pobre idea de Bolivia, para exhibir con enfoque deprimente nuestra justicia, para
denigrar la nacionalidad con el coro de indígenas desarrapados, nada se ha dado más cabal. Es
este el aspecto en que fundamos nuestra oposición a la publicidad y peor aún a la exportación de
esta película”, publicaba La Razón el 26 de noviembre de 1927.

Alrededor de los Jáuregui se tejió toda serie de invenciones, un sector político veía en el suceso (o
quiso hacer ver) un crimen político, mientras otros sostuvieron en un primer momento que el
militar había tenido un accidente, cayendo al barranco.

Dicen que en su tumba nunca faltan flores, coincidiendo con Mariano Baptista Gumucio, que
señala lo mismo en su libro La muerte de Pando y el fusilamiento de Jáuregui. Elda, la sobrina de
Alfredo fue quien colocó la lápida; antes, sólo había cemento con el nombre impreso. “La gente
cree en él porque mi tío es milagroso”, sorprende Elda. Por ello es que no le faltan las flores.
“Andá a la tumba de Pando, no tiene ni una mala hierba”. Ella misma pidió a Alfredo que le
ayudase a concebir un hijo, pues no podía quedar embarazada. “Quiero tener un hijo y, si es
hombre, llevará tu nombre”, le prometió. César Alfredo Echeverría Jáuregui es el nombre
completo de su hijo.
Jáuregui contra el pasado. El apellido se limpia con historia,http://www.la-
razon.com/index.php?_url=/suplementos/escape/Jauregui-pasado-apellido-limpia-
historia_0_1817818302.html
El bolillo fatal... o el emblema de la muerte: el hallazgo. Autor Carolina Cappa, jueves, 26 de
febrero de 2015. Incluye video.http://kinetoscopiomonstruo.blogspot.com/2015/02/el-bolillo-
fatal-o-el-emblema-de-la.html.

DIOS Y EL ALARIFE RODRIGUEZ...

Armando Montenegro, Alcalde de Cochabamba allá por 1955, escribió varios libros, uno de ellos
llamado"Figuras de Cochabamba, el paraíso y el cielo" escrita en 1965, relata historias acontecidas
en la ciudad algunas de las cuales el autor fue testigo. Una de ellas se llama "Fusilamiento" y relata
una historia vivida por él cuando niño en 1910. Estamos hablando de la época en que gobernaban
los Liberales (otra vez ellos).

La ciudad de Cochabamba avanzaba “plácidamente entre el ruido y la prisa” hacia la


transformación de una villa colonial hacia una ciudad republicana. Muchos trabajos y proyectos se
realizaban en la época:En 1905, para espanto de los patriarcas del valle, aparecen los primeros
“monstruos mecánicos de cuatro ruedas” que son motivo de alarma y curiosidad pública, el
servicio telefónico (1906), el servicio de alumbrado eléctrico (1908) que dio lugar a la formación de
la Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica Cochabamba. El Ferrocarril del Valle en 1910 dinamizando el
sistema ferial regional. En 1913 se inauguran las primeras líneas de tranvías urbanos que
modifican en definitiva la ancestral inmovilidad aldeana.

Uno de ellos era la canalización del Rio Rocha, aquél curso de agua que atraviesa la ciudad y en
cuyo torrente de verano los cochabambinos pasaban horas de esparcimiento. Por otro lado el Rio
Rocha era un turbión descontrolado que desbordaba e inundaba las calles. Urgía canalizarlo. Esta
canalización la dirigía el Ingeniero Hugo Nery. Él vivía en una casa de la familia Arébalo cerca de la
antigua Alameda (Hoy El Prado), casualmente detrás de la casa de mi abuela en la plaza Barba de
Padilla. En esa época mi abuela contaría con 7 años de edad la misma que don Armando.

El relato de don Armando es como sigue: "Una mañana la escuela fiscal (hoy Escuela Carrillo) se
llenó de comentarios. Los muchachos repetían aquello que oyeran de sus padres en la mesa
familiar. Se había cometido un crimen....". Imaginemos la Cochabamba de 1910 cuálsería el nivel
de noticias? y cómo se conmocionaba la ciudad con ellas?.Todo el mundo alborotado. Continua el
relato: "..Afuera el hecho había sido sensacional. Habían dado muerte a un distinguido ingeniero
de Cochabamba, don Hugo Nery, entonces encargado de la incipiente canalización del Rio Rocha.
Dos empleados suyos, los alarifes Rodriguez, inmigrantes españoles y hermanos fueron los
aparentes autores del asesinato".

Mi abuela Doña Leocadia Gonzales vivía en ese entonces en una casa en la plazuela Barba de
Padilla y nos contaba que en dicha época la zona era una zona de huertas y maizales y sus días las
pasaba de tapiales en tapiales para escapar de la furia de su madre ante sus travesuras. Esto los
corrobora don Armando: "La calle Teatro, hoy España, sólo tenía seis cuadras; terminaba contra
una pared (la casa de mi abuela pienso) de la Plaza Barba de Padilla. En su actual prolongación
hasta la avenida Ballivian, se levantaban importantes casas rodeadas de huertos. Una de ellas,
desaparecida hoy (1965) era propiedad de la familia Arébalo". Allí vivió y murió asesinado el Ing
Nery.

Los preceptos o mandatos del derecho son: "honeste vivere, alterum non laedere et suum quique
tribuere...". Vivir honestamente, no hacer daño a nadie y dar a cada uno lo que le corresponde.

Los hermanos Rodriguez fueron acusados. Huyeron hacia el Chapare pero fueron perseguidos
diligentemente por la Policía Boliviana, tal vez no tenían otra cosa que hacer en esa época. De esa
persecución saliócapturado uno de los hermanos herido de bala en el enfrentamiento final. El otro
huyó para siempre.

El cronista cuenta que el juicio duro meses, y luego de curar sus heridas fue condenado a
muertepor fusilamiento."..Si me matan, es que no hay Dios.." era su exclamación al negarse a
recibir auxilio religioso. Dios estaba, pienso mientras escribo esto, atendiendo al Ing. Nery.

La figura de Rodriguez, dice que era parecida a la imagen icónica de Cristo, cabellera larga y
ondulante, barba media, tez blanca, nariz recta, todo un español.

Don Armandocontinúa: "Al final de la avenida Ballivian, donde ahora se encuentra la plaza
CarlosMontenegro (hoy es la Plaza de las Banderas) era la playa del rio, confín del radio urbano
norte. No había puente (de Cala Cala) ni avenida Libertador Bolívar. En aquel sitio, el ingeniero
Nery, al iniciar la canalización del rio Rocha había construido un dique, inconcluso debido a su
muerte. Ahí se levantó el patíbulo donde Rodriguez seria ajusticiado."

El reo Rodríguez seria ajusticiado a las 11 horas de una mañana de aquél verano de 1910.
Nuevamente temprano en su celda del últimodía de su vida imaginamos que pensó en su familia,
en su madre y en su tierra. Ya no los veríamás. Qué sería de su hermano? habría logrado huir?
habrá valido su sacrificio?. Ya no lo sabrájamás.

Cuentan que la comitiva salió de la plaza 14 de Septiembre a pié con el paso marcado por un
tambor.Tomaron rumbo la calla España (antes la calle del Teatro) hacia el norte hacia el patíbulo a
la orilla del Rocha. A la altura de la calle México doblaron hacia la Plaza Colón y de ahí por la
Alameda (El Prado). El macabro desfile era observado por las personas que transitaban y los
curiosos que se habían dado cita, muchos niños, muchas mujeres. Don Armandocuenta que en la
Alameda alguien le dio a beber a Rodríguez un vaso de vino. Mi abuela nos contó que le dieron
una tutuma de chicha. Sea lo que fuera (ojalá hayan sido los dos) el último trago para tomar valor
en los últimos metros de su vida.

"Rodriguez caminaba derecho, seguro, con una serenidad de olímpicodesdén, como si fuera el
dueño de la muerte. Su rostro había tomado para mis ojos cierta transparencia irreal que me
asustaba, algo así como un halo incomprensible que en forma lejana recordara el Gólgota. Su
marcha hacia el fin era en verdad un calvario".

La comitiva pasó por delante la casa del ingeniero asesinado, Rodriguez se dio la vuelta a mirarla,
mientras el ritmo del tamborebria el silencio de la mañana y acompasaba el latido de todos los
presente, solo faltaban 200metros mas, lo esperaba el poyo de adobes y el mástil del cadalso, al
igual que en La Paz con Alfredo Jáuregui, y al lado la invisible Parca.
Cuentan que Rodríguez enfrentó la muerte con valentía y desdén, su muerte fue rápida, camino a
la eternidad la escena en el sitio rodeado de gente se retrata así: " El reo no quiso sentarse, ni ser
amarrado. Se puso él mismo la señal blanca en el pecho y se vendó los ojos y algo dijo que no
pude oír. Tal vez fuera una imprecación, un juramento, una blasfemia, una plegaria y al instante
...... Atronó el espacio una descarga. Aquel cuerpo se crispó horriblemente. Sus nervios parecieron
los conductores de una conmocióneléctrica y sus arterias estallaron bañándolo de roja y densa
sangre. Una ululante estridencia sacudió el éter. Era el grito de hombres y mujeres que al
mezclarse con el aire copiaron el ruido de una montaña de cristal derrumbada. Un hombre grueso
jadeaba a mi lado luego de un alarido gangoso se desmayó..... Mientras todos contenían el aliento
y el silencio de muerte se apoderaba del lugar... la atmosfera se estremeció otra vez con un nuevo
disparo, el tiro de gracia".

Mil oraciones y sollozos rompieron nuevamente el lugar mientras se verificaba el deceso del
ajusticiado. Y ahí Dios apareció.

El antiguo verano cochabambino, los que alcanzamos a verlo en su granmajestuosidad siempre


"traía" consigo el rio Rocha. Era un espectáculo general cuando el agua llenaba el curso del Rio
Rocha a su paso por la ciudad y, a su vez, una tragedia cuanto éste rebalsaba y llegaba a los pies
mismos de la plaza Colon. Aquél verano también se dio cita sin invitación a las 11 de aquel día.
Una vez verificado que el reo había sido ajusticiado se lanzó una lluvia como nunca en mucho
tiempo: "el cielo se deshizo en agua sobre la ciudad".

La gente huyó del lugar. Aquí me pregunto si esta lluvia se habría atrasado a propósito o si Dios en
verdad existió para Rodriguez. La gente y autoridades huyeron despavoridas dejando el cuerpo allí
en el suelo, "pues la ley disponía no levantarlo hasta la caída del sol", siete horas después. Como
siempre en esas épocas el rio Rocha rebalsó y en sus brazos levantó el cuerpo de Rodriguez y lo
fue a depositar al pie de unos sauces llorones que existen todavía en ese lugar. Al menos el cuerpo
no tendría que estar botado. Dios si existió, fue a cuidar a Rodriguez en su paso a la eternidad a la
sombra del sauce en aquel verano cochabambino.

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